Aptitud para conducir de los pacientes con trastornos mentales. Su

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248.401
ORIGINALES
Aptitud para conducir de los pacientes con
trastornos mentales. Su evaluación en los centros
de reconocimiento de conductores
María Trinidad Gómez-Talegóna, Inmaculada Fierro Lorenzoa, África Vicondoab, Marta Ozcoidic
y F. Javier Álvarez Gonzáleza
aInstituto
de Estudios de Alcohol y Drogas. Facultad de Medicina. Universidad de Valladolid. Valladolid. España.
de Reconocimiento de Conductores. Colegio Oficial de Médicos de Navarra. Pamplona. Navarra. España.
cGabinete Psicotécnico de Huesca. Huesca. España.
bCentro
INTRODUCCION: Los conductores con trastornos
mentales o por sustancias tienen mayor riesgo de
accidentes de tráfico que los sanos. El objetivo del
estudio fue analizar el resultado de la valoración de la
aptitud para conducir en conductores con trastornos
mentales y de conducta o trastornos relacionados con
sustancias.
PACIENTES Y MÉTODO: Se incluyó a 5.234
conductores que realizaron el reconocimiento
médico-psicológico en dos centros de reconocimiento
de conductores para obtener o renovar su permiso de
conducir. Se recogió información sociodemográfica,
pautas de conducción, tipo de trastorno y consumo de
medicamentos y alcohol.
RESULTADOS: El 3,3% de los conductores
presentaban trastornos mentales o por sustancias.
El 39,8% fueron valorados como “apto”; el 53,2%,
como “apto con restricciones”, y el 7%, como “no
apto” para conducir. El mayor porcentaje de
conductores valorados como “no aptos” está entre los
que sufren trastorno por abuso o dependencia de
drogas (25%) y demencia (14,3%).
CONCLUSIONES: Dados el riesgo de accidente y la
alteración de la aptitud para conducir de los
conductores con determinadas enfermedades
mentales o abuso/dependencia de sustancias, la
Este estudio ha sido financiado por la Unión Europea, V Programa
Marco, proyecto IMMORTAL, y por el Ministerio de Sanidad y
Consumo, Redes Temáticas de Investigación Cooperativa, Red de
Trastornos Adictivos RD06/0001/0020.
Correspondencia: M. Trinidad Gómez-Talegón.
Instituto de Estudios de Alcohol y Drogas. Facultad de Medicina.
Universidad de Valladolid.
Ramón y Cajal, s/n. 47005 Valladolid. España.
Correo electrónico: [email protected]
evaluación del conductor con enfermedad mental o
abuso de sustancias debe hacerse de forma
individual, realizando una valoración global (edad,
otras afecciones, valoración de la psicomotricidad,
medicación, consumo de sustancias de abuso, etc.),
poniendo especial interés en los síntomas que puedan
derivarse de la enfermedad mental o los efectos
secundarios de la medicación.
Palabras clave:
Accidentes de tráfico. Aptitud para conducir. Trastornos mentales.
Trastornos por sustancias.
Fitness to drive among patients with mental
disorders. Their assessment in medical
centers for drivers
INTRODUCTION: Drivers with mental or substance
abuse disorders have a higher risk of involvement in
traffic accidents than healthy drivers. The aim of this
study was to analyze fitness to drive assessments and
their results in these drivers.
PATIENTS AND METHODS: A total of 5234 drivers who
underwent medical-psychological assessment to
obtain or renew their driving licence in 2 medical
centers for drivers were included in this study.
Information was gathered on socio-demographic
characteristics, driving patterns, type of disorder,
and medication and alcohol intake.
RESULTS: Mental or substance abuse disorders
were found in 3.3% of the drivers. Of these, 39.8%
were considered “fit,” 53.2% “fit with restrictions,”
and 7% “not fit” to drive. The largest percentage of
drivers considered “not fit” consisted of those with a
disorder related to drug abuse or dependence (25%)
or dementia (14.3%).
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de conductores
CONCLUSIONS: Given the higher risk of accidents
and compromised fitness to drive in drivers with
certain mental or substance abuse disorders,
evaluation of these drivers should be individualized.
An overall assessment (age, other disorders,
psychomotor assessment, medication, substances of
abuse, etc) should be performed, paying special
attention to symptoms that could be due to the
mental disorder or the effects of medication.
en accidente de tráfico (RR = 1,72; intervalo de confianza [IC] del 95%, 1,48-1,99), junto con el abuso o la dependencia del alcohol (RR = 2; IC del 95%, 1,89-2,12)
y el abuso o dependencia de drogas (RR = 1,58; IC del
95%, 1,45-1,73).
El objetivo del estudio es analizar la valoración de la
aptitud para conducir, y cuál ha sido el resultado de dicha valoración, en conductores con trastornos mentales y
de conducta o relacionados con sustancias que acuden a
los centros de reconocimiento de conductores de España.
Key words:
Traffic accidents. Fitness to drive. Mental disorders. Substance use
disorders.
MATERIAL Y MÉTODO
INTRODUCCIÓN
La Directiva Comunitaria CD 91/439/EEC1 establece
los criterios mínimos de valoración de la aptitud para
conducir en los países miembros de la Unión Europea.
Dicha normativa se traspone a la normativa de los distintos países miembros, si bien existen marcadas diferencias entre países2: por ejemplo, en España la evaluación de la aptitud para conducir es obligatoria para todos los conductores, mientras que en otros países
europeos se basa en una valoración inicial en una declaración del propio conductor o sólo se realiza cuando hay
una determinada enfermedad. En España, el RD
1598/20043 regula las enfermedades y deficiencias que
serán causa de denegación o de adaptaciones, restricciones de circulación y otras limitaciones en la obtención o
prorroga del permiso o la licencia de conducción. La
evaluación de la aptitud para conducir se realiza en centros específicos, los centros de reconocimiento de conductores, en los que realizan la valoración conjuntamente un médico, un oftalmólogo y un psicólogo. Recientemente se ha analizado la valoración de la aptitud para
conducir de los pacientes con trastornos mentales y de
conducta o relacionados con sustancias4-6.
Los conductores con determinadas enfermedades psiquiátricas presentan un mayor riesgo de accidente de
tráfico que los conductores sanos7. En este sentido, el
trabajo pionero de Waller (1965)8, en el que se comparó
la accidentalidad de 292 pacientes psiquiátricos con 926
controles, basándose en declaraciones de los pacientes,
ya evidenció que los conductores con enfermedades psiquiátricas, a pesar de que conducían menos kilómetros,
tenían el doble de accidentes que los controles. En un
reciente metaanálisis9 en el que se analiza el riesgo de la
accidentalidad de tráfico en relación con los procesos
orgánicos y mentales señalados en la Directiva Europea
CD 91/439/EEC1, los trastornos mentales son una de las
condiciones que presentan mayor riesgo de implicación
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La población objeto del estudio está formada por los conductores que acudieron a dos centros de reconocimiento de
conductores (Centro de Reconocimiento de Conductores del
Colegio Oficial de Médicos de Navarra y el Gabinete Psicotécnico de Huesca) con el fin de practicarse el reconocimiento
médico-psicológico para obtener o renovar el permiso de circulación, de acuerdo con la legislación vigente (RD 1598/
2004)3. El estudio fue aprobado por la Comisión Ética de Investigación Clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid. Todos los conductores firmaron su consentimiento para participar en el estudio. Ya se ha publicado información detallada de los aspectos metodológicos y
principales hallazgos del estudio10, y en particular en relación
con los trastornos cardiovasculares11 y neurológicos12.
Se incluyó en el estudio a 5.234 conductores, 3.741 varones
(71,5%) y 1.493 mujeres (28,5%). Las edades oscilan entre los
14 años del más joven y los 98 del mayor. La media de edad
fue (media ± DE) 44,05 ± 16,41 años, 46,1 ± 17,1 en varones
y 39,4 ± 13,6 en mujeres. La distribución por segmentos de
edad fue: < 25 años, 616; 5-34 años, 107; 35-44, 1.013; 45-54,
1.126; 55-64, 642; 65-74, 533 y > 74, 197. Un 2% de los conductores rechazaron participar en el estudio.
En el anexo 1 se presentan los criterios de aptitud exigidos a
los conductores de turismos (grupo 1) y conductores profesionales (grupo 2), respecto a los trastornos psiquiátricos mencionados en los apartados 10 (trastornos mentales y de conducta)
y 11 (trastornos relacionados con sustancias) del RD
1598/20043, así como las posibles adaptaciones, restricciones
y limitaciones de aplicación en cuanto a dichas enfermedades.
Los tres profesionales del centro (médico, oftalmólogo y
psicólogo), tras la valoración clínica individualizada de cada
conductor, deciden de manera conjunta el resultado final del
reconocimiento: “apto”, “apto con restricción” (restricción de
tiempo de validez del permiso, restricción de velocidad máxima a la que puede circular el conductor, restricción mecánicavehículo adaptado a la limitación) y “no apto”. En el presente
estudio, se ha analizado la valoración como “apto”, “apto con
restricción” y “no apto” en relación con el trastorno que el
conductor tuviera, mental, de conducta o relacionado con sustancias. Se ha registrado todas las enfermedades referidas por
el conductor codificadas según la CIE-10.
Se ha realizado la evaluación psicológica y psicométrica
marcada por la normativa actual (RD 1588/2004)3. La exploración básica13 para la evaluación psicológica y psicomotriz
realizada en los centros de reconocimiento de conductores, en
principio, es una evaluación general del conductor (aspecto
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de conductores
personal, habla, gestos, conducta); luego el psicólogo evalúa la
aptitud perceptivomotriz con una batería integrada de pruebas
en un soporte informático, una pantalla en la que se presentan
los estímulos y una unidad de respuesta para manos y pies. En
España se utiliza, entre otros, el Driver test14 (Asde DriverTest®, General ASDE S.A., Valencia) que realiza tres pruebas:
“Estimación del movimiento” (no discriminativa, sólo aporta
una indicación de la apreciación de la tendencia global: precipitación o retraso o no clara), “coordinación visomotriz bimanual” y “tiempos de reacción múltiples”; los valores de aptitud
en las últimas dos pruebas son muy amplios, por lo que solamente discriminan a personas con un deterioro psicomotor importante. Si se observa dificultad en la realización de las pruebas psicomotrices, se evalúa la “inteligencia práctica” con la
escala de Alexandre, que mide la inteligencia práctica y libre
de influencia cultural15, y si se sospecha algún tipo de trastorno mental o de conducta, se utilizan los tests de ansiedad y depresión o el cuestionario de salud de Goldberg16. En cualquier
caso, el equipo de profesionales de los centros de reconocimiento de conductores no tiene función diagnóstica, y podría
ser necesario solicitar un informe del especialista cuando los
datos de la exploración realizada no sean suficientes para determinar la aptitud del conductor o cuando sea preciso acreditar el diagnóstico, el tratamiento o el control de una determinada enfermedad o trastorno mental, tal como regula la legislación vigente3.
En cuanto al alcohol, se ha registrado frecuencia de consumo (diario: bebe todos los días, o semanal: bebe al menos 1
día a la semana), y los niveles de consumo en la semana previa
a realizar la entrevista: bajo consumo (varones, ⱕ 21 unidades
de bebida estándar [UBE]/semana; mujeres, ⱕ 14 UBE/semana), consumo moderado (varones, 22-50 UBE/semana; mujeres, 15-35 UBE/semana), consumo de riesgo (varones, > 50
UBE/semana; mujeres, > 35 UBE/semana) y cantidad de alcohol consumido expresada UBE por semana (1 UBE = 10 g de
alcohol)17.
En cuanto a los medicamentos, se ha registrado el fármaco
consumido, el número de dosis/día, la duración del tratamiento
y la categorización de los fármacos según afectan a la aptitud
para conducir: categoría 1, no tiene efectos o son muy leves en
la conducción; categoría 2, afectan de forma moderada a la
conducción, y categoría 3, afectan de forma importante a la
conducción. Sólo se han registrado los fármacos consumidos
de manera crónica (más de 1 mes)18.
Se ha utilizado el programa estadístico SPSS versión 14.0, y
se han utilizado las pruebas de la ␹2 y de la t de Student. Se ha
considerado estadísticamente significativos los valores de p ⱕ
0,05.
RESULTADOS
El 3,3%, 171 de los 5.234 conductores evaluados (el
2,4% varones y el 0,9% mujeres; ␹2 = 0,423; p > 0,05)
presentaban alguno de los trastornos mentales y de conducta o relacionados con sustancias incluidos en el listado de enfermedades de valoración de la aptitud para
conducir (RD 1598/2004)3. La media de edad de estos
conductores fue 49,66 ± 14,81 años, superior en los varones (51,76 ± 14,23) que en las mujeres (43,78 ±
14,98; ␶ = 3,186; p < 0,005) y superior a la media de
edad del resto de los participantes en el estudio (44,05 ±
16,41; ␶ = –4,873; p < 0,005), lo cual se observó en ambos sexos (respectivamente, ␶ = 3,759; p < 0,005; ␶ =
2,201; p < 0,05). De los 171 pacientes, 32 (el 0,6% del
total de la muestra) presentaban trastornos por alcohol y
4 (el 0,07% del total de la muestra), trastornos por drogas. Los 145 restantes (el 2,7% del total de la muestra)
presentaban trastornos mentales y de conducta.
El 14,6% de los conductores con enfermedd psiquiátrica (tabla 1) tenían más de 64 años. El 94,2% de los
conductores poseían un permiso de conducir “no profesional”, el 32,7% conducía anualmente 3.000 km o menos y el 43,3%, entre 3.001 y 14.000 km. Habían abandonado la conducción activa 23 (13,5%) conductores,
mientras que los 148 (86,5%) restantes conducían habitualmente.
Consumía alcohol el 44,5% de los conductores (tabla
1), el 32,2% diariamente y el 12,3% de forma semanal.
El 27,5% tenía un bajo consumo; el 12,9%, consumo
moderado y el 4,1%, consumo alto o peligroso. De los
171 conductores con trastornos mentales, de conducta o
por sustancias, 131 tomaban medicamentos de forma
TABLA 1. Características de los conductores
y resultado de la valoración de la aptitud psicomotriz
Conductores con enfermedad psiquiátrica
Total
Sexo
Varones
Mujeres
Mayores de 64 años
Tipo de permiso
No profesional
Profesional
km conducidos anualmente
ⱕ 3.000
3.001-14.000
> 14.000
Frecuencia de consumo alcohol
No bebe
Bebedor semanal
Bebedor diario
Cantidad consumo alcohol
No bebe
Bajo consumo
Consumo moderado
Consumo alto
Medicamentos
No toma medicamentos
Medicamentos con advertencia
Medicamentos sin advertencia
Valoración de la aptitud para conducir
Apto
Apto con restricción
No apto
Valoración de la aptitud psicomotora
Apto
Apto con restricciones
No apto
n
%
171
100
126
45
25
73,7
26,3
14,6
161
10
94,2
5,8
56
74
41
32,7
43,3
24
95
21
55
55,5
12,3
32,2
95
47
22
7
55,5
27,5
12,9
4,1
40
107
24
23,4
62,6
14
68
91
12
39,8
53,2
7
152
15
4
88,9
8,8
2,3
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de conductores
TABLA 2. Valoración de la aptitud para conducir en relación con el tipo de trastorno mental o trastorno
por sustancias
Trastorno
Apto
(n = 68),
n (%)
Apto con
restricciones
(n = 91), n (%)
No apto
(n = 12),
n (%)
Total
(n = 171),
n (%*)
Demencia
Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos
Trastornos del estado de ánimo
Trastornos no orgánicos del sueño
Trastornos del control de impulsos
Trastornos de la personalidad
Trastornos del desarrollo intelectual
Trastornos por déficit de atención
Trastornos por abuso o dependencia de alcohol
Trastornos por abuso o dependencia de drogas
0
0
31 (59,6)
16 (72,7)
18 (90)
3 (50)
0
0
0
0
6 (85,7)
23 (88,5)
17 (32,7)
6 (27,3)
2 (10)
3 (50)
2 (10)
0
29 (90,6)
3 (75)
1 (14,3)
3 (11,5)
4 (7,7)
0
0
0
7 (4,1)
26 (15,2)
52 (30,4)
22 (12,9)
20 (11,7)
6 (3,5)
2 (1,2)
0 (0)
32 (18,7)
4 (2,3)
0
3 (9,4)
1 (25)
*Porcentaje sobre el total de conductores con enfermedad psiquiátrica (n = 171).
crónica y el 62,6% de los conductores estaban tomando
medicamentos que tenían advertencia sobre su efecto en
la conducción (tabla 1).
El 39,8% (tabla 1) de los conductores con trastornos
mentales, de conducta o por sustancias fueron considerados “aptos”; el 53,2%, “apto con restricción” y el 7%,
“no apto”. Al efectuar la valoración del rendimiento psicomotor (valoración psicológica) de estos conductores,
4 (2,3%) eran “no apto” y 15 (8,8%), “apto con restricción” por “causa psicológica”.
En cuanto a las enfermedades psiquiátricas más frecuentes (tabla 2), el 30,4% estaban diagnosticados de
trastornos del estado de ánimo, el 18,7% tenía trastornos
por abuso o dependencia del alcohol; el 15,2%, esquizofrenia, y el 11,7%, trastornos del control de impulsos;
los demás trastornos psiquiátricos reflejados en el RD
1598/2004 se presentaron en porcentajes inferiores. Siete conductores tenían comorbilidad psiquiátrica con más
de un diagnóstico psiquiátrico: en 2 casos concurrían
trastornos del estado de ánimo y por consumo alcohol;
en 1 caso, esquizofrenia y trastorno por consumo de alcohol; en otro, trastorno del estado de ánimo y trastorno
de la personalidad; en otro caso, trastorno de personalidad y trastorno por consumo de alcohol, y en otro más,
trastorno no orgánico del sueño y trastorno por consumo
de alcohol. La tabla 2 recoge el trastorno psiquiátrico
considerado como principal o primario en la valoración
de la aptitud para conducir, así como el resultado de dicha valoración.
El mayor porcentaje de pacientes “no aptos” se observó entre los que tenían diagnóstico de abuso o dependencia de drogas (25%), los pacientes con demencia
(14,3%) y con trastornos psicóticos (11,5%). Por el contrario, el 90% de los pacientes con trastornos del control
de impulsos y el 72,7% de los pacientes con trastornos
no orgánicos del sueño fueron considerados “aptos” y
sin ningún tipo de restricción.
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DISCUSIÓN
El 3,3% de los conductores en que se ha evaluado su
aptitud para conducir tienen un trastorno mental, de
conducta o por consumo de sustancias. Esta prevalencia
es sensiblemente inferior al 9% de enfermos mentales
observado en la población general (excluyendo los trastornos por uso de sustancias)19. En un estudio previo,
multicéntrico y específicamente diseñado para analizar
la prevalencia de conductores con diagnósticos de abuso/dependencia del alcohol20 o abuso/dependencia de
drogas 21 , se observó un 2% de conductores con
abuso/dependencia del alcohol (en el presente estudio,
un 0,6%), y un 0,3% con criterios de abuso o dependencia de drogas ilegales (el 0,07% en este estudio), porcentajes ambos superiores a los encontrados en el nuestro. Es preciso señalar que ambas poblaciones no son
equiparables, ya que entre los conductores (personas
con licencia o permiso de conducción) hay menos mujeres que en la población general, sobre todo en los tramos de edad más avanzada. También se ha señalado que
las personas con enfermedad mental grave y prolongada
conducen menos que el resto de la población8,22. Algún
estudio ya ha señalado que el 3,1% de los conductores
dejan de conducir voluntariamente debido a las limitaciones impuestas por su enfermedad23.
Observamos que el mayor porcentaje de conductores
valorados como “no aptos para conducir” está entre los
que sufren trastornos por abuso/dependencia de drogas
(25%) o demencia (14,3%); sin embargo, el 90% de los
conductores con trastornos del control de impulsos son
valorados como “aptos”.
Existe muy poca información sobre la valoración de
la aptitud para conducir entre los conductores con trastornos mentales, de conducta o por sustancias. En el estudio realizado en Utah (Estados Unidos)24, el 13,6% de
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Gómez-Talegón MT et al. Aptitud para conducir de los pacientes con trastornos mentales. Su evaluación en los centros de reconocimiento
de conductores
los conductores tenían trastornos psiquiátricos o por
consumo de alcohol y drogas, superior al 3,3% encontrado en nuestro trabajo. Un 95% fueron “aptos” (frente
al 39,8% en nuestro estudio), el 0,7% fue valorado como “apto con restricción” (frente al 53,2% encontrado
por nosotros) y sólo un 0,05% (el 7% en nuestro caso),
como “no aptos”. Las diferencias observadas son atribuibles en parte a los distintos criterios normativos existentes en nuestro país y los de ese estado.
Por otra parte es preciso señalar que, cuando hemos
valorado la aptitud para conducir con todos los trastornos analizados10, los mentales y de conducta son el grupo de procesos con mayor porcentaje de “no aptos”. En
este sentido, en un estudio realizado en España25, del total de conductores analizados (población general de conductores), el 86,47% fueron aptos; el 12,21%, aptos con
restricciones, y el 1,65%, no aptos, resultados claramente superiores en cuanto a la aptitud para conducir respecto a lo encontrado por nosotros al analizar a los conductores con trastornos mentales o de conducta.
Un grupo importante entre los conductores con trastornos de conducta son los mayores con demencia, en
quienes se ha observado un elevado riesgo de accidente
(RR = 1,45; IC del 95%, 1,14-1,84)9 cuando la demencia es severa. Se ha señalado que un 50% de ellos dejan
de conducir después de 3 años del diagnóstico de demencia, si bien el riesgo aumenta progresivamente desde el momento del diagnóstico26. En este sentido, todas
las guías aconsejan dejar de conducir en el momento
que se diagnostique una demencia y no reanudar la conducción sin hacer antes una valoración de la aptitud para
conducir26-28 y será necesario dejar de conducir definitivamente cuando el diagnóstico determine un grado de
demencia moderada o severa29. Como no se conoce el
grado de progresión de la demencia, sobre todo la de tipo Alzheimer, se ha recomendado una revisión cada 6
meses a partir del diagnóstico de demencia26-28; no obstante, será el medico, contando con la colaboración de
los familiares del conductor, quien determine la periodicidad de la valoración de la aptitud de estos pacientes
para conducir. En nuestro estudio, se valoró como “apto
con restricción” a 6 de los 7 pacientes con diagnóstico
de demencia, y al conductor restante, como “no apto”.
En cuanto a los trastornos por sustancias, el abuso/dependencia del alcohol y las drogas presenta un mayor
riesgo de accidente de tráfico para los conductores9 y el
riesgo podría estar aumentando cuando, como ocurre en
nuestro estudio en 5 casos, concurran un trastorno psiquiátrico y un trastorno por consumo de sustancias.
Otra cuestión a tener en cuenta es la toma de medicación por los conductores que presentan trastornos mentales o trastornos por sustancias. Se ha indicado que
conducir bajo la influencia de los fármacos psicotrópicos se asocia a un mayor riesgo de accidente de tráfico
(RR = 1,49; IC del 95%, 1,35-1,64)9. Por otra parte, se
ha señalado que en el caso de la depresión los conductores no tratados tienen un deterioro para conducir mayor
que los conductores con depresión activa tratados con
antidepresivos del grupo de los inhibidores selectivos de
la recaptación de serotonina30. Serán necesarios más estudios en este sentido que permitan determinar la influencia de la medicación y del trastorno mental en el
riesgo de accidente.
Evaluar en los centros de reconocimiento de conductores a los conductores con trastornos mentales, de conducta o por sustancias tiene sus peculiaridades. Si el enfermo comunica su trastorno mental o por sustancias, o
estos trastornos son detectados por el médico, el centro
de reconocimiento de conductores podría solicitar la petición de informe al neurólogo, el psiquiatra y/o el psicólogo del que depende su tratamiento. A su vez, se
considera que la función del profesional de salud mental
no es tanto precisar el diagnóstico del trastorno del conductor como valorar conducta, personalidad, control de
impulsos, psicopatía y función neurocognitiva. Será interesante que el informe del psiquiatra (y/o el psicólogo)
sea objetivo y contenga además: diagnóstico, cumplimiento y adherencia al tratamiento, fechas de remisiones o recaídas, conducta o riesgo suicida, tiempo desde
que está estable y posibles efectos secundarios de la medicación23.
El problema en la valoración de estos conductores
surge cuando el paciente acaba de ser diagnosticado de
un trastorno que le limite su aptitud para conducir y sigue conduciendo hasta su próxima valoración obligatoria en el centro de reconocimiento de conductores, u
oculta su enfermedad (caso frecuente entre dependientes
de alcohol y drogas) por miedo a la suspensión o limitación de la conducción. En todo caso, cuando en el centro de reconocimiento de conductores se detecte alguna
alteración de las pruebas psicomotrices no justificada
por los diagnósticos presentes, se deberá ampliar la exploración con una anamnesis específica16 y, si es necesario, recomendar una valoración del conductor en salud
mental.
El diagnóstico de una enfermedad mental o abuso de
sustancias por sí mismo no implica un deterioro de la
capacidad de conducir con seguridad31. Sin embargo,
los conductores con trastornos mentales o abuso de sustancias pueden experimentar síntomas o efectos de su
tratamiento farmacológico que interfieran en su capacidad para conducir con seguridad4,18,22. En todo caso, la
evaluación del conductor con afecciones psiquiátricas
debe hacerse de forma individual. En los centros de reconocimiento de conductores, la evaluación del conductor con enfermedad mental o abuso de sustancias se debe realizar de forma global (edad, tipo de permiso, otras
enfermedades, valoración psicomotriz, medicación, conPsiq Biol. 2008;15(3):63-72
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Gómez-Talegón MT et al. Aptitud para conducir de los pacientes con trastornos mentales. Su evaluación en los centros de reconocimiento
de conductores
sumo de sustancias de abuso, etc.), poniendo especial
interés en los síntomas que puedan derivarse de la enfermedad mental o los efectos de la medicación. Por su
parte, los psiquiatras31, cuando sea oportuno, deben advertir a sus pacientes de que la enfermedad mental y los
efectos de la medicación pueden afectar a su aptitud para conducir con seguridad y deben prescribir la medicación que menos interfiera con el rendimiento psicomotor. Igualmente se debe prestar atención a las interacciones medicamentosas entre los psicofármacos prescritos
(en especial los efectos sedantes y anticolinérgicos), y
evitar el consumo de alcohol.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
BIBLIOGRAFÍA
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julio, por el que se modifica el Reglamento General de Conductores, aprobado por el Real Decreto 772/1997, de 30 de
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de conductores
ANEXO 1. RD 1598/2004
10. TRASTORNOS MENTALES Y DE CONDUCTA
La adecuada aplicación de la normativa y la determinación del cumplimiento del criterio legal específico de competencia o discapacidad del individuo requiere, además del diagnóstico clínico, información adicional sobre el deterioro funcional de la persona
y sobre cómo este deterioro afecta a las capacidades particulares en cuestión. Para garantizar estos extremos se requerirá el dictamen favorable de un neurólogo, de un psiquiatra, de un psicólogo o de más de uno de estos facultativos, dependiendo del tipo de
trastorno.
Criterios de aptitud para obtener o prorrogar
permiso o licencia de conducción ordinarios
Exploración
10.1 / Delirium, demencia,
trastornos
amnésicos y otros
trastornos
cognoscitivos.
Grupo 1.o: A1, A, B, B +
E y LCC (art. 46.1a)
No deben existir delirium
o demencia. Tampoco se admiten
casos de trastornos amnésicos o
cognoscitivos que supongan un
riesgo para la conducción.
Grupo 2.o: C1,
C1 + E, C, C +
E, D1, D1 +
E, D, D + E
(art. 46.1b y 2)
No se admiten
Adaptaciones, restricciones y otras limitaciones
en personas, vehículos o de circulación
en permiso o licencia sujetos a condiciones
restrictivas
Grupo 1.o
Grupo 2.o
Cuando, excepcionalmente, y con
No se admiten
dictamen favorable de un
neurólogo o psiquiatra, no
impidan la obtención o prórroga,
el período de vigencia del permiso
será como máximo de un año
Cuando, excepcionalmente, y con
No se admiten
dictamen favorable de un
neurólogo o psiquiatra, no
impidan la obtención o prórroga,
el período de vigencia del permiso
será como máximo de un año
Cuando, excepcionalmente, y con
No se admiten
dictamen favorable de un
psiquiatra o psicólogo, no impidan
la obtención o prórroga, el período
de vigencia del permiso será como
máximo de un año
No deben existir trastornos
No se admiten
10.2 / Trastornos
catatónicos, cambios de
mentales debidos a
enfermedad médica personalidad particularmente
agresivos, u otros trastornos que
no clasificados en
supongan un riesgo para la
otros apartados
seguridad vial
No debe existir esquizofrenia
Ídem grupo 1.o
10.3 / Esquizofrenia
o trastorno delirante ni otros
y otros trastornos
trastornos psicóticos que presenten
psicóticos
incoherencia o pérdida de la
capacidad asociativa, ideas
delirantes, alucinaciones o
conducta violenta, o que por alguna
otra razón impliquen riesgo para la
seguridad vial
No deben existir trastornos
Ídem grupo 1.o Cuando, excepcionalmente, exista
10.4 / Trastornos
graves del estado de ánimo que
dictamen de un psiquiatra o
del estado
conlleven alta probabilidad de
psicólogo favorable a la obtención
de ánimo
conductas de riesgo para la propia
o prórroga, se podrá reducir el
vida o la de los demás
período de vigencia del permiso
según criterio facultativo
o
No deben admitirse aquellos
Ídem grupo 1. Cuando, excepcionalmente, exista
10.5 /Trastornos
casos que supongan riesgo para la
dictamen de un psiquiatra o
disociativos
seguridad vial
psicólogo favorable a la obtención
o prórroga, se podrá reducir el
período de vigencia del permiso o
licencia según criterio facultativo
10.6 / Trastornos del sueño No se admiten casos de narcolepsia Ídem grupo 1.o Cuando, excepcionalmente, exista
o de hipersomnias diurnas de
dictamen facultativo favorable a la
de origen no
origen no respiratorio, ya sean
obtención o prórroga, se podrá
respiratorio
primaria, relacionadas con otro
reducir el período de vigencia del
trastorno mental, enfermedad
permiso según criterio facultativo
médica o inducidas por sustancias.
Tampoco se admiten otros
trastornos del ritmo circadiano que
supongan riesgo para la actividad
de conducir. En los casos de
insomnio se prestará especial
atención a los riesgos asociados al
posible consumo de fármacos
No se admiten casos de trastornos
Ídem grupo 1.o Cuando, excepcionalmente, exista
10.7 / Trastornos del
explosivos intermitentes u otros
dictamen de un psiquiatra o
control de los
cuya gravedad suponga riesgo para
psicólogo favorable a la obtención
impulsos
la seguridad vial
o prórroga, se podrá reducir el
período de vigencia del permiso o
licencia según criterio facultativo
Ídem grupo 1.o
Ídem grupo 1.o
Ídem grupo 1.o
Ídem grupo 1.o
(Continúa en la página siguiente)
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de conductores
ANEXO 1. (Continuación)
10. TRASTORNOS MENTALES Y DE CONDUCTA
La adecuada aplicación de la normativa y la determinación del cumplimiento del criterio legal específico de competencia o discapacidad del individuo requiere, además del diagnóstico clínico, información adicional sobre el deterioro funcional de la persona
y sobre cómo este deterioro afecta a las capacidades particulares en cuestión. Para garantizar estos extremos se requerirá el dictamen favorable de un neurólogo, de un psiquiatra, de un psicólogo o de más de uno de estos facultativos, dependiendo del tipo de
trastorno.
Criterios de aptitud para obtener o prorrogar
permiso o licencia de conducción ordinarios
Exploración
10.8 / Trastornos de la
personalidad
Grupo 1.o: A1, A, B, B +
E y LCC (art. 46.1a)
No deben existir trastornos graves
de la personalidad, en particular
aquellos que se manifiesten en
conductas antisociales con riesgo
para la seguridad de las personas
10.9 / Trastornos del
No debe existir retraso mental con
desarrollo intelectual
cociente intelectual inferior a 70
Grupo 2.o: C1,
C1 + E, C, C +
E, D1, D1 +
E, D, D + E
(art. 46.1b y 2)
Adaptaciones, restricciones y otras limitaciones
en personas, vehículos o de circulación
en permiso o licencia sujetos a condiciones
restrictivas
Grupo 1.o
Grupo 2.o
Ídem grupo 1.o
Idem grupo 1.o Cuando, excepcionalmente, exista
dictamen de un psiquiatra o
psicólogo favorable a la obtención
o prórroga, se podrá reducir el
período de vigencia del permiso
según criterio facultativo
No se admiten
No debe existir No se admiten
retraso
mental con un
cociente
intelectual
inferior a 70
No se admiten
No se admiten Cuando el dictamen del psiquiatra
o psicólogo sea favorable a la
obtención o prórroga, se podrán
establecer condiciones restrictivas
según criterio facultativo
En los casos de retraso mental con
cociente intelectual entre 50 y 70,
se podrá obtener o prorrogar si el
interesado acompaña un dictamen
favorable de un psiquiatra o
psicólogo
No se admiten
10.10 / Trastornos por
No deben existir trastornos por déficit Ídem grupo 1.o Cuando, excepcionalmente, exista
dictamen de un psiquiatra o
déficit de atención de atención cuya gravedad
psicólogo favorable a la obtención
y comportamiento implique riesgo para la conducción,
o prórroga, se podrá reducir el
perturbador
ni casos moderados o graves de
período de vigencia del permiso
trastorno disocial u otros
según criterio facultativo
comportamientos perturbadores
acompañados de conductas
agresivas o violaciones graves de
normas cuya incidencia en la
seguridad vial sea significativa
Ídem grupo 1.o
Idem grupo 1.o Cuando exista dictamen de un
10.11 /Otros trastornos
No deben existir trastornos
psiquiatra o psicólogo favorable a
mentales no
disociativos, adaptativos u otros
la obtención o prórroga, se podrá
incluidos en
problemas objeto de atención
reducir el período de vigencia del
apartados
clínica que sean funcionalmente
permiso según criterio facultativo
anteriores
incapacitantes para la conducción
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de conductores
ANEXO 1. (Continuación)
11. TRASTORNOS RELACIONADOS CON SUSTANCIAS
Serán objeto de atención especial los trastornos de dependencia, abuso o trastornos inducidos por cualquier tipo de sustancia. En
los casos en que se presenten antecedentes de dependencia o abuso, se podrá obtener o prorrogar el permiso o licencia de conducción siempre que la situación de dependencia o abuso se haya extinguido tras un período demostrado de abstinencia y no existan secuelas irreversibles que supongan riesgo para la seguridad vial. Para garantizar estos extremos se requerirá un dictamen
favorable de un psiquiatra, de un psicólogo, o de ambos, dependiendo del tipo de trastorno
Criterios de aptitud para obtener o prorrogar
permiso o licencia de conducción ordinarios
Exploración
11.1 / Abusos de alcohol
Grupo 1.o: A1, A, B, B +
E y LCC (art. 46.1a)
No se admite la existencia de abuso
de alcohol ni cualquier patrón de
uso en el que el sujeto no pueda
disociar conducción y consumo de
alcohol. Tampoco se admiten casos
de antecedentes de abuso en los
que la rehabilitación no esté
debidamente acreditada
11.2 / Dependencia del
No se admite la existencia de
alcohol
dependencia de alcohol. Tampoco
se admiten casos de antecedentes
de dependencia en los que la
rehabilitación no esté debidamente
acreditada
11.3 / Trastornos inducidos No se admite la existencia de
por alcohol
trastornos inducidos por alcohol,
tales como abstinencia, delirium,
demencia, trastornos psicóticos u
otros que supongan riesgo para la
seguridad vial. Tampoco se
admiten casos de antecedentes de
trastornos inducidos por alcohol en
los que la rehabilitación no esté
debidamente acreditada
11.4 / Consumo habitual No se admite el consumo habitual de
de drogas
sustancias que comprometan la
y medicamentos
aptitud para conducir sin peligro, ni
el consumo habitual de
medicamentos que,
individualmente o en conjunto,
produzcan efectos adversos graves
en la capacidad para conducir
11.5 / Abuso de drogas o
medicamentos
11.6 / Dependencia
de drogas y
medicamentos
Grupo 2.o: C1,
C1 + E, C, C +
E, D1, D1 +
E, D, D + E
(art. 46.1b y 2)
Adaptaciones, restricciones y otras limitaciones
en personas, vehículos o de circulación
en permiso o licencia sujetos a condiciones
restrictivas
Grupo 1.o
Grupo 2.o
Ídem grupo 1.o En los casos de existir antecedentes Ídem grupo 1.o
de abuso con informe favorable a
la obtención o prórroga, se podrá
reducir el período de vigencia del
permiso o licencia según criterio
facultativo
Ídem grupo 1.o En los casos de existir antecedentes Ídem grupo 1.o
de dependencia con informe
favorable a la obtención o
prórroga, se podrá reducir el
período de vigencia del permiso o
licencia según criterio facultativo
o
Ídem grupo 1.o
Ídem grupo 1. En caso de existir antecedentes de
trastornos inducidos por alcohol
con informe favorable a la
obtención o prórroga, se podrá
reducir el período de vigencia del
permiso o licencia según criterio
facultativo
No se admiten
Ídem grupo 1.o Cuando, excepcionalmente y con
informe médico favorable, el
medicamento o medicamentos
indicados en (2) no influya de
manera negativa en el
comportamiento vial del
interesado se podrá obtener o
prorrogar permiso o licencia,
reduciendo, en su caso, el período
de vigencia según criterio
facultativo
No se admite el abuso de drogas
Ídem grupo 1.o En los casos de existir antecedentes Ídem grupo 1.o
de abuso de drogas o
o medicamentos. Si existe
medicamentos, con informe
antecedente de abuso, la
favorable a la obtención o
rehabilitación ha de acreditarse
prórroga, se podrá reducir el
debidamente
período de vigencia del permiso o
licencia según criterio facultativo
No se admite la dependencia
Ídem grupo 1.o En los casos de existir antecedentes Ídem grupo 1.o
de dependencia de drogas o
de drogas o medicamentos. Si
medicamentos, con informe
existe antecedente de dependencia,
favorable a la obtención o
la rehabilitación ha de acreditarse
prórroga, se podrá reducir el
debidamente
período de vigencia del permiso o
licencia según criterio facultativo
(Continúa en la página siguiente)
Psiq Biol. 2008;15(3):63-72
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Gómez-Talegón MT et al. Aptitud para conducir de los pacientes con trastornos mentales. Su evaluación en los centros de reconocimiento
de conductores
ANEXO 1. (Continuación)
11. TRASTORNOS RELACIONADOS CON SUSTANCIAS
Serán objeto de atención especial los trastornos de dependencia, abuso o trastornos inducidos por cualquier tipo de sustancia. En
los casos en que se presenten antecedentes de dependencia o abuso, se podrá obtener o prorrogar el permiso o licencia de conducción siempre que la situación de dependencia o abuso se haya extinguido tras un período demostrado de abstinencia y no existan secuelas irreversibles que supongan riesgo para la seguridad vial. Para garantizar estos extremos se requerirá un dictamen
favorable de un psiquiatra, de un psicólogo, o de ambos, dependiendo del tipo de trastorno
Exploración
Criterios de aptitud para obtener o prorrogar
permiso o licencia de conducción ordinarios
Grupo 1.o: A1, A, B, B +
E y LCC (art. 46.1a)
Grupo 2.o: C1,
C1 + E, C, C +
E, D1, D1 +
E, D, D + E
(art. 46.1b y 2)
Adaptaciones, restricciones y otras limitaciones
en personas, vehículos o de circulación
en permiso o licencia sujetos a condiciones
restrictivas
Grupo 1.o
Grupo 2.o
11.7 / Trastornos inducidos No se admite delirium, demencia,
Ídem grupo 1.o
Ídem grupo 1.o En caso de existir antecedentes
por drogas o
alteraciones perceptivas, trastornos
de trastornos mentales inducidos
medicamentos
psicóticos u otros inducidos por
por drogas o medicamentos, con
drogas o medicamentos que
informe favorable a la obtención o
supongan riesgos para la seguridad
prórroga, se podrá reducir el
vial. Tampoco se admiten casos de
período de vigencia del permiso o
antecedentes de trastornos
licencia según criterio facultativo
inducidos por drogas o
medicamentos en los que la
rehabilitación no esté debidamente
acreditada
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