Dermatología Rev Mex 2009;53(6):303-6 Caso clínico Síndrome de linfocitosis infiltrativa difusa: descripción de un caso y revisión de la bibliografía Yadira Minerva Martínez Ortiz,** Florencia Vázquez Zuno,** Morayma Maldonado Pellecer,** Alberto Tlacuilo Parra,* Elizabeth Guevara Gutiérrez*** RESUMEN El síndrome de linfocitosis infiltrativa difusa (DILS, por sus siglas en inglés), es un trastorno observado en pacientes infectados por el virus de inmunodeficiencia humana tipo 1 (VIH-1). Se caracteriza por una linfocitosis CD8+ policlonal periférica con infiltración visceral, xeroftalmia y afectación de la glándula parótida, con la subsecuente xerostomía. Comunicamos el caso de un paciente masculino de 42 años de edad con este síndrome, el cual puede ser confundido con síndrome de Sjögren, con la diferencia de que en este último, el infiltrado de las glándulas salivales es por linfocitos CD4+. Palabras clave: síndrome de linfocitosis infiltrativa difusa, síndrome de inmunodeficiencia adquirida, virus de inmunodeficiencia humana, parotiditis. ABSTRACT Diffuse infiltrative lymphocytosis syndrome (DILS) is a disorder seen in patients infected with human immunodeficiency virus type 1 (HIV1). It is characterized by a peripheral polyclonal CD8+ lymphocitosis with visceral infiltration, xerophthalmia, and involvement of the parotid gland with subsequent xerostomia. We present the case of a 42 year-old male with this syndrome, which can be misdiagnosed as Sjögren syndrome; with the difference that in Sjögren syndrome, the infiltration of the salivary glands is due to CD4+ lymphocytes. Key words: diffuse infiltrative lymphocytosis syndrome, acquired immunodeficiency deficiency syndrome, human immunodeficiency virus, parotitis. l síndrome de linfocitosis infiltrativa difusa (DILS, por sus siglas en inglés) ocurre en asociación con la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana tipo 1 (VIH-1), por lo que también se ha llamado la enfermedad de las glándulas salivales asociada con VIH.1 E * Jefe de la División de Investigación, UMAE Hospital de Pediatría, CMNO, Instituto Mexicano del Seguro Social. ** Residente de tercer año de dermatología. *** Servicio de Consulta Externa. Instituto Dermatológico de Jalisco Dr. José Barba Rubio, Secretaría de Salud, Jalisco. Correspondencia: Dra. Elizabeth Guevara Gutiérrez, Monte Olimpo 1413, colonia Independencia, CP 44340, Guadalajara, Jalisco, México. Correo electrónico: [email protected] Recibido: septiembre, 2009. Aceptado: octubre, 2009. Este artículo debe citarse como: Martínez OYM, Vázquez ZF, Maldonado PM, Tlacuilo PA, Guevara GE. Síndrome de linfocitosis infiltrativa difusa: descripción de un caso y revisión de la bibliografía. Dermatol Rev Mex 2009;53(6):303-6. La versión completa de este artículo también está disponible en: www.nietoeditores.com.mx Los criterios diagnósticos para el síndrome de linfocitosis infiltrativa difusa los propuso Itescu y Winchester,2 e incluyen: 1) paciente positivo para el VIH-1 por prueba inmunoabsorbente ligada a enzima (ELISA) y por análisis de Western Blot, 2) crecimiento bilateral de las glándulas salivales o xerostomía persistente por más de seis meses y 3) la confirmación histológica de la infiltración linfocítica de la glándula (salival o lagrimal), en ausencia de daño granulomatoso o neoplásico. Posteriormente, Rosemberg y colaboradores en 1992 propusieron un cuarto criterio, una gammagrafía de las glándulas salivales con captación bilateral intensa de citrato de galio 67, en pacientes hemofílicos y los casos inequívocos.3 CASO CLÍNICO Paciente masculino de 42 años de edad, originario de Guadalajara, Jalisco, y residente de Tlaquepaque, Jalisco. Acudió a consulta por dermatosis que afectaba las regiones pre e infra-auriculares, constituida por dos neoformaciones lobuladas de 7.3 x 4.7 cm la derecha y de 5.2 x 4.3 cm la Dermatología Rev Mex Volumen 53, Núm. 6, noviembre-diciembre, 2009 303 Martínez Ortiz YM y col. izquierda; de superficie lisa, consistencia blanda, no adheridas a planos profundos, de bordes precisos (figura 1). clínicos, serológicos e histopatológicos se obtuvo el diagnóstico de síndrome de linfocitosis infiltrativa difusa. El paciente migró a Estados Unidos sin recibir terapia antirretroviral y falleció seis meses después de ser diagnosticado. DISCUSIÓN Figura 1. A) Crecimiento parotídeo bilateral, B) mayor en el lado derecho C) que en el izquierdo. Al interrogatorio refirió inicio siete años previos, con crecimiento indoloro de parótidas, sin recibir tratamiento; y el antecedente de relaciones sexuales con tres parejas heterogenéricas conocidas, sin protección. La biometría hemática con leucopenia y linfopenia, factor reumatoide negativo, anticuerpos antinucleares negativos, anticuerpos contra VIH-1 por ELISA y Western Blot positivos, conteo CD4+161/CD8+684. La radiografía de tórax normal y el PPD negativo. La TAC mostró crecimiento bilateral de parótidas (figura 2A) con formación de espacios quísticos (figura 2B). Figura 2. TAC que muestra A) crecimiento bilateral de las parótidas y B) espacios quísticos. La biopsia de la glándula parótida mostró infiltrado inflamatorio linfocítico sin granulomas ni células neoplásicas, con una inmunohistoquímica CD3 positiva (figura 3). Se realizaron: estudio micológico, tinción de Gram, tinción de Ziehl Neelsen y cultivo para microorganismos piógenos, todos negativos. Con base en los hallazgos 304 La incidencia del síndrome de linfocitosis infiltrativa difusa es desconocida, pero podría afectar a 4.3-5% de los individuos VIH positivos, muchos de los cuales sufren inflamación asintomática de las glándulas salivales. En Estados Unidos y en Europa es más frecuente en pacientes africanos y afroamericanos que en blancos. Puede aparecer en cualquier estadio clínico de la infección por el VIH, aunque suele darse en estadios poco avanzados, incluso se ha observado un mejor pronóstico en estos pacientes que en aquellos sin este síndrome.4,5 La infiltración de las glándulas salivales, especialmente de las parótidas, es uno de los hallazgos más característicos. Este hecho, unido a la xerostomía y la xeroftalmia (complejo seco), ha llevado a establecer un paralelismo entre el síndrome de Sjögren y el síndrome de linfocitosis infiltrativa difusa; aunque en este último predominan los linfocitos CD8, a diferencia de los linfocitos CD4 observados en el síndrome de Sjögren y están ausentes los anticuerpos anti-Ro/SS-A y anti La/SS-B.4-7 Desde el punto de vista histopatológico, las glándulas salivales también pueden simular un síndrome de Sjögren, pero existen diferencias clínicas, inmunológicas e inmunogenéticas.1 Además de las glándulas parótidas, otros tejidos pueden estar infiltrados por linfocitos CD8+, incluidos: las glándulas lagrimales, el tejido extraglandular como los riñones, los músculos, los nervios, el hígado, los pulmones, el tubo gastrointestinal y las mamas.1,2,4-8 Por tanto, los síntomas dependerán del órgano afectado: deformidad facial por agrandamiento glandular, parálisis facial que se produce aproximadamente en 30% de los pacientes,6 complejo seco, hepatitis linfocitaria, miopatía con polimiositis, linfadenopatías persistentes generalizadas, acidosis tubular renal, poliartritis simétrica, neuropatía periférica, meningitis aséptica y neumonitis intersticial linfocitaria con insuficiencia respiratoria.4 Esta última es la complicación más frecuente en pacientes con síndrome de linfocitosis infiltrativa difusa y ocurre hasta en 25 a 50% de los casos.4-7 Dermatología Rev Mex Volumen 53, Núm. 6, noviembre-diciembre, 2009 Síndrome de linfocitosis infiltrativa difusa Figura 3. Biopsia teñida con H-E, A y B) con infiltrado inflamatorio linfocítico; sin granulomas, ni células neoplásicas. C) La inmunohistoquímica CD3 fue positiva. Respecto a su patogénesis, se desconoce qué conduce a la proliferación policlonal de linfocitos CD8+ en estos pacientes, pero se postula que podría ser el resultado de la interacción entre el VIH y los genes que regulan la respuesta inmunitaria en el huésped. Así, se considera que la proliferación tisular linfoide CD8+ se debe a una respuesta inmunitaria inducida por un antígeno, que sería probablemente el propio VIH, como se ha propuesto a partir de la observación de una elevada carga viral e infiltración linfoide en nervios periféricos de pacientes con este síndrome.8 También existe una susceptibilidad determinada inmunogenéticamente y estos pacientes suelen expresar determinados antígenos leucocitarios humanos (HLA), entre ellos el HLA-DR5, DR6, DR7 o DR2 en adultos;4 en niños afroamericanos se ha encontrado HLA-DRB1*1102.6 Por su parte, el edema parotídeo resulta de la infiltración linfoide de origen extraglandular y de la aparición de quistes linfoepiteliales –observados en nuestro paciente–, provenientes de los linfáticos intraparotídeos atrapados durante el desarrollo embrionario, los cuales contienen acinos glandulares salivales y ductos.5 El síndrome de linfocitosis infiltrativa difusa debe ser tratado con antirretrovirales del tipo zidovudina e inhibidores de la proteasa, que deben administrarse durante al menos seis semanas. Para tratar el crecimiento parotídeo se han utilizado la enucleación, la radiación y esclerosis de la glándula con doxiciclina, así como la administración de dosis bajas o moderadas de corticoesteroides, los cuales también son útiles para tratar el complejo seco y la neumonitis en el síndrome de linfocitosis infiltrativa difusa.4,5,7,9 El pronóstico de estos pacientes parece ser mejor que el del resto de los pacientes infectados por el VIH sin el síndrome de linfocitosis infiltrativa difusa, ya que la progresión de la infección hacia el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) es más lenta, los recuentos de linfocitos CD4 suelen ser más elevados, con menos infecciones oportunistas y supervivencia más prolongada.4,5,7,8 Los pacientes con síndrome de linfocitosis infiltrativa difusa deben vigilarse estrechamente por la posibilidad de una activación monoclonal de las células B y la consiguiente evolución a linfoma. Deben ser revisados con exámenes clínicos aproximadamente cada seis meses, y debe realizarse una biopsia por punción ante cualquier cambio en el crecimiento glandular.4,5 REFERENCIAS 1. McArthur CP, Subtil-DeOliveira A, Palmer D, Fiorella RM, et al. Characteristics of salivary diffuse infiltrative lymphocytosis syndrome in West Africa. Arch Pathol Lab Med 2000;124:17739. 2. Itescu S, Winchester R. Diffuse infiltrative lymphocytosis syndrome: a disorder occurring in human immunodeficiency virus-1 infection that may present as sicca syndrome. Rheum Dis Clin North Am 1992;18:683-97. 3. Rosenberg ZS, Joffe SA, Itescu S. Spectrum of salivary gland disease in HIV-infected patients: characterization with Ga-67 citrate imaging. Radiology 1992;184:761-4. Dermatología Rev Mex Volumen 53, Núm. 6, noviembre-diciembre, 2009 305 Martínez Ortiz YM y col. 4. Blas M, Domínguez-Castellano A, Ríos MJ, Muniaín MA. Síndrome de infiltración linfocitaria difusa en paciente con infección por virus de la inmunodeficiencia humana. Enferm Infecc Microbiol Clin 2003;21:153-4. 5. Mandel L, Hong J. HIV-associated parotid lymphoepithelial cysts. Case report. J Am Dent Assoc 1999;130:528-32. 6. Patel N, Patel N, Espinoza LR. HIV infection and rheumatic diseases: the changing spectrum of clinical enigma. Rheum Dis Clin North Am 2009;35:139-61. 306 7. Williams FM, Cohen PR, Jumshyd J, Reveille JD. Prevalence of the diffuse infiltrative lymphocytosis syndrome among human immunodeficiency virus type 1-positive outpatients. Arthritis Rheum 1998;41:863-8. 8. Nopachai A, Garwacki CP, Moll S. Diffuse infiltrative lymphocytosis syndrome. Am J Hematol 2004;75:173-5. 9. Basu D, Williams FM, Ahn CW, Reveille JD. Changing spectrum of the diffuse infiltrative lymphocytosis syndrome. Arthritis Rheum 2006;55:466-72. Dermatología Rev Mex Volumen 53, Núm. 6, noviembre-diciembre, 2009