AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012. AMPARO DIRECTO

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012
QUEJOSO: **********
PONENTE: MINISTRO JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ.
SECRETARIOS: ROSALBA RODRÍGUEZ MIRELES
JULIO VEREDÍN SENA VELÁZQUEZ
México, Distrito Federal. La Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, en la sesión correspondiente al día
seis de junio de dos mil doce emite la siguiente:
RESOLUCIÓN
mediante la que se resuelven los autos relativos al amparo en revisión
997/2012, interpuesto por ********** por su propio derecho, en contra
de la sentencia emitida por el Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Décimo Primer Circuito en el juicio de amparo directo **********; y,
I.
ANTECEDENTES
1. De las constancias de autos se desprende que el cuatro de octubre de
dos mil seis, ********** cuando se encontraba en el domicilio que
eventualmente habitaba con su pareja ********** ésta le dijo que ya
estaba cansada de su jefe y que quería que le ayudara a
desaparecerlo. Ese mismo día aproximadamente a las veinte treinta
horas ********** llegó al domicilio de su jefe ********** y le propuso
tener relaciones sexuales masoquistas, por lo que le ató la mano
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izquierda y ambas piernas a la cama, ya que no aceptó que le
amarrara las dos manos.
2. **********, al estar laborando recibió un mensaje de texto de **********
donde le indicaba que fuera a recogerla a la casa de su jefe, al llegar
al inmueble, ********** ya lo estaba esperando en la puerta, se
dirigieron a la habitación en la que el referido********** se encontraba
amarrado, quien al verlo comenzó a gritar y pedir auxilio, por lo que
********** lo golpeó en la cara y le cubrió la boca con las manos, una
vez que lo tenía sometido, ********** le introdujo una camiseta en la
boca, la cual le fijaron a la cabeza con cinta adhesiva, él le cuestionó
sobre los documentos de sus vehículos, los cuales encontraron por
las señas que le hizo con la cabeza.
3. Posteriormente, ********** y ********** le inyectaron formol en ambos
brazos, en el pecho y en el cuello. Momentos después, al ver que no
había muerto, le pusieron una almohada en la cara, sin lograr privarlo
de la vida, por lo que ********** le dobló el cuello hasta que perdió el
conocimiento; sin embargo, aún se mantenía con vida; por tanto, lo
cargaron y subieron a la cajuela del vehículo marca Volkswagen, tipo
pointer station wagon, propiedad del pasivo, el cual condujo ella y él
la camioneta de su propiedad, se dirigieron a distintos bancos en
donde hicieron retiros en efectivo de las tarjetas bancarias que le
habían quitado.
4. Al día siguiente, fueron a la casa de **********, amigo de ********** y a
pesar de que no se encontraba, dejaron el vehículo Pointer con una
nota, avisando que el vehículo era de ella y que después pasaría a
recogerlo, de ahí, cada quien se retiró a su trabajo. Por la tarde, de
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nueva cuenta realizaron retiros en efectivo de diversos bancos,
hicieron compras en centros comerciales con las tarjetas de **********.
Aproximadamente a las veintitrés horas acudieron a la casa del
pasivo de donde sacaron diversos bienes, entre ellos, una
motocicleta, botas, chamarras, entre otras cosas.
5. Fueron a la casa del amigo de ********** a recoger el vehículo pointer,
el siete de octubre de dos mil seis y se dirigieron a **********, tomaron
la carretera libre, desviándose en el distribuidor vial que se encuentra
cerca del poblado de **********, bajaron el cadáver, ocultándolo entre
matorrales, arbustos y árboles del lugar, esparcieron sobre el cuerpo
cal, le colocaron una bolsa de plástico negra encima y se retiraron del
lugar.
6. Los hijos de ********** fueron al domicilio de su papá al día siguiente,
percatándose que había varios periódicos y revistas en el piso, de
que no se encontraba su vehículo, la computadora y otros objetos,
por lo que comenzaron a preguntar a los vecinos si sabían algo. Una
de las vecinas les informó que el día cuatro de octubre, escuchó
gritos pidiendo auxilio, por lo que llamó a la policía pero nunca llegó
por lo que, se presentaron ante la autoridad ministerial a denunciar
los hechos, formándose así la averiguación previa correspondiente.
El ocho de octubre de dos mil seis, fue aprehendida ********** y el
doce del mes y año en cita, **********. Una vez integrada la
averiguación previa, se consignó a la autoridad judicial, ejerciendo
acción penal en su contra como probables responsables en la
comisión de los delitos de **********, ********** y **********.
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7. Consignada la averiguación previa, el Juez Primero de Primera
Instancia en Materia Penal del Distrito Judicial en Morelia,
Michoacán, al que correspondió conocer del asunto, ordenó su
registro como causa penal **********. El dieciocho de octubre de dos
mil seis, dentro del plazo constitucional ampliado a petición de la
defensa, se resolvió su situación jurídica y se emitió auto de formal
prisión, por su probable responsabilidad en la comisión de los delitos
aludidos en agravio de quien, en vida respondiera al nombre de
**********.
8. El inculpado y su defensa interpusieron recurso de apelación, contra
la anterior determinación. La Cuarta Sala Penal del Supremo Tribunal
de Justicia de Morelia, Michoacán, a la que correspondió conocer del
asunto ordenó su registro como toca penal *********. El veintiuno de
marzo de dos mil siete, resolvió modificar el auto de plazo
constitucional, en virtud de que no estaba actualizado el ilícito de
secuestro. Decisión que causó estado y, en consecuencia, el proceso
se instruyó por los ilícitos de ********** y **********.
9. Luego del dictado de diversas resoluciones que ordenaron la
regulación del procedimiento, por la existencia de violaciones
formales, finalmente el juez que conoció de la causa, el ocho de
abril de dos mil once, dictó sentencia condenatoria a **********, por
el delito de ********** previsto y sancionado por los artículos 260, 267
y 279, del Código Penal del Estado de Michoacán; asimismo, por el
delito de **********, descrito y punible en términos de los numerales
299, 300, fracción III, y 303, fracciones IV y VIII, último párrafo, del
citado ordenamiento punitivo cometidos en agravio de **********;
imponiéndole una ********** y **********.
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10. El sentenciado, su defensor y el Ministerio Público interpusieron
recurso de apelación en contra del fallo anterior, del cual
correspondió su conocimiento a la Tercera Sala Penal del Supremo
Tribunal de Justicia del Estado, la que ordenó su registro como toca
penal
********** y el quince de junio de dos mil once dictó
sentencia en la que determinó modificar el fallo apelado. La
modificación consistió en ********** a **********.
11. Esta última determinación constituye el acto reclamado en el juicio de
amparo directo, origen del recurso de revisión que nos ocupa.
II. TRÁMITE
12. Presentación de la demanda de amparo. **********, por su propio
derecho, presentó escrito ante la Oficialía de Partes de la Tercera
Sala Penal del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de
Michoacán, el uno de noviembre de dos mil once, mediante el cual
demandó el amparo y la protección de la Justicia Federal, en contra
del acto y autoridad que a continuación se indican:
─ Autoridades responsables:
Tercera Sala Penal del Supremo Tribunal de Justicia del Estado
de Michoacán.
─ Acto reclamado:
La sentencia definitiva de quince de junio de dos mil once, dictada
en el toca penal número **********.
13. El quejoso estimó violado, en su perjuicio, el derecho fundamental
contenido en los artículos 14 y 16 de la Constitución Política de los
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Estados Unidos Mexicanos, narró los antecedentes del caso y señaló
los conceptos de violación que consideró pertinentes.
14. Admisión y resolución de la demanda de amparo. El Tribunal
Colegiado en Materia Penal del Décimo Primer Circuito, al que
correspondió conocer del asunto, mediante acuerdo de diecisiete de
noviembre de dos mil once, admitió la demanda de amparo y ordenó
su registro con el número D.P. **********, así como la intervención
correspondiente al Agente del Ministerio Público de la Federación.
15. Seguidos los trámites legales, el veintinueve de febrero de dos mil
doce, dictó sentencia, en la que determinó conceder el amparo
solicitado por el quejoso para los siguientes efectos:
a) Dejara insubsistente la sentencia recurrida; b) En su lugar
pronunciara otra, en la cual reiterara las consideraciones
relativas a la demostración de los elementos de los delitos de
********** y **********, cometidos en agravio de quien en vida
respondiera al nombre de **********; la hipótesis de
indeterminación de cuantía de los objetos sustraídos; las
calificativas relativas a dichos delitos, consistentes en
ventaja, comisión del delito por asfixia, sustracción de objetos
en lugar destinado para casa-habitación y, sustracción de
vehículo estacionado en lugar destinado para su guarda; la
plena responsabilidad penal del sentenciado en su comisión;
c) Reiterara también lo relativo al grado de culpabilidad; las
penas privativas de libertad fijadas para ambos ilícitos; lo
atinente al concurso de delitos; amonestación y reparación
del daño; y, d) Siguiendo los lineamientos de esa ejecutoria,
se abstuviera de imponer al sentenciado ********** sanción
pecuniaria con motivo de la comisión de dichos delitos.
16. Trámite del recurso de revisión. **********, por su propio derecho,
interpuso recurso de revisión, en contra de la sentencia dictada el
veintinueve de febrero de dos mil doce, el cual fue presentado ante la
Oficialía de Partes del Tribunal Colegiado en Materia Penal del
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Décimo Primer Circuito el veintisiete de marzo de dos mil doce. En
auto de diez de abril del año en cita, el referido órgano colegiado que
conoció del asunto ordenó remitir el medio de impugnación que se
hizo valer, así como los autos relativos, a esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación para la substanciación del mismo.
17. Trámite ante la Suprema Corte de Justicia. El Presidente de este
Alto Tribunal, mediante acuerdo de trece de abril de dos mil doce,
admitió el recurso de revisión que hizo valer **********, por su propio
derecho, ordenó formar y registrar el toca de revisión bajo el número
997/2012, turnar los autos para su estudio al Ministro José Ramón
Cossío Díaz, así como radicarlo en la Sala de su adscripción, toda
vez que la materia del mismo corresponde a su especialidad.
18. El Presidente de la Primera Sala de este Alto Tribunal, en auto de
diecinueve de abril de dos mil doce, se avocó al conocimiento del
recurso de revisión referido y ordenó enviar los autos al Ministro José
Ramón Cossío Díaz, para la elaboración del proyecto respectivo.
19. El agente del Ministerio Público de la Federación emitió su opinión en
el sentido de que debe desecharse por improcedente el recurso de
revisión interpuesto1.
III. COMPETENCIA
20. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
resulta legalmente competente para conocer y resolver el presente
asunto, con fundamento en los artículos 94, párrafo séptimo y 107,
fracción IX, de la Constitución Política de los Estados Unidos
1
Pedimento ********** entregado en Oficialía de Partes de esta Suprema Corte de Justicia el
catorce de mayo de dos mil doce.
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Mexicanos; 82, 83, fracción V, 84, fracción II, de la Ley de Amparo;
11, fracción IV, 21, fracción III, de la Ley Orgánica del Poder Judicial
de la Federación; punto Cuarto del diverso Acuerdo General Plenario
número 5/2001, toda vez que se trata de un recurso de revisión en
contra de una sentencia dictada por un Tribunal Colegiado en Materia
Penal, cuya materia es la especialidad de esta Sala.
IV. OPORTUNIDAD
21. El presente recurso de revisión fue interpuesto en el término que
establece la ley de la materia, al desprenderse de las constancias
existentes, que de la sentencia impugnada quedó legalmente
notificada la parte recurrente el jueves ocho de marzo de dos mil
doce, notificación que surtió efectos el viernes nueve del mismo mes
y año.
22. Por lo que el término de diez días que establece el artículo 86 de la
Ley de Amparo, para la interposición del recurso de revisión,
transcurrió del lunes doce al martes veintisiete de marzo de dos mil
doce, excluyéndose de dicho cómputo el viernes nueve del mes y
año en cita, por ser cuando surtió efectos dicha notificación, así como
los días diez, once, diecisiete, dieciocho, veinticuatro y veinticinco de
marzo
de
dos
mil
doce,
por
ser
sábados
y
domingos,
respectivamente y por tanto inhábiles, en términos de lo dispuesto
por el artículo 23 de la Ley de Amparo; el lunes diecinueve de marzo
de dos mil doce, conforme a la Ley Federal del Trabajo; así como el
miércoles veintiuno de marzo del año en cita, de conformidad con el
artículo 163 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación y
punto primero, inciso f) del Acuerdo 10/2006 del Consejo de la
Judicatura Federal; en consecuencia, si el presente recurso se
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interpuso el martes veintisiete de marzo de dos mil doce, es
inconcuso que se hizo valer oportunamente.
23. Cuestiones necesarias para resolver el recurso. Se resumen los
conceptos de violación, las consideraciones del Tribunal Colegiado y
los agravios hechos valer.
24. Conceptos de violación. El quejoso expresó los conceptos de
violación que estimó pertinentes, los cuales, a continuación se
sintetizan:
24.1 Argumentó, que la sentencia impugnada que constituye el acto
reclamado viola las garantías de legalidad, libertad y seguridad
jurídica contenidas en los artículos 14 y 16 constitucionales, en
virtud de que, a su juicio, no se acreditó su responsabilidad
penal en la comisión de los delitos de ********** y por los que
se le condenó, pues estima que el estudio de culpabilidad que
realizó la Sala responsable, se basó esencialmente en su
declaración ministerial a la que le confirió pleno valor
probatorio, sin advertir que ésta le fue arrancada mediante la
violencia.
24.2 Adujo, que al momento de rendir su declaración ministerial no se
le permitió designar persona de su confianza que lo asistiera, ni
se asentó que se hubiese negado a designarla; que tampoco se
le otorgó la oportunidad de entrevistarse previamente con quien
fungió como su defensor, ni se le otorgó la posibilidad de
realizar la llamada telefónica a que tenía derecho; por tanto,
estima que no se cumplió con lo previsto en el artículo 20
constitucional. Al respecto cita las tesis: “DEFENSOR DE
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
OFICIO. SU DESIGNACIÓN POR EL JUEZ SÓLO PUEDE
REALIZARSE CUANDO EL INCULPADO NO QUIERA O NO
PUEDA
NOMBRARLO
REQUERIDO
PARA
DESPUÉS
DE
HACERLO”
y
HABER
SIDO
“FLAGRANCIA,
DETENCIÓN EN (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE COLIMA)”.
24.3 Alegó, que su detención se llevó a cabo ocho días después de
ocurridos los hechos, por lo que estima que es ilegal, ya que no
fue privado de su libertad en flagrancia, ni se acreditó la
urgencia de la medida. “VIOLACIÓN DE FONDO Y NO
PROCESAL. LA CONSTITUYE LA CONFESIÓN RENDIDA
ANTE
EL
MINISTERIO
PÚBLICO
OBTENIDA
PREVIA
INCOMUNICACIÓN Y SOMETIMIENTO DEL INDICIADO POR
AGENTES DE LA POLICÍA JUDICIAL”.
24.4 Consideró, que la autoridad responsable no hizo una debida
valoración de las pruebas que obran en autos, pues no advirtió
que fue ilegal su detención, que fue torturado por los policías
aprehensores e interrogado por un lapso mayor a cinco horas.
Al respecto cita la tesis: “DETENCIÓN PROLONGADA. EL
HECHO DE QUE LOS AGENTES CAPTORES RETENGAN AL
INDICIADO
POR
MÁS
TIEMPO
DEL
QUE
RESULTA
RACIONALMENTE NECESARIO, EN ATENCIÓN A LAS
CIRCUNSTANCIAS PROPIAS DE LA DISTANCIA Y LA
DISPONIBILIDAD DEL TRASLADO GENERA PRESUNCIÓN
FUNDADA DE INCOMUNICACIÓN Y AFECTACIÓN PSÍQUICA
DEL
INCULPADO
Y,
POR
ENDE,
SU
CONFESIÓN
MINISTERIAL CARECE DE VALIDEZ”.
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
24.5 Aseveró, que su defensor de oficio convalidó la actuación ilegal
de los policías aprehensores, pues únicamente formuló una
pregunta con la finalidad de aclarar que no fue objeto de
coacción física o moral; por lo cual considera que no tuvo una
defensa adecuada. Al respecto transcribe la tesis: “DEFENSA
ADECUADA. ALCANCE DE DICHA GARANTÍA EN LA
AVERIGUACIÓN
PREVIA
(INTERPRETACIÓN
DE
LA
FRACCIÓN II, EN RELACIÓN CON LAS DIVERSAS IX Y X
DEL ARTÍCULO 20, APARTADO A, DE LA CONSTITUCIÓN
FEDERAL)”.
24.6 Afirmó, que existe una violación flagrante por parte de la
autoridad responsable, toda vez, que a pesar de que sus
declaraciones y la de su coinculpada carecen de valor
probatorio la responsable se los otorgó, pues considera que al
adminicularlas con las demás pruebas que obran en autos, no
constituyen la verdad de los hechos.
25. Consideraciones del Tribunal Colegiado. Las consideraciones
emitidas por el Tribunal Colegiado, en síntesis, son las siguientes:
25.1 En primer término, conforme al principio de suplencia de la queja
analizó los aspectos no impugnados por el quejoso, relativos a:
requisitos formales en el dictado de la sentencia; acreditación
de los delitos que se le atribuyen; grado de culpabilidad e
individualización de sanciones; amonestación y suspensión de
derechos políticos; y, reparación del daño. Cita al respecto la
tesis: “SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE. CONSISTE
EN
EXAMINAR
CUESTIONES
NO
PROPUESTAS,
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
INDEPENDIENTEMENTE DE QUE RESULTEN FAVORABLES
A QUIEN SE SUPLE”.
25.2 Lo alegado por el quejoso en el sentido de que los policías
aprehensores lo detuvieron ilegalmente, ya que no fue en
flagrancia, ni se acreditó la urgencia de dicha medida, el
Tribunal Colegiado que conoció del asunto lo calificó de
inatendible, pues consideró que resulta improcedente analizar
su ilegalidad mediante el juicio de amparo directo como
violación procesal, ya que la detención ilegal no implica
afectación a las garantías contenidas en los artículos 14 y 20
constitucionales, en términos del artículo 160, fracción XVII, de
la Ley de Amparo; de conformidad con la jurisprudencia 1ª./J.
121/2009 emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, cuyo rubro dice: “AMPARO DIRECTO.
PROCEDE QUE EN ÉL SE ANALICEN COMO VIOLACIONES
AL
PROCEDIMIENTO
AVERIGUACIÓN
LAS
PREVIA,
COMETIDAS
CUANDO
EN
AFECTEN
LA
LAS
GARANTÍAS CONTENIDAS EN LOS ARTÍCULOS 14 Y 20 DE
LA CONSTITUCIÓN GENERAL DE LA REPÚBLICA, EN
TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 160, FRACCIÓN XVII, DE LA LEY
DE AMPARO”.
25.3 Calificó de infundado lo aducido por el peticionario de garantías
respecto a que la obtención de su declaración fue ilícita, pues
afirmó
el
quejoso
que
fue torturado
por
los
agentes
aprehensores que lo detuvieron por un lapso mayor a cinco
horas. Lo anterior, en virtud de que aun cuando con los
dictámenes que le fueron practicados, se acreditó la existencia
de las lesiones, las cuales no son alteraciones físicas que por
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
su gravedad puedan conducir a que hubo tortura de parte de
los agentes que lo detuvieron, ya que sus lesiones son
clasificadas como leves, pues tardan en sanar menos de quince
días y no ponen en peligro su vida.
25.4 Señaló que no comparte la apreciación de la Sala responsable
en el sentido de que la mayoría de las lesiones del quejoso
probablemente fueron producidas luego de que le fue tomada
su declaración ministerial, ya que ello implicaría emitir un juicio
de valor subjetivo el cual no se encuentra apoyado en las
constancias que obran en la causa penal.
25.5 Afirmó que parcialmente le asiste razón al peticionario de
garantías, respecto a que los policías aprehensores lo
detuvieron e interrogaron por un lapso mayor a cinco horas sin
ponerlo a disposición del Ministerio Público; sin embargo,
consideró el órgano jurisdiccional, que dichas inconsistencias
no son aptas para probar que le fue infringida tortura, ni
trascienden para invalidar su declaración ministerial.
25.6 Lo anterior es así, toda vez que del análisis de las constancias,
advirtió el órgano jurisdiccional, que si bien no fue puesto de
manera inmediata ante la autoridad ministerial, ello fue debido a
las circunstancias de su detención, ya que entre la hora
aproximada de su detención y aquélla en que el Ministerio
Público se dio por enterado, transcurrieron alrededor de
cincuenta minutos; que también obra en autos el acta de
levantamiento de cadáver, en la cual se hizo constar la
constitución
del representante
social,
perito
criminalista,
elementos de la policía ministerial y el inculpado en el lugar
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
señalado por este último, a las trece horas con veinticuatro
minutos del doce de octubre de dos mil seis; asimismo, afirmó
que en diversa acta se hizo constar que el representante social
se constituyó a las diecisiete horas en el anfiteatro de la
Procuraduría General de Justicia de Michoacán, llevando a
cabo dicha actuación integrantes de la averiguación previa;
también advirtió que el acta levantada relativa a la declaración
ministerial del inculpado dio inicio a las diecisiete horas con
treinta minutos; por tanto, consideró que del análisis de tales
constancias no puede afirmarse que su detención hubiese sido
prolongada y sin conocimiento de la representación social.
25.7 Consideró el Tribunal de Amparo que si bien, no fue tomada
inmediatamente su declaración ministerial fue en razón de que,
al haber aceptado saber dónde se encontraban los restos del
ofendido, se ordenó practicar diligencia en la que era necesaria
su presencia para identificar plenamente el lugar donde se
encontraba el cadáver, de ahí que se considere justificado por
qué, hasta ese momento se le tomó su declaración ministerial.
25.8 Señaló que aun cuando el quejoso adujo que fue torturado por
los agentes aprehensores antes de rendir su declaración, su
dicho es poco creíble, en virtud de que no aportó material
probatorio con el que demostrara que la autoridad ministerial
convalidara tales actos, además de que las lesiones que
presentó no eran graves para determinar que fue objeto de
tortura, por tanto, estimó que resulta inaplicable la tesis
invocada en la demanda de amparo, cuyo rubro es:
“DETENCIÓN PROLONGADA. EL HECHO DE QUE LOS
AGENTES CAPTORES RETENGAN AL INDICIADO POR MÁS
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
TIEMPO
DEL
QUE
RESULTA
RACIONALMENTE
NECESARIO, EN ATENCIÓN A LAS CIRCUNSTANCIAS
PROPIAS DE LA DISTANCIA Y LA DISPONIBILIDAD DEL
TRASLADO
GENERA
INCOMUNICACIÓN
PRESUNCIÓN
Y
AFECTACIÓN
FUNDADA
PSÍQUICA
DE
DEL
INCULPADO Y, POR ENDE, SU CONFESIÓN MINISTERIAL
CARECE DE VALIDEZ”.
25.9 Las violaciones procesales alegadas por el quejoso, relativas a:
que no se le permitió designar defensor de su confianza; que
tampoco se le dio la oportunidad de entrevistarse en privado
con el defensor que le designaron, previo a emitir su
declaración; y, que no le otorgaron la posibilidad de realizar la
llamada telefónica a que tenía derecho, el Tribunal Colegiado
que conoció del asunto las desestimó, al considerar que éstas
carecen de sustento legal, toda vez que de las constancias que
obran en autos advirtió que la autoridad ministerial no obstruyó
al entonces inculpado la posibilidad de contar con una defensa
adecuada durante la integración de la averiguación previa, ya
que le dio la oportunidad de manifestar si era su deseo
entrevistarse en privado con familiares, amigos o abogado, a
realizar alguna llamada y designar abogado o persona de su
confianza para que lo asistiera. En apoyo a su consideración
cita la tesis: “DEFENSA ADECUADA. ALCANCE DE DICHA
GARANTÍA
EN
LA
AVERIGUACIÓN
PREVIA
(INTERPRETACIÓN DE LA FRACCIÓN II, EN RELACIÓN
CON LAS DIVERSAS IX Y X DEL ARTÍCULO 20, APARTADO
A, DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL)”.
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
25.10Afirmó que la sentencia impugnada está debidamente fundada y
motivada. Señaló, que respecto a la demostración de los delitos
de homicidio y robo calificados, así como la responsabilidad
penal del quejoso en su comisión, la autoridad responsable
analizó el material probatorio que obra en la causa penal,
exponiendo con claridad los argumentos por los cuales tuvo por
acreditados los extremos en que se sustentó la sentencia
condenatoria reclamada; lo cual apoyó, además, en criterios de
Tribunales del Poder Judicial de la Federación.
25.11Afirmó que las pruebas de descargo carecen de fuerza
demostrativa para desvirtuar la acreditación de los hechos
delictivos y la plena responsabilidad del sentenciado en la
comisión de aquéllos; por tanto, estimó que el material
probatorio de cargo debe surtir sus efectos legales en forma
plena.
25.12Precisó
que fue correcta
la
determinación
de
la
Sala
responsable, relativa a las excluyentes de incriminación, grado
de culpabilidad e individualización de penas.
26.Los agravios hechos valer por el recurrente, en síntesis, son los
siguientes:
26.1 Manifiesta en su primer agravio, que los magistrados
interpretaron indebidamente el contenido de la jurisprudencia
1ª./J. 121/2009 de rubro: “AMPARO DIRECTO. PROCEDE
QUE EN ÉL SE ANALICEN COMO VIOLACIONES AL
PROCEDIMIENTO COMETIDAS EN LA AVERIGUACIÓN
PREVIA,
CUANDO
AFECTEN
LAS
GARANTÍAS
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
CONTENIDAS EN LOS ARTÍCULOS 14 Y 20 DE LA
CONSTITUCIÓN
GENERAL
DE
LA
REPÚBLICA,
EN
TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 160, FRACCIÓN XVII, DE LA LEY
DE AMPARO”.
26.2 Afirma que el órgano jurisdiccional no estudió la causal prevista
por el artículo 160, fracción XIV, de la Ley de Amparo, pues
estima que la vía indirecta no es la única que pueda satisfacer
la restitución del derecho fundamental lesionado, como en el
caso lo es no sólo la libertad sino el debido proceso, la cual
puede ser reparable por vía de amparo directo, pues considera
que erróneamente el órgano jurisdiccional analizó de manera
aislada, los conceptos de violación en los que señaló que su
detención es ilegal, pues señala que con ello se perpetraron
diversos actos ilegales que viciaron el procedimiento penal
seguido en su contra, violando en su perjuicio lo establecido en
los artículos 14, 16, 19, 20 y 22 de la Constitución Federal,
actualizándose así la violación al debido proceso y la adecuada
defensa.
26.3 Estima que deben tomarse en consideración los derechos que
consagra a su favor el artículo 20 constitucional, como son, la
garantía de un debido proceso, así como de que el detenido
haga uso del catálogo de derechos tanto constitucionales como
convencionales bajo el principio pro persona, lo cual, a su juicio
no ocurrió, ya que el Tribunal Colegiado que conoció del
asunto, afirmó que la detención ilegal de que fue objeto no
afectó sus derechos; por tanto, considera que este Alto Tribunal
debe pronunciarse sobre las normas convencionales que deben
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
observarse en el momento de la detención y determinar cuándo
estamos en presencia de una detención ilegal que afecta las
defensas del inculpado y el debido proceso.
26.4 Considera incorrecto el que el Tribunal Colegiado afirmara que la
detención ilegal es una violación inatendible porque debió
hacerse valer por la vía de amparo indirecto. Lo anterior es así,
en virtud de que se ha dicho que los derechos fundamentales
que protegen la libertad y el debido proceso son reparables en
primera instancia por la vía indirecta, sin perjuicio de impugnar
la sentencia definitiva por dichos vicios, pues la garantía del
control de convencionalidad ex officio prevista en los artículos 1,
17 y 133 de la Constitución Federal, consagran a su favor que
todas las instancias judiciales deben cotejar las normas, actos y
omisiones
de
las
autoridades
con
los
estándares
internacionales de derechos humanos en cualquier momento
procesal, cuando la violación sea real y su afectación
permanezca en el tiempo y se extienda al resultado del fallo.
26.5 Al respecto cita diversos argumentos vertidos por esta Primera
Sala al resolver el AD-9/2008 ‘Caso Acteal’. Con base en lo
anterior, solicita que este Alto Tribunal se pronuncie sobre si la
detención ilegal no implica una violación al artículo 16
constitucional, entre otros derechos.
26.6 En su segundo agravio afirma, que el Tribunal Colegiado que
conoció del asunto justifica su detención ilegal por tardía en
virtud de las circunstancias del caso; sin embargo, solicita a
este Alto Tribunal interprete y fije los alcances de aplicación de
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
los preceptos contenidos en el artículo tercero transitorio de
dicha reforma, ya que una vez operando el sistema penal
acusatorio los jueces de control declararían que su detención es
prolongada y por tanto ilegal.
26.7 Señala que previamente, de su puesta a disposición confesó
mediante tortura los delitos atribuidos por la representación
social, afirma que fue retenido por la policía ministerial por un
período aproximado de cinco horas y media; sin embargo, el
Tribunal Colegiado que conoció del asunto, erróneamente
consideró que tal detención prolongada no se actualiza, en
virtud de que, con base a la certificación levantada por el
Agente del Ministerio Público en que hace constar que a las
trece horas con cinco minutos se hace de su conocimiento que
fue detenido y si bien no fue puesto formalmente a su
disposición de manera inmediata, sí fue presentado ante esa
autoridad en tiempo racional, acorde a las circunstancias de los
hechos, afirmando el Colegiado que tales actos cumplen lo
dispuesto en la fracción I, del artículo 29 del Código de
Procedimientos Penales de Michoacán.
26.8 Considera que la Suprema Corte de Justicia debe sustituir la
interpretación de legalidad del ordenamiento estatal por una
interpretación directa de los artículos que componen el bloque
de constitucionalidad en materia penal, por así exigirlo los
artículos 1°, 17 y 133 de la Constitución Federal.
26.9 Afirma que existió violación a sus derechos fundamentales en
virtud de que su detención fue prolongada, ya que transcurrió
19
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
en exceso el tiempo para que fuera puesto a disposición de la
autoridad ministerial, por lo que la interpretación del artículo 16,
párrafo cuarto, de la Constitución Federal realizada por el
Tribunal Colegiado contraviene su finalidad, ya que dicho
precepto establece que la puesta a disposición debe ser sin
dilación alguna.
26.10Solicita a este Alto Tribunal realice la interpretación del artículo
16 de la Constitución Federal, en relación con el tercero
transitorio de la reforma de dieciocho de junio de dos mil ocho,
en concordancia con el precepto 17 constitucional, pues
considera que existió irregularidad de los actos policíacos que
fueron aprobados por el Tribunal Colegiado, justificando los
hechos que, a su juicio, le provocaron perjuicio y que trajo como
consecuencia la obtención de medios de convicción que fueron
utilizados en su contra para sustentar la sentencia que lo
condena.
26.11Aduce en su tercer agravio que el Tribunal Colegiado que
conoció del asunto realizó una interpretación incorrecta del
primer párrafo, del artículo 22 de la Constitución Federal y
señala que de acuerdo con este mandato constitucional y con
base a la Ley Federal para Prevenir y Sancionar la Tortura, así
como los Tratados Internacionales como lo es la Convención
contra la Tortura y otros tratos o penas crueles e inhumanos o
degradantes, las legislaciones no consideran como requisito
sine qua non la gravedad del maltrato para afirmar que nos
encontramos ante actos de tortura.
20
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
26.12Lo anterior es así, pues estima que el Colegiado precisó que la
tortura que acredito no es grave; sin embargo, tampoco
establece qué actos, durante qué tiempo y de qué forma son
considerados graves, por lo que estima que lo deja en estado
de indefensión, generando así incertidumbre respecto al
contenido del artículo 22 constitucional. Solicita sea interpretado
el referido numeral por este Alto Tribunal, pues insiste en que
hay medios idóneos con los que se acredite que fue objeto de
tortura física y psicológica.
26.13Cuarto agravio. En cuanto al tema de defensa adecuada afirma
que en su demanda de amparo directo señaló los derechos que
la norma superior consagra a favor del imputado, como son: a)
el derecho de hacer una llamada; b) a designar un defensor y
c) a entrevistarme con mi abogado antes de rendir una
declaración ministerial, los cuales, estima que no se respetaron,
así como también su derecho a contar con defensor público de
calidad, tal como lo establece el artículo 17, penúltimo párrafo,
de la Constitución Federal, pues reitera el recurrente de que su
detención fue ilegal ya que permaneció por más de cinco horas
en las que fue objeto de maltrato y tortura, lo que, bajo ninguna
circunstancia,
dichos
actos
pueden
justificarse
con
independencia de su gravedad; por tanto, estima que se
violaron derechos fundamentales en su perjuicio, lo que impidió
se iniciara un juicio justo y un debido proceso, pues estima que
dadas
las
circunstancias,
nunca
debió
convalidarse
el
procedimiento que se llevó en su contra, ya que, a su juicio,
está fundado en pruebas obtenidas ilícitamente.
21
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
26.14En su quinto agravio afirma que el Tribunal Colegiado que
conoció del asunto desestimó los argumentos relativos a
demostrar
la
inconstitucionalidad
de
su
confesión,
la
incomunicación de que fue objeto y la ausencia de una
adecuada defensa, ya que determinó que esas pruebas
cumplían con los requisitos previstos por el Código de
Procedimientos Penales del Estado, limitándose a transcribir su
contenido, pues estima que con ello no realizó un control de
convencionalidad ex officio, previsto en los artículos 1, 17 y 133
de la Constitución Federal.
26.15Reitera que carece de valor alguno su confesión, toda vez que
fue obtenida bajo coacción; por tanto, estima que no debe ser la
parte esencial de la sentencia que lo condenó a más de veinte
años de prisión.
26.16Solicita a este Alto Tribunal realice la interpretación directa de los
artículos 1, 14, 16, párrafos tercero y cuarto, 17, 19, 20,
apartados A y B, 107, fracción XII y 133 de la Constitución
Federal, así como 1 y 3 transitorios de la reforma constitucional
en materia penal de dieciocho de junio de dos mil ocho.
27. Estudio de fondo. Los agravios señalados como tercero, cuarto y
quinto, son infundados e inoperantes, atento a las siguientes
consideraciones:
28. En efecto, como se advierte de lo anterior, en el agravio “tercero”, el
recurrente señala que es insostenible lo considerado por el Tribunal
Colegiado que conoció del asunto, en cuanto a la interpretación del
primer párrafo, del artículo 22 constitucional, toda vez que dicho
22
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
precepto no es limitativo para las personas privadas de su libertad,
sino que es extensivo –con mayor razón– para las personas que son
detenidas. Asimismo, afirma que la confesión que realizó de los
hechos le fue arrancada mediante la tortura; en consecuencia, el
Tribunal Colegiado realizó una interpretación incorrecta, toda vez que
la Constitución, la Ley Federal para Prevenir y Sancionar la Tortura,
así como los tratados internacionales relativos a esa materia, no
consideran como requisito sine qua non la “gravedad” del maltrato
para poder afirmar que nos encontramos ante actos de tortura.
29. El Tribunal Colegiado en la sentencia recurrida, considera lo siguiente:
Después de invocar lo establecido en la Constitución Federal, en
sintonía con la Ley Federal para Prevenir y Sancionar la Tortura,
refirió que esta legislación prevé como delito el de “tortura”, que la
confesión o información obtenida mediante dicho acto no tendrá valor
probatorio alguno. Menciona que la Convención contra la Tortura y
otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, la define
como “todo acto por el cual se inflija intencionalmente a una persona
dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin
de obtener de ella o de un tercero información o una confesión, de
castigarla por un acto que haya cometido o se sospeche o a otras…”.
30. Señaló que la agresión contra la integridad física o psíquica del
sometido debe cumplir con dos características para que adquiera la
calidad de tortura, a saber: la gravedad y la intencionalidad de
infligirla. Aunado a lo anterior y en relación con esa teleología
normativa,
el
Tribunal
Colegiado,
invoca
los
instrumentos
internacionales adoptados por nuestro país, relacionados con el tema
de tortura, como el artículo 5 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos, los numerales 2, 7, párrafo 1 del artículo 10, del
23
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; párrafo 2 del
artículo XXV de la Declaración Americana, párrafo 2, del artículo 5 de
la Convención Americana.
31. Sostuvo que si bien, el artículo 2 de la Convención Interamericana
para Prevenir y Sancionar la Tortura, en la definición de tortura no
establece como elemento la “gravedad”, lo cierto es, que este
elemento no puede pasarse por alto para comprender el concepto,
pues esa noción de gravedad está imbíbita en las diversas
acepciones de "pena", "sufrimiento", "castigo personal", o "medida
intimidatoria", pues todas ellas, por regla general, aluden a acciones
que constituyan correctivo e impida al individuo reincidir en la
conducta que se pretende proscribir.
32. De ahí que señaló, difícilmente podría concebir la tortura física o
psicológica sin que las penas, castigos, sufrimientos o medidas
intimidatorias sean de tal gravedad que logren vencer la resistencia
del ser humano a autoincriminarse contra su voluntad.
33. Asimismo, consideró el Colegiado, que de una interpretación
sistemática con los demás ordenamientos internacionales analizados
la concepción de "gravedad" como elemento de las acciones que
implican tortura resulta ser elemento constante para precisar esa
definición. Además, dijo el Colegiado, de una interpretación funcional
y de reducción al absurdo sobre esa norma de la Convención
Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, se colige que la
eliminación de la palabra "grave" en la definición de tortura no puede
conducir a concepción laxa en la cual, todo tipo de alteración física o
psicológica pueda estimarse como tal, pues bajo esa óptica, incluso
los sufrimientos que sean consecuencia de la privación legítima de la
24
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
libertad, o sean inherentes o incidentales a ésta serían concebidos
como tortuosos, invalidando las actuaciones
legales de las
autoridades.
34. Cuestiones que se oponen a la ratio legis del precepto normativo, si se
toma en cuenta que la protección de la integridad humana no implica
el entorpecimiento de las acciones estatales para prevenir, perseguir
y sancionar las conductas delictivas, dentro de las cuales, por
resistencia de los sujetos activos, éstos pueden sufrir lesiones en
enfrentamientos con los agentes de seguridad pública.
35. Por tanto, señaló el Colegiado es inconcuso que toda tortura implica el
elemento de gravedad, el cual únicamente podrá ser determinado
atendiendo las circunstancias particulares en que las penas y
sufrimientos fueron perpetrados, y si las alteraciones físicas y
psicológicas son aptas para vencer la resistencia del sujeto de
autoincriminarse; o aquéllas constituyen castigo fuera del marco de la
ley.
36. Contrario a lo señalado por el recurrente, el Tribunal Colegiado no
realizó la interpretación constitucional que se le atribuye, en relación
al tema de tortura.
37. En efecto, del análisis de la sentencia recurrida se desprende que las
consideraciones sustentadas sobre el artículo 22 constitucional son
reproducción exacta de lo sostenido por esta Primera Sala en el juicio
de amparo directo penal 9/2008, conocido –junto con otros– como
“caso Acteal”, aprobado en sesión de doce de agosto de dos mil
nueve por mayoría de cuatro votos (disidente: Ministro Sergio A. Valls
Hernández).
25
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
38. Esta Primera Sala ha sustentado que para considerar que existe
interpretación directa de un artículo de la Constitución, debe tener por
objeto desentrañar, esclarecer o revelar el sentido de la norma, para
lo cual puede atenderse a la voluntad del legislador o al sentido
lingüístico, lógico u objetivo de las palabras, a fin de entender el
auténtico significado de la normativa, y ello se logra al utilizar los
métodos gramatical, analógico, histórico, lógico, sistemático, causal o
teleológico. Esto implica que la sentencia del Tribunal Colegiado de
circuito efectivamente debe fijar o explicar el sentido o alcance del
contenido de una disposición constitucional.
39. En virtud de lo anterior, el Tribunal Colegiado no hizo interpretación
constitucional alguna, toda vez que motu proprio no fijó el alcance o
sentido del artículo 22 de la Ley Fundamental, en cuanto a la figura
jurídica de tortura. En este caso, el Tribunal Colegiado de Circuito
simplemente reforzó su sentencia con lo dicho por el Alto Tribunal.
De ahí que, resulte infundado el agravio hecho valer por el
recurrente.
40. Apoya a lo anterior, la jurisprudencia 63/20102 emitida por esta Sala,
cuyos rubro y texto dicen:
“INTERPRETACIÓN
DIRECTA
DE
NORMAS
CONSTITUCIONALES.
CRITERIOS
POSITIVOS
Y
NEGATIVOS PARA SU IDENTIFICACIÓN. En la
jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
pueden detectarse, al menos, dos criterios positivos y cuatro
negativos para identificar qué debe entenderse por
"interpretación directa" de un precepto constitucional, a saber:
en cuanto a los criterios positivos: 1) la interpretación directa
2
El cual tiene los siguientes datos para su consulta: Novena Época, Registro: 164023, Instancia:
Primera Sala, Jurisprudencia, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo:
XXXII, Agosto de 2010, Materia(s): Constitucional, Tesis: 1a./J. 63/2010, Página: 329.
26
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
de un precepto constitucional con el objeto de desentrañar,
esclarecer o revelar el sentido de la norma, para lo cual
puede atenderse a la voluntad del legislador o al sentido
lingüístico, lógico u objetivo de las palabras, a fin de entender
el auténtico significado de la normativa, y ello se logra al
utilizar los métodos gramatical, analógico, histórico, lógico,
sistemático, causal o teleológico. Esto implica que la
sentencia del tribunal colegiado de circuito efectivamente
debe fijar o explicar el sentido o alcance del contenido de una
disposición constitucional; y, 2) la interpretación directa de
normas constitucionales que por sus características
especiales y el carácter supremo del órgano que las crea y
modifica, además de concurrir las reglas generales de
interpretación, pueden tomarse en cuenta otros aspectos de
tipo histórico, político, social y económico. En cuanto a los
criterios negativos: 1) no se considera interpretación directa si
únicamente se hace referencia a un criterio emitido por la
Suprema Corte de Justicia en el que se establezca el alcance
y sentido de una norma constitucional. En este caso, el
tribunal colegiado de circuito no realiza interpretación alguna
sino que simplemente refuerza su sentencia con lo dicho por
el Alto Tribunal; 2) la sola mención de un precepto
constitucional en la sentencia del tribunal colegiado de
circuito no constituye una interpretación directa; 3) no puede
considerarse que hay interpretación directa si deja de
aplicarse o se considera infringida una norma constitucional;
y, 4) la petición en abstracto que se le formula a un tribunal
colegiado de circuito para que interprete algún precepto
constitucional no hace procedente el recurso de revisión si
dicha interpretación no se vincula a un acto reclamado”.
41. El agravio “cuarto” deviene igualmente infundado, en la medida que el
recurrente atribuye la interpretación del derecho de defensa
adecuada al Tribunal Colegiado.
42. Efectivamente, de la lectura de la sentencia recurrida se advierte que
en cuanto a la interpretación del principio de defensa adecuada, el
Tribunal Colegiado no realiza interpretación alguna de este último,
pues no desentrañó o esclareció el sentido de la norma que lo
27
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
contiene, (artículo 20 constitucional) lo que implica que dicho órgano
sólo fortaleció sus consideraciones con la interpretación que al
respecto fijó esta Primera Sala en la jurisprudencia 23/20063, que
invocó en la sentencia impugnada, la cual sólo aplicó para establecer
que no le fue violado al quejoso ese derecho constitucional.
43. Lo que se hace valer en el agravio quinto deviene inoperante en la
medida en que solicita vía agravios la interpretación directa del
artículo 19 constitucional, reformado mediante decreto de 18 de junio
de 2008 y demás artículos constitucionales y Convenciones
Internacionales, cuando ello debió solicitarlo en la demanda de
garantías para que el Tribunal Colegiado estuviera en aptitud de
pronunciarse o no, al respecto. Agravio que además relaciona con las
supuestas violaciones que se cometieron al valorar su confesión
sobre los hechos imputados y otros medios probatorios, pues insiste
3
Novena Época, Registro: 175110, Instancia: Primera Sala, Jurisprudencia, Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo: XXIII, Mayo de 2006, Materia(s): Constitucional,
Penal, Tesis: 1a./J. 23/2006, Página: 132, cuyo rubro dice: “DEFENSA ADECUADA. ALCANCE
DE DICHA GARANTÍA EN LA AVERIGUACIÓN PREVIA (INTERPRETACIÓN DE LA FRACCIÓN
II, EN RELACIÓN CON LAS DIVERSAS IX Y X DEL ARTÍCULO 20, APARTADO A, DE LA
CONSTITUCIÓN FEDERAL). Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha
interpretado, en relación a los alcances de la garantía de defensa adecuada en la averiguación
previa a que se refieren las fracciones IX y X del artículo 20 apartado A de la Constitución Federal,
que aquélla se actualiza desde el momento en que el detenido es puesto a disposición del
Ministerio Público. Lo anterior implica que ninguna de las garantías del detenido durante el proceso
penal puede ser concebida como un mero requisito formal, y para que pueda hacerse efectiva y
permitir su instrumentación requiere de la participación efectiva en el procedimiento por parte del
imputado desde que es puesto a disposición del representante social. Por tanto, en lo que se
refiere a la fracción II del dispositivo citado, que establece que la confesión rendida ante el
Ministerio Público o Juez sin la asistencia de su defensor carecerá de todo valor probatorio, esta
Primera Sala considera que la "asistencia" no sólo debe estar relacionada con la presencia física
del defensor ante o en la actuación de la autoridad ministerial, sino que la misma debe
interpretarse en el sentido de que la persona que es puesta a disposición de la autoridad ministerial
cuente con la ayuda efectiva del asesor legal. En este sentido, el detenido en flagrancia, en caso
de que así lo decida, podrá entrevistarse con quien vaya a fungir como su defensor
inmediatamente que lo solicite y antes de rendir su declaración ministerial. En consecuencia, la
primera declaración rendida ante el Ministerio Público, estará viciada y será ilegal cuando no se
haya permitido la entrevista previa y en privado con el defensor”.
Tesis de jurisprudencia 23/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
veintinueve de marzo de dos mil seis.
28
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
en que su declaración le fue tomada con tortura. Cuestiones éstas
que además se encuentran en el ámbito de la legalidad y no de
inconstitucionalidad de una ley o de interpretación directa de algún
artículo de la Constitución, que es la materia de análisis de la
competencia de esta Suprema Corte, tratándose del extraordinario
medio de defensa que nos ocupa. Sin que, además, se advierta
deficiencia que suplir de oficio, a ese respecto.
44. Ahora bien, en relación al tema del artículo 16 constitucional, en
cuanto a la inmediata puesta a disposición de un detenido, el
recurrente en los agravios primero y segundo, señala que el Tribunal
Colegiado interpretó incorrectamente la jurisprudencia 121/2009, de
esta Primera Sala, pues omitió el estudió de su detención, la cual se
realizó ilegalmente y fue prolongada.
45. Como lo señala el recurrente, el Tribunal Colegiado en la sentencia
impugnada consideró, que dicho acto no es una violación
procedimental, pues no se encuentra en el catálogo que establece el
artículo 160 de la Ley de Amparo, además, que el criterio
jurisprudencial antes citado, establece el análisis de dichas
violaciones cuando afecten alguno de los derechos previstos en los
artículos 14 y 20 de la Constitución Federal; por tanto, afirmó el
órgano de amparo, debió de haberse promovido el amparo indirecto
en el momento oportuno, contra la detención que se considera ilegal
por parte del quejoso, al transgredir el artículo 16 constitucional.
46. Los agravios que al respecto hace valer el recurrente, son
substancialmente fundados, por las razones que a continuación se
explican:
29
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
47. En efecto, en la jurisprudencia 121/2009 aludida por el Tribunal
Colegiado se enfatizó, que en el amparo directo es procedente el
análisis
de
las
violaciones
al
procedimiento
cometidas
en
averiguación previa cuando afecten las garantías contenidas en los
artículos 14 y 20 de la Constitución Federal; sin embargo, este
enunciado no debe interpretarse de manera limitativa, en la medida
en que la protección del derecho humano del debido proceso está
conformado
sistemáticamente
por
diversos
numerales
constitucionales. Lo que significa, que la exigencia del respeto a este
derecho está vinculada a la observancia de los restantes parámetros
que la Constitución establece que deben seguirse en todas las
etapas procedimentales.
48. El punto de análisis al que ha llegado esta Primera Sala en el
desarrollo de la naturaleza y alcance de protección del derecho
humano del debido proceso se refleja en el criterio jurisprudencial
señalado, en el que se advierte la importancia del respeto a las
formalidades esenciales del procedimiento que tutela el artículo 14
constitucional, cuya trascendencia hace posible su estudio en el
amparo directo. En esa ocasión se señaló que al artículo 20 de la
Constitución Federal, con las reformas de tres de septiembre de 1993
y tres de julio de 1996 se había incorporado un catálogo específico
de derechos que deben observarse en la etapa de averiguación
previa.
49. Ahora bien, ¿cuáles son estos derechos y qué importancia tienen? En
el sistema tradicional de persecución de delitos, previo a la reforma
constitucional que adopta el sistema procesal penal de carácter
acusatorio oral, la averiguación previa es la primera etapa
procedimental en la que el órgano del Estado encargado de la
30
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
persecución de los delitos, le informa al inculpado las circunstancias y
naturaleza de la imputación, para que pueda hacer efectivo su
derecho a la defensa adecuada. De ahí que constituya una violación
en esa etapa la obtención de pruebas ilícitas, la negativa de facilitar
los datos solicitados por la defensa y que consten en la indagatoria y
la trasgresión al derecho de defensa adecuada. La trascendencia de
estas violaciones no tienen otro efecto de reparación constitucional
que el declarar la invalidez de las pruebas que se obtengan en estas
condiciones.
50. El catálogo de derechos establecido por el artículo 20, Apartado A,
fracciones I, V, VII y IX, de la Constitución Federal, en el texto
anterior a la reforma de 18 de junio de 2008, tiene el alcance de
extenderse a todos aquellos actos o diligencias que se realicen desde
la averiguación previa, para efecto de no generar condiciones de
indefensión al detenido. Y la mención genérica de las mismas permite
ubicar en estas violaciones cualquier diligencia que se lleva en esta
etapa y por tanto, no es válido realizar interpretaciones restrictivas sin
entender la conformación sistemática que la Constitución prevé para
la protección del derecho del debido proceso.
51. En el artículo 16 constitucional se establecen diversos derechos y
excepciones que implican restricción a los mismos. La libertad
personal constituye un derecho humano
que no puede ser
restringido, salvo en las condiciones que la propia Constitución
establece, como acontece con las detenciones en flagrancia o caso
urgente, derivadas de la existencia de elementos que permitan
atribuir a una persona su probable responsabilidad en la comisión de
un hecho calificado como delito por las leyes penales. El
planteamiento que hizo valer el quejoso y del que deriva el agravio,
31
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
patentiza lo que en su opinión constituye una violación a sus
derechos acontecida por las circunstancias en que se dio su
detención. De aquí podemos formular la siguiente interrogante ¿La
ilegalidad de una detención es procedente analizarla en el amparo
directo? La respuesta que debe darse es en sentido afirmativo.
52. Esta Primera Sala considera, que las excepciones a la afectación del
derecho humano de libertad personal, constitucionalmente validadas,
mediante las figuras de flagrancia y caso urgente deben satisfacer
ciertas condiciones para afirmar su legalidad. Lo que implica que el
órgano de control constitucional está en condiciones de verificar si la
prolongación injustificada de la detención policiaca sin poner al
detenido a disposición inmediata de la autoridad ministerial o sin que
se cumplan los requisitos constitucionales que justifican el caso
urgente, generó la producción e introducción a la indagatoria de
elementos de prueba que no cumplen con los requisitos de
formalidad constitucional y por tanto deban declararse ilícitos, o que
las diligencias pertinentes se hayan realizado en condiciones que no
permitieron al inculpado ejercer el derecho de defensa adecuada.
53. En esas condiciones, las violaciones referentes a las excepciones
constitucionales que justifican la detención de una persona como
probable responsable de la comisión de un delito, comprendidas en el
artículo 16 de la Constitución Federal, es procedente analizarlas en el
amparo directo, en términos del artículo 160, fracción XVII, de la Ley
de Amparo al constituir -también- transgresión al derecho humano de
debido proceso, conforme al cual es esencial el respeto a las
formalidades esenciales del procedimiento, la licitud de las pruebas y
el ejercicio de defensa adecuada a que se refieren los artículos 14 y
20 de la Constitución Federal.
32
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
54. En virtud de lo anterior, al haber resultado fundado el agravio hecho
valer por el recurrente, en términos del artículo 91, fracción I, de la
Ley de Amparo, procede que esta Primera Sala analice el concepto
de violación que omitió estudiar el Tribunal Colegiado que conoció del
asunto.
55. Vía concepto de violación, el demandante de amparo señaló que se
violó en su perjuicio el artículo 16 constitucional, en virtud de que no
fue puesto a disposición del Ministerio Público inmediatamente
después de su detención, lo que permitió la producción de diligencias
que deben declararse ilícitas al haber sido torturado para obtener su
confesión.
56. En relación al tema de puesta a disposición del detenido sin demora,
que deriva de la interpretación al artículo 16 constitucional y que es
aplicable a cualquier detención personal por flagrancia o caso
urgente, esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia al
resolver el amparo directo en revisión 2470/2011, aprobado por
unanimidad de votos en sesión de dieciocho de enero de dos mil
doce, señaló lo siguiente:
“…
Así, del régimen general de protección contra detenciones
que exige nuestra Constitución podemos derivar un principio
de inmediatez, el cual exige que la persona detenida sea
presentada ante el Ministerio Público lo antes posible. Dicho
de otro modo, la persona debe ser puesta a disposición de la
autoridad ministerial o judicial respectiva, sin dilaciones
injustificadas.
Pero subsiste una duda legítima que requiere aclaración y
que precisamente constituye el aspecto central, el punto fino,
del presente asunto: ¿cómo es posible que el juzgador
33
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
aprecie si tal requisito se cumple? Es decir, ¿cuándo se está
frente a una dilación injustificada?
Pues bien, esta Sala considera que no es posible (ni sería
adecuado) fijar un determinado número de horas. Fijar una
regla así podría abarcar casos en los que las razones que
dan lugar a la dilación no son injustificadas. Sin embargo,
contrario a lo que argumentó el Tribunal Colegiado, del hecho
de que no sea posible ni recomendable adoptar una regla fija,
no se sigue que no sea posible adoptar un estándar que
posibilite al juez calificar cada caso concreto de un modo
sensible a dos necesidades. Por un lado, la de no dilatar
injustificadamente la puesta a disposición de la persona
detenida, porque esto da lugar a que se restrinja un derecho
tan valioso como el de la libertad personal sin control y
vigilancia del Estado. Por otro lado, están las peculiaridades
de cada caso en concreto, por ejemplo, la distancia que
existe entre el lugar de la detención y la agencia del
Ministerio Público.
De este modo, el que no pueda existir una regla tasada no
quiere decir que no pueda haber un estándar que guíe al
juzgador a determinar cuándo está frente a una dilación
indebida.
Esta Sala considera que tal circunstancia se actualiza
siempre que, no existiendo motivos razonables que
imposibiliten la puesta a disposición inmediata, la persona
continúe a disposición de sus aprehensores y no sea
entregada a la autoridad que sea competente para definir su
situación jurídica. Tales motivos razonables únicamente
pueden tener origen en impedimentos fácticos reales y
comprobables (como la distancia que existe entre el lugar de
la detención y el lugar de la puesta a disposición). Además,
deben ser compatibles con las facultades estrictamente
concedidas a las autoridades. Dicho de otro modo, en cuanto
sea posible, es necesario llevar a la persona detenida por
flagrancia o caso urgente ante el Ministerio Público. Es
posible hacer esto a menos que exista un impedimento
razonable que no resulte contrario al margen de facultades
constitucionales y legales a cargo de la policía.
Lo anterior indica que la policía no puede retener a una
persona por más tiempo del estrictamente necesario para
34
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 997/2012.
trasladarla ante el Ministerio Público, a fin de ponerlo a
disposición, donde deben desarrollarse las diligencias de
investigaciones pertinentes e inmediatas, que permitan definir
su situación jurídica ―de la cual depende su restricción
temporal de libertad personal―. Por tanto, la policía no puede
simplemente retener a una persona, sin informarlo a la
autoridad ministerial, a fin de obtener su confesión o
información relacionadas con la investigación que realizan,
para inculparlo a él o a otras personas. Esto simplemente
obedece al hecho de que los policías no cuentan con la
facultad para desahogar una declaración que tenga validez
en un proceso penal. En términos estrictamente
constitucionales tienen obligación de poner al detenido “sin
demora”, retraso injustificado o demora irracional ante el
Ministerio Público, en caso de delito fragrante o cuenten con
una orden ministerial que justifique la detención por caso
urgente, o ante el juez que haya ordenado la aprehensión del
detenido. Y, por el contrario, todo inculpado goza del derecho
constitucional a la no autoincriminación.
Este derecho debe ser protegido de tal modo que, desde el
momento de su detención, el inculpado debe estar
adecuadamente informado de que tiene el derecho a guardar
silencio y que todo lo que diga puede ser usado en su contra
en juicio; además debe estar claramente informado de que
tiene derecho a un abogado defensor, al cual puede elegir o
bien, en caso de no tenerlo, acceder a un defensor de oficio.
Así, la detención de una persona no puede estar indefinida;
en términos constitucionales requiere que se conozca el
estatus en el que se encuentra, de ahí que la Constitución
exige que exista un registro de detenidos, a fin de permitir
conocer que se encuentra en tales condiciones y esté en
posibilidad de ejercer sus derechos constitucionalmente
protegidos”.
57. Como puede advertirse de lo anterior, esta Primera Sala fijó el alcance
de los términos, sin demora e inmediatez que establece el artículo 16
Constitucional, en relación a la puesta a disposición ante la autoridad
ministerial de una persona detenida, estableciendo que no es posible
(ni sería adecuado) fijar un determinado número de horas, pues
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podría abarcar casos en los que las razones que dan lugar a la
dilación no son injustificadas. No obstante, señaló, es posible adoptar
un estándar que posibilite al juez calificar cada caso concreto de un
modo sensible a dos necesidades: la de no dilatar injustificadamente
la puesta a disposición de la persona detenida, porque ésto da lugar
a que se restrinja un derecho tan valioso como el de la libertad
personal sin control y vigilancia del Estado; y las peculiaridades de
cada caso en concreto, por ejemplo, la distancia que existe entre el
lugar de la detención y la agencia del Ministerio Público.
58. Señaló que dichas figuras se actualizan, siempre que, no existiendo
motivos razonables que imposibiliten la puesta a disposición
inmediata,
aquéllos
únicamente
pueden
tener
origen
en
impedimentos fácticos reales y comprobables (como la distancia que
existe entre el lugar de la detención y el lugar de la puesta a
disposición). Además, deben ser compatibles con las facultades
estrictamente concedidas a las autoridades.
59. Elementos
parametrales
que
son
indicativos
para
validar
la
justificación del tiempo de retención del detenido por parte de las
autoridades policíacas, que no podrá exceder del estrictamente
necesario para realizar el traslado y entregar al detenido al Ministerio
Público, en cumplimiento al concepto constitucional “sin demora”.
60. La anterior interpretación que esta Primera Sala ha sustentado, es la
que el Tribunal Colegiado debe atender, para que nuevamente se
pronuncie respecto a los conceptos de violación en donde se hace
valer la violación al artículo 16 constitucional, en cuanto al tema de la
detención, con plena libertad de jurisdicción.
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V. DECISIÓN
61. En virtud de lo expuesto, al haberse considerado que es procedente
que en el amparo directo se analicen a manera de violación
procedimental, con fundamento en el artículo 160, fracción XVII, de la
Ley de Amparo las posibles violaciones a la detención personal,
autorizadas por el artículo 16 constitucional y al tener clara cuál es la
correcta interpretación del principio de inmediatez que se desprende
del término “sin demora” ―previsto en los párrafos quinto y sexto del
mismo numeral― resulta evidente que los planteamientos de
legalidad vertidos en la demanda de amparo, deben ser analizados a
la luz de dicha interpretación constitucional.
62. Por tanto, deben devolverse los autos relativos al Tribunal Colegiado
en Materia Penal de Décimo Primer Circuito, para que, partiendo de
la interpretación constitucional expuesta en la presente ejecutoria,
con libertad de jurisdicción se avoque de nueva cuenta al estudio de
la legalidad de la resolución dictada por la Tercera Sala Penal del
Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Michoacán el quince de
junio de dos mil once, en el toca ********** ―acto reclamado en el
juicio constitucional del que deriva el presente recurso de revisión―,
en cuanto a los cuestionamientos que el demandante de amparo
realiza sobre su detención personal.
63. En consecuencia, esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación,
RESUELVE:
PRIMERO. En la materia de la revisión, se revoca la sentencia
recurrida.
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SEGUNDO. Devuélvanse los autos relativos al Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Décimo Primer Circuito, para los efectos precisados
en la parte final del último apartado de esta ejecutoria.
Notifíquese; con testimonio de esta ejecutoria, devuélvanse los autos
relativos al lugar de su origen; y, en su oportunidad archívese el toca
como asunto concluido.
Así, lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, por mayoría de tres votos de los señores Ministros: Jorge
Mario Pardo Rebolledo, José Ramón Cossío Díaz (Ponente) y Olga
Sánchez Cordero de García Villegas; uno en contra, emitido por el
Presidente en Funciones Guillermo I. Ortíz Mayagoitia. Ausente el
Ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
Firman el Presidente en funciones de la Sala y el Ministro Ponente,
con el Secretario de Acuerdos, quien autoriza y da fe.
PRESIDENTE EN FUNCIONES DE LA PRIMERA SALA
GUILLERMO I. ORTÍZ MAYAGOITIA
PONENTE
MINISTRO JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ
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SECRETARIO DE ACUERDOS
DE LA PRIMERA SALA
LIC. HERIBERTO PÉREZ REYES.
“En términos de lo previsto en el artículo 3°., fracción II de la Ley Federal de
Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en esta versión pública
se suprime la información considerada legalmente como reservada o confidencial que
encuadra en esos supuestos normativos”.
RRM/JVSV/megs.
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