medio siglo de disturbios

Anuncio
A la búsqueda de pelea
En París, en lo que va de torneo, no se han producido
muchos incidentes. Apenas algunas peleas entre hinchas
en el Alemania-Polonia en el Stade de Francia pero "los
gases lacrimógenos les calmaron rápido".
El martes pasado estuvo presente en el Parque de los
Príncipes el ministro del Interior francés, Bernard
Cazeneuve, que se felicitó por el balance "positivo"
respecto a la seguridad en el inicio del torneo", aunque
algunos "hayan querido hacerse los 'listillos'", dijo en
referencia al ultra ruso Alexandre Chpryguine, expulsado
de Francia tras los incidentes en Marsella, quien regresó
el lunes para ver a su selección contra Gales en Toulouse,
pero fue de nuevo detenido y otra vez enviado a su país.
REINO
UNIDO
La escalada de violencia y terror que se ha producido
días atrás en las calles de Lille o Marsella tiene su
origen en las Islas Británicas, donde nació el fútbol y
se creó el primer equipo de la historia, el Sheffield F.C.
Las calles de Inglaterra vivían en aquella época la
segunda fase de la Revolución Industrial. El aumento
de población en las ciudades trajo consigo la
formación de los primeros barrios conflictivos en las
periferias, cerca de muelles y astilleros como los de
Liverpool, Manchester o Londres. Estos pequeños
guetos estaban habitados por la clase trabajadora y
más humilde, que al final de duras jornadas de trabajo
acababa el día entre pintas de cerveza. En el corazón
de estos barrios comenzaron a formarse pandillas de
chavales de entre 14 y 18 años, que perpetraban actos
vandálicos y violentos: los denominados scuttlers.
Ellos fueron, por así decirlo, los primeros hooligans,
aunque nada tenían que ver con el fútbol.
Nadie sabe a ciencia cierta cuándo fue la primera vez
que se usó el término y tampoco queda
muy clara su procedencia; pero lo que
sí está datado es que la palabra
“hooligan” apareció escrita por
primera vez en un informe de la Policía de
Londres en 1898. Un año más tarde, el novelista Clarence Rook publicaría “The hooligan
nights”, donde relata las vivencias de un
scuttler llamado Alf.
Rook pudo inspirarse en Patrick Hooligan, un
pandillero irlandés que mató a un policía, murió en
la cárcel y se convirtió en toda una leyenda en los
bajos fondos. Sir Arthur Conan Doyle, el archiconocido creador de Sherlock Holmes, utilizó el término
“hooliganismo” para referirse a actos vandálicos y
violentos en su relato corto “The adventure of the six
Napoleons” en 1904. Y si cruzamos el charco, nos
encontramos con que en 1900, en Nueva York, nació
la tira cómica “Happy Hooligan”, dibujada por
Frederick Opper, en la cual se relatan las aventuras
de un vagabundo con muy mala suerte. Esa fue la
definición de “hooligan” hasta la década de los 60
del siglo XX: un camorrista borracho y pandillero, sin
ninguna asociación con el fútbol. Hasta que los
periodistas británicos empezaron a llamar así a los
violentos que iban a los campos de fútbol. En esos
años comenzaron a formarse las firms, que es como
se denominan las agrupaciones de ultras de los
equipos británicos, y las rivalidades existentes entre
ellos eran producidas en su mayoría por motivos
deportivos o económicos. Como la del Manchester
United y el Liverpool, que se remonta a cuando la
ciudad de Manchester construyó el canal de
Bridgewater para tener acceso al mar en 1894, lo
cual perjudicaba económicamente a Liverpool. De
entre todas las firms, se podría destacar a la del
Millwall como la más violenta y famosa. Uno de sus
lemas reza: "No gustamos a nadie, pero no nos
importa". Y así ha sido desde su fundación,
manteniendo una fortísima rivalidad con la del West
Ham. Ambas firms, los Millwall Bushwackers y la
Inter City Firm, han protagonizado episodios de
violencia y vandalismo. Cuando estos dos equipos se
enfrentan, el partido es considerado como el derbi
más violento de la clase obrera.
Heysel y el
'Informe Taylor'
El Informe Taylor se publicó en 1990 y exigía a los
clubes una completa remodelación de sus estadios. Los
espectadores estarían sentados y no de pie, y se
instalaron circuitos cerrados de TV para controlar
accesos y gradas. Estas medidas obligaron a los clubes a
desembolsar un dinero extra. La solución fue la
aparición de nuevos patrocinadores y los contratos
televisivos con Sky Sports. Los precios de las entradas se
dispararon y el fútbol dejó de ser un espectáculo para la
clase humilde y obrera. Como efecto indirecto, muchos
de aquellos que acudían cada fin de semana a los
estadios a armar bronca dejaron de ir a causa de los
prohibitivos precios.
Pero si hay un evento que puso en el ojo del huracán a
todo el movimiento hooligan y lo señaló con el dedo,
fue la tragedia ocurrida en la final de la Copa de Europa
de 1985 en el estadio de Heysel, en Bruselas. Hooligans
del Liverpool provocaron una pelea contra seguidores
de la Juventus dentro del estadio que derivó en una
estampida. El altercado se saldó con 39 aficionados
muertos, 32 de ellos italianos. Este desgraciado
incidente internacional, sumado a los que ese mismo
año se produjeron en Inglaterra, como la batalla campal
entre miles de hinchas en el encuentro entre el Luton
Town y el Millwall, la muerte de un joven de 15 años en
el estadio de St. Andrews mientras acudía a un partido
entre el Birmingham y el Leeds, y el incendio en la
tribuna del estadio del Bradford, que se saldó con la
muerte de 56 personas, provocaron que Margaret
Thatcher, la Dama de Hierro, entrara en escena. La
entonces Primera Ministra británica declaró tras la
tragedia de Heysel: "Hay que limpiar el fútbol inglés de
los hooligans". Pero no fue hasta cuatro años después,
fecha de la tragedia de Hillsborough, cuando se puso
manos a la obra. En la semifinal de la FA Cup de 1989 se
enfrentaban Liverpool y Nottingham Forest. Se produjo
una avalancha en las gradas que aplastó a los seguidores contra las vallas, y fallecieron 96 personas. La
Football Spectators Act había entrado en vigor meses
antes. Era una ley en la que se pedía el documento de
identidad para entrar al estadio. Gracias a ella se fichó a
miles de hooligans, que debían permanecer en casa o
en la comisaría los días de partido. Pero el gobierno
británico dio un paso más y entró en acción el Informe
Taylor, o como algunos lo llamaron, "el fin del fútbol".
Ultras rusos y tácticas
paramilitares
Sin embargo, 30 años después, los violentos todavía se
reúnen para pelear entre ellos y sembrar el terror y el
caos por donde pasan. Además, el fenómeno hooligan
traspasó pronto las fronteras de las islas británicas y ha
sacudido toda la Europa continental. Grecia, Turquía,
Rusia, España, Polonia... son sólo algunos de los países
donde los ultras han dejado heridos e incluso muertos
a su paso. Dentro de dos años se celebrará el Mundial
en Rusia, de donde provienen los más peligrosos
actualmente. Con experiencia militar y entrenados con
disciplina, como hemos podido comprobar en sus
vídeos, los hooligans rusos utilizan tácticas paramilitares en sus enfrentamientos y no se cortan a la hora de
utilizar armas blancas, puños americanos, piedras o
cualquier mobiliario urbano que puedan lanzar contra
ultras rivales, policías, transeúntes... En Inglaterra, la
tierra de los padres del fútbol, también germinó una
semilla de odio, de violencia y de sinrazón, cuyas
terribles consecuencias aún nos afectan.
MEDIO SIGLO DE DISTURBIOS
1967
1985
Kaysery (TURQUÍA)
Bruselas (BÉLGICA)
1982-91
Grecia
16
Cochabamba | Lunes 27 de Junio, 2016
1993
Chorzow ( POLONIA)
1987
Kiev (UCRANIA)
2001
Estambul (TURQUÍA)
1997
Los “spotters”detectan
a los hooligans
violentos
Esta misión de vigilancia y de detección de los
radicales violentos "no es una ciencia exacta", explica
Szafran, cuyo equipo cubre también los partidos que
se celebran en el otro estadio parisino del torneo
europeo, el Stade de France.
El comportamiento violento de algunas aficiones en el
inicio de la Eurocopa ha dado a conocer la figura, hasta "Allá tienes a nueve en la parada del autobús, cinco
ahora poco conocida, del "spotter", policías camuflados enfrente", advierte al detectar a un grupo de
entre los aficionados que tienen la misión de detectar a treintañeros con la cabeza rapada, brazos tatuados y
los “hooligans” peligrosos y evitar altercados.
sudaderas con capucha.
Estos "observadores" (que es lo que significa "spotter" Sus compañeros trasladan esta información a la
en inglés), tienen unos códigos para identificar a los "pecera", el centro neurálgico de la seguridad del
hooligans: "Visten un estilo 'casual', calzado deportivo, estadio, que tiene vista panorámica a casi todo el
jeans o bermudas, suelen llevar especialmente marcas terreno de juego.
como Fred Perry o Londsale, los tatuajes", describe el
comandante de la policía francesa Olivier Szafran. "Y En ese centro, un muro compuesto de decenas de
pantallas proyecta las imágenes de las cámaras de
raramente llevan el pelo largo", añade.
seguridad. Policías y agentes de seguridad privada se
Yohan, un agente de seguridad privado especialista del coordinan, ya que los primeros no intervienen en las
"spottage" precisa que "es muy raro que vistan una tribunas. En el exterior, unidades antidisturbios están
camiseta" de uno de los equipos implicados.
listas para actuar en cualquier momento.
Horas antes del partido entre Irlanda de Norte y Según Lionel, un teniente "spotter", uno de los
Alemania del martes, los "spotters" ya estaban secretos de su trabajo es "conocer bien la 'topo'
trabajando en los alrededores del Parque de los (grafía), los bares en los que se reúnen" y caminar.
Príncipes.
Mucho. Unas cuatro o cinco horas diarias.
Bajo el estadio parisino se encuentra una comisaría de El éxito también depende de la discreción, ser capaz
policía que funciona todo el año. Los 45.000 espectado- de seguirles y anticipar sus acciones porque "no llegan
res que acuden al partido (que acabó con la victoria de en grupos de 200, sino en grupos de 3 o 4", explica
Alemania por 1-0 y la clasificación de ambos equipos) Szafran.
no pueden imaginarse que los agentes del orden
trabajan bajo las tribunas para garantizar el buen
desarrollo del espectáculo.
Según Yohan, los "rusos vinieron para decir 'somos los
jefes de Europa', fueron a pegarse", lo que explicaría los
violentos enfrentamientos contra los ingleses en
Marsella el 10 y 11 de junio, que acabaron con 35 heridos,
la mayoría británicos, dos de ellos muy graves.
Unos hechos que marcaron la primera semana del
campeonato europeo.
Los hooligans "raramente se la toman con la muchedumbre ordinaria" por lo que de resultar herido algún
aficionado “normal”, suele ser un "daño colateral", explica
Yohan.
"Actualmente, hay cada vez más 'automediatización' de
los actos hooligans, sobre todo a través de las redes
sociales, para obtener el reconocimiento de sus colegas",
añade este observador.
Para luchar contra el “hooliganismo”, el gobierno francés
ha instalado en la periferia parisina un Centro de
Cooperación Policial Internacional (CCPI), una especie de
torre de control durante la Eurocopa.
Un total de 180 policías de los 23 países extranjeros
participantes en el campeonato han sido enviados a
Francia. Entre ellos, equipos de seis "spotters" como
mínimo, en uniforme o en civil, y todos armados, una
decisión tomada por el contexto que vive Francia de
amenaza del terrorismo yihadista. Todos trabajan con la
policía francesa para evitar episodios violentos.
El problema de este fenómeno según el "spotter" Lionel
es que "al hooligan el deporte le da igual, vienen para
buscar pelea".
Episodios más significativos de violencia ultra más allá de las fronteras británicas
2000
Beverwijk (HOLANDA)
En las calles adyacentes al recinto, una docena de
policías vestidos de civil deambulan a la “caza” de
hooligans.
2006
Dortmund (ALEMANIA)
París (FRANCIA)
2001
Roma (ITALIA)
2002
Estocolmo (SUECIA)
2006
Basilea (SUIZA)
2008
Praga (REP. CHECA)
2010
2014
Madrid (ESPAÑA)
Belgrado (SERBIA)
2016
Marsella (FRANCIA)
Cochabamba | Lunes 27 de Junio, 2016
17
Descargar