11 sábado I de cuaresma Color morado. San Casimiro. Lecturas: Deuteronomio 26,16-19 El Señor eligió a su pueblo. Salmo 118 Dichoso el que camina en la voluntad del Señor Mateo 5,43-48 Sean perfectos, como mi padre es perfecto. Padre Marcelo Todos debemos ser un pueblo consagrado a Dios (1era lectura) contenido central de la Alianza donde Dios será siempre para su pueblo. Esa pertenencia a Dios requiere de una postura consciente “Amar a los enemigos” La venganza no hace bien a nadie. Sin olvidar que Dios hace salir el sol para buenos y malos. Jesús nos dio el ejemplo. Denunció lo injusto, pero frente al hombre injusto lo perdonó. Jesús nos trae una nueva justicia y santidad del reino. Sin amor, sin perdón no habrá jamás salvación. Por eso la puerta es estrecha para los que no se abren al perdón. Muchos le pedimos a Dios que nos ame y nos perdone. Y la estamos delante de los demás los condenamos y los obligamos a pagar todo lo que nos debe. Ese amor que nos hace falta nos viene de Dios, pues el amó primero. Cada uno de nosotros debe dar razón de su fe. De una fe que no acepta medias tintas o dejarlo para mañana. Es ahora y en este momento. Para vivir en este amor que perdona y viene de Dios necesitamos: 1. Regresar a los Sacramentos. 2. Invertir más tiempo en bendecir que en maldecir. 3. Buscar siempre lo bueno de cada persona. 4. Saber escuchar y no inventar prejuicios. 5. No escuchar malos comentarios para con otros. 6. Saber esperar con alegría cristiana.