Grupo Técnico Nacional de Ciudadanía Ambiental Estrategia Nacional de Promoción de la Ciudadanía Ambiental Versión Preliminar para Consulta Pública Lima, octubre de 2005 Introducción La gestión ambiental puede entenderse como el conjunto de acciones que la sociedad, o parte de ella, emprende a fin de proteger el ambiente, dejando una situación dada para ir hacia otra deseada. Los juicios sobre la situación actual y lo deseable depende de la percepción, valores y cultura de de los actores involucrados. Hoy en día no existe duda sobre que dichos actores no son solo entidades públicas o gubernamentales. Por lo tanto, la gestión ambiental es un proceso permanente y de aproximaciones sucesivas en el cual actores públicos, privados y de la sociedad civil desarrollan un conjunto de esfuerzos específicos con el propósito de preservar, restaurar, conservar y utilizar de manera sustentable el ambiente. Finalmente, la gestión ambiental administra intereses, expectativas y recursos relacionados con los objetivos ambientales de la sociedad en la búsqueda de una mejor calidad de vida para la población. Desde la segunda mitad del siglo pasado los gobiernos han impulsado el desarrollo de políticas específicas destinadas a mejorar el desempeño ambiental de los actores públicos y privados. Durante este período se ha experimentado una evolución de la gestión pública ambiental, es decir, en la regulación ambiental, tanto en lo respecta a los objetivos de la política, en la organización del Estado así como en instrumentos de gestión ambiental. La Gestión Pública Ambiental es hoy en día mucho más compleja, pero al mismo tiempo más abierta a incorporar actores. La Cumbre de Río de Janeiro significó en tal sentido un hito en este proceso, al incorporar de forma activa a distintos grupos de la sociedad civil en la construcción de las políticas que se derivaron de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y e Desarrollo, que fue el nombre oficial de la reunión. Dentro del paradigma del desarrollo sostenible, la mejora de la gestión ambiental requiere de cambios en los patrones de producción y consumo, y por lo tanto es también una reforma de la relación del propio Estado así como de la relación entre este y la ciudadanía alrededor del tema ambiental. A partir de lo señalado, la Estrategia de Promoción de la Ciudadanía Ambiental se inserta dentro del proceso más amplio de Reforma del Estado, incluyendo el proceso de descentralización. Busca contribuir al establecimiento de una nueva relación entre el Estado y la Sociedad basada en la eficiencia y eficacia de la acción estatal, en una concepción del desarrollo centrada en las personas, así como en la construcción de una relación de confianza mutua, sostenida en la transparencia y en la rendición de cuentas. La Estrategia está dirigida principalmente a orientar la acción de las entidades públicas, sin que por ello se deje de lado el papel de las organizaciones de la sociedad civil. Esto es así por dos razones. En primer lugar porque al constituir una política pública tiene en las entidades estatales sus actores principales. En segundo lugar, porque esto implica reconocer el espacio de autonomía de las instituciones de la sociedad civil para plantear sus propios programas, orientaciones y objetivos, así como el ejercicio pleno de su papel de vigilancia y control de la acción estatal. Este papel se inicia con el proceso de consulta de esta Estrategia. I. Elementos Conceptuales sobre Ciudadanía Ambiental En esta sección describiremos las bases conceptuales para la construcción de una Estrategia de Promoción de la Ciudadanía Ambiental en el Perú. Ser ciudadano o ciudadana significa formar parte de una comunidad política, y por lo tanto poseer un conjunto de derechos y responsabilidades que se derivan de la forma como se organiza políticamente dicha comunidad. El fundamento ético o moral de una comunidad política en un mundo con sociedades cada vez más plurales y diversas no puede sostenerse en la imposición de una determinada concepción del bien, ni en tradiciones de un determinado grupo que se desee imponer a todos. Se requiere construir sus bases sobre la base del diálogo y el intercambio de razones y hacerlo operativo en instituciones democráticas. En tal sentido, las opciones que buscan definir que es lo bueno para todos con la simple suma de intereses individuales o que no reconocen la capacidad del ser humano de dar razones y de poder acercarse a la comprensión del prójimo, no son aceptables, ni sostenibles. Sumar y restar intereses individuales puede llevarnos a situaciones profundamente injustas en nombre la eficiencia y la maximización de los beneficios. Olvidarse de la capacidad comunicativa del ser humano, puede conducirnos a una desconexión entre los tomadores de decisiones y la sociedad en su conjunto. Por lo tanto, hoy es necesario entender que el fundamento ético se encuentra en la capacidad de los seres humanos para entenderse unos con otros, y bajo el principio de que las obligaciones que se impongan deben poder ser aceptadas por todos, en el marco de este proceso comunicativo, y considerando el reconocimiento y respeto de la dignidad humana. El bienestar del ser humano es la razón principal de este esfuerzo. Lo señalado anteriormente tiene un correlato político institucional en la forma en que se organizan los estados y la comunidad internacional. La discusión ética es distinta a la discusión que se plantea dentro de los mercados, de los aparatos burocráticos, de los procedimientos legales y en la aplicación de la ciencia para la transformación del mundo. Es la deliberación ética la que permite la crítica de la economía, del propio Estado, de la ciencia, y del derecho. Esta deliberación es ejercida por ciudadanos y ciudadanas, por ese espacio de intercomunicación orientada hacia fines que debe ser la sociedad civil. Sin embargo, el propio proceso de discusión, enmarcado institucionalmente puede contribuir también a soluciones eficientes y mejorar el funcionamiento de los propios sistemas. La búsqueda de las soluciones a los problemas ambientales modernos ha sido influenciada fuertemente por las exigencias de los sistemas económicos, y administrados por el Estado como problemas técnicos. Por ello, en la gestión ambiental han prevalecido el uso de las herramientas de ciencia y la tecnología al momento de enfrentar sus desafíos. Al mismo tiempo, enfoques utilitaristas o la apelación a posiciones con distintos grados de verticalismo han caracterizado muchas de las políticas ambientales. No se ha reconocido que la crisis ambiental es resultado del propio proceso de modernización. El pensamiento instrumental, que tiene su principal expresión en la tecnología moderna y la especialización técnica y científica, ha llevado a la humanidad a niveles inéditos de avances en la capacidad de producir bienes, sin que ello signifique necesariamente una mejor calidad de vida para la gente. No debería importarnos cuantas cosas producimos, sino cuanta vida (o libertad) genera dicho proceso productivo. Así, la contaminación puede convertirse en una restricción a la libertad. Además debe tenerse claro que la crisis ambiental es una consecuencia no deseada de esta modernidad. La solución no es más modernidad como la descrita, sino una nueva que entienda el carácter profundamente político y ético de la situación y que convierta ésta afirmación en reformas institucionales profundas. Entre otras cosas, esto implica una radicalización de la democracia, en una reconexión con la sociedad civil, con la ciudadanía, y un debate intenso de las soluciones a riesgos locales, nacionales y globales, incluyendo desde luego los ambientales. Así, hablar de ciudadanía ambiental implica: a) Entender que en la base de la crisis ambiental se encuentra una crisis ética y política, expresada en la incapacidad de las instituciones locales, nacionales y globales de enfrentar eficazmente los riesgos ambientales. b) Que en consecuencia, enfrentar la crisis implica asumir la agenda de la reforma de las instituciones sobre la base de una visión de la ética que construya consensos fundamentales sobre la base del diálogo y el reconocimiento mutuo. c) Que, la ciudadanía ambiental es una dimensión de “la ciudadanía”, que enfatiza los derechos y responsabilidades con el ambiente, y que ve en el ciudadano y la ciudadana los actores centrales de un cambio hacia la sostenibilidad y la equidad. d) Que, se debe orientar el ejercicio de la ciudadanía hacia la construcción de la institucionalidad democrática, local, nacional y global que nos permita enfrentar en buen pie los retos y desafíos de la crisis ambiental. Por lo tanto, la Ciudadanía Ambiental alude a una dimensión de la ciudadanía que incorpora lo ambiental en el conjunto de derechos y deberes de la persona así como a la reforma de las instituciones sociales, económicas y políticas que enmarcan los procesos de toma de decisiones con contenido ambiental en nuestra sociedad. Dentro de este proceso el principal concepto es de “Participación Ciudadana”. Por ella se entiende el proceso mediante el cual los ciudadanos y ciudadanas, en forma individual o colectiva, inciden en la toma de decisiones públicas en materia ambiental, así como en su ejecución y control.1 Ciudadanía Ambiental: bases legales El concepto de ciudadanía ambiental está vinculado con tres derechos reconocidos por la Ley General del Ambiente, Ley N° 28611: Artículo II.- Del derecho de acceso a la información Toda persona tiene el derecho a acceder adecuada y oportunamente a la información pública sobre las políticas, normas, medidas, obras y actividades que pudieran afectar, directa o indirectamente el ambiente, sin necesidad de invocar justificación o interés que motive tal requerimiento. Toda persona está obligada a proporcionar adecuada y oportunamente a las autoridades la información que éstas requieran para una efectiva gestión ambiental, conforme a Ley. Artículo III.- Del derecho a la participación en la gestión ambiental Toda persona tiene el derecho a participar responsablemente en los procesos de toma de decisiones, así como en la definición y aplicación de las políticas y medidas relativas al ambiente y sus componentes, que se adopten en cada uno de los niveles de gobierno. El Estado concerta con la sociedad civil las decisiones y acciones de la gestión ambiental. Artículo IV.- Del derecho de acceso a la justicia ambiental Toda persona tiene el derecho a una acción rápida, sencilla y efectiva, ante las entidades administrativas y jurisdiccionales, en defensa del ambiente y de sus componentes, velando por la debida protección de la salud de las personas en forma individual y colectiva, la conservación de la diversidad biológica, el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, así como la conservación del patrimonio cultural vinculado a aquellos. Se puede interponer acciones legales aun en los casos en que no se afecte el interés económico del accionante. El interés moral legitima la acción aun cuando no se refiera directamente al accionante o a su familia. Con el fin de hacer operativo el contenido de estos derechos se requieren de mecanismos o instrumentos que la faciliten. Estos mecanismos son conjuntos de reglas y procedimientos que facilitan la incorporación de los ciudadanos en los procesos de toma de decisiones en materia ambiental, así como en la ejecución de las mismas, incluyendo el acceso a la información ambiental y a la justicia ambiental, de conformidad con el marco jurídico vigente 2. Estos mecanismos se desarrollan en distintos ámbitos o áreas de acción. Por ello la Participación Ciudadana puede darse en: 1 2 Artículo 78º del Decreto Supremo Nº 008-2005-PCM. Artículo 79º del Decreto Supremo Nº 008-2005-PCM. a) En la elaboración y difusión de la información ambiental. b) En la elaboración de políticas y normas ambientales y sus respectivos instrumentos de gestión. c) En los planes, programas, y agendas ambientales. d) En la gestión ambiental y en la realización de proyectos de manejo de los recursos naturales. e) En el control y monitoreo ambiental, incluyendo las denuncias por infracciones a la legislación ambiental o por amenazas o la violación de los derechos ambientales. f) En la definición de los presupuestos de las entidades públicas, a través de procesos tales como los presupuestos participativos y en los consejos de participación regional y municipal.3 II. Objetivos de Política La Estrategia de Promoción de la Ciudadanía Ambiental tiene como base el inciso e) artículo 11° de la Ley General del Ambiente, el cual establece que sin perjuicio del contenido específico de la Política Nacional del Ambiente, el diseño y aplicación de las políticas públicas consideran como lineamiento la promoción efectiva de una ciudadanía ambiental responsable, en todos los niveles, ámbitos educativos y zonas del territorio nacional. Para ello se proponen los siguientes objetivos que deben entenderse como parte de la Política Nacional Ambiental: a) El reconocimiento y ejercicio del derecho a un ambiente adecuado, así como los derechos accesorios a este, que son el derecho a acceder a la información ambiental, el derecho de participación ambiental y el derecho de acceso a la justicia ambiental. b) El desarrollo de una estrategia transversal abierta a todos los ciudadanos y ciudadanas del país en las acciones a favor del ambiente, aprovechando el potencial expansivo y universal que posee el concepto de ciudadanía y que es vital para los esfuerzos por alcanzar el desarrollo sostenible. c) La incorporación de lo ambiental en el diseño y aplicación de las instituciones y políticas públicas que orientan los procesos de toma de decisiones. d) La integración de los elementos políticos y éticos en la discusión de lo ambiental. e) Centrar los esfuerzos del desarrollo sostenible en el empoderamiento de todas las personas, dándoles las capacidades y el control sobre decisiones y recursos que determinan su calidad de vida a partir de los componentes ambientales. 3 Artículo 49° de la Ley N° 28611 y el artículo 80º del Decreto Supremo Nº 008-2005-PCM. f) Fortalecer el papel de las instituciones de la sociedad civil en la promoción de la ciudadanía ambiental. III. Líneas Estratégicas La Estrategia de Ciudadanía Ambiental tendrá las siguientes líneas estratégicas: 1. Acceso a la Información, la Participación y la Justicia Ambiental. Una primera línea estratégica está directamente vinculada con el desarrollo del Principio 10 de la Declaración de Rio (1992). Es un compromiso de los Estados el generar los mecanismos que de forma eficiente y eficaz aseguren el acceso de todos los ciudadanos y ciudadanas a la Información Ambiental, a la Participación Ciudadana y a la Justicia Ambiental. Esta línea estratégica implica el desarrollo de instrumentos de distinta naturaleza y alcance por lo que se sugiere dividir esta línea estratégica en tres áreas de acción. a. Mecanismos de Acceso a la Información Ambiental Transparencia b. Mecanismos de Acceso a la Participación Ciudadana c. Mecanismos de Acceso a la Justicia Ambiental y a. Información Ambiental y Transparencia La Transparencia de la Gestión Pública Ambiental constituye la mejor forma de generar incentivos para una actuación acorde a la Ley por parte de todas las entidades públicas y sus funcionarios. Transparentar el poder constituye una característica central de los sistemas democráticos e implica una visión distinta del papel del burócrata o funcionario público con relación a los ciudadanos y ciudadanas. El combate del secretismo y la promoción de una cultura de apertura es, en contra de lo que se suele todavía creer en nuestro país, la mejora forma de generar políticas públicas eficientes y eficaces, y alentar el uso óptimo de los recursos públicos. Al mismo tiempo, debe asegurarse un espacio de acción para la burocracia a fin de que pueda llevar adelante sus objetivos, alentando la profesionalización de la misma. En este punto se propone promover la aplicación de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública en las entidades ambientales. b. Mecanismos de Participación Ciudadana De acuerdo con la normativa vigente, la Autoridad Ambiental Nacional debe establecer los lineamientos para el diseño de mecanismos de participación ciudadana ambiental y promover su utilización. La participación ciudadana debe ser facilitada mediante mecanismos formales adicionales a los previstos en otras leyes y normas que le son aplicables. El diseño de estos mecanismos debe: promover un enfoque transectorial, incorporar el principio del desarrollo sostenible, vincularse con la gestión del territorio, ser flexible a las diferencias socioculturales del país, y priorizar la participación local. Dentro de este marco, las entidades públicas con funciones ambientales tienen las siguientes obligaciones en materia de participación ciudadana: Promover el acceso oportuno a la información relacionada con las materias objeto de la participación ciudadana. Capacitar, facilitar asesoramiento y promover la activa participación de las entidades dedicadas a la defensa y protección del ambiente y la población organizada, en la gestión ambiental. Establecer mecanismos de participación ciudadana idóneos para cada proceso de involucramiento de las personas naturales y jurídicas en la gestión ambiental. Eliminar las exigencias y requisitos de forma que obstaculicen, limiten o impidan la eficaz participación de las personas naturales jurídicas en la gestión ambiental. Velar por que cualquier persona natural o jurídica, sin discriminación de ninguna índole, pueda acceder a los mecanismos de participación ciudadana establecidos. Rendir cuenta acerca de los mecanismos, procesos y solicitudes de participación ciudadana, en las materias a su cargo. Las entidades públicas deben promover la información y la capacitación de las organizaciones dedicadas a la defensa y protección del ambiente y los recursos naturales, así como promover su participación en la gestión ambiental. Un tema vinculado a la mejora de la capacidad de las organizaciones de la sociedad civil, es el generar un programa que promueva el seguimiento de la gestión ambiental pública sobre la base de instrumentos como indicadores de gestión, indicadores de impacto de las política, indicadores de cumplimiento de la normativa ambiental, el acceso a los procesos de evaluación de las políticas ambientales, etc. c. Justicia Ambiental El acceso de los ciudadanos a la justicia ambiental constituye uno de los principales retos de una estrategia de promoción de la ciudadanía ambiental. Esto sucede así porque desde los ámbitos de la responsabilidad administrativa, la responsabilidad civil, la responsabilidad penal y la responsabilidad constitucional, se presentan dificultades al momento de encarar el reto de la problemática ambiental. Por dicha razón, resulta indispensable establecer una agenda de reforma de las barreras al acceso a la justicia ambiental en el país. 2. Sociedad Civil El área estratégica de Sociedad Civil implica el trabajo con las organizaciones y espacios preocupados en discutir los temas ambientales públicos con el propósito de influir en el desarrollo de las políticas públicas con impactos en la gestión ambiental. Esta área es clave he implica en gran medida acciones que deben desarrollarse desde la propia sociedad o en estrecha colaboración con ella. En especial es necesario identificar y desarrollar vías de cooperación entre el Estado y la sociedad civil en las acciones de seguimiento y control de las políticas públicas ambientales y sus instrumentos, en la evaluación de las prestaciones de bienes o servicios con implicancias ambientales y en la coproducción de bienes y servicios ambientales. Es indispensable también considerar las estrategias de empoderamiento de la ciudadanía, permitiendo que, desde una entrada ambiental, se pueda dar a los ciudadanos y ciudadanas un mayor control sobre las decisiones que afectan el ambiente en el que viven y vivirán sus descendientes, y del cual dependen para tener una vida sana y productiva. En esta línea estratégica se propone contar con dos líneas de acción, enfocadas en la relación Sociedad Civil – Estado y en las acciones de empoderamiento de la ciudadanía. a. Vínculos de cooperación Estado – Sociedad Civil b. Empoderamiento de la Ciudadanía 3. Educación y Comunicación Ambiental Esta área estratégica contribuye a la construcción de ciudadanía ambiental formando y despertando conciencia ambiental en los ciudadanos, fortaleciendo en las personas y grupos sociales una mayor comprensión, sensibilidad, conciencia y compromiso que los impulse a participar activamente de la gestión de los factores que caracterizan el ambiente. Como se trata de promover cambios en las acciones de los ciudadanos que afectan al ambiente, la educación y comunicación ambiental desarrolla procesos individuales y colectivos sostenibles mediante acciones educativas que promueven el diálogo y debate, la tolerancia, el respeto, la equidad, la justicia social y la participación activa de todos La problemática ambiental es compleja, tiene que ver con las formas en que los ciudadanos se relacionan con el ambiente; implica cuestiones de orden histórico, social, ético, político, cultural; por ello, la educación y comunicación ambiental juega un importante papel en el proceso de fomentar una nueva cultura ambiental, sustentada fundamentalmente en la prevención. La Política de Educación Ambiental forma parte de la presente estrategia: a. El desarrollo de una cultura ambiental constituida sobre una comprensión integrada del ambiente en sus múltiples y complejas relaciones, incluyendo lo político, social, cultural, económico, científico y tecnológico. b. La transversalidad de la educación ambiental, considerando su integración en todas las expresiones y situaciones de la vida diaria. c. Estímulo de conciencia crítica sobre la problemática ambiental. d. Incentivo a la participación ciudadana, a todo nivel, en la preservación y uso sostenible de los recursos naturales y el ambiente. e. Complementariedad de los diversos pisos ecológicos y regiones naturales en la construcción de una sociedad ambientalmente equilibrada. f. Fomento y estímulo a la ciencia y tecnología en el tema ambiental. g. Fortalecimiento de la ciudadanía ambiental con pleno ejercicio, informada y responsable, con deberes y derechos ambientales. h. Desarrollar programas de educación ambiental, como base para la adaptación e incorporación de materias y conceptos ambientales, en forma transversal, en los programas educativos formales y no formales de los diferentes niveles. i. Presentar anualmente un informe sobre las acciones, avances y resultados de los programas de educación ambiental.4 IV. Instrumentos El desarrollo de la Estrategia supone el diseño y aplicación de un conjunto de instrumentos que permitirán hacer operativa la estrategia y alcanzar los objetivos de política propuestos. Al respecto hemos identificado los siguientes instrumentos: a) Instrumentos Legales: Se requerirán cambios en el marco normativo del nivel nacional y probablemente también en los niveles regional y local de gobierno. Es indispensable guiar el proceso de elaboración de estas normas y adecuarlas a los objetivos de la estrategia b) Instrumentos de Planificación: Es necesario incorporar el tema de la ciudadanía ambiental y sus objetivos en el proceso de elaboración y seguimiento de los principales instrumentos de planificación de corto, mediano y largo plazo. En especial es necesario apuntar hacia los 4 Artículo 127° de la Ley N° 28611, y el artículo 36° de la Ley N° 28245. c) d) e) f) planes de desarrollo, los presupuestos participativos, los planes y agendas ambientales de los distintos niveles de gobierno, el Acuerdo Nacional, etc. Instrumentos Económicos: Es posible establecer instrumentos de mercado que generen empoderamiento por parte de los ciudadanos o que alienten su contribución a la conservación o generación de bienes de relevancia ambiental. Un ejemplo de este tipo de instrumentos en la promoción del pago o retribución por los servicios ambientales. Instrumentos de Coordinación y Cooperación: Es clave contar con instrumentos que promuevan la coordinación y la cooperación en el diseño y aplicación de la estrategia de ciudadanía ambiental entre las distintas entidades públicas y privadas. Instrumentos Financieros: el esfuerzo de impulsar la estrategia implica costos que deben ser financiados mediante distintas fuentes. Las entidades públicas deben responder por la implementación de las medidas que legalmente le correspondan, sin perjuicio de apoyar otras acciones de la estrategia de promoción de la ciudadanía ambiental. Se debe alentar a canalizar otros fondos hacia los programas que identifique y priorice la estrategia. Instrumentos de Comunicación Pública: mediante los cuales se difundirá la estrategia y sus logros, así como se facilitará la discusión pública de sus componentes. V. Plan de Acción Línea Estratégica 1. Acceso a la Información, la Participación y la Justicia Ambiental Línea de Acción Metas 1.1. Mecanismos de Acceso a la Información Ambiental Aplicación de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública y la Ley Nº 28245 en todas las entidades públicas con funciones ambientales. Actividades Aprobación y difusión de la Guía de Transparencia y Acceso a la Información Pública Fortalecimiento del Sistema Nacional de Información Ambiental Establecer una alianza con la Defensoría del Pueblo a fin de promover el uso de los instrumentos de acceso a la información ambiental Responsable Consejo Nacional del Ambiente Organizaciones Involucradas Entidades Públicas de todos los niveles de gobierno. Organizaciones No Gubernamentales Especializadas en temas ambientales Plazo de ejecución 2006-2007 Mecanismo de Seguimiento Entidades públicas cuentan con mecanismos de acceso a la información ambiental. (nivel nacional, regional y municipal provincial) Costos 1.2. Mecanismos de Acceso a la Participación Ciudadana y Transparencia Mejorar la eficiencia, eficacia y legitimidad de los mecanismos de participación ciudadana. Aprobación y difusión de la Guía de Participación Ciudadana. Consejo Nacional del Ambiente Entidades Públicas de todos los niveles de gobierno. 2006-2008 Organizaciones No Gubernamentales Especializadas en temas ambientales Establecer una agenda de reforma de los mecanismos de participación ciudadana en el desarrollo de políticas ambientales. Entidades públicas cuentan con mecanismos de acceso a la información ambiental. (nivel nacional, regional y municipal provincial) Creación de un Programa de Promoción de la Vigilancia y Control Ciudadano Ambiental 1.3 Mecanismos de Acceso a la Justicia Ambiental Iniciar el proceso de reforma legal a fin de eliminar obstáculos al Difundir las experiencias exitosas de participación ciudadana ambiental Elaborar una propuesta de mejora de las disposiciones penales ambientales en Consejo Nacional del Ambiente Congreso de la República Poder Judicial Organizaciones No Gubernamentales especializadas 2006-2007 Código Penal recoge reformas a los tipos penales ambientales acceso a la justicia ambiental el marco de la Reforma del Código Penal Introducir mejoras al régimen de responsabilidad civil a fin de incorporar los casos de daño ambiental y de daño a través del ambiente. Mejorar los mecanismos de fiscalización, incentivos y sanciones en el área administrativa. Sistematizar la jurisprudencia constitucional en materia ambiental. Código Civil y Código Procesal recoge mejoras en la responsabilidad civil Se aprueba Régimen Común de Fiscalización, Control, Incentivos y Sanciones Ambientales Se publica jurisprudencia constitucional en materia ambiental Línea Estratégica 2.Sociedad Civil Línea de Acción Metas Actividades Responsable Organizaciones Involucradas 2.1. Vínculos de cooperación Estado – Sociedad Civil Fortalecer los espacios de concertación en materia ambiental existentes y abrir nuevos espacios. Integrar a las Comisiones Ambientales Regionales en el proceso de construcción de Macroregiones. Representantes de ONG, Universidades y Colegios Profesionales ante el CONAM Integrantes de Comisiones Ambientales Regionales y Municipales Crear las Comisiones Ambientales Municipales en todas las Provincias del país. Presidentes de Comisiones Ambientales Regionales Plazo de ejecución 2006-2007 Gobiernos Regionales Sociedad Civil en general Consejo Sociedad Civil Comisiones Ambientales Regionales y Municipales creadas Las normas ambientales se dictan con mecanismos de consulta Gobiernos Locales Provinciales Consejo Nacional del Ambiente Mecanismo de Seguimiento Incorporar a la sociedad civil en el proceso de elaboración de todas las normas ambientales que dicte el Estado. 2.2. Empoderamiento Generar Crear el 2006-2007 Programa Costos de la Ciudadanía capacidades en los actores públicos para aplicar los mecanismos de promoción de la ciudadanía ambiental Programa Nacional de Promoción de la Ciudadanía Ambiental orientado a que las distintas entidades públicas promuevan la generación de capacidades en los actores involucrados en la gestión ambiental. Establecer un convenio entre sociedad civil y Estado para capacitar a actores públicos en las áreas de participación ciudadana, acceso a la información y a la justicia ambiental. Nacional del Ambiente en General Nacional de Promoción de la Ciudadanía Ambiental en ejecución La consulta pública de la estrategia se desarrollará en tres fases: a) Consulta a través de las Comisiones Ambientales Regionales. b) Consulta electrónica c) Taller Nacional de Ciudadanía Ambiental En la primera fase, correspondiente al período octubre-noviembre de 2005 se enviará la propuesta de Estrategia a fin de que se discutida en las reuniones de las Comisiones Ambientales Regionales. Cada Presidente de CAR remitirá sus aportes a la Gerencia de Gestión Transectorial ([email protected]). Al mismo tiempo, el CONAM confeccionará una Página Web denominada “Ciudadanía Ambiental” en la cual se difundirá entre otras cosas la propuesta de Estrategia de Promoción de la Ciudadanía Ambiental. (www.conam.gob.pe/ciudadania) A fines 2 de diciembre realizará el Taller Nacional en donde se realizarían además presentaciones sobre el tema. Un informe sobre la Estrategia Nacional de Promoción de la Ciudadanía Ambiental se presentaría en el VI EcoDiálogo Nacional a realizarse en el mes de febrero de 2006.