El Hombre Elefante (THE ELEPHANT MAN) David Lynch Nº 2 (FEBRERO 2007) – LA GOMERA SINOPSIS John Merrick es severamente deformado al nacer por una extraña enfermedad. Su cara, groseramente desfigurada, muestra los rasgos de un elefante. Atrapado en un espectáculo ambulante de criaturas deformes, Merrick sufre el tormento de ser un desecho de la sociedad hasta que un joven cirujano, el doctor Frederick Treves le rescata. Al poco tiempo, Treves descubre que tras la monstruosa fachada de Merrick yace un hombre amable y apacible. FICHA ARTÍSTICA Dr. Frederick Treves.............................................. ANTHONY HOPKINS John Merrick (el hombre elefante) ...................................... JOHN HURT Mrs. Kendal..............................................................ANNE BANCROFT Carr Gomm................................................................. JOHN GIELGUD Mothershead .............................................................. WENDY HILLER Bytes ........................................................................FREDDIE JONES FICHA TÉCNICA Duración....................... 125 min. Nacionalidad.....................EEUU. Año de Producción .............. 1980 (B/N) Dirección ............... DAVID LYNCH Productora ...........BROOKS FILMS Productor ..... JONATHAN SANGER Guión.... D. LYNCH, E. BERGREN .............CHRISTOPHER DE VORE Fotografía ..... FREDDIE FRANCIS Montaje ........... ANNE V. COATES Música ................ JOHN MORRIS Dir. Artística ...... STUART CRAIG R. CARTWRIGHT, HUGH SCAIFE Vestuario ........ PATRICIA NORRIS EL DIRECTOR: DAVID LYNCH David Keith Lynch, nació el 20 de enero de 1946 en un pequeño pueblo de Montana llamado Missoula, Estados Unidos. En 1961, Lynch y su familia se mudaron del noroeste a Virginia. A los 19 años empezó a acudir a diferentes escuelas de arte, las cuales iba abandonando, hasta que en 1965, ingresó en la Pennsylvania Acadamy of Fine Arts (PAFA), de Philadelphia, donde su inclinación por la pintura se hizo manifiesta. La faceta como pintor de Lynch es bastante desconocida. De hecho, la idea de hacer cine le vino cuando, al contemplar uno de sus cuadros, deseó que la pintura se pudiera mover. El resultado fue su primer cortometraje experimental: Seis hombres vomitando. Sus siguientes cortos El alfabeto y La abuela, son pesadillas infantiles acerca del miedo a la educación y a una familia represora. Pero su verdadera etapa profesional comenzó en Los Ángeles, en 1976 con Cabeza borradora, su primer largometraje. Su filmografía posterior está caracterizada por una estética surrealista y su obsesión por explorar el lado oscuro de la mente humana. En ella destacan también títulos como Carretera perdida, Una historia verdadera y Mulholland Drive. Ha sido nominado tres veces al Oscar a mejor director. FILMOGRAFÍA PRINCIPAL DEL DIRECTOR 1966 1977 1980 1984 1986 1990 1992 1996 1999 Seis hombres vomitando (cortometraje) (Six figures getting sick) Cabeza Borradora (Eraserhead) El hombre elefante (The elephant man) Dune (Dune) Terciopelo azul (Blue velvet) Corazón salvaje (Wild at heart) Twin Peaks (el diario de Laura Palmer) (Twin Peaks:Fire walk at me) Carretera perdida (Lost Highway) Una historia verdadera (The straight story) 2001 2006 Mulholland Drive (Mulholland Drive) Inland Empire (Inland Empire) GALARDONES PREMIOS BAFTA 1981 (34ª Ed.) Mejor Película Mejor Actor (John Hurt) Mejor Diseño de Producción (Stuart Craig) COMENTARIO Comprendo que la gente diga que lo que hay en las películas es extraño o grotesco, pero el mundo es extraño y grotesco. Dicen que la realidad es más extraña que la ficción. Todo lo extraño que hay en una película está generado por este mundo, así que no puede ser tan extraño. Lo que más me gusta es el absurdo. (David Lynch). La Neurofibromatosis es una afección tumoral de los nervios periféricos y se traduce normalmente en unas manchas y pequeñas tumoraciones que recubren el cuerpo del enfermo, pero en el caso real del protagonista del film, John Merrick, se convirtieron en auténticas masas deformes que convirtieron su cuerpo y, especialmente, su cabeza, en una entidad absolutamente monstruosa. Partiendo de esta circunstancia, el director de cine norteamericano David Lynch aborda su segundo film siguiendo su estilo habitual de crear atmósferas y ambientes, sin duda alguna influenciado por su pasión por la pintura. Filmado en formato scope ("prefiero el cinemascope, es más difícil para rodar porque los objetivos no son tan rápidos así que hay que hacer algunas concesiones, pero es un gran formato") y en maravilloso blanco y negro, que, sin duda alguna, acentúa el carácter poético y onírico del film. Lynch narra con ritmo y tempos perfectamente medidos, con absoluta sobriedad y elegancia casi inglesa, un film que bien podría haber caído en sensacionalismo visual y sentimental. Así, con perfecto dominio de cámara, lentamente nos va introduciendo en el ambiente y en la psicología del personaje y su entorno siguiendo la línea esencial narrativa: un cine tendente a impactar al espectador con lo inesperado. Ambientada en el Londres victoriano de 1884, de calles estrechas y oscuras, de ambientes sórdidos que casi nos retraen al ambiente de la obra de Charles Dickens, Oliver Twist. Una sociedad que comienza el despegue con la Revolución Industrial, pero que arrastra los miedos y las supersticiones, elementos que dan pie al cineasta para hacer una reflexión y al mismo tiempo una metáfora del conjunto de prejuicios y atavismos que llevamos los mortales en todas las generaciones. De hecho, si observamos, es en esta década de 1980 cuando aparece la enfermedad del Sida y toda la parafernalia que se creará en torno a ella. De la misma manera, en el caso que nos ocupa de esta película, David Lynch no hace otra cosa que seguir la línea temática de un aspecto que el cine ha tocado ya en precedentes realizaciones abordando la curiosidad, morbosa en muchos casos, de los seres humanos y mostrar sus debilidades, complejos, prejuicios y reacciones ante seres que arrastran deformidades o que no se contemplan como normales. La tradición cinematográfica nos mostró anteriormente en filmes como King Kong (Merian C.Cooper y Ernest B. Schoedsack 1933), Frankenstein (James Whale, 1931), El hombre lobo (George Waggner, 1941) Waggner, 1941) seres irreales junto a multitud de personajes míticos, legendarios y de "posible existencia" como el fantasma de la Ópera o el jorobado de Notre Dame, hasta los más históricos (como el de la película que nos ocupa) o El niño salvaje (Truffaut, 1970), El enigma de Gaspar Hauser (Werner Herzog, 1974) sin olvidar la mítica Freaks (Tod Browning, 1932), toda una galería de retratos de personajes instalados en nuestro inconsciente que sirven para evocar y catalizar los temores más profundamente desconocidos y ocultos de nuestra mente. Así Lynch ha dotado a El hombre elefante de características afines a otras tantas películas que se mueven a lo largo de la endeble frontera marcada por lo real y lo irreal, lo conocido y lo desconocido, que pueden tener por "vecinos" al miedo directo o la fantasía onírica, pero que no llegan a participar estricta y exclusivamente de ninguno de ellos. Se destaca del film la ternura del personaje, cierta bondad, ingenuidad e indefensión en un entorno de rechazo, una metáfora de la soledad y la búsqueda de la ayuda y comprensión que aquí consigue con la ayuda de otros "monstruos de feria" en una de las secuencias más poéticas del film. Pero, desde mi punto de vista, David Lynch ha tenido el acierto de evitar caer en el estilo narrativo del cine de terror de la casa inglesa Hammer (el film reúne ciertas claves visuales y estéticas de ese tipo de cine) no incurriendo en la visión truculenta de los hechos. A ello contribuye el esfuerzo de Lynch, como ya mencioné anteriormente, por una planificación sencilla y clásica con la que retrata por igual tanto al protagonista como al resto de los personajes. Por último una consideración que me parece interesante y que quiero añadir brevemente: El hombre elefante es una brillante autorreflexión sobre el sentido del espectáculo. Al principio Merrick es objeto de representación como "animal de feria", luego en manos del doctor Treves (Anthony Hopkins) que lo presenta a sus colegas como fenómeno de la naturaleza, más adelante su presentación a la aristocracia victoriana así hasta llegar al momento en el que una vez en el teatro se convierte simultáneamente en espectador y a la vez objeto de la representación al ser presentado en público entre los asistentes que le aclaman incondicionalmente. Con ello, pues, el doctor logra el proceso de integración social del monstruo al confundir la integración de su aspecto social con los rasgos de normalidad. Merrick (el personaje real) fue un ser mentalmente sano y con un espíritu romántico propio de la época llegando a ser un protegido de la princesa Alexandra de Gales. Falleció en 1890. Dice David Lynch que el cine debe tener fuerza. La fuerza del bien y la fuerza de la oscuridad, para que puedas tener escalofríos y agitar las cosas un poco. Si te apartas de estas cosas, caes en picado en la basura de lo tibio. SOBRE EL REPARTO ANTHONY HOPKINS JOHN HURT Nacido el 31 de diciembre de 1937 en Port Talbot, West Glamorgan (Gales. Anthony encontró en su adolescencia el rumbo definitivo a su vida: la interpretación. Para desarrollar profesionalmente esta vocación estudió en la College Of Music and Drama de Cardiff (Gales) y en la Royal Academic of Dramatic Arts de Londres. Tras concluir sus estudios Hopkins brilló con sus actuaciones teatrales con la National Theatre en el Old Vic. Aunque apareció anteriormente en "The white bus" de Lindsay Anderson, su primer papel importante en el cine fue al lado de Katharine Hepburn y Peter O'Toole en "El león en invierno" (1968), una película dirigida por Anthony Harvey. Después de una larga carrera en el teatro, en el cine y en la televisión, Anthony Hopkins alcanzó la fama mundial al interpretar al Dr. Hannibal Lecter en "El silencio de los corderos" (1991). Esta actuación le valió además el Oscar de Hollywood.Con posterioridad volvería a ser nominado por "Lo que queda del día" (1993), "Nixon" (1995) y "Amistad" (1997). Su último estreno es "Bobby" (2006), drama biográfico de Robert F. Kennedy. Nacido el 22 de enero de 1940 en Chesterfield, Derbyshire, Inglaterra, hijo de un pastor anglicano. Su última película estrenada es "La mandolina del capitán Corelli", pero hay pocos actores que sepan combinar sus trabajos alimenticios, como éste, con obras de riesgo y calidad. Próximamente le veremos en la cinta "Harry Potter y la piedra filosofal". Pero en 1980, sin ir más lejos, intervino en dos cintas míticas "La puerta del cielo" Michael Cimino y "El hombre elefante" de David Lynch compartiendo set con Anthony Hopkins. Dos películas hermosas y arriesgadas. Una supuso el derrumbe de un estudio y la otra que nadie reconociera al actor por el papel a causa del maquillaje. John Hurt era el irreconocible, tierno y deformado, John Merrick, el hombre-elefante, tras siete horas de maquillaje al día. Él fue quien convenció a David Lynch, director del filme, de que tardara en vérsesele la cara a Merrick, su personaje. "Él lo negará por supuesto", dice Hurt. Saber de drama además de vivirlo. LA CRÍTICA OPINA El hombre elefante sigue siendo un film memorable, donde la labor de todo un equipo logró una obra, si no maestra, cuando menos magnífica, y su director, el genial David Lynch, que ya demostrara ser un verdadero amateur mucho antes de que hiciera la maravillosa Una historia verdadera (…) Es el retrato de la monstruosidad del ser humano frente a lo desconocido o diferente, frente al monstruoso aspecto físico de un hombre condenado desde su nacimiento de forma implacable y cruel. También es una conmovedora historia sobre el deseo de ser amado y respetado. John Merrick, interpretado soberbiamente por John Hurt, es el catalizador de lo primero, y el ingenuo representante de lo segundo (…) Mas lo mejor de la propuesta es el trabajo de adueñamiento de Lynch, que lleva a su terreno estilístico la historia, extrayendo los aspectos más coincidentes con sus intereses artísticos, del personaje y su historia, y mostrando un extraordinario talento para poner todo ello en escena de manera concisa y hermosa. José David Cáceres – www.miradas.net www.auladecine.ulpgc.es