construyendo un puente de solidaridad, un programa de acción

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CONSTRUYENDO UN PUENTE DE SOLIDARIDAD, UN PROGRAMA DE ACCIÓN
SOCIAL A DESARROLLAR POR EL COLEGIO
Rafael Izquierdo
Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos
Profesor Emérito de la UPM
Presidente de Desarrollo y Asistencia (DA)
RESUMEN
Con el fin de impulsar actividades de acción social, el Colegio y la Demarcación de Madrid han firmado sendos
Convenios de Colaboración con la Fundación Desarrollo y Asistencia, cuyos objetivos principales son difundir el
espíritu de solidaridad entre los colegiados, promover el voluntariado social y atender, prioritariamente a aquellos
compañeros que, por encontrarse en situación de dependencia, necesitan de atención.
Se trata de desarrollar el programa “Construyendo un Puente de Solidaridad” que permitirá formar, dentro de cada
Demarcación, un grupo de ingenieros voluntarios que dediquen dos horas semanales a atender a nuestros
compañeros necesitados, contribuyendo a la consecución de una sociedad más justa y humana.
Asimismo, DA elaborará una “Guía para el Jubilado de la Comunidad de Madrid”, con información completa de
las diferentes prestaciones sociales y sanitarias que ofrecen los servicios públicos, a las cuales tienen derecho a
acogerse los compañeros en situación de dependencia. También colaborará en acciones de reflexión sobre
cuestiones sociales, organizando varias conferencias anuales. La idea es extender las actuaciones que vayan
desarrollándose con éxito en la Demarcación de Madrid a las restantes Demarcaciones y establecer una Red de
Voluntariado que permita el intercambio de las experiencias y sugerencias que se lleven a cabo.
1.- El problema de nuestros ingenieros mayores y el programa de acción social del Colegio
de Ingenieros de Caminos
Dos son los problemas con los que se enfrentan o deberán enfrentarse inevitablemente, en su
momento, nuestros compañeros mayores, jubilados o en fase de prejubilación, los cuales
dependen de su situación, estado físico, anímico, psíquico, etc: Para aquellos que están en
plenitud de sus facultades y capacidades mentales y sociales el problema principal suele ser
rellenar el vacío originado por la falta de actividad profesional y ocupar el tiempo libre que
dispone, evitando incurrir en posibles depresiones. Para aquellos otros que desgraciadamente,
debido a la edad, enfermedad o cualquier otra causa, están en situación de dependencia o
semidependencia, el problema mayor suele ser el del aislamiento, soledad, etc.
El programa de voluntariado “Los mayores atendidos por voluntarios mayores”, que viene
desarrollando la ONG Desarrollo y Asistencia (DA) en la Comunidad de Madrid, responde
1
precisamente a ambas necesidades: ocupar en labores de voluntariado a personas mayores aún
activas, por una parte, y, simultáneamente, mejorar la calidad de vida del mayor que vive en
soledad o en situación de dependencia. Con ello se contribuye a un envejecimiento más
saludable, tanto para los primeros, cuya actividad asegura un mejor envejecimiento, como para
los segundos, cuya vida en soledad y en necesidad requiere de atenciones que palíen los efectos
negativos sobre su salud.
Según cifras del Colegio de Ingenieros de Caminos, en la Demarcación de Madrid hay 20
ingenieros de más de 90 años, 21 con edad comprendida entre 85 y 90 años y alrededor de 100
entre 80 y 85 años. Aunque todavía no se conoce quiénes están en situación de dependencia o
semidependencia para ser atendidos, lo que sí es cierto es que muchos de ellos, a pesar de haber
traspasado la barrera de la edad laboral activa, conservan buenas capacidades y pueden
contribuir, ahora a través de la labor voluntaria, a la mejora de la sociedad y a hacer más
llevadera y gratificante la vida de sus compañeros necesitados de compañía y afecto. Esta ayuda
puede ser extensiva, asimismo, a sus cónyuges, familiares cercanos o cuidadores que también
necesitan momentos de respiro, información y sustitución. Por otra parte, hay que resaltar que los
voluntarios mayores que prestan estos servicios reciben como beneficio añadido el de
permanecer en un envejecimiento activo que contribuye a un mejor estado de salud.
Como Presidente de la ONG de interés social y sin ánimo de lucro, mencionada anteriormente, Desarrollo y Asistencia (DA)-, cuya misión es ser cauce y motor de solidaridad, mediante la
promoción, formación y coordinación de voluntariado en beneficio de conciudadanos de la
Comunidad de Madrid que se encuentren en situación desfavorecida, estoy impulsando el
voluntariado social con el fin de fomentar la cultura de la solidaridad y de los valores humanos.
Por otra parte, como ingeniero de caminos -jubilado y, por fortuna, todavía en plenitud de mis
facultades- estoy preocupado, en primer lugar, por aquellos otros compañeros jubilados, o en
situación próxima a la jubilación, que pueden seguir desarrollando sus capacidades y mantener
una actividad plena en favor de los más desfavorecidos, contribuyendo a la mejora de la
sociedad, de la que tanto han recibido a lo largo de su vida profesional y, en segundo lugar, por
aquellos otros compañeros que abrumados por la enfermedad, discapacidad o soledad puedan
encontrarse en situación de dependencia o semidependencia.
Es por ello por lo que Desarrollo y Asistencia ha venido gestionando con el Colegio una
colaboración con el fin de ofrecer a sus colegiados la posibilidad de hacer voluntariado social,
proporcionarles información sobre técnicas de envejecimiento activo y saludable -“la tercera no
es la vencida”, es uno de los lemas de DA-, asistir a aquellos otros compañeros que, por su
estado o situación, necesiten nuestro apoyo, compañía y afecto, y detectar previamente a los que
necesitan nuestra ayuda.
Es un programa ambicioso y novedoso, que hemos denominado ”Construyendo un Puente de
Solidaridad”, que se encuadra en el marco de fomento del voluntariado de las políticas sociales
de las Administraciones Públicas y que responde, asimismo, a la preocupación del Colegio por
los temas sociales, no solo en el ámbito de la cooperación al desarrollo sino también en el del
voluntariado social. El nombre del proyecto es por sí mismo suficientemente elocuente: se trata
de establecer una comunicación directa entre ingenieros desfavorecidos e ingenieros que estén
dispuestos a ayudarles, prestándoles algunas horas de su tiempo, y a transmitirles afecto y cariño.
El resultado de esta gestión ha sido la firma de dos Convenios de Colaboración entre DA, por
una parte, y el Colegio de Caminos (Sede Central) y la Demarcación de Madrid, por otra, que se
comentarán posteriormente. Antes, me gustaría hacer una breve referencia a lo que es, y debe
ser, el voluntariado social, el papel que está desempeñando en nuestra sociedad y las actividades
que, en este campo, está llevando a cabo Desarrollo y Asistencia, que tras doce años de intenso
trabajo en la Comunidad de Madrid agrupa a 1.200 voluntarios. Y todo ello con el ánimo de
involucrar a mis compañeros en tan generosa y no menos gratificante tarea.
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2.- Qué es en realidad el voluntariado social
El voluntariado está de moda; es una actividad que, aunque ha venido desarrollándose desde
hace largo tiempo, en los últimos años ha tenido gran auge, debido principalmente a los cambios
que se han operado en la sociedad y a la mayor sensibilización de los ciudadanos hacia los
problemas sociales. Ello ha originado, asimismo, un cambio en las políticas sociales de los
poderes públicos y de las empresas privadas que, como pone de manifiesto el estudio realizado
por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (MTAS) sobre el “Diagnóstico de la situación
del voluntariado en España” (1), han ido asumiendo paulatinamente su responsabilidad social,
comenzando a participar en proyectos de acción social en colaboración con ONG’s, en el marco
de lo que es la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), entendida como el compromiso
voluntario de la empresa con el desarrollo sostenible de la sociedad y la preservación del medio
ambiente.
Siguiendo a varios autores, puede afirmarse que el voluntariado, que surge de la propia sociedad
y evoluciona con ella, aparece como una forma de participación organizada de la ciudadanía que
ha asumido libremente el compromiso de cooperar en la solución de los problemas que afectan a
la sociedad en su conjunto, contribuyendo al desarrollo social.
Muchas son las definiciones que se han dado del voluntariado, definiciones que responden o se
basan más bien en los rasgos que le caracterizan. La definición que da el Diccionario de la
Lengua -conjunto de las personas que se ofrecen voluntarias para realizar algo- es muy amplia,
pero imprecisa e incompleta en nuestro caso, ya que no responde a lo que en la realidad se
entiende por voluntariado, en concreto el voluntariado social.
Entre las diversas definiciones que dan distintos autores e instituciones, tanto nacionales como
supranacionales, pueden destacarse a nuestros efectos las que recogen la Ley española 5/1996, de
15 de enero, del Voluntariado y la Declaración Universal del Voluntariado.
La ley española, que parte de considerar que la satisfacción de los intereses generales ha dejado
de ser responsabilidad exclusiva del Estado para ser una tarea compartida entre Estado y
sociedad y que la acción voluntaria se ha convertido en uno de los instrumentos básicos de
actuación de la sociedad civil en el ámbito social, define el voluntariado como el “conjunto de
actividades de interés general, desarrolladas por personas físicas, siempre que las mismas no se
realicen en virtud de una relación laboral, funcionarial, mercantil o cualquier otra retribuida y
que reúna los siguientes requisitos:
•
•
•
•
que tengan carácter altruista y solidario
que su realización sea libre
que se lleven a cabo sin contraprestación económica
que se desarrollen a través de organizaciones privadas o públicas y con arreglo a
programas o proyectos concretos”
Estos requisitos responden a los principios que contiene la Declaración Universal del
Voluntariado, aprobada en el Congreso Mundial de París, en 1990, (2) que considera al
voluntariado como una forma de participación activa del ciudadano en la vida de las
comunidades, la cual responde a una decisión voluntaria que se apoya sobre motivaciones y
opciones personales, contribuyendo a mejorar la calidad de vida, a crear un mundo más solidario
y a fortalecer el desarrollo económico y social. En cuanto a los elementos que caracterizan el
voluntariado, establece prácticamente los mismos que contiene nuestra ley, mencionados
anteriormente.
Cabe señalar que las distintas Comunidades Autónomas disponen en la actualidad de su propia
normativa relativa al voluntariado que responde a principios análogos a los de la ley estatal.
3
En lo que se refiere a precisar el concepto de actividades de interés general, la ley señala como
tales las asistenciales, de servicios sociales, las cívicas, educativas, culturales, deportivas,
sanitarias, de cooperación al desarrollo, de defensa del medio ambiente, etc.
Es importante resaltar la diferencia que se establece entre actividades asistenciales de acción
social y las relacionadas con la cooperación al desarrollo, hasta el punto de que la disposición
adicional segunda de la ley estatal está dedicada exclusivamente a éste último voluntariado,
estableciendo que los voluntarios que prestan tales servicios, cuyos requisitos pueden variar
respecto a los citados anteriormente, participan en la gestión o ejecución de programas de la
cooperación oficial española para el desarrollo, como establece la Ley 23/1998, de 7 de julio, de
Cooperación Internacional para el Desarrollo.
Con ello se intenta poner de manifiesto la diferencia que existe entre ambos tipos de voluntariado
y que si bien el ingeniero de caminos suele inclinarse más por éste último, dado que puede tener
más relación con su actividad profesional, también tiene la puerta abierta para hacer voluntariado
social, atendiendo las necesidades de sus vecinos más próximos, sin necesidad de participar en
proyectos para países en vías de desarrollo, ni de salirse de su entorno social.
En cuanto se refiere a los voluntarios, es decir las personas físicas que se comprometen a realizar
las actividades anteriormente mencionadas, la ley establece sus derechos y obligaciones, la
forma de incorporarse a las organizaciones que cumplan los requisitos legales establecidos, los
incentivos de que pueden disfrutar fijados por la Administración como medida de fomento del
voluntariado, etc..
3.- Las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y el voluntariado
Las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) constituyen en el momento actual el principal
agente en materia de voluntariado, sin por ello dejar de destacar el importante papel que
desempeñan los poderes públicos en materia social y recientemente las empresas dentro del
marco de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
Constituyen organizaciones sin ánimo de lucro ni dependencia del gobierno que persiguen
objetivos de interés general. Son muchas y variadas las acciones que pueden desarrollar que van
desde ls propiamente asistenciales hasta las sanitarias, culturales, educativas, deportivas y
laborales, pudiendo revestir la forma de asociaciones, fundaciones, cooperativas, mutualidades,
sociedades laborales y cajas de ahorro.
Como bien señala el estudio del MTAS, anteriormente citado, las ONG se rigen por principios y
valores basados en la solidaridad y la justicia social, velando por los intereses de las personas,
trabajando en la cobertura de las necesidades que detectan en la sociedad y destinando sus
posibles excedentes económicos a favorecer el objetivo de sus actividades.
Su gran desarrollo, su influencia social y su gran contribución al bienestar social han hecho que
el conjunto de todas estas organizaciones formen lo que ha venido a denominarse el Tercer
Sector -la llamada Economía Social del mundo desarrollado- para diferenciarlo del sector
público y del sector privado o mercantil. La reciente Ley 32/2006, de 14 de diciembre, de
Promoción y Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia,
conocida más bien como Ley de Dependencia, define al Tercer Sector como el conjunto de
“organizaciones de carácter privado surgidas de la iniciativa ciudadana o social, bajo diferentes
modalidades que responden a criterios de solidaridad, con fines de interés general y ausencia de
ánimo de lucro, que impulsan el reconocimiento de los derechos sociales”. La propia ley pone de
relieve su importancia al incluir entre los principios que la inspiran la participación del Tercer
Sector en los servicios y prestaciones de promoción de la autonomía personal y atención a la
situación de dependencia. Por otra parte, ha venido a convertirse en la base del cuarto pilar del
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actual Estado de Bienestar, junto con la educación, la sanidad y las pensiones. Su participación
en la economía nacional es del orden del 5% del PIB, correspondiendo el 1,1% a las ONG de
Acción Social que son quienes absorben la mayor parte del voluntariado..
Aunque son escasos los datos estadísticos de que se dispone y al provenir de diferentes fuentes
discrepan entre sí, es interesante aportar algunas cifras para poner de manifiesto la importancia
que tienen en la actualidad las ONG de Acción Social en España. Para ello se ha acudido a la
información que aporta el MTAS, contenida en el estudio realizado en el año 2005 sobre el
diagnóstico de la situación del voluntariado, al que ya se ha hecho referencia reiteradamente. En
total son más de 15.000 las ONG de Acción Social -alrededor del 10% del tercer sector-que
existen en España en las que trabajan alrededor de 1.400.000 personas de las que
aproximadamente el 80%, es decir más de 1.000.000, son voluntarios, lo que significa que
alrededor del 2% de la población total colabora en entidades de acción social como voluntarios
(3).
A pesar del fuerte crecimiento que ha experimentado el voluntariado en España, sobre todo a
partir de la última década del pasado siglo, sin embargo estamos todavía muy atrasados con
relación a los países de la Unión Europea y USA. Basta señalar a este respecto que, según las
cifras de que se dispone relativas a 1999, en España solamente el 5,6% de las personas adultas
hicieron voluntariado en dicho año, frente al 56% en el caso de USA, el 48% en el Reino Unido,
el 30% en Alemania y el 13% en Francia (4).
De ello se desprende que si queremos converger con relación a los países comunitarios más
desarrollados -objetivo básico de nuestra política económica- no basta con converger en términos
económicos, donde ya hemos obtenido grandes avances (en concreto en términos de PIB), sino
que también es preciso converger en términos de solidaridad y aproximarnos a la media de las
magnitudes sociales, entre ellas con las que se relacionan con el voluntariado como exponente
más claro de justicia y solidaridad.
A este fin responde el esfuerzo que lleva realizando la ONG Desarrollo y Asistencia por
transmitir el espíritu de solidaridad y promover la acción de voluntariado en la sociedad, en
concreto en instituciones, empresas y otros colectivos, entre ellos los colegios profesionales.
4.- La Fundación Desarrollo y Asistencia, ONG de voluntariado social
En apartados anteriores ya se ha hecho alguna referencia a Desarrollo y Asistencia, ONG que el
pasado mes de julio firmó dos Convenios de Colaboración con el Colegio y la Demarcación de
Madrid, respectivamente, para promover el voluntariado entre los colegiados, especialmente
entre compañeros mayores, y poder prestar atención a aquellos otros compañeros que estén en
situación de dependencia o semidependencia.
Antes de comentar los objetivos y alcance del proyecto a desarrollar por DA, proyecto al que se
le dado un nombre eminentemente ingenieril, Construyendo un Puente de Solidaridad”, es
pertinente hacer una breve presentación de la ONG y de los programas que está realizando.
Desarrollo y Asistencia es una Organización No Gubernamental de interés social y sin ánimo de
lucro, que reviste la forma de fundación y que desde hace doce años viene realizando sin
interrupción actividades de voluntariado social dentro de la Comunidad de Madrid (5).
Como ya se ha mencionado en el apartado 2, su misión, según figura en sus estatutos
fundacionales, es la de ser cauce y motor de solidaridad, mediante la promoción, formación y
coordinación de voluntariado en beneficio de conciudadanos que se encuentren en situación
desfavorecida, contribuyendo así a una sociedad más justa y más humana.
De aquí que su objetivo principal sea, por una parte, desarrollar programas de atención a
5
personas de cualquier edad y condición que se encuentren en situación de necesidad por soledad
(¡qué grave problema es el de la soledad!), enfermedad, marginación, discapacidad, cualesquiera
que sean sus causas y, por otra, atender las necesidades de dichas personas por medio de la labor
que, con gran generosidad, abnegación y desprendimiento, desarrollan nuestros voluntarios.
Como objetivos concretos pueden citarse, entre otros, los siguientes:
• ayudar en su propio ámbito a las personas que sufren por motivos de discapacidad,
enfermedad, marginación, soledad o enfermedad, convocando para ello a todos
aquellos ciudadanos que tengan capacidad de atenderlos
• apoyar a las familias de las personas atendidas, ofreciéndoles nuestro respaldo
dándoles un tiempo libre, a la vez que nuestro apoyo (lo que se llama respiro familiar)
• establecer lazos de apoyo mutuo entre los voluntarios, buscando con ello su desarrollo
y enriquecimiento como personas
• promover el voluntariado y contribuir a la cohesión social, difundiendo el valor de la
solidaridad, apelando a la responsabilidad individual de los ciudadanos y
contrarrestando el individualismo egoísta que está proliferando en la vida de las
grandes ciudades
• fomentar el derecho que toda persona tiene -de acuerdo con el contenido del artículo
9.2 de la Constitución española- a participar en la sociedad, entendiendo el
voluntariado como una forma más de ejercer dicha participación
De acuerdo con estos objetivos, Desarrollo y Asistencia, a lo largo de sus doce años de
existencia ha logrado crear un espacio común de solidaridad en el que conviven alrededor de
1.200 voluntarios de diferentes procedencias, creencias, ideologías, situaciones económicas, etc.,
que comparten una misma preocupación, la dignidad de la persona. DA se ha convertido en el
puente de solidaridad de mayor luz que se haya podido proyectar y construir, que permite unir
los deseos de aquellas personas que están dispuestas a ceder parte de su tiempo con las
necesidades de personas carentes muchas veces de afecto, cariño o compañía que están
reclamando nuestra ayuda.
Seis son los programas que se vienen desarrollando hasta la fecha, y se dice hasta la fecha
porque DA está pendiente de incorporar nuevos programas para poder atender necesidades
emergentes. Son estos programas y las tareas que se realizan dentro de cada uno, los siguientes:
1. Centros hospitalarios públicos: acompañamiento de pacientes internos y apoyo a sus
familiares, atención como guías-acompañantes y apoyo e información en urgencias
2. Ayuda a domicilio: acompañamiento en domicilio, paseos fuera del mismo, pequeñas
gestiones, salidas puntuales en grupo e individuales, etc., con personas que señalan los
trabajadores sociales de los distritos municipales
3. Residencias de personas mayores: acompañamiento, participación en terapias sencillas,
colaboración en talleres y actividades lúdicas, etc., bajo la supervisión de los
profesionales del centro
4. Centro Municipal de Acogida de San Isidro: acompañamiento, ayuda en pequeñas
gestiones (regularizar papeles, tramitar DNI, recibir algún tratamiento médico, clases de
alfabetización, etc.
5. Centro de Educación Especial y Ocupacionales: salidas de adaptación al entorno, aula de
ocio y tiempo libre, actividades de deporte y acompañamiento en domicilio para alumnos
que padecen una o varias discapacidades psíquicas y, a veces, físicas.
6. Mayores atendidos por voluntarios mayores: promoción y formación de voluntarios
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mayores, promoción del envejecimiento activo y saludable, sesiones formativas y
distribución de material informativo, etc.
Por la relación que tiene este último programa con el proyecto Construyendo un Puente de
Solidaridad, a desarrollar por DA para el Colegio, conviene analizar el alcance que tiene esta
actividad que se viene desarrollando desde finales del año 1995 por impulso de un grupo de
jubilados y que constituyó el punto de partida de lo que hoy es Desarrollo y Asistencia. Basta
añadir que alrededor del 50% de los voluntarios actuales son mayores de 60 años y conforman su
principal motor.
Se trata de un programa de voluntariado donde mayores activos atienden a otros mayores en
situación de necesidad, enfermedad, riesgo de exclusión social, a lo que se suma el problema
común de la soledad. Dicha atención se realiza en el propio domicilio del mayor o en centros
hospitalarios y residencias. El programa responde a dos necesidades sociales: la primera, mejorar
la calidad de vida del mayor, fundamentalmente aquel que vive en soledad, y la segunda, ocupar
en labores de voluntariado a personas mayores aún activas. Con ello se contribuye a un
envejecimiento más saludable, tanto de los primeros, cuya vida en soledad y en necesidad
requiere de atenciones que palíen los efectos negativos sobre su salud, como de los segundos,
cuya actividad asegura un mejor envejecimiento, contribuyendo a un mejor estado de salud.
Con todas estas actividades se está consiguiendo también una visión diferente de la vejez entre la
población en general, en primer lugar porque los voluntarios mayores conviven en la ONG con
otras generaciones, estableciéndose un clima de diálogo y enriquecimiento mutuo muy positivo.
En segundo lugar, porque se están realizando actividades de sensibilización bajo el lema
“Envejecer: la Tercera no es la Vencida” que quiere dar a conocer la compleja realidad del
mayor en España. A este respecto cabe señalar la conferencia que organizó Desarrollo y
Asistencia en el Colegio el pasado mes de junio sobre “Envejecimiento saludable y activo” que
tuvo una gran acogida por parte de los colegiados que asistieron.
Para completar esta exposición sobre las actividades de DA es preciso añadir que son muchas las
necesidades que existen en la actualidad en España y en la Demarcación de Madrid y que, a
pesar de contar con 1.200 voluntarios no se pueden atender. Se necesitan más voluntarios. De ahí
que Desarrollo y Asistencia haya acudido al Colegio con el fin de promover el voluntariado
dentro de su propio colectivo dando una oportunidad a los compañeros mayores que deseen y
que estén dispuestos a dar una parte de su tiempo en favor de otros compañeros más
desfavorecidos.
5.- El proyecto “Construyendo un Puente de Solidaridad”
Dentro de la nueva política del Colegio de impulsar actividades de acción social dirigidas a los
colegiados, la Sede Central, por una parte, y la Demarcación de Madrid, por otra, firmaron en el
pasado mes de julio sendos Convenios de Colaboración con la Fundación Desarrollo y
Asistencia (DA), cuyos objetivos principales son difundir el espíritu de solidaridad dentro de
nuestro colectivo, promover el voluntariado social entre los colegiados, en una primera etapa en
Madrid que es donde DA desarrolla sus actividades, y poder atender, prioritariamente a aquellos
compañeros que, por encontrarse en situación de dependencia o semidependencia, necesitan de
atención.
Asimismo, DA apoyará un seguimiento periódico, por Demarcaciones, de los colegiados
jubilados, en particular a los mayores de 80 años, así como de las viudas de los colegiados
fallecidos, con el fin de detectar y atender sus posibles necesidades y carencias sociales. A este
respecto es ilustrativo señalar, como ya se indicó en el apartado 1, que en el caso de la
Demarcación de Madrid hay 20 ingenieros de más de 90 años, 21 con edad comprendida entre 85
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y 90 años y alrededor de 100 entre 80 y 85 años. Lo que todavía no se conoce es en qué situación
física o psíquica se encuentran muchos de ellos y quienes están en situación de ser atendidos.
Se trata de desarrollar el programa que hemos denominado “Construyendo un Puente de
Solidaridad” que permita formar, dentro de cada Demarcación, un grupo de ingenieros
voluntarios que dediquen parte de su tiempo -solamente dos horas semanales- a atender las
necesidades de nuestros iguales, contribuyendo a la consecución de una sociedad más justa y
más humana. Merece mención especial la actuación que, como se ha mencionado anteriormente,
prevé que sean ingenieros de caminos quienes atiendan a ingenieros de caminos que se
encuentren en situación desfavorecida. DA dará la cobertura legal a los voluntarios colegiados y
se encargará, asimismo, de la formación, coordinación, seguimiento, etc. de los ingenieros que se
incorporen al proyecto.
Igualmente, DA aportará sus conocimientos sobre atención socio-sanitaria y prestaciones sociales
en la dependencia y la vejez, elaborando una “Guía para el Jubilado de la Comunidad de
Madrid”, en 2007, con ampliación al territorio nacional en 2008, donde los compañeros podrán
tener una información completa de las diferentes prestaciones sociales y sanitarias que ofrecen
los servicios públicos, a las cuales tienen derecho a acogerse.
También colaborará en acciones de reflexión sobre cuestiones sociales, apoyándose en La Voz
del Colegiado, y organizando una serie de conferencias en diferentes Demarcaciones, donde se
tratarán temas de interés social y que serán impartidas por personal especializado. Con ello se
pretende, asimismo, la creación de un espacio de reflexión social dentro del propio Colegio.
La idea es extender las actuaciones que, a modo de ensayo piloto, vayan desarrollándose con
éxito en la Demarcación de Madrid a las restantes Demarcaciones del Colegio y establecer una
Red de Voluntariado que permita el intercambio de las experiencias y sugerencias que se lleven a
cabo dentro de cada Demarcación.
Aunque, en un principio, pueda pensarse que el proyecto va dirigido exclusivamente a ingenieros
mayores, en situación de jubilación o pre jubilación, la realidad es que se trata de un proyecto
ambicioso, dirigido a todos los compañeros -jubilados, no jubilados, mayores y jóvenes-, en
general compañeros “jóvenes de espíritu”, que, encontrándose en plenitud de sus capacidades y
preocupados por los problemas de nuestra sociedad, les gustaría contribuir a crear una sociedad
más justa y, sobre todo, más humana, con independencia de sus creencias e ideologías.
Igualmente, cuando se habla de ingenieros que necesitan de apoyo, compañía y cariño, se hace
referencia a aquellos otros compañeros que, con independencia de su edad, están en situación de
dependencia o semidependencia debido a enfermedad, soledad o a cualquier otra causa. Quizás
algunos de ellos hasta hayan perdido el contacto con otros compañeros, incluso de sus
compañeros de promoción.
Es obligado terminar felicitando al Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y a la
Demarcación de Madrid por haber emprendido esta acción social, de gran utilidad para nuestro
colectivo, que puede permitir poner en marcha lo que en futuro próximo será el “Voluntariado
de los Ingenieros de Caminos”.
6.- Epílogo: una llamada imperiosa a los colegiados
Construyendo un Puente de Solidaridad es un proyecto de voluntariado social, totalmente
novedoso y pionero, que la ONG Desarrollo y Asistencia va a desarrollar en el Colegio de
Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos con el fin de promocionar y potenciar el voluntariado
de los colegiados en el seno del propio Colegio y difundir, asimismo, el espíritu de solidaridad
entre los compañeros, creando un espacio de reflexión social y de transmisión de valores. La idea
es aplicar esta experiencia, a desarrollar en una primera fase en la Demarcación de Madrid, a las
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restantes Demarcaciones y establecer una Red de Voluntariado que nos permitirá beneficiarnos
de las experiencias y sugerencias que se lleven a cabo dentro de cada Demarcación.
Posteriormente, se intentará extenderlo a otros Colegios Profesionales.
En síntesis, el Programa que se presenta consiste en tender un puente entre colegiados que estén
dispuestos a ayudar a compañeros necesitados de acompañamiento, dando parte de su tiempo, y
colegiados que, en situación de dependencia, requieran dicha ayuda. Para llevar a cabo esta
magnánima tarea se necesita crear y formar el grupo de ingenieros voluntarios. Por tal motivo,
se hace un llamamiento a todos los colegiados en plenitud de facultades para que, desde su
posición y situación, se animen a formar parte de dicho grupo y puedan contribuir a llevarla a
cabo con éxito, pensando, incluso, que pueda llegar el día en que sean ellos mismos los que
necesiten de los demás.
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(1) Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (2005). Diagnóstico de Situación del Voluntariado en España. MTAS.
Madrid. 54-56
(2) García Fajardo, J.C. (2004). Manual del Voluntario. Solidarios para el desarrollo. Madrid. 185-186
(3) Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (2005). Diagnóstico de Situación del Voluntariado en España. MTAS.
Madrid. 25-30
(4) Piñuel J.L. (2004). Los movimientos sociales y la globalización: redes sociales de solidaridad e Internet. VII Congreso
Estatal del Voluntariado (noviembre, 2004). 51
(5) Desarrollo y Asistencia (2006). Memoria 2006
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