La imagen de América Latina en la Hungría de los siglos XIX y XX.

Anuncio
Estudios Latinoamericanos 6, p. I (1980), pp. 33-54
La imagen de América Latina en la Hungría de los siglos
XIX y XX.
Ádam Anderle, Judit Benkö, Agnes Tóth
Introducción.
1) Nuestro primer punto de vista es el examen de la forma en que se
puede comenzar la investigación del cosmorama. Se trata de una gran
cantidad de material, en el cual hay que abrirse camino en la selva de
diarios, periódicos y ediciones de libros. A esto podemos agregar que
en el caso de Hungría ésta no es una empresa sin esperanza.
El trabajo gigantesco de József Szinnyei, Vida y Trabajos de los
Escritores Húngaros, reunió los datos de todos los libros aparecidos
hasta fines del siglo XIX. Su uso es difícil porque falta el índice
temático. József Szinnyei suplió esta falta en su Repertorio de
Boletines Húngaros, en el cual recibieron lugar todos los artículos
periodísticos y boletines hasta fines del siglo XIX1. De estos tres
volúmenes podemos informarnos sobre los artículos en que el objeto
es lo latinoamericano.
Bibliografías parecidas están a disposición también acerca de la época
comprendida entre 1945 y 1975. La bibliografía de Árón Tóbiás2
informa acerca de la literatura latinoamericana publicada en Hungría
(1945-1962); y la bibliografía de Ernö Reguly3 es la recopiliación de
los libros, boletines y artículos periodísticos que aparecieron entre
1945 y 1975. Aunque su libro muestra significativos defectos (por
ejemplo, no contiene los estudios aparecidos en lenguas extranjeras,
1
József Szinnyei: Magyar irók élete és munkái. Budapest, T. I-XIV. 1891-1914; József Szinnyei:
Magyar Folyóiratok Repertóriuma, Budapest, T. I-III. 1874-1885.
2
Aran Tóbiás: Latin-Amerika irodalma, Budapest, 1967.
3
Erno Regu]y: Latin-Amerika. Bibliográfia. Budapest, 1977
así precisamente está ausente el trabajo de los investigadores
húngaros que se ocupan de Latinoamérica), desde el punto de vista
del análisis cosmorámico se puede hacer rotar con provecho, y
muestra bien las características y direcciones del interés de los
húngaros.
Solamente no existe una colección bibliográfica que resuma acerca de
los artículos y libros en materia latinoamericana publicados en
Hungría en el período 1900-1945. Sólo en parte pudieron suplir esta
falta algunos estudios manuscritos, los cuales analizaban los círculos
de problemas de la primera mitad del siglo XX (Anderle, Benkö,
Rozsnyai).
2) Con esto se relaciona otra pregunta: ¿existía, existe en Hungría
investigación sobre este problema? La respuesta afirmativa, sin
embargo, son algunas tesis y disertaciones universitarias – en
manuscrito – las cuales se originaron por inspiración de los
investigadores de Latinoamérica de Szeged, en primer lugar por
Tibor Wittman, y aún continuaron después de su muerte.
Adám Anderle en su disertación4 examinó la presencia en Hungría de la
«leyenda negra» (1967), pero su atención sólo se limitó al aspecto
histórico de los asuntos españoles y latinoamericanos: es decir, cómo
aparecía la historia de España y América Latina en la contemplación
histórica húngara del siglo XIX y XX. La disertación doctoral de
Jeno Rozsnyai5 (1975) sacó a la luz el otro aspecto: cómo estuvo
presente América Latina en la prensa y ediciones de libros en
húngaro en el siglo XX, y qué interpretaciones, qué tipo de temas
dominaron en la edición de libros y en la publicística húngara. La
tesis universitaria de Judit Benkö6 (1971) analizó la presencia en
Hungría de la literatura latinoamericana, y el lugar y proporción que
ocupa en el interés húngaro por la literatura mundial. Además de
esto, algunas tesis y escritos de divulgación eligieron como tema este
problema.
4
Ádám Anderle: A spanyol abszolutizmus képe a XIX. és XX századi magyar történeti irodalomban. (A
«Jekete legenda» magyarországi torténe téhez). Szeged, 1967. Tésis del doctorado. Manuscrito.
5
Jeno Rozsnyai: Latin-Amerika a XX. századi magyar világképben. Szeged, 1975. Tésis del doctorado.
6
Judit Benko: A latin-amerikai irodalom Magyarországon. Budapest, 1971. Manuscrito.
Nuestro informe procura entregar información basándose en estos
resultados y en el trabajo de recolección realizado – no sistemático –
en los últimos años.
3). Nuestro punto de vista es limitado: analizamos en sí mismo como
tema a Latinoamérica. Esto es apropiado para mostrar: cuándo y
cómo opinaban – los autores de las obras escritas – en Hungría
acerca de América Latina. A partir de esto son perceptibles los
cambios y los problemas, pero no recibimos respuesta a la pregunta:
¿qué lugar ocupa el subcontinente en la totalidad del cosmorama e
interés de los húngaros? esto solamente podríamos visualizarlo con
un análisis de Asia, Africa y Europa desde un punto de vista
semejante. A esto, en cambio, no podemos comprometernos.
Nuestro informe se esfuerza en hacer valer tres puntos de vista: ¿de qué
manera apareció en Hungría la historia, el presente, y (como punto de
vista analítico específico) la literatura de América Latina? Esto
advierte sobre otro límite: llama la atención sobre la falta de análisis
sociológicos, los cuales mostrarían qué visiones tenían/tienen cada
una de las clases y capas sociales, y generaciones húngaras con
respecto a América Latina. En base a esto se podría palpar ¿existe o
no retraso fásico entre la visión diaria pensada/confesada de América
Latina y la publicada, y esto de qué naturaleza es?
Latinoamérica como tema político e histórico a fines del siglo XVIII y
en la primera mitad del siglo XIX.
Después de los datos dispersos del siglo XVI y XVII – los que señalan
que ya América vivía en la conciencia húngara, en el último tercio
del siglo XVIII aparecieron cada vez más frecuentemente escritos
acerca de América Latina en nuestros primeros boletines. En ese
entonces los lectores húngaros recibían las informaciones
principalmente «de primera mano».
János Molnár, jesuita húngaro, en su boletín titulado «Magyar
Könyvház» (Casa del Libro Húngaro), comunica las cartas recibidas
de sus compañeros misioneros americanos, pormenores de sus
efemérides, y da a conocer detalles o reseñas de obras importantes
(A. Salís, Charlevoix, Acosta, Garcilaso de la Vega)7.
Este hecho explica que esta «colección combinada» se centre en los
indios y comunique informes fiables acerca de la vida de éstos.
Descontando
algunos
artículos
esporádicos
(«Mindenes
Gyüjtemény»), en este período temprano dominó el aspecto
histórico: la época de los descubrimientos y la siguiente. En ese
entonces tradujeron el libro de Robertson (1807), y en libros
escolares de historia escritos en alemán y latín podemos encontramos
con temas latinoamericanos (Bolla, 1799; Fessler, 1825)8.
La guerra de independencia desvió la atención de los intelectuales
húngaros hacia América Latina, y aparecieron los primeros escritos
de Latinoamérica contemporánea también (transcripciones de la
prensa francesa y alemana). Entonces dieron a conocer las obras de
A. Humboldt también (1841). No demasiado a menudo, pero
sistemáticamente, aparecieron escritos sobre los asuntos del
subcontinente.
¿Qué visión caracterizó a estos escritos?
Para que entendamos estas obras hay que señalar que Hungría en el
siglo XIX (hasta 1867) era colonia de los Habsburgos. Por esto, en
los pensadores húngaros progresistas de este siglo eran muy fuertes
no sólo los deseos del cambio social (antifeudalismo), sino también
los esfuerzos encaminados a lograr la independencia nacional.
Esta situación dio buena base para que en Hungría también se
presentara, junto con el modo de ver liberal europeo, la antiespañola
«leyenda negra».
El anti-Habsburguismo de Ignác Fessler se manifestó en su obra
histórica en la que condenó la política colonial española, y, a la
sombra de Las Casas, pintó un cuadro conmovedor de la lujuria de
los españoles. América Latina, que libra su guerra de independencia
7
«Magyar Könyv-Ház», Pozsony, 1973.24-31. 32-555. pp. «Tudományos Gyüjtemény«, 1825,T. XII:
pp. 25-44.; 1831. T.II. pp. 118-133. ;«Hon és Kulföld», 1842. pp. 137-138.; «Sas», 1832, pp. 57-75.
8
Robertson: Amerikai historiája, Pest, 1807., I. A. Fessler: Die Alten und die neuen Spanier. Karlsruhe,
1813-1814, T. 1-1I.; Bolla: Ab origine Protestantum. T. III. Claudopoli, 1799.
y que llega ser independiente más tarde, debido a esto pudo ser tema
entre 1830 y 18499.
Citamos como opinión característica un escrito aparecido en 1832:
«Después de su prolongada lucha, la nueva población de América,
expulsando a las corruptas tropas del orgulloso español, tomó una
venganza tardía, pero grandiosa, a nombre del pueblo original del
nuevo mundo expoliado por Cortés, Pizarro y sus seguidores»10.
Después de esto, proseguía la enumeración de los crímenes del
sistema colonial español – así como era al mismo tiempo una
acusación contra todo tipo de opresión también – (es decir, la
opresión ejercida sobre Hungría por los Habsburgos).
Esta visión está presente en los textos de estudio de historia más
influyentes de la época, en donde la temática central eran los
crímenes de la colonización española. Los libros de espíritu burgués
y noble-liberal solamente se diferenciaban de los autores de la Iglesia
católica en que los últimos acentuaban el papel protector de indios de
la Iglesia. Apareció también en esta época una línea de visión
escéptica, la cual, observando resignadamente las luchas de poder
interno y la anarquía política de una América Latina que había
obtenido su independencia, comentaba de la manera siguiente los
sucesos: «América del Sur aún no ha madurado para la libertad»11.
Este período se podría caracterizar de la siguiente manera: una reducida
capa intelectual húngara, de cultura europea, lectora del latín, que
habla francés y alemán – conociendo numerosas obras que tienen
valor de fuente y elaboraciones europeas – y que sistemáticamente
sigue con atención los sucesos que se llevan a cabo en el mundo, así
como los acontecimientos de América Latina también.
Las repercusiones y productos de esto son los artículos de los boletines
– en primer lugar libros históricos nacidos con fines educativos.
Estos – fundamentalmente a los esquemas liberales de la «leyenda
negra» – transmitieron conocimientos a una capa más amplia,
fundamentalmente burguesa y noble. La función de esta «leyenda
9
«Athenaum», 1841, No 23. pp. 433-440.; No 27, p. 417.; No 26, pp. 401-406.; «Mindenes
Gyüjtemény», 1789. T. I. pp. 35-47.; «Nemzeti Társaldodó» 1839, T. I. 28-32. pp.; «Századunk», 1832.
pp. 127-131.; «Hon és Külföld», 1841, No 51., No 59, 60, etc...; «Századunk», 1833, T. 1I. pp. 137-157.
10
«Sas», 1832, p. 57.
11
«Nemzeti Társalkodó». 1839, T. I. pp. 28-32.
negra» en Hungría fue progresista: se aposentó en el arsenal
ideológico de los esfuerzos independistas húngaros.
Crecimiento «vertical y horizontal» de la imagen de América Latina
(1849-1867).
Este período muestra un crecimiento cualitativo y cuantitativo, al mismo
tiempo que, desde el punto de vista ideológico, se puede percibir la
discusión de tendencias contradictorias en la interpretación de
América Latina.
De entre los soldados que se vieron obligados a emigrar después del
aplastamiento de la lucha de independencia húngara de 1848-1849,
muchos de ellos llegaron a Latinoamérica. Sus escritos – sus cartas,
sus fragmentos de diarios, sus efemérides – aparecen en forma
sistemática principalmente en la prensa de oposición. Merece
atención que no sólo en los periódicos capitalinos, sino también en
los de provincia se pueden encontrar muchos escritos. Estos dan un
cuadro muy plástico de América Latina contemporánea –
principalmente México, Brasil y Cuba aparecen en los escritos12.
A causa de la emigración, es más abierta la atención húngara hacia los
asuntos del mundo, y muchas transcripciones de Europa occidental
se encuentran en los diarios.
Aún falta la recolección y el análisis parcial de los escritos húngaros de
este periodo. Al parecer, podríamos recibir fuentes indirectas para el
examen de los asuntos latinoamericanos.
Se mantiene impetuoso también en esta época el aspecto histórico.
La línea liberal pinta con colores aun más oscuros los crímenes del
Estado español, de la iglesia y aquellos cometidos en las colonias por
la inquisición. El ambiente ocasionado por la derrota de la lucha
independentista se deja entrever en apreciaciones de este tipo: «La
historia de las colonias muestra una monotonía deprimente. Su
destino era la explotación y el sufrimiento. Un día era parecido al
otro, con la diferencia de que uno de los días traía más amarguras
12
Rosti Pál: UIi emlékezetek Amerikából, Pesto 1861.; Geötze: Utazás Braziliába és vissza. Pest, s.a.
Véase los artículos de Károly László en Szinnyei: Magyar Folyóiratok Repertóriuma.
que el otro. ¿Quién estaría dispuesto a seguir con atención de cabo a
cabo la casi ininterrumpida cadena de ejecuciones y
persecuciones?»13. La mayor parte de este tipo de libros se escribió
como texto de estudio, pero hay pocos (por ejemplo János Hunfalvy)
que hayan utilizado sistemáticamente los trabajos históricos europeos
de la época14.
Con esta tendencia de autores que escribían al tenor de la «leyenda
negra» liberal, en los años 50 se estrelló vigorosamente en los
problemas históricos, una línea de orientación feudalista, que se
apoyaba en los resultados de los trabajos histórico-románticos
europeos. Su sobresaliente representante era el obispo János Danielik
N., quien, utilizando fuentes entre las que se encuentran trabajos de
Las Casas, Acosta, Oviedo, Humboldt, Herrera, y numerosas
elaboraciones, entrega una apología de la Iglesia – y frente a esto
coloca la crueldad del conquistador españo15. La relativamente
amplia utilización de fuentes de Danielik no es incomparable; los
libros de autores europeos son obras utilizadas y ejercen influencia
sobre los autores húngaros. Podríamos mencionar a tres autores, los
cuales ejercen una influencia medidamente grande: Las Casas,
Humboldt y Prescott – en esta época.
Nueva línea es en esta época la aparición de la literatura basada en
libros de viaje y de la literatura de divulgación científica. (Por
ejemplo Pál Rosti, József Gaál, Viktor Szokoly)16.
El comentario que aquí aparece acerca de los asuntos de Latinoamérica
es muy instructivo: «Después de la consecución de la independencia,
en América Latina no sobrevino un desarrollo armónico. El pueblo
no supo servirse de la libertad...». México es el ejemplo concreto:
«El independiente México aún no creó nada tampoco», escribió Pál
Rosti17.
13
Virgil Szilágyi: Az ujkor története. Pest, 1850, p. 281.
János Hunfa1vy: Egyetemes Történelem, T. I. II. Pest, 1851, Somhegyi, Ferenc: Egyetemes
Torténelem, T. I-III. 1851-56, Ignác Helfy: Világtorténet zsebben, Pest, 1854, Máté Andorlaki
(Táncsics): Krónika. Pest, 1860; László Edvi Illés: Világtörténet a legrégibb idöktöl a legujabb korig.
Pest, 1859.
15
lános N. Danielik: Colombus vagy Amerika felfedezése, Pest, 1856.
16
József Gaál: Peru felfedezése és meghóditása, Pest, 1859, Viktor Szokoly: Mexikó Miksa esászárig,
Pest, 1866.
17
Rosti: op. cit. p. 164.
14
Este tipo de comentarios expresaba las aspiraciones de las clases
dominantes nobles de Hungría, en los ,que, después de la derrota de
la lucha independentista, pasó a primer plano el compromiso con los
Habsburgos.
Una fase importante en esta línea liberal fue que pusieron en
interrogante la estrecha relación (la que antes de 1848 caracterizó a
estos escritos) entre libertad y progreso social.
Se puede deducir – y esto más tarde será así también -, que los
comentarios de los asuntos actuales e históricos de América Latina
ocurrieron correspondientemente con los objetivos políticos
húngaros18.
Los años de la Monarquía Austro-Húngara (1867-1918).
La producción de libros que hablen de América Latina en el período
colosal. La acelerada urbanización que se desenvuelve
conjuntamente con el desarrollo capitalista muestra un crecimiento
cuantitativo perceptible en la edición de libros y también en la
fundación de periódicos, Su peculiaridad para la época es la
disminución ulterior del nivel de los trabajos históricos liberales y el
reforzamiento del prejuicio protestante negativo, bajo el signo de la
«leyenda negra» (Batizfalvi, Mangold, Tarnóczy, Radu, Bárczay, L.
Cseh, Waldmann, etc.)19.
En la segunda mitad de los años 60, México ocupó un significativo
lugar en la prensa húngara. Esto estuvo relacionado con la aventura
mexicana de el Habsburgo Maximiliano, en la cual muchos húngaros
tomaron parte. Al lado de las noticias de la prensa, a fines de los años
60 los participantes que volvieron al país relataron sobre luchas en
México, y en relación a esto último la época recibió información
muy rica acerca de la sociedad y economía mexicana. Muchas veces
18
Jenö Csuday: Dél-Amerika, Budapest, 1909.
Tivadar Tarnóczy: Világtörténet dióhéjban. Sárospatak, 1872, István Batizfalvi: Az egyetemes
törtinelem kézikönyve, Budapest, 1879, Lajos Mangold: Világtörténelem, 2. ed. Budapest, T. I-III, 18831885, :Sebestyén Radu: V. Károly esászár és a protestantizmus, Szamosujvár, 1889, Gyorgy
Waldmann: Egyetemes történelem. T. I-Il, Budapest, 1906, Oszkár Bárczay: Világtörténet, Budapest,
1897.
19
en pequeños periódicos de provincia («Jászberény», «Kecskemét»)
aparecían también series de nivel en relación con este tema20.
Hay que destacar a Károly László y Ede Szengler en la literatura sobre
México. Ninguno de ellos tomó parte en la expedición de
Maximiliano. En la década del 50 pasaron muchos años en México.
László se hizo presente con muchos artículos periodísticos; Szengler,
en cambio, que era médico, entrega una descripción sobresaliente de
las relaciones económicas, geográficas, demográficas, sanitarias y
climáticas21. Ambos autores entregaron resultados de valor de fuente.
Al mismo tiempo, se fortaleció la influencia de la visión
conservadora, romántica y clerical de los alemanes. Esto se puede
ver especialmente en uno de los más grandes historiadores húngaros
de la época, en Henrik Marczali, quien aquilató los «rasgos
ventajosos» de la colonización española como contrapartida de la
colonización anglosajona, habla sobre la «sabiduría» del Consejo de
Indias y dice que la mita minera de Potosí «se reveló como
agradable» para los indios. Por su documentación es rica la obra de
Marczali; sin embargo, señala bien la aparición y amplia divulgación
de una «leyenda color de rosa» o una «leyenda blanca» – señala la
apología de la colonización española22.
En Marczali esto se presenta aún más contradictoriamente: todavía se
pueden encontrar elementos de la «leyenda negra» (por ejemplo la
pereza española). La aparición de libros de tal espíritu está
relacionada con la discusión internacional que se desenvolvió en los
primeros años del siglo XX, acerca de los problemas de la
colonización. Esta discusión la planteó el movimiento obrero
internacional. Los dirigentes de la socialdemocracia húngara
aceptaron la concepción de los revisionistas alemanes. Refleja esto la
obra de Pál Wolfner, quien escribió un libro de historia para las
escuelas libres de la socialdemocracia. Wolfner establece: «Sólo se
puede colonizar si existe una relación saludable entre la metrópoli y
20
Véase los artículos de Károly László y L. Burián en la bibliografia de Szinnyei.
Ede Szengler: Mexikó leirása ... Budapest, 1876.
22
Henrik Marczali: Az Ujkor története, T. I-II, Budapest, 1883, y M. Marczali: Nagy Képes
Világtörlénelem.
21
la colonia» (el subrayado es nuestro). En el caso de América Latina,
Wolfner «no encuentra» esto y por eso condena a los españoles23.
En relación a los Habsburgos españoles y Don Carlos, así como con
respecto a Colón, se abrieron camino fuertemente los nuevos
resultados, de las investigaciones europeas de la época (Requinyi,
Reményi, A. Károly)24, y apoyándose en éstos avanzó una visión
histórica conservadora, primitiva, antisemita y católica. Aladár
Ballagi25, en relación a las conquistas de los españoles habla «de las
maravillosas realizaciones de la raza» y formula el ideal del
«gobierno con mano de hierro». Sus concepciones se encuentran aun
en los historiadores eclesiásticos católicos. (Por ejemplo en Petrányi
y Lukács)26.
A principios del siglo XX, los trabajos históricos universales de Sándor
Márki y de Endre Domanovszky sobresalen con su nivel por sobre
los, trabajos masivos de divulgación histórica señalados
anteriormente. Sus trabajos, que se apoyaban en material objetivo
equilibrado, rico, realizaron la exposición plástica de la economía y
sociedad colonia27 .
En el centro del interés histórico del período estaba Colón. Cada
generación escribió su propio libro de Colón, sin que en estos
podamos observar cambios significativos (esto es válido para todo el
siglo XX).
La América Latina contemporánea aparecía en la prensa húngara
principalmente con sus conmociones políticas, así por ejemplo los
asuntos de Cuba. Es sorprendente que tan claramente ya en los años
70 intuyeran las intenciones expansionistas de los Estados Unidos.
Brasil, México y Perú figuran con muchos escritos incluso en los dos
grandes boletines de la época, en «Vasárnapi Ujság» (Periódico del
Domingo) y en «Hon és Külföld» (Patria y Extranjero).
23
Pál Wolfner: A torténelmi felödés rovid vázlata, Budapest, 1906.
Árpád Károlyi: Az igazi Don Carlos, «Budapesti Szemle», 1892, T. 70. pp. 223-253, Antal Reményi:
Colombus származása és családja, «Katholikus Szemle», 1903 T. II. pp. 1107-1123, Géza Requinyi:
Détes adatok Colombus életérol, «Budapesti Szemle», 1890, T. 63. pp. 448-462.
25
Aladár Ballagi: A spenyol inquisitio, «Akadémiai Ertesito», 1904, T. XV. pp. 533-550.
26
Ferenc Petrányi: Az inkvizlció. Kalocsa, 1908, József Lukács: Felolvasások a váczi katholikus
liczeumbono Vác. 1906.
27
Sándor Márki: Az ujkor és a legújabbkor története, Budapest, s.a., Endre Domanovszky: Egyetemes
torténlem, T. I-II, Budapest, 1911.
24
En este período, sin embargo, fue dominante la literatura en base a
libros de viaje; especialmente hacia finales de siglo aparecieron
muchos escritos. (Hay que agregar: no solamente acerca de América
Latina). Los autores son geógrafos, oficiales de marina y periodistas
(László Toldy, Jeno Cholnoky, F. Gáspár, Jeno Bánó, etc.)28. Estas
en buena parte son obras precisas, exigentes, ricas en datos, que
aparecen en gran número de ejemplares, la influencia de las cuales
podemos veda en las voces-guías de nuestros diccionarios
enciclopédicos de América Latina que se preparaban en aquel
entonces.
No tenemos un cuadro exacto de los artículos de prensa de objeto
latinoamericano del período comprendido entre 1900 y 1910, debido
a la falta de una visión bibliográfica de conjunto. En el período que
se extiende hasta 1918, la literatura latinoamericana no recibió
espacio en nuestro interés por la literatura universal. Descontando los
intentos de János Czetz, en Hungría durante este período de tiempo
no hay creaciones literarias latinoamericanas.
Imagen de América Latina en los años de la dictadura de Horthy
(1919-1945).
En el período contrarrevolucionario posterior a la derrota (1919) del
Estado proletario húngaro, la Geistesgeschichte imprimió su sello a
la vida intelectual; esta visión fuertemente contrarrevolucionaria,
conservadora y clerical contenía los elementos del racismo.
En relación a las conquistas, se formuló la superioridad de la raza
blanca, la conquista de «carácter popular».
Por influjo de la obra de Jean Baudin acerca de los incas, apareció con
acento marcadamente contrarrevolucionario el concepto de
«socialismo de Estado» incaíco, lo cual es idéntico con la «esclavitud
colectiva» (Vilmos Juhász)29.
Hay que agregar: la América precolombina aún con este comentario
ahora pasó al cosmorama húngaro. Esto significa también que en la
28
29
Jenö Bánó: Bolyongásaim Amerikában, Budapest, 1906, Ferenc Gáspár: Délamerika, Budapest,
Vilmos Juhász: Az inkák birodalma, Budapest, s.a.
conciencia de las personas que hoy tienen 60 a 70 años sigue
existiendo un cuadro tan deformadamente estipulado. Una fase
positiva es que en esta época publicaron en húngaro también la obra
del Inka Garcilaso de la Vega30.
En este tiempo se fortaleció una línea histórica marcadamente jesuita
(Antal Balla, Lajos Csóka, Antal Ijjas), los que interpretaron la época
colonial al tenor de Danielik31. Es de gran influencia también el libro
de L. Bertrand editado en húngaro varias veces, que transmitió la
«leyenda blanca»32.
La línea liberal siguió existiendo e influyendo aunque debilitándose,
expresando el antifascismo de la oposición política burguesa en los
volúmenes de gran tiraje de la Historia mundial de Tolnai, en la
Enciclopedia mundial de Zoltán Horváth y Gyorgy Parragi, y en
otras obras (Jenö Horváth, Emil Kárpáti)33. ¡Se pueden incluir aquí
también las publicaciones socialdemócratas!
Aumentó el número de traducciones. Las más conocidas son R. Katz,
Haliburton, Zweig, Nordenskiold, pero encontramos los escritos de
La Varre (1942), Graff (sin fecha), F. Anders (sin fecha), Agostini,
L. Mansilla, F. Strauss (1926) y los trabajos de otros también34.
Los relatos húngaros acerca de América Latina contemporánea están en
relación también con la emigración de los húngaros hacia el
continente. Los gobiernos reaccionarios enviaron sacerdotes con
fines de «asistencia» antes que nada a los húngaros que vivían en
Brasil y Argentina. La prensa y la opinión pública también se
interesaron en esto. Así nacieron numerosos informes húngaros en la
época comprendida entre 1920 y 1940, y en los boletines
encontramos también muchas informaciones. Entre los libros
encontramos descripciones exactas de carácter sociográfico, las que
hacen perceptibles las contradicciones sociales, especialmente en el
30
Garcilaso de la Vega, el Inka: Az inkák birodalma, Budapest, 1936.
Lajos Csóka: A katholikus megujhodás kora, Budapest, 1940, Anta1 Balla: A spanyol nagyhatalom,
.en: M. Prawdin: Azörült Johanna, Budapest, 1939, Antal Ijjas: Az egyház és az uralkodói
abszolutizmus.Budapest, 1941.
32
L. Bertran: Spanyolország története, Budapest, s.a.
33
Jeno Horváth: Világtorténet, Budapest, 1936, Emil Kárpáti: V. Károly keleti politikája, Kolozsvár,
1928.
34
R. Haliburton: Ujrafelfedezem Dél-Amerikát, Budapest, 1932, R. Katz: Paranától a Tüzfóldig,
Budapest, s.a. S. Zweig: A övö országa, Brazilia, Budapest, 1940.
31
mundo de las plantaciones. En base a las transcripciones de la prensa
mundial, sistemáticamente estaban presentes en los diarios las
informaciones políticas y económicas.
En los boletines son características las informaciones emanadas de
autores húngaros acerca de la «vida del pueblo» latinoamericano.
Podemos decir que dominó en estos temas la búsqueda y
representación de los aspectos exóticos formales y una especie de
misticismo, especialmente en lo que se refiere a la población de
color. En esto, los boletines eclesiásticos católicos (por ejemplo
«Juventud Misionera» – «Missziós Ifjúság») iban a la vanguardia. El
tema indio – el que a menudo apareció en los boletines – recibió un
carácter exótico y paternalista también.
En relación a la atención prestada a la emigración húngara en la obra de
Tivadar Ács, apareció un análisis de la historia de la emigración
húngara y una línea sociográfica35. Esto sucedió sobre la posición
contraria al régimen reaccionario húngaro, la que acusaba a los
gobiernos de haber constreñido a millones de húngaros a las
«carreteras del mundo». Estos escritos no sólo dan un cuadro
conmovedor de las colonias húngaras, de los peones húngaros, sino
también entregan un cuadro acerca de la situación de las clases
trabajadoras latinoamericanas.
Tuvo gran influencia sobre esta línea el padre jesuita Béla Bangha36,
quien varias veces anduvo en Latinoamérica. Este jesuita
ultrareaccionario se esforzó en servir para influenciar políticamente a
la emigración húngara, dio un cuadro de América Latina como el
«continente católico».
La propaganda oficial del período de Horthy se esforzó en eliminar las
tensiones y contradicciones sociales en su cuadro propagado de
Latinoamérica. Esto, sin embargo, condujo al dominio de las
representaciones de las formalidades – y en relación a la época
anterior condujo a una caída inmensa del nivel también. La
abundancia de datos no marchó junto con la modernización del
cuadro latinoamericano – por el contrario: fue más conservador.
35
36
Tivadar Ács:, Magyarok Latin-Amerikában, Budapest, 1940.
Béla Bangha: Dél keresztje alatt. Budapest, 1934.
Solamente desde las filas opositoras nacieron obras de visión
moderna.
En esta época pudimos ser testigos también de un significativo giro: en
este entonces se separa claramente en el conocimiento público
húngaro América del Norte y América del Sur. Hasta fines del siglo
XIX, el concepto de «América» existía en el conocimiento público
de una manera bastante indiferenciada, y significaba algo parecido a
la «tierra prometida», donde los campesinos húngaros emigrados
podían obtener tierra.
A la sombra de las noticias recibidas de la emigración que se dirigía a
América del Sur después de 1919, llegó a ser completamente claro
que hay «dos» Américas, y que América del Sur no ofrece mejores
condiciones a los húngaros que perseveran a esas tierras.
Modernización del cuadro de Latinoamérica (1945-0000).
En el cosmorama posterior a 194537 se pueden separar dos períodos. La
primera etapa va de 1945 a 1960. En este período cambió la
estructura de las informaciones entregadas acerca de América Latina
en varios aspectos también. Por una parte, el papel fundamental de
los temas contemporáneos ahora será unánime. Por otra parte, en la
estructura de los temas contemporáneos el tema dominante será la
política, y dentro de esto fueron acentuadas las cuestiones del
movimiento obrero y del movimiento comunista. En relación con
esto, el lector húngaro recibió una mayor cantidad y una más
detallada información de la vida de las clases trabajadoras, y por otra
parte, apareció en el panorama los Estados Unidos y la política
imperialista también.
Se transformó la estructura de las fuentes también. Nuestra edición de
libros y los boletines publicaron los escritos de varios autores
latinoamericanos. Comenzó la traducción de obras cuyo objeto era
Latinoamérica por parte de los soviéticos también.
Es decir, nuestro cuadro de América Latina se formó en conexión con el
interés político, el cual se dirigió hacia los movimientos progresistas
37
En esta parte del informe hemos usado la bibliografia de Regulyi.
del subcontinente con una solidaridad política. Al mismo tiempo,
este interés no llegó a ser unilateral. El interés político ejerció una
fuerza impulsora hacia otros aspectos de la vida de América Latina.
El interés por la. literatura, el arte, la etnografía latinoamericana, así
como la intensificación del interés hacia la lengua española, comenzó
también en esta época.
Hay que hacer notar que la confrontación de la guerra fría no favoreció
este abierto interés. En este tiempo no teníamos relaciones
económicas, culturales con los países del subcontinente, y esto de
todas maneras puso límites a la formación panorama integral de
América Latina.
Esto se dejó sentir especialmente en los temas históricos. Ya que en la
época anterior perdió prestigio la visión de la historia conservadora,
católica, apologética y de espíritu histórico de las ideas, porque se
puso al servicio de la política de los gobiernos fascistas, la literatura
histórica posterior a 1945 se acopló a los trabajos liberales burgueses
políticamente más progresistas, pero con esto recibió muchos
elementos de la «leyenda negra» también.
Los historiadores húngaros en los años de la guerra fría no estaban en
situación como para crear contactos con los historiadores de América
Latina.
Después de allanarse una buena parte de los obstáculos a las tendencias
posteriores a 1945, la época que comienza desde 1959-1960 se puede
evaluar, desde el punto de vista del interés que existe por los temas.
latinoamericanos, como una «explosión». Especialmente tiene un
gran papel en esto la victoria de la revolución cubana y, en conexión
con esto, el auge revolucionario continental. La simpatía hacia la
«agitada América Latina» está acompañada de un inmenso interés, y
éste se mantiene hoy día también.
En relación con esto, se crearon también relaciones culturales y
diplomáticas con los países de Latinoamérica; así la proporción de la
información obtenida «de primera mano» aumentó también.
La «hegemonía» de la política en el interés influenció muy eficazmente,
fructíferamente la estructura total del panorama latinoamericano, y a
consecuencia de esto en las décadas del 60 y del 70 pudimos ser
testigos del nacimiento de la latinoamericanística húngara. En los
institutos de investigación, en las universidades, independientes unos
de otros, el interés personal de historiadores, economistas,
politólogos, literatos, etnógrafos en esta atmósfera favorable recibió
una gran inspiración. La puesta en ejecución de viajes de estudio, de
becas significó que América Latina haya llegado a ser un objeto de
estudio autónomo, dentro de las disciplinas científico-sociales. En las
indagaciones científicas de las ciencias sociales marxistas de Hungría
recibió también un lugar la región en cuestión, y esto significó que el
panorama de América Latina se profundizase vigorosamente.
La cátedra de español de la universidad de Budapest (ELTE) pudo
orientar las ediciones húngaras con sus investigaciones de la
literatura latinoamericana. En la universidad de Szeged, Wittman
Tibor: ubicó a América Latina en la disciplina histórica, y publicó en
húngaro una gran monografía de la historia de Latinoamérica. Vastas
monografías de este tipo nacieron también acerca del período
contemporáneo (Gábor Karczag, György Kerekes), y de la actual
economía del continente (Béla Kádár). En el Instituto de Economía
Mundial de Budapest y en la serie de publicaciones de la universidad
de Szeged (Acta Historica) se da lugar a los asuntos de América
Latina.
Esta investigación científico-social – aparte de las numerosas
publicaciones de análisis parciales – ejerce influencia sobre el trabajo
de la prensa diaria, los boletines y la edición de libros, incluso
influye también sobre el trabajo de la radio y la televisión. Es decir,
es evidente que el papel de los latinoamericanistas es doble: junto a
la investigación científica de los temas latinoamericanos, la tarea de
divulgación es muy importante, y este papel lo llenan hoy día
también.
Significa una línea particular en las indagaciones científico-sociales
desde la mitad de los años 60 la investigación del «tercer mundo».
Esto significa que aparte de los latinoamericanistas – en primer lugar
economistas -, ellos también analizan de modo comparativo los
problemas del subcontinente, ligándolos con las cuestiones de Asia y
Africa. El análisis desde tal punto de vista ayudó a la publicación de
Fejlodo országok lexikona – Enciclopedia de los países en desarrollo
– (1973, Editorial Academia).
La inmensa obra de más de 1360 páginas es el resultado y síntesis del
trabajo colectivo y del interés de los investigadores húngaros, y
significa una singular realización en el plano internacional.
Latinoamérica «apareció» también en esta época en la educación. En
primer lugar en los cursos de historia, de literatura universal, de
economía mundial, pero también «apareció« en el marco de la
educación política.
En comentario abierto, sensible y entendido llegan a la discusión e
interpretación los problemas de América Latina.
Un pequeño hecho tal vez haga sentir bien el resultado alcanzado. De
los escritos de J. C. Mariátegui apareció en 1977 una selección en
húngaro. En relación con esto se desató una activa discusión en uno
de nuestros seminarios acerca de las apreciaciones de Mariátegui. Lo
interesante: de la discusión lo da el hecho que entre los participantes
ninguno era investigador «profesional» de América Latina.
*
Sería difícil entregar un cuadro detallado acerca de nuestro tema en este
estrecho marco. La bibliografía de Erno Reguly contiene 2385
títulos, y según nuestras estimaciones sólo contiene el 55 a 60 por
ciento de los escritos publicados. Su bibliografía señala por sí misma
el gran interés, sin embargo aún así demuestra también que la
estructura del panorama de Latinoamérica húngaro se desarrolla
saludablemente, que continuamente desaparecen los prejuicios (los
cuales se conservaban tenazmente principalmente en los problemas
históricos).
Influencia de la literatura latinoamericana sobre el cosmorama
húngaro.38
Ahora la pregunta se plantea desde otra dirección: ¿Qué cuadro puede
formarse nuestra más amplia comunidad de lectores acerca de
América Latina en base a la literatura en húngaro al alcance de la
38
El capítulo se base en la tesis de Judit Benkö.
mano? (Por supuesto, se tratará principalmente de la literatura
latinoamericana, pues sólo casualmente Latinoamérica puede ser
tema de nuestra literatura: preferentemente podemos hablar de los
ensayos que guardan vivencias personales de algunos de nuestros
autores).
Para que la literatura ejerza su influencia, antes que nada debe ser
accesible. El punto de partida de la indagación: el lugar de la
literatura latinoamericana en nuestra edición de libros.
Hace cuatro décadas no se habría planteado este tema: antes de la
liberación húngara (1945) la literatura latinoamericana era
prácticamente desconocida entre nosotros. Apareció en ese entonces
una otra traducción literaria (por ejemplo, la interpretación de
Guillén por Miklós Radnóti), pero esto a lo más amplio el
cosmorama del traductor literario «descubridor». Los escritos que
accidentalmente aparecieron apenas hicieron conciencia de que
existe «literatura latinoamericana», más aún ni siquiera los
especialistas advirtieron aquello. Antal Szerb, por ejemplo, en su
trabajo Historia de la literatura mundial denominó a Rubén Darío
«poeta hispanoamericano» – más aún lo señaló como «el más
español».
En la década que sigue a la liberación, entre 1945 y 1955, en relación al
desconocimiento total que existía antes, aparecieron relativamente
muchos libros en húngaro – alrededor de 20 a 25. Al lado de Amado,
Guillén, Neruda encontramos en la bibliografía los nombres de Icaza,
Revueltas, Teitelboim, Varela, etc. Nuestro público pudo conocer a
algunos de ellos a través de las ediciones de gran tiraje de sus obras,
y no faltó la apreciación crítica de éstas. Se puede decir entonces que
estos autores y sus obras entraron en la conciencia húngara y algunas
de ellas obtuvieron un señalado éxito público. Es entonces cuando
Amado asienta su hasta el día de hoy indiscutible popularidad, ya
que en este período aparecieron seis de sus libros en húngaro
(Jubiabá en dos ediciones), y junto a Neruda con varios de sus
volúmenes como presentación, Guillén con su único y delgado libro
de versos con el cual llega a ser conocido.
No es casual que la literatura latinoamericana – principalmente la obra
de sus tres creadores – haya obtenido rápidamente gran
reconocimiento en Hungría, pues una parte significativa de la
literatura mundial contemporánea se excluyó de nuestras ediciones
de libros – en parte debido a la atmósfera de la guerra fría y por otra
parte a causa de los errores dogmático-sectarios que se irradiaban a
nuestra política literaria: no solamente fueron omitidas de la
literatura de los países capitalistas las tendencias burguesas, sino
también en su mayoría muchas corrientes comprometidas socialistas,
revolucionarias que trabajaban con los instrumentos del
vanguardismo. Las obras latinoamericanas que vieron la luz en ese
entonces no estaban exentas de la simplificación; entre ellas sucedía
que sus virtudes políticas solamente a medias podían compensar sus
debilidades literarias. Pero a pesar de todo se editaron valores
literarios: Neruda, versos de Guillén, los cuales no son acusables de
simplismo, y novelas tempranas de Amado. Incluso en las obras más
débiles de Amado escritas en ese entonces – en más de un aspecto en
desviación hacia el sistema de exigencias estéticas de Zsdanov también relucen los conocidos medios artísticos de su época de
escritor joven (y desde el fin de los años 50 más alto nivel
nuevamente recurrentes). A por cuanto el reconocimiento político de
los autores era indiscutible (los tres eran comunistas obligados al
exilio y dos de ellos activos luchadores por la paz), nada dificultó el
encuentro de los lectores con vivencias literarias significativas.
No obstante haber entregado las obras aparecidas un cierto cuadro
acerca de algunos países de América Latina (principalmente sobre la
opresión y la lucha de clases), en ese entonces apenas se podría haber
hablado de la influencia formadora de conciencia especial de la
literatura latinoamericana. Para esto fue poco la literatura, y entonces
aún no existía tal interés hacia el lejano continente, el cual habría
dirigido la atención sobre las particularidades, problemas y temas
señaladamente latinoamericanos en la literatura también. Ni en la
edición de libros ni en la actividad crítica se manifestó la exigencia
de que, por una parte, se situara a las obras aparecidas en una
situación histórica más amplia, y por otra parte, se diese un cuadro
más amplio a los lectores acerca de la literatura latinoamericana – es
decir, que cuente con comunidad interna. El primer experimento – y
por años único – para dar alguna muestra vasta de la literatura del
continente ha sido la temprana antología de título Cruz del Sur
(1957), la cual abarcó alrededor de cien años. Esto, sin embargo, es
más bien la «obertura» de la época siguiente. Y, a partir de sus
particularidades genéricas, dio un panorama más bien sobre la
literatura latinoamericana que sobre Latinoamérica misma.
Desde fines de los años 50, la aparición de una serie de factores diversos
ayudó a que la literatura latinoamericana rompiese el frente del
desconocimiento, y hoy definitivamente forme parte ya del
cosmorama literario húngaro. Con el combate de las desviaciones
dogmático-sectarias de los años 50 cambió nuestra relación teórica y
de principios con la literatura mundial contemporánea: entonces
tomó cuerpo el punto de vista del Partido Obrero Socialista Húngaro
que tiene vigencia hasta el día de hoy, según el cual damos lugar a
todo valor humanista, aun cuando en todos los casos no podamos
identificamos con su contenido político e ideológico.
Correspondientemente con esto, también las obras latinoamericanas
que llegan a nosotros se escogen más selectivamente, en base a
principios más literarios que los utilizados anteriormente: la escala de
valores mucho más rica puede tomarse en cuenta para los efectos de
publicación.
Esta «apertura», que tiene base de principios, naturalmente abrió
caminos más libres a la literatura de otras áreas también. La literatura
latinoamericana, a pesar de todo, en la última década y media estuvo
en posición más favorable que mucha literatura. Esto se debió, por
una parte, a que la victoria de la revolución cubana, es decir la puesta
en primer plano del continente en la lucha de clases internacional,
aumentó rápidamente entre nosotros la demanda de un conocimiento
más vasto de América Latina, así como también el interés hacia su
literatura. Por otra parte, porque el interés internacional se dirigió
hacia la literatura latinoamericana, principalmente hacia la prosa del
siglo XX. En occidente la literatura latinoamericana es «su moda»
impetuosamente publicitada; el reconocimiento indiscutible de su
notabilidad como literatura mundial es un estímulo para las
publicaciones nacionales también. Ha llegado a ser más fácil también
la satisfacción a buen nivel de las exigencias, pues al lado de los
especialistas «pioneros» de la época anterior – y con la cooperación
de ellos - en los últimos 15 años se ha desarrollado un número
relativamente grande y bien formado de traductores jóvenes: su
aparición y competencia hacen que cada vez más obras aparezcan
anualmente en exigentes traducciones. El resultado: al lado de
antologías en prosa o mixtas que dan un cuadro continental, es decir
dan referencias literarias país por país (principalmente de Cuba),
también aparecieron una o más obras, tomos de todos los escritores
sobresalientes del siglo XX; y la publicación de los escritos de Martí
y Bolívar señala que lentamente puede llegarle su turno al
descubrimiento del pasado latinoamericano.
Si bien no podemos ser vanidosos con los resultados – ¡¿Cómo
podríamos serio sabiendo que aún espera el descubrimiento del
pasado y del presente también?! – en su totalidad, tenemos que
reconocer que desde principios de los años 70 la literatura de la zona
comienza a ocupar en nuestras ediciones el lugar que le concierne en
base a su valor.
La extensión del prospecto no da posibilidad para un análisis más
profundo de los matices de nuestra política editorial. Cualquiera sea
su resultado, sería tentador el análisis de sus faltas y virtudes. No
podemos extendernos tampoco a señalar con el mérito que
corresponde otras tareas que están en relación con la publicación de
las obras – la apreciación crítica más competente y más frecuente, la
falta de un manual de historia literaria que muestre más allá de los
datos lexicográficos, etc. Después de este corto bosquejo de la
situación húngara acerca de la literatura latinoamericana, tenemos
que abordar la otra parte del problema: ¿Cómo acoge nuestra
comunidad de lectores esta literatura y de qué manera puede ésta
ejercer influencia sobre el cosmorama de nuestro público?
El examen del número de ejemplares y de la demanda de las
publicaciones es uno de los instrumentos que sirve para medir el
encuentro de los lectores y la literatura. A pesar de que no está dentro
de nuestras posibilidades el realizar un análisis minucioso que se
extienda a todo, un modelo representativo nos señala que el
panorama es alentador. Aunque a la critica podrían alcanzarla
muchos juicios, debido a que es poco lo que hace por la
popularización de la literatura latinoamericana en nuestro país, se
desprende que a esta literatura no le hace falta gran publicidad. No
hablando ya de los libros que aparecieron hace un par de años y que
actualmente no se pueden comprar, en relación con las ediciones más
recientes se puede determinar que una fracción importante de las
obras publicadas en reducido número de ejemplares por
«precaución» de sus editores, desaparece en un corto período de
tiempo de las tiendas. (Así es, por ejemplo, el caso de la segunda
edición de Cien años de Soledad, la que se agotó en el término de
pocos días). A lo más, se presenta como excepción la novela maestra
de Vargas Llosa (Conversación en la Catedral), la cual requiere un
esfuerzo intelectual muy grande; asimismo como la aparición de
algunos autores de menor importancia. Pero en la mayoría de los
casos, ediciones de gran tiraje en relación a nuestra población
desaparecen en el plazo de días o semanas: el ejemplo más reciente
es el volumen novelístico de Cortázar, editado en diez mil ejemplares
que se agotaron en las primeras dos semanas de enero 1973, pero aun
así, el ejemplo más evidente es la acogida que se brindó a todas las
obras de Amado (la cuarta edición de Jubiabá en 40 mil, Dona Flor
e seus dois maridos en más de 80 mil, Tenda dos milagres casi en 50
mil ejemplares vieron la luz, y aun así después de su llegada al
mercado hubo una falta total de mercancía – Amado junto al resto de
su obra).
Con numerosos ejemplos podría fundamentar la gran demanda que
existe por la literatura latinoamericana en nuestro país: nuevamente
el límite de la extensión pone obstáculos para aquello. En lugar de
esto hay que hacer la pregunta: ¿A qué se debe esta popularidad?
Difícilmente se puede atribuir este interés en forma unilateral a la
«moda» internacional por la literatura latinoamericana, es decir no
tomamos la moda en base ni a la publicidad ni al réclame, sino que
replanteamos la pregunta de por qué llegó a ser popular esta literatura
en la arena mundial. Asimismo, no se puede absolutizar el vasto
interés existente hacia Latinoamérica, pues los interesados hoy en día
pueden ampliar sus conocimientos de la cada vez mayor cantidad de
ediciones literarias especializadas. Entonces ¿cuál es la causa que
nutre el interés?
El factor fundamental, junto al que los anteriores juegan un papel
secundario, es que la literatura latinoamericana del siglo XX se elevó
al rango de literatura mundial, es decir no sólo observando sus
valores estéticos, sino también – inseparablemente de esto – en el
sentido en que Marx y Engels hicieron notar en el Manifiesto
Comunista: «[...] de las numerosas literaturas nacionales y locales se
forma una literatura universal». Es decir, en la literatura la
representación contemplativa más universal de las relaciones locales
ocupó el lugar del provincionalismo, que conlleva la conciencia del
atraso; esto se produjo aproximadamente cuando los más eminentes
pensadores del continente comenzaron a sospechar y a darse cuenta
de que el problema principal de su continente era el subdesarrollo, el
cual no puede ser comprendido sin acercarse al medio mundial
contemporáneo. A este concepto de «literatura universal» se debe
que la mayoría de los lectores (¡en los cuales se hace conciencia
también de que tienen arte y parte en todos los lugares del mundo!)
ya no sólo se extiendan a la literatura latinoamericana con la
pretensión de «ponerse al corriente», con aprensiones que rayan en el
«exotismo», que lean manteniendo la distancia, sino de lo que rompe
distancias, y que se sientan dentro del qué decir humano general y
perciban el «mensaje» dirigido también hacia nosotros.
Las más significativas novelas latinoamericanas (pensamos en los
escritos de García Márquez, Amado, Asturias, etc.) tienen muchos
planos: su hilación de cuento, su pintoresquismo, su recurrencia
divierten a muchos cientos de miles de lectores de posición menos
intelectual, mientras que con su modernismo, con su multilateralidad
extienden sus embrujantes vivencias a los lectores más refinados, y
para todas estas capas, incluso para los investigadores que se ocupan
de Latinoamérica, entregan muchos tipos de información y revelan
agitadas conexiones de su mundo.
Con esto arribamos a la última pregunta: ¿Qué influencia puede ejercer
esta literatura sobre la visión que se han formado los lectores
húngaros acerca de América Latina? La extensión no hace posible
que por lo menos bosqueje el material informativo del contenido de
más de cien libros latinoamericanos publicados en Hungría; esto
además supuestamente es ya conocido por la mayoría de los lectores
del informativo. En su lugar sólo señalo un círculo de problemas, lo
que según nuestro criterio es la curiosidad histórico-cultural más
importante de la literatura latinoamericana actual. Particularmente se
puede destacar el hecho de que a los representantes más importantes
de la literatura latinoamericana del siglo XX – al lado de su variedad
estilística, sus medios literarios, su elección del tema, etc. – los
compenetra una especie de comunidad en el modo de ver las cosas,
lo cual se irradia desde sus obras y, de una u otra manera, conduce
hacia la representación más sintetizadora, diferenciada, profunda de
la realidad latinoamericana. Según nuestro juicio, tenemos que
vernos con el fenómeno poco frecuente – pero no sin precedentes en
la literatura universal – que se presenta en las obras de varios autores,
cuando la literatura, en el empeño de su propia complejidad, no sólo
más sensiblemente – observando el curso total -, sino que, en
relación a lo que es capaz de entregar la ciencia social en una época
determinada, da un cuadro más fiel de los pormenores del lugar y de
la época. (Ver el famoso paso de la carta escrita a Miss Harkness por
Engels, en donde éste describe que «estudió» de Balzac). En su libro
titulado Desarrollo cultural de América Latina, Judit Benkö hace un
intento de plantear hipotéticamente este fenómeno.
Como final: ¿En qué estriba entonces también la influencia? En parte en
que los húngaros que leen literatura latinoamericana – en mayor o
menor grado, dependiendo de su cultura, de su posición
contemplativa, de su interés – pueden obtener todo tipo de
conocimientos de la pasada y actual realidad latinoamericana,
asimismo como la proyección literaria de esto. Pero, tal vez tiene
mayor significación que esto el hecho de que a los lectores de la
literatura latinoamericana les alcanza un grado mayor o menor de
«sorpresas» – la vivencia perturbadora de conocimientos
simplificadores, «corrientes» -, las que en todo momento indican con
brusquedad que no se puede pensar esquemáticamente hay que
combatir por el conocimiento de la realidad, por su asimilación.
Descargar