PROGRAMA VI Recital de Música Americana George Gershwin (1898-1937) 10 de Mayo de 2012 a las 19:00 horas CAMPUS DE EXCELENCIA INTERNACIONAL POLITÉCNICA UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID Escuela Técnica Superior de Ingenieros Navales Programa ~I~ 1. Scott Joplin (1868-1917) Solace (A Mexican Serenade) The Easy Winners (A Rag Time Two Step) 2. Eduardo del Río (1974) Fantasía Des-Enlaces 3. Clare Grundman (1913-1996) Capricho para clarinetes Bagatela ~ II ~ 4. Mark Summer Julie-O (Violoncello solo) 5. George Gershwin (1898-1937) Tres Preludios I. Allegro ben ritmato e deciso II. Andante con moto e poco rubato III. Allegro ben ritmato e deciso Seis Canciones Sweet and low-down I´ll build a stairway to paradise Clap yo´ hands Swanee Oh, lady be good! I got rhythm Cuarteto Ekoda David Arenas, requinto César Gutiérrez, clarinete sib Antonio Pinilla, clarinete bajo Eduardo del Río , violoncello El “Cuarteto Ekoda” está formado por músicos profesionales madrileños apasionados por la música de cámara. Cuentan con una gran experiencia en salas de concierto. Su versatilidad les permite tocar un gran repertorio con toda la gama de clarinetes e incorporar otros de cuerda, como el violín y la viola. Desarrollan su labor en diferentes Conservatorios y Escuelas. Pequeñas Notas al Programa Scott Joplin nació en Texas en 1868. Desde temprana edad recibió una educación musical proveniente de la afición que sus padres profesaban, pues tocaban el violín y el banjo. Empieza pronto a improvisar en el piano con gran facilidad, a la vez que recibe una sólida formación clásica. Tras la muerte de su madre se ve obligado a trabajar como pianista en bares y prostíbulos, lugares que en la época eran habituales para los músicos de raza negra como él. En 1885 se traslada a Musuri y establece contacto con músicos precursores del Ragtime, y continúa sus estudios de composición. En 1895 publicó sus primeras canciones, y se consagraría como el compositor más importante del género del ragtime clásico para piano, con más de 50 obras, algunas de las cuales le generaron un enorme éxito. Después de una estancia en Chicago, se asentaría definitivamente en Nueva York. El ragtime tiene como espíritu la marcha popular de banda, en compás de 2/4, con ritmos sincopados y frases de 8 compases divisibles. Fue una de las primeras músicas verdaderamente americanas y precursora del jazz. Solace fue editada en 1909 con el subtítulo de Serenata Mexicana, siendo peculiar por la indicación de “tiempo de marcha muy lento”, que origina una obra atípica en su producción. Se estructura en 5 partes como el resto de rags (AA-BB-A-CC-DD), con una pequeña introducción y cambio de tonalidad en las dos últimas secciones. The Easy Winners es anterior, de 1901, subtitulado como rag en dos pasos o tiempos, tiene la típica indicación de no rápido, y una estructura idéntica a la anterior. La “Fantasía Des-Enlaces” de Eduardo del Río nace en el año 2002 como idea de crear una obra para cuarteto de clarinetes, pero será modificada para su estreno en un programa de televisión. Aprovechando que el autor lee un libro que le presta el escritor, músico y luthier Evelio Domínguez, “Cuba sirena dormida”, que refleja todo el auge y esplendor de la Cuba de antaño, del Río se propone trasladar la añoranza colectiva a través de sonoridades sugerentes y exóticas con las familias del viento y la cuerda, instrumentos imprescindibles para bailar el Danzón cubano en los grandes salones de La Habana. El título tiene varios significados: por una parte el desenlace por la pérdida de Cuba como la última posesión del imperio español, aunque no concluyera nunca ese contacto directo social y cultural. Por otro lado el desenlace posterior que sigue a la independencia y el estado actual de la isla con la tragedia vivida, que culmina con la emigración, y por último la unión de los términos “des”, y “enlaces”, dar enlaces, como homenaje a la música de “ida y vuelta” que se caracterizó con la llegada española, la gestación de nuevas músicas en el Nuevo Continente y su regreso nuevamente a la península. La idea del autor en la creación de la pieza de un solo movimiento, es encontrar y fusionar diferentes danzas populares de aquí y allí, Zambra, Garrotín, Muñeira, Danzón y Habanera entre otras. Clare Grundman Ewing, nacido el 11 de mayo 1913 en Cleveland, Ohio, desarrolló su labor profesional como compositor y arreglista. Se formó en la Universidad Estatal de Ohio, donde enseñó orquestación y banda sinfónica, posteriormente fue alumno de Paul Hindemith, quien le influyó en la técnica compositiva. Durante la Segunda Guerra Mundial desempeñó el cargo de Director del Cuerpo de Música en la Guardia Costera. Grundman no solo se decantó por las melodías populares de los EE.UU, introducidas en sus numerosas obras, sino también por las de Inglaterra, Finlandia, Irlanda, Noruega, Escocia y Japón. Compuso numerosas obras para banda sinfónica, siendo además un autor prolífico en obras para radio, televisión, ballets, musicales y películas. Casi tan importante como sus composiciones fueron sus arreglos, adaptando obras clásicas para banda de viento y otros grupos. Dentro de su catálogo de cámara destacan el Capricho (editado en 1961) y la Bagatela (1948), ambas para cuarteto de clarinetes (en la versión de hoy sustituimos la 3ª voz por el violoncello). Son de carácter afable y brillante, con una sección intermedia más tranquila a modo de recitativo. Mark Summer se crió en Los Ángeles, graduándose posteriormente en el Instituto de Música de Cleveland. Después de pasar una temporada como cellista en la Orquesta Sinfónica de Winnipeg, Canadá, retornó para formar partes de grupos alternativos, pues desde muy joven sintió fascinación por el jazz, el pop y otros géneros musicales. Se trasladó a San Francisco formando parte del cuarteto de cuerda Turtle Island, conjunto exitoso con el que ha interpretado jazz y música alternativa desde entonces. Forma parte además del Trío de Cámara de Jazz, junto al laureado clarinetista Paquito D´Rivera, ofreciendo un excelente Jazz Latino. Es autor de varias piezas para violoncello solo, destacando Julie-O, que se ha hecho especialmente popular entre los intérpretes de este instrumento. Comienza con una introducción en pizzicatos que marcan el carácter rítmico y base armónica de la obra, elaborando después un tema puramente popular, que va variando de manera virtuosa, explotando los recursos polifónicos del cello, mezclando las cuerdas múltiples con golpes diversos. En esta versión, Eduardo del Río aprovecha la estructura de la de la obra para alargar la misma, aportando más variaciones a las ya originales. Si hay un autor genuinamente americano no hay duda de que George Gershwin ocupa el lugar más destacado. Nacido en Brooklyn en 1898, su nombre real era Jacob Gershovitz, pues su familia era inmigrante rusa de origen judío. Destacó por la facilidad que profesaba al piano, siendo primeramente autodidacta. Pronto comenzó con las primeras canciones, éxitos que le llevarían a crear sus populares musicales. Tras un paso fugaz por París con compositores de prestigio como Ravel, que le animaron a continuar con su estilo puramente americano, Gershwin continuó con una prolífica carrera, con títulos como Un Americano en París o su ópera Porgy and Bess. Siendo un gran virtuoso del piano, planeó la composición de 24 preludios para dicho instrumento, de los que al final se publicaron solamente tres en 1926, y estrenados por él mismo. El primero de ellos muestra un ritmo sincopado proveniente de Brasil. El segundo, escrito sobre la dualidad mayor/menor de la escala del Blues, contiene un carácter meditativo y profundo, mientras que el tercero, llamado por los oyentes de su época “español”, (que actualmente resultaría desconcertante), se construye con motivos veloces de preguntas y respuestas que dan un tono dramático a la pieza, con conclusión final brillante en el tono mayor. La selección de seis piezas del concierto de hoy, forman parte de la colección de canciones que el propio Gershwing adaptó para piano de sus musicales más famosos, (Oh lady be good o Crazy Girl). Son del periodo de 1919 a 1930 y algunas se convirtieron en temas estándar del jazz. Son de corta duración, pues el propio Gershwin recogió la esencia de las mismas en pequeñas partituras para piano que luego se podían improvisar libremente. Las letras son obra de su hermano Ira, con quien colaboró estrechamente en la realización de las mismas. Las adaptaciones para cuarteto de los Ragtime de Joplin y los Preludios de Gershwin son obra de David Arenas. A su vez, las seis canciones de Gershwin están realizadas por Eduardo del Río. David Arenas Ruiz Con el patrocinio de POLITÉCNICA Vicerrectorado de Doctorado y Postgrado