El Movimiento de Restauración Por: Enrique Martorell Introducción

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El Movimiento de Restauración
Por: Enrique Martorell
Introducción: En busca de nuestras raíces
La herencia es uno de los tesoros más grandes que posee la humanidad. Alguien dijo
que si no aprendemos de la historia estamos abocados a repetirla.
Tucídides decía: “El estudio del pasado nos ayuda a comprender nuestro futuro”. Otro dijo:
“El que ignora la historia tiende a repetir sus errores”.
Hay muchas razones para saber de nuestra historia:
1. Si no sabemos nuestra historia nos confundirán los que distorsionan la historia.
2. Cuando surjan los problemas habrá que tomar decisiones y ver nuestra herencia.
3. Si ignoramos la historia perdemos las riquezas de grandes pensadores cristianos
a lo largo de más de dos mil años.
4. Tener conciencia histórica indica que los acontecimientos que pasaron no se
formaron en el vacío. “El hombre ha hecho su propia historia y Dios ha trabajado
con la historia de la humanidad”.
Por todo esto debemos aprender de nuestro pasado. Porque como decía Cicerón:
“Ignorar la historia es como permanecer siendo un niño toda la vida”.
Ahora bien: debemos trabajar sobre el legado del pasado y no intentar trabajar sobre el
pasado mismo, ya que es esto lo que nos lleva a repetirlo. El legado del pasado es
nuestro presente, pero no debemos quedarnos en él, sino superarlo con miras al futuro.
Porque como nos dice Gabriel Boragina: “Si nuestras mentes son tan estrechas que solo
creemos posible lo pasado, sea bueno o malo, nos veremos condenados simplemente a eso, a
repetir el pasado, bueno o malo que haya sido”
Por eso Gandhi dejo escrito: “La Historia es el mejor maestro con los discípulos distraídos”.
Lo más triste de todo esto, es que a veces, aún teniendo los datos a nuestro alcance los
ignoramos y seguimos cometiendo los mismos errores del pasado, o por el contrario no
hemos aprendido nada de nuestros antepasados y multiplicamos los errores que ellos
no cometieron.
Es por ello que el gran pensador, poeta y escritor inglés Aldoux Huxley escribió:
“Quizá la mayor lección de la Historia es que nadie aprendió las lecciones de la Historia”.
A veces pienso que nuestra ignorancia sobre el pasado es enorme y sólo nuestra
vanidad y engreimiento puede hacernos creer que ya lo sabemos todo sobre ese pasado.
Vamos a ir juntos en esta aventura para descubrir el legado de nuestros antepasados en
materia de fe y sé que el descubrimiento de la historia de aquellos hombres nos será de
mucha utilidad quizá para solucionar más de un problema que tenemos en el presente.
Porque como comentaba la antropóloga francesa Germaine Tillion: “No se prepara el
porvenir sin aclarar el pasado”.
1. ¿Qué estamos diciendo cuando hablamos de Movimiento de Restauración?
Se llama Movimiento de Restauración al conjunto de acciones promovidas por
distintos líderes religiosos en el siglo XVIII para restaurar la Iglesia del primer
siglo.
Al concepto o la tendencia de la restauración se le ha llamado también
“primitivismo” puesto que una de las características del Movimiento es volver al
cristianismo primitivo.
En palabras de uno de sus líderes más prominentes, y en relación a los primeros
cristianos dice:”Hagamos de la manera en que se nos ha dicho que ellos hicieron; hablar
como ellos hablaron; esto es, profesar y practicar como se ha mandado expresamente por
precepto o precedente, en cualquier instancia posible siguiendo sus ejemplos aprobados. Y al
hacerlo de esa manera, nosotros estaremos realizando y exhibiendo toda la unidad y
uniformidad que poseía la Iglesia primitiva”. Thomas Campbell
Thomas Campbell partía de la idea de que el Nuevo Testamento se constituía en sí en
una institución divina para la iglesia, y que ésta no tenía ninguna autoridad para
observar cualquier cosa que no estuviera expresamente autorizada en dicha Escritura.
Por lo tanto, el retorno a la fe y la práctica religiosa del Nuevo Testamento eliminaría las
diferencias entre las distintas confesiones cristianas dando como resultado la
restauración de la iglesia de Cristo.
Campbell estaba totalmente convencido que los principios fundamentales del
cristianismo estaban revelados de forma tan manifiesta en el Nuevo Testamento, que los
cristianos de todas las confesiones estarían dispuestos a aceptarlos.
También creía que "nada debería ser inculcado sobre los cristianos como artículo de fe o
requisito para la comunión, excepto lo que está expresamente ordenado por Jesucristo y
sus apóstoles". Estas ordenanzas serían aquellas enseñadas "expresamente", es decir,
mediante un mandamiento directo, y mediante un "precedente aprobado", o sea,
mediante algún ejemplo de la Escritura.
2. ¿Qué concepto tenían los Restauradores sobre la Unidad?
El esfuerzo y el deseo de los restauradores merecen todo nuestro respeto y admiración,
no sólo por el espíritu que les movió a tan grande empresa, sino por el talante personal
que mostraron en ella.
En principio, es de alabar el hecho de que "asumían sin duda que los miembros de todas
las denominaciones eran cristianos". Es decir, aparte de sus iniciativas hacia la unidad
de todas las iglesias, retornando a las enseñanzas del Nuevo Testamento, no fueron
exclusivistas. Llamaron a la unidad con la premisa de que todos eran hermanos en la fe.
El Movimiento de Restauración no comenzó de cero. Se inicio dentro de las iglesias ya
existentes; por ello Thomas Campbell salió al paso de que su lucha por la vuelta a la
Iglesia primitiva pudiera ser mal interpretada y escribió: “Pedimos permiso para asegurar a
nuestros hermanos que no tenemos ninguna intención de intervenir, directa o indirectamente,
con la paz y el orden de las iglesias”.
Además Campbell enfatizó lo terrible de las divisiones: “La división entre los cristianos es
un mal horrendo, lleno de muchos males. Es anticristiano, destruye la unidad visible del Cuerpo
de Cristo, como que si él estuviese dividido entre sí, excluyendo y excomulgando una parte de sí
mismo. Es anti-bíblico, siendo estrictamente prohibido por su autoridad soberana; una violación
directa a su mandato expreso. Es anti-natural, puesto que incita a los cristianos a condenar y
oponerse el uno al otro. En una palabra, produce confusión y toda mala obra”.
Como así mismo dejó muy claro que no tenía intención de causar divisiones y que la
gente abandonase las iglesias para unirse a su movimiento. Aunque su intención fue
muy noble no era realista, pues muchos abandonaron sus propias iglesias para unirse al
Movimiento de la Restauración.
Campbell era un hombre de paz, un reconciliador de las almas. Trato de corregir lo que
él llamo “un gran mal”, en referencia a las opiniones, a saber: “el fallo y el rechazo de
los demás en asuntos que el Señor no tiene nada dicho”. Lo cual es muy relevante en
nuestros días.
“Ningún hombre tiene derecho a juzgar a su hermano, salvo en la medida en que viola
manifiestamente el mandamiento expreso y escrito de la ley”. Campbell
Otro de los grandes hombres del Movimiento de Restauración fue Barton Stone. Stone
publicó un periódico mensual al que tituló “El Mensajero Cristiano”. El lema del
periódico era “Que la unidad de los cristianos sea nuestra Estrella Polar”. La primera
edición salió a la calle el 25 de diciembre de 1826, la editorial contenía las siguientes
palabras:
“Se ha reconocido universalmente, por parte de varias sectas de cristianos, que la religión del
Cielo, durante siglos pasados, ha caído muy por debajo de la excelencia y la gloria del
cristianismo primitivo. El hombre, que sinceramente investiga la causa de esta decadencia, y
señala el camino correcto de la reformación, debe ciertamente estar ocupado en una obra,
agradable a Dios, y provechosa para el hombre. Este es nuestro propósito; y alcanzar este fin
deseable, consumirá y enlistará nuestros mejores esfuerzos”.
Tres años antes, Alexander, hijo de Thomas Campbell, tomó la tarea de aplicar el
concepto de la restauración a los problemas cotidianos de la Iglesia. Para ello editó "El
Bautista Cristiano", desde 1823 a 1830, donde publicaba las diferencias de prácticas
religiosas de la época con lo que él consideraba el patrón del Nuevo Testamento.
En este trabajo editorial distinguía entre "reforma" y "restauración". Reconoció que se
"habían intentado muchas reformas y que los reformadores habían sido grandes bienhechores de
la humanidad. Pero mientras que los sistemas humanos pueden ser reformados, Alexander negó
que fuera propio hablar de reformar el cristianismo. El cristianismo fue perfecto en un principio
y en cualquier intento de reformarlo sería tan insignificante como intentar crear un nuevo sol".
De alguna manera los herederos del Movimiento de Restauración no hemos aprendido
esta lección. Nuestras múltiples divisiones están como monumentos a ese fracaso. Que
el hombre puede y debe tener opiniones es bastante evidente, pero que se intenten
imponer a los demás como asuntos de fe, es la causa de nuestra miseria y sin duda uno
de los grandes males de nuestro tiempo.
Pedro y Pablo eran tan diferentes como Jerusalén y Antioquía. Pero sin embargo algo
que podemos ver por encima de Pedro y Pablo, Jerusalén o Antioquía es la unidad, ya
que son todos uno en Cristo. El mensaje los unió y la Iglesia y su doctrina que aún está
en el proceso de Restauración siempre será objeto de las diferencias.
3. ¿Qué pensamientos muestran los Restauradores sobre la Tolerancia?
El pensamiento de Thomas Campbell estuvo influenciado en materia de unidad y
tolerancia por el filósofo inglés John Locke (1632-1704). Sobre todo por su “Ensayo
acerca del Entendimiento Humano” y su “Carta sobre la Tolerancia”.
Campbell refleja las ideas de Locke en el propósito de la Iglesia. La idea de Locke sobre
aquellos que desean voluntariamente asociarse con aquellos que desean la unidad. Así
como, la idea de que toda persona tiene el derecho de organizar la iglesia y adorar a
Dios de la forma más correcta.
Locke decía:”Estimo que la tolerancia es el distintivo y la característica principal de la
verdadera iglesia. Porque algunos se jactan sobre la antigüedad de los lugares y nombres, o
sobre la pompa de su culto externo, y otros sobre la forma de su doctrina; y todos sobre la
ortodoxia de su fe –puesto que todos se consideran ortodoxos ante sí mismo–, estas cosas, y todas
las demás de igual naturaleza, son más bien características de la lucha de los hombres por el
poder y por el dominio sobre los demás, que distintivos de la iglesia de Cristo.
Aun cuando todos sostengan su derecho sobre estas cosas, si carecen de caridad,
mansedumbre y buena voluntad hacia la humanidad, y aun hacia aquellos que no son
cristianos, ciertamente estarán muy lejos de ser verdaderos cristianos”.
“La tolerancia hacia aquellos que difieren de otros en materias de religión es tan conforme al
Evangelio de Jesucristo y a la razón genuina de la humanidad, que parece monstruoso que los
hombres sean tan ciegos como para no percibir claramente la necesidad y ventaja de ello”.
“El cisma, por las razones ya expuestas, no es otra cosa que la separación que tiene lugar dentro
de la comunión de la iglesia por motivos de culto divino o de disciplina eclesiástica, que por cierto
no constituyen una parte necesaria de dicha comunión. Ahora bien, nada de lo referente al
culto o a la disciplina puede ser necesario para la comunión cristiana, sino aquello que
Cristo, nuestro legislador, o los apóstoles inspirados por el Espíritu Santo, han
ordenado en términos expresos”.
En el caso de la Iglesia Cristo los apóstoles predicaron tanto la libertad interior como
exterior, la gracia de Cristo había redimido y absuelto al hombre otorgándole libertad
plena, en la misma medida el "Cristianismo" ha de respetar a los otros con el espíritu del
amor basado en la libertad.
Thomas Campbell así lo entendió. “Nada debe ser admitido como obligación divina en la
constitución y dirección de la Iglesia, salvo lo ordenado por la autoridad de nuestro Señor
Jesucristo y sus apóstoles en la Iglesia del Nuevo Testamento; ya sea en términos expresos o por
precedente aprobado”.
Conclusión:
La máxima de San Agustín influyó en el pensamiento de los Restauradores: En Doctrina
Unidad- En Opinión Libertad- En Todo Amor. Se convirtió de una u otra forma en el
lema reivindicativo del Movimiento de Restauración.
¿Qué ha ocurrido con el lema? ¿Por qué no proclamamos hoy el amor por encima de
todas las cosas?
Hoy en día “La unidad en la doctrina” debe seguir como bandera en la Iglesia de Cristo,
pero me temo hermanos/as que muchas veces la puerta de nuestras iglesias es más
estrecha que la puerta del Cielo. Por no decir que las mentes de algunos de nuestros
dirigentes están más cerradas que el caparazón de una almeja.
Por otra parte, nos hemos vuelto mezquinos hacia aquellos que no piensan igual que
nosotros, hemos lapidado la libertad de pensamiento. Cuando Dios nos ha hecho seres
libres, en la libertad cristiana, para poder opinar sobre distintos temas. Así lo
entendieron los Restauradores, pues tanto Stone como Campbell, no discutían con
nadie de temas que comprendían el área de la opinión o de la especulación.
Por último el punto más negativo hoy es el amor. Debemos recuperar el carácter
cristiano del amor que tenía la Iglesia de Cristo en el primer siglo. El mensaje cristiano
por encima de todo debe ser el amor.
Jesús, el máximo exponente de la Iglesia nos insta a amarnos y no sólo eso sino que el
principal y más sobresaliente distintivo de la Iglesia del Señor debía ser el amor.
“En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor unos con los otros” Juan
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