La educación de los hijos 1. Situación actual en nuestro mundo y la importancia de que los padres eduquen a sus hijos: Los padres del siglo actual se encuentran en una sociedad difícil que les pide hoy más que nunca, que no descuiden el atender y formar a sus hijos. Algunos puntos a tomar en cuenta son: a. El ambiente que rodea a los hijos: • Vicios: alcohol, droga, presión del grupo para que los adolescentes participen en todo esto. Es frecuente encontrar estos ambientes. Sólo la atención y amor de parte de los padres, ayudarán a los hijos a fortalecer su voluntad y a no caer en tantas tentaciones que se les presentan hoy en día. • Nuevas experiencias y sensaciones: se difunde fácilmente en la sociedad el adquirir siempre nuevos productos, el tener nuevas y diferentes “sensaciones”, no siempre positivas para los hijos. b. Ideas que se transmiten hoy en día: • Egoísmo y relativismo: el egoísmo difunde “haz lo que quieras, cuándo quieras, cómo quieras”, el relativismo: “todo está bien mientras te agrade”. • Consecuencias: infelicidad, vacío existencial y por lo mismo, más búsqueda de esto, inmoralidad, voluntades blandas, no fuertes para resistir tentaciones. c. Medios de comunicación: tanto televisión como Internet, qué transmiten los siguientes efectos en los niños: • Violencia, agresividad, falta de concentración, les meten ideas que no siempre son verdades, etc. 2. Consecuencias de la atención de los padres a los hijos: La educación recibida en la familia es vital. Lo que no se enseña de parte de los papás, los hijos nunca lo aprenderán. Aquí mencionamos algunos puntos claves que aporta la familia (es decir los papás), cuando se preocupa por educar a sus hijos: • • • La familia nos forma la personalidad, nos da seguridad personal o nos deja “vacíos” (cuando no hay atención). La familia enseña a los hijos qué es lo importante y qué no. Si los papás se preocupan por limpiar la casa, por estar unidos un rato los domingos, por ir a Misa, los hijos aprenderán que eso es importante. La familia enseña a que los hijos tengan “resonancia frente a los valores”, es decir, si los papás se preocupan por asistir por ejemplo a pláticas cuaresmales, o se preocupan por comulgar los domingos, los hijos verán en ello un valor. Cualquier valor que los papás inculquen a los niños no sólo con la palabra, sino sobretodo con el ejemplo, quedará mejor grabado en las conciencias de los hijos. El papá que no sólo dice a su hijo que no tome en exceso, sino que él en primera persona no lo hace, le está dando una lección de vida a su hijo. 1 • La familia da a los hijos la capacidad de asumir compromisos: un hijo que ve que su mamá le tiene todos los días algo de comer cuando vuelve del colegio, está aprendiendo de la madre que se puede mantener con constancia, una responsabilidad. 3. ¿Cómo y qué hay que educar en los niños? a. Ante todo, hay que educarlos con madurez. Una madre “madura” es la que se responsabiliza de sus hijos esté cansada o descansada, una madre madura es la que acepta el compromiso de entregarse a sus hijos hasta que los entregue a su cónyuge, una madre madura es la que se mantiene con un buen carácter aún en medio de dificultades y “sorpresas”, ella, por su madurez, pasa por encima de esto y saca fuerzas para estar siempre serena ante sus hijos. Lo mismo el papá. b. Educar a los hijos con amor: pero amor no significa un sentimiento de “te quiero porque eres un bebé simpático” pero cuando creces y me das “lata”, ya no te quiero... Amar es entregarse, es suavidad, cariño, perdón, pero también, es exigencia, claridad en las órdenes que se dan, retos a los hijos para ir a más, es donación constante, en una palabra, olvido personal. c. Educar a los hijos ante todo, con el testimonio. Es la mejor forma de educar porque las palabras convencen, pero el testimonio, arrastra. Una mamá que regaña a su hija porque ve muchas telenovelas pero luego ella (la mamá), no se pierde una, no es un ejemplo de verdadera educación. Con la conducta, los padres le dicen a los hijos cómo deben de ser. d. Educar sobretodo con respeto: Enseñar a respetar, al papá, a la mamá, respetar lo ajeno, respetar a la autoridad como al maestro, respetar la naturaleza, saber comportarse, tener disciplina. Vivir el respeto para que el hijo aprenda: respetar al hijo, su forma de ser, su persona, respetarle no castigándole físicamente excesivamente, conocerle para poder potenciarle en lo que al hijo se le da más. e. Educar integralmente a los hijos: no sólo fijarse en la parte intelectual de estudios, de conocimientos, sino también en la parte humana: enseñar y educar a los hijos a ser limpios, a mantener la voluntad en un propósito que se ponen, a decir siempre la verdad, etc.; educar en lo religioso: “Rezando con vuestros hijos, meditando con ellos la palabra de Dios, acompañándolos en la Eucaristía y en los demás sacramentos, llegaréis a ser plenamente padres, habréis conseguido engendrarlos no sólo a la vida corporal, sino también a la vida eterna en Cristo” (Juan Pablo II). f. Once consejos para educar a los hijos con respecto a la televisión: • Evitar usar la televisión como “niñera” o para entretener a los niños • Conocer lo que los niños ven en la tele (no siempre todo es bueno) • Establecer reglas para ver la tele (ejemplo: primero hacer la tarea y luego ver un rato la tele) • Establecer valores: decir a los niños qué es bueno y qué es malo • Hablar con tu hijo de lo que está viendo; interacción. • Apagar la tele en las comidas 2 • Que vean sólo lo que conviene (se puede usar la videocasetera para grabar lo que vale la pena) • “Pon a tu familia a dieta de TV” • No hacer de la TV el centro de la vida familiar (que todo gire en torno a la tele no es bueno) • Colabora con los buenos programas • Crea sistema de premios televisivos (si el hijo lo amerita, dejarle ver su programa favorito). g. Cómo debe funcionar la familia frente a los medios de comunicación: La mayoría de los medios buscan satisfacer intereses comerciales. Los medios requieren del discernimiento de quien los recibe. Los jóvenes son los más sensibles a los valores, van asimilando todo sin darse cuenta casi. Los padres deben dialogar con los hijos acerca de lo que ven en TV o propone la moda, hacer ver siempre la verdad, lo que está bien y lo que está mal. Nunca ceder en lo fundamental. 3