TÍTULO DE LA COMUNICACIÓN: Comparación de dos programas de entrenamiento de fuerza por contraste para la mejora de la altura máxima de salto vertical con contramovimiento en jugadoras de balonmano de elite nacional. * Lda. María del Carmen Ferrer Contreras y * Dr. Alfonso Valero Valenzuela. * Universidad de Almería (España). C/Cabo Vidio 27, 30730 San Javier (Murcia) Tf: 654636685 Correo electrónico: [email protected] Presentación oral. RESUMEN El presente trabajo es un estudio de ámbito deportivo, centrado en jugadoras de balonmano de elite, donde se pretende incrementar el rendimiento mejorando la altura de su salto vertical con contramovimiento (CMJ), con dos programas de entrenamiento de la fuerza por contraste acentuado en la serie. Para ello, se ha seleccionado una muestra de diez jugadoras de división de honor con edades comprendidas entre los 18 y 32 años siendo divididas en dos grupos de cinco. Un grupo formado por aquellas jugadoras que obtuvieron en el pretest unos valores más bajos en el Índice de Bosco, llevaron a cabo un programa de entrenamiento de fuerza por contraste acentuado en la serie con cargas máximas y pliometría y el otro grupo por las que consiguieron unos valores más altos, que realizaron un programa de entrenamiento de fuerza por contraste acentuado en la serie con cargas medias y pliometría, a los cuales fueron sometidas durante un periodo de diez semanas, ejecutando dos sesiones en cada una. Los resultados obtenidos de la investigación muestran que no existe una mejora significativa en la altura de salto vertical con contramovimiento entre los grupos, ni tampoco en las diferentes tomas realizadas durante el pretest, test intermedio y postest. Introducción. Tener una buena capacidad de salto, es fundamental para la práctica del balonmano, ya que se requiere para realizar diferentes gestos de ataque y defensa como pueden ser lanzamientos, bloqueos, superar barreras,… Por este motivo es importante que forme parte habitual de los entrenamientos. Al mejorar la capacidad de salto, se mejoran otras habilidades que requieren una impulsión de las piernas, existiendo evidencias empíricamente demostradas, sobre la correlación positiva entre la capacidad de salto (con y sin contramovimiento previo) y el desplazamiento a máxima velocidad (Padulle, 1992; Hakine, 1989; Bosco y Komi, 1981; Bosco, 1981; citado por Bosco, 1994). La potencia es otra cualidad que puede determinar la práctica de muchos deportes entre los que se encuentra el balonmano. Para entrenarla es necesario evaluar correctamente la fuerza explosiva. Con el test de Bosco que consiste en una serie determinada de saltos (principalmente seis), Squat Jump, Countermouvement Jump, Squat Jump con carga, Abalakov, Drop Jump y saltos durante 15 segundos, se cuenta con una herramienta más para valorar las características individuales y la selección de la cualidad específica de cada atleta o persona. Concretamente el CMJ nos da información sobre la fuerza reactiva de los sujetos, que siguiendo a García (1999), en función de la forma en la que se produce el ciclo de estiramiento-acortamiento, otros autores distinguen entre fuerza elástico-refleja y fuerza explosivo elástico refleja. En la manifestación elástico-refleja la fase excéntrica no se ejecuta a alta velocidad, y en la acción de frenado se estira la musculatura agonista fuertemente, que previamente se encontraba contraída, actuando como muelles que trasmiten la energía acumulada a la fase positiva del movimiento. Por el contrario, la manifestación explosivo elástico refleja, sucede cuando la acción deportiva es de carácter explosivo y el alargamiento muscular previo a la acción concéntrica es limitado y de alta velocidad de ejecución. Indirectamente del test de Bosco podemos hallar el Índice de Bosco o índice de fuerzavelocidad. Según Bosco (1994), la valoración de la fuerza máxima y la máxima velocidad se pueden registrar en una misma unidad de medida, que puede ser la altura alcanzada o la velocidad vertical de despegue de la que depende la altura, siendo esto lo que nos va a permitir establecer una relación entre la fuerza y velocidad, en un músculo aislado o en grupo muscular. Para Bosco (1994), del equilibrio entre la fuerza y la velocidad se obtiene el denominado Índice de Bosco (I.B.) que es un valor numérico que relaciona la capacidad de salto del atleta cuando tiene una carga sobre los hombros y cuando efectúa el salto sin sobrecarga. Esta relación se entre la altura alcanzada con el salto sin carga y con una sobrecarga igual al peso corporal se representa en la ecuación siguiente de la figura 1. SJ I.B = SJ100 I.B. = Índice de Bosco S.J. = Squat Jump S.J.100 = Squat Jump + el peso corporal Figura 1. Fórmula para determinar el Índice de Bosco. Si el Índice de Bosco es muy alto o crece con el entrenamiento, significa que se está dando mayor importancia al trabajo de fuerza máxima o al menos así se manifiesta en el sujeto entrenado; por el contrario, si decrece o es muy bajo posiblemente se estará primando el trabajo de velocidad (González y Gorostiaga, 1995). Objetivos. Los objetivos del siguiente estudio son: - Conocer la altura de salto a través de la fuerza reactiva (fuerza elástico explosiva) de las extremidades inferiores en las jugadoras, que nos proporciona una de las pruebas del test de Bosco (CMJ). - Aumentar la altura de salto vertical en las jugadoras de balonmano, medida a través de una de las pruebas del test de Bosco, aplicando el método búlgaro por contraste acentuado (con cargas máximas-pliometría y cargas mediaspliometría). Material y método. La muestra está formada por 10 jugadoras de balonmano de división de honor pertenecientes al Club de Balonmano Vícar Goya Jarquil de Almería, con una edad que oscila entre los 18 y 32 años, la talla entre 159.0 y 183.5 cm y el peso de 54.0 a 80.0 kg. Se consideró interesante tener en cuenta los años de entrenamiento, no estar lesionada, no tener ninguna enfermedad que pudiera afectar al resultado y no haber tomado, ni tomar medicamentos u otras sustancias que puedan afectar al desarrollo de la fuerza. Además se comprobó que pudiesen ejecutar media sentadilla con una carga del 100% de su peso corporal. Los sujetos se distribuyeron según las marcas conseguidas en el pretest, concretamente según el valor del Índice de Bosco, conformando el grupo de método búlgaro acentuado con carga máxima (GCMA), aquellas que lograron unos niveles más bajos (entre 0.175 y 0.202) y, por otro lado, el grupo de método búlgaro acentuado con carga media (GCAME), compuesto por las jugadoras que obtuvieron los índices más elevados (entre 0.215 y 0.312). Se puede distinguir como variable independiente, el entrenamiento del tren inferior mediante el método búlgaro por contraste acentuado en la serie (carga máxima/pliometría y carga media/pliometría). Y como variable dependiente, la altura máxima de salto con contramovimiento (CMJ). Siguiendo a García y cols. (1996), se indica que el método de contraste tiene un objetivo mixto de mejora de la fuerza máxima y de la fuerza veloz, que consiste en alternar cargas altas (70-90%) con ligeras (30-50%). Dentro del método de contraste, la forma más conocida es el método Búlgaro que en su origen, sólo consideraba los ejercicios con cargas, pero este método según García y cols. (1996, p. 199) “es aplicable igualmente a la alternancia de ejercicios o movimientos en los que no necesariamente se utilicen cargas” (p.e., el trabajo pliométrico), especialmente cuando está dedicado a disciplinas con carácter explosivo, como es el caso del Balonmano. Por su parte, el entrenamiento pliométrico representa un puente entre fuerza y potencia, que sirve de transferencia para las acciones competitivas (Chu, 1996), siendo múltiples los efectos del trabajo pliométrico, incidiendo sobre los mecanismos inhibidores y facilitadotes de la contracción muscular, al igual que favorece la mayor aplicación de la fuerza máxima (González y Gorostiaga, 1995). Según García (1999, p. 380) “todo trabajo pliométrico está constituido por tres elementos: fase concéntrica, fase isométrica y fase excéntrica (ciclo de estiramientoacortamiento, CEA)”. La combinación de métodos pliométricos con otros métodos que produzcan contraste permite mejorar los gestos explosivos. El contraste se podría utilizar combinado la pliometría con métodos concéntricos, isométricos y excéntricos (Chirosa, 1998). Para este estudio la combinación que se ha llevado a cabo es la de pliometría con un método concéntrico (el método de contraste Búlgaro), teniendo en cuenta una serie de premisas como que los contrastes acentuados se suelen utilizar en período invernal y de competición, que el número de series oscila entre 4 y 8, que según Cometti (2001), cuando la carga que se utiliza es máxima, corresponde a unos valores de fuerza del 8590% y cuando la carga es media, corresponde al 60-70%, y siguiendo a Verkhoshansky (1999), que únicamente se puede aplicar un programa de tres sesiones semanales de pliometría a atletas realmente preparados. El procedimiento que se siguió consistió en un test inicial en el que se realizaron las siguientes pruebas: test de fuerza máxima en media sentadilla y test de Bosco, con el que se clasificaron los sujetos en dos grupos de entrenamiento según el Índice de Bosco. A continuación se aplicaron los entrenamientos durante dos días a la semana alternos (lunes y miércoles), en un período continuado de diez semanas. A las seis semanas de entrenamiento, se les realizó un test intermedio con las mismas pruebas que el pretest, para comprobar la evolución de la forma y modificar la intensidad de las cargas. Se continuó con otras cuatro semanas más de entrenamiento y se realizó la batería de test final (postest), consistente en la realización del test de Bosco (Tabla 1). Tabla 1. Resumen temporal de las fases acontecidas durante la investigación FASE INVESTIGACIÓN Evaluación inicial (PRETEST) FECHA Del 24 al 26 de Enero de 2005 Organización de los grupos Del 31 de Enero al 4 de Febrero de 2005 Tratamiento Del 7 de Febrero al 16 de Marzo de 2005 Evaluación intermedia (TEST INTERMEDIO) Tratamiento Evaluación final (POSTEST) Del 21 al 23 de Marzo de 2005 Del 28 de marzo al 20 de Abril de 2005 Del 2 al 4 de mayo de 2005 Cada dos semanas de entrenamiento la intensidad de la carga se aumentaba un 5% con respecto al porcentaje de la fuerza máxima inicial en ½ sentadilla de cada jugadora, para evitar la adaptación de los sujetos al estímulo, siguiendo uno de los principios de entrenamiento (principio de la progresión), según García y cols. (1996), trabajando durante ese período el GCMA con una carga que osciló entre el 80-90% y el GCAME con el 55-65%. Ambos grupos tendrían que realizar el contraste de cada serie con saltos pliométricos de tipo Drop Jump (DJ), que se trata de efectuar un salto después de una caída de una altura determinada, partiendo de una posición de piernas extendidas y con un movimiento hacia abajo, debiendo llevar las manos en las caderas y el tronco recto y según la altura óptima de caída correspondiente a cada una de las jugadoras, siendo el número de saltos igual en los dos grupos. Para la aplicación del test de repeticiones máximas en media sentadilla, así como el test de Bosco se hizo necesario un aparataje que hizo posible la obtención de los datos, en concreto para la realización del test de Bosco se empleó el Ergo Tester Globus Italia que realiza las funciones de una plataforma de salto y ha sido utilizado en diferentes estudios como el de Mouche (2001). Para el test de fuerza máxima en media sentadilla fueron necesarios barras y discos de halterofilia de diferentes pesos y soportes. El lugar donde se llevaron a cabo la batería de test, fue el Centro Andaluz de Medicina del Deporte (C.A.M.D.) situado en Almería. El protocolo que se llevó a cabo para medir la variable dependiente, consistente en un salto vertical con contramovimiento o CMJ fue el siguiente: Posición inicial: se parte de una posición de pie, con los pies colocados paralelos, o con las puntas ligeramente hacia fuera y separados a la anchura de las caderas. Las manos colocadas en las caderas, donde permanecerán desde el inicio a la finalización del movimiento. Ejecución: se realiza un movimiento rápido de flexo-extensión de las piernas, formando durante la bajada un ángulo de 90º con las rodillas, e inmediatamente un salto vertical máximo. En la acción previa al salto el tronco se inclina ligeramente con la espalda recta hacia delante y las manos apoyadas a ambos lados de las caderas. Descansa aproximadamente un minuto y lo repite, normalmente se suelen ejecutar dos intentos, cogiendo el mejor de ellos. Todos los sujetos siguieron el mismo protocolo y previamente se les realizó un calentamiento que consistió en realizar movilidad de las principales articulaciones del cuerpo, haciendo principal hincapié en el tren inferior, diez minutos de carrera continua, cinco minutos de estiramientos, diez saltos sobre las puntas y varios saltos con contramovimiento para aprender bien la técnica. Resultados. A continuación se presentan los resultados obtenidos al realizar un estudio descriptivo de la variable dependiente a lo largo del tiempo (Tabla 2). Tabla 2. Resultados de la variable dependiente. CMJ1 CMJ2 CMJ3 N MÍNIMO MÁXIMO MEDIA 13 13 10 21.70 20.00 25.40 41 37.80 43.40 31.42 30.05 33.05 DESV. TÍPICA 4.75 4.64 5.06 Como ocurre en el análisis del estudio de la variable S.J., el número de sujetos (N), es de 13 para el pretest y test intermedio, disminuyendo a 10 en el postest. La media inicial (pretest) es de 31.42, descendiendo en el test intermedio (30.05), pero logrando la media más alta en el postest con un valor de 33.05, casi dos puntos más que al inicio. Del análisis descriptivo de la variable dependiente en función del programa de tratamiento obtenemos los siguientes resultados que se recogen en la tabla 3 para el pretest, test intermedio en la tabla 4 y postest en la tabla 5. Tabla 3. Prueba T, contraste entre grupos en el pretest. CMJ PRETEST GRUPO GCAMA GCAME N 5 5 Media 33.80 31.28 Desv. típica 5.43 2.11 Tabla 4. Prueba T, contraste entre grupos en el test intermedio. CMJ TEST INTERMEDIO GRUPO GCAMA GCAME N 5 4 Media 32.28 29.00 Desv. típica 3.92 4.22 Tabla 5. Prueba T, contraste entre grupos en el postest. CMJ POSTEST GRUPO GCAMA GCAME N 4 4 Media 35.65 30.02 Desv. típica 5.31 3.38 Centrándonos en la primera de las tablas (tabla 3), con respecto a N (número de sujetos), se puede ver que existen valores de cinco sujetos de cada grupo. En el test intermedio (tabla 4), se ha producido una pérdida en el GCAME con respecto al pretest. Y para finalizar, en el postest se produce una nueva pérdida de N (número de sujetos), siendo la pérdida de uno para el GCAMA con respecto al test intermedio. Respecto a la media, en el pretest existe una diferencia de casi 2 cm entre ambos grupos, aumentándose la diferencia a más de 3 cm en el test intermedio y 5 cm en el postest. Pasando al análisis inferencial, los resultados de los contrastes multivariados se han llevado a cabo entre tests (factor intra-sujetos) y entre grupos (factor inter-sujetos). Comenzando con el factor intra-sujetos, los resultados muestran el p-valor asociado al estadístico Lambda de Wilks (tabla 6), indicando que no existen diferencias significativas entre los tests para la variable CMJ. Tabla 6. Contraste multivariado para el factor intra-sujeto. Efecto CMJ Contraste multivariado Lambda de Wilks 0.264 A pesar de que no se han hallado diferencias significativas en los contrastes multivariados, se ha procedido a aplicar la prueba T para el factor inter-sujeto, para el cual se ha tenido en cuenta que las varianzas de las diferencias entre cada dos niveles de dicho factor fuesen iguales. Esto se comprueba con la prueba de esferidad de Mauchly, (tabla 7). Tabla 7. Prueba de esferidad de Mauchly para el factor intra-sujeto. Efecto Contraste multivariado Lambda CMJ de Wilks 0.602 En la prueba T de igualdad entre las medias en el factor inter-sujeto (tabla 8) se puede ver que no existen diferencias significativas en ninguno de los tests para la variable CMJ. Tabla 8. Prueba T para la igualdad de medias en el pretest. CMJ PRETEST CMJ TEST INTERMEDIO CMJ POSTEST Prueba T para la igualdad de medias t Sig. (bilateral) 0.967 0.374 1.207 0.267 1.787 0.124 Discusión. A raíz de los resultados obtenidos, hallamos que no se han encontrado diferencias significativas ni entre los grupos ni en las diferentes tomas. Por otro lado, a diferencia de lo que se encuentra en la literatura, los programas de entrenamiento basados en el “Método Búlgaro por contraste acentuado en la serie”, no han conseguido que ninguno de los grupos de deportistas mejorara la altura de salto vertical medida a través de la variable CMJ. En contraposición, existen diversas investigaciones que sí recogen un aumento tanto en los niveles de fuerza como en la altura de salto vertical. Esto se puede comprobar en un estudio similar a este de Chirosa y cols. (2002), donde estudió el efecto de diferentes métodos de entrenamiento de contraste (en la sesión o en la serie) combinado con multisaltos o pliometría, para la mejora de la fuerza de impulsión en un salto vertical. Los sujetos que participaron en la investigación fueron 30 soldados del Ejercito Español de Tierra que recibieron un entrenamiento de 8 semanas continuadas, tres días a la semana con el objetivo de comprobar qué tipo de contraste mejoraba más la altura de salto, obteniendo como resultado un aumento significativo en las variables SJ y CMJ en ambos grupos y siendo mejores los resultados obtenidos por el grupo de entrenamiento de contraste en la serie. En nuestro estudio, en cambio, aun habiendo utilizado en ambos grupos el contraste en la serie, no se han obtenido resultados significativos para CMJ pudiendo ser debido a que el nivel de entrenamiento de los sujetos de estudio es muy diferente, al contar con una muestra de deportistas de elite para llevar a cabo este estudio. En otro estudio de característica similares, llevado a cabo por González y cols. (2002), pero en sujetos con edades comprendidas entre los 50 y 70 años, a los que se le valoró la mejora del salto vertical tras un programa de entrenamiento de fuerza mediante el método por contraste (cargas pesadas y ligeras) durante 16 semanas, se obtuvo que sí fue eficaz el programa de entrenamiento al provocar una mejora de la masa muscular. Entre las limitaciones que han aparecido durante el desarrollo de esta investigación cabe destacar el elevado número de lesiones que han sufrido las jugadoras, provocadas por el propio lance del juego en competición de alto nivel, y que han repercutido de un modo directo en el proceso de toma de datos con la consecuente pérdida de información y número de casos que podrían haber arrojado algunos resultados más concluyentes. Conclusiones. Con respecto al primer objetivo “Conocer la altura de salto a través de la fuerza reactiva (fuerza elástico explosiva) de las extremidades inferiores en las jugadoras, que nos proporciona una de las pruebas del test de Bosco (CMJ)”, se ha podido lograr en tres momentos distintos durante la investigación, pretest, test intermedio y postest. Del segundo objetivo,” Aumentar la altura de salto vertical en las jugadoras de balonmano, medida a través de una de las pruebas del test de Bosco, aplicando el método búlgaro por contraste acentuado (con cargas máximas-pliometría y cargas medias-pliometría)” no se ha logrado un aumento en la altura de salto vertical de las jugadoras de balonmano, al no encontrarse valores significativos que lo respalden en la variable dependiente CMJ. A la luz de estos resultados, la conclusión a la que se llega con esta investigación es que ninguno de los tratamientos ha mejorado significativamente la altura de salto vertical, a pesar de haber recibido un programa de entrenamiento de 10 semanas de duración, donde se ha aplicado el método búlgaro por contraste acentuado en la serie. Bibliografía. Bosco, C. (1994). La valoración de la fuerza con el test de Bosco. Barcelona: Paidotribo. Chirosa, L. J. (1998). Eficacia del entrenamiento con un método de contraste par la mejora de la fuerza de impulsión en relación a otro tipo convencional en balonmano. Tesis Doctoral, Universidad de Granada, Granada. Chirosa, L. J.; Chirosa, I. J.; Requena, B.; Freniche, B. y Radial, P. (2002). Efecto de diferentes métodos de entrenamiento de contraste para la mejora de la fuerza de impulsión en un salto vertical. Motricidad, 8, 47-71. Chu, D. (1996). Ejercicios pliométricos. Barcelona: Paidotribo. Cometti, G. (2001). 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