413 OPERACIONES PERDIDAS OPERATIVAS Por Robert Wall La primera pérdida operativa de un CV-22 tuvo lugar en Afganistán durante una operación de combate nocturno. l Comando de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea Norteamericana pretende mejorar el sistema de auto-protección del CV-22 Osprey, con el propósito de reforzar las defensas contra los misiles superficie-aire, en un momento en el cual la pequeña comunidad debe enfrentar la primera pérdida operativa de una de sus aeronaves. Aunque el Bell-Boeing V-22 tiene una historia de accidentes y errores técnicos, este marca la primera caída durante una operación real. El CV-22, asignado al 8º Escuadrón de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea Norteamericana, con base en Hurlburt Field, Florida, cayó la noche del 8 de abril, aproximadamente a 7 millas al oeste de la ciudad de Qalat, Provincia de Zabul, en el sur de Afganistán. La aeronave se dirigía hacia una zona de aterrizaje. El 8º Escuadrón de Operaciones Especiales se encuentra en su segundo despliegue de combate, después de completar su primer despliegue en Afganistán, en el mes de noviembre. La Fuerza Aérea Norteamericana pretende dotar a los CV-22 Osprey con una mejor capacidad de distribución automática de bengalas y señuelos. 414 Revista de Publicaciones Navales Tres militares murieron en el accidente, además de un civil. Los uniformados fueron identificados como el Mayor Randell D Voas y el Sargento Mayor James B Lackey. Voas era un piloto que evaluaba los CV-22 y que operaba dichas aeronaves desde el año 2006. Había volado el MH-53 Pave Lows y registraba 160 horas de vuelo en combate. Lackey era ingeniero de vuelo y evaluador del CV-22 y previamente había sido ingeniero de vuelo del MH-53. El tercer fallecido fue el Cabo Michael D. Jankiewicz, integrante del 3º Batallón, 75º Regimiento de Rangers de Ft. Benning, Galveston. Otros 16 tripulantes resultaron heridos. Los datos provistos por el piloto sobreviviente permitirán ahondar la investigación sobre el incidente. Según un funcionario del Departamento de Defensa no hay indicaciones de fuego hostil; de todas maneras, el comité investigador tendrá que eliminar dicha posibilidad formalmente. Este suceso marca el segundo accidente con un CV-22 Clase A en los dos últimos años y la primera pérdida operativa. Un funcionario del Departamento de Defensa confirmó que posteriormente se destruyeron los restos de la aeronave para evitar que los equipos sensibles cayeran en manos enemigas. Se trata de un procedimiento estándar en el caso de pérdidas de aeronaves en operaciones especiales. El programa del V-22 estuvo plagado de accidentes durante su desarrollo e incluso el proyecto estuvo a punto de cancelarse. De todas maneras, después de un complicado período de recuperación, el programa comenzó a lograr su aceptación. El año pasado, la Infantería de Marina Norteamericana, el comprador del MV-22 y el que más respaldo le brindó al programa, seguía luchando con las tasas de confiabilidad para las misiones. Sin embargo, recientemente los oficiales del servicio sostuvieron que dichas cifras habían mejorado. El primer despliegue del MV-22 para combate tuvo lugar en el año 2007, cuando la aeronave se despachó a Irak. Las cifras de confiabilidad han mejorado levemente para los CV-22 del Comando de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea. (Afsoc = Air Force Special Operations Command) planea adquirir 50 unidades de dicho modelo que incluye mejoras en la aviónica, en comparación con la versión de la Infantería de Marina, como por ejemplo un radar para detectar obstáculos en el terreno. Se trata del quinto accidente de un V-22. Dos prototipos cayeron a tierra durante los días iniciales de las pruebas de vuelo (uno en 1991 y otro en 1992 y murieron siete personas). Dos aeronaves en proceso de desarrollo cayeron en el año 2000, en uno de los casos murieron 19 tripulantes y en el otro cuatro. Este último accidente causó una demora en el proceso de producción y una pausa en el programa para corregir los problemas en los componentes. El V-22 también se perfeccionó para ayudar a la tripulación a evitar la situación de remolino; una condición aerodinámica durante la cual la aeronave pierde sustentación Pérdidas operativas cuando desciende demasiado rápidamente a través de su propia deflexión de la corriente de aire. Esta situación fue la causante de uno de los accidentes. La iniciativa de la naciente guerra electrónica (EW = Electronic Warfare) no es el resultado de la pérdida del CV-22 sino que surge a medida que se incrementa la experiencia operativa. Conforme al programa EW, el Pentágono desea aumentar la cantidad de señuelos y bengalas disponibles para la tripulación, superando las que actualmente provee el distribuidor automático ALE-47. El objetivo es que la tripulación de los CV-22 puedan lanzar bengalas en forma preventiva antes de ingresar a la zona de amenazas. El sistema debería estar en condiciones de operar con bengalas especiales encubiertas, diseñadas para engañar a los misiles superficie-aire. Asimismo, sería importante que dichas bengalas fueran invisibles al ojo humano para no revelar la presencia de la aeronave. Saab, la empresa que desarrolla el distribuidor automático de las contramedidas Bol que utiliza 415 actualmente el Pentágono, planea desarrollar este perfeccionamiento. La Infantería de Marina Norteamericana también está analizando la posibilidad de actualizar el sistema de auto-protección en los MV-22, después de identificar a dicha aeronave como la plataforma prototipo para la iniciativa del Sistema EW para Reconocimiento de Amenazas de Fuerzas Aliadas. El objetivo sería brindarle a los pilotos un mejor reconocimiento de las amenazas, incluyendo armas pequeñas y granadas autopropulsadas. El Pentágono está alentando a los proveedores a participar en un programa de pruebas comparativas extranjeras de un sistema que ya está habilitado para su uso y que es compatible con el ALE-47. La iniciativa es sólo la última de una serie de medidas que ha tomado el Pentágono en los últimos años para mejorar las contramedidas de los CV-22. DE “AVIATION WEEK & SPACE TECHNOLOGY”, APR 19, 2010 * * *