«El Enemigo» 1 Pedro 5:8 INTRODUCCIÓN Cuando se trata del reino demoníaco, a menudo la gente va a los extremos. Algunos buscan respuestas lógicas para todo. Ridiculizan el concepto de demonios en esta época. Y a veces los cristianos solo aceptan de palabra la existencia del maligno. Otros cristianos buscan demonios en todas partes. Se preocupan por el reino sobrenatural y culpan de todo a Satanás dejando a un lado el mundo físico en que vivimos. Ambos extremos resultan en numerosos problemas. Es peligroso no tener en cuanta el reino demoníaco y también lo es estar preocupados por su existencia. I. LA GUERRA INVISIBLE. A. Una Oración Pronunciada (Daniel 10:1-3) «1 En el año tercero de Ciro rey de Persia fue revelada palabra a Daniel, llamado Beltsasar; y la palabra era verdadera, y el conflicto grande; pero él comprendió la palabra, y tuvo inteligencia en la visión. 2 En aquellos días yo Daniel estuve afligido por espacio de tres semanas. 3 No comí manjar delicado, ni entró en mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento, hasta que se cumplieron las tres semanas» 1. Daniel estaba afligido y debilitado. 2. Daniel esta en oración ferviente. 3. Daniel recibe una visión en un momento de su oración. 4. Nosotros tenemos que confiar en Dios pacientemente para que nos revele su propósito y plan de forma mas clara. B. La Respuesta Demorada (Daniel 10:10-14) «10 Y he aquí una mano me tocó, e hizo que me pusiese sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos. 11 Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y ponte en pie; porque a ti he sido enviado ahora. Mientras hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando. 12 Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. 13 Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia. 14 He venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días» 1. Daniel recibe un toque que lo dejo temblando. 2. El personaje celestial se refirió al él como «varón muy amado» Esto señala que Daniel era reconocido como siervo escogido de Dios. 3. Se le da a conocer a Daniel que desde el primer día que oro fue escuchada su oración, pero que un adversario impedía que llegare la respuesta (vv.12-13) 4. Este adversario se le menciona como «el príncipe del reino de Persia» lo pudiera reprensar el príncipe de los demonios que se apone al plan de Dios. 5. Nosotros también debemos considerar que muchas veces las respuestas a nuestra oraciones son impedidas por el enemigo, por ello debemos ser persistentes en la oración. II. EL ENEMIGO DESCRITO. A. Satanás, el Engañador (Juan 8:44) «Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira» 1. Juan 8:44, se refiere a Satanás como «padre de mentira» lo declara como absolutamente incapaz de representar la verdad. 2. El enemigo tiene una capacidad de engañar la que le permite cegar a la humanidad incrédula a la verdad del Evangelio (2Cor.4:4) y enreda a los creyentes en el pecado. 3. La mentira es el hábito natural del diablo. Debemos cuidarnos de él. 4. Una de las armas que podemos usar en contra del diablo es la Verdad. B. Satanás, el Destructor (Juan 10:10) «El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia» 1. Recordemos que el nombre “Satanás” significa «Adversario» Esta decidido a obstaculizar el propósito de Dios para la vida de los cristianos. 2. El Señor Jesús declaro en Juan 10:10, lo describe como un ladrón que viene para hurtar matar y destruir el rebaño de Dios. 3. Es necesario que los cristianos comprendamos que nuestro enemigo desea nuestra total destrucción. 4. Los métodos del diablo no son nuevos, sigue empleando los mismos que uso en el edén: a. Primero intenta engañar la mente. b. Segundo, desea que tramemos de satisfacer las necesidades de nuestra vida fuera de la voluntad de Dios. III. EL ENEMIGO VENCIDO. A. Debemos Resistir al Enemigo (Santiago 4:7-10) «7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. 8 Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. 9 Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. 10 Humillaos delante del Señor, y él os exaltará» 1. Para combatir los ataques del enemigo se requiere decisión. 2. La tarea de nuestro enemigo se le hace más fácil con nuestra desobediencia. 3. Someternos a Dios y su Palabra, bloqueara totalmente a Satanás. 4. Humillarse ante Dios solamente, también garantiza la victoria segura. B. Debemos Ser Sobrios en Espíritu (1 Pedro 5:7-9) «7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. 8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 9 al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo» 1. A Satanás le encanta tener a los cristianos en un constante estado de ansiedad. 2. 1 Pedro 5:7, nos recuerda que podemos echar todas nuestras ansiedades sobre el Señor Jesucristo. 3. Es importante oponerse al enemigo, lo cual requiere y exige una sobriedad (claridad, tranquilidad, templanza) de espíritu. 4. Por lo tanto nos toca permanecer sobrios y vigilantes: Sobrios; con la Palabra de Dios, Vigilantes; en oración. 5. El Blanco principal de nuestro enemigo es nuestra Fe. Por ello debemos estar arraigados a la Palabra de Dios (Mat.4:1-11; Rom.10:17) CONCLUSIÓN