“...Veamos un película”... Aportes al debate sobre el cine, como herramienta didáctica Alvarez María de los Angeles CBC- UBA Av. Honorio Pueyrredón 1261 8º B Te. 4855-8660 [email protected] Enseñanza de las Ciencias Sociales en las carreras de Ciencias Económicas El cine en el aula Mejorar nuestras prácticas docentes, en torno a la enseñanza de la historia es una de las preocupaciones que nos moviliza a introducir y perfeccionar el uso de herramientas didácticas, como lo son los medios audiovisuales, en este caso el cine. Este medio cumple cada vez con mayor fuerza la función de formar “la idea del pasado”1. La intención de este trabajo es explorar las potencialidades didácticas del cine en la enseñanza de la historia, algunas de la cuestiones a plantear: son las corrientes que han investigado sobre el uso del cine en el aula. Y ¿qué ventajas y limitaciones tiene la producción cinematográfica para acercarnos al pasado? En esta comunicación se intenta que confluyan las posturas de Marc Ferro (considera al cine de ficción como fuente y agente de la ciencia histórica) y Pierre Sorlín (que argumenta que las películas dicen más de cómo era o es la sociedad que las ha realizado, de su contexto, que el hecho histórico o referente que intentan evocar). La propuesta es no presentarlas como visiones antagónicas o excluyentes, sino promover que en el análisis de los filmes converjan ambas visiones y se complementen. La cultura de la imagen El cine es un vehículo de comunicación y una expresión artística, por tratase de una producción social compleja, al adentrarnos en el entorno de una película, podremos conocer el modo en que se construye la memoria histórica, y se convierte el film en un material de análisis, que no es la Historia (trabajo científico acabado) en sí mismo , sino debemos considerarlo como un testimonio “vivo” de la sociedad2. El lenguaje audiovisual3 es un sistema de representación que genera discursos y organiza y otorga significados a los objetos y prácticas de la vida cotidiana, el cine nos permite adquirir las herramientas con las que pensamos; los significados que reglan las prácticas sociales. En la producción cinematográfica se unen los mecanismos de elaboración más 4 eficaces para reflejar las “representaciones del mundo vigentes” (para un realizador o un grupo determinado) y los resortes para “renegar” de dichas representaciones y abogar por otras nuevas; expresan la cultura y la contracultura. 1 Sin embargo estas formas colectivas de conocer el pasado con frecuencia son ajenas al conocimiento producida por los historiadores, aunque esto suele pasar inadvertido para la mayoría de los espectadores. Mendez A. y Medina, R. M.;Cine, historia y medicina; en Suplemento de Conecta Nº 1, Issn1576-4826. 2 Barrenetxea Marañon, I.;Pensar la Historia desde el Cine, en Entelequia, Nº 1, primavera, 2006. 3 Con su incomparable capacidad de representación, de otorgar significados de creación de símbolos es también una de las más poderosas tecnologías del poder. Op. cit. Mendez A. y Medina, R. M. 4 Hace falta tener en cuenta la ausencia de determinadas temáticas. Sánchez Alarcón I.; El cine, instrumento para el estudio y la enseñanza de la Historia, en Propuestas, Comunicar 13,1999. Las imágenes cinematográficas no son el mundo real, aunque actúan sin embargo como significantes de esta realidad. Las películas traducen la atmósfera ideológica y los mitos vigentes (que también forman base de la historia). Es necesario tener en cuenta los condicionantes de la producción fílmica, para rastrear en ella las connotaciones relacionadas con la cultura y la ideología y conseguir las limitaciones de la producción cinematográfica como fuente para el estudio y la enseñanza de la Historia. La relación entre cine e historia5 puede abordarse desde al menos tres perspectivas: a) como elemento de análisis en la investigación de su propia historia, b ) como documento para producir discursos históricos y c) recurso didáctico6. El cine se convierte en un lugar de representación de la Historia, en dos sentidos diferentes y complementarios a la vez, “como figura, imagen o idea que sustituye a la realidad y como acción puesta en escena de escenificación, de la Historia 7 como utiliza un lenguaje propio en el que se combinan rasgos iconográficos, que varían según la época y aspectos narrativos heredados de la literatura u otros medios como la televisión y el comic, en gran parte del cine producido en al actualidad. La dificultad de interpretar los significados que existen tras estas convenciones formales ha sido la principal causa de rechazo que ha sufrido el cine como fuente histórica. La Historia no es patrimonio de la palabra escrita, en los últimos años se ha diversificado cada vez más la valoración de diferentes fuentes históricas; que expresan variedades a las distintas sociedades. El acto de comunicación reside, aunque sea parcialmente, que los interlocutores comportan el mismo lenguaje, el mismo sistema de representaciones. Uno de los aportes del cine radica en la posibilidad de “guardar” imágenes y mensajes8 de una determinada cultura (producida en otro momento y en otro contexto social), su análisis nos permite acceder a datos representativos, inferenciales o que recuperen una realidad determinada; el material cinematográfico no deja de ser una creación y una interpretación y no un “espejo de la realidad” 9 El cine como un medio de acercamiento a la “realidad”, en los últimos años se han multiplicado las reflexiones teóricas y metodológicas sobre el lenguaje cinematográfico, desde posiciones multidisciplinarias10, desde otra mirada los aportes se centran en la capacidad de reflejar los elementos propios de una sociedad determinada; en esta visión el cine es presentado como reflejo y transmisor de ideología11. Considerando al cine como representación sociológica e histórica12, al partir de este concepto, una de las acepciones que presenta es la de ausencia ( la representación es 5 El cine debe ser una herramienta más que permita contrastar la información obtenida mediante otra documentación. 6 Amador, P.; “El cine como documento social: una propuesta para el análisis”, en Ayer Nº 24,1996, Asociación de Historia Contemporánea. 7 Monterde, J. E., Masoliver, M. S. y Solá A.; (2001); La representación cinematográfica de la historia, Akal, Madrid. 8 El momento al se refiere la narración no corresponde necesariamente al momento en el que reproduce el documento. Del mismo modo el contenido de narración tampoco será necesariamente fiel la realidad sociológica o histórica determinada. Rueda Laffong, J. C. y Chicharro Merayo, La representación cinematográfica: una aproximación al análisis sociohistórico; en Ambitos Nº 11-12-1er. y 2do. Semestre de 2004. 9 Vilches, L.;(1992);La lectura de la imagen. Prensa, cine y televisión. Paidós Comunicación, Barcelona. 10 Desde la sociología de la comunicación: tiene en cuenta a sus espectadores y el medio social en el que se insertan. 11 Sorlín, P.;( 1985), Sociología del cine. La apertura para la historia del mañana, FCE, México. 12 Op.cit Monterde, J. E., Masoliver, M. S. y Solá A.. el objeto que sustituye a lo representado) y la presencia (imagen sustitutiva con sentido simbólico). El cine reviste los sig. aspectos: a)escenificación filmada13; b)representación de prácticas y usos sociales externos al film; c)a nivel de representación el film representa acontecimientos ya sucedidos. Distintos autores y grupos que trabajan la relación cine e historia proponen “su clasificación” de los filmes; presentar a algunos de ellos es pertinente para poder seleccionar un mejor abordaje para el análisis de las películas Considerando la capacidad representativa del relato fílmico y su carácter de fuente para afrontar el estudio de la realidad sociohistórica, Marc Ferro 14 propone una clasificación (sus límites no son fijos): 1. Películas de reconstrucción histórica: filmes que no intentan en forma directa hacer historia, pero que poseen un contenido social, que permiten conocer las mentalidades de una época. (Por ejemplo Ladrones de bicicletas, obra que responde al neorrealismo italiano). 2. Películas de ficción histórica: utilizan a la historia como marco referencial, sin proponer ningún análisis.(Lo que el viento se llevó, es un ejemplo de este grupo). 3. Películas de reconstrucción histórica: se proponen hacer historia y buscan reinterpretar el pasado. El aporte del grupo Drag Màgic15 es central para la creación de una tipología: 1. Cine de no ficción: Actualidades: noticias filmadas. Noticieros Documentales Cine Familiar El montaje documental Y desde su mirada también elaboran una tipología para clasificar: 2.Cine de ficción histórica: De gran espectáculo histórico De época La adaptación literaria La biografía histórica La ficción documentalizada El cine militante El cine político El ensayo histórico La Historia –imaginaria Cine publicitario y pornográfico Rosenstone (1997) propone organizar en tres el cine de tipo histórico: 1. El film histórico como drama: reconstrucción del pasado como marco histórico de la acción de hechos ficticios, proporciona la idea que a través del film nos acercamos a un mundo real, se presenta como “una ventana abierta al pasado”. 13 Las películas de ficción, como escenificación, solo en apariencia fidedigna, respecto a una realidad tres veces desvirtuada: por el paso del tiempo respecto a los momentos históricos que evoca, por la simplificación impuesta por la narrativa audiovisual, y por la invención de personajes y situaciones. Op. cit. Rueda Laffong, J. C. y Chicharro Merayo. 14 (1995). 15 Grupo que trabaja en Barcelona desde la década del ’70 analizando las relaciones entre Cine e Historia, sino también el valor del cine en la enseñanza de la historia. 2. El film histórico como documento: corresponde con la estructura del documental en la que se superpone a las imágenes la voz de un narrador. Este tipo de cine parece ofrecer “mayor verosimilitud”, en su lugar nos ofrece una recreación de la realidad. 3. El film histórico como experimentación: incluye documentales como películas de ficción, buscan formas de representación distinta a los filmes tradicionales intentan ser cuestionadotes de la realidad. Las distintas propuestas nos acercan de la utilización el cine como documento histórico: El cine como reflejo, aunque sea parcial de la realidad. (Los filmes de ficción o documentales pueden mostrar las costumbres, acontecimientos políticos, las ciudades, etc). También son valorables los aspectos imaginarios, que muestran una imagen de lo que un grupo social piensa en una determinada época. El cine tiene un lenguaje propio, por tratarse de una narración figurativa. La producción cinematográfica forma parte de la cultura y los filmes representan esa cultura, influyen y la cambian. Las películas también nos “enseñan” roles sociales impuestos o esperados de cada uno de los géneros, de otros grupos o subculturas y como estos van cambiando a través del tiempo. Las leyendas llevadas al cine, pero también es creador de leyendas (por ejemplo ciertas sagas películas de terror). Los filmes expresan una “visón del mundo”, transmiten una ideología, de un grupo social o político. El cine16 como instrumento de la didáctica de la Historia17: La producción cinematográfica ha generado importantes documentos de la historia del siglo XX, transformándose en una herramienta para el docente que desee reflexionar con sus alumnos como pudo ser una época o como ocurrió un acontecimiento. El cine tiene una doble significación es un recurso didáctico y también lo consideramos una fuente histórica. Para utilizar apropiadamente el cine hay que comprender, que no se debe tomarlo desde una visión en la que la imagen sustituya a la Historia, (ni tampoco representa el calco del pasado), porque ésta no es su labor, ni es posible en verdad hacerlo. El texto fílmico se construye teniendo cuenta dos dimensiones: la primera, con la propia participación del espectador (la imagen mirada), en la medida en que ésta se produce, se otorga sentido a las propuestas del realizador, (ello explica los procesos psicológicos de identificación, proyección psicológica y mitogenia). Y la segunda dimensión es la capacidad de representación: mostrar el complejo multidimensional mundo de los seres humanos del pasado, aproximarnos a cómo las personas del pasado vieron, entendieron y vivieron sus vidas. Hace falta tener en cuenta los distintos géneros: el cine de ficción (permite conocer el imaginario subjetivo que se ha ido construyendo en torno al tema ) y de no ficción (permiten conocer que tipo de información audiovisual y la carga ideológica de una determinada época): para obtener mejores resultados y de mayor alcance exigen una oportuna distinción entre los elementos que conforman uno y otro grupo de filmes. 16 La necesidad de orientar los estudios históricos hacia la búsqueda de interpretaciones complejas y múltiples, la búsqueda de los significados y mecanismos ocultos de las cosas (el espacio simbólico). 17 La historia no es patrimonio de la palabra escrita, hace falta ahondar cada vez más en el tejido social. Barrenetxea Marañón, I. Pensar la Historia desde el cine, en Entelequia Nº 1, primavera, 2006. Deben tenerse en cuenta las condiciones de producción, el rol de la industria y también aquellas que son generadas desde sectores alternativos. El director de cine no tiene por qué representar con exactitud científica el período histórico que se presenta en el film. “El cine como reflejo de la sociedad o como mitificación de ella, es evidente que responde a las necesidades una época y por consiguiente su valor como documento social es indudable”18. El Centro de Investigaciones Film Historia, nos propone una serie de aportes que realiza el cine a la enseñanza de la Historia: Complemente y profundiza contenidos diversificados del área. Anima la discusión y posterior investigación del tema. El docente debe orientar, moderar y mediar. Ayuda a entender la sociedad, las relaciones de poder, el contexto histórico de un acontecimiento, cuestiones de la vida cotidiana. Genera en los estudiantes el desarrollo de capacidades como la como la observación, el análisis, la compresión, la síntesis la interpretación, el juicio, el pensamiento crítico. Permite analizar el tema desde diferentes perspectivas. No debemos olvidar que existen condicionantes: como en todo trabajo colectivo que supone la producción cinematográfica, la necesidad de responder a las expectativas de la audiencias y la hostilidad de la crítica y de la censura, también están los condicionamientos que genera su autor. Las películas nunca son ideológicamente 19 neutras porque hablan del presente para el presente. En muchos casos los filmes como forma de ideas de producción del pasado transcurren en forma ajena a la producción histórica académica. Los cineastas plantean un punto de vista sobre determinados aspectos del pasado con frecuencia mostrando sus preocupaciones sobre el presente y pensando en un determinado tipo de espectador. Conclusiones: Los resultados de la práctica áulica confirman que la producción cinematográfica es altamente eficaz para estimular el interés critico por el pasado y el presente. Una película no basta con verla, hay que presentarla con una mirada crítica, para sacarle todo el “partido posible”. De esa forma se generarán preguntas que no se suscitan cuando se imparten clases solo basadas en la bibliografía. También al proyectar un film se ponen en “juego experiencias” de los alumnos, su capacidad de “saber ver”, esto permite al docente instalar los nuevos contenidos dentro de los aprendizajes significativos desde otro lugar, siempre apelamos al ...”se acuerdan cuando vimos...”y la imagen o el relato fílmico se hacen rápidamente presentes. El cine contribuye a hacer más significativo el conocimiento aprendido en el sentido que ayuda a incorporar los conceptos a experiencias vitales. La necesidad de aplicar herramientas teóricas al análisis de los acontecimientos planteados en el film se entrelazan y dan cohesión a lo aprendido, a acercar lo aprendido en los libros a contextos concretos. La proyección de películas no deben ser un hecho aislado dentro del aula, sino como un elemento de implementación sistemático dentro la curricula. 18 19 LLorca Freire, G. Op. cit, Sánchez Alarcón I. El acercamiento al “mundo de la imagen” produce un desarrollo de la capacidad crítica, al decodificar las imágenes, se abandona una actitud pasiva, para poder atribuirles significados. Las distintas propuestas nos acercan de la utilización el cine como documento histórico: El cine como reflejo, aunque sea parcial de la realidad. Los filmes de ficción o documentales pueden reflejar las costumbres, acontecimientos políticos, las ciudades, etc. También son valorables los aspectos imaginarios, que muestran una imagen de lo que un grupo social piensa en una determinada época. El cine tiene un lenguaje propio, por tratarse de una narración figurativa. La producción cinematográfica forma parte de la cultura y los filmes representan esa cultura, influyen y la cambian. Las películas también nos “enseñan” roles sociales impuestos o esperados de cada uno de los géneros, de otros grupos o subculturas y como estos van cambiando a través del tiempo. Las leyendas llevadas al cine pero también es creador de leyendas (por ejemplo ciertas sagas películas de terror). Los filmes expresan una “visón del mundo”, transmiten una ideología, de un grupo social o político. Bibliografía Amador, P.; “El cine como documento social: una propuesta para el análisis”, en Ayer Nº 24,1996, Asociación de Historia Contemporánea. Barrenetxea Marañón, I. Pensar la Historia desde el cine, en Entelequia Nº 1, primavera, 2006 Mendez A. y Medina, R. M.;Cine, historia y medicina; en Suplemento de Conecta Nº 1, Issn1576-4826 Monterde, J. E., Masoliver, M. S. y Solá A.; (2001); La representación cinematográfica de la historia, Akal, Madrid Rueda Laffong, J. C. y Chicharro Merayo, La representación cinematográfica: una aproximación al análisis sociohistórico; en Ambitos Nº 11-12-1er. Y 2do. Semestre de 2004. Sánchez Alarcón I.; El cine, instrumento para el estudio y la enseñanza de la Historia, en Propuestas, Comunicar 13,1999 Sorlín, P.;( 1985), Sociología del cine. La apertura para la historia del mañana, FCE, México Vilches, L.;(1992);La lectura de la imagen. Prensa, cine y televisión. Paidós Comunicación, Barcelona.