EN TORNO A LA AUTORÍA DE LOS NOBLES CÓMO HAN DE SER* YSLA CAMPBELL Universidad Autónoma de Ciudad Juárez Aunque don Emilio Cotarelo y Mori publicó en su tomo VIII de las obras de Lope Los nobles cómo han de ser, Morley y Bruerton la incluyen en su lista de "Comedias de dudosa o incierta autenticidad", y al final la colocan en una lista de "Textos que no son de Lope" y no la fechan.1 Asimismo W. L. Fichter indica: That the play is not Lope's is also apparent in the general tone of the work, in some of the characters (Don Luis; Alano, the gracioso: Solodora, the heroine —the ñame incidentally, is not one that Lope would have used), and in the language (note, too, the faulty rhymes: recoja, cosa; insufrible, pique; etc.). It is undoubtedly a work of the post-Lopean period.2 J. Homero Arjona,3 por su parte, basado en que esta comedía contiene rimas andaluzas, también considera que no fue escrita por Lope. Las anotaciones de Cotarelo sobre el texto nos hablan de erratas, omisión de versos, pasajes viciados por falta de rima, versos incompletos, partes alteradas, versos largos o cortos. Cotarelo señala alrededor de diez casos de problemas en la rima, cinco de ellos con falsas rimas andaluzas. Situación que le hace anotar en la jornada tercera: "muy enmendada parece haber sido esta comedia".4 En principio, la lectura de los parlamentos en los que se plantea una tipología del personaje, en este caso del secretario —aunque también a lo largo de la obra se alude al criado (lacayo) y luego a su ascenso como bufón— nos * La realización de este estudio debe mucho a la memorización de la adaptación de El perro del hortelano, por el papel que realicé como la condesa Diana en la Compañía de Teatro Clásico de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. 1 Cronología de las comedias de Lope de Vega. Gredos, Madrid, 1968. 2 "The Chronology of Lope de Vega's Comedias, with a Discussion of Doubtful Attributions, the Whole Basedon aStudy ofHis Strophic Versification. By S. Griswold Morley and Courtney Bruerton". The Romanic Review, XXXIII, 2 (April, 1942), p. 209. 1 "False Andalusian Rhymes in Lope de Vega and Their Bearing on the Authorship of Doubtfiíl Comedias". Hispanic Review, XXIV (1956), pp. 304-305. 4 Obras de Lope de Vega (ed. Emilio Cotarelo y Mori). RAE, Sucesores de Rivadeneyra, Madrid, 1930, t. VIII, p. 129. [51] 52 YSLA CAMPBELL recuerda a Teodoro, secretario de la condesa Diana en El perro del hortelano.'5 Dice Alano, el gracioso, a don Luis en su nuevo oficio de secretario de la duquesa Solodora (aunque el texto es largo, es necesario reproducirlo in extenso): diga, ¿con el nuevo estado tiene algún nuevo cuidado de aquellos que amor reparte? Mas si tendrá, porque apenas vi secretario en comedia que sin temer su tragedia no estuviese a manos llenas amante y favorecido de la tal Reina o Duquesa, aspirando a grave empresa con pensamiento atrevido; y así, por cumplir ahora con la ordinaria corriente ya estará de amor doliente por causa de su señora. [...] Afuera, vil cobardía, que en comedias jamás vi un secretario que así tuviese la lengua fría; antes, todos atrevidos, suelen echarse al través y apenas se pasa un mes cuando pasan a maridos; comedia tu amor parece, haz, pues, que en esto lo sea (I, p. 107). El secretario tipo, pues, cumple la función de galán en un contexto de relaciones amorosas, en principio, interestamentales, que se verán solucionadas en un periodo breve. En ambas piezas las damas pertenecen a la nobleza (la duquesa Solodora y la condesa Diana) y las dos tienen a su servicio secretarios de los que se enamoran. De ahí que se plantee la problemática del amor, como parte de la naturaleza, frente a las convenciones sociales: naturaleza y apariencia 5 Lope de Vega, El perro del hortelano (ed. David Kossoff). Castalia, Madrid, 1970. EN TORNO A LA AUTORÍA DE LOS NOBLES CÓMO HAN DE SER 53 son los dos polos que entran en conflicto en las dos piezas. Expresa don Luis: "porque es cosa natural / apetecer la belleza" (ídem), y dice la condesa: "es el amor común naturaleza" (I, v. 329). Sin embargo, nos encontramos ante una problemática social que se plantea de inicio, pues se presenta una relación afectiva entre amos y vasallos:6 don Luis reflexiona: "...ponerme yo en amores / y a mi dueño pretender, / arguye deslealtad..." (I, p. 108); y Teodoro se pregunta: "¿vos a quien amas servís?" (II, v. 1292). De tal forma, ambos protagonistas son conscientes de su desigualdad y ello los detiene para dar cauce a sus amores. Expresa don Luis: "pero acobarda mi empresa / el verme tan desigual" (I, p. 107); y Teodoro: "el intento es loco", "sobre pajas humildes / torres de diamante hacéis" (II, vv. 1280 y ss.). Ante tal circunstancia encontramos algunas analogías míticas entre los galanes de ambos textos y Faetón e ícaro. El marqués se refiere a don Luis como "Faetontes suelen ser estos privados, / él morirá como otros despeñados" (II, p. 114); y dice Teodoro refiriéndose a sí mismo: "pintaron a Faetonte / y a ícaro despeñados" (I, vv. 819-820). Ahora bien, ese atrevimiento del galán-secretario a que alude el parlamento, se refiere, en el caso de las comedias estudiadas, a la transgresión social que implica borrar mediante el amor la diferencia de jerarquías, el decoro. Pero esto lo veremos adelante, lo que me interesa ahora es notar el papel activo de la mujer en estas comedias.7 A pesar de que hay cierta misoginia en ambas obras, pues de acuerdo con las convenciones, la mujer, en repetidos parlamentos de distintos personajes, es considerada como débil, flaca, mudable, y las propias protagonistas manejan un concepto de sí mismas en ese sentido,8 esta concepción es subvertida mediante sus acciones. Aunque la pusilanimidad no es la característica de don Luis, y la duquesa palidece frente a la figura de la condesa Diana, toma iniciativas que permiten el desarrollo de algunas acciones y el desenlace: cuando 6 Es preciso señalar que en el caso de Los nobles hay un tratamiento del tema diferente, pues desde la segunda jornada ya encontramos a don Luis convertido en duque de Viena. No obstante, su convicción profunda sobre los valores de la nobleza, también lo colocan ante la disyuntiva de ser fiel a sus principios y a las convenciones sociales o entregarse al amor de la dama. 7 Vid. sobre el papel de la mujer y la ficción, R. O. Jones, "El perro del hortelano y la visión de Lope", Lope de Vega: el teatro II (ed. Antonio Sánchez Romeralo). Taurus, Madrid, 1989, pp. 323-331. 8 En Los nobles manejan esta idea Alano y don Luis: vid. II, pp. 114, 117; y la propia duquesa, III, p. 130; en El perro del hortelano, en el caso de la condesa, vid. I, vv. 807-809; también hay varios ejemplos de esta idea en Teodoro y Tristán: vid. II, vv. 1489-1490, 1689, 1750, 1756. 54 YSLA CAMPBELL don Luis se aleja, ella le envía un papel, y al final su treta para conseguir casarse con don Luis, quien, como Teodoro, se resigna a perder a la dama, desencadena la acción que culmina en el matrimonio. Por su parte la condesa, como ha señalado Antonio Carrefio, "es la génesis de la acción: incita a Teodoro, despierta su interés, anula sus pretensiones..."9 No sólo inicia una relación sentimental con el secretario a través de artificios como decir sus sentimientos por carta fingiendo ayudar a una amiga, sino que se ofrece en matrimonio. Nos hallamos pues, frente a una audacia social de parte de los galanes y un papel muy activo de la mujer en las dos comedias. Asimismo, en ambas los enamorados deben sufrir el tormento de escuchar los amores y avances de los rivales: en Los nobles, el rey relata a don Luis sus amores con la duquesa Solodora; en El perro, Marcela cuenta a Diana los requiebros y cualidades de Teodoro. También en las dos obras las damas participan a sus enamorados que entregarán al rival sus amores: Solodora dice a don Luis que será del rey; Diana dice a Teodoro que se casará con el marqués. Por otra parte, en Los nobles tenemos varias relaciones amorosas que se presentan en forma de tríadas: el rey, don Luis y la duquesa; el rey, el conde Aurelio y Diana; el conde Aurelio, Diana y Elena. En El perro, como ha analizado Antonio Carreño, también hay un sistema de tríadas: Teodoro, Diana, Marcela; Diana, Teodoro, el marqués Ricardo y el conde Ludovico en una misma función; Marcela, Teodoro, Fabio; Marcela, Fabio, Anarda. En los dos textos encontramos que "en cada [tríada] se presenta un tercer personaje que desestabiliza la armonía de las parejas".10 Ello provoca algunas acciones que Carreño denomina de "encuentro-huída-reencuentro"." Don Luis se aleja de la duquesa al saber que favorece al rey; Teodoro vuelve a Marcela impulsado por los vaivenes en el comportamiento de la condesa. Sin embargo, en los dos casos se finaliza con tres matrimonios: la duquesa y don Luis, el rey y Diana, y el conde y Elena; la condesa y Teodoro, Marcela y Fabio, y Dorotea y Tristán. En lo que se refiere al tiempo reducido en que se logra la empresa, hay que notar que la alusión a un mes llama la atención, ya que en El perro, es justamente el término que da Teodoro de su enfermedad de amor. Dice a la condesa: "pues del peso de mis dichas / caí, como sabe, enfermo / casi un mes en una cama..." (vv. 2184-2186). También hay en Los nobles una semántica del decoro, pero el autor se cuidó de repetir esquemas, si bien la duquesa debe guardar el decoro por la de' Introducción a su edición de El perro del hortelano. Espasa-Calpe, Madrid, 1991, p. 17. u 'Ibid.,p. 19. "ídem. EN TORNO A LA AUTORÍA DE LOS NOBLES CÓMO HAN DE SER 55 sigualdad social de don Luis, tal situación se soluciona rápidamente en la jornada segunda, con el ascenso del galán a duque de Viena, otorgado por el rey, con lo que se plantea la problemática de la fidelidad de éste al monarca. En lo sucesivo, es el galán quien debe guardar el decoro —en el sentido que le da Covarrubias de "respeto y mesura que se deve tener delante de los mayores y personas graves"—I2 a sus principios de noble y leal vasallo de un rey rival que no sólo le ha confesado su amor por la duquesa Solodora, sino le ha pedido que interceda en sus amores. La condesa, por su parte, debe guardar el decoro a su propia honra al amar a un secretario que también ascenderá en la escala social, pues mediante una ficción llega a suplantar al hijo perdido del conde Ludovico. La desigualdad social, en ambas obras, pues, se resuelve mediante el ascenso de los galanes: don Luis ama a la duquesa y llega a ser duque; Teodoro ama a la condesa y llega a ser conde. Veamos ahora la semántica del engaño. Dispuesta a todo por el amor del rey, Diana se finge Solodora y entrega su castidad al rey Federico a cambio de una escritura y una sortija. Al ver cuestionado su honor por el rey engañado, la duquesa Solodora decide actuar y dice a su hermana Diana: "Vendrás conmigo mañana / a palacio, do has de ver / lo que sabe una mujer, / cómo finge y cómo engaña" (III, p. 128). Embozada frente al rey le relata que don Luis la gozó bajo la promesa de casarse. Al descubrirse la mentira de Diana, el rey concierta debidamente los matrimonios. Pero tanto Solodora como don Luis saben que aquello es una simple argucia para llevar a buen puerto susfinalidadesamorosas. Sobre el procedimiento de gozar lo desigual o prohibido, tenemos que en El perro, Teodoro aconseja a la condesa que si la supuesta dama a quien ella se refiere ama a un hombre bajo "haga que con un engaño, / sin que la conozca, / pueda gozarle" (I, vv. 1125-1127). Por otro lado, la invención de Tristán de hacer creer al conde Ludovico que Teodoro es su hijo perdido, es lo que permite el ascenso del secretario y luego su matrimonio con la condesa. Sin embargo, es un engaño consciente, ya que la revelación de Teodoro a la condesa de la verdad sobre su origen, y la aceptación de ésta de continuar con sus planes matrimoniales, la hacen cómplice. Si en Los nobles tenemos que la duquesa, su hermana, y don Luis saben la verdad de los hechos, en El perro nos hallamos con que Tristán, Dorotea, Teodoro y la condesa también conocen el artificio. La semántica del engaño, el "con arte se vence todo" de Tristán, es el motor que permite el desenlace de ambas comedias, de tal forma, el arte dentro de la acción modifica las reglas sociales del juego. Por otra parte, en Los nobles, hay dos personajes que cumplen funciones 12 Tesoro de la lengua castellana (ed. Martín de Riquer). Horta, Barcelona, 1943. 56 YSLA CAMPBELL muy específicas: el conde y el marqués son rivales políticos de don Luis. Ante el ascenso de éste como privado del rey, las bajas pasiones hacen presa los ánimos de tales nobles. Ambos consideran a don Luis como un advenedizo que los ha desplazado y lo llaman "hombre apenas conocido", "escuderillo", "Faetontes". Y dice el conde: "A fe que si mi industria vale, / don Luis perderá del Rey la gracia", y el marqués responde: "En todo estaré, conde, propicio" (II, p. 114). Por su parte, Alano los califica de "dos Judas [...] / que alguna quimera trazan" y los denomina "moscas y moscones / de nocivos lisonjeos", "traidores" (II, p. 121). El conde traza el engaño de decir al rey que don Luis, por envidia, hechizó a la duquesa y a su hermana, hecho que provoca la duda y luego la certeza del rey sobre la maldad de don Luis. Al final la perversidad del conde es descubierta en público. En El perro del hortelano también aparecen un conde y un marqués como pretendientes legítimos de la mano de la condesa. Consideran a Teodoro un criado atrevido, y, aunque son rivales, al sentirse desplazados por el secretario, se unen y planean su muerte. Dice el conde Federico que Teodoro "ha de morir" (III, v. 2402) y pagan a un rufián para que lo mate. Tristán los denomina "los dos batanes" (II, v. 1745). Por otro lado, ambos aparecen como personajes ridículos, ya que contratan a Tristán, el criado de Teodoro, quien fácilmente los engaña. Asimismo, en particular el estilo gongorino del marqués nos lo presenta como un personaje burlesco. Ambos, al final, se quedan con un palmo de narices y su maldad es descubierta en público. Por otra parte, hay una serie de relaciones en el manejo de algunas imágenes y determinado léxico. En Los nobles desde la primera jornada, se presenta a la duquesa de caza y el rey Federico se refiere a ella como "ninfa hermosa de los bosques" (p. 102). Esto nos recuerda la analogía mítica que se establece entre la condesa Diana y Diana cazadora. Diana, cuya etimología significa "luz diurna" es equiparada al sol. De igual forma, Alano y el rey llaman "soles" a los ojos de Solodora (I, pp. 105, 119, 120). Asimismo, los astros admiran la belleza de la dama; dice el rey a la duquesa: "deten el ligero curso; / mira parados los orbes / a contemplar tu belleza, / tus gracias y perfecciones; / no me mates dueño mío, / porque ausente de tus soles / todo es noche..." (I, p. 102); y en El perro expresa Ricardo: "...y hácesla sol con razón, / porque el sol con sus caminos / va pasando varios signos, / que sus pretendientes son" (II, vv. 1235-1238). Los signos del Zodíaco, los astros, son pretendientes de las damas que metafóricamente se comparan con soles. Resulta curioso que en Los nobles también aparezca un personaje con dicho nombre, Diana, sólo que en esta comedia se trata de la hermana de Solodora quien, de igual forma, realiza una cacería amorosa. EN TORNO A LA AUTORÍA DE LOS NOBLES CÓMO HAN DE SER 57 Solodora, al igual que la condesa Diana es concebida como un hielo (II, v. 1617, 1620); la duquesa se queja de que Luis la olvide y de encontrarlo "...helado cuando me quemo" (III, p. 125). Las mismas imágenes son usadas en El perro por la condesa: "y aunque me hielo, me quemo" (II, v. 1982); y Teodoro dice a la condesa: "...si cuando ve que me enfrío / se abrasa de vivo fuego, / y cuando ve que me abraso, / se hiela de puro hielo?" (II, v. 2188). Hay además otra serie de relaciones textuales que nos parece prudente señalar: • "estáis sirviendo de espejos" (N, I, p. 102); "le va sirviendo de espejo" (PH, I, v. 608); • "Suele la hiedra lasciva / los olmos apetecer" (N, I, p. 108); "una mujer / es en un olmo una hiedra" (PH, III, vv. 2741-2742); • que mis partes fueran más / o menos fueran las vuestras" (TV, I, p. 113); "porque quisiera yo que por lo menos / Teodoro fuera más, para igualarme, / o yo, para igualarle, fuera menos" (PH, I, vv. 336-338); • "Regalos cuya dulzura / los venenos encubría, / que ahora bebo en el vaso / de mi esperanza perdida" (N, II, p. 117); "Yo te digo / que no hay vasos de veneno / a los mortales sentidos, / Teodoro, como los ojos de una mujer" (PH,ll,vv. 1781-1785); • "con locos pensamientos, / vanos" (TV, III, p. 123); "tras tantos locos pensamientos vanos" (PH, II, v. 2077); • "quede para loco y necio" (TV, III, p. 126); "porque uno es loco, otro necio" (PH, II, v. 1610). El rey Federico habla de la enfermedad del amor y se halla melancólico (I, p. 106), y Teodoro cae un mes enfermo en la cama perdido de amor por la condesa (II, v. 2185). Asimismo, en las dos comedias se cita a Ovidio (Nobles, I, p. 106; Perro, I, v. 1030); hay música escuchada por quienes penan de amor: el rey (I, p. 109) y la condesa (II, vv. 1644-1647); los objetos se animizan al atribuirles el sentido de escuchar: en Los nobles las calles oyen (I, p. 114); en El perro, los tapices y las paredes (II, vv. 1450-1451); en ambas aparecen alusiones negativas al turco: en Los nobles hay una batalla entre turcos y húngaros donde éstos salen vencedores; en El perro, son los turcos quienes robaron al hijo perdido del conde Ludovico; ante actitudes inexplicables o inusuales en las damas en las dos comedias se habla de situaciones sobrenaturales: el rey piensa que Solodora está hechizada cuando embozada le inventa que Luis la gozó; Tristán habla de "encantamientos" cuando la condesa da dinero a Teodoro por los bofetones recibidos. Para finalizar, hay dos alusiones a hortelanos en Los nobles (III, pp. 114, 131). 58 YSLA CAMPBELL Mientras Teodoro, de acuerdo con las apreciaciones de Bruce Wardropper "se convierte al final de la obra en un hombre íntegro, honesto, veraz, noble",13 el duque don Luis, en contra de los principios nobiliarios cumplidos fielmente a lo largo de la comedia, al final acepta laficciónde la duquesa Solodora, comportándose de manera contraria a lo que él mismo ha señalado, pues los nobles deben ser "puntuales y verdaderos / en cualquier duda o palabra" (II, p. 122). Actitudes que pudieran permitir cierto nivel de comparación entre ambos personajes.14 Ahora bien, vayamos a las fuentes. David Kossoff, en opinión contraria a la que sostiene Kohler en su edición de El perro del hortelano, considera que la novela de Bandello I, 45,15 pudo ser la fuente que inspirara a Lope, como ocurre en otros casos.16 Curiosamente también hay una serie de coincidencias entre Los nobles cómo han de ser y la novela de Bandello. En las tres obras los galanes son secretarios de señores nobles y se trata el tema del amor entre personas de distintas esferas sociales. En principio Los nobles cómo han de ser se desarrolla en Hungría y uno de sus protagonistas masculinos es justamente el rey de Hungría; en el texto de Bandello el personaje femenino es Anna, reina de Hungría. Por otra parte, igual que en las dos comedias estudiadas, el amor proviene de la naturaleza y no tiene en cuenta los estatutos sociales, expresa Filippo: "Ma chi potra por freno o dar legge ad Amore? Chi é che secondo la debita elezione s'innamori?" (p. 531). La misma reina Anna reclama a la naturaleza por la situación desigual; dice el narrador: "...incolpó la natura che in uomo bassamente nato avesse sparso seme che cosí generoso ed alto core avesse fruttato..." (p. 543). Por otro lado, debido a su menor jerarquía social, Filippo ama y reverencia de lejos a la reina Anna, incluso ha pensado jamás revelar su amoroso secreto. Sin embargo, la reina Anna realiza una serie de acciones que provocan ciertos acercamientos: investiga de cuál de las dos 13 "La ilusión cómica: El perro del hortelano de Lope de Vega", Lope de Vega: el teatro II Ed. cit, 1989, p. 343. 14 José María Ruano de la Haza considera que Teodoro nunca se ennoblece, que la revelación de su origen a la condesa se debe a una argucia más para incentivar el amor de ésta. Tendríamos de nuevo la idea de alejamiento como motor del deseo. Participación oral en el V Congreso de la Asociación Internacional de Teatro Español y Novohispano de los Siglos de Oro (Ciudad Juárez, 6-9 de marzo de 1996). 15 Matteo Bandello, Tutte le opere (a cura di Francesco Flora). Arnaldo Mondadori Editori, 4a ri, 1966, vol. I, pp. 525-547. Agradezco al profesor José Fradejas la amabilidad en proporcionarme el texto de Bandello. 16 En apoyo a esta idea habría que considerar que El perro se desarrolla en Italia, igual que la novela, y que también hay versos solicitados por la dama, que proporciona el secretario. Por otra parte, hay varios estudios que demuestran que Lope conocía la obra de Bandello y que le sirvió de inspiración para distintas comedias. La novela fuente de El castigo sin venganza es la I, 44; El castigo del discreto, El sembrar en buena tierra, son otros ejemplos. EN TORNO A LA AUTORÍA DE LOS NOBLES CÓMO HAN DE SER 59 damas (ella o su cufiada María) está enamorado Filippo: primero pregunta su nombre, patria y si es gentilhombre; luego ofrece unas flores para que los caballeros, en un grupo de mujeres, las entreguen a quien aman —Filippo se las da a ella—; dirige la conversación al galán, lo recompensa con atenciones, lo manda llamar para que le sirva como correo en España, y finalmente lo galardona con la ponderación de sus méritos ante Carlos V. Es decir, que también en la novela encontramos una participación muy activa de la mujer. Por otra parte, de igual forma, podemos observar una estructura de tríadas, aunque más desdibujada, en las relaciones amorosas: la reina Anna, su esposo Ferdinando el archiduque de Austria y Filippo de Nicuoli; Anna, María y Filippo; María, Ludovico y Filippo. Asimismo, Filippo "era fatto malinconico e magro avendone il sonno ed il cibo perduto" (p. 529); y ante el trato diferenciado de la reina hacia Filippo "...molti cortegiani gli portavano invidia grandissima..." (p. 543). En ambas obras hay un alejamiento de los galanes: en el texto de Bandello porque se va a España, en el de Lope porque deja de servir a la duquesa y se va con el rey. Tanto en la novela como en la comedia, los reyes son quienes elevan la posición social de los protagonistas masculinos: en la primera Carlos V, en la segunda el rey Federico. Hay, inclusive, algunos tópicos que también trata Bandello como el asunto del veneno amoroso: "amoroso veleno che egli con gli occhi beveva" (p. 528). En conclusión, hay una serie de relaciones y coincidencias entre Los nobles cómo han de ser y El perro del hortelano: en ambas las damas pertenecen a la nobleza y tienen a su servicio a secretarios de los que se enamoran; los galanes ascienden en la escala social; hay finales felices que culminan en matrimonios; en las dos comedias aparecen marqueses y condes perversos que son objeto de burla; hay tríadas de relaciones amorosas; en ambas hallamos problemáticas similares —semántica del decoro y del engaño; un papel activo en la mujer a pesar de la misoginia—; encontramos algunas similitudes en algunas imágenes y léxico utilizados. Los parlamentos de Los nobles en que se refiere una preceptiva en el tratamiento del secretario y el criado concuerdan con las imágenes y acciones de El perro del hortelano. Hay una serie de concordancias textuales y temáticas. Por otra parte, la fuente para las dos comedias parece coincidir con la novela de Bandello. Las posibilidades que podemos plantear en torno a la autoría de esta comedia son: o Lope escribió ambas obras, o el autor de ésta conocía El perro, y finalmente, aunque me parece menos probable, existe la posibilidad de que Lope conociera Los nobles. Sin embargo, me inclino a creer que el copista o memorión puede ser el responsable de ciertos errores formales, y que Los nobles cómo han de ser, muy posiblemente sea de Lope de Vega.