Los Juicios de Núremberg

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Los Juicios de Núremberg
Imagen de la bancada de acusados en el Proceso principal de Núremberg. A la
izquierda, de arriba a abajo: Hermann Goering, Rudolf Hess, Joachim von Ribbentrop,
Wilhelm Keitel. A la derecha, de arriba a abajo: Karl Doenitz, Erich Raeder, Baldur von
Schirach y Fritz Sauckel.
Los Juicios de Núremberg fueron una serie de procesos seguidos contra
los principales criminales de guerra nazis entre noviembre de 1945 y
octubre de 1946. De todos ellos, el que más interés me genera es el juicio
principal, que fue llevado a cabo por un tribunal internacional militar
(TMI) compuesto por jueces de los países vencedores, contra los
principales líderes políticos y militares del Estado alemán. Los líderes
más relevantes que fueron juzgados fueron Hermann Göring, Karl Dönitz,
Rudolf Hess o Albert Speer, entre otros.
El Tribunal estuvo compuesto por cuatro jueces titulares y cuatro jueces
suplentes, dos por cada nación vencedora, designados por los gobiernos de
cada país. Fueron:
1. Coronel retirado Sir Geoffrey Lawrence (Gran Bretaña)
- Suplente: Sir Norman Birkett
2. Francis Biddle (Estados Unidos)
- Suplente: John Parker
3. Profesor Henry Donnedieu de Vabres (Francia)
- Suplente: Robert Falco
4. Mayor Iona Nikitchenko (Unión Soviética)
- Suplente: Teniente Coronel Alexander Volchkov
Así mismo, había un fiscal por cada nación vencedora. Los cargos de los
que se les acusaron venían determinados por la Carta de Londres, tratado
internacional publicado el día del fin de la guerra, el 8 de agosto de 1945.
La acusación consistía en cuatros cargos:
1. Participación en un plan común o conspiración para la
perpetración de crímenes contra la paz.
Esos cuatro países (Estados Unidos, la Unión Soviética, Gran Bretaña y
Francia, fueron los primeros suscriptores del Acuerdo de Londres del 8 de
agosto de 1945, al que luego se sumaron 19 estados.
Luego de las 216 sesiones que se sucedieron desde la primera, ocurida el 1
de octubre de 1946, en algo más de diez meses, donde se usaron como
pruebas documentos y películas, se arribó a la siguiente Sentencia:
De los 24 juzgados, tres fueron absueltos: el Ministro y Vicecanciller,
Franz von Papen, Hans Fitzsche, quien había participado en la propaganda
nazi, y el ex presidente del Reichsbank, Hjalmar Schacht.
El Ministro de Armas Albert Speer, se mostró arrepentido y fue condenado
a veinte años de prisión. Lo mismo sucedió con el Líder de las Juventudes
Hitlerianas, Baldur von Schirach. El gobernador de la Polonia ocupada,
también se expresó arrepentido, pero aún así, su condena fue capital.
También fueron condenados a muerte, el secretario del partido nazi, Martin
Bormann que según luego se supo, ya había fallecido, durante la caída de
Berlín (se lo juzgó en ausencia) y el Ministro del Interior, Wilhelm Frick,
entre otros.
2. Planificar, iniciar o perpetrar guerras de agresión u otros
crímenes contra la paz.
Rudolph Hess, quien fue condenado a cadena perpetua, se mostró orgulloso
de haber servido a Hitler, aunque su comportamiento en el proceso hizo
dudar sobre su salud mental.
Hermann Göring, el segundo líder (después de Hitler) Ministro de aviación,
y fundador de la Gestapo, sentenciado a la horca, también mostró una
actitud desafiante, criticando a sus compañeros nazis por no asumir sus
actitudes y defender sus ideologías.
La ejecución de los once condenados a muerte, fue cumplida por
ahorcamiento, el 16 de octubre de 1946. Dos de ellos se suicidaron antes,
Hermann Göring y Robert Ley.
Los delitos que se les imputaron fueron catalogados como crímenes contra
la humanidad, pues además de los crímenes de guerra, caracterizados por la
realización de actos violatorios a las leyes de guerra, como torturas y
asesinatos, que no corresponden a enfrentamientos a armados, y de
población civil, se sumó la muerte de conjuntos de personas por motivos
raciales. En total fueron cuatro los cargos imputados: Crímenes contra la
paz (Fueron los nazis los que planificaron e iniciaron el sangriento
conflicto) contra la humanidad (genocidio, persecución racial, torturas) de
guerra (sustracción de bienes, matanza de rehenes, torturas, etc) y
conspiración (para cometer los delitos anteriores).
3. Crímenes de guerra.
La Segunda Guerra Mundial, que culminó en 1945, con el triunfo de los
aliados, dejó como secuela un profundo sentimiento de ansias de justicia,
contra los crímenes cometidos por el régimen nazi, liderado por Adolfo
Hitler.
Ese mismo año, las naciones vencedoras, impulsaron la iniciación de
procesos jurídicos contra los principales líderes del genocidio que terminó
con la vida de millones de judíos. Adolfo Hitler, ya se había suicidado
junto a su esposa, ante su inminente derrota. Fue la primera vez en la
historia en que una nación vencida fue juzgada por un tribunal
internacional, por sus acciones de guerra, pero también fue la primera vez
en la historia que una nación cometió genocidio semejante.
Conocidos los hechos aberrantes cometidos por el gobierno alemán del III
Reich, ya desde 1941, se fue gestando la idea de que sus responsables
merecían un castigo ejemplar, que trascendiera los órganos judiciales de su
propio país. Así, Churchill, sostuvo que al término del conflicto bélico los
líderes de esa masacre debían ser juzgados.
Ya en 1942, comenzó a confeccionarse una nómina de los candidatos a ser
juzgados.
El proceso de mayor gravitación, pues los procesados fueron los máximos
responsables, tuvo lugar en Núremberg, una ciudad alemana, contra 24
sobrevivientes del nazismo, a partir del 20 de noviembre de 1945. Como
encargados de dirigir el juicio y dictar Sentencia, se estableció un Tribunal
Militar Internacional, creado por la Carta de Londres, que se integró con
los siguientes jueces titulares: Geoffrey Lawrence, por el Reino Unido,
Francis Biddle, por Estados Unidos, Henri Donnedieu de Vabres, por
Francia, e Iona Nikitchenko, por la Unión Soviética. Cada uno de ellos
contaba con un suplente. El jefe de fiscales fue Robert H. Jackson, juez
norteamericano.
4. Crímenes contra la humanidad.
Si bien la mayoría de las voces se alzaron apoyando estos procesos hubo
algunas opiniones aisladas que criticaron el modo de llevarse a cabo los
juicios y sobre todo, la imparcialidad de los juzgadores, que eran los
vencedores de la guerra en la que los procesados habían resultado vencidos.
De todos modos, significó un corolario donde se intentó poner un manto de
justicia ante el horror que nunca más la humanidad merece vivir.
La defensa de los imputados alrgó que se estaban aplicando leyes penales
con efecto retroactivo, ya que tales leyes internacionales no existían al
momento de cometidos los hechos cuestionados. Presentó 2700
documentos, algo más de los que expuso la defensa.
El Tribunal Militar de los Estados Unidos, llevó a cabo otros doce
procesos, entre los cuales se hallan, los denominados Juicio de los doctores
y Juicio de los jueces, donde se juzgaron a 199 personas, de las cuales 36
fueron condenadas a muerte. De ellas, en 18 casos se cumplió la ejecución.
La importancia jurídica de este proceso, además de su sentido de justicia y
como promotor de paz, es que fue el origen del actual Derecho Penal
Internacional.
Los delitos 1, 2 y 4 fueron definidos en la Carta de Londres y no existían
antes de 1945. De hecho, el término crimen contra la humanidad sólo se
había usado en 1915 para referirse a la actitud del Gobierno otomano en el
genocidio armenio, pero no como delito internacional. El delito contra la
paz tenía su primer origen en el Pacto Kellogg-Briand de 1927, si bien éste
no era aplicable a Alemania, que lo había abandonado; no obstante, la
acusación no hizo referencia a este pacto de 1927 para fundamentar los
cargos, sino a la Carta de Londres. Así, el único delito existente antes de
1945 era el de crímenes de guerra, definido en las Convenciones de La
Haya y de Ginebra.
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