REALISMO Y NATURALISMO 1. CARACTERÍSTICAS Y EVOLUCIÓN DEL REALISMO ESPAÑOL Con el término Realismo se alude a una corriente literaria que se desarrolló en la segunda mitad del s. XIX que se caracteriza por su deseo de representar de forma objetiva la realidad evitando cualquier tratamiento idealizador o excesivamente subjetivo. Stendhal en su novela Rojo y negro definía la novela como “un espejo que se pasea por un camino”, para destacar su carácter documental y fiel a la realidad. El Realismo es, por lo tanto, la tendencia artística que busca el reflejo de su entorno. A partir de la segunda mitad del siglo XIX se observa el paulatino desgaste de los temas y la sensibilidad románticos (sentimentalismo, subjetividad, misterio, medievalismo…) Los héroes apasionados, idealistas o legendarios de la literatura romántica son sustituidos por personajes comunes, muchas veces de clase media o humilde, que viven conflictos propios de su época y con los que el lector se identifica. Por ello triunfa la novela, el costumbrismo, la representación objetiva de la realidad. La prensa constituye un valioso instrumento de comunicación de una sociedad para la que empiezan a ser vitales las informaciones de carácter comercial, financiero, industrial, político y cultural que solo ella puede difundir de forma generalizada y rápida. Para aumentar sus tiradas la prensa se alió a la novela: los periódicos publicaban novelas de folletín o novelas por entregas, como forma de atraer al público. La novela por entregas consistía en un fascículo o cuadernillo que contenía uno o varios capítulos de la novela. Con estos sistemas se pretendía obtener la fidelidad del lector a un periódico determinado. A) CARACTERÍSTICAS DEL REALISMO: 1. Supresión de lo inverosímil. 2. La observación de la realidad. El escritor realista intenta reflejar en sus obras la realidad que le rodea. Para ello, toma notas de los aspectos que le interesan (las ropas de la gente, sus rostros, los lugares…) Los autores realistas aspiran a la impersonalidad y a la objetividad frente a la abusiva presencia de lo subjetivo que caracterizó el Romanticismo. 3. Ambientación en la época contemporánea. Es una novela de carácter documental y testimonial que intenta explicar el funcionamiento, la estructura y la historia inmediata de la sociedad. 4. Las descripciones minuciosas, que dan cuenta del entorno en que se desenvuelven los personajes y todo lo referente a ellos mismos. 5. El lenguaje es sencillo, sin muchos adornos y frecuentemente se adapta a cada personaje, que habla según su condición social. Y por ello, en este contexto social tan crítico, el habla popular adquiere gran importancia. 6. El narrador generalmente es omnisciente y tiende a la objetividad, aunque son frecuentes sus intromisiones o valoraciones. 7. La novela realista, por lo general, está protagonizada por personajes de clase media (el proletariado aparece solo de forma esporádica); será la novela naturalista la que dé protagonismo a los personajes de clase obrera. Los personajes luchan por adaptarse, integrarse y comprender la sociedad que les rodea: su meta es la búsqueda de la seguridad económica y afectiva. 8. Hay en este género un elemento de moralismo o didactismo: la novela realista intenta representa también una visión del mundo: el artista analiza su realidad más cercana, y en ese análisis de la realidad siempre hay un propósito moral o político. Cuando los autores realistas muestran la realidad también están, casi siempre, invitando a cambiarla. B) LOS GÉNEROS EN EL REALISMO La novela es el género que mejor responde a los objetivos de los escritores realistas. Fue el que más se cultivó en la época. La lírica contó con la obra de Bécquer y Rosalía. También desarrollaron su obra autores intermedios entre el Romanticismo y el Realismo, como Ramón de Campoamor o Gaspar Núñez de Arce. El teatro se desarrolló muy poco durante el Realismo. Hubo una corriente de pervivencia del teatro romántico. C) ETAPAS 1. Etapa inicial o Prerrealismo. Se suele tomar 1849, año de publicación de La Gaviota de Fernán Caballero, como punto de partida del Prerrealismo. El prerrealismo se caracteriza por la presencia de elementos costumbristas y una nueva manera idealizada de contemplar la realidad. Los novelistas se alejaron de los excesos románticos para cultivar un estilo más claro y sencillo y utilizaron por primera vez los diálogos veristas, en los que se imita el diálogo real y se caracteriza a los personajes por el modo de expresarse. Las novelas de esta época suelen estar escritas con un propósito moral y presentan un mundo dividido en buenos y malos, que refleja la división política de la sociedad del momento. La novela se convierte así en un instrumento para defender determinadas ideas políticas y morales. Por este motivo es frecuente que el autor se manifieste en el relato emitiendo juicios o valorando positiva o negativamente personajes o acontecimientos. Esta visión dualista del mundo se impone sobre el relato y se convierte en uno de los elementos característicos del Prerrealismo. Aunque los autores de esta etapa inicial pretendieron describir la realidad tal como era, la objetividad que lograron fue limitada, dado que elegían el estrato de la sociedad que convenía a los propósitos ideológicos de la narración. Por otro lado, los personajes todavía son algo esquemáticos: buenos y malos, ricos y pobres, etc. Entre los escritores más destacados de esta corriente están: Cecilia Böhl de Faber, más conocida como Fernán Caballero, seudónimo con el que firmaba sus obras. Sus novelas, entre las que destacan La Gaviota y La familia de Alvareda, mantienen elementos del costumbrismo romántico y suponen una defensa de los valores tradicionales. Pedro Antonio de Alarcón, autor de una de las mejores novelas cortas del siglo XIX: El sombrero de tres picos 2. Etapa de desarrollo o Realismo propiamente dicho: Coincide esta época con la caída de Isabel II y la Revolución de 1868. En ella surge la primera generación realista: José María de Pereda (1833-1906), Benito Pérez Galdós (1843-1920) y Juan Valera (1824-1905). La primera novela española que se considera realista es La Fontana de Oro, de Benito Pérez Galdós, escrita el año 1868. En ella se manifiestan ya las características esenciales de la corriente realista. El Realismo se caracteriza por la superación del dualismo prerrealista. Los escritores emprendieron la tarea de describir la realidad distanciándose de ella y permitiendo que personajes y acontecimientos hablaran por sí mismos. Las descripciones ganan en riqueza y precisión. Los personajes adquieren profundidad psicológica y se les permite actuar con libertad. Su comportamiento ya no depende de su ideología sino de las circunstancias en que se desenvuelven y de su propia psicología. El distanciamiento del autor permite la aparición de la ironía crítica y el humorismo. 3. Etapa de influencia del Naturalismo. Hacia 1880 comienzan a fructiferar en España las teorías literarias del escritor Emile Zola, fundador del Naturalismo. Muchos escritores realistas empezaron a preguntarse sobre la validez de la pura descripción objetiva de la realidad y consideraron que el novelista había de ir más allá, hasta encontrar una explicación de los comportamientos humanos. Para ello, los naturalistas franceses proponían la aplicación rigurosa del método científico. El escritor debía ser como un médico que practica una disección. No podía detenerse ante nada, por repugnante que fuera, con tal de hallar el origen de un hecho o la causa que pudiera explicar la conducta de un personaje. Como es lógico, el Naturalismo comparte con el Realismo, del cual procede, muchas características, pero tiene algunas peculiaridades El autor desaparece de la narración. Los personajes están privados de libertad y son víctimas del entorno en el que viven, de sus circunstancias sociales, de su fisiología o de la herencia. Estas novelas suelen reflejar los aspectos más sórdidos o miserables. Son frecuentes los personajes degradados, feos, brutales. En España se adoptó el Naturalismo, aunque con moderación. En general, los novelistas españoles favorables al Naturalismo (Galdós, Pardo Bazán, Clarín) no admitieron que el ser humano dependiera por completo de su entorno social ni de sus características fisiológicas, como decían los naturalistas franceses y mantuvieron la creencia en el fuerte componente espiritual del hombre y en la posibilidad del ser humano de sobreponerse a su destino. Clarín consideró La desheredada, de Benito Pérez Galdós, publicada en 1881, el primer ejemplo del Naturalismo español. Aunque fue la novelista coruñesa Emilia Pardo Bazán la gran defensora teórica del movimiento naturalista en España. La cuestión palpitante, una colección de artículos publicados entre 1882 y 1883, fue definitiva para la difusión del Naturalismo en España. Las novelas más importantes de Pardo Bazán son Los pazos de Ulloa y La madre Naturaleza, que constituyen buenos ejemplos de la interpretación española del Naturalismo. En 1891, la propia Emilia Pardo Bazán declaró liquidado el movimiento naturalista. 4. Etapa espiritualista Galdós y Emilia Pardo Bazán reciben la influencia de los novelistas rusos y la narrativa simbolista europea. Representado en obras como Nazarín o Halma de Galdós y La quimera o El saludo de las brujas, de Pardo Bazán.