Juan de Palafox y Mendoza RELACION DE LA VISITA ECLESIASTICA DE PARTE DEL OBISPADO DE LA PUEBLA DE LOS ANGELES (1643-1646) Transcripción, introducción y notas de Bernardo García Martínez. SUMARIO Prólogo vii Introducción xi Primera visita eclesiástica del obispo Juan de Palafox: 22 de agosto a 7 de noviembre de 1643. 1 Segunda visita eclesiástica del obispo Juan de Palafox: 15 de junio a 9 de agosto de 1644. 57 Tercera visita eclesiástica del obispo Juan de Palafox: 5 de febrero a 27 de junio de 1646. 79 Mapa de parte del obispado de Puebla Indice onomástico y toponímico 139 PROLOGO En diciembre de 1975 me encontraba estudiando la historia de la Sierra de Puebla en los siglos xvi y xvii cuando el doctor Francisco Morales, OFM, miembro de la Academy of American Franciscan History, de Washington, me comunicó que tenía el microfilm de un manuscrito inédito conservado en la Biblioteca Nacional de Madrid con la Relación de las visitas eclesiásticas del obispo Juan de Palafox. Pocas semanas después puso a mi disposición una copia de ese microfilm. Las visitas eclesiásticas de Palafox fueron tres (aunque también se pueden contar como una sola compuesta por tres partes), de las cuales la tercera ofrecía información valiosa para el estudio que estaba realizando sobre la Sierra, de manera que la utilicé y di razón del citado manuscrito cuando mi estudio se presentó como tesis en Harvard en 1980 e igualmente cuando se publicó en 1987 por El Colegio de México con el título Los pueblos de la Sierra: El poder y el espacio entre los indios del norte de Puebla hasta 1700. Me es grato expresar de nuevo mi reconocimiento al doctor Morales, que reside ahora en México, por su gesto de amistad en aquel momento, así como agradecerle de nuevo su gentileza en el presente, pues me reiteró su voluntad de poner a mi disposición el manuscrito que conocí gracias a su generosidad hace más de veinte años. Además, me proporcionó unas líneas faltantes de la copia anterior. vii Desde aquel tiempo estuve tentado de hacer un estudio más amplio de la Relación de las visitas de Palafox, pero diversas circunstancias dejaron inconcluso mi proyecto o hicieron poco viable su publicación. 1 Ahora, por fin, con ocasión de conmemorarse con diversos actos los 350 años de la fundación de las principales obras que legó el ilustre obispo, como la Biblioteca Palafoxiana, el Gobierno del Estado de Puebla me presentó la oportunidad de concluir mi proyecto y ofrecer al público el interesante documento que hasta este momento había permanecido inédito. La presente edición empezó a cobrar forma hacia noviembre de 1995 gracias a la iniciativa de don Filadelfo Gayosso, escritor y entusiasta cronista de Tlacuilotepec, uno de los pueblos serranos visitados por el célebre obispo. El señor Gayosso, a quien expreso mi más amplio reconocimiento por su constante y amable compromiso con este proyecto, se empeñó mucho en destacar la figura de Palafox con ocasión del establecimiento de un centro cultural en Tlacuilotepec, difundió algunas notas sobre las visitas en periódicos y revistas de la ciudad de Puebla, y transmitió su interés por el manuscrito a don Héctor Azar y al profesor Pedro Angel Palou, de la Secretaría de Cultura 1. Otros historiadores también han conocido y estudiado el manuscrito. Les agradezco el haber intercambiado conmigo algunas opiniones. Me refiero primeramente a Juan Manuel Pérez-Zevallos, antiguo estudiante de El Colegio de México e investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, quien hace algunos años me proporcionó amablemente copia de una transcripción del documento. Más recientemente, el historiador francés Jean-Pierre Berthe ha emprendido un amplio estudio sobre Palafox, del cual expuso algunos avances en una conferencia que dictó en mayo de este año en El Colegio de México. El proyecto del profesor Berthe incluye la futura publicación de este mismo manuscrito, pero poniendo énfasis en otros aspectos.. viii del Estado de Puebla. Con este estímulo procedí a obtener una transcripción directa y propia del microfilm, para lo que conté con el eficiente auxilio de Juan Gerardo López Hernández gracias al apoyo que me brinda el Sistema Nacional de Investigadores. Las excelentes condiciones de trabajo que ofrece el Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México facilitaron lo demás, que fue elaborar un breve estudio introductorio y una nutrida cantidad de notas explicativas del texto. Hay un punto en que la presente edición se aparta de la mayoría de los estudios y publicaciones que se han dedicado a Palafox. El énfasis no está en su persona ni en su pensamiento, ni siquiera en la ciudad de Puebla (cuya visita eclesiástica no está referida en el manuscrito), sino en un universo de poblados pequeños y personajes modestos del obispado. Ellos han recibido menos atención, pero no por ello eran, ni son, menos importantes. Para Palafox tenían un significado muy especial y figuraban como una presencia cotidiana, ya que eran la sustancia, la esencia misma de la diócesis a cuyo esplendor dedicó sus mayores afanes y por cuyas rutas se desplazó responsable, comprometido e incansable. Las figuras estelares de las páginas que siguen son las numerosas y pequeñas localidades del obispado asentadas en sus valles, sierras y costas. Bernardo García Martínez. Septiembre de 1997. ix INTRODUCCION La Relación de las visitas eclesiásticas de la diócesis de Puebla por Juan de Palafox es un manuscrito que cubre la narrativa de tres visitas que, como se detallará más adelante, realizó el obispo entre 1643 y 1646. Las tres visitas también se pueden contar, bajo otra óptica, como una sola que comprende tres partes, ya que siguen una secuencia sin traslapes ni repeticiones: en atención a esto es que en la portada de esta publicación se ha puesto, por brevedad, Relación de la visita. El singular y el plural son igualmente correctos. Pero para el estudio de su contenido resulta más práctico hablar de tres visitas que de las tres partes de una visita, de manera que así se hará en lo sucesivo. En esa época la diócesis abarcaba territorio que actualmente pertenece a los estados de Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Hidalgo, Oaxaca y Guerrero. Palafox recorrió gran parte de él, con excepción de las regiones meridionales, es decir, lo que hoy es el sur de Puebla y partes de Guerrero y Oaxaca. Las visitas eclesiásticas o pastorales eran (y son) parte de las obligaciones de los obispos, quienes debían presentarse periódicamente en las parroquias de sus diócesis con un doble propósito. Por un lado, para imponerse del comportamiento de los párrocos, el estado de los templos y el sentir de la feligresía y tomar las medidas pertinentes, especialmente si había fallas que corregir. Por otro lado, para impartir el sacramento de la confirmación. De todo ello debían dejar memoria o xi relación, aunque ciertos asuntos graves, especialmente si involucraban el castigo o la reprensión del personal eclesiástico en cuestiones de orden económico o, sobre todo, moral, quedaban reservados a un informe secreto. La Relación de las visitas de Palafox no incluyen este tipo de asuntos, pero sí hay indicaciones de que preparó un documento reservado que debe conservarse en los archivos eclesiásticos. Sin embargo, en la Nueva España, como también en otros lugares y tiempos, los obispos evadían o no podían hacer las visitas de sus extensos obispados, que implicaban largos y cansados viajes. Algunos probablemente las hicieron pero no dejaron testimonio escrito de ellas, o acaso documentos sueltos pero no relaciones completas y formales. Con respecto al obispado de Puebla en la época colonial sólo ha salido a la luz el testimonio de las trece efectuadas por el obispo Alonso de la Mota y Escobar de 1609 a 1624. Se publicó sin explicación alguna en los Anales del Instituto Nacional de Antropología en Historia en 1945, y nuevamente en 1987 como libro independiente con introducción y notas de Alba González Jácome (México, Secretaría de Educación Pública, Colección "Quinto centenario"). Entre las visitas de De la Mota y las de Palafox no se realizó ninguna. Es poco probable que se haya efectuado una visita exhaustiva antes de la primera de esas fechas, y sólo una investigación detenida podrá determinar si hubo otra u otras después de 1646. Las demás diócesis novohispanas, como las de México, Oaxaca o Michoacán, presentan un cuadro parecido o más pobre. Las relaciones de las visitas pastorales, por tanto, son xii documentos poco comunes, menos los conocidos, y mucho menos los publicados. En ciertas ocasiones no hacían las visitas los obispos sino delegados suyos o de los cabildos catedralicios, que podían ser canónigos o párrocos comisionados para tal fin. En estos casos, naturalmente, no se impartían confirmaciones, pero por lo demás se generaba una documentación parecida. Esta, igualmente, es rara y poco conocida. Sin embargo, casi como una excepcional coincidencia, se halla publicado el informe de un párroco visitador que recorrió en 1653 buena parte de lo que Palafox no cubrió. La diócesis permanecía por entonces como sede vacante (pues Palafox, removido en 1649, no fue sustituido sino hasta 1656), de modo que el informe o relación de esta visita, realizada por el doctor Nicasio Rubio, cura de Huamantla, puede considerarse como una especie de apéndice que continua (sin hacerlo explícito) la Relación de Palafox, acaso cumpliendo deseos de él mismo. Este informe fue dado a conocer también en 1945, aisladamente, con una breve nota, por José Antonio Calderón Quijano en el Anuario de Estudios Americanos. El manuscrito que contiene la Relación de las tres visitas de Palafox se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid (MS 4476) y es probablemente una copia, hecha por una sola mano, de los manuscritos originales. La relación de la primera visita, además, parece haber sido reelaborada a partir de un texto anterior, pues está escrita en tercera persona (es decir, refiere lo que el obispo hizo), tiene una breve introducción, y cuenta con encabezados y datos que tal vez fueron confirmados o añadidos para dar por resultado una redacción algo más pulida. Los textos de xiii la segunda y tercera visitas, en cambio, se encabezan con el título de "manuales", están escritas en primera persona (o sea que Palafox mismo relata lo que hizo), carecen de ciertos datos, y en general reflejan un trabajo no pulido. Probablemente fueron escritas o dictadas por el propio Palafox, aunque no al momento sino de memoria (ya que de otro modo se hubieran tenido presentes los datos faltantes). Deben existir, adicionalmente, los documentos reservados relativos a las mismas visitas, como ya se advirtió, y tal vez otros que se desprenden de la labor de Palafox como visitador general de Nueva España, pues al menos en la tercera de las visitas eclesiásticas dice que, "al mismo tiempo", hizo la visita general del reino por esa parte. Palafox: tiempos y circunstancias. Don Juan de Palafox y Mendoza, obispo de la Puebla de los Angeles, fue uno de los personajes más relevantes en la historia de la América española tanto en el ámbito eclesiástico como en el cultural y el político. Pero éste no es el lugar adecuado para hablar de su persona ni de su obra. Baste mencionar algunos datos básicos que ayuden a situarlo cronológicamente y a conocer ciertos rasgos generales del contexto en que le toco vivir en México y, particularmente, en los años en que realizó sus visitas pastorales. Palafox nació en 1600 en una familia noble y su formación dependió no tanto de estudios formales cuanto de una rica experiencia en cuestiones de administración y cosas públicas, experiencia que lo llevó de los círculos xiv locales de su lugar de origen en Aragón a los niveles más altos del gobierno. En España ejercía el poder desde 1618 don Gaspar de Guzmán, conde-duque de Olivares, y fue él quien colocó a Palafox en posiciones importantes, relacionándolo con la diplomacia europea (con lo cual viajó por Italia, Austria, Bohemia, Alemania, Flandes y Francia) y encaminándolo finalmente hacia el Consejo de Indias. Palafox, por su parte, concluyó su formación eclesiástica y escribió obras de contenido político, religioso e histórico. Olivares promovió una profunda reforma política en España y en América, y aunque tuvo grandes logros también sufrió estrepitosos fracasos. Su lucha contra la ineficiencia y la corrupción le ganaron la enemistad de muchos poderosos. En Nueva España sus opositores llegaron al extremo de deshacerse del virrey que representaba la corriente reformista, el conde de Gelves, derrocándolo nada menos que con un golpe de estado en 1624. Olivares respondió con diversas medidas pero nunca pudo vencer completamente a sus opositores; además, debía dar prioridad a los asuntos europeos. Sin embargo, llegado el momento oportuno preparó una acción más enérgica en Nueva España, y así fue que en 1640 envió a Palafox con el doble papel de obispo de Puebla y visitador general del reino. Palafox se encontró en Nueva España con una efervescencia política que todavía no se apagaba. No debe olvidarse que en la colonia los actores políticos más destacados incluían no sólo a funcionarios, clérigos, comerciantes y hacenderos (es decir, individuos cuyos orígenes e intereses principales estaban a veces en México, xv a veces en España), sino a diversas corporaciones como las órdenes religiosas, los cabildos, y aun los pueblos de indios. Palafox se mostró hábil políticamente y creó una base de poder sólida especialmente entre individuos cuyos orígenes o intereses estaban en la propia Nueva España, los llamados criollos. Aparentemente los puntos de vista del obispo coincidieron mucho con los de aquellos propietarios rurales que buscaban librarse de las numerosas ataduras burocráticas que les impedían desarrollarse. Estos propietarios formaban por esos tiempos un grupo activo e innovador, aunque todavía no muy poderoso. En el terreno eclesiástico Palafox se identificó abiertamente con los clérigos diocesanos, pero eso lo llevó a enfrentarse con la tradición colonial que permitía a los frailes de las órdenes ejercer funciones como párrocos y controlar la administración religiosa de la mayor parte de los pueblos y las áreas rurales sin sujetarse a la autoridad de los obispos. Palafox veía en esa situación una de las facetas de la ineficiencia y la corrupción que venía a combatir, entre otras razones porque consideraba que en los asuntos religiosos estaba la llave para enfrentar los problemas políticos. Con ideas bien claras de lo que quería, Palafox no se detuvo en contemplaciones dentro de los límites de su diócesis, y a escasos seis meses de su llegada a Puebla procedió a quitar las parroquias a los religiosos para entregarlas a curas seculares. Tal medida hizo cambiar de manos a 36 parroquias, más de dos terceras partes de las 90, más o menos, que componían el obispado (sin contar con que otros prelados siguieron el ejemplo), y no llegó a xvi más porque el virrey duque de Escalona se interpuso para frenar un proceso que estaba alterando demasiado el orden establecido. Y es que el asunto iba mucho más allá del terreno eclesiástico. Mientras que los frailes, por dar un ejemplo, tendían a proteger la estructura corporativa de los pueblos de indios, y en ello coincidían con funcionarios locales de gobierno (los alcaldes mayores), los curas diocesanos favorecían un escenario más individualista que permitía a los habitantes de los pueblos desplazarse a otros sitios de trabajo o residencia, como las haciendas, que por esas fechas estaban surgiendo apenas como una de las realidades sociales y económicas más características de la Nueva España. Palafox estaba en el centro de la política novohispana cuando la súbita destitución en 1642 del duque de Escalona (cuyos lazos familiares lo asociaban con la insurrección que llevó a Portugal a separarse de España) convirtió a Palafox en virrey interino durante unos meses. Realmente el poder de Palafox no descansaba tanto en sus títulos como en su acción y en el apoyo que había logrado. Además, apoyaba su proceder con obras de gran valor simbólico, como la construcción de la catedral de Puebla, que justificablemente era un timbre de orgullo para los criollos y rebasaba en magnificencia a cualquier otro edificio religioso de la Nueva España, especialmente a los imponentes conventos de los frailes. Además abría el camino para consolidar algún tipo de contrapeso frente al gran poder centralizador de la ciudad de México. Pero en 1643 la política española dio un giro con la caída del conde-duque de Olivares. Palafox perdió a su protector y quedó en una posición vulnerable. Aunque xvii reanudó sus labores como visitador general, sus esfuerzos y dedicación se concentraron en el obispado. Siguieron unos años relativamente tranquilos en los que se dejó sentir la presencia de personalidades moderadas en el gobierno y al frente de las órdenes religiosas. Fue entonces que Palafox se dedicó a escribir varias obras y emprendió la visita pastoral de su diócesis. Pero el obispo no cejó ni por un momento en la defensa de los privilegios y precedencias del clero diocesano, en lo que se incluían temas de educación y manejo de recursos. Había creado los colegios de San Pedro y San Juan para hacer contrapeso a las instituciones jesuitas y había exigido a las corporaciones religiosas el pago de diezmos por los productos de sus propiedades-pretensión que afectaba de manera especial a los mismos jesuitas. De ahí se generó un conflicto con ellos, y éste, combinado con otros asuntos, creció al grado de polarizar a casi todos los actores políticos de la Nueva España. Cuando Palafox terminó su tercera visita pastoral a mediados de 1646 el terreno estaba abonado para un enfrentamiento abierto. La oposición en su contra había cobrado sustancia bajo las figuras de antiguos aliados suyos, el nuevo virrey conde de Salvatierra y el arzobispo de México Juan de Mañozca. La situación llegó a ser tan tensa que en 1647, después de un escandaloso pleito que incluyó toda clase de demostraciones públicas, ataques y excomuniones cruzadas, Palafox optó por recluirse secretamente en una hacienda en los términos de Nopalucan. Si alguna vez pensó en hacer una cuarta visita pastoral para cubrir lo que aún le faltaba por recorrer de su xviii diócesis, su proyecto terminó allí, como también se truncó el resto de su programa de reforma. La derrota de Palafox no fue total porque desde España el Consejo de Indias determinó apoyarlo, removiendo al virrey y reprendiendo de diversas formas a los enemigos del obispo. Pero su situación ya no era sostenible, más aún cuando llevó su conflicto con los jesuitas a un ataque específico contra la Compañía de Jesús. Fueron consideraciones muy por encima de la realidad novohispana las que motivaron la resolución de hacerlo regresar a España en 1649. Palafox resintió enormemente la medida, pero tuvo el consuelo de ver concluida y consagrada la obra de la catedral de Puebla, tan significativa para su proyecto político, pocas semanas antes de partir. Vivió diez años más, al frente de una diócesis de poca relevancia, Osma, en la provincia castellana de Soria, enriqueciendo su ya copiosa producción de obras de variados géneros: literatura, política, filosofía, religión, etc. La Relación de las visitas: entre Palafox y los pueblos. Palafox publicó varios de sus escritos, y en 1762 se publicaron sus "obras completas", aunque no del todo completas. Algunos de sus trabajos más destacados han tenido amplia difusión. Por otra parte, la figura de tan eminente y controvertido personaje ha motivado numerosos estudios. El más reciente, enjundioso y documentado (aunque nada analítico) es sin duda el de Sor Cristina de la Cruz de Arteaga y Falguera, Una mitra sobre dos mundos, publicado en Sevilla en 1985 y reproducido xix en Puebla en 1992. Es el único estudio donde se mencionan las visitas, pero someramente y con muchos errores, teniendo como fuente no la Relación sino cartas enviadas por Palafox desde diversos lugares por los que pasó, a más de un relato del jesuita Lorenzo López, quien acompañó al obispo en su tercera visita. Frente a este escenario, el que un escrito de Palafox haya permanecido inédito hasta ahora pareciera sorprendente, pero es explicable. En primer lugar, en la bibliografía palafoxiana han merecido particular atención los aspectos eclesiásticos, filosóficos e intelectuales de la vida y la obra del obispo, temas en los que sus propios escritos son fuente fundamental. Menos atención han recibido los aspectos políticos de su historia, cual su breve actuación como virrey de Nueva España o (algo todavía menos conocido) como visitador general. Puede decirse que sólo Jonathan Israel, en su libro Race, class, and society in seventeenth century Mexico (publicado en Oxford en 1975 y traducido al español por el Fondo de Cultura Económica con el título Razas, clases sociales y vida política), ha explorado detenidamente este terreno, en el que las principales fuentes no son necesariamente testimonios del propio Palafox sino documentos de diversa índole. Para todos esos enfoques y estudios la Relación resulta un escrito poco relevante. En segundo lugar, la Relación de las visitas eclesiásticas no es precisamente una "obra", o por lo menos no una obra terminada, sino un testimonio documental que bien podría considerarse parte de sus informes, registros o papeles oficiales. Seguramente Palafox jamás pensó en xx que un texto de esta naturaleza se publicara. Ni siquiera le puso un título y, como se verá, hay diferencias en la presentación formal del texto. La parte que refiere la primera de las visitas es manifiestamente obra de otra pluma que, sin embargo, parece no haber hecho otra cosa que copiar y pulir, palabras más o menos, lo que el propio Palafox escribió o dictó. La Relación, pues, es una pieza atípica, y de ahí el que haya permanecido al margen de la bibliografía palafoxiana. No habrá problema, tal vez, en añadirla al enlistado de las "obras completas" del obispo a pesar de su heterodoxa calidad formal. Sin embargo, no es dentro de la bibliografía palafoxiana donde la Relación está llamada a figurar, sino en un campo distinto de la historia de México, cuyos capítulos estudian y escriben historiadores con enfoques y preocupaciones que suelen ir por terrenos diferentes y alejados de la problemática cubierta por esa bibliografía. Para ellos, esta obra de Palafox podrá ser un testimonio novedoso, informativo y sugerente. Y es que, como se anunció en el prólogo, las figuras estelares de la Relación no son ni Palafox, ni su complejo entorno político e intelectual, ni la ciudad de Puebla, sino gran parte de las numerosas y pequeñas localidades del obispado asentadas en sus valles, sierras y costas. La Relación es un documento cuyo tema son los pueblos. De ellos se ocupa, a ellos se refiere, y es bajo la perspectiva de la historia de cada uno de ellos que esta obra que ahora se publica adquiere su mayor relevancia. Palafox inició el recorrido de su diócesis poco después de haber sido relevado del gobierno de Nueva España en noviembre de 1642. El trayecto de la primera xxi visita, del 22 de agosto al 7 de noviembre de 1643 (once semanas), dibujó un triángulo al oriente de Puebla con vértices en esta ciudad, Xalapa y Tehuacán. La segunda, del 15 de junio al 9 de agosto de 1644 (casi ocho semanas), cubrió un arco tendido de Chietla a Huamantla, al occidente y al norte de Puebla. Omitió a Huejotzingo por razones que se explican en su lugar. Esta visita recorrió menos camino y fue más pausada. La tercera, en cambio, fue toda una expedición que cubrió el extenso norte del obispado y las zonas costeras, así como áreas del centro no visitadas previamente. Fueron diecinueve semanas y media de jornadas bastante intensas empezadas el 5 de febrero y terminadas el 27 de junio de 1646. Las circunstancias ya referidas le impidieron visitar el sur del obispado: Chilapa, Tlapa, Acatlán, Huajuapan y la poco poblada costa del Mar del Sur, cuyas aguas nunca vio. Con todo, Palafox dedicó a recorrer su diócesis poco más de treinta y ocho semanas, equivalentes a más de la mitad de uno de los nueve años que vivió en México. La ciudad de Puebla y sus parroquias no están consideradas en la Relación, aunque Palafox expresamente dice haberlas visitado antes de partir al primero de sus viajes. La documentación respectiva debe estar en otro lugar. El doctor Nicasio Rubio, como quedó dicho, continuó la visita hacia el sur pero no exhaustivamente. Sólo tocó partidos administrados por religiosos y no llegó a la región de Chilapa. Partió el 7 de febrero de 1653 por un tiempo que no precisa en su informe. Como resultado produjo un documento de índole diferente, que abunda en asuntos meramente eclesiásticos y fechó el 3 de mayo en xxii Huamantla, seguramente algún tiempo después de su retorno. Pueblos, léase altepetl. Huamantla, como Tlapa, Xalapa, Tehuacán o Chietla, eran nombres de pueblos. La Relación sigue un discurso que, en lo esencial, va saltando de un pueblo a otro, y los sitios donde el obispo desarrolló sus actividades eclesiásticas fueron en su mayor parte pueblos. Es necesario prestar atención al significado de esta palabra, que encierra conceptos complejos y esenciales para el entendimiento de la historia mexicana. La palabra "pueblo" tiene varias connotaciones diferentes pero muy usuales y comprensibles, equivalentes en términos generales, por una parte, a nación o población; por otra, a localidad o poblado. Sin embargo, ninguna de estas acepciones es la que interesa destacar y analizar aquí, sino otra, actualmente abandonada pero que en la época colonial se añadía a las anteriores y en cierto momento, especialmente en el siglo xvi, fue predominante. Se trata de la palabra "pueblo" como traducción castellana de un concepto nativo mesoamericano que en náhuatl se expresaba con la palabra "altepetl" y tenía también equivalentes o traducciones en otras lenguas. La forma totonaca, que era la segunda más usual en tierras del obispado, era chuchutsipi. El altepetl tenía su origen en la época prehispánica. Cada uno de ellos había sido, en términos generales, un señorío o estado claramente identificable y distinguible dentro de un un universo de muchos altepetl (o altepeme, si se prefiere otra modalidad del plural náhuatl) más o xxiii menos semejantes o comparables entre sí. Los estados imperiales, como la Triple Alianza, se habían formado conquistando, anexando o fundiendo gran número de altepetl previamente independientes. Aunque la conquista española figuró ante el mundo como la campaña que concluyó con la caída de México y su poderoso imperio, en su base no fue otra cosa que la conquista, mediante guerras o alianzas, de muchísimos y pequeños altepetl. A través de la encomienda y otros sistemas, los altepetl entraron en el mundo colonial conservando su integridad, y siguieron siendo, como antes, identificables y distinguibles dentro de un universo de muchos semejantes. Naturalmente, algunas de sus características prehispánicas desaparecieron o se transformaron, y otras nuevas entraron en escena, especialmente las relacionadas con la religión cristiana y la iglesia. En el fondo, sin embargo, y atendiendo a lo esencial más que a lo formal, el altepetl seguía definiéndose e identificándose en la época colonial del mismo modo que lo había hecho en la época prehispánica. En la época colonial el altepetl podía describirse como una entidad política que tenía al menos dos atributos principales: en primer lugar, una organización corporativa formada por un cierto número de integrantes (por ejemplo cien, quinientas, mil o más familias de uno o varios linajes), un cuerpo de gobierno o "república" con su respectivo gobernador, y una tesorería o "comunidad" que incluía tierras, dinero y otros bienes pertenecientes a la corporación; en segundo lugar, un territorio más o menos extenso (pero de pocos kilómetros cuadrados) bajo su jurisdicción. Frecuentemente esta organización estaba acompañada de otros atributos, como la presencia de un xxiv jefe hereditario o "cacique" y una elite de individuos de posición preeminente o "principales". Por otra parte, cada pueblo formaba una unidad en la administración religiosa. Cada una de estas entidades políticas, es decir, cada altepetl, estaba integrado por varias localidades. En primer lugar estaba la "cabecera", que daba su nombre o topónimo a todo el altepetl (o lo recibía de él); ésta era la sede del gobierno y de la iglesia principal, dedicada a un determinado santo patrono. En segundo lugar estaba un número variable de "barrios" y "sujetos", cada uno con su nombre particular, los cuales podían (o no) tener una representación en el gobierno del altepetl, usualmente por medio de "alcaldes", e iglesias o capillas secundarias con sus santos patronos particulares. Asimismo, los "sujetos" podían (o no) tener control sobre parte de los bienes o del territorio del altepetl. En muchos casos se creaban situaciones de conflicto o competencia entre la cabecera y los sujetos de un mismo altepetl. Este fenómeno no era muy acusado a mediados del siglo xvii, pero por diversas razones lo sería después. Los habitantes de cada altepetl compartían una serie de derechos y obligaciones, entre las cuales sobresalían ciertas actividades comunitarias (en su mayor parte ligadas a trabajo colectivo y a ceremonias de culto) y una serie de imposiciones fiscales. La más importante de éstas era la paga de un tributo al gobierno central en la ciudad de México, o a un encomendero en el caso de los pueblos (ya no muchos en el siglo xvii) que mantenían esa situación típica de los años inmediatos a la conquista. Por eso, cada altepetl tenía un padrón o matrícula de "tributarios" en el que se contaba a todas sus cabezas de xxv familia, tanto de la cabecera como de los sujetos. En sentido estricto, pues, el número de altepetl era igual al número de padrones o matrículas levantadas. Este tipo de organización, característico de la parte central de Nueva España, era producto de dos circunstancias principales. La primera era la herencia prehispánica mesoamericana preservada tras la conquista española. Los españoles consumaron su conquista dejando a los antiguos señoríos un buen margen de autonomía y amplios privilegios a sus líderes nativos. Con ello los españoles asumieron una postura aparentemente marginal, pero se evitaron establecer en cada caso un gobierno nuevo, que por otra parte no hubieran podido imponer ni mantener. Además, el que los gobiernos locales se mantuvieran funcionando fue esencial para que no se cortara el flujo de tributos, tanto en beneficio de los líderes nativos como de los españoles. La subsistencia de los señoríos prehispánicos como cuerpos políticos fue, por lo tanto, un producto de las condiciones políticas y estratégicas que acompañaron a la conquista. La segunda circunstancia fue el proceso de congregación o concentración de la población, fundado en circunstancias económicas y políticas, e impulsado conjuntamente por gobierno e iglesia, que indujo o forzó (según el caso) dentro de cada altepetl la formación de un cierto número de núcleos urbanos de inspiración europea, con sus respectivas plazas, calles y edificios. Cabeceras y sujetos fueron, en gran medida, producto de la congregación, o por lo menos debieron a ella su ubicación y forma definitivas. De esto provino la formación de asentamientos, poblados o localidades que hasta el presente xxvi han conservado mexicanos. sus rasgos distintivos típicamente El altepetl tenía una bien definida personalidad jurídica. Poseedor, entre otras cosas, de jurisdicción sobre un territorio y sus habitantes, de un cuerpo de gobierno y una matrícula de tributarios, y de bienes tan diversos como tierras, ganados y dinero, cada altepetl figuraba en el ámbito legal español como una corporación comparable funcionalmente a otras, como los municipios, las órdenes religiosas, los gremios y tantas otras organizaciones corporativas que poblaban, y en cierto sentido dominaban, el mundo colonial. Como sujeto de derecho el altepetl tenía, naturalmente, una designación sancionada por el uso y la legislación: se llamaba, y aquí entra la acepción señalada arriba, pueblo, y más específicamente pueblo de indios. El apelativo "de indios", que se antoja esencial, era realmente circunstancial. Simplemente es que, como los habitantes que los españoles encontraron en el continente americano y sus descendientes fueron denominados "indios", el gentilicio se aplicó de un modo casi automático. Obviamente, en la época prehispánica todos los altepetl eran de "indios", pero en la época colonial la situación cambió. En primer lugar, los altepetl no eran corporaciones cerradas ni endógamas, de manera que el proceso de mestizaje introdujo muchas variables raciales o étnicas. Incluso hubo españoles residentes en los altepetl, aunque sin participación formal (pero sí influencia) en el manejo corporativo. A su lado figuraban frecuentemente contingentes de "gente ordinaria", quienes, independientemente de su filiación étnica, eran xxvii simplemente individuos sin adscripción formal a ninguna organización. Además, muchos "indios" abandonaron los altepetl, cesando, por tanto, de figurar como "indios" en las listas de tributarios. En segundo lugar, el concepto de "indio" adquirió tantas acepciones que en algunos casos llegó a ser poco más que un membrete que podía quitarse o ponerse a voluntad. El caso es que la designación oficial de pueblo de indios no siempre satisfizo y frecuentemente se prefirió recurrir a otras, como pueblo de naturales, pueblo de vecinos o pueblo de por sí. Todos estos añadidos a la palabra provenían de que, de no ponerse, no se haría la debida distinción entre lo que era una corporación o pueblo de por sí y lo que era un simple pueblo o poblado. Seguramente hubiera sido más sencillo seguir llamando altepetl al altepetl y decirle pueblo o aldea a cualquier localidad habitada independientemente de su jerarquía o nivel de organización. Pero no se hizo así, ni a los españoles se les ocurrió inventar o importar alguna otra palabra. Ciertamente pudieron haberlo hecho, como lo hicieron para designar a los señores o gobernantes de los altepetl, quienes fueron distinguidos de manera diáfana e inconfundible con una palabra caribeña: caciques. Fue una solución exótica, pero original, y funcionó bien. Los historiadores modernos no han sido más imaginativos al respecto, y han dado vueltas más o menos rebuscadas para definir y explicar lo que, en el fondo, es bien sencillo. Ciertamente hay excepciones, pero no hay mejor modo de designar al altepetl que llamándolo altepetl. Por otra parte, si en la época colonial no se hacía la debida distinción entre lo que era, por un lado, un altepetl xxviii o pueblo de por sí y, por otro, un simple pueblo o poblado las consecuencias no eran muy graves. Puede decirse, coloquialmente, que todo el mundo entendía de qué se hablaba. El contexto aclaraba las cosas. Si se hablaba del padrón de tributarios de un pueblo, del cacique de un pueblo, o del cuerpo de república de un pueblo, es decir, de elementos que correspondían a la identidad corporativa del conjunto, es obvio que se tenía en mente un altepetl o pueblo de por sí. Si se hablaba de las tierras adyacentes a un pueblo, de las casas de un pueblo, de un pueblo sujeto, o incluso de una cabecera, es decir, elementos integrantes del conjunto, se estaba pensando en poblados o asentamientos. Se daba por entendido que éstos formaban parte de un altepetl. Los casos atípicos o excepcionales, que los había, saltaban a la vista. La historia de cómo y porqué con el paso del tiempo este entendimiento se perdió, hasta llegar al extremo de que hasta los historiadores olvidaron lo que era el altepetl y empezaron a confundir repúblicas con cabeceras, pueblos con repúblicas, sujetos con comunidades, y todo con todo, rebasa los límites y los propósitos de esta introducción. Baste decir que el altepetl, organización política compleja, heterogénea y sofisticada, vivió un proceso de desintegración cuyos restos están representados en la comunidad campesina de la actualidad. Palafox, desde luego, entendía lo que estaba diciendo. En la Relación de sus visitas, mencionando pueblo tras pueblo, no sintió necesario precisar cuándo se refería a un pueblo de por sí en el sentido corporativo y cuándo usaba la palabra en el sentido más laxo y general porque sabía o percibía que el contexto de las cosas y el xxix saber común no dejaba lugar a dudas. El problema es para el lector moderno. Pero no será problema para el lector de esta edición, porque las notas al texto aclaran en cada caso de qué se trata, y cuando se trata de un altepetl no hay confusión posible: al altepetl se le llama altepetl. Si la mención es a un simple asentamiento o poblado se hace la precisión correspondiente. Palafox, además, tenía una razón más para entender el fondo de este asunto. La administración religiosa se basaba específicamente en la subsistencia de los altepetl. Altepetl, doctrinas, parroquias: las piezas del juego. En los años en que se fundó la Nueva España ningún altepetl se consideraba conquistado si su rey o señor, su cacique, a nombre de toda su colectividad, no reconocía la autoridad suprema del rey y la validez y exclusividad de la religión cristiana. Ese arreglo requirió de ciertos formalismos. Las autoridades españolas de gobierno se ocuparon de consolidar lo que a ellas les tocaba por medio de instrumentos e instituciones como las encomiendas y otros elementos de gobierno local. La iglesia se ocupó de lo suyo sirviéndose, inicialmente, de la labor de los frailes de las órdenes mendicantes-franciscanos, dominicos y agustinos--que actuaron, por concesión especial (pues normalmente no era su papel), como evangelizadores y doctrineros, es decir, curas. El modelo a seguir era bastante simple: en cada altepetl había que erigir una "doctrina" o parroquia, construyendo la iglesia principal en un emplazamiento determinado dentro de él, usualmente su centro principal o el que se entendió o xxx se conformó como su cabecera. Como los doctrineros eran religiosos regulares (sujetos a las reglas y autoridades de sus respectivas órdenes) asociaron cada iglesia a un convento que les servía de morada y centro de administración religiosa. Los clérigos seculares o diocesanos que continuaron o completaron la labor de los frailes se normaron por el mismo principio. La meta no se logró del todo ni de un día para otro. No era tarea fácil: sólo en el territorio del obispado de Puebla debió haber habido, originalmente, no menos de 150 altepetl. En la mayoría de los casos se erigió una doctrina o parroquia sólo en los que parecían más poblados o importantes, y desde allí se atendía a los demás, que quedaban en calidad de "visitas". Hacia 1580, en el mismo territorio del obispado de Puebla el número de doctrinas fundadas era casi de 50, con sus respectivos conventos. A este total debe agregarse el de las doctrinas fundadas por clérigos diocesanos, que serían otras tantas. Las cifras son aproximadas porque en los primeros años algunas fundaciones fueron abandonadas, trasladadas o conjuntadas. En promedio, pues, una doctrina abarcaba en la práctica entre uno y dos altepetl, si bien en las zonas inmediatas a Puebla la relación era de uno a uno mientras que en otras más lejanas llegó a haber desde cinco hasta doce altepetl en una sola doctrina. Debe advertirse que el descenso demográfico desarticuló o aniquiló a no menos de una veintena de altepetl en las zonas costeras durante la segunda mitad del siglo xvi. Por otra parte cabe notar, sólo como referencia muy aproximada, que los 150 altepetl del obispado habrán comprendido originalmente dos o tres mil localidades, entre cabeceras, sujetos, barrios o xxxi asentamientos de diversas categorías, reducidas en número a menos de la mitad tras los procesos de congregación experimentados durante ese siglo. El mapa de la administración religiosa no era estático. Algunas doctrinas de religiosos cambiaron de una orden a otra o pasaron a manos de curas diocesanos, y otras se dividieron. Palafox, como ya se dijo, emprendió una agresiva campaña de secularización que quitó o "removió" 36 doctrinas a los franciscanos, 3 a los dominicos y 2 a los agustinos entre 1640 y 1641. En algunos casos, por diversas razones, no se escogió la cabecera sino alguna otra localidad del altepetl como sede de la nueva parroquia diocesana. Pero a pesar de estas y otras transformaciones, a veces desconcertantes si no se entiende el motivo particular que explica cada una de ellas, no se rompió el principio de que debía haber correspondencia entre altepetl y doctrinas. Sólo bajo condiciones excepcionales (que en el obispado de Puebla fueron raras) se dio el caso de algún altepetl comprendido en dos doctrinas diferentes, y la razón generalmente estaba en alguna excentricidad territorial que resultaba en que ciertas localidades de ese altepetl estuvieran particularmente alejadas del resto o enclavadas dentro de algún vecino. También excepcionalmente se dio el caso de algún altepetl en el que llegaron a fundarse no una sino dos doctrinas, una en su cabecera y otra en alguna localidad importante. Usualmente esto estuvo acompañado de un proceso de secesión del propio altepetl. El fenómeno se hizo común después de la segunda mitad del siglo xvii. En cuanto a términos, los usos y costumbres de religiosos regulares y curas diocesanos marcaron ciertas xxxii diferencias, pero en el fondo los significados fueron los mismos. A las doctrinas, los clérigos prefirieron llamarlas "partidos", "parroquias", "curatos" o "beneficios" (esto en referencia al beneficio o titularidad que un cura obtenía una vez confirmado en su posición, de la cual obtenía una suma, "ración" o "congrua" para su sustento). También se generalizó la costumbre de llamar "cabeceras" a las localidades donde estaban las sedes de los párrocos y "sujetos" a aquellas que dependían de ellos, más o menos lo mismo que los frailes llamaban "visitas". 1 Pero esto era en el ámbito religioso solamente, y ya se entenderá que no por fuerza una cabecera política habría de ser cabecera de curato, ni al revés, y lo mismo ocurría con los sujetos. Cuando se hablaba con laxitud, la mención de cabeceras (políticas) que eran sujetos (eclesiásticos) y la de sujetos (políticos) que eran cabeceras (eclesiásticas) era común. Pero un examen detenido muestra que el principio básico subsistía tras la aparente confusión. La integridad y las fronteras de los altepetl no se confundían, ni se mezclaban, ni se rompían. El lector de esta edición tampoco se confundirá porque encontrará cada caso debidamente explicado. También se aportarán, como mera referencia, datos respecto de las encomiendas subsistentes, 2 así como de las jurisdicciones políticas españolas correspondientes a cada lugar. 3 1. También había "ermitas", que eran capillas secundarias erigidas dentro de alguna localidad o en sitios despoblados. 2. La relación entre encomienda y altepetl era aún más estrecha y antigua, y además el triángulo se cerraba con una relación entre encomienda y doctrina. Por eso se verá que los encomenderos, donde subsistían, contribuían económicamente al sostenimiento del doctrinero o párroco. En la época de Palafox, sin embargo, la encomienda ya se había alejado mucho de sus características originales y en la mayoría xxxiii La Relación de las visitas pastorales es, pues, una relación de las visitas a las doctrinas de la diócesis. No importa si Palafox se refiere a ellas como doctrinas, partidos, parroquias o de otro modo. Cada una de ellas había sido construida sobre la base de un altepetl, y muchas participaban de alguna de las modalidades que se han citado. En este punto puede anotarse ya, con claro entendimiento de lo que cada palabra significa, que Palafox, en sus tres recorridos, visitó 78 partidos que administraban religiosamente a 116 altepetl. No es posible precisar el número de localidades o asentamientos, es decir, simples "pueblos" o poblados comprendidos en ellos, pues la Relación sólo cita a algunos y de manera poco consistente, pero fácilmente han de haber sumado la última cifra citada multiplicada por diez. Piezas fuera de serie y signos de los tiempos. La Relación pone en evidencia unos casos verdaderamente excepcionales. En primer lugar, dos de las parroquias no tenían que ver nada con ningún altepetl ni remontaban sus orígenes a la evangelización, y hasta sus topónimos reflejaban su distinta naturaleza: Veracruz Vieja de los casos significaba simplemente que no era el gobierno central sino un personaje prominente, designado "encomendero", quien recibía como pago por algún servicio el monto total o parcial del tributo entregado por el altepetl. 3. Alcaldías mayores y corregimientos (que en el siglo xvii eran virtualmente lo mismo) constituían los elementos de la división política novohispana desde el punto de vista de la administración española. Hacia 1643 había alrededor de 130 de esas jurisdicciones en Nueva España (sin contar Nueva Galicia, Yucatán ni el Norte), de las cuales unas 30 correspondían al obispado de Puebla. Cada una tenía jurisdicción sobre varios altepetl, sobre diversas localidades informales, y algunas también sobre un asentamiento español formal como, en este caso, la ciudad de Puebla. xxxiv (La Antigua) y Veracruz Nueva. Estas eran fundaciones ciento por ciento españolas y coloniales y su estructura demográfica, política, social y económica era claramente diferente a la de los altepetl de raíces prehispánicas. Es perfectamente comprensible que las dos fundaciones de Veracruz, que además tenía el título de ciudad, merecieran el establecimiento de sus propias parroquias. La ciudad de la Puebla de los Angeles entraba en la misma categoría y también se explica por sí sola, al igual que la villa de Córdoba, fundada en 1618. Otras fundaciones españolas resultaban un poco más complejas porque absorbieron a altepetl preexistentes o se superpusieron a ellos y heredaron o combinaron sus antiguas funciones, jurisdicciones y dependencias, como Atlixco (que fue paralelamente altepetl y fundación española con el título de villa) y la pequeña pero atípica Alvarado. Las diversas particularidades de estas localidades quedan patentes en la Relación. Una pieza más fuera de serie era el ingenio del Conde de Orizaba, que formalmente no era una parroquia pero tenía un vicario nombrado por el obispo, lo que en la práctica equivalía a serlo. Pero no es este hecho el que hacía al ingenio un sitio tan singular, sino lo que representaba: era sólo la pieza más relevante de muchas otras de su clase. En efecto, se trataba de una fundación española, pero de índole rural, como haciendas, trapiches, estancias y otros asentamientos semejantes que figuran paso a paso en la Relación. 4 Generalmente tenían su 4. En esa época no había una distinción clara entre lo que era hacienda, estancia o ingenio, y de hecho nunca hubo una norma al respecto, si bien con el tiempo el término hacienda predominó sobre los demás, especialmente si el asentamiento en xxxv origen en la concentración de algunos españoles para desarrollar empresas agrícolas o ganaderas, y luego crecían con el asentamiento de trabajadores. Estos podían ser nativos de los alrededores, emigrados de los altepetl, empujados temporal o definitivamente por razones tan diversas como la evasión del tributo, el despojo de tierras, la búsqueda de oportunidades económicas y el rechazo a las exigencias, a menudo opresivas, de la vida corporativa de los altepetl. A estos emigrados se les llamaba por entonces "laboríos" o "gañanes". Las haciendas también se nutrían de gente mestiza de raíces diversas o difusas, o gente de origen africano (esclavos o libres). Con el tiempo se designó como "peones" a la mayor parte de los trabajadores establecidos de fijo en estos sitios. Ingenios, haciendas y demás eran asentamientos informales desde el punto de vista político, sin jurisdicción ni organización corporativa (un cabildo, por ejemplo), sin autoridades propias y sin personalidad jurídica en cuanto tales. Legalmente estaban comprendidos dentro de los términos de algún altepetl, pero en la práctica estaban generando una individualidad muy definida, una especie de extraterritorialidad. Su sustento formal estaba solamente en la propiedad de la tierra, aunque en el siglo xvii no poseían gran cosa y distaban mucho de ser los latifundios que fueron después. Lo más importante que debe resaltarse de estos asentamientos informales es que eran, por sobre todas las cosas, centros de población, y la Relación misma lo comprueba anotando el número nada desdeñable de sus cuestión involucraba un núcleo de población donde había capilla y se celebraban misas propias. xxxvi habitantes. Al establecer al menos en uno de estos sitios una administración religiosa propia, la iglesia respondía simplemente a una realidad demográfica y al hecho de que surgían nuevos polos de poblamiento originados ya no en el pasado prehispánico sino en la realidad colonial. A mediados del siglo xvii este era un fenómeno incipiente. Más tarde sería un hecho contundente, y las haciendas, como se les llamaría generalmente, competirían con los altepetl por el control de la gente y los recursos. Palafox simpatizó mucho con este tipo de poblamiento, y entre sus medidas como virrey estuvieron algunas disposiciones que favorecieron la consolidación de este proceso, por ejemplo la legalidad de la retención de los peones endeudados. La Relación, que estando enfocada a los altepetl no dejaba sin embargo de notar la presencia de estas fundaciones, proporcionaba un atisbo de la Nueva España que estaba por venir. 5 Atendiendo a las particularidades de los años que Palafox vivió en México, hay otras circunstancias más que merecen atención, y esto implica volver de nuevo a los altepetl. Estos no quedaron al margen de los desarrollos que desembocaban en la creación de ciudades, villas, ingenios, haciendas y demás novedades a su alrededor. En ellos, como ya se ha dicho, se fueron estableciendo poco a poco españoles u otros individuos ajenos a la organización corporativa, como la llamada "gente ordinaria". A menudo se trataba de meros inquilinos o arrendatarios que pagaban 5. No hubiese sido posible fundar parroquias en cuanto ingenio o hacienda hubiere. Por principio de cuentas, su ausencia de jurisdicción planteaba varias limitaciones legales. Así, salvo excepciones, las haciendas, trapiches y demás tenían que quedar dentro de las doctrinas de los altepetl en cuyos términos se encontraran. xxxvii por ocupar un solar destinado, por ejemplo, a una tienda. Desde luego no figuraban en la matrícula de tributarios, pero eran residentes legales del lugar. A su llegada a la Nueva España los religiosos mendicantes fueron autorizados a actuar como párrocos en el contexto de la evangelización, pero no como párrocos de los españoles. Mientras se trató sólo de atender a tres o cuatro colados por aquí y allá no debió haber problema, pero el asuntó se agravó conforme los altepetl recibieron población de distinta calidad social o étnica, no tributaria y ajena a su organización corporativa. Esta población no podía colocarse bajo la administración de los frailes sin violar la ley. La salida que se tomó aparece en algunos casos citados en la Relación, como los de Izúcar, Tilapa y Tepapayeca, que fue la de nombrar un párroco separado para administrar a los "españoles", dejando a los "indios", es decir, al altepetl, a cargo de los frailes. La complicación no existió o desapareció en los curatos seculares y donde las doctrinas de religiosos fueron removidas, pues los curas diocesanos podían administrar legalmente a todos por igual. Por encima del aspecto eclesiástico, lo que debe verse en todo la anterior es un reflejo de la compleja realidad de los altepetl. Algo más queda por decir de la situación en que quedaron los religiosos con respecto de los curas diocesanos en aquellas doctrinas de donde fueron removidos. La sustitución de unos por otros era relativamente simple en términos jurisdiccionales, pero no implicaba que los frailes entregaran sus conventos ni las iglesias adyacentes a ellos. La diócesis tenía que enfrentar la necesidad de construir en cada caso una nueva iglesia y xxxviii una casa cural. Las obras eran ciertamente menos ambiciosas que la de las monumentales edificaciones que las órdenes religiosas costearon en sus mejores tiempos, pero de cualquier manera implicaban un esfuerzo. Obviamente, los religiosos resintieron el desvío de los recursos humanos y materiales que habían tenido a su servicio, pero, salvo excepciones, no abandonaron los pueblos ni vaciaron sus iglesias, no, al menos, en el corto plazo. En parte, era un asunto de principio. Con el tiempo los conventos quedarían vacíos y las parroquias se trasladarían, si les convenía, a la iglesia conventual. Para los altepetl el resultado fue que obtuvieron, generalmente en sus cabeceras, un doble juego de símbolos religiosos: dos iglesias, dos santos patronos. Por eso, durante estos años de mediados del siglo xvii, las advocaciones cristianas de las cabeceras de los altepetl eran a menudo confusas. Por ejemplo, un San Francisco Tepeaca y un San Andrés Tepeaca eran exactamente lo mismo, sólo que el primer santo patrono era el de la iglesia conventual y el segundo el de la diocesana. La Relación pone énfasis, obviamente, en las advocaciones diocesanas. El tiempo, sin embargo, dio a los religiosos una especie de revancha, pues casi siempre fueron las primeras advocaciones las que quedaron en la costumbre y las que subsisten hasta el presente. 6 Finalmente, debe tomarse nota de las cofradías, que se mencionan al describir muchas de las parroquias. Eran 6. Fuera de las cabeceras, en visitas o sujetos de las parroquias, estos cambios fueron más bien raros, o no hay evidencia documental suficiente para precisarlos. Tómese en cuenta que esto involucraba materialmente a miles de localidades. xxxix asociaciones de feligreses formadas en un principio para fomentar el culto de un santo, aunque también adquirieron funciones diversas de servicio social: ayudaban a sus miembros a solventar gastos de enfermedades, entierros, etc. Era usual que sus integrantes fueran de una determinada "calidad" social: españoles, negros o indios. En los altepetl, con el tiempo, llegaron a ser tanto o más importantes que los cuerpos de república y las cajas de comunidad. Estaban controladas por las autoridades eclesiásticas, pero en la época de Palafox no con tanto celo como en el siglo siguiente, cuando la considerable riqueza de las cofradías las convirtió en botín apetecible para clero y gobierno por igual. Más allá de los altepetl: Palafox visitador. Palafox tenía la edad del siglo y era hombre enérgico y sano, de manera que el esfuerzo físico de la visita no debió haber sido gran cosa para sus cuarenta y tantos años. Sus recorridos por Europa central le habían dado experiencia de viaje, si bien en Nueva España caminos y transporte estaban en condiciones muy diferentes. Claro está que por malas que éstas fueran Palafox no viajó como cualquier hijo de vecino, sino como obispo, y que la austeridad de su persona y la moderación de su conducta no han de haber impedido que gozara de ayuda, protección y todo tipo de consideraciones. Aunque entrar en el terreno de las conjeturas es siempre discutible, cabe suponer que las visitas no fueron una gran carga ni un fastidio para Palafox. No es posible asegurarlo porque la Relación es un documento extremadamente parco y refleja muy pocas emociones o sentires personales. Las escasas xl observaciones en este sentido se refieren un poco más a aspectos negativos (pequeños incidentes y dificultades) que positivos (belleza del paisaje o cosas así), pero no reflejan hastío o molestia (aunque sí mencionan, a veces, cansancio o indisposición física). Pero no pude decirse que Palafox haya disfrutado sus visitas; no, al menos, como su antecesor Alonso de la Mota, quien no ocultó que sus recorridos le causaban el placer de la aventura. De la Mota, aunque de mayor edad, hizo más y más extensas visitas (sin contar las del obispado de Guadalajara, que previamente tuvo a su cargo), se interesó por asuntos más diversos, se mostró incansable y hasta se ufanó en combinar su labor episcopal con actividades y diversiones, como la caza, que no parecen cuadrar con el aparentemente adusto Palafox. Cierto es que Palafox tenía más problemas con qué ocupar su tiempo y su mente, pues al ser una figura política importante sus responsabilidades eran mayores. Hay que advertir, sin embargo, que durante sus visitas recorrió un terreno que parecía ajeno al candente panorama político que dominó el período de su estancia en México. Naturalmente, esas cuestiones no tendrían por qué haber asomado en la Relación de las visitas, aunque sí se dejaron ver algunos roces con los frailes agustinos. 7 Pero no es menos cierto que los asuntos políticos caldeaban más bien al ámbito urbano y que las localidades rurales y el campo vivían dentro de otra dinámica. En casi ninguno de los lugares que visitó Palafox se vio asomo de intranquilidad o conflictos sociales (De la Mota, en cambio, había 7. Donde sí pudo haber habido algún problema fue en Huejotzingo, cuya visita Palafox simplemente soslayó. xli presenciado ataques de esclavos rebelados), y si algunas colectividades causaron mala impresión a Palafox fue por su desapego a la iglesia. Efectivamente, y lo sabemos por diversas fuentes, hacia 1640 la Nueva España era un país que disfrutaba de paz y por el que se viajaba con seguridad. Su situación colonial no le impedía un buen desempeño económico ni el desarrollo de una cultura creativa. Para Palafox la muestra más fehaciente de este hecho fue la construcción de la catedral de Puebla, cuya consagración fue para él un punto de honor y prestigio que se esforzó en dejar saldado antes de partir. Esta edición. La presente edición reproduce fiel y completamente el texto del manuscrito conforme a un microfilm del conservado en la Biblioteca Nacional de Madrid, pero he ajustado la transcripción a las normas modernas. Lo más arbitrario en el original es la puntuación, de manera que introduje los signos necesarios (desde comas hasta guiones y paréntesis) en los sitios adecuados, ya que sin ellos muchos pasajes resultarían poco comprensibles. Asimismo desligué todas las abreviaturas y arreglé la ortografía al uso actual eliminando latinajos y poniendo los acentos debidos. Así, por ejemplo, "parochia", "quan-do", "theologo", "sancto" y "aprovado" figuran aquí como "parroquia", "cuando", "teólogo", "santo" y "apro-bado". Pero respeté la forma de expresión y el reflejo de lo que era entonces, probable o seguramente, la dicción; es decir, el texto se puede leer en voz alta como se hubiera leído entonces. Por lo tanto, quedan tal cual expresiones como "ansí", "deste" y "Josef" (Joseph) en lugar de las formas modernas "así", "de xlii este" y "José", que suenan diferente, y también quedan como están las palabras con x, como "dexó" o "abaxo" (no convertidas a "dejó" o "abajo"), porque es probable que se pronunciaran de manera ligeramente diferente de haber estado escritas con x o con j. El manuscrito alterna a menudo unas formas y otras, y siempre las dejé como están. Con los apellidos, en cambio, seguí el criterio de respetar enteramente la grafía, como ocurre aún hoy, ya que hay tanto "Riberas" como "Riveras" y en ello no hay regla alguna. Con los topónimos procedí de modo especial, porque el manuscrito los trata de una manera inconsistente y en esto sí hay algunas reglas, de manera que mi transcripción hace pequeños cambios ortográficos, pero muy limitados (como poner "cua" donde se escribe "qua"), con el fin de presentar una versión que considero próxima a la más usual en el siglo xvii. Esta no corresponde a los topónimos oficiales de la actualidad ni tampoco a su acentuación. Es muy probable que en el siglo xvii se conservara, más que ahora, la entonación grave de los topónimos náhuatl (que subsiste en nombres como Cuetzalan, no Cuetzalán), de modo que así los dejé. Los topónimos transcritos pueden parecer extraños a primera vista, pero considero más importante tratar de rescatar la forma como Palafox debió haberlos oído y pronunciado. En todo caso, donde es necesario pongo a pie de página una nota que reproduce la forma (a veces irregular) en que el documento los refiere, así como el nombre moderno. Finalmente, en los textos de las visitas segunda y tercera incorporé encabezados similares a los de la primera, ya que ayudan al lector a identificar las parroquias xliii visitadas y a guiarse en el texto; asimismo, numeré todos los encabezados (con excepción de algunos según se explica), lo que puede ayudar a citar esta edición con facilidad. Los encabezados que sirven de título a los capítulos, como el de toda la obra, son nuevos. Desde luego, todo añadido o corrección dentro del texto va encerrado, como es usual, entre corchetes, y tres puntos [...] señalan los espacios dejados en blanco en el manuscrito, muy frecuentes en los "manuales" de las dos últimas visitas. He omitido en las notas las referencias bibliográficas o documentales que podrían apoyar cada observación porque llevarían el aparato crítico de esta edición a dimensiones inmanejables. Además, muchos datos presentan tras de sí complejidades bastante serias, y no es raro que la situación o los topónimos de lugares escasamente relevantes sólo se puedan confirmar tras consultar la evidencia proporcionada por seis o siete fuentes diversas, que no pocas veces presentan contradicciones que parecerían insalvables si no fuera porque una octava fuente aclara el asunto, y eso no siempre. He puesto el mayor cuidado en cada dato, pero, por supuesto, no pretendo conclusiones definitivas y estoy consciente de habrá muchos detalles que corregir. Por la misma razón de economía de espacio tampoco he puesto referencias bibliográficas en esta introducción. El lector podrá fácilmente orientarse, si desea corroborar o ahondar la información que ofrezco, consultando obras básicas o colecciones documentales más o menos recientes sobre diversas regiones, altepetl (aunque no utilicen el concepto), localidades o incluso el conjunto xliv del obispado, obras que además le guiarán a estudios más específicos. Daré sólo los nombres de algunos de sus autores: Hilda Aguirre Beltrán (Tlacotepec), Joaquín Arroniz (Orizaba), Carlos Sempat Assadurian y Andrea Martínez (Tlaxcala), Octaviano Corro (Cosamaloapan), Bernardo García Martínez (Sierra de Puebla), Peter Gerhard (en general), Enrique Herrera Moreno (Córdoba), Isabel Kelly y Angel Palerm (Papantla), Ernesto Lemoine (Orizaba), Jack A Licate (Tecamachalco/ Quecholac), Richard S McNeish (Tehuacán), Hildeberto Martínez (Tepeaca), Mercedes Olivera (Tecali), Joaquín Paredes Colín (Tehuacán), Virve Piho (Calpan), David Ramírez Lavoignet (Misantla, Tlapacoyan), Cayetano Reyes García (Cholula), Luis Reyes García (Cuauhtin-chan), y Wolfgang Trautmann (Tlaxcala). xlv PRIMERA VISITA ECLESIASTICA DEL OBISPO JUAN DE PALAFOX: 22 DE AGOSTO A 7 DE NOVIEMBRE DE 1643. *** Relación de la visita eclesiástica que hizo de una parte de su obispado el ilustrísimo y excelentísimo señor don Joan de Palafox y Mendoza, obispo de la Puebla de los Angeles, del Consejo de Su Majestad en el Real de las Indias, y visitador general desta Nueva España. Año de 1643. 1 Habiendo hecho la visita de la santa iglesia catedral, cabildo y parroquias de la ciudad de los Angeles, publicó el ilustrísimo y excelentísimo señor don Joan de Palafox y Mendoza, obispo de la dicha diócesi, visitador general desta Nueva España, del Consejo de Su Majestad en el Real de las Indias, la visita de su obispado. Y para que los súbditos, así beneficiados como seglares, tuviesen noticia della remitió sus edictos haciendo entender así por todas 1. Como se señaló en la introducción, la relación de esta primera visita, a diferencia de las dos siguientes, parece haber sido pulida o reelaborada a partir de un texto anterior. Los párrafos que siguen son una introducción general a las visitas eclesiásticas o pastorales de Palafox, y debe entenderse que las advertencias que contienen son aplicables lo mismo a la primera que a las demás. 1 partes. 2 Y porque el afecto con que los curas reciben a su prelado y la obligación en que se reconocen los pueblos a su pastor pudiera ocasionarles gastos y otras demostraciones en el hospedaje, despachó Su Excelencia mandamiento para que ninguno se adelantase en el cuidado de su persona y familia a más de lo que en él precisamente se señaló. 3 Después de haber dado esta instrucción a los párrocos reduxo al menor número que fue posible los criados y ministros que habían de acompañarle, teniendo por menor inconveniente que faltase algo del lustre con que su persona debía tratarse, que no que la muchedumbre dellos fuese molesta a los curas, y así nombró sólamente las personas inescusables para la decencia de la dignidad episcopal y exercicio de la visita. 4 Señalados los que habían de ir en su compañia, mandó se juntasen la noche antecedente a la salida en su cuarto. Y aunque tan modesta y virtuosa familia no necesi2. Entiéndese que las visitas no eran sorpresivas. Todos los feligreses debían estar prevenidos, tanto para prepararse a recibir la confirmación como para exponer sus quejas o pareceres respecto de los párrocos y otros asuntos. 3. Por familia, y eventualmente por criados, literalmente "dependientes y comensales", se entiende a los acompañantes eclesiásticos del obispo, como secretario, capellanes, asistentes de misa o confirmación, etc. En ningún lugar del manuscrito se especifica ni quiénes ni cuántos fueron los familiares que lo acompañaron en sus visitas, aunque más adelante se verá figurar destacadamente a alguno de ellos.. 4. Palafox se refiere a que deseaba evitar gastos excesivos, ya que en todo caso el recibimiento de diversas personalidades ocasionaba fuertes erogaciones en los pueblos. De hecho, aunque se tratase sólo de una decena de personas, su alimentación y alojamiento causaba problemas en los lugares más pequeños. En la Nueva España del siglo xvii, fuera del camino a Veracruz y otros pocos lugares, no había hosterías, mesones ni nada parecido. Apenas las casas de los párrocos y algunas otras construcciones tenían una limitada capacidad para recibir adecuadamente a un obispo. Como se verá más adelante, los conventos no siempre eran usados para este fin. 2 taba de la advertencia para el ajustamiento, todavía quiso representarles las obligaciones en que se hallaban de dar buen exemplo a los súbditos los criados de quien iba a reformarlos, la apacibilidad y cortesía con que debían tratar a todos, y el desinterés y limpieza con que habían de proceder, conservando el que siempre habían observado. Advertencias. En el discurso desta visita se obraron algunas cosas tan uniformemente en todos los beneficios que, para escusar la prolijidad de repetirlas en cada uno, ha parecido mejor suponerlas al principio. Lo 1. La forma de entrar Su Excelencia en los pueblos era recibiéndole a la raya de la jurisdición los vecinos. 5 En llegando al lugar iba derechamente a la iglesia, 6 donde le aguardaba el párroco revestido con cruz y palio en la forma que el ritual dispone. Y habiendo entrado en ella y oído la oración de rodillas, delante de la grada superior del altar, subía a él y daba la bendición al pueblo. Y no procedía entonces a la visita del sagrario y lo demás, así porque ordinariamente era hora incompetente y muchas 5. Se refiere al lindero de la jurisdicción parroquial. En la medida en que a cada altepetl correspondía una parroquia (aunque esto distaba de ser una regla general), puede decirse que ese lindero era el lindero del altepetl y que hasta allí abarcaba toda la estructura corporativa de sus habitantes. Seguramente en ese punto recibían al obispo el cacique, el gobernador y otras personalidades principales del altepetl. Si la parroquia no correspondía a un altepetl ese lindero podría ser el de una jurisdicción civil española. En algunos lugares, por diversas razones, podía no haber una coincidencia exacta. 6. La iglesia parroquial, ubicada usualmente en la localidad cabecera del altepetl. 3 veces de noche, y no estar juntos todos los pueblos, 7 y otras causas. Lo 2. Luego que llegaba mandaba llamar a su presencia a las personas españolas de más crédito y alcaldes y regidores de los indios, y les tomaba juramento de que declararían la verdad cerca de las preguntas que se les hiciesen en la información secreta que se hacía de la puntualidad y costumbres del párroco. Y se fixaba edicto a las puertas de la iglesia en que se proponían los excesos en que podia haber incurrido y se mandaba a los feligreses si había alguna cosa que remediar, así en lo tocante a los curas como en los vicios y pecados públicos de los demás. 8 Y de todo se hacia información, y si había culpa se daban cargos y se recibían los descargos brevemente, disponiendo lo que entonces convenía o reservando la causa para sentenciarla después si la mteria lo pedía. Lo 3. En cuanto a las confirmaciones, se daba orden a los curas convocasen todos los pueblos de su jurisdicción y a cualquiera horas que hubiese a quién confirmar se le administraba este sacramento. Cuando se comenzaba el acto de las confirmaciones explicaba al pueblo en lengua mexicana uno de los capellanes la virtud, efectos y propie7. Se refiere a que no estarían reunidos en la cabecera los habitantes de todas las diversas localidades o poblados que integraban el altepetl. A veces esas localidades estaban considerablemente alejadas de la cabecera. El comentario también es aplicable a los casos en que una parroquia abarcaba bajo su jurisdicción a más de un altepetl. Obviamente, la parroquia estaba asentada en uno de ellos, usualmente el más importante, al tiempo que los otros, independientes en lo político, estaban "sujetos" en lo eclesiástico. El uso del adjetivo "sujeto" era a veces confuso por esta razón. 8. La Relación no incluye comentarios sobre estos asuntos, generalmente de índole moral, que debieron ser vertidos en otro documento o "relación secreta" a la cual Palafox se referirá ocasionalmente. 4 dades de aquel santo sacramento, exortando a que le recibiesen y advirtiendo que los adultos llegasen confesados o contritos, y que no apadrinasen varones a mujeres, ni éstas a aquéllos, y que estuviesen apartados en la iglesia. Lo 4. En todas partes se encomendaba al pueblo la devoción de la Virgen Santísima y del Rosario, y después de confirmar, a la tarde, se les advertía asistiesen a rezarle con Su Excelencia y su familia, que le decían a dos coros en la iglesia todos los días. Lo 5. El tiempo que no asistían a Su Excelencia los capellanes, acudían a confesar a las personas que gustaban, y éstas recibían la comunión de mano de Su Excelencia, que tambien solía ocuparse de confesar. Y si algún rato había desembarazado de la visita, y [sic] caminando se exercitaba en deprender los rudimentos de la lengua mexicana y la doctrina en ella. Lo 6. Decía Su Excelencia misa todos los días y la oía a un capellán aunque hubiese de salir muy de madrugada. Y se encargaba siempre dixiese alguna en su presencia el beneficiado y ayudante, sirviéndoles de paso de examen para las ceremonias. Lo 7. Siempre que había en los pueblos algunos vecinos españoles predicaba Su Excelencia del evangelio después de haber dicho misa, para lo cual se le ponía una tarimilla y silla en lugar donde cómodamente le oyesen todos. Y tal vez se disponía el lugar más en alto, segun el número de los oyentes, que a veces era grande por el concurso de los pueblos del contorno que acudían alegres y devotos a oir la voz de su pastor, y el de los indios, que, 5 aunque no quieren hablarla, en muchas partes entienden bien la lengua castellana. [1] Amozoc. 9 Dispuestas las materias en la forma que se ha dicho, salió Su Excelencia de la ciudad de los Angeles en 22 de agosto de 1643. Había dicho misa en la catedral antes de amanecer, y al romper del día salió a pie desde la iglesia hasta el alto de San Francisco, que es en el extremo de la ciudad, desde donde partió hacia Amozoc, 10 pueblo que dista de la Puebla dos leguas largas. 11 Está fundado este lugar en un llano de buenas vistas; tierra fría y de poca agua. Compónese de veinte vecinos españoles y muchos indios, 12 y está sujeto a la alcaldía mayor de la Puebla en lo temporal. Es doctrina de las removidas el año de 1641 a los religiosos de San Francisco. La parroquia es pequeña, 9. Sólo el texto de la primera visita incluye encabezados para cada uno de los partidos o parroquias visitados. 10. Amozoc era cabecera de un altepetl constituido como tal a fines del siglo xvi tras una secesión del altepetl de Cuauhtinchan. Estaba comprendido en la alcaldía mayor de Puebla. 11. En la época colonial decir "leguas largas" o "leguas cortas" no hacía referencia a dos tipos de leguas, sino a que la medida se pasaba de larga o se quedaba corta, o bien a que el viandante las sentía pesadas o ligeras. En general, las distancias proporcionadas por Palafox son muy subjetivas y pocas veces corresponden a una medida real. 12. Debe destacarse la presencia de españoles residentes en los altepetl porque da fe de la naturaleza abierta de estos cuerpos políticos. Generalmente los españoles eran simples residentes de los altepetl, arrendatarios y aun propietarios de lotes o terrenos dentro de sus términos jurisdiccionales, pero no tenían participación en la estructura corporativa del altepetl. En algunos casos, sin embargo, sí la tuvieron, y mucho más sus descendientes mestizos, que en no pocos lugares (especialmente desde la segunda mitad del siglo xvii) llegaron a ser el grupo dominante en muchos altepetl. No es posible todavía precisar cuál era la situación en cada caso, aunque hacia 1643 la presencia de españoles en la mayoría de los altepetl del obispado de Puebla era todavía de poca importancia. 6 pero muy decente y con buen número de ornamentos y alhajas necesarias para la administración de los santos sacramentos y culto divino. Hay en ella dos cofradías de españoles y cinco de indios. Demás de la iglesia principal hay dos ermitas en los barrios (una de Santiago, otra de la Resurreción), y la parroquia está dedicada a San Josef. No tiene más que una visita todo el partido, que es el pueblo de Chachapantzinco, 13 una legua distante de la cabecera. Adminístranse desde este pueblo treinta estancias de labor, donde hay mucha gente española, y haciendas de importancia. En dos dellas hay capillas en que se dice misa: la de Cristóbal Sánchez y la de Pedro González. Llegó Su Excelencia a las diez de la mañana con singular regocijo de indios y españoles, aunque los religiosos ni repicaron en su entrada ni visitaron al prelado. 14 Luego se comenzó la información secreta, y aquella tarde y los tres días siguientes hizo confirmaciones. 15 El segundo hizo la visita de la iglesia y predicó al pueblo, y a la tarde fue a Chachapantzinco y reconoció la ermita. 16 El beneficiado deste partido es el bachiller Antonio González Lasso, 13. Chachapantzico en el manuscrito, sólo por esta vez. Identificable con San Salvador Chachapan. Era localidad integrante del altepetl de Amozoc. 14. "Visitar" está aquí en el sentido ordinario de presentarse a saludar. Palafox hacía la visita eclesiástica de las parroquias, pero no de los conventos. El que los frailes hayan hecho tal desaire al obispo refleja tanto la independencia que las órdenes reclamaban frente a los obispos, cuanto la tensa relación que Palafox guardaba con los frailes. Por eso Palafox no siempre se podía alojar en los conventos. 15. En las primeras páginas del manuscrito original hay errores e incongruencias en las fechas, como se verá en los lugares correspondientes. Para empezar, Palafox estuvo en Amozoc sólo del 22 al 24 y no hubo ningunos "tres días siguientes". 16. Tal vez Chachapantzinco no estaba ubicado donde el actual Chachapan, a medio camino entre Puebla y Amozoc, o el camino principal lo dejaba de lado; de otro modo Palafox hubiera vuelto sobre sus pasos. Habría sido la única vez en todos sus recorridos que hiciera tal cosa. 7 teólogo, lúcido predicador en lengua castellana y mexicana. Confirmáronse en estos días 1025 personas. [2] Cuauhtinchan. El 24 de agosto, habiendo dicho misa y confirmado algunos indios, salió Su Excelencia para el pueblo de Cuauhtinchan, 17 distante de Amozoc poco más de dos leguas. Salieron a la raya de la jurisdición y a la entrada de el lugar los indios principales, con danzas a su modo, con que significaban su alegría y amor en semejantes ocasiones. Es Cuauhtinchan pueblo de poca vecindad de indios, si bien parece haber sido de los mayores del contorno. Removióse su doctrina de los religiosos de San Francisco, y el convento que en él tienen es sumptuoso, fabricado de bóvedas, con grandes estribos de cal y canto, y tanto grueso en las paredes que se discurre por ellas en contorno de la iglesia. Tiene excelentes campanas, grandes aljibes, cenadores, caballerizas, huerta, estanques y dormitorios. No estaba en él el padre guardián sino un religioso solo que había dejado allí. La parroquia es pequeña y pobre, como tan reciente en su fundación, pero bastantemente proveída de lo necesario. Hay en ella tres cofradías: del Santísimo Sacramento, de la Concepción, y de las Animas. Los pueblos de visita son dos, uno que llaman Santo Tomás y otro Santa Ana, y son de encomendero. 18 Adminístranse en este partido siete estancias, donde hay 17. Cuauhtinchan era cabecera de un altepetl adscrito parcialmente a un encomendero y comprendido en la alcaldía mayor de Puebla. 18. Santo Tomás Hueyotlipan, Santa Ana Coapan. Eran localidades integrantes del altepetl de Cuauhtinchan. Atípicamente, su territorio no era contiguo al del resto del altepetl. La parte de Cuauhtinchan adscrita a un encomendero era identificable con ciertas localidades específicas. No siempre se guardaba esa precisión. 8 algunos españoles, y en la de Fran Martin Caballero el Viejo hay un oratorio curiosamente adornado en que se dice misa. El día que llegó Su Excelencia hizo confirmaciones a la tarde. El siguiente a tarde y a mañana, y el tercer día, por la mañana, hizo la visita, predicó al pueblo y confirmó. El beneficiado de este partido es el bachiller Cristobal Barbero; ayúdale el padre Cosme Palacios, clérigo antiguo y que ha servido en el obispado, ambos aprobados en lengua mexicana. Confirmáronse en estos días 400 personas. [3] Tecali. 19 Martes 26 de agosto, 20 después de medio día, salió Su Excelencia de Cuauhtinchan para el partido de Tecali. Y porque estaba dividido en dos curatos y había dos cabeceras, partió Su Excelencia a la de San Pedro, 21 por reconocerla y por estar más cercana aunque se rodeaba para ir a Tecali. Llegó a él, confirmó alguna gente, y habiendo dado orden que fuesen a Tecali los que no habían acudido entonces a recebir la confirmación se partió y llegó a Tecali 19. Tecalli en el manuscrito, e igual en las demás veces que aparece. Debe entenderse, naturalmente, como un vocablo náhuatl, cuya doble ele tiene el valor de una ele sencilla en español. 20. El 26 de agosto de 1643 fue miércoles. Agradezco a Carmen Aguilera y Stanley Kurtz el haberme ayudado a precisar las fechas de ese año. 21. Esta situación se refiere a que el altepetl de Tecali mereció el establecimiento no de una sino de dos parroquias o curatos, tal vez en razón de su extensión o su población. Una estaba en la cabecera, o sea la localidad que daba su nombre al altepetl, y otra en San Pedro Alpatlahuac, localidad integrante del mismo. Este arreglo fue aparentemente de corta duración. Cuando la Relación se refiere a dos "cabeceras" lo hace en el sentido meramente eclesiástico, lo que no implica que San Pedro fuese cabecera de ningún altepetl. 9 casi de noche, hizo oración y recogióse. 22 Es el pueblo de Tecali jurisdición en lo temporal de Tepeaca. Está fundado en sitio desapacible, sobre peñas y sin agua. Y así, beben los vecinos de aljibes, siendo en[tre] otros el del común muy grande y profundo, a que se baja por muchas gradas. No hay en este pueblo españoles. Es doctrina de las removidas a los religiosos de San Francisco, cuyo convento es sumptuoso, con grandes aljibes cubiertos y oficinas. La iglesia es dedicada a Santiago, de tres naves. La parroquia tiene por advocación la Vocación. Habíase mudado del lugar donde primero se comenzó a administrar y no estaba aún en la forma que había de tener, y así mandó Su Excelencia que luego se concluyese. Las visitas deste partido son muchas, porque es de los más bien poblados y llenos de gente, cuyos nombres son San Francisco, San Gerónimo, La Trinidad, San Salvador, Santa Isabel, Nativitas, San Martín, San Buenaventura, San Luis, San Pedro, San Miguel, La Asumpción, San Lorenzo, San Bartolomé, Santa Clara. 23 En estos pueblos y en la cabecera, según las tablas de la misa, hay 1289 indios vecinos casados, 180 viudos, sin otros muchos solteros y muchachos. La lengua que se habla en ellos es la mexicana, si bien en alguos destos pueblos hay barrios que hablan la chocha o popoluca, como son el de la Asumpción, San Lorenzo y Santa Clara, aunque todos hablan en la mexicana y [en ella] se confie22. Tecali (llamado también Tecalco) era cabecera de un altepetl adscrito a un encomendero y comprendido en la alcaldía mayor de Tepeaca. 23. San Francisco Mixtla, San Gerónimo Almoloya, La Trinidad Tianguismanalco, San Salvador Atoyatempan, Santa Isabel Acocotla, Nativitas Toxtepec, San Martín Caltenco, San Buenaventura Tetlananca, San Luis Ajajalpan, San Pedro Alpatlahuac (ya citado), San Miguel Zacaola, La Asunción Ahuatepec, San Lorenzo Tezcazingo, San Bartolomé Tlacatenco, Santa Clara Huitziltepec. Eran localidades integrantes del altepetl de Tecali. 10 san hombres y mujeres, como consta por la información que por orden de Su Excelencia hizo el doctor Andrés Sáenz de la Peña ante Simón Báez, notario. Hay en esta jurisdición un molino y pocas estancias. El día siguiente a su llegada hizo confirmaciones Su Excelencia a tarde y mañana. Otro día visitó la iglesia y predicó a algunas personas que habían concurrido, y confirmó. Tiene este partido dos curas: el licenciado Pedro del Castillo Tineo, que ha muchos años que administra en la lengua chocha y mexicana, y el bachiller Francisco de Belasco, sacerdote virtuoso y buen sujeto en la teología; sabe lengua mexicana. Ayúdanles los bachilleres Antonio Riquerio y Cristóbal Guillén Melgarejo, y nómbrase por tercer ayudante al bachiller Joan Hidalgo, que sabe lengua mexicana y algo de la chocha. Confirmáronse 1200 personas. [4] Tepeaca. 24 Jueves, 23 de agosto, 25 salió Su Excelencia para la ciudad de Tepeaca, 26 que está distante de Tecali casi tres leguas y seis de la Puebla de los Angeles. Llegó a esta ciudad casi noche; recibiéronle alegremente, y habiendo hecho oración en la iglesia se retiró a las casas reales, donde le hospedó el alcalde mayor. Es Tepeaca una de las más populosas ciudades que tuvieron en su antigüedad los indi24. Tepeyacac en el manuscrito, sólo por esta vez. 25. Ni jueves ni 23. Fue el viernes 28. 26. Tepeaca era cabecera de un altepetl, gozaba del título de ciudad (otorgado en 1559), y era sede de un alcalde mayor. Reclamaba precedencia sobre algunos de sus vecinos, y dentro de sus términos se había hecho una temprada y fracasada fundación española (Segura de la Frontera). 11 os, y hoy está tan acabada que apenas se divisa en sus ruinas lo que fue. Compónese de hasta sesenta vecinos españoles, y alguna gente pobre y ordinaria, 27 y buen número de indios. El sitio en que está fundada es llano, de poca agua y buena. Hay en ella un convento de San Francisco a cuyos religiosos se removió esta doctrina, de los mayores que tiene la provincia. La fortaleza de las bóvedas y paredes del templo es grande, los atrios y oficinas hermosísimas y, en fin, la obra es tal que todos los indios deste obispado no podrán hoy labrar otro igual, ni repararlo si se arruina. 28 La iglesia parroquial es dedicada a San Josef, bien acomodada y con los ornamentos y plata necesaria al culto divino. Hay en ella nueve cofradías: cuatro de españoles, del Santísimo Sacramento, de la Concepción, de las Animas, y de la Virgen de Ocotlan; otra de los negros, de la Virgen de la Caridad; cuatro de los indios, del Santísimo Sacramento, Concepción, San Diego y San Francisco. Es esta ciudad cabecera de la provincia que llaman de Tepeaca. 29 Tiene sujetos su partido 26 pueblos que son Santa Isabel, Santa María Acaxetl, San Sebastián, San Antonio, 27. La referencia a gente "ordinaria", que aparecerá en varias ocasiones claramente diferenciada de indios y españoles, debe tomarse con mucha atención. Lo esencial es que se trataba de gente pobre, como bien se señala, que por diversas razones era ajena a la organización corporativa del altepetl. Es probable que en su mayoría fuesen mestizos o mulatos, pero también personas étnicamente "indias" provenientes de otros lugares, probablemente trabajadores o sirvientes de los españoles, que no formaban parte del padrón de tributarios local. 28. Este comentario refleja el contraste que se sentía, desde entonces, entre lo que había sido la primera mitad del siglo xvi, cuando la población nativa de Nueva España era todavía muy numerosa y el proyecto misional de los frailes estaba en su apogeo, y lo que era la época de Palafox, cuando la curva demográfica estaba en su punto más bajo y muchas de las huellas de la época prehispánica se estaban borrando. 29. Era usual designar "provincia" al altepetl de Tepeaca en su conjunto. También se solía llamar "provincia de Tepeaca" a toda la jurisdicción del alcalde mayor. Misma práctica se seguía en Tlaxcala. 12 Santiago Acatlan, Santa María Magdalena, San Bartolomé Nenetzintla, San Agustín, San Gerónimo, Santa María Atlaquiullulam, San Hipólito, La Purificación, San Simón, San Nicolás, Santa Inés, San Miguel, Santa Catalina, San Mauricio, Santa María, San Cristóbal, Santa Polonia, San Andrés, Los Reyes, San Pedro, San Felipe. 30 Adminístranse en este partido [en blanco] estancias de labor, y es de los valles más considerables y de mayores haciendas, aunque hoy están perdidas muchas por haber sido contrarios los tiempos. 31 Los dos días siguientes a su llegada, a mañana y tarde, hizo confirmaciones Su Excelencia. El domingo, 31 de agosto, 32 visitó la iglesia y predicó al pueblo con mucho concurso, por haberse juntado toda la gente de las estancias. A la tarde se hizo una procesión desde la parroquia a una ermita de la Virgen santísima que está fuera de la ciudad, pidiendo a Nuestro Señor agua por haber sido el año tan seco que por agosto no había comenzado a llover y estar casi perdidas las sementeras. Vistióse de pontifical Su Excelencia, y habiendo comenzado a salir la procesión, antes de llegar a donde se enderezaba, llovió copiosamente sin cesar a ida y vuelta. Hizo Su Excelencia los exorcismos que acostumbra la iglesia y conjuró un viento nocivo, 30. Santa Isabel Tepetzala, Santa María Acaxetl o Acajete, San Sebastián Tepatlachco, San Antonio Tlacamulco (?), La Magdalena Oxtotipan, San Agustín Tlaxco, San Gerónimo Ocotitlan, San Hipólito Xuchiltenango, entre otros. Eran localidades integrantes del altepetl de Tepeaca. 31. En el lenguaje colonial, "valle" era no sólo o necesariamente la cuenca amplia de un río, sino un espacio poblado por estancias y haciendas sin organización política formal. Algunos "valles" adquirieron con el tiempo esa organización y tomaron el apelativo como parte de un nombre propio, como en el caso de Valle de Santiago, en Guanajuato. 32. Fue el domingo 30 de agosto. 13 que en levantándose nubes soplaba desde después de medio día y escombraba todo el horizonte, de donde se originaba la falta de lluvias. Volvió la procesión casi noche en la forma en que había ido. Hay en esta ciudad dos curas: el licenciado Alonso de Rivera Barrientos, hombre docto en las letras sagradas, y el licenciado Sebastián de Torres, que en ellas y [en] la lengua mexicana es eminente, ambos predicadores aprobados. Ayúdanles el bachiller Alonso Rodríguez, sacerdote virtuoso, que ha estudiado teología y sabe la lengua mexicana, y otros dos clérigos. Confirmáronse 1300 personas. [5] Acatzinco. A primero de septiembre salió Su Excelencia para Acatzinco, 33 pueblo de la provincia de Tepeaca y que dista de la dicha ciudad más de dos leguas. Llegó a medio día, entró en la iglesia, y habiendo hecho oración se recogió a la casa que le tenian prevenida. Es Acatzinco de los mejores pueblos de la provincia; está fundado en sitio llano, alegre y apacible, tiene buena forma y calles dispuestas, y plaza capaz. 34 La agua que se bebe es gruesa. Tiene sesenta vecinos españoles y muchos indios. Es doctrina removida a los religiosos franciscanos: su convento es gran33. Acatzinco era cabecera de un altepetl constituido como tal probablemente a fines del siglo xvi tras una secesión del altepetl de Tepeaca. Estaba comprendido en la alcaldía mayor de Tepeaca, que es la que este párrafo define como "provincia". 34. Se refiere al resultado de los procesos de congregación, llevados a cabo durante el siglo xvi, que consolidaron la formación de centros urbanos o de población concentrada con la forma en que subsisten hasta la fecha: con una plaza central bordeada por la iglesia, el edificio de gobierno y casas de comercio, y calles rectas dispuestas en forma de retícula. Este modelo se siguió tanto en cabeceras como en sujetos. Previamente la población estaba concentrada en asentamientos súmamente pequeños o con otro tipo de arreglo urbano, o bien dispersa en los campos. 14 de y capaz, dedicado a San Joan Evangelista, en que solían vivir cuatro religiosos. La parroquia es de la advocación de San Marcos, bien dispuesta, con sacristía y adorno suficiente, y casa para un beneficiado. Hay en el lugar cuatro ermitas o barrios: San Francisco, San Miguel, San Josef y Santa María. Las visitas son tres: San Salvador, Santa María y Los Reyes. 35 Adminístranse en este partido cuarenta haciendas de labor, donde hay muchos españoles, y en todos los pueblos habrá 1000 indios. Aquel día que llegó, a la tarde, hizo confirmaciones Su Excelencia, y el día siguiente a tarde y a mañana. Otro día visitó la iglesia y predicó al pueblo. Había muchos años que faltaban en este valle las cosechas, siendo cosa lastimosa ver reducidas a tanta infecundidad labores tan grandes y fértiles. Temían los vecinos que se originaba de la omisión que se había tenido en pagar los diezmos y en absolverse de las censuras que sobre ello se habían fulminado, con que, movido a piedad, Su Excelencia dispuso que algunas personas se absolviesen y prometió facilitarlo con los que buscasen medios bastantes. Con esto ordenó que este día, cuatro de septiembre, 36 se hiciese una procesión, en que asistió. Y habiendo llegado a la ermita se vistió de pontifical, bendixo la tierra y conjuró el viento, y aquel día y los siguientes fue Nuestro Señor servido que lloviese. Tambien dexó bendita una imagen de Nuestra Señora. Los beneficiados deste partido son dos: el licenciado Tadeo Guerrero de Mendoza y el licenciado don Joan Granados y Silva, buen sujeto en teología: sabe lengua 35. San Salvador Huixcolotla, Santa María Aticpac. Eran localidades integrantes del altepetl de Acatzinco. 36. Fue 2 de septiembre. 15 mexicana y ha administrado en este obispado de la Puebla y en el de Chiapa. Confirmáronse en este beneficio 1030 personas. [6] Quecholac. En 3 de septiembre, por la mañana, salió Su Excelencia de Acatzinco para Quecholac, 37 que dista dos leguas de camino llano. Es Quecholac pueblo de la jurisdición de Tepeaca en lo temporal; está fundado en un llano apacible, alegre, y de buenas vistas. Compónese de algunos españoles e indios. Removióse este curato a los religiosos franciscanos, que tienen en él un convento dedicado a La Magdalena tan sumptuoso en iglesia y casa que compite con los mejores de la religión. La parroquia es dedicada a Santa Inés virgen y mártir, capaz, suficiente para el ministerio y para que pueda vivir el cura. Tiene una cofradía de las Animas (con misa a las Animas todos los lunes), otra de Nuestra Señora, y otra del Santísimo Sacramento, que pagan por semanas indios y españoles. Hay en la jurisdición cinco pueblos: San Pablo, San Bartolomé, Santa Ursula, San Simón, y Santiago. 38 En éstos se dice una misa por turno en cada semana y en ellos habrá 1000 indios. Adminístranse en este partido 28 estancias y pertenécele el Valle de San Pablo, que ha sido de los más celebrados deste reino aunque ha muchos años que ha padecido malos temporales. 37. Quecholac era cabecera de un altepetl adscrito a un encomendero y comprendido en la alcaldía mayor de Tepeaca. Estaba estrechamente ligado al altepetl de Tecamachalco, del que tal vez dependía en tiempos de la conquista. 38. San Pablo Tunas, San Bartolomé Coscomaya, Santiago Tenango. Eran localidades integrantes del altepetl de Quecholac. 16 El día que llegó Su Excelencia y los siguientes hizo confirmaciones, y el último predicó al pueblo. Son beneficiados el licenciado Bartolomé Pérez, sacerdote muy anciano, ministro desde el tiempo del señor don Diego Romano, y que ha acudido a su oficio con toda aprobación (sabe la lengua mexicana y chocha), y el bachiller Juan Hurtado de Quiros, sujeto de los más lúcidos que en la teología tiene este obispado. Ayúdales el padre Juan de Almozín, sacerdote viejo y que ha nueve años que administra. Confirmáronse 1045 personas. [7] Tecamachalco. Sábado cinco de septiembre, después de medio día, salió Su Excelencia de Quecholac y partió al pueblo de Tecamachalco, 39 siguiéndole muchos indios con grande afecto y lágrimas por su ausencia, y fue menester mandarles que se volviesen. Es el camino llano y corre por entre muchas labores que habían padecido la calamidad que las demás, y acudían sus dueños a pedir la bendición episcopal afectuosamente. Llegó a Tecamachalco a las siete de la noche, fue a la iglesia a hacer oración y vínose a la casa que se le tenía prevenida. Este pueblo está fundado en sitio pedregoso y desigual. Fue grande antiguamente, como lo denotan sus ruinas. Tiene hasta treinta vecinos españoles. El convento de los religiosos de San Franciso que hay en él, dedicado a la Asumpción, es grande. La parroquia, advocación de San Sebastián, está capaz, bien acomodada y con todo lo necesario al culto divino. Hay en ella tres cofradías de españoles (del Santísimo Sacramento, de las 39. Tecamachalco era cabecera de un altepetl adscrito a un encomendero y comprendido en la alcaldía mayor de Tepeaca. 17 Animas y de la Santa Cruz); de indios otras tres (de la Virgen, del Nombre de Jesús, y de San Francisco), con poca obención [sic] todas, porque las misas no son ordinarias. Dan alguna ración, aunque poca, los indios, y págase de salario 400 pesos y 200 fanegas de maiz, y esto el encomendero, que es el conde del Valle. 40 Hay en la jurisdición cinco pueblos demás de la cabecera (San Agustín, San Mateo, San Francisco, San Miguel, Santiago), 41 para los cuales se dice una misa cada domingo, discurriendo por cada uno de ellos a[un]que acuden los demás. Habrá en ellos hasta 400 indios casados; todos hablan la lengua mexicana, aunque algunos son chochos. Adminístranse treinta estancias de labor. Todos los días a tarde y mañana confirmó Su Excelencia; a siete, martes, 42 por la mañana, predicó al pueblo y visitó. A ocho, día de la Natividad de Nuestra Señora, se cantó una misa solemnemente por los capellanes de Su Excelencia, a que asistió en su sitial. Es beneficiado deste partido el licenciado Diego Antonio de Aranda, graduado de licenciado en teología, opositor que fue a la canongía magistral de la Puebla, sujeto lúcido, pobre y con obligaciones. Ayúdale el bachiller Joan de Buiza. Saben ambos 40. Tecamachalco estaba adscrito como encomienda a la familia de los condes del Valle de Orizaba, una de las tres familias novohispanas que tenían un título nobiliario. Estaba emparentada con la no menos prominente familia de los virreyes Luis de Velasco, padre e hijo. En la época en que Palafox visitó Tecamachalco el conde del Valle era Luis de Vivero. El encuentro de Palafox con el conde se menciona páginas más adelante, y lo volvería a ver después en el curso de su tercera visita. 41. San Agustín del Palmar, San Mateo Tlaixpan, San Francisco Coaco, San Miguel Xaltepec, Santiago Alseseca. Eran localidades integrantes del altepetl de Tecamachalco. 42. El 7 de septiembre de 1643 fue lunes. Este es el último error de fecha que hay en el manuscrito. En lo sucesivo los fechamientos son correctos. 18 lengua mexicana suficientemente. personas. Confirmáronse 1202 [8] Tlacotepec. Miércoles 9 de septiembre muy de mañana salió Su Excelencia, habiendo dicho misa, para Tlacotepec, 43 y llegó a las diez. Está fundado este pueblo en sitio desapacible. Es muy pequeño y sin españoles y pocos indios. Es beneficio de los antiguos de clérigos. 44 La iglesia tiene por advocación la Exaltación de la Cruz. Está acabada la capilla mayor y una nave pequeña y sacristía; el resto está comenzado y necesita de acabarse. Tiene buenas alhajas y muchos ornamentos. Los pueblos de la jurisdición demás de la cabecera son San Simón, San Gabriel, Santa María la Alta, San Luis, San Lucas. 45 Son pueblos pequeños y en todos habrá hasta 700 personas casadas y solteras que hablan la lengua chocha. En la cabecera hay tres cofradías de indios: una de la Virgen, otra de las Animas, y otra de la Santa Cruz. Tiene sujetas nueve pastorías de cabras y seis 43. Tlacotepec era localidad que tenía un estatus atípico muy especial, integrante tanto de Quecholac como de Tecamachalco y al parecer adscrita por mitades a los encomenderos de ambos. Este arreglo fue producto probablemente de los movimientos de población ocasionados por las congregaciones. 44. Esto significa que la parroquia o doctrina fue establecida por clérigos seculares en el siglo xvi (en este caso hacia 1568). Desde que se empezaron a ocupar de la administración religiosa de la población nativa, los clérigos tendieron a establecerse en localidades que por diversas razones no habían sido favorecidas o habían sido abandonadas por los religiosos mendicantes y que sin embargo merecían tener una doctrina propia. Esto incluía localidades que no eran cabeceras de altepetl. Debe tomarse en cuenta que las parroquias seculares eran menos demandantes que los grandes y elaborados conventos de los religiosos. 45. San Simón Yehualtepec, San Gabriel Tetzoyocan, Santa María Xalpizahuayan, San Luis Chochos (Temalacayuca). Estas eran localidades integrantes del altepetl de Tecamachalco, aunque Santa María y San Luis aparentemente compartían los rasgos atípicos de Tlacotepec. 19 de ovejas. 46 No sale a decir misa el beneficiado fuera de la cabecera. Paga el encomendero 250 pesos de salario y dásele ración al ministro cada semana 2 pesos 4 tomines. 47 Críase en el partido alguna grana buena. En este beneficio se detuvo Su Excelencia más que en otros por haber hecho aquí algunos despachos del servicio de Su Majestad. Confirmó las veces que fue necesario y en ella a [...]. Es beneficiado deste partido el licenciado Pedro de Medina, hombre docto en teología, eminente en la lengua chocha y que administra tambien aprobadamente en la mexicana. Confirmáronse 510 personas. [9] Tehuacan. Lunes 14 de septiembre salió Su Excelencia de Tlacotepec por la mañana, habiendo celebrado, y partió a Tehuacan, 48 que dista siete leguas de camino llano. Paró en el primer pueblo de su jurisdición, que es La Magdalena, 49 y después, prosiguiendo la jornada, llegó a Tehuacan a las tres de la tarde, y habiendo entrado en la iglesia se fue a las casas del alcalde mayor, donde se hospedó. Este pueblo está fundado en lugar bastantemente acomodado y ale46. Mientras que las estancias de labor citadas anteriormente eran asentamientos agrícolas con población más o menos fija, y por lo tanto podían contarse como localidades estables, las pastorías eran empresas ganaderas. Dada la naturaleza móvil del ganado caprino y ovino, eran poco significativas como asentamientos. A veces se les denominaba "haciendas volantes" o móviles. 47. En donde había encomendero era obligación de éste cubrir el salario del párroco, que es a lo que se refiere Palafox con estas palabras (aunque no todos cumplían). No está claro si el encomendero en cuestión era el de Quecholac o el de Tecamachalco, aunque es más probable que fuese este último. 48. Tehuacan era cabecera de un altepetl y sede de un alcalde mayor. 49. La Magdalena Cuayocan. Era localidad integrante al parecer del altepetl de Chapulco. 20 gre; su temple es algo caliente. Las aguas que en él se beben no son buenas. 50 Es pueblo grande, así por el número de indios como por los vecinos españoles que son 100. Fue doctrina de los religiosos de San Francisco, de las de más importancia, y así residían siete conventuales en ella. El convento es bueno; su advocación, la Concepcion de Nuestra Señora. La iglesia parroquial es dedicada a San Nicolás de Tolentino; está muy decente y bien adornada con retablo y lienzos acabados en el altar mayor y los demás; tiene las oficinas y ornamentos necesarios. Hay en ella tres cofradías de españoles (del Santísimo Sacramento, de las Animas, y de San Nicolás) y de indios dos (una del Santísimo y otra de Nuestra Señora). Hay en el pueblo una ermita dedi[ca]da a San Pedro. Los pueblos de la jurisdición tendrán, entre todos, 1500 vecinos. 51 Hablan diferente lengua unos que otros, porque parte dellos hablan la chocha y son los siguientes: Santiago Chapulco, 52 Santa María Magdalena, San Joan de los Chochos, San Bartolomé, San Mateo, San Lorenzo, Santa María Asumpción, la mitad del pueblo de San Josef, y del de San Gabriel. 53 Los demás hablan lengua mexicana, que son San Sebastián 50. Sin comentarios. 51. Se refiere a la jurisdicción de la parroquia. 52. Chapulco (Chiapulco) era cabecera de un altepetl sujeto a la alcaldía mayor de Tehuacan. La Relación no le da un encabezado aparte porque en lo eclesiástico dependía de la parroquia de este último. 53. La Magdalena Cuayocan (ya citada), San Juan Tlaltepanco, San Bartolomé Tlatizapan, San Lorenzo Teuhtipilco, La Asunción Amolan, San José Oxpanco/Miahuatlan, San Gabriel Chilac. Eran localidades integrantes del altepetl de Tehuacan, con excepción de la primera (y tal vez algunas otras), que lo era del de Chapulco. Debe destacarse la presencia de población de lenguas diferentes dentro de un mismo altepetl, porque da fe, al igual que la presencia de españoles, de la naturaleza abierta de estos cuerpos políticos. 21 (temple caliente, y en que hay una cofradía de la Natividad de Nuestra Señora), San Francisco (caliente), San Marcos, Santa Cruz, San Pablo, Santa María Nativitas, San Esteban del Monte, Santa María del Monte, Santa Catalina del Monte, San Antonio del Monte, San Pedro, y San Juan Baptista (caliente). 54 En estos pueblos se dicen cuatro misas cada domingo en la parcialidad de los chochos, dos en los pueblos de tierra caliente, otra en la parcialidad de la cercanía, otra sin limosna en el pueblo. Hay en el distrito 22 estancias de labor y muchas salinas, con que es grueso el trato que hay en él. Desde el día que llegó Su Excelencia confirmó todos los días. A 17 predicó; a 19, sábado de las témporas de San Mateo, celebró órdenes, compadecido de algunos religiosos que le habían venido buscando para que les ordenase. Son beneficiados deste partido el licenciado don Diego de Guevara, de los más señalados sujetos del obispado en la predicación (sabe lengua mexicana), el bachiller Josef de las Casas (sacerdote anciano, lengua mexicana), y el bachiller Antonio Adal de Mosquera, que en esta lengua y en la chocha es eminente. Ayúdales el bachiller Juan Rodríguez de Leon y asiste en el pueblo el licenciado Tomás Arias, hombre docto y benemérito y de mucha edad. Confirmáronse 2290 personas. 54. San Sebastián Zinacantepec, San Francisco Altepexi, San Marcos Necoxtla, Santa Cruz Acapan, San Pablo Tepetzingo, San Esteban Tlalquexcalco, Santa María Nonoalco, Santa Catalina Otzolotepec, San Antonio de la Cañada Xitehuacan, San Pedro Tepepolco, San Juan Bautista Axalpa. Eran localidades integrantes del altepetl de Tehuacan, con excepción al menos de Santa Catalina, que al parecer lo era del de Chapulco. 22 [10] Cozcatlan. A 21 de septiembre salió Su Excelencia para el pueblo de Cozcatlan, 55 que dista cinco leguas de Tehuacan, de buen camino y que puede ir carroza. 56 Llegó a él a las cuatro de la tarde, hizo oración y hospedóse en la casa del beneficiado. Es este pueblo el último del obispado por esta parte, porque después de él está la jurisdicción del de Guaxaca. Está fundado en alto, a la falda de una sierra muy fragosa que comienza desde allí; el temple es caliente. Es de los beneficios antiguos de clérigos. La iglesia parroquial es grande y bien adornada de altares y imágines [sic]; tiene muchos ornamentos, sacristía y demás oficinas, cimenterio grande, cercado y con muchos naranjos que le hermosean. Hay en ella tres cofradías de Nuestra Señora, San Nicolás y de las Animas. Viven en el pueblo pocos indios y hasta 30 españoles y alguna gente ordinaria. Ha sido siempre alcaldía mayor distinta de la de Tehuacan aunque ahora estaba sujeta a ella. La administración deste partido es trabajosa porque, de más tener 16 leguas de distrito, la mayor parte de los pueblos estan en la sierra, como son Zoquitlan, 57 Santa María, San Juan, San Francisco, San Sebastián, San Miguel, Santiago, San Martín, La Asumpción y otros dos pueblos llamados también San Se55. Cozcatlan (San Juan Evangelista) era cabecera de un altepetl comprendido en la alcaldía mayor de Tehuacan. 56. El comentario es el primero de la Relación en este sentido. Tal vez está motivado porque en lo sucesivo esa circunstancia ya no se iba a presentar de manera regular. Es de suponerse que no había habido ningún inconveniente para desplazarse en coche durante todo el trayecto previo desde la ciudad de Puebla. 57. Zoquitlan (San Pablo) era cabecera de un altepetl adscrito parcialmente a un encomendero y comprendido en la alcaldía mayor de Tehuacan. La Relación no le da un encabezado aparte porque en lo eclesiástico dependía de la parroquia de este último. 23 bastián y San Francisco. 58 En el llano tiene los pueblos de Calipa, Comulco, Tilapa y San Pedro. 59 Son pueblos regalados de fruta y caza, y hay en el distrito dos ríos donde se cogen diversos peces. 60 Están sujetos a este partido el ingenio de Jacinta Pérez y los trapiches de Francisco Méndez, Miguel de Reyna, Andrés de Vivaldo, capitán Alonso de Quirós y otro del beneficiado Manuel de la Peña, una estancia de labor, y otra de yeguas. Llegó aquí Su Excelencia achacoso, pero no por eso dexó de hacer todos los días, a tarde y a mañana, confirmaciones y prédicar al pueblo con grande consuelo de todos los vecinos del contorno. Es beneficiado el licenciado Manuel de la Peña, ministro muy antiguo y que ha servido más de treinta años; sabe la lengua mexicana. Ayúdale el bachiller Juan de la Peña, que en esta lengua y en la española predica bien, y lo hizo delante de Su Excelencia. Ha ocho años que sirve en este partido y está bien quisto con indios y españoles. Confirmáronse 1037 personas. [11] Zapotitlan. A 25 de septiembre, de mañana, salió Su Excelencia de Cozcatlan para Zapotitlan, que dista casi seis leguas. 58. Santa María Coyomeapa, San Juan Cuautla, San Francisco Huehuetlan, San Sebastián Tlacotepec. Eran localidades integrantes aparentemente del altepetl de Zoquitlan. San Miguel Tlacochcalco (?), Santiago Texcatzinco, San Martín Mazateopan, San Sebastián Zinacantepec, San Francisco Huitlaman, entre otras, lo eran del de Cozcatlan. San Miguel, sin embargo, podría ser Eloxochitlan, en cuyo caso se trataría de la cabecera de un pequeño altepetl distinto, adscrito a un encomendero e igualmente comprendido en la alcaldía mayor de Tehuacan. 59. Santa María Calipa, San Antonio Comulco, Santiago Tilapa y San Pedro Ometepetl. Eran localidades integrantes del altepetl de Cozcatlan. 60. Se refiere seguramente a los ríos Comulco y Tilapa, afluentes del Salado. 24 A medio día llegó al pueblo de San Josef, jurisdicción de Tehuacan, 61 donde le aguardaba el bachiller Josef Adal de Mosquera. Aquí hizo confirmaciones y confirmó 442 personas, y comió, y a las dos de la tarde prosiguió el camino, achacoso todavia. Hasta este pueblo había sido bueno el camino y que podía rodar carroza; de él en adelante no, porque son cañadas con algunos malos pasos, tierra seca y caliente. A las cinco de la tarde llegó a Zapotitlan, que llaman de las Salinas. 62 Recebióle en la iglesia el beneficiado y hospedóse en su casa. Está este pueblo en sitio poco acomodado, sobre pedernales, mal temple, caliente y con algunos alacranes. Tiene agua, aunque poca, la bastante, que llega hasta la casa del beneficiado. La iglesia parroquial fue sumptuosa; algunos años ha que se quemó y como la gente es poca no se ha podido reedificar, y por estar muy distantes las maderas. Están en pie todas las paredes. La capilla mayor cubre un xacal, donde se administra y está capaz; tiene sacristía y las demás oficinas necesarias. Encargó Su Excelencia al beneficiado procurase que se cubriese toda la iglesia, aunque es difícil. Es beneficio de los antiguos de clérigos. Es pueblo pequeño de pocos españoles e indios, y así mismo lo son los demás pueblecillos de la jurisdición, y así es beneficio pobre. Hablan los indios mexicano y chocho. Son gente poco apacible. Andan los más en traje de españoles y con guedajas en la cabeza, cosa extraordinaria entre indios. Reprehendióles esta costumbre 61. Tal vez San José Oxpanco/Miahuatlan, ya citado. 62. Zapotitlan (San Martín) era cabecera de un altepetl adscrito a un encomendero y comprendido en la alcaldía mayor de Tehuacan. En este lugar Palafox estaba tocando el borde septentrional de la Mixteca Baja, a la cual no habría de penetrar. 25 Su Excelencia y mandó se las quitasen algunos indios que servían a la iglesia. Desde el día siguiente a su llegada confirmó Su Excelencia a mañana y tarde. A 27 deste mes predicó al pueblo. Es beneficiado deste partido el bachiller Juan Ramírez de Escobar, buen teólogo y que sabe las lenguas mexicana, chocha y misteca, y en todas está examinado. Acompáñale el bachiller Josef Díaz Gallardo, que también sabe la mexicana y algo de la misteca. Confirmáronse 601 personas. Acultzinco. 63 Salió Su Excelencia de Zapotitlan a 28 de septiembre y volvió a Tehuacan, que dista cinco leguas de mal camino y algunos pasos de peligro. Llegó a medio día y quedóse allí hasta el siguiente, que salió muy de mañana para el pueblo de Acultzinco, jurisdición de Orizaba. 64 Es el camino razonable y puede ir coche. De pasada tocó en Chapulco, que pertenece a Tehuacan, 65 y descansaron las cabalgaduras. Prosiguió el camino hasta la cuesta, que es grande y a pique; baxóla casi toda a pie. 66 Llegó después 63. Acultzinco no poseía una parroquia o doctrina propia. Con apego a la lógica, no debió merecer un inciso o encabezado aparte que lo destacara en el texto de la Relación. 64. Orizava en el manuscrito, e igual en las primeras cinco ocasiones en que aparece, pero luego será Orizaba. 65. Ya citado. Se refiere a que estaba comprendido en la parroquia de Tehuacan. 66. Es el tramo que en la actualidad se conoce como Cumbres de Acultzingo. Al descender, Palafox no sólo abandonaba el altiplano para internarse en las zonas serranas, sino que dejaba regiones de poblamiento relativamente estable para entrar en otras marcadas por profundos cambios demográficos, donde muchos rasgos de poblamiento antiguo habían desaparecido. Hasta ahora habían sido muy evidentes elementos de con- 26 de medio día a Acultzinco, 67 pueblo muy ameno y de buenas fructas en que hay cien indios casados y quince vecinos españoles. Aquí le esperaba el beneficiado de Orizaba. Hizo confirmaciones a la tarde y confirmó 167 personas. Durmió en este pueblo. A la mañana llegó a recebirle a este pueblo el conde de Orizaba y habiéndose congratulado salió con él en su coche hacia su ingenio, que es donde habita. 68 Y pasaron el río Blanco a caballo, que está a la mitad del camino y nace a vista dél dentre las peñas con grande caudal. [12] Ingenio del conde. 69 Entró Su Excelencia a 30 deste mes en el ingenio del conde a las diez de la mañana. Dista de Acultzinco más de tres leguas de buen camino. Es esta hacienda grande, así por las aguas y tierra que tiene como por la gente de servicio y mucho número de personas que están agregadas a ella y viven como en pueblo. 70 La casa del conde y su adorno corresponde al lustre de su dueño. Tiene una igletinuidad que se remontaban a la época prehispánica, pero en lo sucesivo ya no lo serían tanto. 67. Acultzinco (San Juan Bautista) era cabecera de un pequeño altepetl comprendido en la alcaldía mayor de Orizaba. 68. Véase nota 40, supra. 69. Fue conocido después como San Juan Bautista Nogales y estaba comprendido dentro de la alcaldía mayor de Orizaba. No era sede parroquial propiamente dicha, pero sí de un vicario episcopal y fue visitada en forma, de manera que sí tiene sentido el encabezado que la destaca. 70. Se refiere a que tenía población fija y elementos de identidad propios. Esta fue la primera entre las localidades importantes que visitó Palafox que no tenía un órgano formal de gobierno, y la más significativa, hasta este momento, entre todas las denominadas estancias, haciendas, trapiches o ingenios. Como todos, este ingenio surgió dentro de los términos jurisdiccionales del o de los altepetl vecinos (en este caso Acultzinco y Orizaba), aunque en la práctica equivalía a una secesión. 27 sia muy decente donde se administran los sacramentos a todos los que viven en ella, y, aunque pertenece a la jurisdicción de Orizaba, desde el tiempo del señor don Alonso de la Mota ha habido aquí un vicario señalado por los señores obispos que administra la gente del ingenio y dos pueblecillos o barrios dél, que llaman Zopiloapan y Tenanco, 71 y dos haciendas de labor del mismo conde, en todo lo cual hay hasta 150 personas y 80 esclavos que tiene el ingenio. 72 Demás de las obenciones lleva el vicario 200 pesos de salario que le da el conde. Hay en la iglesia una cofradía del Rosario y otra de las Animas, que fundó ahora, estando aquí Su Excelencia. El día que llegó, a la tarde, confirmó; otro día visitó la iglesia y volvió a hacer las confirmaciones a mañana y tarde. Después dellas rezó con la familia el rosario, asistiendo el conde y la suya. Es vicario el bachiller Diego del Castillo Verastegui, hombre viejo y que sabe lengua mexicana. Confirmáronse aquí 590 personas. [13] Tequila y Tzoncoliuhcan. 73 A dos de octubre por la mañana salió Su Excelencia para el pueblo de Tequila, una de las cabeceras del benefi- 71. Formalmente parecen haber sido localidades integrantes del altepetl de Acultzinco. 72. Como puede notarse, ésta era una población comparable a la de muchas localidades de los altepetl. Nótese también que más arriba llamó "hacienda" al ingenio, y ahora habla del ingenio y sus "haciendas de labor". El uso de estos términos nunca fue muy preciso ni obedeció a reglas específicas. 73. La grafía de Tequila es variable en el manuscrito. Las cuatro primeras veces aparece así, la siguiente es Tequilan, y las seis últimas es Tequillan. Debe entenderse como un vocablo náhuatl cuya doble ele tiene el valor de una ele sencilla en español. La consistencia de la forma náhuatl Tzoncoliuhcan (Zongolica) es llamativa. 28 cio de Tzoncoliuhcan, 74 dejando orden a la mayor parte de la familia que se fuese a Orizaba desde el ingenio y no le siguiese, por haber entendido que el beneficiado y los indios de Tzoncoliuhcan se hallaban con poca prevención, y deseando como siempre su alivio. Dista Tequila del ingenio del conde cinco leguas: las dos de camino llano hasta el río Tlilapan, cerca del cual está un pueblo que se fundó con orden de Su Excelencia siendo virrey deste reino; 75 las otras tres de sierra penosa por los barriables [sic], barrancas y malos pasos. Llegó a la una a este pueblo de Tequila y, aunque tenía intento de hacer en él la visita de todo el beneficio, determinó a pasar a Tzoncoliuhcan por pedírselo los indios y porque había muchos viejos y niños que sin grande dificultad no podrían venir a las confirmaciones, con que no se detuvo más que aquella tarde, en que confirmó algunas personas, y a la mañana salió para Tzoncoliuhcan, 76 que está apartada cuatro leguas de mal camino. Llegó después de medio día. Es Tzoncoliuhcan beneficio de los antiguos. Está fundado el pueblo en una grande hoya; descúbrese antes de entrar en él desde lo alto de los riscos que le ciñen sin que se reserve a la vista calle ni casa alguna. Es muy ameno de árboles, flores y aguas. Tiene buen número de indios y ningún español sino es el tenien74. Tequila era cabecera de un altepetl; Tzoncoliuhcan de otro. La parroquia común estaba asentada formalmente en el segundo, pero Tequila parece haber sido tanto o más importante. 75. Se refiere a San Juan del Río, fundación que no prosperó. El río Tlilapan es afuente del Blanco. 76. Tzoncoliuhcan (Zongolica, San Francisco) era cabecera de un altepetl comprendido en un enclave de la alcaldía mayor de la Veracruz Vieja. Esta había quedado partida en dos luego de la fundación de Córdoba, dejando a la área de Tzoncoliuhcan separada del resto. Esta parte de las zonas serranas, contrariamente a otras que Palafox recorrería a continuación, tenía un poblamiento más denso y estable. 29 te, que lo es del alcalde mayor de la Veracruz Vieja. La iglesia parroquial es grande, bien adornada y con todas las alhajas necesarias; está imediata a ella la casa del beneficiado. Hay una cofradía de las Animas. A este pueblo, como a cabecera, acuden a misa los domingos otros del territorio, que son Tlatozcan, Teoixhuacan, Aztatzinca, Tehuipanco, Tlaquilpan, Mixtlan, Azopan, Macuilcan, Cayehualolco, Cuetzalan. 77 Los indios destos pueblos tratan en vender aves, huevos, frutas y algunos texidos de algodón. Halló Su Excelencia entre los demás indios uno muy anciano, de más de 100 años de edad, que tenía formado calendario a la usanza antigua en que con varios dibuxos y caracteres significaban los succesos pasados, y entre ellos tenía observada la llegada a aquel puesto de los señores obispos, y parecía ser el segundo que lo había visitado Su Excelencia. 78 Era indio buen cristiano y de buena razón. Acordábase de los primeros clérigos que allí entraron a doctrinarlos y el gusto con que los recibieron. Adminístrase con dificultad este partido, así lo que toca a está cabecera como a la de Tequila, por ser tan peligrosos los caminos y ser ordinaria la neblina, con que se hacen peores, ayudados del agua. No hay estancias en una ni en otra cabecera, sino sólos dos agostaderos, uno de cabras y otro de ovejas, del capitán Juan del Castillo. Tiene doce leguas de jurisdicción y la ración que se da al beneficiado es muy buena. 77. San Juan Teoixhuacan, Santa María Aztatzinca, Santiago Tehuipanco, La Magdalena Tlaquilpan, San Andrés Mixtlan, San Sebastián Cayehualolco, La Magdalena Cuetzalan (Quetzallan en el manuscrito). Eran localidades integrantes del altepetl de Tzoncoliuhcan. 78. En efecto, Alonso de la Mota ya había visitado el lugar. 30 Otro día, después de su llegada, mandó Su Excelencia se cantase misa con toda solemnidad, sirviendo al altar sus capellanes por ser día del glorioso San Francisco, particular devoto suyo, y, acabada, dio la bendición episcopal al pueblo, confirmó a mañana y tarde. A cinco visitó la iglesia. Los confirmados fueron 724. A 6 volvió otra vez a Tequila, 79 y aunque llegó tarde hizo confirmaciones. A 7 visitó la iglesia y confirmó por la mañana. A la tarde, habiendo un indio que enterrar, se revistió con capa y mitra como lo ordena el pontifical y fue por el cuerpo acompañado de sus capellanes, con sobrepellices, y le enterró haciendo personalmente el oficio de la sepultura. Este pueblo de Tequila es segunda cabecera deste beneficio, y así, para su buen gobierno, asiste en él ordinariamente un vicario o teniente del cura que administra y dice misa al pueblo, y a él acuden a oir misa los domingos los lugares de Atlahuilco, Atlanca, Temimilocan. 80 Está fundado en la misma sierra, ceñido de barrancas y riscos en contorno--en ellos tienen sus chozas los vecinos--y así está la iglesia sola en este sitio (que parece allanado a mano), una casa de comunidad, la del vicario, y otra donde asiste el teniente cuando viene a él. 81 La iglesia es grande y buena, con retablo, altares, sacristía y lo demás que es necesario. Es beneficiado deste partido el bachiller Juan de Valenzuela Molina, teólogo y que sabe bien la lengua mexicana. Ayú- 79. Tequila (San Pedro), también conocido como Poxcauhtlan, era cabecera de un altepetl comprendido en la alcaldía mayor de Orizaba. 80. San Martín Atlahuilco, San Juan Atlanca, La Magdalena Temimilocan. Eran localidades integrantes del altepetl de Tequila. 81. Esta disposición de la cabecera era atípica frente al modelo urbano dominante derivado de las congregaciones. 31 dale el licenciado Josef López, buen sujeto y que habla mexicano. Confirmáronse 608 personas. [14] Orizaba. A ocho de octubre salió Su Excelencia de Tequila, volviendo a bajar de la sierra al llano en busca de Orizaba. 82 Añadióse a la aspereza del camino el estar lloviendo en todo él sin que cesase la agua, con que se hacían dificiles y trabajosos los pasos. Entró en Orizaba al medio día, y habiéndole recebido y hecho oración se hospedó en la casa del beneficiado. Es este pueblo beneficio de los antiguos y de los mejores del obispado. Su sitio muy ameno, con muchas aguas y arboledas también [sic] concertadas que se forman las calles entre los mismos árboles y plantas vistosamente. El temple es muy benigno. Compónese de 80 vecinos españoles, en cuyas familias habrá más de 200 personas, sin los indios que son muchos. La iglesia es dedicada a San Miguel, buena y capaz, cubierta de xacal, como ordinariamente lo suelen estar las de los pueblos donde hay neblinas. Trataba el beneficiado de cubrirla de texa, y así se lo ordenó Su Excelencia. Tiene altares bien adrezados [sic] y todos los ornamentos necesarios. Hay en ella dos cofradías: una de Nuestra Señora (que dice una misa cantada cada sábado y en todas las festividades de la Virgen y da dos pesos de limosna), otra de las Animas (que la dice todos los lunes con 1 peso 4 tomines de obención). Los pueblos de la jurisdición son Iztaczoquitlan, Tlilapan, 82. Orizaba (Ahuilizapan) era cabecera de un altepetl adscrito a un encomendero y sede de un alcalde mayor. Su encomendero, el conde del Valle, lo era también de Tecamachalco, como ya se vio, de modo que recibía los tributos de ambos altepetl. 32 Nocochtlan, Santa Ana Zautla (y éstos acuden a oir misa a Orizaba), 83 Acultzinco y Aquilan (que la oyen en Maltrata o Matlatlan, que es como cabecera donde ordinariamente asiste un ministro). 84 Y hay una cofradía de las Animas con dos pesos de limosna cada mes. Habrá en todo el partido 1300 vecinos, los mil casados. Hay tres ranchos y dos molinos. Dase ración a los ministros en Orizaba y Maltrata. Tiene de salario 100 pesos de minas de Su Majestad y 62 pesos ordinarios del encomendero. 85 El día que llegó y el siguiente hizo confirmaciones Su Excelencia. A 10 fue a visitar el hospital de los hermanos de Joan de Dios que hay en el pueblo. Recibiéronle en la forma ordinaria con palio; visitó el sagrario y crismera, subió a la sala de los enfermos y dio las ordenes necesarias. Domingo 11 predicó al pueblo y hizo la visita de la parroquia, y todos estos días confirmó de ordinario y dio la comunión a muchas personas. Es beneficiado deste partido el licenciado don Gerónimo de Valencia, ministro antiguo y aprobado, buena lengua mexicana. Ayúdale don Jacinto de Salazar. Los confirmados en este beneficio fueron 1515 personas. 83. Concepción Iztaczoquitlan, Santiago Tlilapan. Eran localidades integrantes del altepetl de Orizaba. 84. Acultzinco, ya citado, era cabecera de otro altepetl. Maltrata (originalmente Matlactlan, San Pedro) era cabecera de un tercer altepetl, también comprendido en la alcaldía mayor de Orizaba, y Santa María Aquilan (Aquillan en el manuscrito) era localidad integrante del mismo. Acultzinco y Maltrata no estaban incluidos en la encomienda de Orizaba. 85. Como Acultzinco y Maltrata no estaban adscritos a encomendero, parte del sustento del cura tenía que provenir de la corona, es decir, de la caja real. 33 [15] Villa de Córdoba. 86 En 12 de octubre salió Su Excelencia de Orizaba para la villa de Córdoba, 87 que dista seis leguas de razonable camino, aunque con el tiempo de aguas y calidad de la tierra estaba con algunos malos pasos. Llegó a medio día. Este beneficio es de los antiguos y tiene dos cabeceras: la villa de Córdoba, poblazón de españoles, 88 es la una. En ella hay, y en el contorno, hasta cincuenta vecinos, y en sus familias 300 personas. Es gente apacible y buena; su trato ordinario es traxino de recuas y ranchos de sementeras de maíz. El sitio de la villa es bueno aunque húmedo. La iglesia decentemente adornada; la capilla mayor es de piedra y comenzado a labrar el cuerpo de la iglesia, para que tienen hechas algunas mandas. El retablo del altar mayor es bueno, de cedro sin dorar; demás dél hay otros tres altares y bastantes ornamentos. Tiene esta villa un barrio que llaman Tetitlan, 89 y en él una ermita de San Juan con 40 vecinos indios y hasta 110 personas. Solía haber aquí un convento de Nuestra Señora de la Merced con dos religiosos fundado sin licencia; demolióse con orden de Su Majestad. La otra cabecera es Santiago Guatuzco, pueblo bien 86. Cordova en el manuscrito, así en ésta como en las siguientes menciones. 87. Córdoba era una villa (asentamiento español formal) fundada en 1618 en una zona al parecer previamente despoblada e inmediata a un espeso bosque húmedo tropical (del que hasta alrededor de 1980 se conservaban restos en la cercana Sierra Tlacuiloteca). El asentamiento abrió una frontera de colonización y atrajo población nativa de otros lugares. Tenía su propio alcalde mayor. 88. El uso del término "poblazón" es deliberado, en tanto que hubiera sido totalmente incorrecto hablar de un "pueblo de españoles". Formalmente sólo había pueblos "de indios", es decir, altepetl. La denominación correcta para una fundación española era la de lugar o, de tener derecho a un título, villa o ciudad. 89. Era la parte no española de Córdoba. Formalmente, era localidad integrante al parecer del altepetl de Guatuzco. 34 dispuesto. 90 Tiene 68 vecinos y 250 personas; de temple es caliente, regalado de fructas y peces, fértil de maiz, chile, algodón y legumbres. Las indias no se embriagan. Son gente devota y que acuden todos los días a la iglesia, la cual está bien compuesta; tiene órgano y la plata necesaria, tres altares y dos cofradías. Dista siete leguas de Córdoba. Los pueblos desta jurisdición son San Lorenzo, pueblo que se fundó con licencia del señor marqués de Cerralbo de diversos negros fugitivos, a quien se dio perdón y libertad por escusar los daños que causaban, obligándose a prender y entregar los que de nuevo se hallasen en aquellos montes. 91 Tienen su forma de república, justicias dellos mismos, y compañía de soldados para las ocasiones y prisiones que se ofrecen de otros. El sitio deste pueblo es caliente y malo, con algunos mosquitos y animales ponzoñosos, aunque fértil de arroz y maíz. Compónese de 40 familias y en ellas 125 personas. La iglesia es razonable, con algunos ornamentos buenos y poca plata. En contorno deste pueblo se halla cedro y otras maderas de estimación. Acudió toda esta gente a recebir y festejar a Su Excelencia con grande amor. Los demás lugares son de los indios: El 90. Guatuzco (Cuauhtochco, asociado a Itztayocan, hoy Huatusco Viejo) era cabecera de un altepetl. Había sido la sede del alcalde mayor y de la parroquia antes de la fundación de Córdoba, que le sustrajo parte de su territorio, y más tarde habría de ser casi completamente absorbido por ella. 91. San Lorenzo (hoy Yanga), fundado en 1609, tenía una estructura corporativa comparable a la de un altepetl aunque sus habitantes (no tributarios) fueran de ascendencia africana. El que por estos rumbos hubiera habido esclavos fugitivos concuerda con el hecho de que, como se dijo, la zona de Córdoba había estado anteriormente despoblada. 35 Naranjal y Amatlan, de poca vecindad, buena gente y tierra fértil. 92 Todos los días, a tarde y mañana, se celebraron confirmaciones. Predicó Su Excelencia al pueblo y recibieron casi todos los vecinos la comunión de su mano, habiendo asistido en una silla a confesarlos con sus capellanes. Visitó a 13 la iglesia. Los confirmados fueron 600. Es beneficiado deste partido el licenciado Diego Núñez Centeno, sujeto de lúcidas letras, predicador en castellano y mexicano y que tiene buenos méritos propios y de sus pasados. Ayúdale el licenciado Josef de Alzorris, sacerdote exemplar y docto: fue colegial de Santos, sabe lengua mexicana y otra extraordinaria del obispado de Guaxaca. [16] San Juan Cuezcomatepec. Salió de Córdoba Su Excelencia a 14 de octubre para San Juan Cuezcomatepec, 93 que dista cinco leguas con algunos malos pasos. Llegó a él a medio día; recibiéronle los indios con grande regocijo, saliendo los niños de [sic] con cañas y ramos a encontrarle rezando. Había por el camino muchos arcos con algunos versos, y al entrar y salir de la iglesia se quemaron algunos fuegos. Recogióse a las casas reales, donde se hospedó. Este pueblo está ya en sierra. El sitio es como los demás della: alegre, fértil, de mu92. San Cristóbal del Naranjal y Amatlan de los Reyes. Es probable que estas localidades fueran de formación reciente y carecieran en ese momento de una estuctura corporativa definida. Pudieron haber surgido de una secesión del altepetl de Tequila. Para comprender lo impreciso de los datos relativos a los alrededores de Córdoba, tómese en cuenta que se trataba de una región que vivía una profunda transformación ambiental y poblacional. 93. Cuezcomatepec (Coscomatepec) era cabecera de un altepetl comprendido en la alcaldía mayor de Córdoba. 36 chas aguas, plantas, árboles; el temple húmedo, buenas vistas, regalado de aves, peces y frutas. La iglesia es dedicada a San Joan. La capilla mayor es razonable; el cuerpo cubierto de jacal, sacristía y demás oficinas. Tiene buenos ornamentos y plata. Hay en el pueblo 12 vecinos españoles y buen número de indios, algo rígidos de condición y mal sujetos. Es beneficio antiguo de clérigos y en la iglesia hay una cofradía de la Natividad de Nuestra Señora, de una misa cada dos meses con dos pesos de limosna. Hay en este partido los pueblos siguientes: San Francisco Chocaman (y éste tiene una cofradía de la Concepción, dice una misa cada mes [con] 2 pesos de limosna), 94 Tepatazco, Alpatlahua, Calcahualco, 95 Tomatlan, 96 Ixhuatlan (tiene otra cofradía de la Purificación con misa cada dos meses y dos pesos de limosna). 97 La gente destos pueblos es buena y apacible. Los indios de toda la jurisdición son 450 vecinos pocos más o menos. Administra a un rancho de cabras, otro de labor; dase racion, y de salario 75 pesos en la caja y 48 de encomendero. 98 Todos los días a mañana y tarde confirmó Su Excelencia; confesaron sus capellanes a la gente del pueblo y 94. Chocaman era cabecera de un altepetl comprendido en la alcaldía mayor de Córdoba. Históricamente había estado asociado a Cuezcomatepec. La Relación no le da un encabezado aparte, ni a los siguientes altepetl mencionados, porque en lo eclesiástico dependían de la parroquia de este último. 95. San Salvador Calcahualco. Estas tres eran localidades integrantes, al parecer de manera combinada, de los altepetl de Cuezcomatepec y Chocaman. 96. Tomatlan era cabecera de un pequeño altepetl comprendido atípicamente en un enclave de la alcaldía mayor de Orizaba. 97. Ixhuatlan (San Pedro) era cabecera de un altepetl adscrito a un encomendero y comprendido en la alcaldía mayor de Córdoba. 98. Esta precisión obedece a que Ixhuatlan estaba adscrito a un encomendero, pero no Cuezcomatepec, Chocaman ni Tomatlan 37 dióles la comunión Su Excelencia. Es beneficiado deste partido el licenciado Josef de Isla Briseño, sacerdote y ministro antiguo. Sabe con eminencia la lengua mexicana; hombre docto, fue catedrático de retórica por oposición en la Universidad de México. Ayúdale el licenciado Antonio de Beristáin: sabe lengua mexicana y ha administrado en diversos beneficios. Confirmáronse 1100 personas. [17] San Antonio Otlaquiztlan. En 17 de octubre, cerca de medio día, salió Su Excelencia para San Antonio, 99 que dista cuatro leguas de mal camino. Pásanse algunos arroyos y el río Xamapa, de agua dulce, por puente. Corre por una barranca de camino áspero, a pique, de pasos estrechos y en algunas partes encajonada la vereda entre el cerro y el pretil que ha hecho lo que ha bajado. El camino es todo barrial, y lo llano, después de la barranca, está lleno de sartenejas. Es San Antonio de los más alegres y vistosos pueblos deste contorno por la diversidad de árboles y muchedumbre de aguas. Fórmanse las calles con hileras de árboles de floripundios muy olorosos, que sirven de cerca a las huertas de plátanos que tienen todas las casas. El sitio es llano y alto, tierra templada: excelentes vistas, pues se descubre hasta la Mar del Norte desde el corredor del beneficiado al nacer y ponerse el sol. Compónese de ciento y ochenta vecinos y 99. Otlaquiztlan, por otro nombre Acatepec y posteriormente Huatusco, era cabecera de un altepetl comprendido en la alcaldía mayor de Córdoba. Las modificaciones en su nombre fueron seguramente reflejo de transformaciones en la estructura interna del altepetl; pudo estar ligado a una posible reconstrucción del ya mencionado Guatuzco. En el texto de la Relación la tendencia dominante es la de referise a él como San Antonio, pues el topónimo Otlaquiztlan sólo se menciona en el encabezado: eso refleja que el asunto era algo incierto desde entonces. 38 otras ducientas personas solteras, y quince vecinos españoles y mestizos. Es beneficio antiguo de clérigos. La iglesia es dedicada a San Antonio. Está acabada la capilla mayor de cal y canto y hasta la tercia parte del cuerpo; lo demás es de lo que llaman tabique y xacal. Tiene los ornamentos necesarios y dos altares de más del mayor: al lado derecho, de la Virgen, con retablo; al izquierdo, de Jesus Nazareno, sin él. No hay cofradía alguna, si no es una hermandad de la Concepción que dice una misa cada dos meses y una misa y vigilia por cada difunto; limosna, 3 pesos. La casa del ministro es buena. Dásele ración, y de salario 250 pesos de la caxa real. 100 Los pueblos que están sujetos a este partido son San Diego (templado), San Bartolomé (templado), San Francisco (de temple caliente), Santa María (muy caliente: pasa por junto a la iglesia deste pueblo el río que llaman de Santa María, que lleva moxarras), San Martín (caliente), Comapa o La Magdalena (caliente), San Gerónimo Zentla (caliente). 101 Destos pueblos, los dos primeros, San Diego y San Bartolomé, son como barrios del pueblo principal. En los demás habrá hasta 200 vecinos en todos y otras 200 personas. El comercio ordinario en ellos es sembrar milpas y llevar maíz y aves a la Veracruz. Corre por la jurisdicción deste partido, a ocho leguas, el río Xamapa y péscase bobo en él. La gente deste beneficio es poco obediente y desapacible. No 100. Hay informaciones en el sentido de que Otlaquiztlan estaba adscrito a un encomendero, pero de ser así sería atípico que el salario del cura se aplicara a la caja real. 101. Todas, probablemente, localidades integrantes del altepetl de Otlaquiztlan. 39 hay principales. 102 Dícese que antiguamente ahorcaron un religioso y que está enterrado en Calcahualco, en el partido de San Joan Cuezcomatepec. 103 El día siguiente a su llegada, que fue a 18, día de San Lucas, se celebró una misa solemnemente, que oficiaron los capellanes, y después della predicó Su Excelencia al pueblo, y por su mandado hizo una plática a los indios en su lengua uno de sus criados, a la quietud, paz y demás virtudes, y exortándolos a que acabasen la iglesia. Visitó después y bendixo una imagen de Nuestra Señora de un indio que se lo pidió. Hizo confirmaciones todos los días que aquí estuvo, en que confirmó 1708 personas. Es beneficiado deste partido el bachiller Francisco Ligero, que ha 24 años que administra en este beneficio y en los de Epatlan y Olintla. 104 Es eminente en la lengua totonaque y sabe bien la mexicana. Ayúdale el licenciado Pedro Sánchez de Ortigosa. Chichiquila. 105 En 19 de octubre, después de medio día, partió Su Excelencia de San Antonio para Chichiquila, 106 jurisdic102. La ausencia de principales, es decir, de miembros de una nobleza, es congruente con la situación aparentemente atípica de Otlaquiztlan y su posible surgimiento como reconstrucción de Guatuzco. En este caso, sería probable que los principales hubiesen permanecido ligados al asiento original. 103. Ya citado entre las localidades de Cuezcomatepec o Chocaman. 104. Estos se ubicaban en otras regiones. Palafox fue a Olintla en su tercera visita; Epatlan era cabecera de un altepetl de la Mixteca Baja. 105. Chichiquilla en el manuscrito, e igual en las demás veces que aparece. Debe entenderse como un vocablo náhuatl cuya doble ele tiene el valor de una ele sencilla en español. Chichiquila no tenía parroquia o doctrina propia. Con apego a la lógica, no debió merecer un inciso o encabezado aparte que lo destacara en el texto de la Relación. 40 ción de Quimichtlan, que dista de San Antonio cuatro leguas. En el camino llegó y hizo oración en el pueblo de Elotepec, 107 en que hay una ermita pobre de San Francisco y hasta 15 indios. Prosiguió el viaje pasando la barranca que llaman de Chichiquila, 108 que es profundísima y se baja a ella dando vueltas por el cuerpo del monte. Está abierta a mano la vereda; tiene muchos lodazales y sartenejas. Bájase por 53 vueltas y es la mayor la subida. Despéñanse arroyos desde lo alto de la sierra y corre, entre otros, por lo bajo, un río grande de agua dulce que se pasa por puente, aunque se pudiera sin ella. Andúvose bien el camino porque, aunque tan malo, lo había aderezado el beneficiado enmaderándolo a trechos con trozos de árboles para resistir los sumideros. Llegó Su Excelencia a las 5 de la tarde. Está este pueblo a poco trecho después de la barranca grande. Es pequeño, tierra templada. Para poderse alojar la familia se habían formado unos aposentillos de carrizo. La iglesia es pequeña, dedicada a San Mateo. Durmió aquí Su Excelencia en la del beneficiado, que son dos aposentos. A la mañana, habiendo dicho misa, confirmó 177 personas y se partió. [18] San Joan Quimichtlan. Prosiguióse el camino a veinte de octubre y llegó Su Excelencia a Quimichtlan después de medio día. 109 106. Chichiquila era cabecera de un altepetl comprendido en la alcaldía mayor de Quimichtlan. 107. San Francisco Elotepec. Era localidad integrante al parecer del altepetl de Chichiquila. 108. Corresponde al río Tilapa, afluente del río Pescados o de la Antigua. 109. Quimichtlan era cabecera de un altepetl y sede de un alcalde mayor. 41 Recibiéronle los indios con mucha alegría, saliendo los niños de la doctrina con ramos y arrojando las indias cobijas por el suelo, ceremonia de respeto que usan con los prelados eclesiásticos. Está fundado este pueblo en una hoya grandísima, en cuyo medio se levanta un sitio capaz, y en él está la iglesia y casas del beneficiado y alcalde mayor. Los indios viven abajo, en contorno y por las laderas deste puesto. Cíñenle por todas partes diversos cerros y ríos. Es muy ameno; tierra templada y algunas neblinas. No tiene españoles. Es beneficio antiguo de clérigos, con buena iglesia dedicada a San Juan, con tres altares demás del mayor y sacristía. Los pueblos del territorio son San Pedro Chilchota, Santiago, 110 San Mateo Chichiquila, San Miguel Huascaleca, San Francisco Elotepec. 111 No hay más que un rancho de milpas que llaman de Palacios. No llegan a quinientos indios los que hay en todos los pueblos: tratan ordinariamente en fructas. Estaban los indios quejosos del beneficiado por cosas muy ligeras que se compusieron facilmente con gusto de todos. Danle ración y tiene de salario 240 pesos en la caja. 112 La tarde que llegó Su Excelencia hizo confirmaciones, y el día siguiente, a veinte y uno, visitó la iglesia y confirmó en este beneficio 391. Es beneficiado deste partido el bachiller Francisco de Arrieta, teólogo y 110. Santiago Patlanalan. Eran localidades integrantes al parecer del altepetl de Quimixtlan. 111. Huascalleca en el manuscrito. Los dos últimos eran localidades integrantes al parecer del altepetl de Chichiquila, ya mencionado. 112. Es decir, de la caja real, porque ni Chichiquila ni Quimichtlan estaban adscritos a encomendero. 42 buena lengua mexicana. Ayúdale el bachiller Nicolás de Prado. [19] Ixhuacan. A 22 de octubre, habiendo dicho misa, salió Su Excelencia de Quimichtlan para Ixhuacan, que dista seis leguas del peor camino que hay en todo este contorno por una barranca que se pasa, de dos leguas, en que concurren todas las calidades de peligro que puede haber por la estrechura de los pasos, barriales, piedras y haber algunos trechos muy a pique y, sobre ser vereda angosta, tener por un lado profundísimo despeñadero. Conocióse que no se había acertado en echar el derrotero por esta parte, pues entrando por la de Xalapa se escusaba este camino.113 Llovió en todo él y no quiso Su Excelencia admitir una silla de manos que le traían para llevarle en hombros los indios en algunos pasos que sin evidente riesgo no los puede andar cabalgadura, y así, se halló obligado a andarlos a pie. Entró a la tarde en Ixhuacan. 114 Es este pueblo pequeño por estar distantes las casas de los indios. 115 Sitio ameno, como los demás de la sierra; tierra templada y con neblinas: beneficio de los removidos a los religiosos de San Francisco, que tienen en él un convento muy capaz y buena iglesia dedicada a los Tres Reyes, y siempre fue de las pequeñas guardianías. 116 La parroquia es pequeña y decente 113. Se trataba de Barranca Grande, o barranca del Tecuanapa, afluente del río Pescados o de la Antigua. Aun así, Palafox siguió el camino más directo. 114. Ixhuacan era cabecera de un altepetl comprendido en la alcaldía mayor de Xalapa. 115. Esto indica que la congregación o urbanización de la cabecera fue relativamente incompleta. 116. Había sido "asistencia" o visita de Xalapa. 43 y con los ornamentos necesarios. Hay en ella dos hermandades: una de la Virgen y otra de las Animas. Dicen misa los sábados y lunes; dan 20 pesos de obención [sic] al mes. Tiene este pueblo un barrio que se llama de Santiago: dícese una misa; dan dos pesos y cuatro reales de limosna. Hay en la jurisdicción dos lugares de indios sólamente, que son Teocelo y la Asumpción. 117 Dásele al ministro ración y deben pagar 50 fanegas de maíz, que no se cobra. Es tierra regalada de frutas y peces, porque llevan los ríos los mejores bobos y truchas. Y aunque pequeño para los religiosos, es beneficio de comodidad para los clérigos. 118 Acostumbran hacer los indios de Ixhuacan una pesca y los de Teocelo otra cada año a los ministros desde el tiempo de los padres regulares. Confirmó Su Excelencia todos los días que aquí estuvo. A 23 visitó la iglesia. Es beneficiado deste partido el bachiller Francisco de Vera, teólogo y lengua mexicana; ayúdale el bachiller Alonso de Toro. Los confirmados fueron quatrocientos y uno. Xicochimalco. 119 En 24 de octubre, a las diez, salió Su Excelencia para el ingenio de don Diego de Orduña, que dista seis leguas de mal camino de sartenejas, lodazales y piedras. 117. San Diego o San Juan (?) Teocelo, La Asunción Tecomaltipac. Eran localidades integrantes del altepetl de Ixhuacan. 118. Se refiere a que los religiosos requerían de mucha más población para sostener a un convento. 119. Xicochimalco no tenía parroquia propia. Una vez más, siguiendo la lógica de la Relación, no debió haber recibido un encabezado que lo destacara en el texto. 44 Pásanse algunos arroyos y tres ríos de mucha agua, el uno principalmente; los dos se pasan por vado y por puente el otro. 120 Llegó a comer a Xicochimalco, 121 cuatro leguas de Ixhuacan, que pertenece a la doctrina de Xalapa. Está en la sierra, en sitio alto. La iglesia es grande, con tres altares, los dos con poco adorno y el mayor con más aliño, dedicado a la Magdalena. Está cubierta de jacal y maltratada, en particular por una esquina del altar mayor. Mandó Su Excelencia a los principales la remediasen y lo prometieron. Hospedóle el licenciado Pedro de Irala, beneficiado de Xalapa. Después de comer hizo confirmaciones y rezó el rosario con la familia y el pueblo, y confirmó 98 personas y, habiendo partido, salió a recebir a Su Excelencia el alcalde mayor de Xalapa y otras personas. A las cuatro y media llegó a Coatepec, 122 pueblo de Xalapa. Recibiéronle los indios con grande alegría, hizo oración en la iglesia y pasó adelante de allí al ingenio de Orduña. Llovió un grande aguacero. Ingenio de Orduña. 123 Este mismo día 24 de octubre llegó Su Excelencia al ingenio del capitan don Diego de Orduña a las cinco y media de la tarde. Pertenece esta hacienda a la jurisdicción 120. Se trata de afluentes del río de la Antigua. 121. Xicochimalco era cabecera de un pequeño altepetl comprendido en la alcaldía mayor de Xalapa. 122. Coatepec (San Gerónimo) era cabecera de otro pequeño altepetl comprendido en la alcaldía mayor de Xalapa. 123. A diferencia del ingenio del conde de Orizaba, que tenía un vicario, en este lugar había sólo un capellán, de modo que en rigor no debió haber recibido encabezado aparte. Era un asentamiento informal, sin órganos de gobierno ni jurisdicción. Con todo, el hecho de que se le distinga así habla de la importancia que tenía el sitio como centro de población. 45 de Xalapa y aunque no es de las mayores está corriente y en buen sitio y temple. La casa principal es grande; hospedóse en ella Su Excelencia. Tiene una iglesia de San Pedro, buena, cubierta de tixera y con todo el adorno necesario, con tres altares sin el mayor. Adminístranse aquí los sacramentos a la gente del ingenio, que son siete españoles, 80 negros y 26 indios. Dásele sustento al capellán y 200 pesos de salario porque diga misa, y las obvenciones que se ofrecen. El día siguiente a su llegada visitó Su Excelencia la iglesia y predicó por haber acudido mucha gente. Confirmó este día y el siguiente 407 personas. Es capellan deste ingenio el bachiller don Francisco Pérez de Salazar. Ingenios de don Sebastián. 124 A 26 de octubre, de mañana, salió Su Excelencia para el ingenio de don Sebastián de la Higuera Matamoros, y antes de llegar al chico, donde habita, pasó por el grande, cuyo edificio es sumptuoso. Tiene una iglesia que pareciera bien en cualquiera ciudad, dedicada a la Santísima Trinidad, con cuatro altares sin el mayor, y en uno de ellos un San Francisco de excelente talla. Tiene mucho adorno y plata. Entró en ella Su Excelencia a hacer oración. Adminístranse aquí los sacramentos a 300 personas que trabajan en el ingenio. 125 Es capellan el bachiller Juan Fernández de la Higuera, con título de teniente de los curas de 124. Similar observación a la anterior debe hacerse respecto de estos ingenios. Corresponden a las localidades conocidas hoy como El Grande y El Chico. 125. La Relación no especifica si eran residentes de los altepetl vecinos o del propio ingenio, pero es probable que se tratase de trabajadores residentes. En este caso, la población del ingenio era superior a la de muchas localidades de los altepetl. A partir de la segunda mitad del siglo xvii la población fija de ingenios y haciendas iría en aumento. 46 Xalapa. Págasele a razón de 400 pesos de salario cada año, y ración. De aquí pasó Su Excelencia al ingenio chico del mismo don Sebastián de la Higuera. El edificio dél es grande y hermoso, y asisten tantas personas en la hacienda que parece un pueblo entero. La iglesia es dedicada a la Limpia Concepción y excede a la del otro en todo. El altar mayor tiene un retablo grande, con mucha decencia y buenas imágenes de escultura y pincel, y demás déste otros cuatro altares bien adornados, mucha plata, lámparas y ornamentos. Adminístrase en él 300 personas. Hay almas de la iglesia; una casa aparte en forma de hospital, con camas y lo necesario para curar así los enfermos que allí hay como algunos que suben de la Veracruz en llegadas de flota, que a todos acoje la piedad de este caballero. El día que llegó Su Excelencia hizo confirmaciones. A 27 visitó la iglesia, predicó y confirmó. Es capellán de este ingenio el licenciado Juan de España, con 200 pesos de salario. [20] Xalapa. A 27 de octubre salió Su Excelencia para el pueblo de Xalapa. 126 Camino llano. Llegó antes de medio día y, habiendo hecho oración, se recogió a las casas del alcalde mayor. Este pueblo es el primero en que se comienza a mejorar el temple de aquella parte hacia la Veracruz. Es tierra templada, sitio apacible, poco igual y algo húmedo. Compónese de 50 vecinos españoles, 300 indios casados y solteros, y tiene algunas calles formadas. Es doctrina de las removidas a los religiosos de San Francisco, cuya iglesia y convento es muy capaz. La parroquia está decente y 126. Xalapa (La Natividad) era cabecera de un altepetl y sede de un alcalde mayor. 47 con todo lo necesario para el culto divino; fundóse en la iglesia que fue del hospital de los hermanos de San Hipólito. Tiene una cofradía de las Animas (con una misa cada mes, con limosna de 1 peso y 4 tomines), otra de la Virgen (con misa los sábados y la misma limosna), otra de el Nombre de Jesús. Hay en este pueblo tres barrios: Santiago, Chilchota (y aquí se dice cada mes una misa a la Virgen; limosna, dos pesos), y Nativitas. Los pueblos de la jurisdicción son Xicochimalco, Coatepec, Xalcomulco, 127 en que habrá 200 vecinos casados sin la demás gente soltera. Dícense tres misas cada domingo, una en cada pueblo destos tres. Todos los indios hacen milpas y son arrieros que acompañan y sirven a los españoles. Hay en este districto cuatro ingenios: los dos referidos de don Sebastián de la Higuera, el de Orduña y el de Pacho. En Xalapa y Coatepec hay diez ranchos. El día que llegó Su Excelencia, a la tarde confirmó. El siguiente hizo la visita de la iglesia y del hospital de los hermanos de San Hipólito y predicó al pueblo. En 29 dio la comunión a las personas que confesaron con sus capellanes y confirmó a la mañana y tarde 247 personas. Son beneficiados deste partido el licenciado Tomás Vitus de Romai, hombre docto, y el licenciado Pedro de Irala, que sabe bien la lengua mexicana. Es sacristán de la iglesia Antonio Vázquez de Vega, clérigo de menores órdenes. 127. Xalcomulco (San Juan) era cabecera de otro altepetl comprendido, como los ya citados Xicochimalco y Coatepec, en la alcaldía mayor de Xalapa. 48 Naulinco. 128 En 30 de octubre a las diez salió Su Excelencia de Xalapa para Naulinco, 129 que está distante cinco leguas, y una dellas de pedregal y mal camino. Llegó a las cuatro de la tarde. Es Naulinco uno de los principales pueblos de la jurisdicción de Tlacuilolan. Está en la sierra; sitio húmedo, templado y fértil. Tiene casi 100 vecinos indios y quince españoles. La lengua que se habla es totonac y entiéndese la mexicana. La iglesia es buena y capaz, con los ornamentos necesarios, dedicada a San Mateo. Dásele muy cumplida ración al beneficiado cuando él o algun teniente suyo se hallan en este pueblo. En la cañada que llaman de Naulinco hay tres ingenios: el del capitán Roque Gutiérrez, el de Maztlatlan y el de Almoloyan, y 8 ranchos. Hizo confirmaciones Su Excelencia el día siguiente, a mañana y tarde, y despachó orden para que acudiesen allí los indios de Atocpan, 130 pueblo de la jurisdicción, que no habían venido a confirmarse, y lo hicieron así. Asistió Su Excelencia, aunque se hallaba achacoso, a confesar las personas españolas que quisieron, y sus capellanes también, y otro día dio la comunión a más de 60. Visitó la iglesia y 128. Naulinco no poseía parroquia propia, de modo que tampoco debió haber recibido un encabezado que la destacara en el texto. 129. Naulinco era cabecera de un altepetl comprendido en la alcaldía mayor de Xalapa. 130. Atocpan (San Francisco) era cabecera de un altepetl comprendido en la alcaldía mayor de la Veracruz Vieja. Como ya se habrá notado y se confirmará enseguida, los partidos de Xalapa y Tlacuilolan abarcaban un número desusadamente alto de altepetl sin administración religiosa propia: nada menos que doce. La Relación casi no menciona localidades asociadas a ellos. Todo ello se debía a la escasa población de cada uno. Esta zona se vio muy afectada por las epidemias del siglo xvi, y todavía más lo fue la región más baja y caliente, hacia la costa, que en la época de Palafox estaba virtualmente despoblada. Hay noticia de otros altepetl total o virtualmente desaparecidos para entonces. 49 sacristía, y todos los pueblos cercanos trujeron sus ornamentos para que los viese y los pusieron en diferentes mesas en contorno de la iglesia. Fueron muchos, porque en ninguno faltan los que se requieren para la celebración según el orden y colores de la iglesia, y crismeras de plata. Aquí se confirmaron 1031 personas. [21] Tlacuilolan. 131 A 2 de noviembre salió deste pueblo Su Excelencia y fue al de Tlacuilolan, que es la cabecera deste beneficio, y está apartada de Naulinco cinco leguas de camino pedregoso y de mala calidad, como los demás de la sierra. A tres leguas que había andado llegó a Xilotepec; 132 entró en la iglesia a hacer oración. Es buena, dedicada a la Asumpción. Tiene, demás del mayor, dos altares, uno de la Limpia Concepción y otro de San Andrés, y todo el adorno que se requiere. Siguió el viaje y llegó a Tlacuilolan a las dos de la tarde, 133 habiendo llovido mucha parte della. Es Tlacuilolan el mayor beneficio antiguo que tienen los clérigos en el obispado. 134 El pueblo está en la sierra; temple muy frío y de neblinas. Tiene hasta 150 indios y ningun español. La iglesia es muy grande, dedicada a la Concepción de Nuestra Señora, de tres naves, y demás del mayor tiene 131. Tlacuillollan en el manuscrito, en ésta, en la anterior, y en las siguientes ocasiones. 132. Xilotepec era cabecera de un altepetl comprendido en la alcaldía mayor de Xalapa. 133. Tlacuilolan (Tlacolula, por otro nombre Hueycali) era cabecera de un altepetl comprendido en la alcaldía mayor de Xalapa. 134. Se refiere a su superficie y la población total bajo su doctrina, en el entendido que se excluye a partidos que antes habían sido de religiosos. En general, los frailes penetraron poco o nada en áreas serranas como éstas, que fueron desde un principio espacio casi exclusivo de los clérigos seculares. 50 otros dos altares colaterales (uno de Cristo Nuestro Señor, otro de San Pedro) y una ermita de la Natividad de Nuestra Señora. Háblase aquí la lengua totonac. Los pueblos de la jurisdicción son muchos y de diferente temple, y son Xilotepec (templado y húmedo), Santiago Cuacuauhtepatlan (templado, y húmedo), San Juan Baptista Chapultepec (el mismo temple), San Pedro Tonayan (frío y húmedo), San Juan Miahuatlan (el mismo temple), San Pedro Chiconquiaco (el mismo temple), La Asumpción Yeicoatlan (caliente y húmedo), San Andrés Acatlan (frío y húmedo), San Mateo Naulinco (templado y húmedo), San Antonio Tepetlan (el mismo temple), 135 Santiago Chicoacentepec (caliente y seco, con mosquitos), San Francisco Atocpan (el mismo temple: los vecinos deste pueblo son gente desobediente y de rígido natural). 136 Generalmen-te hablan la lengua totonac en todos estos pueblos, y en especial en Tlacuilolan, Naulinco, Miahuatlan y Acatlan, y es distincta de la otra totonac de los beneficios de la Hueytlalpa, 137 aunque convienen algo y con facilidad saben la una los ministros que entienden la otra, pero en los demás pueblos hablan también mexicano. Hay en ellos más de 1000 tributarios casados sin los que no lo son, 100 vecinos españoles, y más de 200 negros y gente ordinaria. Adminístranse en 135. Xilotepec (ya mencionado), Chapultepec, Miahuatlan, Chiconquiaco, Acatlan, Naulinco (ya mencionado) y Tepetlan eran cabeceras de otros tantos altepetl comprendidos en la alcaldía mayor de Xalapa. Cuacuauhtepatlan pudo haber sido Cuacuatzintla, en la misma calidad. Tonayan (Tonaian en el manuscrito) era localidad integrante al parecer del altepetl de Chapultepec; Yeicoatlan lo era del de Chiconquiaco. 136. Atocpan (ya mencionado) y Chicoacentepec (Chicoasen) eran cabeceras de dos altepetl estrechamente relacionados y comprendidos en la alcaldía mayor de la Veracruz Vieja. 137. Hueitlalpan en el manuscrito. Se refiere a parte de la actual Sierra de Puebla. 51 este beneficio seis ventas, dos molinos y algunos ranchos demás de los dichos de la cañada de Naulinco. Tiene 11 leguas de distrito. Dásele en cualquier pueblo que se halle el beneficiado o sus tenientes muy buena ración. Confirmó Su Excelencia a tarde y a mañana. El día siguiente, a 4, visitó la iglesia y sacristía, habiéndose puesto los ornamentos de los pueblos en la forma que en Naulinco. Predicó este día al pueblo y después mandó al beneficiado que dixese aquello mismo que había predicado a los españoles, a los indios, en mexicano; hizolo así. Después confirmó, y a la tarde y en los días que aquí estuvo confirmó 771 personas. Es beneficiado deste partido el licenciado don Gerónimo Godines, eminente en lengua mexicana, que ha 32 años que administra. Ayúdale el bachiller don Alonso Godines, su sobrino. El licenciado Alonso de Aguilar dice misa y acude a Maztatlan y Almoloncan; 138 tiene de salario de ambas partes 450 pesos. El bachiller Nicolás Riano dice misa en el ingenio de don Josef Gutiérrez. A 5 de noviembre salió Su Excelencia de Tlacuilolan, con poca salud. Vino a comer al hospital de Perote y a dormir a Tepeyahualco. 139 Fue día terrible, así por el mal 138. Maztlatlan y Almoloncan (Almolonga) eran cabeceras de dos pequeños altepetl comprendidos en la alcaldía mayor de Xalapa. El ingenio de Maztlatlan mencionado atrás debió haber estado asociado al primero. 139. Tepeiahualco en el manuscrito, e igual en la siguiente mención. Al llegar a Perote, Palafox abandonaba las zonas serranas para volver nuevamente al altiplano, pero lo hacía por una región muy diferente a aquella de Orizaba por donde lo había dejado. Desde los linderos de Tlacuilolan hasta los de Nopalucan se extendía una zona poco poblada, sin antecedentes prehispánicos inmediatos, y de ocupación relativamente reciente. Sus pocas localidades habían surgido como ventas sobre el camino, y Perote, originalmente, como hospital para viajeros. Tepeyahualco estaba en una zona disputada por los altepetl de Tepeaca y San Juan de los Llanos. 52 camino que hay desde Tlacuilolan hasta salir de la sierra, como por haber llovido todo el día aguanieve continuadamente. A 6 salió de Tepeyahualco. Vino a comer a la estancia de Sigura, donde le hospedó el licenciado Juan de Villanueva, sacerdote muy exemplar, y vino a dormir a Nopalucan. 140 El día siguiente salió para la Puebla los Angeles [sic], que dista ocho leguas. Llegó casi a las cuatro de la tarde. Recibiéronle en ella con el amor y regocijo que acostumbran sus ovejas. Entró en la catedral y dio la bendición al pueblo. De allí fue a ver la obra nueva de la iglesia catedral, que está acabando, y reconocer lo que en su auciencia se había augmentado, 141 y después se recogió a su palacio episcopal. 140. Nopalucan era sede de una parroquia que Palafox no visitó en esta ocasión. Lo haría en 1646. Juan de Villanueva era beneficiado de San Juan de los Llanos y sería visitado en 1646. 141. La más importante obra material que Palafox emprendió fue la construcción de la catedral de Puebla, reiniciada a partir de una obra inacabada en 1640 y concluida en 1649. Desde luego Palafox pudo haber examinado los trabajos un día o dos después y no en las últimas horas de una tarde de noviembre, "con poca salud" y luego de una jornada de viaje, pero el asunto revestía un significado especial. Al culminar su visita pastoral con la inspección de la obra material, por somera que fuese, Palafox debió haber pensado en el simbolismo que encerraba tal acción. 53 SEGUNDA VISITA ECLESIASTICA DEL OBISPO JUAN DE PALAFOX: 15 DE JUNIO A 9 DE AGOSTO DE 1644. *** Manual de la segunda visita que hice por mi persona el año de 1644 en los lugares del obispado que miran a cercanía de la Puebla. Segunda visita del obispado que hice por mi persona el año de 1644. [22. Cholula]. Partí de la iglesia mayor miércoles a 15 de junio al amanecer, habiendo dicho misa, y llegué aquella mañana a Cholula, 1 donde me recibieron con grande amor los indios. Entré en aquella parroquia y di la bendición episcopal y me retiré a mi casa, y a la tarde comencé a hacer confirmaciones. Jueves por la mañana y por la tarde hice confirmaciones, y en dicha mañana se confirmaron 1200 personas y a la tarde 1100. El día siguiente hice la visita y la plática, predicando cerca de una hora. Conmovióse mucho el pueblo y me dilaté un poco en exhortarles a que todos se con1. Cholula era cabecera de un altepetl, gozaba del título de ciudad (otorgado en 1537), y era sede de un alcalde mayor. Atendiendo a sus dimensiones y población, los franciscanos habían fundado dentro del altepetl dos doctrinas separadas, una de ellas en el barrio de San Andrés. Ambas habían sido removidas en favor del clero secular. 57 fesasen y mejorasen en las costumbres. [Al margen:] "Titular de esta parroquia de Cholula, San Pedro Apóstol". El sábado por la mañana fui a San Andrés, 2 e hice la visita y confirmé 1000 indios. [Al margen:] "Visitas de San Andrés de Cholula son seis: San Bernardino (tiene 12 indios, pila baptismal), San Francisco (70 indios casados y pila baptismal), San Bernabé (40 indios casados y pila baptismal), Santa Clara (40 indios y pila baptismal), Santa María (50 indios casados y pila baptismal), San Antonio (15 indios)". 3 Es beneficiado deste partido el bachiller Luis Pérez de Orosco, buena lengua mexicana. Está en su compañía el bachiller Diego Pinto. Volví a la noche a Cholula y el día siguiente confesó y comulgó casi todo el lugar, y aquel día estuve confesando con los demás sacerdotes y confirmando, y el lunes llevé el Santísimo Sacramento a un español enfermo. Es éste uno de los mayores beneficios del obispado y en más cómodo lugar. Son beneficiados el doctor don Antonio de Peralta, de los españoles, y el licenciado Luis de Espinosa y el licenciado Luis Ortiz, de los indios, excelentes lenguas mexicanas, y tres ayudantes: el licenciado Andrés de Avila, el licenciado Juan Sánchez de Andújar, el licenciado Juan de Acebedo. 4 Habléles a solas y exhortéles a 2. San Andrés Cholula (también llamado Coyomochco o Tequepan), que formalmente era un barrio de la cabecera, merece ser considerado como una localidad aparte, pero desde luego integrante del altepetl de Cholula (San Pedro). 3. San Bernardino Tlaxcalancingo, San Francisco Acatepec, San Bernabé Tenoxtitla, Santa Clara Ocoyuca, Santa María Tonantzintla. Eran localidades integrantes del altepetl de Cholula. 4. La asignación de curas a "indios" y a "españoles" debe entenderse como un arreglo meramente práctico, pues los curas diocesanos no tenían la limitación canónica de los religiosos, que sólo podían fungir como "doctrineros" de la población nativa. 58 que hiciesen congregación particular a semejanza de la de San Pedro de la Puebla, sólo para sacerdotes, como también trataba de hacerse en Tlaxcala. Diéronse algunas órdenes en razón de la parroquia, particularmente para que se fuese engrandeciendo, y otras que parecerán por los autos. Quedaron muy consolados españoles e indios. Confirmáronse sólo en este partido 1000. [23. Atrizco]. Martes a 21 del mes de junio, habiendo dicho misa, llegué a Atrizco, 5 donde es cura y vicario el licenciado don Nicolás de Nava y de la Mota, y otro cura el licenciado don Sancho de Llanos. 6 Hay diez y seis clérigos, a los cuales les hice una plática en la parroquia a solas. Tienen una hermandad entre los sacerdotes y tienen un altar en la misma parroquia, de la Natividad de la Virgen, muy bien adornado. Alentélos todo lo que pude para que hiciesen actos de devoción y formasen los días que se habían de juntar. Dejéles algunos órdenes por donde se habían de gobernar. Hay en esta parroquia siete cofradías de diferentes vocaciones. En el convento de Nuestra Señora de la Merced hay una obra pía de casar huérfanas que fundó AnLa administración religiosa de San Pedro Cholula tenía un personal más numeroso que el de otras parroquias porque la población era grande. 5. Atrizco (Atlixco, La Visitación) o Villa de Carrión era villa española que al ser fundada se había combinado con un altepetl, Acapetlahuacan (a veces identificado como San Pedro Atlixco), al que habría de terminar absorbiendo. También era sede de un alcalde mayor. 6. La parroquia diocesana atendía a la población nominalmente española de la villa y a los laboríos o residentes en las estancias e ingenios, pero no estaba a cargo de la administración religiosa del altepetl, que se conservaba como doctrina franciscana. Probablemente en la práctica no había un límite tajante entre las funciones de estas dos doctrinas paralelas. 59 tonio Núñez de Guzmán, presbítero, y en el de San Agustín otra que fundó el bachiller Antonio Macías, presbítero. Es alcalde mayor en dicha villa de Atrizco don Nuño de Villavicencio, de la orden de Santiago. Salió a recibirme la villa, que es una de las más lucidas de este obispado. Apeéme en la iglesia, di la bendición solemne, y fui a hospedarme en casa de don Sancho de Llanos, uno de los beneficiados. A la tarde se comenzaron las confirmaciones. El día siguiente, que fue miércoles, prediqué al pueblo para disponerles a la visita. El jueves confirmé y el viernes, día de San Juan Baptista, por la mañana, asistí a la misa mayor porque en esta parroquia se hacen los oficios con grande solemnidad. A la mañana del sábado hice confirmaciones y confesé, y el otro siguiente domingo hice la visita, volví a predicar y comulgaron muchos del pueblo. En esta villa consagré dos campanas, una de la parroquia y otra del convento de San Francisco. Visité el hospital y la capilla y ermita de San Felix. Di algunas órdenes, señaladamente en materia de culto divino y aumento de la capilla y música de la parroquia. Visité también la parroquia de indios de San Francisco: porque está solo, se sujetó. 7 Dile orden al doctrinero, que es el padre fray Gabriel Arias, que comprase relicario para llevar el Santísimo, porque no trajese los enfermos a la puerta de las visitas del partido. Vi también a las religiosas de Santa Clara, sujetas a los frailes. 7. La de Atrizco había sido la única doctrina franciscana de la diócesis que había aceptado (desde 1641) sujetarse a la autoridad episcopal. El significado de la frase "porque está solo se sujetó" es oscuro, pues Palafox pudiera estarse refiriendo lo mismo al doctrinero que a la parroquia. Como quiera que fuese, la referencia tiene que ver con alguna formalidad en la sumisión de los franciscanos de Atrizco a la autoridad episcopal. 60 [24. Tepexoxuma]. El lunes, a 27, salí a dormir al ingenio de Nicolás de Pastrana y desde allí bendije los campos y estuve aquella tarde. Y por la mañana visité la capilla y confirmé 1000. 8 El día siguiente, 28, fuí al pueblo de Tepexoxuma, 9 a donde me recibió el licenciado Eugenio Romero, buena lengua mexicana y muy docto en la facultad de teología. Era también eminente en la totonaca, en cuya lengua había hecho un arte. 10 Hice la visita y prediqué a mucho número de españoles. Comulgaron y confesaron la mayor parte. Volvíme a comer al ingenio y a la tarde volví a la parroquia y confirmé a [...]. El día de San Pedro, a 29, celebré su fiesta asistiendo a la misa cantada después de haber dicho misa. Hay desde Atrizco a este pueblo tres leguas. La vocación desta iglesia es la Asumpción de la Virgen Nuestra Señora. 8. Este ingenio, con capilla y un número importante de asistentes o residentes, muchos de los cuales debieron ser trabajadores provenientes de los altepetl vecinos, muestra cómo estos establecimientos, llámense ingenios o haciendas, empezaban a figurar a mediados del siglo xvii como importantes centros de población. 9. Tepexoxuma era cabecera de un altepetl adscrito a un encomendero y comprendido en la alcaldía mayor de Itzúcar. 10. Es decir, una gramática. Se trata del Arte de la lengua totonaca publicado por Norman A McQuown como de "autor desconocido" (Universidad Nacional Autónoma de México, 1990). En esta publicación se incluye una nota de Miguel León Portilla en que expone sus razones para atribuir el Arte a un autor bilingüe del primer tercio del siglo xvii, que debería ser el beneficiado de Tepexoxuma, Romero, aunque sin poderlo probar. La Relación de Palafox muestra lo bien fundada que estaba la sospecha de León Portilla. 61 [25. Itzúcar]. Salí a 30 y fuí al pueblo de Itzúcar, 11 donde me recibió el licenciado Jacinto Calderón, cura y vicario de aquella doctrina (de sólo los españoles). 12 Di la bendición solemne y luego salí de la parroquia y fuí al convento de Santo Domingo, adonde me recibieron con palio el padre prior, fray Luis de Rojas y Narbáez, y otros religiosos, por estar sujetos. Di también la bendición solemne. De allí me fuí a las casas de mi hospedaje. A la tarde hice confirmaciones. El día siguiente, a 2, día de la Visitación, fuí al convento de Santo Domingo e hice la visita del sagrario, pila baptismal, ornamentos y sacristía, y prediqué sobre el evangelio de la festividad. Comulgaron este día muchas personas. Es pueblo de españoles. 13 Y a la tarde confirmé en el mesmo convento a [...]. Hay en la parroquia deste pueblo dos cofradías: una del Santísimo Sacramento, otra de las Animas. Hay cuatro leguas desde Tepexoxuma a Itzúcar. Asisten en este pueblo los clérigos siguientes: el licenciado don Nicolás de Nava, 14 el licenciado Diego López de Nava. Dejé en Santo Domingo al religioso doctrinero algunas órdenes y dispuse que cuatro hermandades, que estaban con título de cofradías, dentro de un mes for11. Itzúcar (Santa María) era cabecera de un altepetl y sede de un alcalde mayor. 12. Itzúcar era doctrina de religiosos dominicos que sí reconocía la autoridad episcopal. La población no incorporada en el altepetl estaba sujeta a un cura diocesano, de manera que la situación se asemejaba a la de Atrizco. Aquí, sin embargo, no había una fundación española formal. 13. Formalmente no existía tal cosa. Se refiere a que era una localidad con muchos españoles. Su presencia se explica por el importante desarrollo agrícola de la zona, y más específicamente por el cultivo del azúcar, del que por lo regular sólo se ocupaban los criollos y mestizos. 14. Tal vez el mismo citado como cura y vicario de Atrizco. 62 masen sus constituciones y si no no pidiesen limosna, con penas graves. 15 Y hay otra cofradía de españoles de Nuestra Señora del Rosario. El día siguiente, 3, dije y oí misa en la parroquia y a la tarde fui al convento de Santo Domingo, donde hice confirmaciones. [26. Chietla]. Salí a 4; y antes de salir me pidieron los dueños de los ingenios les bendijese los campos, lo cual hice antes de salir. Llegué al pueblo de Chietla, 16 donde me recibieron el bachiller Nicolás de Aragón y el bachiller Juan de Vargas Crespo, curas de la dicha parroquia. Dije y oí misa y después hice confirmaciones a [...]. A la tarde torné a confirmar. El día siguiente, a 5, visité la iglesia (su vocación, San Andrés) y prediqué sobre el evangelio ecce nos reliquime omnia, etcétera. A la tarde hice confirmaciones. El día siguiente comulgó mucha gente española. Hay tres cofradías en esta parroquia: del Santísimo Sacramento, de las Animas, y la del Entierro de Cristo; las dos de los naturales y la del Entierro de españoles. Hay seis pueblos de visita. Tiene a Chietla (y en él 80 indios casados y 50 solteros, 49 españoles, mestizos y mulatos), el pueblo de Santiago (tiene 60 indios casados y 20 solteros; hay pila baptismal), el pueblo de Ahuehuetzingo (tiene 18 indios casados y trece solteros; hay pila baptismal), el pueblo de Sumpahuacan (tiene 10 indios casados y trece solteros; hay pila baptis15. El funcionamiento de las cofradías estaba regido por normas que debían ser establecidas y aprobadas por los obispos. 16. Chietla era cabecera de un altepetl y sede de un corregidor o alcalde mayor. La doctrina había sido removida a los frailes agustinos, aunque éstos conservaban su convento. 63 mal), el pueblo de Cuauhiucan (tiene 11 casados y siete solteros y pila baptismal), el pueblo de Ayacaxiquitzco (tiene 30 indios casados, 11 solteros y baptisterio), 17 el ingenio de Roque de Pastrana (tiene 250 feligreses casados y solteros), el trapiche de Franciso Núñez Soltero (tiene 40 feligreses casados y solteros), el de Alonso Raboso (tiene 30 feligreses solteros y casados). 18 [27. Tilapa y Tepapayecan]. 19 El día siguiente, 6, dije y oí misa y a la tarde, después de haber hecho confirmaciones, salí al pueblo de Tilapa, 20 donde me recibieron el padre prior fray Francisco Andongui y los demás religiosos. Di la bendición episco- 17. No son "seis pueblos de visita", sino cinco, los citados. En todo caso, la composición del curato era bastante compleja. Sólo dos de las localidades citadas eran integrantes del altepetl de Chietla. Sumpahuacan y Cuauhiucan (Cuayuca, San Antonio) eran localidades integrantes del altepetl de Guacachula pero cuyo territorio no era contiguo al del resto. En este caso se siguió el criterio de unir la administración religiosa de estas localidades a la de la parroquia vecina y no a la de su propio altepetl cual fue el caso de localidades de Cuauhtinchan (descritas en la primera visita) que se hallaban en situación semejante. Ayacaxiquitzco (Aiacaxiquitzco en el manuscrito) parece haber estado más bien asociado con Teutlalco, cabecera de un altepetl diferente y sede de otro alcalde mayor. Parte de estas situaciones atípicas se debían a que Palafox estaba tocando (aunque sólo tangencialmente) una parte de la Mixteca Baja que había sufrido un fuerte trastorno demográfico. 18. Los ingenios y trapiches eran asentamientos informales, pero las cifras muestran el gran peso demográfico que tenían en el conjunto. 19. Tilapa y Tepapayecan eran doctrinas de religiosos dominicos que sí reconocían la autoridad episcopal. Para la población no incorporada a los altepetl había un cura diocesano cuyo partido se superponía al de las dos doctrinas dominicas. A diferencia de lo que ocurría en Itzúcar, la población a cargo de los clérigos no estaba en la cabecera sino más bien en los ingenios y trapiches que abarcaba la parroquia. 20. Tilapa (San Miguel) era cabecera de un altepetl constituido como tal probablemente a fines del siglo xvi tras una secesión del altepetl de Itzúcar. Estaba comprendido en la alcaldía mayor de Itzúcar. 64 pal y me aposenté en el dicho convento. 21 Administran los españoles de estos pueblos de Tilapa y Tepapayecan el licenciado Francisco Pardo, sacerdote virtuoso y docto, y el licenciado Diego de Vilches. Hice la visita al religioso doctrinero como acostumbro en las demás las parroquias. De aquí salí y fui a Tepapayecan, donde está, en el camino, el ingenio del capitán Soasnaba, en el cual dije misa y la oí y confirmé a [...]. Dejé algunas órdenes y, en particular, que se consumiese el Santísimo Sacramento, porque el mayordomo del ingenio no quería dar congrua al ministro. 22 Y después se convino y pidió se tornase a consagrar para dar el viático a los enfermos, porque ofreció dar salario competente al ministro. Salí para Tepapayecan, 23 donde me recibió el padre prior de aquel convento con los demás religiosos. 24 Di la bendición episcopal. El día siguiente hice la visita como en los demás partidos. A la tarde confirmé a [...]. De aquí salí el día siguiente. Fuí al ingenio de Francisco Ramos a comer, donde me asistieron con mucho cuidado. Aquí está el licenciado Diego de Vilches para administrar lo que es a 21. Primera vez durante sus visitas que Palafox pernoctaba en un convento, cuyos frailes, obviamente, sí se habían sujetado a la autoridad episcopal. 22. Se refiere a que si el ingenio no contribuía al mantenimiento del cura (se entiende que era el de Tilapa y Tepapayecan) deberían suspenderse los servicios religiosos. 23. Tepapayecan (Santa María) era cabecera de un altepetl adscrito a un encomendero y comprendido en la alcaldía mayor de Itzúcar. Estaba estrechamente ligado al altepetl de Itzúcar, del que tal vez había dependido en tiempos de la conquista. El ingenio de Francisco Ramos fue conocido también como de Cuauhuican o Coahuican. El que este nombre coincidiera con el de una de las localidades del altepetl podría reflejar no sólo proximidad, sino un posible proceso de absorción de ésta por aquél. 24. La administración religiosa era comparable a la de Tilapa. 65 su cargo. A la tarde confirmé en el dicho ingenio a [...]. Y de aquí salí la misma tarde para Guacachula. [28] San Diego Guacachula. 25 Salí del ingenio de Francisco Ramos después de medio día y entré a las seis de la tarde en dicho pueblo, 26 donde me recibieron en la iglesia parroquial el bachiller Cristóbal Benítez Quintanilla y Miguel de Molina. Di la bendición episcopal. El día siguiente, 10, hice la visita de los responsos, sagrario y pila baptismal; prediqué, y comulgaron el día siguiente muchas personas. Dejé orden a los beneficiados que se dispusiese la iglesia mejor de lo que estaba, por ser muy corta. Hice confirmaciones a [...]. Tiene este partido doce visitas y ocho haciendas de labor. Los pueblos son los siguientes: San Martín Guacachula (que es la cabecera y tiene 200 indios casados), el de San Antonio (tiene 50 casados), el de San Miguel (tiene 40 vecinos y pila baptismal), el pueblo de San Juan Texupan (tiene 25 indios casados y pila baptismal), el pueblo de San Juan Atzitzihuacan (tiene 30 indios pocos más o menos y pila baptismal), el de San Juan Amecaque (tiene 60 indios y pila baptismal), el de San Francisco (tiene 15 vecinos y pila baptismal), el de San Mateo (tiene 25 indios y pila baptismal), el de San Pedro (tiene 50 vecinos casados y pila baptismal), el de San Juan Cuilulco (50 vecinos y pila 25. Este encabezado aparece tal cual en el manuscrito, y es el único que se halla en los textos de la segunda y tercera visitas. San Diego era la advocación de la iglesia parroquial, y este encabezado tal vez se puso para resaltarla frente a la advocación de la conventual (que era San Martín, como se menciona líneas abajo). 26. Guacachula (Huaquechula) era cabecera de un altepetl adscrito a un encomendero y comprendido en la alcaldía mayor de Atrizco. La doctrina había sido removida a los frailes franciscanos. 66 baptismal), el de Santa Ana Cuatepec (tiene 40 vecinos y pila), el de Santiago Tetlan (tiene 10 vecinos). 27 En las haciendas de labor hay 130 indios. [29. Calpa]. A 11, después de haber dicho y oido misa volví a la villa de Atrizco, donde estuve el día siguiente, a 12. Y a 13 salí para el pueblo de Calpa, 28 y me recibieron en la iglesia parroquial (su vocación San Sebastián) los curas deste pueblo: don Alonso Pacheco y el licenciado Francisco Gómez Saucedo. Esta era doctrina de frailes franciscos, nuevamente removida en los clérigos. Di la bendición episcopal. Hay cinco leguas de Atrizco a Calpa. El día siguiente, 14, hice la visita como la acostumbro en todas las parroquias. Prediqué por haber mucha gente española. A la tarde hice confirmaciones. El día siguiente, 15, después de haber dicho y oído misa, consagré tres campanas: la una de la misma parroquia y las dos de dos visitas de este partido. A la tarde confirmé a [...]. El pueblo de Calpa tiene 80 indios casados y cinco pueblos sujetos: Santiago (tiene 60 indios casados y pila baptismal), San Nicolás (tiene 80 indios y pila baptismal), San Buena Ventura (18 casados y pila baptismal), San Juan Tianguismanalco (67 indios casados y pila baptismal), San Baltasar (19 indios casados y 27. San Antonio Cuautla, San Miguel Ahuacomulican, San Francisco Xochiteopan, San Pedro Ixhuatepec, entre otros. Eran eran localidades integrantes del altepetl de Guacachula. 28. Calpa era cabecera de un altepetl adscrito a un encomendero y comprendido en la alcaldía mayor de Atrizco. 67 pila baptismal). 29 Esta parroquia de Calpa tiene muy buenas colgaduras, propias de la iglesia, muy buenos colaterales y retablos y demás ornamentos sacerdotales. [30. Ixtacuixtlan]. 30 El día siguiente, 16, salí de mañana después de dicho y oído misa para el partido de San Felipe, 31 nueva doc- 29. Santiago Xalitzintla, San Nicolás Yancuitlalpan o de los Ranchos, San Buenaventura Nealtican, San Baltasar Atlimiloya. Eran localidades integrantes del altepetl de Calpa. 30. Entre Calpa e Ixtacuixtlan Palafox debió cruzar el partido o beneficio de Huexotzingo, cabecera de un altepetl, perteneciente a la diócesis y sede de un corregidor o alcalde mayor. Había sido doctrina franciscana, recién removida. Sin embargo, se abstuvo de visitarlo. La razón probable es que precisamente por esas fechas el corregidor y el párroco se enfrascaron en un conflicto menor pero que Palafox consideró lo suficientemente serio como para tomar la drástica medida de excomulgar al primero. Palafox, obviamente, no quería ver debilitada la posición del párroco. El asunto llegó a la audiencia de México y estaba causando una seria fricción entre el obispo y el virrey conde de Salvatierra. Hubiera sido potencialmente comprometedor para Palafox presentarse en Huexotzingo bajo esas circunstancias. 31. San Felipe Ixtacuixtlan o Cuixtlan (también identificado como Tequemecan) era cabecera de un altepetl comprendido en la alcaldía mayor (usualmente designada "gobierno", y a veces "provincia") de Tlaxcala. La doctrina había sido removida a los frailes franciscanos, quienes impusieron la advocación de San Felipe. Como ocurrió con la mayoría de las unidades políticas comprendidas en esta parte de la Nueva España, el papel protagónico jugado por la cabecera de Tlaxcala a raíz de la conquista opacó y en ocasiones borró la presencia de otras unidades políticas. Es probable que Tlaxcala haya absorbido a un buen número de altepetl vecinos en el curso de sus guerras con México y su alianza con los españoles. Tlaxcala sostuvo provenir de la fusión de cuatro cabeceras previas, a la vez que negó o soslayó la existencia de otras, cuya legitimidad nunca reconoció. Además, reclamó y en ciertos casos ejerció dominio exclusivo sobre los términos de toda la "provincia". Hay razones para suponer que cierto número de antiguos altepetl renacieron en la época colonial a la sombra de las doctrinas franciscanas que se establecieron en ellos, aunque sin sustraerse completamente de la ingerencia de Tlaxcala, que los consideraba dependencias suyas. En este contexto, es particularmente importante considerar el que ciertas localidades (no cualesquiera) hayan sido eligidas para fundar doctrinas aparte, pero el significado de esto aun no está del todo dilucidado. Así pues, persisten dudas sobre si algunos altepetl de las vecindades de Tlaxcala ya se habían consolidado como tales en la época prehispánica o si provinieron de diferentes secesiones de 68 trina de clérigos. Hay siete leguas de camino. Entré a medio día, donde me recibió en la iglesia parroquial (su titular la Concepción de Nuestra Señora) el bachiller don Diego de Nava y de la Mota, docto en cánones y teología y buen predicador de castellano y mexicano. Di la bendición episcopal. A la tarde hice confirmaciones. El día siguiente, a 17, visité la parroquia y prediqué por haber mucho número de españoles. A la tarde confirmé a [...] y después yo y mis capellanes confesamos mucha gente, que comulgó. [31. Nativitas]. El día siguiente, a 18, después de haber dicho y oído misa, hice confirmaciones y salí para el pueblo de Santa María Nativitas, 32 que hay de camino tres leguas cortas. Llegué a este partido a medio día y me recibió en la parroquia el bachiller Gabriel de Alvarado, hombre docto en la facultad de cánones, buen mexicano (que es la lengua de los naturales deste pueblo). Di la bendición episcopal. Tiene por ayudante al bachiller Francisco Rodríguez de Anaya. A la tarde fui a la ermita de San Miguel, que está del pueblo media legua, donde el ángel se apareció y después ha hecho muchos milagros. Di orden para que se éste en el curso del período colonial. Ixtacuixtlan se hallaba probablemente entre los de origen prehispánico. 32. Nativitas Ichcaquiztlan era cabecera de un altepetl constituido como tal probablemente en la segunda mitad del siglo xvi tras una secesión del altepetl de Ixtacuixtlan. Estaba comprendido en el "gobierno" de Tlaxcala. El que el topónimo nativo de la cabecera (muy raramente mencionado) fuera virtualmente el mismo que el de Ixtacuixtlan evoca el caso de Iztaquimiztitlan/San Juan (que se verá en el curso de la tercera visita), y sugiere que la secesión de Nativitas pudo haberse originado, como la de San Juan, en un caso conflictivo de reubicación o congregación de parte de los habitantes de altepetl. 69 hiciese un santuario para conservación de una fuente de agua que el santo arcángel descubrió. 33 El día siguiente, 19, dije y oí misa e hice la visita y prediqué porque hay mucho número de gente en este pueblo; y la vocación de la parroquia es San Sebastián. Hice confirmaciones estos dos días a [...]. Tiene trece visitas: Santa Bárbara tiene 12 indios casados, San Bernabé 18 casados, San Bartolomé 18 casados, Santiago 37 casados, Santa Isabel 40 casados, San Andrés 50 indios casados, San Damián 14 casados, Santo Tomás 11 casados, San Miguel 46 vecinos, San Rafael 29 casados, San Vicente 10 vecinos, en San Juan 3. 34 Era doctrina de frailes franciscos. A 20 dije y oí misa y a la tarde hice confirmaciones. Allí me salió a ver don Diego de Villegas, gobernador de Tlaxcala. 35 En este pueblo tuve aviso de que había llegado la flota al puerto, donde vino el señor arzobispo don Juan de Mañozca. 36 [32. Topoyango/Zacatelco]. El día siguiente, 21, después de oído misa, salí a Santa Inés de Topoyango, 37 que lo dividí en dos curas, que 33. El es el santuario conocido hoy como San Miguel del Milagro. La tradición sostiene que en 1631 se descubrió en ese lugar un manantial cuyas aguas tenían propiedades curativas. Palafox puso particular interés en fomentar este culto y erigirle una espléndida capilla. Aparentemente se recluyó con cierta frecuencia en este lugar. 34. Santa Bárbara Tamasolco, San Bernabé Capulac, San Bartolomé Tenango, Santiago Michac, Santa Isabel Tetlatlauhca, San Andrés Coamilpa, San Damián Texoloc, Santo Tomás Poxtla, San Miguel Xochitecatitla, San Rafael Tenanyecac, San Vicente Xiloxochitla, San Juan Mixco. Eran localidades integrantes del altepetl de Nativitas. 35. Diego de Villegas y Sandoval era alcalde mayor o "gobernador" de Tlaxcala. No debe confundirse con el gobernador del altepetl de Tlaxcala. 36. Nombrado arzobispo de México. 37. Topoiango en el manuscrito. También conocida como Santa Inés Zacatelco, era localidad integrante del altepetl de Topoyango. 70 son el licenciado don Juan de Sandoval, hombre docto y eminente en lengua mexicana, y el bachiller Tadeo Guerrero, que asiste en la parroquia que está en el mismo pueblo de Topoyango. 38 Esta era doctrina de frailes franciscos, recién quitada, y allí me recibió don Juan de Sandoval. Di la bendición episcopal. Hay muy buena iglesia en este partido. El día siguiente, 22, día de la Magdalena, después de dicho y oído misa, visité la parroquia y prediqué sobre el evangelio del día. Había muchos españoles en este pueblo, labradores. A la tarde hice confirmaciones. En este partido tuve pliegos de Su Majestad y cartas de otros particulares. Hay de Santa Inés a Santa Ana 3 leguas. A 23 dije y oí misa y confirmé a [...] y después de haber comido salí y de camino entré en la parroquia de Topoyango, para reconocer su decencia y culto. 39 [33. Chiauhtempan]. Y aquella tarde llegué a Santa Ana Chiauhtemque era doctrina de frailes franciscos, donde me recibió en la iglesia parroquial (su vocación San Josef) el bachiller Rodrigo Pérez de Gálves, hombre docto en la faculpan, 40 38. Topoyango (San Francisco) era cabecera de un altepetl comprendido en el "gobierno" de Tlaxcala, y compartía más o menos los rasgos que se han explicado para Ixtacuixtlan. La división de la parroquia se pudo haber hecho en atención a un elevado número de feligreses, pero es claro que la intención final era la de consolidar la nueva sede parroquial en otra localidad distinta a la cabecera (donde estaba el convento), aunque naturalmente dentro del mismo altepetl. Esto se verá con mayor contundencia en otros casos que se expondrán más adelante. 39. Se refiere a la otra mitad (evidentemente secundaria) de la parroquia. Su advocación era, al parecer, Santa Ana, y estaba próxima al convento franciscano. 40. Chiauhtempan era cabecera de un altepetl constituido como tal probablemente a mediados del siglo xvi tras una secesión del altepetl de Tlaxcala. Estaba comprendido en el "gobierno" de Tlaxcala. 71 tad de teología y muy buen predicador. Di la bendición episcopal. El día siguiente, 24, hice la visita y prediqué por haber muchos españoles. La cabecera tiene 120 indios casados, el pueblo de San Bernardino 130 indios casados, el de la Magdalena 60 indios casados, el de San Pablo 60 indios casados, el de San Francisco 15 indios casados, el de San Pedro 10 indios casados, el de San Bartolomé 4 indios casados. 41 Y cuatro cofradías en la parroquia, de españoles: las dos del Santísimo Sacramento, una de la Purificación de Nuestra Señora y otra de las Animas. [34. Tlaxcala]. A la tarde confirmé a [...] y salí cerca de la noche y fui a la ciudad de Tlaxcala, 42 donde me recibieron con mucha alegría y ostentación. Fui a la iglesia parroquial (su titular, San Juan Evangelista y San José), que fué la primera doctrina que se removió de los frailes a los clérigos. 43 Me recibieron los curas de aquella parroquia, que son el doctor 41. San Bernardino Contla, La Magdalena Tlaltelulco, San Pablo Apetatitlan o Tepantla, San Francisco Tetlanochcan o Tepanyacac, San Pedro Tlalcuapan, San Bartolomé Coahuizmatlac. Eran localidades integrantes del altepetl de Chiauhtempan. 42. Tlaxcala era la cabecera de un altepetl, gozaba del título de ciudad (otorgado en 1535), y era sede de un alcalde mayor usualmente denominado "gobernador". Era usual designar "provincia" al altepetl de Tlaxcala en su conjunto, aunque también se llamaba "provincia" a toda la jurisdicción del alcalde mayor o "gobernador", que era más extensa. Misma práctica se seguía en Tepeaca. La ciudad de Tlaxcala fue una fundación colonial muy temprana que combinó o absorbió a cuatro supuestas cabeceras de las inmediaciones, aparentemente independientes entre sí, que mantuvieron representación en el gobierno del altepetl. Ya se dijo que el altepetl de Tlaxcala reclamaba una jurisdicción igual a la de la "provincia" y no reconocía la existencia de otros altepetl dentro del él. Estas circunstancias provenían en parte de los privilegios obtenidos por los tlaxcaltecas durante la conquista y en parte, probablemente, de la situación de guerra vivida en la época prehispánica, cuando los varios altepetl de la región han de haber formado alianzas militares frente a los mexicas. 43. Fue en diciembre de 1640. 72 Andrés Sans de la Peña, eminente predicador, el licenciado Diego Muñoz Vallesteros, curas de españoles, y el bachiller Diego de Vaca, que lo es de los naturales, eminente lengua mexicana. 44 El día siguiente, 25, se celebró en la iglesia parroquial la fiesta del glorioso Santiago el Mayor y después de haber dicho yo misa asistí a la mayor, que se celebró con mucha solemnidad y gran concurso de gente. A la tarde hice confirmaciones. Al día siguiente, 26, día de la gloriosa Santa Ana, dije y oí misa en la parroquia y visité todo lo que se acostumbra, cantando los responsos con mucha solemnidad por estar en esta ciudad la capilla de cantores de mi iglesia catedral. Prediqué sobre el evangelio de la festividad dicha en una cátedra bien adornada que se hizo al propósito para este efecto. Hubo gran concurso de gente, que con ser la iglesia muy capaz no cupieron dentro todos. Movióse mucho el pueblo con el sermón. A la tarde hice confirmaciones. El día siguiente confesó y comulgó la mayor parte del pueblo. A la tarde confirmé. El día siguiente, 28, dije y oí misa en la parroquia y mandé se citasen los clérigos para hablarles a solas y promoverles al mayor servicio de Dios. A la tarde, después de haber confirmado, se juntaron los sacerdotes en mi palacio y les hice la plática de que resultó hacer[se] una congregación entre los dichos clérigos, tomando por su patrona a la Virgen Nuestra Señora. Dejéles el orden que habían de tener en sus juntas y congregaciones. El día siguiente, 29, dije y oí misa e hice confirmaciones a [...]. A la tarde fui a una ermita de gran devoción, que se llama Santa María Oco44. Al igual que ocurría en Cholula, la asignación de curas a "indios" y a "españoles" debe entenderse como un arreglo meramente práctico, ya que los curas diocesanos no tenían la limitación canónica de los religiosos. 73 tlan, 45 donde recé el rosario con los de mi familia, que es lo que acostumbro siempre en todos los pueblos para asentar devoción tan loable para los cristianos, lo cual admiten los vecinos de los pueblos con mucha devoción, acudiendo todos para tomar la forma de cómo se reza. [35. Texcalac/Apitzaco]. El día siguiente, 30, después de dicho y oído misa salí al pueblo de San Luis de Apitzaco, que la cabecera se llama Texcalac, 46 doctrina que fue de los religiosos franciscos, de las recién quitadas. Recibióme en la iglesia parroquial el bachiller Melchior Brabo, buena lengua mexicana, que es la de aquel partido. En él tiene por ayudante al bachiller Nicolás de Pedroza. Hay de Tlaxcala a este pueblo cuatro leguas cortas. Otro día, 31, dije y oí misa e hice la visita; y prediqué. A la tarde hice confirmaciones. El día siguiente, 1 de agosto, dije y oí misa y confesó y comulgó alguna gente, y después hice confirmaciones a [...]. 45. Ocotlan era un barrio de la cabecera del altepetl de Tlaxcala. 46. Texcalac (Santa María) era cabecera de un altepetl constituido como tal probablemente a fines del siglo xvi tras una secesión del altepetl de Tlaxcala. Estaba comprendido en el "gobierno" de Tlaxcala. Apitzaco era localidad integrante del altepetl de Texcalac cuya población se consolidó alrededor de un obraje de paños. Aquí se advierte, de manera más contundente que en Topoyango, la práctica de establecer la sede parroquial en una localidad diferente a la cabecera (donde estaba el convento) aunque, naturalmente, siempre dentro del mismo altepetl. Compárese esta práctica con la seguida en la mayoría de los demás casos (Tepeaca o Quecholac, por citar dos ejemplos), donde la iglesia parroquial se establecía al lado de la conventual en la misma localidad. 74 [36. Guamantla]. Después de haber comido salí para Guamantla, 47 donde entré después de noche por haber 4 leguas largas de camino. Recibióme en la iglesia parroquial el doctor don Nicasio Rubio, hombre docto en la sagrada teología. 48 Tiene por ayudante al bachiller José Verriel, buena lengua otomí. Hay en este pueblo otro clérigo sacerdote llamado Melchior Gómez Barrero y otro sacerdote llamado Pedro Ortíz. Di la bendición episcopal y me fui a las casas dedicadas para mi habitación. El día siguiente, 2, por ser día del santo jubileo de la Porciúncula, fui al convento de los religiosos de San Francisco, donde dije y oí misa y comulgué a todos los de mi familia y a otros muchos vecinos de este partido por ser mucho el número de haciendas que hay en él. A la tarde hice confirmaciones. El día siguiente, 3, dije y oí misa en la parroquia y confirmé mañana y tarde. El otro día, 4, hice la visita del sagrario y demás cosas y prediqué sobre el evangelio sint lumbi vesti, etcétera. A la tarde hice confirmaciones. El día siguiente, 5, dije y oí misa y confirmé tarde y mañana. A 6, día de la Transfiguración, que se celebró en esta parroquia con mucha solemni47. Guamantla era cabecera de un altepetl constituido como tal probablemente a mediados del siglo xvi en una zona marginal entre los altepetl de Tlaxcala y Nopalucan. Estaba comprendido en el "gobierno" de Tlaxcala y había sido doctrina franciscana. Dada su ubicación en una zona que en la época prehispánica había sido no sólo frontera de guerra sino también la orilla de una zona despoblada, es probable que fuera producto de los procesos de poblamiento ocurridos tras la conquista, alimentados, en este caso, por población de habla otomí. Palafox llegaba aquí a una zona en la que se desdibujaban los rasgos tradicionales de poblamiento que prevalecían en la mayor parte del altiplano y aparecían modalidades atípicas en la estructura política y social, pero por esta vez ya no continuaría más allá. 48. En 1653, después de la partida de Palafox y cuando el obispado permanecía todavía como sede vacante, este doctor Rubio fue quien recibió la comisión de hacer la visita de los partidos del sur de la diócesis que Palafox dejó sin recorrer. 75 dad con misa cantada, también prediqué este día por haber mucha gente española. A la tarde hice confirmaciones a [...]. El día siguiente, 7, dije y oí misa muy de mañana y salí a recebir, dos leguas deste lugar, al señor arzobispo de México, don Juan de Mañozca, 49 y volví a las once del día acompañándole hasta llegar a la parroquia, donde le hice recibir con palio y lo demás que se les debe a los prelados de la propia diócesi. Aposentóse en las casas que yo estaba antes. Regalóse con todo cuidado y concurrieron a comer en su compañía el inquisidor don Juan de Mañozca, su sobrino, el padre provincial de San Francisco fray Andrés de Artiaga, el canónigo de México don Juan de la Cámara y el secretario de Su Excelencia Juan de Oyos Trancoso. Otro día muy de mañana dije misa, la cual oyó el señor arzobispo, y después salió para Tlaxcala, que hay seis leguas de camino. Y yo me quedé oyendo misa y después salí en el coche, y habiendo perdido el camino el señor arzobispo le llevé mucha ventaja. Porque entendí había ya pasado, estúvele aguardando una legua de Tlaxcala más de tres horas largas, 50 y después de haber llegado le fui acompañando hasta la iglesia parroquial de la ciudad de Tlaxcala. Saliónos a recibir don Diego de Villegas, gobernador de la dicha ciudad, 51 y se hizo en la iglesia lo mesmo que a mí. Después fuimos a comer en casa del dicho gobernador, donde lo hizo con mucho regalo y ostentación. Después 49. Provenía de Veracruz e iba en camino de tomar posesión de su diócesis. 50. Hablando de horas se usaba una expresión similar a la ya comentada a propósito de las "leguas largas". 51. Véase nota 35, supra. 76 me fui a las casas de mi morada y el señor arzobispo se aposentó en las casas reales. 52 Otro día, 9, después de haber dicho y oído misa en mi parroquia, mientras la decía, salió el señor arzobispo para la ciudad de la Puebla de los Angeles, que yo le supliqué fuese a ella, y después salí y le alcancé brevemente, desde donde fuimos juntos hasta que llegamos a la catedral, donde había yo enviado orden se repicase en todos los conventos y le salieron a recibir los capitulares y el clero y le cantasen la oración como a mí. Hice oración y di gracias a Nuestro Señor de haberme vuelto con bien de este viaje. Fuime a mi palacio, donde aposenté al señor arzobispo con la mayor ostentación y regalo que pude. El día siguiente, 10, fue a todos los conventos de religiosas y le fui acompañando a todos ellos. Otro día, 11, salió para la ciudad de México y le salí acompañando hasta la puente. 52. Casas reales eran las del alcalde mayor o, en este caso, el "gobernador". 77 TERCERA VISITA ECLESIASTICA DEL OBISPO JUAN DE PALAFOX: 5 DE FEBRERO A 27 DE JUNIO DE 1646. *** Manual de la tercera visita desta diócesis que hice por mi persona, año de 1646, haciendo también la visita general de el reino por esta parte. Visita eclesiástica del obispado, del año de 1646. Comenzóse a 5 de febrero del mismo año. 1 Partí de la iglesia mayor y fui a ganar el jubileo a los descalzos, 2 día de San Felipe, por la mañana. Llegué a Tlaxcala, que hay cinco leguas, lunes a las cinco de la tarde. Es ciudad ya visitada por mí el año de 44. Aquella tarde fui a visitar las dos ermitas de los hermanos que no visité entonces, 3 que están a dos leguas de aquella ciudad. 1. El texto de este "manual" es el más descuidado e incompleto surgido de las visitas. Tiene no pocos pasajes de difícil comprensión y está plagado de huecos donde debieran aparecer nombres de personas o cifras de individuos confirmados. Comparativamente con los otros textos, éste es más parco en cuanto a datos eclesiásticos. En cambio, tiene más espontaneidad y mayor abundancia de observaciones personales y de comentarios que pudieran llamarse extraoficiales. 2. Se refiere al monasterio de dieguinos (o franciscanos descalzos) de Santa Bárbara, alias San Antonio, que estaba en la esquina de las actuales 3 Norte y 24 Poniente. 3. Se refiere a dos capillas franciscanas, que a juzgar por la distancia y el tiempo referidos pudieran haber sido las de Quiahuiztlan y Tizatlan, localidades integrantes del altepetl de Tlaxcala y, supuestamente, dos de sus cuatro cabeceras fundado- 79 Estaban decentes y devotas, y los ermitaños parecen buenas personas y examinados, a lo que se puede creer andan en verdad. Llevé aquella misma tarde, en volviendo, el viático a un indio ladino que se confesó conmigo muy claramente en español, y acudió todo el pueblo a acompañar el Santísimo. Estáse haciendo la iglesia más capaz y hermosa que lo era, y es menester que se acabe antes de junio y así se lo encargué a los curas. Sonlo en esta parroquia el bachiller Diego Muñoz Ballesteros y el licenciado Diego de Baca, porque el doctor Andrés Sans ya estaba promovido a canongía de Mechuacan. 4 Dejé por vicario de la administración, hasta nombrar propietario, al bachiller Antonio González, cura de Amozoc [al margen:] "ya hizo renunciación", 5 a quien promoví, y su curato lo di en vicaría, hasta que vaque y se pongan edictos, al licenciado Pedro de Medina, cura de Tlacotepec, que es muy util para ascistir junto a la Puebla, ya que el pueblo encomendé al licenciado Berastigui el viejo, excelente lengua chocha: todos tres curas y sus tres tenientes [excelentes también] en lengua mexicana. 6 [al margen:] "nota". En Tlaxcala di orden que se deshiciese una imagen de Cristo Nuestro Señor de plata (de la parroquia) por ser tan desproporcionada y fea, y se hiciese, de la misma cruz e imagen, otra proporcionaras. Inexplicablemente Palafox omitió visitar, o siquiera mencionar, tanto en esta ocasión como en la anterior, una de las doctrinas franciscanas de la "provincia" de Tlaxcala, San Ildefonso Hueyotlipan. Esta localidad era al parecer integrante del mismo altepetl. 4. Son los clérigos que Palafox halló en su visita de 1644. 5. Amozoque en el manuscrito, y más adelante Tlacotepeque. Es el mismo Antonio González Lasso que encontró Palafox cuando visitó Amozoc en 1643. 6. Pedro de Medina es el mismo que se encontraba en Tlacotepec cuando Palafox hizo su visita en 1643. El licenciado Berastigui el viejo podría estar relacionado con el viejo bachiller Verastegui que en ese mismo año era vicario en el ingenio del conde de Orizaba. 80 da y decente; y que la iglesia la acaben para junio deste año de 46. [37. Atlihuetzan/Yauhquemecan]. Salí martes, a 6, de Tlaxcala. Llegué el mismo día a Atlihuetzan, alias San Dionisio, 7 beneficio removido de religiosos a clérigos, de donde es cura el licenciado Andrés de Pastrana, lengua mexicana, ya anciano; tiene condición algo áspera, pero [es] buen ministro y no hubo quejas dél. Aquí visité en forma; eché la bendición solemne en llegando a todos. Hice edicto, para que se lea en todos los lugares de visita, que explica a lo que vengo. Proveí autos de reformación de derechos della, con consulta del padre Lorenzo López. 8 Di ciertas ordenes al bachiller Silverio de Pineda y al doctor Andrés Sans en razón de la respuesta a la alegación de los padres franciscos sobre las doctrinas, para que respondiesen y me las enviasen para verlas y advertir lo conveniente en el hecho y derecho antes de enviarlas a España. 9 Este día, con ocasión de la visita, traté 7. Tambien conocida como San Dionisio Yauhquemecan, era localidad integrante del altepetl de Atlihuetzan. El convento franciscano estaba en Santa María Atlihuetzan, que era la cabecera formal de este altepetl, comprendido en el "gobierno" de Tlaxcala y que compartía más o menos los rasgos que se explicaron para Ixtacuixtlan y Topoyango al comentar la segunda visita. Como en el caso de Texcalac/Apitzaco, aquí también se advierte la práctica de establecer la sede parroquial en una localidad diferente a la cabecera y a la sede del convento aunque, naturalmente, siempre dentro del mismo altepetl. El uso del "alias" sugiere que había una tendencia a mudar de sitio, inclusive, la cabecera del altepetl y hasta a asignar con su topónimo al conjunto del altepetl. 8. De por qué que la visita se anunciaba previamente se habló en las notas de los párrafos introductorios de la Relación. En cuanto a los derechos, se refiere a la parte que los curas debían proveer para costear los gastos de la visita. 9. Esta es una referencia al regateo sobre cuáles doctrinas debían quedar en manos de los religiosos y cuáles entregarse a párrocos seculares. La disputa había adquirido mayor intensidad, y en 1646 Palafox se mostraba mucho más involucrado en el problema que en 1643. 81 de hacer imprimir dos volúmenes, el uno que tuviese todos los artes, el otro todos los vocabularios de lenguas de la Nueva España, para que haya copia de ellas. Y di orden al doctor Sáens que me las vaya juntando, y escribí a los señores obispos minutas de las cartas en esta razón. 10 Es pensamiento que si se logra será muy útil para todas estas provincias. El día siguiente, a 7, hice plática de media hora conforme al pontifical y el padre Lorenzo López en mexicano. Confirmé 376 españoles e indios. Tiene excelentes ornamentos esta iglesia; es beneficio muy recogido y que puede administrarse sin compañero, y los indios están más acomodados que otros. [38. Atlangatepec/Tlaxco]. Partí el mismo día miércoles a 7 y llegué a Atlangatepec, alias San Agustín Tlaxco, 11 removido; beneficio 10. No se sabe si esta propuesta tuvo eco; habrá que investigar en la correspondencia de los obispos. En todo caso, era un asunto que requería tiempo y perseverancia. Desgraciadamente Palafox ya no tuvo tiempo para perseguir su empeño. 11. Atlangatepeque en el manuscrito en ésta y en la siguiente mención. San Agustín Tlaxco era localidad integrante del altepetl de Atlangatepec (también identificado como Atzompan u Ozumba por el nombre de su antigua cabecera). El convento franciscano estaba en San Juan Bautista Atlangatepec, que era la cabecera formal de este altepetl, constituido como tal probablemente a mediados del siglo xvi en una zona marginal entre los altepetl de Tlaxcala y Zacatlan. Estaba comprendido en el "gobierno" de Tlaxcala. El caso de Atlangatepec se asemeja al de Huamantla (tocado en la segunda visita) por su ubicación en una zona que había sido frontera de guerra en la época prehispánica. Esta zona era una franja deshabitada, aunque hay evidencias de que había asentamientos defensivos de otomíes al servicio de Tlaxcala: uno de ellos, al parecer, se derivaba de un antiguo señorío llamado Tliliuhquitepec cuya ubicación no se ha podido precisar. Atlangatepec, siendo "beneficio mexicano" como se dice enseguida, es decir, de habla nahuatl o mexicana, no podría ser el mismo, pero sí podría corresponder a un repoblamiento de la zona después de la conquista. San Agustín Tlaxco era al parecer un asentamiento muy nuevo situado justo en lo que había sido uno de los puntos más conflictivos de la frontera de guerra en la época prehispánica. El uso del "alias" sugiere una tendencia similar a la comentada a propósito de Atlihuetzan. 82 mexicano. Es cura propietario el bachiller Baltazar Méndez, virtuoso y sencillo, buena lengua mexicana, pobre y buen ministro. Visité en forma; hice confirmaciones en que se confirmaron 460. Di orden que se hiciese la iglesia junto a la cabecera de Atlangatepec para que se acudiese a entrambas partes, 12 y lo encomendé al teniente de allí, Juan de Barrientos, que prometió de ayudarlo. Dejéle por ayudante al cura, después de examinado y aprobado, al licenciado [...], buen sacerdote en cuanto parece y buena lengua. Hízose, con toda solemnidad, cuanto ordena el pontifical; prediqué media hora, y el padre Lorenzo López en mexicano. Vine a dormir a Santiago, 13 visita de Zacatlan, y después de hechas confirmaciones a los de aquella visita, que fueron 129 los confirmados. [39. Zacatlan]. Partí viernes a 9 y llegué a comer a Zacatlan, 14 donde es cura propietario el licenciado Diego de la Torre, buena lengua mexicana: sabe algo de totonaco y lo bastante para administrar. En su compañía está otro sacerdote llamado Hierónimo Alvarez: tiene licencia para ser ayu12. El párrafo es confuso y la situación de Atlangatepec no era sencilla. Pareciera que Palafox no quería, en este caso, seguir con la práctica de establecer la sede parroquial en una localidad diferente a la cabecera y a la sede del convento, máxime que San Agustín Tlaxco era apenas una localidad en formación. Por eso parece pedir que se haga "la" iglesia (como si no la hubiera) de modo de servir a "entrambas" partes. Tal vez se hizo una primera parroquia en un punto intermedio, San José Atlangatepec, pero al final de cuentas la localidad que prevaleció fue Tlaxco. El teniente citado a continuación era una autoridad civil. 13. Santiago Chignahuapan. Era localidad integrante del altepetl de Zacatlan. 14. Zacatlan era cabecera de un altepetl adscrito a un encomendero (en esa fecha lo era Antonio de Carvajal) y sede de un alcalde mayor (o corregidor). Había sido doctrina franciscana. 83 dante y se la di para todo el obispado. En el mismo pueblo está otro sacerdote llamado don Lorenzo de Carabajal, hermano del encomendero: es del arzobispado, donde tiene sus capellanías. Es exemplar sacerdote y principal, y ayuda y consuela mucho a españoles e indios, y hace compañía al cura y es buen mexicano. 15 El corregidor es don Diego Bracamonte, caballero calificado de los de Avila. Procede con equidad y amor con los indios y no les es gravoso. Su mujer es muy ejemplar; confesóse conmigo, y otras españolas comulgaron y ganaron el jubileo e indulgencias. Visité en forma. Prediqué gran rato sobre el evangelio del sembrador erit qui seminat, publiqué las indulgencias a los que comulgasen y, con ser pocos los españoles, comulgaron el día siguiente 73 personas y algunos indios y mestizos. Tuve descubierto el Santísimo por ser domingo de carnestolendas. Concerté al beneficiado con don Antonio de Caravajal, encomendero, en razón del salario, y de conformidad despaché mandamiento y es bien que se ejecute. 16 El encomendero y sus hermanos están allí contra ordenanza, pero todos aseguran que no sólo no molestan a los indios de su encomienda, pero los amparan, socorren y conservan, y que en sus enfermedades en tiempos de peste los curan con sus mismas manos y sangran, y los socorren con grande caridad y amor. Son solteros todos y el mayor es rico; se llama don Pedro. Son personas y caballeros de muy buen discurso, cortesía y agrado. Confirmé 15. Se refiere a que hablaba bien la lengua náhuatl o mexicana. 16. En donde había encomendero era obligación de éste cubrir el salario del párroco, que es a lo que se refiere Palafox con estas palabras. Con las siguientes hace notar que los encomenderos tenían prohibido por ley residir en las localidades de sus encomiendas. 84 en este partido 1106 personas. Dejé ordenado que la iglesia se dilatase hacia la parte de la calle que cae a la casa del encomendero para huir del ruido del mesón, y que cierren la puerta que cae hacia el cimenterio del convento y abriesen otra a la calle hasta que los padres entreguen la parroquia. Hay dos religiosos que viven en el convento hasta entregarlo; me visitaron y parecen muy buenas personas. 17 [40. Acaxochitlan]. Salí a 9 y llegué al río, que dista [...] leguas, donde comí en un jacal; y aquella tarde, en Acaxochitlan. 18 Es cura el bachiller Juan de Landa, buen ministro, gran lengua mexicana (sabe algo de la tepegua), aunque no hay indios en este partido [que la hablen], sino mexicanos. Es harto vivo y eficaz, muy plático en toda aquella sierra; tenía allí al licenciado Pedrosa, buen lengua y modesto, para que le ayudase aquella cuaresma. A 8 [sic; debería ser 10], martes de carnestolendas, visité en forma. No había españoles. Predicó el padre Lorenzo López en mexicano lo que le dixe en castellano; es buena la iglesia y pila baptismal, y lo tiene todo con curiosidad y ornato; administra bien. Quejáronseme de que atraviesa la manzana, que es fruto de aquella tierra; no tuvo probanza. 19 Ordenéle por auto 17. Las líneas precedentes son confusas respecto de la ubicación de la iglesia. Parece que la parroquia no tenía todavía un edificio separado de la iglesia conventual (aunque lo tuvo después) y que se estaba buscando una solución provisional. Los frailes residentes permanecieron en su convento. 18. Acassochitlan en el manuscrito. Era cabecera de un altepetl adscrito a un encomendero y comprendido en la alcaldía mayor de Tulancingo. Su encomendero lo era también de Pahuatlan y Azala, que se mencionarán más adelante. 19. Por "atravesar" se entiende acaparar el producto para venderlo con provecho. 85 guarde mis edictos, con apercibimiento. Es bien cuidar deste sacerdote, que es muy hábil y a propósito para ministro si vive corregido. Confirmáronse 547 personas y quedaron los indios muy consolados, como en los demás lugares, de ver las ceremonias pontificales. Desde aquí había 34 años que no habían visto prelado propio ni extraño. 20 Di las órdenes que parecen por la visita y [perma]necio [?] muy bien en aquel pueblo, lugar a donde vino fray Pedro de Salazar, religioso agustino, hermano de don Alonso de Salazar, mi gobernador, chantre de la iglesia, 21 a visitarme y persuadirme que eran y estaban malos los caminos para la sierra, donde ellos tienen sus conventos, de que yo no me di por entendido, diciendo que a donde Dios me puso las ovejas las había de ir a buscar. 22 El conde del Valle, que vive con sus hermanos en Tulancingo, lugar del arzo- 20. Erróneo, porque Alonso de la Mota había visitado Acaxochitlan dos veces, en 1610 y en 1623. Palafox abandonaba aquí las tierras del altiplano para descender hacia las zonas serranas, tal y como lo había hecho al pasar de Tehuacan a Acultzingo casi tres años atrás. Sin embargo, aunque el medio físico era bien diferente al del altiplano, los cambios demográficos en esta parte de las zonas serranas reflejaban más la relativa estabilidad del altiplano que la profunda alteración vivida en las tierras bajas. Consecuentemente, seguiría siendo notable la presencia de elementos de continuidad que se remontaban a la época prehispánica. 21. Posiciones en el cabildo de la catedral de Puebla. 22. Palafox tenía desapego hacia todas las órdenes religiosas, pero frente a los agustinos su sentimiento se agudizó. Más adelante se encontrarán frases muy agrias al respecto de la mayoría de ellos. A diferencia de la mayoría de las doctrinas franciscanas de la diócesis, casi ninguna de las agustinas había sido removida en favor del clero secular. Además, lo que era todavía más grave, los doctrineros agustinos que permanecían en funciones no reconocían la autoridad episcopal, cosa que sí hacían los franciscanos (en Atrizco) y los dominicos (en Itzúcar, Tilapa y Tepapayecan). Un obispo, por tanto, no podía hacerles la visita pastoral, aunque sí presentarse a confirmar a los feligreses. Los agustinos conservaban la administración religiosa de buen número de altepetl de lo que ellos llamaban Sierras Alta y Baja, en parte de las zonas montañosas de lo que son hoy Hidalgo y Puebla. Nninguna de estas doctrinas tenía a su lado un beneficio paralelo de clérigos, ya que tampoco había una población significativa a la que pudieran atender. 86 bispado cuatro leguas deste lugar, vino a visitarme; comió conmigo y, en viéndome, volvióse el mismo día. 23 Enviéle a visitar con don Andrés de Valmaseda, y a sus hermanas, y a unas y a otros escrebí. [41. Naupan]. El miércoles de ceniza la di a todo el pueblo; confirmé unos pocos más y dicha y oída misa partí, entrándome por la sierra, y llegué a Naupan, 24 doctrina de religiosos agustinos deste obispado, donde estaba por prior un religioso mozo llamado fray José González y por su ayudante otro hermano suyo de menos edad, hijos del correo mayor de la Puebla, y ninguno dellos tiene título, colación, ni institución canónica, licencia, ni aprobación mía ni de mi provisor, ni se han presentado, ni otro alguno de toda esta religión, ni obedecido las cédulas y provisiones reales. A esta causa hice auto para no visitar por entonces los beneficios agustinos sino sólo confirmar los indios. 25 Son los de este partido mexicanos y totonacos; confirmáronse 339. 23. Se trataba del conde del Valle de Orizaba, Luis de Vivero, encomendero de Tecamachalco y Orizaba, mismo con el que Palafox se encontró en su ingenio en el curso de su primera visita. Vivía en Tulancingo porque ese lugar se había convertido en un importante emporio agrícola y había adquirido propiedades allí. 24. Tlaupan, erróneamente, en el manuscrito. Era cabecera de un altepetl constituido como tal a principios del siglo xvii tras la secesión de una área con cinco localidades disputada por los altepetl de Acaxochitlan y Guachinango. Se le conocía también como Cinco Estancias. Estaba adscrito al encomendero de este último y comprendido en la alcaldía mayor de Guachinango. 25. Aunque Palafox no realizara visita pastoral en las doctrinas agustinas, que no reconocían su autoridad, los frailes tenían que ofrecerle alojamiento en sus conventos, así fuese de mala gana, porque a falta de parroquias seguramente no había otro lugar adecuado. Palafox tuvo que aceptar con no menos desgano esa situación por más que le resultara incómoda, máxime que de ordinario no se alojaba en las casas de los religiosos. Sólo dos veces lo había hecho (durante su segunda visita) tal vez por no haber otro sitio disponible, y eso fue en los conventos dominicos de Tilapa y Tepapayecan, que 87 Salí deste convento a [...] de febrero y llegué a Guachinango, 26 lugar del arzobispado que es fuerza pasar para entrar en los demás lugares del obispado. Entré jueves en la noche y me aposenté en el convento de San Agustín, donde es prior fray [...]. Pidieronme el alcalde mayor y los indios y vecinos que hiciese confirmaciones por haber tanto tiempo que no había ido prelado, y aunque tengo beneplácito del señor arzobispo lo escusé entonces, por estar actualmente visitando y guardarle este justo respecto. Salí el día siguiente, viernes por la mañana, dicha y oída misa. Y aquí me habló una india principal ladina, hija del gobernador, mujer de don Gregorio Nacianseno, que lo fue muchos años de Tlaxcala. 27 Vive hoy fugitivo por justicia, por graves delitos en que ha sido condenado por la Real Audiencia. Pidióme que diese orden que hiciese vida con ella o la llevara, por estar escondido en Tlaxcala, díxela que hiciese pedimento en forma para proceder, y dixo que acudiría a la Puebla. Deste partido es corregidor don Juan Chavira, pariente de Francisco de Córdoba, mercader de México. 28 sí estaban sujetos a la autoridad episcopal. Para colmo, la mayoría de los conventos agustinos serranos eran pobres y pequeños, incomparablemente inferiores a las grandes construcciones erigidas por ellos mismos en otras diócesis o a los conventos franciscanos de los alrededores de Puebla. Unas y otras circunstancias ayudan a explicar lo agrio de algunas de las expresiones de Palafox que se leerán a continuación. 26. Era cabecera de un altepetl adscrito a un encomendero (que lo era también de Naupan) y sede de un alcalde mayor (o corregidor), pero, atípicamente, no pertenecía al obispado de Puebla: era un enclave del arzobispado de México dentro de aquél. 27. Por ladina se entiende que hablaba castellano. Don Gregorio Nacianseno fue gobernador del altepetl de Tlaxcala de 1613 a 1636. 28. Ver nota 56, infra. 88 [42. Xicotepec]. Llegué a Xicotepec, 29 viernes a 16 de febrero, donde es prior fray Antonio de lo [...], y allí había en su compañía un religioso anciano llamado fray Lorenzo de Valdez, tío del mismo prior, muy buen religioso y anciano, y otro mozo que es ayudante del prior, llamado fray [...]. Es titular de aquella parroquia San Juan Baptista. Los indios son más acomodados que otros; trabajan en hilados, escritorios y en trajinar. Estuve allí el día siguiente confirmando y se confirmaron 675 personas, en que me ocupé sábado 17. [43. Tlacuiloltepec]. Y partí domingo 1º de cuaresma de mañana y llegué a Tlacuiloltepec, 30 donde estaba por cura, con la misma inteligencia, estimación y falta de títulos y lengua, fray Antonio de Torquemada, solo, sin compañero alguno (porque dos religiosos que vinieron allí el uno era de Xicotepec, 31 que nos acompañó, y el otro de Pahuatlan), siendo muy numeroso aquel beneficio. Se confirmaron 128 indios no más, con haber en el partido más de 800 casas y no haber ido prelado desde su fundación a aquel lugar. 32 El religioso obró con poco amor y aquí sucedió el caso de la leña que no la quería dar para la comida por tenerla recogi29. Xicotepec era cabecera de un altepetl adscrito a un encomendero y comprendido en la alcaldía mayor de Guachinango. 30. Tlacuiloltepec era cabecera de un altepetl adscrito a un encomendero y comprendido en la alcaldía mayor de Guachinango. La doctrina abarcaba también a otro altepetl, Papalotipac, del que Palafox hablará más adelante. 31. Jicotepec en el manuscrito. 32. En efecto, fue de los pocos lugares que Alonso de la Mota no tocó. 89 da para sacar el azahar, como él lo dijo, y esto con palabras bien poco decentes y modestas. 33 Es titular de la parroquia San Bartolomé. [44. Pahuatlan]. Estuve el lunes 19 y salí martes 20, y llegué a Pahuatlan, 34 doctrina de los mismos religiosos; prior fray Diego Osorio, religioso modesto y cortés. La nulidad de los títulos de la administración, como los demás. Estuve allí aquel día, y el siguiente, 21, confirmé 324 personas. Es titular de aquella iglesia Santiago el Mayor. [45. Tututepec]. Partí jueves por la mañana. En el camino, que es asperísimo y todo de subidas hasta llegar a Tututepec, 35 está el cirio pascual que de una peña forma la naturaleza, separada de las demás con tanta perfección que aun el pabilo y los granos de inciencio parece que se reconocen y señalan, y allí cerca, enfrente, forman como una iglesia los peñascos, cosa bien notable y digna de reparar. 36 Llegué a 33. El agua de azahar era un producto muy apreciado en la colonia, y su elaboración una importante fuente de ingresos en esta región. 34. Pahuatlan era cabecera de un altepetl adscrito a un encomendero y comprendido en la alcaldía mayor de Guachinango. Su encomendero lo era también de Acaxochitlan y Azala, como ya se vió, de modo que recibía los tributos de los tres altepetl. 35. Xututepec en el manuscrito, en ésta y en la siguiente mención; en las subsecuentes aparece como Xototepec y en la última como Tototepec. Era cabecera de un altepetl adscrito a un encomendero y comprendido en la alcaldía mayor de Tulancingo. No fue conquistado por los mexicas, de manera que conservó su independencia hasta la llegada de los españoles. 36. En la actualidad se conoce a esta peña como Cirio de Pahuatlan. 90 San Agustín Tenango, 37 visita de Tututepec, a donde bajó un religioso que nos recibió. Confirmé allí aquella tarde y por la mañana porque los indios no se cansasen en ir a la cabecera, y fueron los confirmados 224. Y partí en busca de Tututepec, a donde no había subido ningún prelado de los de esta diócesi según la relación de los indios y los religiosos. 38 Llegué a Tututepec viernes a hora de comer. Está en una eminencia altísima. La iglesia parroquial es grande y buena; su invocación, Santa María Magdalena. Los indios del partido son muchísimos y se juzga que llegan a ocho mil, divididos en más de 40 visitas; lenguas mexicana, otomí cerrada y tepehua y algo totonaco. 39 Era prior Juan de Alfaro. Es casa cuyos aprovechamientos pertenecen al padre Mendoza. 40 Los indios han hecho muchos ornamentos y plata; son muy gruesos los emolumentos. Tampoco tienen títulos y en todo están como los demás. Es la administración más perdida y lastimosa de todas porque, sobre no tener títulos, que es lo principal, siendo los indios la mayor parte otomites y tepeguas, y los otros mexicanos, no tienen lengua alguna destas, 41 y siendo más de cuatro mil los que había de confirmación, sólo se confirmaron 514. Para que no viese yo que se hallaban sin lengua llamaron a un religioso que era prior actual de [...], el cual se hizo [pasar por] ministro hasta que él mismo 37. Era localidad integrante del altepetl de Tututepec. 38. Alonso de la Mota tampoco estuvo en este lugar. 39. Tututepec era un altepetl extenso y complejo de cuya historia colonial se conoce poco. 40. Está por aclararse a qué y a quién se refirió Palafox con esta frase, pero tal vez estaba previendo el establecimiento de un beneficio secular. 41. Quiere decir que los frailes del lugar no contaban con nadie que las hablara. 91 confesó que no lo era; disimulé en todo y formé el día siguiente el auto secreto que está en la visita. Este beneficio, si se remueve a los religiosos, es forzoso dividirlo en tres: uno que haga la cabecera, Tututepec, con diez o doce visitas; otro, San Agustín Tenango, con otras tantas de tierra fria; otro para los restantes de tierra caliente. Está llena de idolatría; no oyen misa sino una vez al año. Es gravísimo el escrúpulo que debe causar de ver esto así; avisaré a Su Santidad. 42 Celebré órdenes en aquella iglesia, sábado, segunda semana de cuaresma, día de San Matías, a un sacerdote clérigo y quince padres dominicos. 43 Lunes por la mañana partí en busca de Ilamatlan, 44 y llegué a Apulco, 45 estancia de Diego Flores de Sierra, jurisdicción del arzobispado, y en ella me recibió con gran gusto y comedimiento don Juan de Llano y Meras, hierno de Diego Flores. Pidiéronme aquellos indios que los confirmase por estar en aquella tierra donde no tenían esperanza de ver prelado y, usando del beneplácito del señor arzobispo, lo hice por ser tan pocos y hallarse a donde era con42. Lo que ocurría tras esa situación que tanto escandalizó a Palafox, y lo que la explicaba, era que Tututepec estaba en una posición marginal dentro de la geografía colonial, no sólo porque su pasado prehispánico lo había mantenido apartado de México, sino porque esta era una región en la que casi no había habido penetración española ni habían cambiado muchas de las condiciones sociales y económicas previas a la conquista. El contraste con Tlaxco, por ejemplo, no podía ser mayor. 43. Extraño, que frailes dominicos se desplazaran a regiones tan apartadas a las que les eran habituales. 44. Itamatlan en el manuscrito. 45. Se trataba de una pequeña localidad de la alcaldía mayor de Tulancingo, difícil de identificar con la que hoy día lleva ese nombre en vista de que, para que así se hiciera, habría que suponer que Palafox hizo un largo e innecesario rodeo. Además, el actual Apulco es muy accesible y está casi inmediato a Tulancingo. 92 tingente que en muchos años no llegase prelado. Pasé el día siguente. A 27 de febrero, martes, llegué a Hueyacocotla, 46 beneficio del arzobispado. Pidiéronme confirmaciones; hícelas por la razón referida. [46. Ilamatlan]. De aquí partí el día siguiente, a 28, y comí en un jacal en el monte, a donde vino el prior de Sacualtipan, 47 en el arzobispado (de 27 años de edad, y yo le ordené de sacerdote), a visitarme; convidéle a comer. Llegué aquella noche a San Mateo Tlazontepec, visita de Ilamatlan; confirmé allí por la mañana 26 personas y llegué a comer a San Bartolomé Chochotla, visita del mismo beneficio. 48 Aquí salieron dos sacerdotes del arzobispado, llamados doctor Francisco de Fuentes y licenciado Ontiveros, a visitarme, y fueron conmigo dos o tres beneficios y parecen modestos y virtuosos. El camino desta visita es peligroso y aquí se precipitó aquel día un caballo y un mozo vecino de aquella sierra; sacáronle muy lastimado, pero curóse y mejoró según me dijeron. Llegué a Ilamatlan, 49 doctrina removida de frailes agustinos a clérigos siendo yo virrey. Y el beneficiado es el bachiller Gerónimo López, sacerdote modesto, humilde y bien entendido. El día siguiente hice 46. Hueyacocotla (San Pedro) era cabecera de un altepetl y sede de un alcalde mayor. Era doctrina de clérigos del arzobispado de México. 47. Sacualtipan era cabecera de un altepetl surgido a fines del siglo xvi tras una secesión del altepetl de Metztitlan. Estaba comprendido en la alcaldía mayor de Metztitlan y era doctrina agustina. 48. Tlazontepec y Chochotla eran localidades integrantes del altepetl de Ilamatlan. 49. Ilamatlan (Santiago) era cabecera de un altepetl adscrito a un encomendero y comprendido en la alcaldía mayor de Hueyacocotla. 93 la visita con toda la solemnnidad. Confirmé y dejé orden, por ser tan estrecha la iglesia, que en la diciplina que suelen hacer los indios en la cuaresma se repartan los días viernes para indios y miércoles para indias, por ser mayor decencia; dejáronsele otros órdenes que constan de la visita. Es titular desta parroquia Santiago el Mayor. Dejéle tambien orden para que si le pidieren dos o tres visitas que administra del arzobispado pida las que los frailes administran del obispado, y no entregue las unas sin que le den las otras, diciendo que es orden mía, para que en todo se proceda con con justificación. 50 Confirmé en este partido 267, y dejé orden que hiciesen casa a doña Catalina, la india principal que dió la suya para hacer [la] iglesia, y me lo ofrecieron el cura, alcalde mayor y los indios. [47. Chicontepec]. Sabado 3 de marzo salí deste pueblo y llegué a comer al río, 51 ocho leguas largas, jurisdicción de Chicontepec, y aquella tarde a dormir a Chicontepec, 52 donde es cura beneficiado antiguo, del tiempo del señor don Diego Romano, el bachiller Ramiro de Morales, buena persona y ministro muy acomodado de hacienda. Sustenta muchos 50. La administración religiosa de esta zona marginal era tenue e imprecisa. Es comprensible que hubiera puntos débiles en la delimitación territorial de los partidos o beneficios, y de hecho la parroquia de Ilamatlan estaba desprendida del resto del obispado y formaba un pequeño enclave dentro del arzobispado de México. Pero sin duda Palafox se dejaba llevar por apreciaciones poco racionales al mezclar un asunto de linderos con otro de frailes. 51. Seguramente el río Tlacolula o del Encinal. 52. Chicontepec (también identificado como Tzicoac por el nombre de su antigua cabecera) era cabecera de un altepetl adscrito a un encomendero y comprendido en la alcaldía mayor de Hueyacocotla. Había experimentado un proceso de reestructuración bastante profundo, que incluyó el desplazamiento o la sustitución de su cabecera. 94 pobres sobrinos y ha puesto en estado a otros; tiene la parroquia y la administración lucida y rica. No usa de teniente ordinariamente, sino que a los que se hallan con licencia para administrar los ocupa lo más del año. Y cuando el beneficio es grande no es conveniente esto, pues por el ahorro del beneficiado puede padecer la administración, y así es necesario remediarlo, como lo haré en éste y otros beneficios, o enviándoles teniente, o que ellos me propongan el que les pareciere más conveniente. Aquí se confirmaron 815 personas. Prediqué día de San Casamiro sobre el evangelio sint lumbi vestri precinti. Hay pocos españoles. Es titular de aquella iglesia Santa Catalina Martir. Escogí dos sobrinos del beneficiado, uno para el colegio de San Juan y otro para el de San Pedro, por ser lenguas mexicanas y parecer de buenas inclinaciones. 53 Partí martes, 6 de marzo, a comer a una hacienda de un compadre del beneficiado y a dormir a otra bien desacomodada, habiendo caminado desde que entré en la sierra hasta que salí setenta y seis leguas de ásperas montañas, malos pasos y caminos al parecer inacesibles, siempre entre neblinas y muchos precipicios, Dios sea bendito, sin que sucediese desgracia en la familia y con salud y alegría, y sin usar de los indios sino de las mulas. 54 53. Se trataba de jóvenes que se propuso llevar a estudiar a Puebla. Palafox tenía interés especial en este asunto. Recién en 1644 había fundado el colegio de San Pedro para recibir a muchachos de 11 a 17 años, y reorganizado como seminario el de San Juan, destinado a los mayores. 54. Esa noche en una hacienda "bien desacomodada", seguramente un exiguo rancho, fue la primera que pasó Palafox fuera de una localidad bien establecida durante todos sus recorridos. El hecho corresponde no tanto a que se tratara de una región montañosa, sino a que Palafox entraba, por primera vez, a aquellas áreas bajas y calurosas donde el descenso demográfico ocasionado por las epidemias del siglo xvi había sido más acusado. Dejaba atrás el entorno relativamente estable de las zonas serranas para 95 [48. Tamapache]. Y el día siguiente, a 7, partiendo a las dos de la mañana, llegué a decir misa a Tamapache, 55 lugar de indios mexicanos cuyo beneficiado es el licenciado Francisco Adame, de más de 34 años de edad, bien entendido y predicador en entrambas lenguas. El partido es muy bueno, bastantemente numeroso de indios, aunque las vejaciones de los alcaldes mayores los despueblan. 56 La iglesia buena y el retablo; la invocación, de Santiago y San Vicente Martir, por dos barrios de las invocaciones. Los indios, dóciles y que me cobraron mucho amor. Prediqué y visité, y comulgaron los más de los españoles y quedaron consolados. Diles órdenes que parecen por la visita, y para hacer de un vaso grande pesado de plata tres que había menester; y es bien que se haga luego y que pongan dosel sobre el altar. Aquí hay un pobre hidalgo llamado Fernando de Cuebas y Súñiga, el cual tiene una mujer principal y cinco hijas donpenetrar en otro donde, de manera muy contrastada, tendría ante sí evidencias cada vez más conspicuas de la persistente dislocación de las estructuras prehispánicas. Pronto se verá que el panorama social y económico que habría de envolver a Palafox en sus próximas jornadas era muy diferente. La última frase hace referencia a que no hubo necesidad de emplear a personas como cargadores, de lo que en esos tiempos todavía se abusaba mucho. Palafox anota esto intencionadamente. 55. Tamapache (identificado también como Moyutla, por el nombre de su antigua cabecera) era cabecera de un altepetl adscrito a un encomendero y comprendido en la alcaldía mayor de Guachinango. Tamapache había surgido como cabecera probablemente a principios del siglo xvii a partir de la recomposición o la concentración de su propio altepetl y otros vecinos una vez que la curva demográfica se estabilizó. 56. Los corregidores o alcaldes mayores de Guachinango fueron notorios por diversos actos de corrupción. Se contaron entre los más conspicuos en imponer "repartimientos" o comercio forzoso, práctica que les permitía sacar provecho usurario de sus operaciones mercantiles. Don Juan de Chavira, mencionado por Palafox sin comentario alguno páginas arriba, seguramente tenía mucha vela en el entierro. Palafox, en el siglo xvii, conoció de estos males cuando todavía no eran tan frecuentes y extendidos como en el siglo siguiente. 96 cellas en casa. Vive con grande necesidad; tiene entre otros un hijo sacerdote llamado don Nicolás de Súñiga, a quien es bien acomodar para que él ampare a sus padres. Dile licencia para ser teniente de el cura de allí. Sus hermanas viven con virtud y recogimiento, y si se pueden acomodar estas doncellas será servicio del Señor. Aquí vive Francisco Márquez Saboyano, soltero, hombre acomodado, virtuoso y caritativo; es muy cuerdo y amparo de los pobres de aquella tierra. Holgué mucho de conocerle y es bien conservarle por el mucho bien que hace y puede hacer a los pobres. [Al margen:] "Nota". (Aquí se erró el itinerario, porque de Chicontepec había que ir a Xalpantepec, 57 de allí a Tamapache, y de allí a Tamiagua, y vuelto a Tamapache ir a Papantla, con que se escusaría el rodeo que se causó por no hacerlo.) 58 57. Chicontepeque y Xalpantepeque en el manuscrito, e igual en las siguientes ocasiones en que aparecen estos nombres. 58. La apreciación no era correcta, ya que de uno u otro modo Xalpantepec habría quedado desviado (aunque Palafox se hubiera evitado el trabajoso episodio de la mesa de Tusapan que referirá después). En cambio, habría sido más fácil hacer la visita desde Tlacuiloltepec. Es tentador pensar que el fraile residente en este lugar, con el que Palafox tuvo evidentes roces, se desquitó del obispo no informándole o informándole mal sobre el camino a seguir. Como quiera que fuese, en esta región poco poblada las parroquias estaban más espaciadas y las distancias entre ellas eran mayores. También los caminos eran seguramente más difusos o inciertos, menor la compañía o el apoyo que podía recibir el cortejo del obispo, menos lucidos los recibimientos y más pobres los alojamientos. La imprecisión del manuscrito en este punto se continúa con unas líneas que aparecen a continuación haciéndolo incomprensible, siendo que su lugar correcto debió ser un poco más adelante. En esta edición se han colocado en el sitio debido, marcándolas entre líneas diagonales. 97 [49. Tamiagua]. De aquí fui viernes, madrugando mucho, dicha y oída misa, a la hacienda de doña Mariana de las Casas a comer, y aquella tarde a dormir a Tamiagua, 59 7 leguas de Tamapache, //donde es beneficiado el licenciado don Francisco del Castillo; son españoles. Los indios, es su propia lengua guaxtecos, aunque todos muy ladinos y hablan y entienden la mexicana y castellana; son muy pocos, no llegan a cincuenta casas.// Visité sabado día siguiente y prediqué más de una hora; confesóse casi todo el pueblo, confirmé, y a la tarde volví a confesar mucha gente y los sacerdotes que conmigo venían. Domingo, día siguiente, dixe misa cantada, solemne; comulgaron muchos y predicó el padre Lorenzo López el sermón de los panes, y muy bien. A la tarde volví a confirmar. Después salí a bendecir el río, por la pesca, a instancia de los armadores, y lo pasé y llegué a caballo hasta el Mar del Norte. 60 Volví de allí a la iglesia aquella misma tarde a confirmar y después a confesar hasta las ocho de la noche. Asenté los diezmos del 59. Tamiagua (Santiago) era cabecera de un altepetl (o una corporación equivalente, probablemente de origen colonial temprano) adscrito a un encomendero y comprendido en la alcaldía mayor de Guachinango. Los huastecos desarrollaron estructuras políticas menos complejas y estables, no necesariamente equivalentes a los altepetl, aunque los españoles, sirviéndose de las encomiendas, parecen haber propiciado o difundido la adopción del modelo dominante en el altiplano o las zonas serranas. Aunque muy desdibujada o debilitada como tal, Tamiagua albergaba una de las dos estructuras políticas de origen prehispánico que subsistían en la virtualmente despoblada zona costera (la otra era Tuxpan). Otros altepetl vecinos habían desaparecido totalmente: sus pocos sobrevivientes emigraron o quedaron dispersos en pequeños asentamientos demasiado pequeños para sostener una organización compleja. Muchos espacios fueron ocupados por criadores de ganado e individuos de origen africano, que a mediados del siglo xvii eran demográficamente dominantes. 60. Más que de un río, se trataba de la laguna de Tamiagua. Los armadores eran aviadores que financiaban la pesca y el comercio de sus productos. 98 pescado, en que estaban antes resistentes los armadores, y hizose escriptura sobre ello. 61 Dejé ordenada hermandad en razón de su patrón de los pescadores, San Juan Evangelista, y para su culto y reverencia quedó asentado que de lo que cada uno suele dar a los demandantes de religiones y hospitales se separase la cuenta, parte para el culto y reverencia de San Juan Evangelista, y le hicieran altar y retablo decente; y nombré mayordomo al más hábil y despierto. Este beneficio es muy trabajoso en su administración porque no hay indios en el pueblo y les hacen venir a él a las cargas, y no sirven las comodidades de tener cerca su cura. Y si se pone cura sólo a los indios no pueden sustentarlo, y si no se les pone se quejan instantáneamente de que les ascisten como si no le pagasen, y les pagan su ración como si les ascistiese. Y un beneficiado sólo de Tamiagua no puede sustentarse sin la ración de los indios. 62 Y así es necesario poner un sacerdote modesto, humilde, que se contente con su pobreza y tenga consigo otro sacerdote con quien se parta y divida la administración y el trabajo y la comodidad, con esperanzas de tener la mayor; el uno esté con los indios, el otro con los españoles. Llevo memoria para darle al cura que viniese y la orden que ha de tener en ello. Algunas cosas que había que remediar lo dejé a mayor ocasión, así por ver lo que obraban con la gran copia de confesiones que había hecho, como con el tiempo de la semana santa, y poner cura que los trate con mayor amor por cuya mano se hagan con mayor eficiencia y devoción, 61. Por lo regular sólo los "indios", es decir, los tributarios, estaban exentos de pagar diezmo por los productos que obtenían. 62. Frases no comprensibles del todo, pero se entiende al fin y al cabo que el problema era que sería bueno, pero incosteable, poner otro párroco en algún lugar vecino. El hecho es que en toda la costa del obispado hasta Veracruz no había ningún otro. 99 porque al cura presente más lo miran como enemigo que como a padre. Madrugué a las tres, dije misa y ya había gente en la iglesia; confesaron y comulgaron otras veinte personas. Aquí hay un sacerdote viejo llamado [...]; dile licencia para confesar. En este lugar elegí una colegiala llamada [...] para el colegio de las niñas, hija de doña Mariana de las Casas, pobre viuda a quien y otras hijas es bien amparar, y dos niños de diez a doce años hijos de don Benito y doña [...] Mogollón Cavallero, honrados y virtuosos, que di al licenciado Cristobal Díaz de Anaya [para] que les enseñase lengua hasta catorce años que entrasen en el colegio. 63 Partí aquella mañana sin parar en el camino. Llegué a las 12 del día a Tamapache, donde escogí otro niño llamado don Fernando de Sayas, hijo de don Alonso de Sayas Islava, natural de Ecija, y de doña María Baldolomar y Saldaña, para que me lo críe un beneficiado y le enseñe a leer y escribir y lengua totonaca, y que entre en el colegio, porque éste es el mayor medio para hacer lenguas, ayudar a las casas principales y dar buen cobro de la juventud. 64 En Tamapache volví a confirmar. Los confirmados fueron [...]. De aquí, muy de mañana, partimos martes a 13 a Cicuaque, 65 cuatro leguas, hacienda de Francisco Márquez, 63. La niña y los dos niños deben sumarse a los dos muchachos que Palafox recogió en Chicontepec. El colegio de niñas de Puebla era el de la Concepción o de las Niñas Vírgenes. Doña Mariana de las Casas debió haber sido la misma de la hacienda citada líneas arriba. Cristóbal Díaz de Anaya era el beneficiado de Olintla, que figurará páginas más adelante. 64. Con éste eran seis los menores recogidos por Palafox. 65. Ciquaque en el manuscrito. Con reservas, este lugar podría identificarse con Tzicoac, localidad asociada a Chicontepec que fungía como cabecera de ese altepetl 100 donde me detuve despachando a la Puebla y México diversas cartas y órdenes. Dio a la iglesia Francisco Márquez una escriptura que le debían de dos mil y cien pesos para la fábrica material. 66 [50. Xalpantepec]. A la mañana partí a decir misa a Tliguetlan, 67 visita de Tamapache, cinco leguas, donde confirmé a [...] y hice otros despachos; y entre ellos las trece prefecturas del obispado, en cuya forma y ejecución consiste su buen gobierno. 68 De Tlihuetlan a Huitzilpopocatlan, 69 7 leguas; lugar calientísimo, de totonacos, visita de Xalpantepec. 70 Y dicho misa me recojí, y confirmé a la tarde, y el día siguiente, viernes, fui a Xalpantepec, 71 ocho leguas, a decir en los años de la conquista. De ser así, el hecho de que en 1646 el lugar correspondiera a una hacienda sugiere que la antigua organización había desaparecido al tiempo que el topónimo era rescatado por un nuevo y aislado ocupante del sitio. Se observará que las haciendas de estos rumbos ni por asomo se asemejaban a los establecimientos sólidos y populosos que Palafox visitó en las cercanías de Orizaba y vería en Xalapa. Por aquí Palafox tuvo que haber cruzado el río Tuxpan. 66. Se refiere a un donativo para la construcción de una iglesia, y es obvio que se refiere a la catedral de Puebla. Palafox ya se había referido a este personaje al hablar de Tamapache. 67. Tliguetlan (Atlihuetlan en la siguiente mención), o Tihuatlan, era cabecera de un altepetl aparentemente adscrito a un encomendero y comprendido en la alcadía mayor de Guachinango. Tuxpan estaba en una posición similar y también debió haber sido visita eclesiástica de Tihuatlan, pero Palafox no lo menciona. 68. En la Relación no hay más datos que aclaren este asunto. 69. Huitzilpopocatlan era o había sido cabecera de un altepetl (identificado también como Tezapotitlan y/o Atla-Metateyuca) distinto a Xalpantepec, pero en lo eclesiástico dependía de la parroquia de este último. Se trataba de un altepetl casi despoblado que poco después desapareció. 70. Jalpantepeque en el manuscrito en ésta y las tres ocasiones siguientes. En las demás es Xalapantepeque. 71. Xalpantepec era cabecera de un altepetl (estrechamente asociado a su vecino Pantepec) comprendido en la alcaldía mayor de Guachinango. 101 misa y oirla, andando de media noche abajo. Toda esta tierra, de Chicontepec a Tamiagua y de allí a Tamapache y Xalpantepec, hasta Papantla, es feracísima de caza mayor, señaladamente venados, que los veranos es gran número, y de faisanes y gallos y gallinas de la tierra, y toda ella es fertilísima de árboles y yerbas, y una fruta que llaman chico zapotes, particularmente desde Tamapache a Huitzilpopocatlan. Está Xalpantepec sobre una serranía muy alta a la punta de un cerro, de suerte que hace forma de cuchillo, de donde es fuerza salir por la misma parte que se entra. 72 Es beneficiado el licenciado Diego de Peralta. Hay tres lenguas en el partido: totonaca, tepegua (y estas dos sabe el beneficiado), y algunos otomíes advenedizos que se huyen de los frailes agustinos, para los cuales le ordené pusiese teniente que supiese esta lengua. Llegué viernes 16 y dije y oí misa y a la tarde hice confirmaciones; y el sábado siguiente por la mañana hice una breve plática y volví a confirmar después della. Y a la tarde predicó el padre Lorenzo López, y el mismo sábado a la tarde hice juntar los niños y que dijesen la doctrina delante de mí, y que mejorasen de sitio, que conservan aquí y en algunas partes los aullidos de su gentilidad. Y el siguiente domingo formé la visita y dejé algunos órdenes que parecerán por los autos, y entre otras que se hiciese tabernáculo y se comprase órgano y mejorase el retablo del altar mayor. El titulo de la iglesia es San Bartolomé. Los indios son buenos, aunque muy vejados de los alcaldes mayores, 73 y siempre que los traten 72. Se conoce al lugar como mesa de Jiliapan. 73. Se refiere nuevamente a los de Guachinango. Ver nota 56, supra. 102 con amor y sin codicia acudirán muy bien a su iglesia y a la paga de sus tributos reales. Aquí está don Francisco de [...], un indio principal y ladino; habla en castellano y me pidió licencia para tomar mi apellido y sobrenombre, y aunque lo rehusé puede ser que venga en ello, exhortándole que acuda al servicio de Dios y bien de la iglesia. 74 El trato desta tierra es algodón y hacer mantas, como casi en todo lo restante de la sierra; también tienen milpas de tabaco. A este pueblo vinieron los indios de Papalotipac, visita de las de Tlacuiloltepec (beneficio que sirven los frailes agustinos en este obispado de quien hablamos arriba), 75 pidiendo que en todo caso los agregase a Xalpantepec por estar a siete leguas de su cabecera y a menos de una de Jalpa [sic], y no poder sufrir tampoco las vejaciones y molestias del religioso doctrinero. 76 Y aunque vi que tenían razón y que era necesario, hice recebir información sobre ello--rehusé el hacerlo--y escrebir al señor virrey por no revolver humores hasta que se pueda hacer con toda paz y conformidad. Domingo a la tarde, 18, después de haber hecho confirmaciones, partí de Xalpantepec en busca de Papantla por la mesa de Tusapan. 77 Y habiéndonos dicho que había 74. En la época colonial el uso de apellidos no se restringía exclusivamente a señalar pertenencia a un linaje. Había cierta libertad para escoger uno específico. 75. Papaloticac y Tlaculoltepec en el manuscrito. Papalotipac era cabecera de un pequeño altepetl comprendido en la alcaldía mayor de Guachinango. 76. No era raro que un altepetl carente de parroquia o curato propio pidiera un traslado semejante, prefiriendo por diversas razones estar asociado con un vecino que con otro. También era frecuente que un asunto de éstos fuera motivo de discordias y desavenencias, pues no todos los interesados compartían el mismo deseo de cambio. 77. Se le conoce también como mesa de San Diego o de Zanatepec. Al hacer su desvío hacia Xalpantepec, Palafox había penetrado al ambiente más estable de las estribaciones de la zona serrana que había dejado días atrás luego de visitar Chicontepec, 103 sólamente seis o siete leguas, hallamos muy cerca de once, caminando por atascaderos, monte[s] cerrados y peñascos toda aquella noche, hasta las dos della, donde seis de nosotros y yo entre ellos caímos con las mulas, y algunos de los criados se quedaron en el monte por no poder llegar. Pasólo la familia con grande descomodidad aquella noche por no haber hallado camas ni bastimento ni otra alguna comodidad. El día siguiente fue día de San José. Dije misa allí mismo y descansé todo él. Y comencé la primera epístola monitiva [sic ¿monitoria?] a los beneficiados del obispado, que comienza "seis años ha", etcétera, hasta la mañana al amanecer, 20 deste mes, que habiendo dicho y oído misa y confirmado 38 indios y españoles, 78 caminamos seis leguas por buen camino, aunque algunos montes no estaban abiertos, hasta Cuauhcintla, 79 visita a cuatro leguas de Papantla y de aquella administración: su título, Santiago el Mayor. Hice una breve plática aquella tarde y díjola tambien en totonaco [...] Cano, teniente de cura de Papantla. Confirmé 159 personas. Son treinta casas de indios, muy congregados. En acabando las confirmaciones hice juntar los niños y que dijesen las oraciones delante de mí; dijeronlas en totonaco. Hice allí noche y por la mañana dije misa y la oí; y volví a confirmar siete personas y partí al pueblo de Papantla. pero acto seguido retrocedió de nuevo a las tierras costeras. Justamente en este punto entró en una de las zonas más afectadas por el desplome demográfico del siglo xvi. Fuese por esa u otra razón, desde fines de ese siglo era una área casi completamente despoblada. 78. Tal vez criadores de ganado, algodón o vainilla, que solían pasar temporadas viviendo en rancherías en el monte. 79. Quauhcintla en el manuscrito; hoy Coatzintla. Era localidad integrante del altepetl de Papantla. 104 [51. Papantla]. Papantla es lugar de españoles e indios, y déstos más de 700 tributarios. 80 Fui recibido con regocijo y consuelo de unos y otros. Di la bendición episcopal solemne; leyóse el edicto breve. A la tarde hice confirmaciones a 1392 y una breve plática; el beneficiado Baltasar Risueño [habló] en totonaco. A la mañana hice la visita con toda solemnidad. Prediqué largo a los españoles e indios, que muchos dellos entienden el castellano; acabáronse los oficios cerca de la una. A la tarde predicó en mexicano el padre Lorenzo López; luego confirmé 538 personas y, acabadas, me puse a confesar hasta muy de noche. Los demás sacerdotes también confesaron. El día siguiente comulgaron muchos españoles. Es virtuoso, docto y humilde el beneficiado, y muy desinteresado con los indios y españoles, y así está pobre: es muy a propósito para una prebenda. Viernes a la tarde hubo procesión. Hizose con mucho orden. Fui a una ermita, de donde traían la imagen de Cristo Señor Nuestro a la iglesia. En ella quedaron muchos indios e indias diciplinándose, y después hicieron lo mismo otras entre tanto que se decía el miserere con grande sencillez y humildad, en las espaldas, y algunos niños y niñas, que esto era de grande edificación. Hice juntar despues a los niños; dijeron delante de mí la doctrina. Están bien doctrinados, y todo aquel beneficio bien instruido, y el cura bien quisto. Aquí es el fruto tablas, mantas y pescado, aunque no tanto como en Tamiagua, y reducido sólo a dos 80. Papantla (Santa María) era cabecera de un altepetl y sede de un alcalde mayor. Aunque rodeada por zonas casi deshabitadas era un centro importante de población, probablemente nutrido por sobrevivientes o emigrados de localidades desaparecidas de gran parte de la región costera. 105 pescadores, que son don Juan de Miranda y una viuda llamada [...]. Por no estar allí don Juan no dejé asentados los diezmos. Vive en este lugar doña Mariana de Vargas, criada de mi señora la marquesa de Alcañices y mujer de don Juan de [...], que estaba ausente. 81 Es muy virtuosa y merece que se le ampare en cuanto se le ofreciere. En este lugar está un indio cantor y fiscal llamado don Francisco, a quien dió la vista San Miguel de Nativitas. Es el que [...] todo lo que es de la iglesia y devoción. Son buenos indios aquellos. [52. Comalteco y Jonotla]. 82 [Al margen:] "En 24". Sábado de ramos fui a comer a un jacal cerca de un arroyo, a seis leguas, y a la tarde pasé el río, 83 y llegué a San Juan Baptista Comalteco, otras tres leguas, lugar congregado de los indios que se han huido de frailes; formóse siendo yo virrey y con orden mía. 84 81. Alcañires en el manuscrito. Por criada se entiende que era persona allegada a los marqueses de Alcañices. El título pertenecía a la prominente familia vallisoletana Enríquez de Almanza, misma de la que provino el cuarto virrey de México, Martín Enríquez. 82. La sede oficial del beneficio era y siguió siendo Jonotla, pero en 1646 el párroco residía por alguna razón en Comalteco. Téngase presente la complejidad demografica de la zona. 83. El río Necaxa, ya unido al Laxaxalpan. 84. Comalteco era, como se ve, fundación reciente, y está implícito que había adquirido la organización corporativa equivalente a un altepetl. Aunque Palafox atribuye el origen de Comalteco a los problemas con los agustinos, no es menos cierto que esta zona pasaba por considerables transformaciones sociales y demográficas. Individuos de muy diversa extracción social desparramados por los montes tendían a agruparse y a buscar los beneficios de una organización corporativa. El fenómeno se habría de repetir en varios sitios del rumbo en las décadas por venir. De hecho, Palafox estaba abandonando la zona más fuertemente afectada por el desplome demográfico y regresaba finalmente a las zonas serranas. En este punto en particular pasaba por una parte donde se estaba viviendo un activo proceso de repoblamiento y recomposición de estructuras so- 106 Es muy buen pueblo: tiene más de cien casas, los indios son ricos; vanse aficionando mucho a la iglesia. Es beneficiado don Gonzalo Gallegos; ayudante, Alonso de Villalobos. El domingo de ramos, que fue el día siguiente, hice la procesión alrededor de la iglesia, habiendo bendecido las palmas y ramos, y los indios e indias iban echando en el suelo las tilmas y mantas que traen puestas para que pasase sobre ellas. Confirmáronse 320 personas. Es juntamente beneficiado de Jonotla, Zozocolco y Chumatlan, que son tres cabeceras, 85 don Gonzalo Gallegos, buena lengua mexicana y totonaca; los trata bien y sus iglesias las tiene decentes y adornadas. [Al margen: "En 25".] A la tarde partí a Chumaotra de las cabeceras de Jonotla, dije misa y la oí (dista tres leguas; pasóse dos veces el río grande) el lunes santo en la parroquia. Es la advocación de Nuestra Señora de la Natividad. Confirmé por la mañana 324 personas, y a la tarde, habiendo confirmado otras 23, partí a Zozocolco, 87 y llegué media hora de noche. [Al margen:] "26". Está dos leguas de distancia de camino de subidas y bajadas y, para subir al pueblo, una subida de pedregales. Es la parroquia de la advocación de San Miguel. Confirmáronse tlan, 86 ciales y corporativas. Más adelante encontraría su entorno mucho más densamente poblado, con localidades más compactas y estables. Los altepetl y curatos ya no serían pocos y distantes entre sí, sino muchos y muy próximos, tanto o más que en ninguna otra parte del obispado. 85. Véanse notas 86, 87 y 110, infra. 86. Chumatlan era cabecera de un altepetl adscrito a un encomendero y comprendido en la alcaldía mayor de Papantla. Su encomendero lo era también de Mecatlan y Coahuitlan, que se mencionarán más adelante. 87. Zozocolco (por otro nombre Tonatico; hoy Zozocolco Viejo o de Hidalgo) era cabecera de un altepetl comprendido en la alcaldía mayor de Papantla. 107 en este pueblo 1434 indios. Tiene esta iglesia muchos ornamentos, custodia muy buena y otras preseas. [53. Olintla]. En 27 partí a Huehuetlan, 88 después de comer. Es doctrina de Olintla, donde es beneficiado Cristobal Díaz de Anaya. Dista 3 leguas de Zozocolco, de subidas y bajadas bien penosas. La advocación de la iglesia es de San Salvador. El día siguiente, miércoles santo, a 28, llegué a Olintla a decir misa (tres leguas del mismo camino). 89 La oí, y aquella mañana hice la visita de pontifical por hallarme más desocupado la semana santa. Es beneficiado el licenciado Anaya, excelente lengua totonaca que tiene hecho arte y vocabulario y a quien encomendé los cuatro niños Sayas y Mogollón, que los criase y les enseñase virtud, letras y lengua. 90 Es hombre muy virtuoso y exemplar. El templo es muy bueno, bien aliñado y decente; la advocación de San José: los ornamentos lucidos, los indios bien doctrinados. A la tarde fui y asistí a los maitines, que cantaron con 88. Gueguetlan en el manuscrito. Era localidad integrante del altepetl de Olintla (habiéndolo sido antes del de Hueytlalpa). 89. Olintla era cabecera de un altepetl constituido como tal poco más o menos al tiempo de la visita de Palafox y comprendido en la alcaldía mayor de Zacatlan. Incluía a varias localidades que habían sido integrantes del altepetl de Huey-tlalpa. Ya desde antes Olintla era sede de su propia parroquia, erigida a principios del siglo xvii. El hecho de que Olintla tuviera una parroquia o curato independiente del de su cabecera política fue sin duda determinante en el proceso que lo llevó a su secesión; Palafox pudo haber tenido algo que ver en ello. El caso de Zapotitlan, que se visitará más adelante, era casi igual. 90. Debe considerarse la posibilidad de que el citado "arte y vocabulario" corresponda el "Vocabulario totonaco conforme al uso de la Sierra Alta" que se conserva inédito en la Gates Collection (MS 925) de la Universidad de Tulane. Estos "cuatro niños" debieron haber sido tres, los dos Mogollón y un Sayas recogidos en Tamapache, pues Palafox mencionó haber recogido sólo a seis menores, y los dos jóvenes de Chicontepec y la niña de Tamiagua estaban claramente destinados a Puebla. 108 toda solemnidad, muy bien, los indios, y hubo gran diciplina en la iglesia en el miserere. Jueves santo consagré el santo crisma y ólios con los doce sacerdotes y diáconos que ordena el pontifical, y con la misma solemnidad que en Puebla. A la tarde di de comer a doce niños indios y los llevé a la iglesia; se cantó el mandato y les lavé los pies, y predicó en totonaco el beneficiado. A la tarde asistí a los maitines y miserere y hubo otras dos diciplinas rigurosas. Viernes santo hice los oficios rezados de pontifical, y a la tarde asistí a la procesión; fuí en ella. Predicó el decendimiento el licenciado Anaya, beneficiado. A la mañana hice órdenes a [...]. Dije la misa rezada de pontifical, habiendo dicho la del pueblo primero el beneficiado, bendecido el cirio, agua y todo lo que toca a su administración. A la tarde hice los despachos y otras cartas para enviar los ordenantes. Domingo de pascua dije misa y la oí y confirmé a [...], y a la tarde a [...]. Fui a una casa a ver al fiscal, hijo de don [...], gobernador del pueblo, indios principales, que estaba muy malo y le dije los evangelios. Este día despaché el aviso que había de partir por abril, firmando diversas cartas a Su Majestad y al Consejo y respondiendo a las cartas del presidente. [54. Xopala y Chicontla]. Lunes por la mañana, a dos de abril, fui a comer a Santa Catalina, visita del beneficio de Matlactlan, 91 que sirve el licenciado Jacinto López Calderón. Di orden que se cerrase aquella ermita y su cementerio. El mismo día 91. Illamatlan en el manuscrito, pero es un evidente error. Santa Catalina parece haber sido una localidad casi despoblada integrante del altepetl de Matlactan. 109 llegué a Xopala, 92 beneficio que sirve en vicaría el licenciado Matías de Escobar, sacerdote virtuoso y buena lengua, aunque principiante (si bien de manera que la predica); exhortéle que se perficionase en ella. Tiene este beneficio dos cabeceras, la de Xopala y la de Chicontla. 93 Tendrá hasta ducientos y cincuenta indios; el trato es de algodón, agua de azahar y huevos. A la mañana, martes a 3, hice la visita con toda la solemnidad que manda el manual y di algunas órdenes que constan por los autos. A la tarde predicó el beneficiado en totonaco y confirmé a [...]. [55. Mecatlan y Coahuitlan]. El día siguiente, después de haber confirmado y dicho misa y oídola, partí y llegué a Mecatlan, 94 beneficio que sirve en propiedad el licenciado Antonio de Acosta, sacerdote portugués. Aquella tarde confirmé a [...]. El día siguiente, a 5 de abril, hice la visita, prediqué gran rato en castellano y el licenciado Cristobal Díaz de Anaya, a quien había enviado a llamar, le di orden que les dijese en toto92. Xopallan en el manuscrito; la sieguente vez, Xopalla. Debe recordarse que la doble ele náhuatl tiene el valor de una ele sencilla en español. Xopala (Santa María) era cabecera de un altepetl de reciente fundación comprendido en la alcaldía mayor de Zacatlan. Aparentemente había sido una localidad integrante del altepetl de Matlactlan, del que se hablará después, y en este sentido su historia habría seguido un curso parecido a la de Olintla, si bien Matlactlan, al revés de Hueytlalpa, estaba en vías de desaparecer. 93. Chicontla (San Andrés; también conocido como Chila, por el nombre de su antigua cabecera) era cabecera de un altepetl comprendido en la alcaldía mayor de Zacatlan. Matlactlan, Xopala y Chila-Chicontla eran localidades muy ligadas entre sí y tenían una historia confusa complicada con un proceso radical de reorganización interna. 94. Mecatlan (San Miguel; también conocido como Chachalintla) era cabecera de un altepetl adscrito a un encomendero y comprendido en la alcaldía mayor de Papantla. Su encomendero lo era también de Chumatlan y Coahuitlan, de modo que recibía los tributos de los tres altepetl. 110 naco todo lo que yo en castellano. A la tarde hice confirmaciones a [...] y en volviendo a casa examiné en lengua totonaca, por medio del licenciado Anaya, eminente en ella, para satisfacción mía, a Matías de Escobar, vicario de Xopala, a quien había enviado a llamar, con la prueba más rigurosa que yo acostumbro. Pareció ser suficiente ministro, pero es bien que la vaya estudiando hasta perficionarse más en ella. Examiné también al licenciado Antonio de Acosta y no dió la misma satisfacción, antes mostró no estar habil para administrar y, por esto y otras razones, tuve por conveniente asegurar la conciencia en esta administración. A la mañana, viernes 6, dije misa con la casulla, estola y manípulo de santo fray Andrés de Olmos, de la sagrada orden de San Francisco, que fue fundador de la fe en la Totonacapa. 95 Di algunas órdenes en orden a perficionar aquella iglesia, en particular el retablo, que necesita de renovarse por una ventana que cae sobre él y lo destruye del todo. Tiene este beneficio dos cabeceras, Mecatlan y Coahuitlan. 96 Tendrá cerca de trecientos indios, aunque están muy deshechos los pueblos conforme lo que antes estaban. El trato es el mesmo. 95. Se trata de uno de los primeros y más célebres evangelizadores franciscanos, y estuvo por estas tierras hacia 1540. 96. Quahuitlan en el manuscrito, en ésta y en la siguiente mención. Coahuitlan era cabecera de un altepetl separado de Mecatlan y comprendido también en la alcaldía mayor de Papantla, pero dependiente del curato de Mecatlan. Coahuitlan, Mecatlan y Chumatlan, como ya se dijo, estaban adscritos a un mismo encomendero. 111 [56. Matlactlan y Xuxupango]. De aquí partí aquel día, después de oída y dicha misa, y llegué a comer a Matlactlan, 97 una de las cabeceras del beneficio que sirve el licenciado Jacinto López Calderón, donde después de haber dado la bendición episcopal en la iglesia me retiré a comer. Ya en Mecatlan me habían dado grandes quexas de don Juan de Castilla, indio principal y gobernador del pueblo de Coahuitlan, de cosas muy feas, y, habiéndose agravado, pareció recebir información sobre ello y aquí se comenzó su causa. A la tarde bajamos al río a ver pescar, 98 y de los pies de un criado mío llamado Isidro salió un nahuiyaque, animal ponzoñoso y mortal que se arrojó en el río huyendo y después lo mataron, y fue el primero que he visto. Sábado a 7, por la mañana, dije misa y la oí en la iglesia, la cual tiene buen retablo. Los indios son pocos y pobres. Visité en la forma acostumbrada y di orden que luego se reparase todo esto. Es titular desta iglesia la Visitación; beneficiado el licenciado Jacinto López Calderón, modesto sacerdote y muy suficiente totonaco. Confirmé a la tarde a [...]. Y el día siguiente, a 8, partí a Santa María Magdalena Coutotola; y en el camino, en un mal paso, a donde había un despeñadero, se embarazó la mula en que iba un capellan mío llamado el licenciado Francisco Lorente, sacristán mayor de la catedral. A sacar los pies del lodo cayó de golpe con él al precipicio abajo, y con ser más de dos 97. Matlactlan era cabecera de un altepetl comprendido en la alcaldía mayor de Zacatlan. Tras la secesión de Xopala había quedado muy despoblado y estaba en vías de desaparecer. 98. El río Laxaxalpan. 112 lanzas en alto y haberle pasado la mula por encima se hallaron uno y otro sin lesión. Pasamos por San Miguel Xuxupango, cabecera deste beneficio, pero no tiene más de seis indios. 99 Mandé que se cerrase la iglesia y baptisterio. Allí diximos una letanía a la Virgen, por el buen suceso. Y luego pasé por la cuchilla que llaman de Xuxupango, camino muy peligroso, y llegué a Santa María Magdalena Coutotola, 100 y a la tarde confirmé los de aquella visita, que fueron [...]. El día siguiente, después de haber dicho y oído misa, día de la Encarnación, después de haber confirmado a [...], partí a San [...] Ahuacatlan y visité de paso a San José Amistlan, sujeto a Matlactlan; 101 y es muy linda iglesia, si se cubriese, y ordené que se hiciese así con ciertas disposiciones que arbitré para ello. [57. Ahuacatlan]. Llegué el mismo día lunes, a hora de comer, a San Juan Ahuacatlan, 102 y dada la bendición solemne fui a co- 99. Xuxupango era la cabecera formal de un altepetl adscrito a un encomendero y comprendido en la alcaldía mayor de Zacatlan, pero se había despoblado. Aunque todavía no formalmente, otra localidad integrante del propio altepetl, Amistlan, se perfilaba como el futuro centro político y de doctrina. Con el tiempo la doctrina de Matlactlan se mudaría a este lugar. 100. Era localidad integrante del altepetl de Xuxupango. 101. Mactlatlan en el manuscrito. Formalmente era localidad integrante del altepetl de Xuxupango. Dependía de Matlactlan sólo en lo eclesiástico. Amistlan era ya de hecho la cabecera del altepetl y en poco tiempo sería tambien del curato, pues Matlactlan siguió la suerte de Xuxupango al quedar virtualmente despoblado. 102. Ahuacatlan era cabecera de un altepetl constituido como tal poco más o menos al tiempo de la visita de Palafox, adscrito a un encomendero, y comprendido en la alcaldía mayor de Zacatlan. Incluía a varias localidades de habla totonaca que habían sido integrantes del altepetl de Zacatlan. Su historia era, pues comparable a las de Olintla y Zapotitlan, con la peculiaridad de que su parroquia era más moderna, aunque había sido visita de los franciscanos de Zacatlan (quienes le habían dado la advocación de San 113 mer; allí me recibieron don Diego Bracamonte y don Andrés y don Pedro de Carabajal. Es esta doctrina nueva; la vocación de San Miguel. Tiene muchos indios. El cura es el licenciado Cabrera, buen totonaco; el templo es nuevo pero no está acabado. Despaché aquel día los pliegos a la Puebla y proveí el oficio de notario público que vacó por muerte de Pedro Ruíz Sobrino, muy buen ministro y cristiano, en Gregorio de Segovia, mi secretario. A la tarde bajé a hacer plática a los indios y predicó en totonaco el licenciado Cabrera, y por haber mucho número de gente y ser tarde reservé para el día siguiente las confirmaciones. Martes, día siguiente, hice la visita y di las órdenes que parecen por ella. Estuvieron atentísimos los indios en gran número. Tienen buena capilla de músicos y es aquel partido de los mejores que hay en toda la Totonacapa. A la tarde predicó el padre Lorenzo López, antes que yo bajase, y confirmé setecientas y noventa y ocho personas sin descansar, y me parece que confirmara otras trecientas si las hubiera. Y el día siguiente confirmé [...] y acabé de despachar a la Puebla. [58. Zapotitlan]. Jueves, dicha y oída misa, salí a comer a San Antonio Tlasalayan, 103 y en habiendo comido continué para llegar a Zapotitlan, 104 y pasé por sus corredores, que son muy Juan). Ahuacatlan se mantuvo en encomienda junto con Zacatlan; su secesión parece haber sido un asunto en el que intervinieron Palafox y el encomendero. 103. Era localidad integrante del altepetl de Ahuacatlan (habiéndolo sido antes del de Zacatlan). 104. Zapotitlan (Santa María) tenía una historia casi paralela a la de Olintla. Era cabecera de un altepetl constituido como tal poco más o menos al tiempo de la visita de Palafox y comprendido en la alcaldía mayor de Zacatlan. Incluía a varias localidades 114 eminentes precipicios, aunque estaba aderezado el camino. 105 Llegamos aquella tarde, temprano. El día siguiente, viernes por la mañana, hice la visita. Es la iglesia nueva. Di algunas órdenes que parecerán por los autos. Es beneficiado el licenciado Alonso de Herrera, que tiene buena opinión de letrado en la facultad de cánones. A la tarde predicó el mismo beneficiado en totonaco [y] el padre Lorenzo López en mexicano; yo hice una plática algo dilatada y se la dio a entender el licenciado Cristobal Díaz de Anaya en totonaco. Y después confirmé cuatrocientas y cincuenta personas. Sábado por la mañana volví a confirmar y a la tarde examiné a el beneficiado. Halléle sufuciente para administrar en caso de necesidad. [59. Hueytlalpa]. Domingo a 15, dicha y oída misa, salí de Zapotitlan y llegué a Hueytlalpa, dos leguas de allí, que fué cabecera de toda la Totonacapa en tiempo de los religiosos ahora ochenta años. 106 Es beneficiado el licenciado Simón García y ayudante su hermano Josef García. A la tarde predique habían sido integrantes del altepetl de Hueytlalpa. Ya desde antes Zapotitlan era sede de su propia parroquia, erigida a principios del siglo xvii. 105. Se refiere a los llamados Corredores de Hueytlalpan, que son trozos de camino abiertos en paredes de roca entre Zapotitlán y Hueytlalpan y entre este lugar y Tepango. Fueron reconstruidos en el siglo xix, con la adición de fuentes y otros monumentos de ornato. Parte de ellos fue arrasada al construir una de las carreteras modernas que comunican esos lugares. Si no han sido destruidos completamente (ojalá y no), subsisten como una obra monumental, la más impresionante en su género que pueden hallarse en el país. Debe procurarse su conservación y restauración. 106. Huitlalpa en el manuscrito, en ésta y en las siguientes menciones. Hueytlalpa (San Andrés) era cabecera de un altepetl comprendido en la alcaldía mayor de Zacatlan. Fue doctrina franciscana hasta 1567. El topónimo Hueytlalpa fue usado hasta mediados del siglo xvii para designar a la mayor parte de lo que es hoy la Sierra de Puebla. 115 qué y se les explicó en totonaco Josef García, el ayudante. El día siguiente por la mañana hice la visita y a la tarde confirmé cuatrocientas y cuarenta y nueve personas. Examiné a el beneficiado y su ayudante y hallé más habil al ayudante y moderadamente suficiente al beneficiado, con que hizo renunciación y dejé a su hermano por vicario hasta proveer el beneficio en propiedad. Hay una muy buena iglesia y fuerte en Hueytlalpa, que no falta sino cubrirla, y puédese hacer facilmente, y más si se le agregase Zapotitlan o Olintla, que están cerca. 107 Tiene buenos ornamentos y plata, y las casas del beneficiado son buenas, si se conservan, como lo ordené. De allí fui a comer a Iztepec, 108 cuya vocación es la Asumpción de la Virgen Nuestra Señora, visita de Huey-tlalpa. Y pasando en canoa el río de San Martín Tusamapa, 109 llegué temprano a San Martín, 110 hice allí la visita el día siguiente, a 18, y confirmé a la tarde quinientas y treinta y siete personas. 107. Zapotitlan y Olintla, como ya se dijo, tenían curatos aparte desde principios del siglo xvii y también se habían segregado políticamente de Hueytlalpa, o estaban a punto de hacerlo. Lo que aquí propone Palafox equivaldría a dar marcha atrás a ese proceso. 108. Iztepeque en el manuscrito. Iztepec era cabecera (y única localidad) de un pequeño altepetl enclavado al interior del de Hueytlalpa, independiente de él en lo político pero dependiente de su curato. 109. El río Zempoala. 110. Tusamapa era localidad integrante del altepetl de Jonotla, comprendido en la alcaldía mayor de Tetela y Jonotla. Formalmente Jonotla era cabecera y sede parroquial, pero la localidad estaba por entonces decaída y ya se vio que el párroco se encontraba a la sazón en Comalteco. Unas décadas después cabecera y curato se formalizarían en Tusamapa. 116 [60. Cuesala]. Salí el día siguiente por la mañana, a 19, y llegué a San Francisco Cuesala, 111 donde me habían dicho que apenas había indios ni comodidad de visitar. Después hallé que son más de ducientos indios casados los de aquel partido, que con moderadísimo cuidado puede estar aquello muy cómodo y facil de administrar porque no tiene más que cubrir[se] la sacristía y la casa, que está una y otra muy bien obrada de cal y piedra, y la iglesia es de las mejores de la Totonacapa. Está allí por beneficiado el licenciado Juan de Amolín, un viejo muy buen mexicano, 112 sobradamente encogido. Si no lo hiciera se podrá facilmente disponer, agregando aquel partido a Zacapuastla, 113 con tal que tenga un teniente. Confirmé aquel día que llegué a [...]. [61. Zacapuastla] Salí el día siguiente, viernes a 20, y llegué a Santa María Nauzontla, 114 visita de Zacapuastla. Tiene muy hermosa iglesia y casa. Recibiónos el beneficiado, José de Peralta, que parece muy modesto y buen sacerdote, muy 111. Cuesala (Cuetzalan) era probablemente la localidad central en la reconstrucción de un antiguo altepetl denominado Quetzalcoatl, despoblado y luego absorbido por el de Tlatlauquitepec. La recuperación demográfica propició el que se estableciera un curato en esa localidad antes de la llegada de Palafox. Con estas bases, Cuesala, que a juzgar por lo dicho en la Relación crecía rápidamente, se consolidó después como cabecera de un altepetl separado, comprendido en la alcaldía mayor de San Juan de los Llanos, pero no está claro en qué momento ocurrió eso. 112. Se refiere a que hablaba bien la lengua náhuatl o mexicana. 113. Zapuastla en el manuscrito. La siguiente vez será Zacapoastla y en lo sucesivo Zacapuastla. 114. Era localidad integrante del altepetl de Zacapuastla. 117 buena lengua mexicana y totonaca. Predicó el padre Lorenzo López en mexicano y yo en castellano, y aquella misma tarde confirmé a [...]. A la mañana hice la visita y volví a confirmar y llegué a comer a San Pedro Zacapuastla, 115 donde a la tarde predicó a los indios el padre Lorenzo López. Y por la mañana hice la visita y prediqué largamente a los españoles. A la tarde confirmé a [...] y el día siguiente comulgué a 53 personas que confesaron aquel día y el antecedente, y después de medio día salí de Zacapuastla. Este beneficio es muy bueno porque tiene hermoso templo y casas, los indios dóciles y bien doctrinados. El que principalmente formó este beneficio fue el licenciado Alonso Nájera, que dejó en aquel beneficio muy honrada opinión y memoria por lo mucho que trabajó en él. Dije un responso de pontifical en su sepultura y le señalé un lugar fijo a un sobrino suyo en la iglesia. [62. Tlatlauquitepec]. Llegué aquella tarde a Tlatlauquitepec, 116 a donde es beneficiado el licenciado Cristobal García de Aranda, sacerdote muy virtuoso y docto, y muy recogido, gran lengua mexicana; puédesele encomendar cualquiera punto de erudición eclesiástica y dará buena cuenta dél. Es la iglesia muy buena y muy rica la sacristía, y tiene algunas pre115. Zacapuastla era cabecera de un altepetl que se había constuido como tal hacia 1600 tras una secesión del altepetl de Tlatlauquitepec después de haber obtenido la sede de un curato propio. Estaba comprendido en la alcaldía mayor de San Juan de los Llanos. 116. Tlatlauhquitepeque (Santa María) en el manuscrito. Era cabecera de un altepetl comprendido en la alcaldía mayor de San Juan de los Llanos. Fue doctrina franciscana hasta 1567. En este lugar Palafox llegaba a una franja situada entre las zonas serranas y el altiplano, zona de poblamiento en la cual la presencia española volvía a ser significativa. 118 seas de plata, y no de corto precio, tan buenas como en la catedral. Predicó el padre Lorenzo López aquella tarde y yo hice la visita y prediqué el día siguiente, y a la tarde confirmé. Confesé hasta las ocho de la noche, y a la mañana comulgaron 27 personas y fuimos a la letanía de San Marcos, en su santo día, a una ermita de San Pedro, donde oyó misa el pueblo y les eché la bendición pontifical. [63. Teziuhtlan]. A la tarde después de haber comido partimos y llegamos a Teziuhlan, 117 donde es beneficiado el licenciado Diego de Aranda, teólogo de muy buena opinión en lo escolástico, graduado de licenciado por la Universidad de México. Aquella tarde predicó en mexicano el padre Lorenzo López, y el día siguiente por la mañana hice la visita y prediqué, y a la tarde confirmé a [...]. [64. Jalatzingo]. El día siguiente comulgaron cuarenta y tres personas y salí después de comer a Jalatzingo, 118 que está dos leguas muy cortas de Teziuhtlan, donde es beneficiado don Diego de Palacios. Predicó aquella tarde el padre Lorenzo López en mexicano. El día siguiente visité y prediqué y a la tarde confirmé. 117. Teziuhtlan (Santa María) era cabecera de un altepetl y sede de un alcalde mayor o corregidor. Muy cerca estaba otro altepetl separado, Atempan, sin duda visita de Teziuhtlan pero que Palafox no menciona. Por alguna razón a partir de aquí la Relación se hará más parca en sus noticias y despachará a la mayoría de los curatos en pocas palabras. 118. Jalatzingo (San Francisco) era cabecera de un altepetl y sede de un alcalde mayor o corregidor. Fue doctrina franciscana hasta 1567. 119 Salí de Jalatzingo después de comer a 29 de abril para Perote (hay 6 leguas de camino llano) y dormí en el hospital; y otro día, a 30, dije misa y confirmé a [...]. Y salí a la venta de la Hoya, donde comí y dormí, y hay cinco leguas de buen camino. 119 Y otro día por la mañana, después de haber dicho y oído misa y confirmado a [...], salí a Xalapa, cinco leguas de buen camino, y estuve allí aquel día y confirmé a [...]. 120 Y por la mañana, otro día, habiendo dicho y oído misa y también confirmado, salí al ingenio de don Sebastián de la Higuera, tres leguas de buen camino, a comer y a dormir. A la venta del río, 121 cinco leguas de buen camino. Y el día siguiente, 3 de mayo, dije misa y la oí en esta venta y salí a la venta de la Rinconada a comer (cinco leguas de buen camino) y a dormir a la Veracruz Vieja, otras cinco leguas de buen camino. 122 Y otro día, a 4, oído y dicho misa, salí (pasando el río en canoa y las mulas por el vado), 123 a comer y dormir a la hacienda de San Juan, de Pedro de Vértiz, que hay cinco leguas de camino llano, si bien poco usado, por ser todas sabanas sin rastro alguno. 119. En estas dos jornadas Palafox recorrió una zona donde no había poblaciones que merecieran curatos particulares. Era una área poco poblada, frecuentada sin embargo por los viajeros de y hacia Veracruz, lo que explica la presencia del hospital de Perote y de varias ventas a lo largo del camino. 120. Palafox ya había hecho la visita pastoral de Xalapa en 1643. 121. El río Paso de la Milpa, afluente del Actopan. 122. Palafox ya había estado en el ingenio citado en 1643. De nuevo, descendiendo hacia las tierras costeras, se topaba con otra zona poco habitada, pero que era frecuentada por viajeros. La Rinconada o Ixcalpan constituía un exótico y casi deshabitado enclave de la alcaldía mayor de Tuxtla, perteneciente al marquesado del Valle. La visita pastoral de Veracruz Vieja quedó pospuesta para el viaje de regreso y se detalla más adelante. 123. El río de la Antigua. 120 [65. Taliscoya]. Y el día siguiente, a 5, habiendo dicho y oído misa, salí a Medellín, 124 visita de Taliscoya; cinco leguas. Pasé el río vadeando, 125 que es de muy buena agua. Y estos caminos de tierra caliente, por otra parte, son sin veredas y poco usados. 126 Y aquella tarde confirmé a [...], y otro día, a 6, salí muy de mañana, después de dicho y oído misa, a Taliscoya, 127 donde es beneficiado Diego Mirón; seis leguas de buen camino. Cayó gran aguacero, con truenos y relámpagos grandes, que duró tres horas, y por coger a todos poco apercebidos se mojaron hasta la camisa. Y otro día prediqué y comulgaron muchas personas, y visité el sagrario y pila baptismal y dije los responsos de los difuntos, y a la tarde confirmé a [...]. [66. Albarado]. Y el día siguiente, a 8, salí a las 8 del día para Albarado en canoa, por el río, que demanda poca agua. Comí al entrar del río Blanco en la misma canoa, y habiendo navegado algún trecho, que serían tres leguas, encontré con dos barcos que salieron en mi busca de Albarado y entré en uno dellos, y en el otro mi familia, y en ellos navegué hasta 124. Este era un establecimiento español fundado en los años de la conquista que fracasó rotundamente. 125. El río Jamapa. 126. El camino principal seguía de la Veracruz Vieja a la Nueva, pero Palafox lo dejó para dirigirse a Taliscoya. La Relación omite dar razón de un altepetl vecino, Cotaxtla, ubicado en un enclave de la alcaldía mayor de Tuxtla, del marquesado del Valle, y que era también visita de Taliscoya. 127. Taliscoya (Tlalixcoyan, por otro nombre Tezayuca; Santa María) era cabecera de un altepetl comprendido en la jurisdicción de la Veracruz Nueva. 121 Albarado seis leguas. 128 Entré en él como a las ocho de la noche, donde me recibieron con mucha alegría, y es vicario el licenciado José Romero. Otro día prediqué e hice la procesión de la letanía. A la tarde confirmé a [...]. Y el día siguente, día de la Asención de Nuestro Señor, prediqué también y comulgaron de mi mano 113 personas con gran devoción, y visité la iglesia en la forma que en las demás partes. [67. Cosamaloapa]. Y después de haber comido y confirmado a algunos salí en dos barcos a Tlacotlalpa, 129 que hay cinco leguas. Llegué a él a las 4 de la tarde (que es visita de Cosamaloapa) y me recibió el licenciado Pedro de Porras, vicario de dicho partido. Y otro día, 11 de mayo, después de haber dicho y oído misa, hice una plática y confirmé a [...]. Y habiendo comido, este día partí a Amatlan, 130 también visita, por el río, en los mismos barcos, que hay cinco leguas, y llegué a este pueblo a las cuatro de la tarde, y el día siguiente a las 12 salí por tierra dos leguas (y los barcos por el mismo río, que hay cinco leguas) a Cosamaloapa, 131 128. Albarado era una localidad de población mezclada de diversos orígenes, aunque formalmente ocupaba el lugar de Atlacintla, localidad integrante del altepetl de Tlacotalpa, a la que vitualmente absorbió. Estaba comprendido en la alcaldía mayor de la Veracruz Nueva. 129. Tlacotlalpa (San Cristóbal) era cabecera de un altepetl comprendido en la alcaldía mayor de la Veracruz Nueva. Los barcos navegaban por el río Papaloapan. 130. Amatlan (San Pedro) era cabecera de un pequeño altepetl comprendido en la alcaldía mayor de Cosamaloapa. En la misma posición se hallaba el vecino Ixmatlahuacan, que Palafox no menciona. 131. Cosamaloapa (San Martín) era cabecera de un altepetl y sede de un alcalde mayor. Estaba surgiendo como un centro donde se agrupaban los sobrevivientes de diversas localidades cercanas fuertemente afectadas por las pasadas epidemias. 122 donde habiendo llegado a las ocho de la mañana dixe misa en la capilla de Nuestra Señora, imagen de gran devoción y milagrosa. Y el día siguiente, 13, visité la iglesia y prediqué, y a la tarde confirmé a [...]. Y el siguiente día comulgué de mi mano a muchas personas y a la tarde confirmé también. Y luego, a las cuatro, me embarqué en los mismos barcos para Tlacotlalpa, diez leguas por el río mismo, y cené a dos leguas de Cosamaloapa, en tierra del obispado de Guaxaca, que divide este río, y llegué a Tlacotlalpa martes a 15 a las siete de la mañana, y luego dije y oí misa. Y este mismo día a la tarde, después de comer y confirmar, confesé algunas personas y salí a las 5 de la tarde para Albarado. Y habiendo navegado más de dos leguas sobrevino un huracán de viento sur que cogió los barcos en un tablaco que llaman de Tequiapa, 132 y, por el riesgo que podía haber, me recogí aquella noche, arribando vía recta al Tejar, todo camino donde fue un sin número la máquina que hubo de mosquitos y calor. Y otro día por la mañana salí después de haber amanecido para Albarado, que hay una legua por el mismo río, donde llegué a las ocho y dixe y oí misa. Y a la tarde confirmé a [...]. Y el día siguiente, a 17, salí con los mismos barcos por una laguna que forma el río Blanco a los Palos Secos, 133 a comer, donde había enramada y me recibió el licenciado Diego Mirón (que hay, desde Albarado, cuatro leguas). Y a la tarde salí a [...] la hacienda de don Martín Sarmiento, que hay tres leguas por tierra, donde llegué a las cinco y me recibió con mucho agasajo. 132. Tal vez se refiere a un tablacho o compuerta que daba acceso a la laguna de Tiquiapan. 133. Es la zona de la laguna Camaronera. 123 Y esta noche fue penosísima de mosquitos y calor, en tanta manera, que me obligó a partir otro día a las tres de la mañana para la boca del río de Medellín, 134 que hay cuatro leguas (y dos dellas de playa), donde llegué a decir e oir misa a las ocho. Y me recibió el licenciado Andrés González, que asiste a administrar a los pescadores de aquellos ranchos. [68. Veracruz Nueva]. Y por la tarde, habiendo venido por mi orden la carrocilla, partí en ella a la Nueva Veracruz, dos leguas de camino, todo de playa. 135 Y habiendo llegado a los hornos de cal, y salido desta ciudad gran concurso de gente, me puse capa de coro, y a caballo, donde me recibió la ciudad con grande alboroto de todos, y entrando por la muralla de la Merced disparó la fuerza de San Juan de Ulúa 13 piezas, 136 y proseguí en el acompañamiento hasta llegar a la iglesia parroquial (estando todas las calles colgadas y ricamente aderezadas y muchísima gente en las ventanas y balcones), donde me recibió toda la clerecía. Y habiendo hecho oración y echado la bendición solemne, vine a casa, donde hallé una compañía de infantería de milicia en gala, 134. El río Jamapa. 135. La ciudad de la Veracruz Nueva era la población más importante del obispado después de Puebla y poseía, naturalmente, una organización netamente española, además de ser sede de un alcalde mayor con título de gobernador. Su población, sin embargo, era social y étnicamente muy variada. La ciudad tenía la peculiaridad de ser la única localidad de importancia en medio de una extensa región donde predominaban pequeños asentamientos dispersos o deshabitados, restos de un poblamiento prehispánico totalmente diezmado. Palafox se detuvo aquí varios días, y las páginas que siguen son las únicas en la Relación que dan idea de las actividades de una visita pastoral en un medio urbano. 136. Lua en el manuscrito. En la siguiente ocasión será Hulua. 124 que me hicieron salva. Y no permití guardia, habiendo prevenido con dos cartas antes de entrar en esta ciudad al gobernador don Juan de Córdoba (y castellano de la plaza), para que no disparase la fuerza, ni gastase pólvora, ni la infantería del presidio. Otro día, sábado 19, salí a la tarde a la parroquia, donde recé el rosario de Nuestra Señora con mi familia, y el domingo 20 asistí en ella a la misa y a la tarde visité los conventos de religiosos. Y el lunes 21, segundo día de pascua, hice órdenes particulares con dispensación de Su Santidad y ordené de evangelio al licenciado [...] de Esparragosa. 137 A la tarde salí y fui a visitar los dos hospitales, viejo y nuevo. Martes 22 dije y oí misa en la parroquia, visité el sagrario, y prediqué en ella con gran concurso y auditorio de gente muy lucida, de manera que después del sermón se cantó la confesión y dí la bendición solemne, y se pusieron velas en la calle para que hubiese bastante lugar para la gente, por amor de el sol. 138 Miércoles 23 por la mañana asistí en la iglesia y dixe misa y la oí; y comencé a hacer a la tarde las confirmaciones en el hospital de Nuestra Señora. Hubo gran concurso de gente; confirmáronse [...]. Volví por la iglesia a rezar el rosario a la Virgen y iba acudiendo ya mucha gente. Jueves 24, habiendo dicho misa en mi oratorio, comencé a hablar a los vecinos para que se hiciese algún socorro a la iglesia y se pudiese continuar, y a la tarde hice confirmaciones y demás exercicios ordinarios. Viernes 25 137. Tal vez el licenciado Mateo Rodríguez de Esparingosa mencionado más abajo. 138. Velas, obviamente, de barco, a guisa de toldos. 125 dixe y oí misa e hice órdenes menores en el hopital nuevo de Nuestra Señora de la Asumpción y ordené a 16, de grados y corona, todos vecinos de la Veracruz. Sábado 26 dixe y oí misa en la parroquia, hice órdenes mayores, y ordené a quince con la asistencia de toda la ciudad. Y fue acto que se holgaron mucho de verle por no haberlo visto nunca. A la tarde fui a la parroquia y recé el rosario. Domingo 27 dixe y oí misa en la parroquia, dixe los responsos, visité la pila baptismal y los santos oleos con mucho concurso de gente; a la tarde hice confirmaciones. Este día ordené antes de ir a la parroquia, en mi oratorio, a cuatro de órdenes menores, vecinos de aquella ciudad. Lunes 28 dixe misa en mi oratorio y la oí, y a la tarde bapticé tres ingleses y un moro. Fue un acto solemnísimo, en la parroquia. Fue padrino de todos cuatro el sargento mayor Juan de Chavarría. Salí vestido de pontifical, con toda la clerecía en procesión con su cruz alta y ciriales. Al entrar de la iglesia, 139 recebí a los baptizantes, que venían con túnicas moradas y debajo otras blancas que se descubrieron después de haber profesado nuestra santa fe católica. Fue ternísimo acto para la ciudad. Martes 29 dixe y oí misa en mi oratorio, y a la tarde continué las confirmaciones, fui a la parroquia y recé el rosario, a donde ascistía mucha gente. Miércoles 30 dixe y oí misa en mi oratorio, y mandé se citasen todos los clérigos para las dos de la tarde, a los cuales hablé a cada uno en particular y después les hice plática a todos juntos en mi casa. Jueves 31, día de Corpus, celebré solemnemente misa en la parroquia y después me vestí de pontifical con ca139. En el manuscrito se lee un "a donde" que no hace sentido. 126 pa pluvial y se hizó la procesión, con toda solemnidad por las calles, que se acostumbra en aquella ciudad. Y saliendo la procesión por la plaza hizo la salva la fuerza de San Juan de Ulúa disparando 34 piezas con bala, y toda la mosquetería los soldados della por tres veces. Y mientras se hacía esta salva se hizó mansión en un altar que tenían muy bien aderezado los padres de la Compañía de Jesús. Cantóse una chanzoneta y la oración. Prosiguióse la procesión y entrando por la plaza hizo salva toda la infantería de la ciudad. Entramos en la parroquia, la cual estaba muy bien colgada y aderezada de láminas y cuadros. A la tarde asistí en la parroquia, a donde recé maitines, y mientras se cantaron algunas chanzonetas por los de la capilla vestíme con capa pluvial y encerré el Santísimo Sacramento, mostrándoselo primero al pueblo. Después recé el rosario en el altar de Nuestra Señora de la Antigua. Viernes primero de junio dixe y oí misa en mi oratorio y fui a la parroquia y asisití a la misa mayor y sermón, y di la bendición solemne, de pontifical, que se acostumbra después del sermón, que lo predicó el bachiller Pedro de Castro, vecino y nacido en aquella ciudad. Y después fui al hospital de Nuestra Señora a hacer algunas confirmaciones que faltaban. En el resto de aquellos días hablé a los vecinos del lugar en razón de la limosna para que se acabe la iglesia de aquella parroquia, y junté doce mil pesos de eclesiásticos y seculares, dados éstos con mucho amor y voluntad. [69. Veracruz Vieja]. A las dos de la tarde fui a la iglesia mayor y dije el responso postrero y recé el itinerario; hice oración al Santísimo, que estaba descubierto por ser octava de Corpus, y 127 salí para la Veracruz Vieja, 140 a la cual llegué a las seis de la tarde, donde pasé el río en canoa. 141 Allí me recibieron. Fui a la parroquia, a donde me recibieron con palio, como se acostumbra, y después de cantada la oración por el preste di la bendición solemne. Sabado 2 hice la visita de pila baptismal y sanctos óleos. Aquella parroquia no tiene sagrario; dejé orden se hiciese brevemente. Es beneficiado de aquel partido el bachiller Cristóbal Rodríguez Méndez. A la tarde hice plática al pueblo y confirmaciones. Domingo 3 di[je] y oí misa muy de mañana y salí al pueblo de San Francisco Atocpan, y anduve en la carroza tres leguas, y en un arroyuelo comí yo y mi familia, donde había muchos mosquitos. Desde allí subí a mula y llegué al pueblo de Atocpan a las once del día, donde me recibió el licenciado Luis Ortíz, beneficiado de Naulinco, por ser este pueblo visita suya. 142 A la tarde hice confirmaciones a [...]. Lunes 4 dixe y oí misa en Atocpan, y después de comer salí para el jacal de los pastores. Hizo mucho sol en las seis leguas que caminé aquella tarde. Llegé una hora antes que anocheciese y hallé una ramada para dormir, porque en el jacal que se había de disponer para eso hallaron los indios tres víboras: mataron la 140. Esta fue, como es sabido, la primera fundación de Veracruz. Se conservaba como una localidad pequeña y era sede de un alcalde mayor diferente. El entorno, otrora ocupado por varios altepetl totalmente desaparecidos (como Zempoala) se estaba reocupando con ranchos ganaderos y población de origen africano. 141. Una vez más, el río de la Antigua. 142. Naolingo en el manuscrito. Los habitantes de Atocpan (ya mencionado en la primera visita) fueron atendidos por Palafox durante su primera visita, pero él no fue personalmente al lugar, que era entonces visita del párroco de Tlacuilolan. También Naulinco dependía de él cuando Palafox realizó su primera visita, aunque en 1646 ya era beneficio aparte. 128 una y las dos se escondieron en el jacal. A la familia les hicieron las camas en el campo. Martes 5 dixe y oí misa en una ramada y salí a las cinco de la mañana, y habiéndome dicho que no había cinco leguas desde allí a un rancho que llaman Suchique el Nuevo, llegué a él a la una y más de la tarde, habiendo caminado ocho o nueve leguas de camino muy peligroso, de peñas y cerros que tenían muchos precipicios. Llegué cansado, y toda la familia, y hallamos en la hacienda tan poco socorro que apenas había donde guardarse del sol. 143 [70. Mitzantla]. Comí con alguna incomodidad y, preguntando qué tanto había de allí a Colipan, visita de Mitzantla, me dijeron que dos leguas, y con deseo de descansar salí luego que comí y llegué a la oración a Colipan, 144 donde habia mas de cuatro leguas. Miércoles, a 6, dixe y oí misa y confirmé a [...]. A la tarde salí para Mitzantla. 145 Hay de camino tres leguas, y muy ameno, y tierra menos caliente. Pasamos un río que se llama de Mitzantla. Entré en el pueblo después de la oración, donde me recibió el licen143. Palafox entraba de nuevo en una zona entre las sierras y las regiones costeras, poco habitada y difícil de recorrer, semejante a la que días atrás había conocido entre Tihuatlan y Papantla. La pobreza del rancho o hacienda (el actual Juchique de Ferrer) era reflejo del aislamiento del lugar. Un siglo atrás, sin embargo, había habido por esta región altepetl numerosos y poblados, como Tlacotepec, Tlatela y otros, de los que no quedaba casi rastro. Subsistía, sin embargo, Chicoacentepec (Chicoasen), ya mencionado en el curso de la primera visita. Recuérdese la compleja situación señalada cuando Palafox pasó por las inmediaciones visitando el curato de Tlacuilolan en 1643. 144. Colipan era cabecera de un altepetl comprendido en la alcaldía mayor de la Veracruz Vieja. 145. Mitzantla era cabecera de un altepetl comprendido en la alcaldía mayor de la Veracruz Vieja. 129 ciado Baltasar Rodríguez Sambrano con las ceremonias acostumbradas. Di la bendición solemne. Jueves, a 7, dije y oí misa, hice la visita y prediqué. Tiene esta iglesia por titular a Nuestra Señora de la Asumpción. A la tarde hice confirmaciones a [...]. Viernes, a 8, dije y oí misa y a la tarde confirmé a [...]. Confesaron, y comulgué algunas personas. La lengua que hablan estos naturales es totonaca. [71. Tlapacoya]. Sábado 9 dije y oí misa y salí a dormir a un trapiche del bachiller Cristóbal Godínez, donde me recibió. Y por irme agravando el achaque y estar la capilla lejos y desacomodada hube de decir misa dentro de casa, oirla, y hacer las confirmaciones. Partí después de comer, y andando cinco leguas aquella tarde llegué a Tlapacoya, 146 donde, dada la bendición episcopal, descansé un poco. Recibí los pliegos de España (que me había traído el licenciado Mateo Rodríguez de Esparingosa, sacerdote de la Veracruz), 147 que venían a ser duplicado de el último que había venido, dando aviso de que llegaría la armadilla y poco después la flota. Escrebí a la Veracruz, al comercio, sobre lo que el señor conde de Castillo me encargaba en el 146. Tlapacoya, identificado también como Yohualtlacualoyan, era cabecera de un altepetl comprendido en el corregimiento o alcaldía mayor de Jalatzingo. Casi desintegrado, parece sin embargo haber estado en proceso de reconstruirse en forma parecida a la que se observó al respecto de Cuesala. La Relación no es explícita respecto a si había allí una parroquia o no, pero puesto que se hizo visita formal puede entenderse que el bachiller del trapiche era el cura. 147. Tal vez se trataba del licenciado Esparragosa que Palafox había ordenado en Veracruz. 130 punto de los registros. 148 Lunes por la mañana dije misa y la oí. Hice la visita en la forma que en los demás lugares y a la tarde hice confirmaciones, donde se confirmaron [...]. Partí el día siguiente por la mañana, después de dicha y oída misa, por un camino nuevo que se abrió a Azala para salir a Perote. 149 Llegué a las tres de la tarde. El día siguiente, martes, pasé a Tepeyahualco, 150 donde hallé a don Antonio de Peralta, que me salió a recebir con otros labradores, y visité e hice confirmaciones a [...]. [72. Tzauhtla]. El día siguiente, miércoles, partí y llegué a comer a la estancia de doña María de Cabrera, y de allí a dormir a Santiago Tzautla, 151 de donde es beneficiado el licenciado José de Torrez. La iglesia es muy buena, y la casa. Sábado, día siguiente, hice la visita por la mañana y confirmé a [...]. 148. Se refiere a buques sueltos, como el navío de aviso y acompañantes que precedían a la flota proveniente de España y Cuba. 149. Azala (Atzalan, también conocido como Mezcaltzingo) era un altepetl comprendido en el corregimiento o alcaldía mayor de Jalatzingo. Al parecer había sido asignado al curato de Tlapacoya, pero antes había tenido el suyo propio. Su encomendero lo era también de Acaxochitlan y Pahuatlan, ya mencionados, de manera que recibía los tributos de los tres altepetl. En este lugar, tras atravesar de nuevo una parte más poblada de las zonas serranas, Palafox ascendía una vez más al altiplano, aunque por breve trecho. 150. Tepeiahualco en el manuscrito. Ya se comentó la naturaleza de Perote y Tepeyahualco en las notas a la primera visita. A sus alrededores había buen número de haciendas establecidas desde el siglo xvi. Esta zona estaba deshabitada en el momento de la conquista, probablemente por la ausencia de aguas superficiales. Los labradores españoles perforaron norias muy profundas para regar sus siembras. 151. También llamado Xonacatlan, era cabecera de un altepetl asignado a un encomendero y comprendido en la alcaldía mayor de San Juan de los Llanos. Palafox entraba de nuevo a una zona de poblamiento antiguo y estable, en la parte más alta de las zonas serranas. 131 [73. Tetela]. Por la tarde hice una breve plática, y el día siguiente, domingo, dixe misa y comulgué algunas personas y partí a Tetela, 152 siete leguas muy largas y de mal camino. Este beneficio es pobre y corto. El beneficiado es don Pedro de Anzures, sacerdote virtuoso y antiguo y muy buena lengua mexicana. Allí confirmé a [...]. La vocación de la iglesia es de la Asumpción de la Virgen. [74. Itztaquimitztitlan]. El día siguiente, lunes, hice la visita, y en acabando de comer partí a San Francisco Itztaquimitztitlan, 153 siete leguas largas de mal camino (que nos llovió en las tres). Es beneficiado deste partido el licenciado don Pedro Guerrero, buena lengua mexicana. El pueblo está muy bien congregado y es numeroso, y la iglesia hermosísima, y casa y cementerio muy bueno. El día siguiente por la mañana hice la visita. Predicó a la tarde el padre Lorenzo López, en mexicano, y confirmé a [...]. [75. San Juan de los Llanos]. Por la mañana, dicha y oída misa, partí y llegué a hora de comer a San Juan de los Llanos, 154 y a la tarde hice 152. Tetela era cabecera de un altepetl y sede de un alcalde mayor. 153. Era cabecera de un altepetl adscrito a un encomendero y comprendido en la alcaldía mayor de San Juan de loa Llanos. Fue doctrina franciscana hasta 1567. 154. San Juan de los Llanos, también llamado San Juan Itztaquimitztitlan o Tlaxocoapan, era cabecera de un altepetl constituido como tal tras una secesión del altepetl de Itztaquimitztitlan. Era sede de un alcalde mayor. Su formación, hacia 1563, había sido resultado del reciente proceso de poblamiento de esta zona que anteriormente había sido frontera de guerra. Su población, sin embargo, comprendía buen número de españoles y mestizos. Compárese con Ixtacuixtlan/Nativitas (cuyo caso se analizó en el 132 confirmaciones a [...]. El día siguiente hice la visita y prediqué a los españoles que concurrieron de aquellas estancias, y después de comer hice procesión a San Lázaro y confirmé a [...], y confesamos hasta cerca de las nueve de la noche. El día siguiente comulgué a [...]. Es beneficiado deste partido el licenciado Juan de Villanueva, sacerdote antiguo y virtuoso, y buen mexicano. Tiene un sobrino que le asiste, llamado don Diego de Villanueva: es buen estudiante, teólogo y lo suficiente en mexicano. Tiene por compañero al bachiller Francisco de Miranda, buen mexicano. [76. San Salvador el Seco]. De allí partí a comer a la venta de Vicencio y a dormir a San Salvador el Seco. 155 Hay de camino [...]. Y el día siguiente, sábado, hice la visita y confirmé a [...] y a la tarde a [...]. Es beneficiado el licenciado Mateo de Moras, muy buen sacerdote y canonista. Sabe muy bien las lenguas otomí y mexicana y administra suficientemente en la chocha. Es muy linda la iglesia de San Salvador y el retablo de el altar mayor y los dos de los colaterales son muy buenos. curso de la segunda visita). Palafox regresaba en este punto, una vez más y en definitiva, a las tierras frías del altiplano. 155. San Salvador el Seco (también llamado Cuauyahualulco) era cabecera de un altepetl constituido como tal tras una secesión de los altepetl de Tecamachalco y Quecholac. Estaba comprendido en la alcaldía mayor de Tepeaca. Su formación parece haber sido resultado de un reciente proceso de poblamiento no muy diferente del experimentado en San Juan de los Llanos. 133 [77. Chalchicomula]. Partí aquella tarde, sábado, víspera de San Juan, a San Andrés Chalchicomula, 156 donde es beneficiado el bachiller Juan de Caravajal, hermano de el licenciado Mateo de Moras. Es buen sacerdote; sabe las lenguas mexicana, chocha y misteca. La iglesia es buena y nueva, y la casa muy bonita. Falta por mejorar la capilla mayor, alzándola y asegurándola. Domingo 24, día de San Juan, hice la visita. Prediqué porque había mucha gente española y principal y después confirmé a [...]. A la tarde torné a confirmar y salí a las tres al pueblo de San Salvador el Seco, donde había estado. Llegué a las seis de la tarde y vine en carroza. [78. Nopalucan]. El día siguiente, lunes veinte y cinco, dixe y oí misa y confirmé a [...], y después salí a las diez del día a Nopalucan. 157 Y de camino entré en la troje donde se recojen las semillas que pertenecen a los diezmos de la catedral y di orden que se reparase con echarle algunas rafas en algunas partes, que estaba muy maltratada. Llegué al dicho pueblo de Nopalucan al mediodía, donde me recibió el bachiller Nicolás Dionis Montaño, muy buena lengua otomí. Di la bendición episcopal, y a la tarde, el mismo día, hice 156. Chalchicomula era cabecera de un altepetl constituido como tal tras una secesión de los altepetl de Tecamachalco y Quecholac. Estaba comprendido en la alcaldía mayor de Tepeaca. 157. Nopalucan (Santiago) era cabecera de un altepetl comprendido en la alcaldía mayor de Tepeaca. 134 confirmaciones a [...] y salí a dormir a Amozoc, 158 donde me recibió el licenciado don Juan de Anzurez. El día siguiente, 27, después de haber dicho y oído misa, salí con algunos capitulares que me habían salido a recebir el día antes al pueblo de Santa Isabel, 159 visita de Tepeaca. Llegué a la Puebla a las once del día, con mucha alegría del pueblo, donde me recibió todo el cabildo y clerecía con sobrepellices. Entré en la catedral cantando la capilla el te Deum laudamus y el doctor don Juan de Vega, deán de esta catedral, la oración. Di gracias a Dios de haberme vuelto con bien de este viaje. De allí me fui a mi palacio, acompañado de mucha gente secular y eclesiástica. 158. Amozoque en el manuscrito. Fue visitado en 1643, aunque en aquel entonces su beneficiado era otro. 159. Santa Isabel Tepetzala. Era localidad integrante del altepetl de Tepeaca. 135 INDICE ONOMASTICO Y TOPONIMICO Los topónimos en negritas corresponden a altepetl. Sólo para éstos se especifica la advocación. Acajete o Acaxetl (Tepeaca), 13 Acapan (Tehuacan), 23 Acapetlahuacan o Atlixco S Pedro (Atrizco), 59-60 Acatepec (Cholula), 58 Acatepec, Huatusco u Otlaquiztlan (S Antonio), 40-43 Acatlan (Tepeaca), 13 Acatlan (S Andrés), 54 Acatzinco (S Juan/S Marcos), 15-16 Acaxetl o Acajete (Tepeaca), 13 Acaxochitlan (Asunción), 85-88, 91, 134 Acebedo Juan de, de Cholula, 59 Acocotla (Tecali), 10-11 Acosta Antonio de, cura de Mecatlan, 112 Acultzinco (S Juan Bautista), 28-29, 35 Acultzingo, cumbres de, 28 Adal de Mosquera Antonio, cura de Tehuacan, 24, 26 Adame Francisco, cura de Tamapache, 97 Aguilar Alonso de, de Tlacuilolan, 55 Ahuacatlan (S Juan/S Miguel), 115-117 Ahuacomulican (Guacachula), 67 Ahuatepec (Tecali), 11 Ahuehuetzingo (Chietla), 64 Ahuilizapan u Orizaba (S Miguel), 28, 30, 34-35, 87, 102 Ajajalpan (Tecali), 11 Albarado, 124, 126 Alcañices, marquesa de, 107 Alfaro Juan, agustino de Tututepec, 92 Almoloncan o Almolonga (S Juan Bautista), 55 Almoloya (Tecali), 10-11 Almoloyan, ingenio de (Naulinco), 52 Almozín Juan de, de Quecholac, 18 Alpatlahua (Cuezcomatepec/Chocaman), 39 Alpatlahuac (Tecali), 10-11 Alseseca (Tecamachalco), 19 Alta Sta María la (Tlacotepec), 20 Altepexi (Tehuacan), 23 Alvarado, 124, 126 Alvarado Gabriel de, cura de Nativitas, 70 Alvarez Hierónimo, de Zacatlan, 84 Alzorris Josef de, de Córdoba, 38 Amatlan (S Pedro), 125 Amatlán de los Reyes (Tequila/Córdoba), 38 Amecaque (Guacachula), 67 Amistlan (Xuxupango), 115 Amolan (Tehuacan), 22-23 Amolín Juan de, cura de Cuesala, 119 Amozoc (Asunción/S José), 6-8, 138 Antonio de, agustino de Xicotepec, 89 Anzures Pedro de, cura de Tetela, 135 Anzurez Juan de, cura de Amozoc, 138 Apetatitlan (Chiauhtempan), 73 Apitzaco (Texcalac), 75, 81 Apulco (Tulancingo?), 93 Aquilan (Maltrata), 35 Aragón Nicolás de, cura de Chietla, 63 Aranda Diego Antonio de, cura de Tecamachalco, 19 Aranda Diego de, cura de Teziuhtlan, 122 Arias Gabriel, prior franciscano de Atrizco, 60 Arias Tomás, de Tehuacan, 24 Arrieta Francisco de, cura de Quimichtlan, 45 Artiaga Andrés de, provincial franciscano, 77 Atempan (S Francisco), 121 Aticpac (Acatzinco), 16 Atla/Metateyuca (Huitzilpopocatlan), 103 Atlacintla (Tlacotlalpa), 124 Atlahuilco (Tequila), 33 Atlanca (Tequila), 33 Atlangatepec (S Juan/S Agustín), 82-83 Atlangatepec S José, 83 139 Atlaquillulam (Tepeaca), 13 Atlihuetzan (Concepción/S Dionisio), 8183 Atlimiloya (Calpa), 68 Atlixco S Pedro o Acapetlahuacan (Atrizco), 59-60 Atlixco o Atrizco (Visitación), 59-61, 62 Atocpan (S Francisco), 52, 54, 131 Atoyatempan (Tecali), 10-11 Atrizco o Atlixco (Visitación), 59-61, 62 Atzalan, Azala o Mezcaltzingo (S Andrés), 85, 91, 132 Atzitzihuacan (Guacachula), 67 Atzompan u Ozumba (Atlangatepec), 82 Avila Andrés de, de Cholula, 58 Axalpa (Tehuacan), 23 Ayacaxiquitzco (Chietla/Teutlalco), 64 Azala, Atzalan o Mezcaltzingo (S Andrés), 85, 91, 132 Azopan (Tzoncoliuhcan), 32 Aztatzinca (Tzoncoliuhcan), 31-32 Baca Diego de, cura de Tlaxcala, 74, 80 Báez Simón, notario, 11 Baldolomar y Saldaña, María, 101-102 Barbero Cristóbal, cura de Cuauhtinchan, 9 Barranca Grande, 46 Barrientos Juan de, teniente de Atlangatepec/Tlaxco, 83 Belasco Francisco de, cura de Tecali, 12 Benítez Quintanilla Cristóbal, cura de Guacachula, 66 Berastigui el viejo, cura de Tlacotepec, 80 Beristáin Antonio de, 40 Brabo Melchor, cura de Apitzaco, 75 Bracamonte Diego, corregidor de Zacatlan, 84, 116 Buiza Joan de, de Tecamachalco, 19-20 Cabrera María de, estancia de (Tzauhtla), 135 Cabrera, licenciado, cura de Ahuacatlan, 116 Calcahualco (Cuezcomatepec/Chocaman), 39, 42 Calderón Jacinto, cura de españoles de Itzúcar, 62 Calipa (Cozcatlan), 25 Calpa (S Andrés/S Sebastián), 67-69 Caltenco (Tecali), 10-11 Cámara Juan de la, canónigo de México, 77 Cano, de Papantla, 106 Cañada S Antonio (Tehuacan), 23 Capulac (Nativitas), 71 Carabajal Andrés de, 116 Carabajal Lorenzo de, cura, 84 Carabajal, Caravajal, Pedro de, 85, 116 Caravajal, Carbajal, Antonio de, encomendero de Zacatlan, 84-85 Caravajal Juan de, cura de Chalchicomula , 137 Carrión, villa de, 59 Casas Josef de las, cura de Tehuacan, 2324 Casas Mariana de las, vecina de Tamiagua, 99, 101 Castilla Juan de, gobernador de Coahuitlan, 114 Castillo Francisco del, cura de Tamiagua, 99 Castillo Juan del, agostadero de (Tzoncoliuhcan), 32 Castillo Tineo Pedro del, cura de Tecali, 11 Castillo Verastegui Diego del, vicario del ingenio del conde, 30, 80 Castillo, conde de, 134 Castro Pedro de, de Veracruz, 130 Catalina, doña, principal de Ilamatlan, 95 Cayehualolco (Tzoncoliuhcan), 32 Cerralbo marqués de, virrey, 37 Chachalintla (Mecatlan), 112 Chachapantzinco (Amozoc), 7-8 Chalchicomula (S Andrés), 137 Chapulco o Chiapulco (Santiago), 21-22, 28 Chapultepec (S Juan Bautista), 54 Chavarría Juan de, sargento mayor de Veracruz, 129 Chavira Juan, corregidor de Guachinango, 89, 97 Chiapulco o Chapulco (Santiago), 21-22, 28 Chiauhtempan (Sta Ana/S José), 72-73 Chichiquila (S Mateo), 43-45 Chico, Ingenio el (Xalapa), 49-50 140 Chicoacentepec o Chicoasen (Santiago), 54, 132 Chiconquiaco (S Pedro), 54 Chicontepec (Sta Catalina), 95-96, 98, 102-103, 105 Chicontla (S Andrés), 111-112 Chietla (S Francisco/S Andrés), 63-64 Chignahuapan (Zacatlan), 83 Chila (Chicontla), 112 Chilac (Tehuacan), 23 Chilchota (Quimichtlan), 44 Chilchota (Xalapa), 51 Chocaman (S Francisco), 39-40, 42 Chochos S Juan (Tehuacan), 22-23 Chochos S Luis (Tlacotepec), 20 Chochotla (Ilamatlan), 94 Cholula (S Gabriel/S Pedro), 57-59, 74 Cholula S Andrés (Cholula), 57-58 Chumatlan (Natividad), 109, 112-113 Cicuaque (Tamapache?), 102 Cinco Estancias o Naupan, 88 Cirio de Pahuatlan, 91 Coaco (Tecamachalco), 19 Coahuitlan (S Salvador), 109, 112-114 Coahuizmatlac (Chiauhtempan), 73 Coamilpa (Nativitas), 71 Coapan (Cuauhtinchan), 9 Coatepec (S Gerónimo), 48-51 Coatzintla o Cuauhcintla (Papantla), 106 Colegios de Puebla (Niñas Vírgenes, S Juan, S Pedro), 96, 101 Colipan, 132 Comalteco (S Juan Bautista), 108-109, 119 Comapa (Otlaquiztlan), 41-42 Comulco (Cozcatlan), 25 Conde, ingenio del, 29-30, 48 Contla (Chiauhtempan), 73 Córdoba Francisco de, mercader de México, 89 Córdoba Juan de, gobernador y castellano de Veracruz, 127 Córdoba, 31, 36-38 Corredores de Hueytlalpan, 117 Cosamaloapa (S Martín), 125 Coscomatepec o Cuezcomatepec (S Juan), 38-40, 42 Coscomaya (Quecholac), 17 Cotaxtla (S Pedro), 123 Coutotola (Xuxupango), 114-115 Coyomeapa (Zoquitlan), 25 Coyomochco (Cholula), 58 Cozcatlan (S Juan Evangelista), 24-26 Cuacuauhtepatlan o Cuacuatzintla (Santiago), 54 Cuatepec (Guacachula), 67 Cuauhcintla o Coatzintla (Papantla), 106 Cuauhtinchan (S Juan Bautista), 6, 8-9, 64 Cuauhtochco o Guatuzco (Santiago), 3637, 40 Cuauhuican o Cuayuca (Guaquechula), 64 Cuautla (Guacachula), 67 Cuautla (Zoquitlan), 25 Cuauyahualulco o S Salvador el Seco, 136-137 Cuayocan (Chapulco, Santiago), 21-22 Cuayuca o Cuauhuican (Guaquechual), 64 Cuebas y Súñiga Fernando de, vecino de Tamapache, 98 Cuesala o Cuetzalan (S Francisco), 119120, 133 Cuetzalan (Tzoncoliuhcan), 32 Cuetzalan o Cuesala (S Francisco), 119120, 133 Cuezcomatepec o Coscomatepec (S Juan), 38-40, 42 Cuilulco (Guacachula), 67 Cuixtlan, Tequemecan o Ixtacuixtlan (S Felipe/Concepción), 69-70, 72, 81, 136 Díaz de Anaya Cristóbal, cura de Olintla, 101, 110, 113, 117 Díaz Gallardo, de Zapotitlan, 27 Dionis Montaño, cura de Nopalucan, 138 Don Sebastián, ingenio de (Xalapa), 49-50, 122 Elotepec (Chichiquila), 43-45 Eloxochitlan (S Miguel), 25 Enríquez de Almanza Martín, virrey, 107 Epatlan (S Juan), 43 Escobar Matías de vicario de Xopala y Chicontla, 112-113 España Juan de, capellán del ingenio de la Higuera, 50 Esparragosa, licenciado, de Veracruz, 128, 133 141 Espinosa Luis de, cura de Cholula, 58 Fernández de la Higuera Juan, capellán del ingenio de la Higuera, 49 Flores de Sierra, estancia de (Tulancingo), 93 Flores, Diego, 93 Fran Martín Caballero el Viejo, estancia de (Cuauhtinchan), 9 Francisco, don, fiscal de Papantla, 108 Francisco, don, principal de Xalpantepec, 104 Fuentes Francisco de, cura del arzobispado, 94 Gallegos Gonzalo, cura de Comalteco, 108109 García de Aranda Cristbal, cura de Tlatlauquitepec, 121 García Josef, de Hueytlalpa, 118 García Simón, cura de Hueytlalpa, 118 Godínes Alonso, de Tlacuilolan, 55 Godínes Gerónimo, cura de Tlacuilolan, 55 Godínez Cristóbal, trapiche de, 133 Gómez Barrero Melchior, de Guamantla, 76 Gómez Saucedo Francisco, cura de Calpa, 68 González Andrés, de Veracruz Nueva, 126 González Jose, agustino de Naupan, 88 González Lasso Antonio, cura de Amozoc, 8, 80 González Pedro, capilla de (Amozoc), 7 Granados y Silva Joan, cura de Acatzinco, 16 Grande, Ingenio el (Xalapa), 49 Guacachula o Huaquechula (S Martín/S Diego), 64, 66-67 Guachinango (Asunción), 88-89, 97 Guamantla (S Luis), 76-77, 82 Guatuzco o Cuauhtochco (Santiago), 3637, 40 Guerrero de Mendoza Tadeo, cura de Acatzinco, 16 Guerrero Pedro, cura de Itztaquimitztitlan, 135 Guerrero Tadeo, cura de Topoyango, 72 Guevara Diego de, cura de Tehuacan, 23 Guillén Melgarejo, de Tecali, 11 Gutiérrez Josef, ingenio de (Tlacuilolan), 55 Gutiérrez Roque, ingenio de (Naulinco), 52 Herrera Alonso de, cura de Zapotitlan, 117 Hidalgo Joan, de Tecali, 11 Higuera Matamoros Sebastián, 48, 122 Hospitales: de Perote, 56, 122; de S Félix (Atrizco), 60; de S Hipólito (Xalapa), 51; del ingenio de don Sebastián, 50; de Nuestra Señora (Veracruz), 128 Hoya, venta de la, 122 Huaquechula o Guacachula (S Martín/S Diego), 64, 66-67 Huascaleca (Chichiquila), 44-45 Huatusco, Acatepec u Otlaquiztlan (S Antonio), 40-43 Huatusco Viejo (Cuauhtochco), 37 Huehuetlan (Olintla), 110 Huehuetlan (Zoquitlan), 25 Huexotzingo (S Miguel), 69 Hueyacocotla (S Pedro), 94 Hueycali, 53 Hueyotlipan (Cuauhtinchan), 9 Hueyotlipan (S Ildefonso), 80 Hueytlalpa (S Andrés), 54-55, 110, 112, 117-119 Huitlaman (Cozcatlan), 25 Huitzilpopocatlan, 103 Huitziltepec (Tecali), 11 Huixcolotla (Acatzinco), 16 Hurtado de Quiros Juan, cura de Quecholac, 18 Ichcaquiztlan o Nativitas (Sta María/S Sebastián), 70-71, 136 Ilamatlan (Santiago), 93-95 Irala Pedro de, cura de Xalapa, 48, 51 Isidro, criado de Palafox, 114 Isla Briseño Josef de, cura de Cuezcomatepec, 40 Itztaquimitztitlan (S Francisco), 70, 135136 Itztaquimitztitlan S Juan de los Llanos o Tlaxocoapan, 136 Itztayocan (Guatuzco), 36 Itzúcar (Sto Domingo/Sta María), 62-63, 65-66, 87 Ixcalpan o la Rinconada, venta de, 123 142 Ixhuacan (Los Reyes), 45-47 Ixhuatepec (Guacachula), 67 Ixhuatlan (S Pedro), 39-40 Ixmatlahuacan, 125 Ixtacuixtlan, Tequemecan o Cuixtlan (S Felipe/Concepción), 69-70, 72, 81, 136 Iztaczoquitlan (Orizaba), 34-35 Iztepec (Sta María), 118 Jalatzingo (S Francisco), 122 Jiliapan, mesa de, 103 Jonotla (S Juan), 108-109, 119 Juchique (Mitzantla), 132 Lagunas: Camaronera, 126; de Tamiagua, 100; de Tiquiapan, 126 Landa Juan de, cura de Acaxochitlan, 8586 Ligero Francisco, cura de Otlaquiztlan, 4243 Llano y Meras, Juan, 93 Llanos S Juan de los, Itztaquimitztitlan, o Tlaxocoapan, 56, 70, 119, 136 Llanos Sancho de, cura de Atrizco, 59-60 López Calderón Jacinto, cura de Matlactlan, 111, 114 López de Nava Diego, cura de Itzúcar, 63 López Gerónimo, cura de Ilamatlan, 94 López Josef, de Tequila y Tzoncoliuhcan, 33 López Lorenzo, cura y predicador, 81-84, 86, 98, 104, 106, 116, 117, 120, 121, 122, 133 Lorente Francisco, capellán de Palafox, 114 Macías Antonio, de Atrizco, 60 Macuilcan (Tzoncoliuhcan), 32 Maltrata o Matlactlan (S Pedro), 35 Mañozca Juan de, arzobispo de México, 71, 77-78 Mañozca Juan de, inquisidor de México, 77 Marquesado del Valle, 123 Márquez Saboyano Francisco, vecino de Tamapache, 98, 102 Matlactlan o Maltrata (S Pedro), 35 Matlactlan (Visitación), 111-112, 114-115 Mazateopan (Cozcatlan), 25 Maztlatlan, 55 Maztlatlan, ingenio de (Naulinco), 52 Mecatlan (S MIguel), 109, 112-114 Medellin, 123 Medina Pedro de, cura de Tlacotepec, 21, 80 Méndez Baltazar, cura de Atlangatepec/Tlaxco, 83 Méndez Francisco, trapiche de (Cozcatlan), 25 Mendoza, padre, de Tututepec, 92 Merced, conventos de la: de Atrizco, 60; de Córdoba, 36-37 Metateyuca/Atla (Huitzilpopocatlan), 103 Mezcaltzingo, Atzalan o Azala (S Andrés), 85, 91, 132 Miahuatlan (S Juan), 54 Miahuatlan/Oxpanco (Tehuacan), 22-23, 26 Michac (Nativitas), 71 Miranda Francisco de, de S Juan de los Llanos, 136 Miranda Juan de, pesacdor de Papantla, 107 Mirón Diego, cura de Taliscoya, 124, 126 Mitzantla (Asunción), 132-133 Mixco (Nativitas), 71 Mixteca Baja, 26, 64 Mixtla (Tecali), 10-11 Mixtlan (Tzoncoliuhcan), 32 Mogollón Cavallero, Benito, vecino de Tamiagua, 101 Mogollón, niños de Tamiagua, 101, 110 Molina Miguel de, cura de Guacachula, 66 Monte S Antonio del (Tehuacan), 23 Monte S Esteban del (Tehuacan), 23 Monte Sta Catalina del (Chapulco), 23 Monte Sta María del (Tehuacan), 23 Morales Ramiro de, cura de Chicontepec, 96 Moras Mateo de, cura de S Salvador el Seco, 137 Mota Alonso de la, obispo de Puebla, 29, 32, 86, 92 Moyutla (Tamapache), 97 Muñoz Ballesteros Diego, cura de españoles de Tlaxcala, 74, 80 Nacianseno Gregorio, gobernador de Tlaxcala, 89 143 Nájera, Alonso, de Zacapuastla, 120 Naranjal S Cristóbal del (Tequila/Córdoba), 38 Nativitas o Ichcaquiztlan (Sta María/S Sebastián), 70-71, 136 Naulinco (S Mateo), 52-55, 131 Naupan o Cinco Estancias (S Marcos y S Dionisio), 87-88 Nauzontla (Zacapuastla), 120 Nava y de la Mota Diego, cura de Ixtacuixtlan, 69-70 Nava y de la Mota Nicolás, cura de Atrizco e Itzúcar, 59-63 Nealtican (Calpa), 68 Necoxtla (Tehuacan), 23 Negros S Lorenzo de los, 37 Nenetzintla (Tepeaca), 13 Nocochtan (Orizaba), 34 Nogales (Ingenio del conde), 29 Nonoalco (Tehuacan), 23 Nopalucan (Santiago), 56, 76, 137-138 Núñez Centeno Diego, cura de Córdoba, 38 Núñez de Guzmán Antonio, de Atrizco, 60 Núñez Soltero, ingenio de (Chietla), 64 Ocotitlan (Tepeaca), 13 Ocotlan (Tlaxcala), 75 Ocoyuca (Cholula), 58 Olintla (S José), 43, 101, 110-112, 116118 Olmos Andrés de, franciscano, 113 Ometepetl (Cozcatlan), 25 Ontiveros, licenciado, cura del arzobispado, 94 Orduña Diego de, 46, 48-49 Orduña, ingenio de (Xalapa), 46, 48-49 Orizaba o Ahuilizapan (S Miguel), 28, 30, 34-35, 87, 102 Ortíz Luis, cura de Cholula, 58 Ortíz Luis, cura de Naulinco, 131 Ortíz Pedro, de Guamantla, 76 Osorio Diego, agustino de Pahuatlan, 91 Otlaquiztlan, Acatepec o Huatusco (S Antonio), 40-43 Otzolotepec (Chapulco), 23 Oxpanco/Miahuatlan (Tehuacan), 22-23, 26 Oxtotipan (Tepeaca), 13 Oyos Trancoso, Juan de, secretario del obispo de Puebla, 77 Ozumba o Atzompan (Atlangatepec), 82 Pacheco Alonso, cura de Calpa, 68 Pahuatlan (Santiago), 86, 90-91, 134 Palacios Cosme, de Cuauhtinchan, 9 Palacios Diego de, cura de Jalatzingo, 122 Palacios, rancho de (Quimichtlan), 45 Palmar S Agustín del (Tecamachalco), 19 Palos Secos (Albarado), 126 Pantepec (Xalpantepec), 103 Papalotipac, 90, 104 Papantla (Sta María), 98, 103, 105-108, 132 Pardo Francisco, cura de españoles de Tilapa y Tepapayecan, 65 Pastrana Andrés de, cura de Atlihuetzan/Yauhquemecan, 81 Pastrana Nicolás de, ingenio de (Tepexoxuma), 61 Pastrana Roque de, ingenio de (Chietla), 64 Patlanalan (Quimichtlan), 44 Pedrosa licenciado, de Acaxochitlan, 86 Pedroza Nicolás de, 75 Peña Juan de la, de Cozcatlan, 26 Peña Manuel de la, cura de Cozcatlan, 2526 Peña Manuel de la, trapiche de (Cozcatlan), 25 Peralta Antonio de, cura de españoles de Cholula, 58 Peralta Antonio de, labrador de Tepeyahualco, 134 Peralta Diego de, cura de Xalpantepec, 103 Peralta José de, cura de Zacapuastla, 120 Pérez Bartolomé, cura de Quecholac, 17-18 Pérez de Gálves Rodrigo, cura de Chiauhtempan, 73 Pérez de Orozco Luis, cura de Cholula, 58 Pérez de Salazar Francisco, capellán del ingenio de Orduña, 49 Pérez Jacinta, ingenio de, 25 Perote, 56, 122, 134 Pineda Silverio de, bachiller, 81 Pinto Diego, de Cholula, 58 Porras Diego de vicario de Cosamaluapa Poxcauhtlan o Tequila (S Pedro), 33 144 Poxtla (Nativitas), 71 Prado Nicolás de, 45 Quecholac (Magdalena/Sta Inés), 17-18, 20-21, 75, 136-137 Quetzalcotal (Cuesala), 119 Quiahuiztlan (Tlaxcala), 79 Quimichtlan (S Juan), 44-45 Quirós Alonso de, trapiche de (Cozcatlan), 25 Raboso Alonso, ingenio de (Chietla), 64 Ramírez de Escobar Juan, cura de Zapotitlan, 27 Ramos Francisco, ingenio de (Tepapayecan), 66 Ranchos S Nicolás de los (Calpa), 68 Reyna Miguel de, trapiche de (Cozcatlan), 25 Riano Nicolás, de Tlacuilolan, 55 Rinconada, venta de la, 123 Ríos: Actopan, 123; Blanco, 28, 124, 126; Comulco, 25; de la Antigua, 43, 46, 123, 131; de Medellín, 123-126; de Mitzantla, 133; de Sta María, 41; del Encinal, 95; Jamapa, 123, 126; Laxaxalpan, 108, 114; Necaxa, 108; Papaloapan, 125; Paso de la Milpa, 123; Pescados, 43, 46; Salado, 25; Tecuanapa, 46; Tilapa (Cozcatlan), 25; Tilapa (Chichiquila), 43; Tlacolula, 95; Tlilapan, 31; Tuxpan, 102; Xamapa, 40; Zempoala, 119 Riquerio Antonio, de Tecali, 11 Risueño Baltasar, cura de Papantla, 106 Rivera Barrientos Alonso, cura de Tepeaca, 14 Rodrígues Sambrano Baltasar, cura de Mitzantla, 133 Rodríguez Alonso, de Tepeaca, 14-15 Rodríguez de Anaya Francisco, de Nativitas, 70 Rodríguez de Esparingosa Mateo, de Veracruz, 128, 133 Rodríguez de León Juan, de Tehuacan, 24 Rodríguez Méndez Cristóbal, cura de Veracruz Vieja, 131 Rojas y Narbáez Luis, prior dominico de Itzúcar, 62 Romano Diego, obispo de Puebla, 18, 96 Romero Eugenio, cura de Tepexoxuma, 61 Romero José, vicario de Albarado, 124 Rubio Nicasio, cura de Guamantla, 76 Ruíz Sobrino, Pedro, notario, 116 Sacualtipan (Sta María), 94 Sáenz de la Peña Andrés, cura de españoles de Tlaxcala, 11, 71, 80-82 Salazar Alonso de, chantre de la catedral de Puebla, 86-87 Salazar Pedro, religioso agustino, 86 Salazar, Jacinto de, de Orizaba, 35 Salvatierra conde de, virrey, 69 San Diego, mesa de, 105 San Juan de los Llanos Itztaquimitztitlan o Tlaxocoapan, 56, 70, 119, 136 San Juan del Río (Orizaba), 31 San Juan, hacienda (Veracruz), 123 San Miguel del Milagro (Nativitas), 70 San Pablo, Valle de, 17 San Salvador el Seco o Cuauyahualulco, 136-137 Sánchez Cristóbal, capilla de (Amozoc), 7 Sánchez de Andújar Juan, de Cholula, 58 Sánchez de Ortigosa, de Otlaquiztlan, 43 Sandoval Juan de, cura de Topoyango, 7172 Sans de la Peña Andrés, cura de españoles de Tlaxcala, 11, 71, 80-82 Santa Clara, convento de (Atrizco), 60 Sarmiento Martín, hacienda de, 126 Sayas Fernando de, niño de Tamapache, 101, 110 Sayas Islava Alonso de, 101 Segovia, Gregorio de, secretario y notario, 116 Segura de la Frontera, 12 Sierra Alta, 87, 110 Sierra Baja, 87 Sigura, estancia de, 56 Soasnaba, capitán, ingenio del (Tepapayecan), 65 Suchique el Nuevo (Mitzantla), 132 Sumpahuacan (Guaquechula), 64 Súñiga Nicolas de, de Tamapache, 98 Taliscoya o Tlalixcoyan (Sta María), 123124 145 Tamapache (Santiago y S Vicente), 97-98, 101-103 Tamasolco (Nativitas), 71 Tamiagua (Santiago), 98-101, 103, 107 Tecali o Tecalco (Santiago/Vocación), 911 Tecali, S Pedro, 10 Tecamachalco (Asunción/S Sebastián), 17-21, 34, 87, 136-137 Tecomaltipac (Ixhuacan), 46 Tehuacan (Concepción/S Nicolás), 21-24, 28 Tehuipanco (Tzoncoliuhcan), 31-32 Temalacayuca (Tlacotepec), 20 Temimilocan (Tequila), 33 Tenanco (Acultzinco), 29 Tenango (Nativitas), 71 Tenango (Quecholac), 17 Tenango (Tututepec), 91, 93 Tenanyecac (Nativitas), 71 Tenoxtitla (Cholula), 58 Teocelo (Ixhuacan), 46 Teoixhuacan (Tzoncoliuhcan), 31-32 Tepango (Hueytlalpan), 117 Tepantla (Chiauhtempan), 73 Tepanyacac (Chiauhtempan), 73 Tepapayecan (Sta María), 65-66, 87-88 Tepatazco (Cuezcomatepec/Chocaman), 39 Tepatlachco (Tepeaca), 13 Tepeaca (S Francisco/S José), 12-15, 56, 73, 75 Tepepolco (Tehuacan), 23 Tepetlan (S Antonio), 54 Tepetzala (Tepeaca), 13, 138 Tepetzingo (Tehuacan), 23 Tepexoxuma (Asunción), 61-62 Tepeyahualco, 56, 134 Tequemecan, Cuixtlan o Ixtacuixtlan, 6970, 72, 81, 136 Tequepan (Cholula), 58 Tequiapa, tablaco de, 126 Tequila o Poxcauhtlan (S Pedro), 30-33, 38 Tetela (Asunción), 135 Tetitlan (Guatuzco), 36 Tetlan (Guacachula), 67 Tetlananca (Tecali), 10-11 Tetlanochcan (Chiauhtempan), 73 Tetlatlauhca (Nativitas), 71 Tetzoyocan (Tlacotepec), 20 Teuhtitpilco (Tehuacan), 22-23 Teutlalco (S Juan), 64 Texcalac (Sta María/S Luis), 75-76, 81 Texcatzinco (Cozcatlan), 25 Texoloc (Nativitas), 71 Texupan (Guacachula), 67 Tezapotitlan (Huitzilpopocatlan), 103 Tezayuca (Taliscoya), 124 Tezcazingo (Tecali), 11 Teziuhtlan (Sta María), 121-122 Tianguismanalco (Calpa), 68 Tiguatlan o Tlihuetlan, 102-103, 132 Tilapa (S MIguel), 65-66, 87-88 Tilapa (Cozcatlan), 25 Tinguismanalco (Tecali), 10-11 Tiquiapan, laguna de, 126 Tizatlan (Tlaxcala), 79 Tlacamulco (Tepeaca), 13 Tlacatenco (Tecali), 11 Tlacochcalco (Cozcatlan), 25 Tlacolula o Tlacuilolan (Asunción), 52-56, 131-132 Tlacotepec (Zoquitlan), 25 Tlacotepec (S Martín?), 132 Tlacotepec (Sta Cruz, Quecholac/Tecamachalco), 20-21 Tlacotlalpa (S Cristóbal), 125, 126 Tlacuilolan o Tlacolula (Asunción), 52-56, 131-132 Tlacuiloltepec (S Bartolomé), 90, 98, 104 Tlacuiloteca, sierra, 36 Tlaixpan (Tecamachalco), 19 Tlalcuapan (Chiauhtempan), 73 Tlalixcoyan o Taliscoya (Sta María), 123124 Tlalquexcalco (Tehuacan), 23 Tlaltelulco (Chiauhtempan), 73 Tlaltepanco (Tehuacan), 22-23 Tlapacoya o Yohualtlacualoyan (Sta María), 133-134 Tlaquilpan (Tzoncoliuhcan), 31-32 Tlasalayan (Ahuacatlan), 117 Tlatela (Sta María), 132 Tlatizapan (Tehuacan), 22-23 146 Tlatlauquitepec (Sta María), 119, 120-121 Tlatozcan (Tzoncoliuhcan), 31 Tlaxcala (Asunción/S Juan y S José), 6983, 89 Tlaxcalancingo (Cholula), 58 Tlaxco (Atlangatepec), 82-83, 93 Tlaxco (Tepeaca), 13 Tlaxocoapan o S Juan de los Llanos Itztaquimitztitlan, 56, 70, 119, 136 Tlazontepec (Ilamatlan), 94 Tliguetlan o Tihuatlan, 102-103, 132 Tlilapan (Orizaba), 34-35 Tliliuhquitepec, 82-83 Tomatlan (S Miguel), 39-40 Tonantzintla (Cholula), 58 Tonatico o Zozocolco (S Miguel), 109 Tonayan (Chapultepec), 54 Topoyango (S Francisco/Sta Inés), 71-72, 75, 81 Topoyango Sta Ana (Topoyango), 72 Toro Alonso de, de Ixhuacan, 47 Torquemada Antonio de, agustino de Tlacuiloltepec, 90 Torre Diego de la, cura de Zacatlan, 84 Torres Sebastian de, cura de Tepeaca, 14 Torrez José de, cura de Tzauhtla, 134-135 Totonacapa, 113-116 Toxtepec (Tecali), 10-11 Tulancingo (S Juan Bautista), 87 Tunas S Pablo (Quecholac), 17 Tusamapa (Jonotla), 119 Tusapan, mesa de, 98, 105 Tututepec (Los Reyes/Magdalena), 91-93 Tuxpan, 99, 102 Tzauhtla o Xonacatlan (Santiago), 134135 Tzicoac (Chicontepec), 95, 102 Tzoncoliuhcan o Zongolica (S Francisco), 30-32 Ulúa, S Juan de, 127, 129 Vaca Diego de, cura de Tlaxcala, 74, 80 Valdez Lorenzo de, agustino de Xicotepec, 89 Valencia Gerónimo de, cura de Orizaba, 35 Valenzuela Molina Juan, cura de Tequila y Tzoncoliuhcan, 33 Valle de Orizaba, condes del, 19, 28-30, 34, 87 Valle, Marquesado del, 123 Valmaseda Andrés de, 87 Vargas Crespo Juan de, cura de Chietla, 63 Vargas Mariana de, vecina de Papantla, 107 Vázquez de Vega Antonio, de Xalapa, 51 Vega Juan de, deán de la catedral de Puebla, 138 Velasco Luis de, virrey, 19 Vera Francisco de, cura de Ixhuacan, 47 Veracruz Nueva, 127-130 Veracruz Vieja, 130-131 Veracruz Vieja, 31, 123 Verriel José, de Guamantla, 76 Vértiz, Pedro de, hacienda de (Veracruz), 123 Vicencio, venta de, 136 Vilches Diego de, cura de españoles de Tilapa y Tepapayecan, 65-66 Villalobos, de Comalteco, 108 Villanueva Diego de, de S Juan de los LLanos, 136 Villanueva Juan de, cura de S Juan de los Llanos, 56, 136 Villavicencio Nuño de, alcalde mayor de Atrizco, 60 Villegas Diego de, gobernador de Tlaxcala, 71, 78 Vitus de Romai Tomás, cura de Xalapa, 51 Vivaldo Andrés de, trapiche de (Cozcatlan), 25 Vivero Luis de, conde del Valle de Orizaba, 19, 87 Xalapa (Natividad), 46-52, 102, 120, 122 Xalcomulco (S Juan), 51 Xalitzintla (Calpa), 68 Xalpantepec (S Bartolomé), 98, 102-105 Xalpizahuayan (Tlacotepec), 20 Xaltepec (Tecamachalco), 19 Xicochimalco (Magdalena), 47-48, 51 Xicotepec (S Juan Bautista), 89-90 147 Xilotepec (Asunción), 53-54 Xiloxochitla (Nativitas), 71 Xitehuacan (Tehuacan), 23 Xochitecatitla (Nativitas), 71 Xochiteopan (Guacachula), 67 Xonacatlan o Tzauhtla (Santiago), 134135 Xopala (Sta María), 111-112, 114 Xuchiltenango (Tepeaca), 13 Xuxupango (S Miguel), 114-115 Yancuitlalpan (Calpa), 68 Yanga, 37 Yauhquemecan (Atlihuetzan), 81 Yehualtepec (Tlacotepec). 20 Yeicoatlan (Chiconquiaco), 54 Yohualtlacualoyan o Tlapacoya (Sta María), 133 Zacaola (Tecali), 11 Zacapuastla (S Pedro), 119-121 Zacatelco (Topoyango), 71 Zacatlan (S Pedro y S Pablo), 82-85, 116117 Zanatepec, mesa de, 105 Zapotitlan Salinas (S Martín), 26-27 Zapotitlan (Sta María), 110, 116-118 Zautla (Orizaba, 34-35 Zempoala, 131 Zentla (Otlaquiztlan), 42 Zinacantepec (Cozcatlan), 25 Zinacantepec (Tehuacan), 23 Zongolica o Tzoncoliuhcan (S Francisco), 30-32 Zopiloapan (Acultzinco), 29 Zoquitlan (S Pablo), 25 Zozocolco o Tonatico (S Miguel), 109 148