ruptura de la normalidad del proceso de acumulación entraña

Anuncio
Algunas reflexiones sobre
la crisis internacional y el
impacto en Argentina
Enero 2011
Algunas reflexiones sobre la crisis internacional y el impacto en la Argentina
Crisis Internacional
Desde su manifestación más profunda
en septiembre del año pasado, la crisis
global continuó desenvolviéndose,
profundizando su impacto en todos los
planos de la actividad económica, y
difundiéndose, a través de diversos
canales de transmisión, desde los
puntos de origen de las perturbaciones
–los centros neurálgicos de la
economía mundial- hacia la periferia.
Si bien algunos diagnósticos iniciales
mantenían la idea de que se trataba de
un problema de solvencia del sistema
financiero –e incluso, de liquidez-,
prontamente resultaron evidentes los
trastornos en el lado real. En este
sentido, y si bien el colapso financiero
desencadenó
una
fuerte
desintermediación
crediticia
que
terminó de paralizar la actividad
productiva en muchos rubros, varias
firmas (no sólo financieras, sino
también del sector manufacturero)
venían mostrando, con anterioridad,
fuertes pérdidas en sus estados de
resultados, como consecuencia de la
desaceleración en los niveles de
consumo, particularmente en EE.UU.
Desbalances Globales
Estilizadamente, el esquema de acumulación mundial de los últimos
15 años envolvía un circuito en el que los países periféricos –
incluyendo Latinoamérica, Asia, y particularmente China- exportaban
una fracción importante de su producción a EE.UU, reciclando la
liquidez excedente de los saldos comerciales acumulando reservas o
adquiriendo bonos del tesoro. Este mecanismo impedía la
depreciación del dólar y financiaba, simultáneamente, el exceso de
absorción norteamericano a tasas muy bajas, viabilizando un fuerte
crecimiento del déficit comercial y fiscal, que pasaron a denominarse
“desbalances globales”, siendo objeto de estudio de una cuantiosa
producción teórica y empírica. Internamente, el consumo de las
familias norteamericanas se sostenía con un grado creciente de
apalancamiento, financiado indirectamente gracias al auge en los
mercados de derivados y las innovaciones en ingeniería financiera
montadas sobre los préstamos hipotecarios. Pero la implosión de la
burbuja
(más
allá
de
las
causas
que
determinaron
su
desencadenamiento) terminó con el crédito, frenando el consumo y
erosionando, por tanto, el circuito mencionado. La desaceleración del
consumo trajo aparejada acumulación de stocks y pérdidas por
sobreproducción en el lado real. Por el lado financiero, la caída en los
precios del mercado inmobiliario y el aumento de la morosidad
desplomaron el valor de los activos estructurados sobre esos
subyacentes produciendo quiebres y problemas de solvencia en
diversas instituciones financieras que persisten hasta hoy. En una
segunda instancia, la crisis del sistema financiero, del dinero privado
y del crédito volvió a impactar sobre el sector real al asfixiar la
cadena de pagos y dificultar el roll over de deuda –fenómeno
observado con intensidad en septiembre de 2008-. Cerrando el
círculo, los alarmantes resultados del sector real continúan golpeando
a su vez a los mercados de capitales, con el derrumbe de las
cotizaciones bursátiles. En suma, la contracción de la demanda
agregada en EE.UU., y la imposibilidad de sostener sus niveles de
consumo, implican el achicamiento de la salida exportadora de los
países periféricos, la aparición de gran capacidad excedente y,
posiblemente, la necesidad de modificar la forma específica en la que
venía dándose el desenvolvimiento económico global.
Reconsiderando la situación según los
últimos
acontecimientos,
puede
afirmarse que, lejos de tratarse de una
simple turbulencia financiera, cuando se observa la situación con detenimiento, y no
sólo a través de indicadores cuantitativos, se vislumbra que lo que se expresa
superficialmente como una crisis de deuda
resulta una crisis del funcionamiento general
del sistema económico en su conjunto. Este
esquema, que conoció la edad de oro en el
período que va desde la segunda guerra
mundial hasta fines de los años sesenta
aproximadamente,
agudizó
sus
contradicciones desde ese entonces, a partir
del desarrollo de las finanzas globales sobre la
base de la especulación y el desacople frente a
la producción y la economía real.
Paralelamente, la desigualdad entre países
ricos y países pobres, que ya mostraba niveles
preocupantes en la primera mitad del siglo
XX y que creció progresivamente durante el
tercer cuarto del mismo, se profundizó en el
transcurso del último cuarto de siglo.
En este contexto, se estima para 2009 una
contracción del producto global de 0,5% -la
primera desde la segunda guerra mundial1-,
acompañada por un fuerte aumento del
desempleo que, según los escenarios más
factibles establecidos por OIT2, terminará
afectando en 2009 a 210 – 230 millones de
personas en el mundo (entre 20 y 40 millones
desempleados adicionales respecto de 2008).
La cumbre del G20
Tras la cumbre de noviembre del año pasado y luego de
meses de trabajo organizado en cuatro grupos técnicos
(Fortalecimiento de transparencia y regulación,
Cooperación Internacional, Reforma del FMI y del
Banco Mundial), el 2 de abril se celebró una nueva
cumbre, en afán de coordinar medidas de política
económica y regulación financiera a nivel mundial, en
línea con lo estipulado en la reunión organizada en
Washington el noviembre pasado. En el marco de las
reuniones preparatorias para esta reunión de presidentes,
la Unión Industrial Argentina participó de la Cumbre
Empresarial del 18 de marzo, que fue formulada en torno
a un eje principal: evitar una escalada del proteccionismo
comercial, cambiario y del flujo de capitales.
El acuerdo alcanzado en la cumbre muestra resultados
más concretos que la celebrada en Washington,
representando un avance en muchos aspectos; entre los
que se destaca una fuerte expansión de los recursos del
FMI ( nueva disponibilidad de u$s 750 mil millones más
u$s 250 mil millones en Derechos Especiales de Giro) y
la creación de un Consejo de Estabilidad Financiera, que
tendrá la responsabilidad de diseñar junto al FMI
mecanismos de regulación de los mercados, y contará
con representantes de todos los países del G20 –
ampliando la representación que tenía el previo Foro de
Estabilidad Financiera.
Sin embargo, quedaron afuera algunos temas
importantes para definir la evolución de la economía
global hacia el futuro. Por ejemplo, la discusión sobre las
reformas concretas del FMI fueron postergadas hasta el
2011, con lo que surgen dudas acerca de la
predisposición de la entidad a otorgar créditos sin exigir
a cambio condicionamientos de política económica de
corte ortodoxo. Tampoco se alcanzó un compromiso de
política fiscal mundial que estimule la demanda efectiva
global. Asimismo, muchos de los temas –tal como la
supervisión de las calificadoras de riesgo- se han
plasmado en abstracto, sin especificaciones acerca del
modo en que se implementará la regulación.
En cuanto a la escalada proteccionismo, el documento
tampoco distingue entre países desarrollados y
emergentes. En este sentido, reafirmar la legitimidad de
políticas económicas tales como la aplicación de
controles de capitales y la administración del tipo de
cambio en los países emergentes resultará imprescindible
para la continuidad de los procesos de desarrollo.
Desde luego, el desencadenamiento de la
crisis no implica un cambio abrupto del orden
mundial, sino un reacomodamiento más o
menos gradual que apenas ha comenzado a aflorar, y del cual no pueden darse todavía,
por lo tanto, precisiones. No obstante, y dada su capacidad para emitir el medio de pago
mundialmente aceptado (el dólar), y contar con la posibilidad de financiar su déficit
fiscal y comercial a tasas prácticamente nulas, la economía norteamericana es,
paradójicamente, una de las mejor paradas para enfrentar la crisis. Difícilmente vayan a
observarse cambios en este sentido debido a que, si bien el mundo podría estar
1
Solo en Estados Unidos la actividad retrocedería 3,4%, sobre un sendero que ya derivó en una pérdida de
600.000 puestos de trabajo mensuales, incrementándose la cantidad de desempleados en 5 millones durante el último
año.
2
Ver tendencias mundiales del empleo, de enero de 2009. Anexo 2, situaciones hipotéticas, cuadro S2.
convergiendo a un escenario multipolar, todavía no existe una región que le pueda
cuestionar el poderío geopolítico a la economía norteamericana.
Sin embargo, debe quedar en claro que el circuito real previamente observado se verá
modificado; las exportaciones a nivel mundial cayeron fuertemente, sobre todo en
Japón, China, resto de Asia, y Latinoamérica –y en particular, en nuestro país, como se
detalla a continuación-, lo que deja en pie una enorme capacidad excedente, generando
la necesidad de fuertes reestructuraciones de aquí en adelante. La distribución de
pérdidas implica normalmente, asimismo, conflictos políticos y sociales, los cuales
todavía restan por manifestarse de forma generalizada. Es por esto que será fundamental
la capacidad de respuesta de los Gobiernos en materia de política y cobertura social, en
particular en economías en desarrollo en donde las desigualdades sociales tienden a
amplificarse.
En este sentido, la trayectoria
Variación interanual de las exportaciónes MOA
futura de la economía global
Feb 09 vs Feb 08
-50%
dependerá, por un lado, del éxito
-43%
-42%
en materia de reacción y
-23%
-21%
coordinación internacional de las
-16%
-12%
-11%
políticas económicas fiscales y
-7%
-6%
monetarias (ver recuadro de la
0%
0%
cumbre del G20), aunque en última
2%
10%
instancia, y desde un punto de vista
16%
más amplio, quedará atada a la
-60%
-40%
-20%
0%
20%
Fuente: CEU - UIA en base a datos de INDEC
capacidad
de
los
estados
desarrollados de procesar los conflictos políticos por venir y de afrontar los costos de
manera ordenada.
Extractos Curtientes y Tintóreos
Pieles y Cueros
Lanas Elaboradas
Productos Lácteos
Grasas y Aceites
Preparados de Legumbres, Hortalizas y Frutas
Pescados y Mariscos Elaborados
MOA
Carnes y sus preparados
Productos de Molinería
Frutas Secas o procesadas
Otros Productos de Origen Animal
Residuos y desp.de la Ind.Alimenticia
116%
Café, Té, Yerba Mate y Especies
Bebidas, Líq. Alcohólicos y Vinagre
Azúcar y Artículos de Confitería
40%
Plano Local
Variación interanual de las exportaciónes MOI
En el plano local, la profundidad y
persistencia de la crisis internacional
está afectando a la economía por
diversos canales de transmisión, y
sus efectos se propagan tanto a nivel
real como financiero de forma más
compleja que en el caso de países
desarrollados, dadas las diferencias
que en uno y otro caso existen en
Feb 09 vs Feb 09
Manuf. de Cuero, Marroquinería
-75%
Calzados y sus partes Componentes
-50%
Material de Transporte terrestre
-45%
Piedras y Metales Preciosos y Monedas
-44%
-26%
Textiles y Confecciones
Vehículos de navegación aérea, marítima y fluvial
-18%
MOI
-18%
-15%
Máquinas y Aparatos, Material Eléctrico
-11%
Papel, Cartón, Imprenta y Publicaciones
Manuf.de Piedras, Yeso y vidrio
-8%
Materias Plásticas y sus manufacturas
-7%
Productos Químicos y Conexos
-5%
Caucho y sus Manufacturas
-4%
30%
Metales Comunes y sus Manufacturas
-100% -80%
Fuente: CEU - UIA en base a datos de INDEC
-60%
-40%
-20%
0%
20%
40%
materia de estructura comercial y fortaleza institucional, en particular la moneda.
En este sentido, y sumado a la fuerte contracción del crédito y la demanda de bienes a
nivel global, en Argentina, así como en otros países en desarrollo, la crisis reeditó el
deterioro de los términos de intercambio al caer los precios asociados a gran parte de
nuestro complejo exportador (las llamadas commodities) vis a vis lo que ocurre en
importaciones, sesgadas a bienes de mayor valor agregado, lo que afectó el saldo
comercial (en los últimos cuatro meses cayó 21% interanual) y la cuenta corriente del
balance de pagos. La merma en las exportaciones fue especialmente aguda en productos
primarios y energía, pero también fue intensa en casi todos los rubros de manufacturas
de origen industrial (explicado en gran parte por transporte terrestre) y agropecuario
(sobre todo por grasas y aceites, productos de molinería y productos lácteos). Esto es
particularmente complejo en un contexto donde, además, la depreciación nominal del
peso está rezagada respecto de las de nuestros principales socios comerciales.
Frente a la menor demanda interna y externa de bienes, el sector industrial mostró en
febrero último la cuarta caída interanual consecutiva (de -12,2% según estimaciones
preliminares del Centro de Estudios de la UIA3), luego de 72 meses de crecimiento
continuado. Las disminuciones más intensas se observaron en siderurgia y producción
automotriz, los dos sectores más dinámicos en 2008. Si estos dos sectores hubiesen
mantenido los niveles del año pasado, la caída hubiese rondado el -3,1%.
Crecimiento interanual, con y sin metales básicos y automotriz
15%
12,6%
10%
Desde noviembre de 2008 los
registros corresponden a
estimaciones propias del CEU
9,2%
8,4%
6,8%
5,9%
4,2%
2,5%
2,5%
1,6%
1,8%
1,7%
Sep '08
3,9%
Ago '08
5% 3,7%
5,4%
4,4%
2,7%
1,7%
0,5%
Ene '09
Feb '09
-1,4%
Dic '08
Nov '08
Oct '08
-1,0%
Jul '08
Jun '08
May '08
-0,2%
Abr '08
Mar '08
Feb '08
Ene '08
0%
-4,0%
-3,1%
-1,6%
-5%
-6,0%
Sin met.bas. y automotriz
-10%
Con met.bas. y automotriz
-9,2%
-11,9% -12,2%
-15%
Fuente: CEU-UIA en base a datos de INDEC y Cámaras sectoriales
3
El Centro de Estudios elabora su estimación de la actividad industrial en base a la información suministrada por las
cámaras empresarias de los diferentes sectores. Cada cámara releva, a su vez, los datos cuantitativos directamente de
sus empresas asociadas. La estimación final surge del promedio ponderado de la evolución de cada sector. A nivel
agregado (bloques), dicha ponderación es idéntica a la utilizada en el índice elaborado por el INDEC. A nivel rubros
y subrubros existen algunas diferencias. Sin embargo, y más allá de estas, hasta octubre, los índices de producción
reflejados por INDEC y los datos manejados por el CEU a través de sus cámaras resultaban altamente coincidentes,
observándose únicamente diferencias de segundo orden. A partir de ese mes, la evolución del indicador del INDEC
comienza a distanciarse, no sólo en relación a los datos aportados por las cámaras asociadas a la UIA, sino también
con respecto a otras fuentes oficiales – como ser, la secretaría de energía o de agricultura, ganadería y pesca.
Vale mencionar que, según nuestras estimaciones preliminares, la variación de la
actividad industrial se encuentra en línea con las observadas en otro países y zonas del
mundo; tal es el caso de EE.UU (-11,8%), Chile (-11,5%), Brasil (-17%), entre otros
(ver cuadro a continuación).
Actividad Industrial
País
Variación interanual
Último Dato
feb
EE.UU
-11,8%
Zona Euro
-16,4%
ene
Japón
-38,0%
feb
Brasil
-17,0%
feb
México
-11,3%
feb
Chile
-11,5%
feb
Argentina CEU
-12,2%
feb
Fuente: CEU - UIA en base a datos de Bancos Centrales y Cámaras
Esta propagación real de la crisis a nivel local intensifica, aún más, la dolarización de
carteras (la cual, como se mencionó, constituye financiamiento a tasa nula al tesoro
norteamericano), que ya para 2008 superó los USD 23 mil millones, contrayendo el
dinero en circulación y la suba del costo para inmovilizarlo: la tasa de interés.
En este marco, y dada la relevancia de la crisis a nivel global y local, esta vez, no hay
tiempo de agotar todas las alternativas antes de hacer lo correcto. El mundo enfrenta,
como la Argentina lo hizo a finales de 2001, el desafío de resolver las urgencias del
corto plazo, pensando en el largo sobre la base de un cambio de paradigma.
En este sentido el país cuenta, como gran parte de las economías periféricas de la
región, con un margen relativamente amplio para movilizar recursos internos en pos de
potenciar un proceso de crecimiento y desarrollo: mano de obra disponible junto con
fuertes necesidades de industrialización, entre otras cosas. Sin embargo, esto requiere
canalizar los recursos derivados del ahorro nacional para aplicarlos a un plan económico
que contemple las necesidades de cambio estructural de la matriz productiva.
Adicionalmente, dependerá, más que nunca, de la existencia de políticas económicas
coordinadas que viabilicen la continuidad de la producción de bienes. Ello implica
conjugar las decisiones en materia cambiaria, monetaria, fiscal, de ingresos y de política
comercial priorizando la defensa del mercado interno, aunque sin perder los externos.
Descargar