DECLARACION DEL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA ELECTO NICOLAS SARKOZY (Paris, 6 de mayo de 2007) Mis Queridos Compatriotas: Dirigiéndome a vosotros esta noche y en este momento que es, todos lo imagináis, excepcional en la vida de un hombre, siento una inmensa, una sincera y una profunda emoción. Desde la más tierna edad, siento un orgullo indecible por pertenecer a una gran, a una vieja, a una bella nación, Francia. Amo a Francia como a un ser querido que me ha aportado tanto, ahora, me toca devolver a Francia lo que Francia me ha dado. Esta noche, pienso en los millones de franceses que, hoy, han mostrado su confianza. Quiero decirles que me han concedido el mayor honor posible, a mi parecer, considerándome digno de presidir el destino de Francia. Pienso en todos aquellos que me han acompañado en esta campaña. Quiero hacerles partícipes de mi gratitud, quiero trasmitirles mi afecto. Quiero trasmitirlo en primer lugar a mi familia, quiero trasmitirlo a mis amigos, quiero trasmitirlo a mis compañeros, quiero trasmitirlo a todos aquellos que me han apoyado. Y pienso en la Señora Royal. Quiero decirle que siento respeto por ella y por sus ideas con las que tantos franceses se han identificado. Respetar a la Señora Royal es respetar a los millones de franceses que han votado por ella. El presidente de la República debe amar a todos los franceses. Pienso, por tanto, en todos los franceses que no han votado por mí. Quiero decirles que, a pesar del combate político, a pesar de las divergencias de opinión, hay para mí una única Francia. Quiero decirles que seré el presidente de todos los franceses, que hablaré por cada uno de ellos. Quiero decirles que esta noche, no ha tenido lugar la victoria de una Francia contra otra. Para mí, esta noche hay una única victoria: la de la democracia, la de los valores que nos unen, la del ideal que nos reúne. Mi prioridad consistirá en hacer todo lo posible para que los franceses tengan siempre ganas de hablarse, de comprenderse y de trabajar juntos. El pueblo francés se ha expresado. Ha elegido romper con las ideas, las costumbres y los comportamientos del pasado. Así pues, voy a rehabilitar el trabajo, la autoridad, la moral, el respeto y el mérito. Voy a rendir de nuevo homenaje a la nación y a la identidad nacional, voy a devolver a los franceses el orgullo por Francia, voy a acabar con el arrepentimiento, una forma de odio hacia uno mismo, y con la rivalidad de las memorias que nutre el odio hacia los otros. El pueblo francés ha escogido el cambio. Este cambio, lo pondré en práctica, porque se trata del mandato que he recibido del pueblo y porque Francia lo necesita. Pero lo llevaré a cabo junto con todos los franceses. Lo haré con ánimo de unión y fraternidad. Lo llevaré a cabo sin que nadie sienta que se le ha excluido, que se le ha dejado de lado. Lo llevaré a cabo con la voluntad de que todos puedan hallar su lugar en nuestra República, de que todos se sientan identificados, se sientan respetados por su dignidad de ciudadanos y su dignidad de hombres. Todos a quien la vida ha herido, todos a quien la vida ha consumido deben saber que no se les abandonará, que se les ayudará, que se les socorrerá. Los que tienen la impresión de que, hagan lo que hagan, no podrán salvar los obstáculos, deben tener por seguro que no se les dejará de lado y que tendrán las mismas oportunidades que los demás. Pido a todos los franceses, independientemente de su partido, sus creencias, sus orígenes, que se unan a mí para que Francia se ponga de nuevo en movimiento. Pido a todos a que no se dejen encerrar en la intolerancia y el sectarismo, sino a que se abran a los demás, a los que tienen ideas diferentes, a los que tienen otras convicciones. Quiero lanzar un llamamiento a nuestros socios europeos, a quien nuestro destino está profundamente vinculado, para decirles que, durante toda mi vida, he sido europeo, que creo profundamente, que creo sinceramente en la construcción europea y que, esta noche, Francia está de vuelta en Europa. Insto a nuestros socios a que oigan la voz de los pueblos que quieren ser protegidos. Les insto a que no hagan oídos sordos al descontento de los pueblos que perciben la Unión Europea no como una protección, sino como el caballo de Troya de todas las amenazas que conllevan las transformaciones del mundo. Quiero lanzar un llamamiento a nuestros amigos estadounidenses para decirles que pueden contar con nuestra amistad, forjada durante las tragedias de la Historia que hemos afrontado juntos. Quiero decirles que Francia siempre estará a su lado cuando la necesiten, pero quiero decirles también que la amistad, consiste en aceptar que nuestros amigos puedan pensar de un modo diferente. Y que una gran nación como Estados Unidos tiene el deber de no obstaculizar la lucha contra el cambio climático, sino al contrario, de situarse a la cabeza de este combate, puesto que aquello que está en juego, es el provenir de toda la Humanidad. Francia convertirá este combate en su primer combate. Quiero lanzar un llamamiento a todos los pueblos del Mediterráneo para decirles que es en el Mediterráneo donde estará el centro de la acción, que hay que superar todos los odios para abrir el camino a un gran sueño de paz y a un gran sueño de civilización. Quiero decirles que ha llegado la hora de construir juntos una Unión Mediterránea que sirvirá de enlace entre Europa y África. Aquello que se hizo por la unión de Europa, hace sesenta años, vamos a hacerlo ahora, por la unión del Mediterráneo. Quiero lanzar un llamamiento a todos los africanos, un llamamiento fraternal para decir a África que queremos ayudarle a vencer la enfermedad, el hambre, la pobreza, a vivir en paz. Quiero decirles que, juntos, vamos a decidir juntos una política de inmigración controlada y sobre una política de desarrollo ambiciosa. Quiero lanzar un llamamiento a todos aquellos que, en el mundo, creen en los valores de la tolerancia, la libertad, la democracia, el humanismo, a todos los que son perseguidos por las tiranías y las dictaduras. Quiero decir a todos los niños del mundo, a todas las mujeres martirizadas del mundo, quiero decirles que el orgullo, el deber de Francia consistirán en estar a su lado. Francia estará junto a las enfermeras búlgaras encerradas desde hace ocho años, Francia no abandonará a Ingrid Betancourt, Francia no abandonará a las mujeres condenadas a llevar burqa, Francia no abandonará a las mujeres que no tienen libertad. Francia estará de parte de los oprimidos del mundo. Es el mensaje de Francia, es la identidad de Francia, es la historia de Francia. Mis Queridos Compatriotas, vamos a escribir juntos una nueva página de nuestra Historia. Esta página de nuestra Historia, mis Queridos Compatriotas, estoy seguro de que será grande, de que será bella. Y desde el fondo de mi corazón, os lo quiero decir, con la mayor sinceridad, con la que os hablo en este momento: Viva la República y viva Francia !