it. bipartidismo como contexto del proceso electoral costarricense

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Secuencia (1990), 17, mayo-agosto, 51-70
ISSN: 0186-0348, ISSN electrónico: 2395-8464
DOI: http://dx.doi.org/10.18234/secuencia.v0i17.294
it. bipartidismo como contexto
del proceso electoral
costarricense
Trina Barrantes
E
ste breve esbozo de Ia coyuntura
electoral en Costa Rica se inscribe
coma parte de un ejercicio intelec­
tual, a fin de contribuir con una lectura
mas "cientifica" del tejido social quear­
ticule el espectro de la geografia politica
de Centroamerica.
Se dice que la "democracia es y se
concreta en el voto", segun el criteria de
la mayoria de Ios ciudadanos costarri­
cerises, nosotros buscaremos desmitifi­
car dicha opinion.
La hipotesis central de este esfuerzo
acadernico busca demostrar que:
Las elecciones del 4 de febrero de 1990,
el triunf o del licenciado Rafael Angel
Calderon Fournier y del Partido Unidad
­­
­
Social Cristiana, consolidan el bipartidismo
como caracteristica fundamental del sis­
tema electoral costarricense; se acennia el
proyecto neoliberal en terminos econo­
micos y consecuenternenre, se estrechan
los lirnites de la democracia liberal bur­
guesa hacia otras opciones.
PERSPECTIVAELECTORAL Y
CONTINUISMO
NEOLIBERAL
El esquerna de desarrollo capitalista cos­
tarricense, hasta 1975, en vez de excluir
mas bien incorporo en su seno un con­
junto de sectores de clases que son los
que le permiten hacer viable un largo
proyecto de Estado benefactor y pater­
nalista.
­
SECOENClfi
Revistadehistoriaycienciassociales
­­­
dano puede agruparse en partidos poli­
ticos y parttcipar en la campana, ade­
vez que solo dos partidos, Liberaci6n
Nacional y la· Unidad Social Cristiana
(use), se repartieron la casi totalidad de
la deuda, cuyo monto no puede ser su­
perior por Ley al 2% del promedio de los
presupuestos ordinarios de la Republica, 2
Las articulaciones de lo estrictamente
electoral no son las aspectos mas tipicos
del bipartidismo. Otros contenidos lo
constituyen los acuerdos tacitos en poli­
tica econ6mica de cara a los organismos
financieros internacionales, asi como sus
rasgos de politica exterior circunscritos
a la propuesta de la Casa Blanca, que
poco tienen que ver con un pais que
vende al exterior un nuevo clise: la de­
mocracia centenaria, como un ron que
se aneja en los toneles del bipartidismo.
En definitiva, hay un cierto desgaste, una
especie de "deformaci6n electorera" que,
aunque la misma quede avalada cada
cuatro afios por un buen contingente de
votantes, cada vez mas estan excluidos
y limitados de las decisiones y participa­
ci6n estatal.
No pretendemos ni es el objetivo,
cercenar la importancia hist6rica del vo­
to, pero si podemos consignar y afirmar
que el actual esquema democratico de
Costa Rica reduce la decision de las ma­
yorias al simple ejercicio del sufragio.
Dicho porcentaje de votantes no pue­
de distinguir lo real de lo especulativo
en la propuesta­cferta de los partidos ma­
yoritarios y acoge sin ningun reparo los
de mejor alcance propagandistico sin
1
Jaime Delgado, La Republica, 27 de diciem­
bre de 1989, p. 17.
2
Segun indic6 el contralor general, Elias Soley,
"el presupuesto ordinariode ta republica para el 87
fue de 40 520 821 000 colones, para el 88 de 52 274
823 841 yen 89 de. 56124 800 000 hacienda un total
de 148 920 444 841 colones y un monto promedio
de 49640148 280, cuyo 2% es de 992 802 965 colo­
. nes, limite rnaximo de contribuci6n del Estado a los
partidos politicos" (89colones' por un dolar), La Re­
pabuca, 4 de febrero de 1990, p. 7.
Este largo periodo caracterizado por
un gran contenido socialdem6crata, es
resultado de la politica del Partido Libe­
raci6n Nacional (PLN), mismo que co­
mieriza a ceder espacios ante el adve­
nimiento del Estado libre­empresario y,
mas recientemente, a un capitalismo ba­
sado ­en exclusiva­ en el sector privado
y la exportaci6n. A finales de la decada
pasada surge un nuevo bloque de fuer­
zas, el bloque exportador financiero, que
nos descu bre facilmentc sus rasgos y nos
permite reconocerlo en el interior de las
dos partidos mayoritarios, signandoles
su especificidad, pero con una clara ten­
dencia a un bipartidismo que tiene sus
correspondencias con las tendencias a
nivel intemacional. Esto porque "el PLN
se ha desvivido por parecerse a las so­ .
cialdemocracias europeas y a los demo­
cratas norteamericanos. Los socialdemo­
cristianos, han emulado mimetizando a
sus hom6logos italianos y alemanes". 1
Frente a este claro panorama de un
solo proyecto econ6mico con dos cabe­
zas visibles a nivel politicopartidario, la
construcci6n de una tercera opci6n es
casi irnposible.
EL BIP ARTIDISMO
Aunque la Constituci6n politica de Costa
Rica tenga el precepto de que todo ciuda­
­
mas de las consabidas reformas de 1956,
1971 y 1972 que atienden a la contri­
buci6n del Estado para financiar las gas­
tos de las partidos politicos, segun lo es­
tipulado en la Hamada "deuda politica
adelantada", la realidad es otra cosa, toda
SECOENClfi
Revistadehistoriaycienciassociales
que necesariamente atiendan a un cam­
bio y mejora de sus demandas.
Con este monopolio de las recursos
por parte de ambos y la debilidad de los
otros parudos, en ausencia de discusio­
nes prograrnaticas, con una campafia
electoral que nos sugiere mas bien una
excelente articulaci6n y efectiva estrate­
gia publicitaria ­en lugar de ampliarse y
profundizar la democracia­ se lleva la
actual coyuntura a un untpantdtsmo bi­
cefalo tendencialmente cada vez menos
democratico,
Este breve •xamen de las propuestas
electorales de ambos partidos: PLN­USC,
deja claramente establecido sus grandes
puntos de coincidencia, o lo que llama­
mos un monopartidismo econ6mico de
dos cabezas politicas, El marco que ofre­
cemos al respecto ayuda en este sentido
a clarificar que las depositarios de este
acto de "marketing electoral", siguen
siendo las mayorias mientras que los go­
biernos mantienen la acci6n en el. esce­
nario durante cuatro afios a favor de
minorias privilegiadas.
EL PARTIDO LIBERACI6N NACIONAL (PLN)
PLN surgi6 a la luz publica en 1952,
aunque ya en 1940 sus planteamientos
ideol6gicos habian madurado con el
Centro de Estudios para los Problemas
Nacionales y, posterionnente, con el Par­
tido Acci6n Democratica. De una clara
orientaci6n socialdem6crata impregna
durante un largo periodo reformista al
Estado costarricense. No es el interes de
este trabajo un examen exhaustivo de
esta organizaci6n sino buscar algunos
elementos que expliquen su derrota en
la ultima contienda electoral. Misma que
para el PLN en terminos hist6ricos, no
s61o significo la perdida del ejecutivo,
sino de la Asamblea Legislativa y la ma­
El
yor parte de las municipios, lo cual es
muy significativo dada la importancia
que estos organismos ienen en el que­
hacer politico costarricense. Veamos esto
en cifras:
De un total de 1692 050 votantes dis­
tribuidos en 7 597 mesas electorales, LN
obtuvo 47.3% de votos, 0 sea 604 020
costarricenses sufragaron a favor de la
socialdemocracia (cuadro 1). Sin embar­
go, las provincias tradicionalmente bas­
tiones del "Iiberacionismo" fueron ga­
nadas par las sociakristianos.
Un examen del padr6n electoral
(cuadro 2) muestra cierta tendencia y
comportamiento geografico del voto y
adernas nos permite ensa yar algunas
hip6tesis que pudieran demostrar el
comportamiento de sectores y algunas de
las· razones de la derrota del PLN.
Senalernos algunos elementos que con­
sideramos importantes:
a) El comportamieruo de la juventud.
Este sector de poblaci6n es mayoritario
en Costa Rica; el padr6n electoral de
1986 (1 486 474 votantes) experiment6
un drastico aumento de 13.8% de sufra­
gantes, estos datos demuestran que, de
alguna manera, las votantes cuyas eda­
des oscilan entre los 18 y 29 afios son
casi 6oo 000; de ellos 300 000 votaron
par primera vez.
­­
­
b) Los pequenos agncultores y el sec­
tor informal de la economia. Aunque
en terrninos programaticos el ruse no
ofreci6 respuestas contundentes para la
atenci6n de estos sectores, si ofreci6,
propagandisticamente hablando, un con­:
junta de promesas que le posibilitaron
la adherencia de dichos sectores. Con­
tribuy6 a esta derrota el que el PLN en
ocho anos consecutivos desatendi6 a esta
rnasa de poblaci6n electoral en terminos
de SUS demandas mas estructurales. Po­
driarnos argumentar que el "rnensaje
del PUSC estuvo mas dirigido y tuvo
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SECOENClfi
Revistadehistoriaycienciassociales
Cuadro 2
PADRON NACIONAL ELECTORAL
Total de electores 1986: 1486474
Total de electores 1990: 1 692 050
Aumento
205 576 = 13.82%
Desglose en prooincias
Provincia
Costa Rica
Sanjose
Alajuela
Cartago
Heredia
Guanacaste
Puntarenas
Limon
Total
Hombres
Mujeres
1692050
665 920
296 419
186 969
141 210
123 981
163 027
114 524
848728
320 815
150 546
94 368
69 920
63 675
86 854
62 550
843 322
345 105
145 873
92 601
71 290
60306
76173
51974
­­
­
Fuente: Peri6dico La Republica.
mayor penetraci6n entre clases bajas y
de menor nivel educativo".3
c) Desarticulacion de estructuras in­
ternas, narcotrafico y corrupcum. El
PLN no logr6 una oxigenaci6n de sus es­
tructuras intemas despues de la con­
venci6n del 19 de febrero de 1989 y el
doctor Carlos Manuel Castillo tampoco
estuvo a la altura de darle la cohesion
que dicha organizaci6n necesitaba. Con­
juntamente con estos aspectos el PUSC
orquest6 una gran campafia contra el
narcotrafico y la corrupci6n en el go­
biemo de. Oscar Arias, hacienda una ·
simetria, que result6 a los ojos del elec­
torado, facil de identificar con el PLN.
d)
~Altemancia en el poder o dicta­
dura de partido?Este argumento, usado
como eslogan por el PUSC­pese a su in­
consistencia te6rica­contribuy6 decidi­
damente a ganar un espacio electoral a
este partido. Le llamamos inconsistencia
3
p. 8.
Peri6dico La nacion, 6 de febrero de 1990,
porque como se ha demostrado en los
parrafos anteriores no existen puntos de
ruptura en lo sustancial, en la propuesta
prograrnatica de ambos partidos. Empe­
ro como recurso del "marketing elec­
toral" demostr6 su indiscutible efec­
tividad simb6lica.
·
e) Contenido neotiberal de/ PLN. Otro
elemento que debe tenerse presente es
la percepd6n de que, en el actual gobier­
no de Arias, hay cierto dislocamiento en
la ejecuci6n de las tesis socialdem6cra­
tas: segun un editorialista del peri6dico
La Republica "resulta el gobierno libe­
racionista mas antiliberadonista de la his­
toria del PLN". 4 Este senalarniento ha te­
nido costos politico­electorales contun­
dentes para el doctor Carlos Manuel Cas­
tillo por parte del sector mas genuino de
la sodaldemocracia liberacionista.
Sefialamos asi los rasgos mas visibles
y coyunturales de la derrota del PLN; 16­
4 Alberto Franco Cao, La Prensa Libre, 7 de
febrero de 1990.
­
SECOENClfi
Revistadehistoriaycienciassociales
gicamente los aspectos de orden estruc­
tural requeririan de un examen y una
lectura mas profunda.
EL PARTII>O UNIDAD SocIAL CRISTIANA
­­
­
­­
Al licenciado Rafael A. Calderon Four­
ron una magnificaci6n que estuvo legi­
timada por el electorado en la pasada
contienda, independientemente de la
configuraci6n sectorial con la cual se
articul6 dicho partido politico. 7
Considerado de esta manera el mapa
politico de estas dos fuerzas mayorita­
rias en su comportamiento electoral, nos
surgen algunas preguntas: les posible, en
las actuales condiciones, un gobiemo de
consenso en el nuevo proyecto social­
cristiano? lEsta el nuevo gobiemo en
capacidad de reestructurar las relaciones
Estados­sociedad? iAmplia este nuevo
"triunfo de la oposici6n" a la democra­
cia costanicense? Estas son algunas de
las interrogantes que pretendemos dilu­
cidar de alguna manera en este trabajo.
Sin embargo la inmediatez de la coyun­
tura que esta siendo analizada no nos
permite ensayar respuestas contunden­
tes. La prueba del llamado "perfecciona­
miento democratico" no puede atender
a dos contenidos "politicoprogramati­
cos" disimiles en sus argumentos y ne­
cesidades. Un sector minoritario cada vez
mas neoliberal (llamese PUSC o PLN) y una
masa elector.al mas urgida de resoluci6n
de sus promesas.
·
nier, presidente electo de Costa Rica,
se le debe en parte la compactaci6n de
la unidad opositora. En cuanto al PUSC,
organizaci6n surgida a partir de 1983 y
resultado de una coalici6n de cuatro par­
tidos politicos: Democracia Cristiana, Re­
novaci6n Dernocratica, Partido Republi­
cano Nacional y Partido Unificaci6n
Nacional, sigue sin definir su verdadero
entornoideologico, aunque comienza a
lograr, efectivamente, su proceso de des­
personalizacton y de mayor nivel insti­
tucional. 5
Metodol6gicamente hablando, seria
incorrecto y poco objetivo resolver por
analogia al PLN el analisis del triunf o del
PUSC a partir de sus debilidades anali­
zadas, ya que hernos mantenido coma
hilo conductor y coma preocupaci6n
te6rica en este trabajo el peso de los sig­
nos extemos y las formas concretas en
la manipiilacion de la conciencia elec­
toral del costanicense, mismos que seran
MARCO ECON6MICO Y PROPUESTA
analizados en el capitulo siguiente. 6
De estos signos externos y simbolos PARTIDISTA
publicitarios derivamos que las prome­
sas electorales del PUSC y el contenido
Desde 1983, con el Plan de Ajuste Estruc­
econ6mico, social y politico del "pro­ tural I (PAE I), nuestro pals inici6 un
grama electoral" (vease cuadro 3), tuvie­ proceso de modemizaci6n de la admi­
nistraci6n publica, o mejor dicho de pri­
vatizaci6n
de servicios e instituciones,
SSe hace referenda a la despersonalizaci6n del
Puscpor parte de La Nacion, 6de febrero de 1990,
p. 14.
6 Ailes
Roger, asesor norteamericano del PUSC,
contribuye a fortalecer este argumento cuando al
referirse a Rafael A. Calder6n, sostiene que fue
mejor candidate y el PUSC tuvo mejor or.ganizaci6n,
soporte econ6mico y buen asesoramiento, La
Nacion, 11 de febrero de 1990, p. 11.
7
Enla separata de la revista costarricense Apor­
tes de febrero de 1990 se sefiala que "en la medida
en que elfuturo gobiemo intente honrar sus deudas
con los electores sobre la base de medidas de
reforma social; se enfrentara a las politicas del
Fondo Monetario Internacional y quizas a pode­
rosos intereses dentro del partido", p. 2.
SECOENClfi
Revistadehistoriaycienciassociales
Cuadro 3
SIMILITIJD EN PROGRAMAS DEL PLN Y EL PUSC
Parlidopusc
•
ParlidoPLN
Politica economica:
Politi ca economica:
­Desconcentraci6n y descentralizaci6n del
Estado.
­Revision y fortalecimiento del regimen
municipal.
­Impulsar nuevos programas de ajuste es­
tructural, con el apoyo del FMI y del Banco
Mundial.
­Drastica contenci6n del gasto publico.
­Mejoramiento de la recaudaci6n fiscal.
­Estudio permanente de Incentives de la
produccion.
­Menores y mas espaciadas rninidevalua­
ciones segun tasa de inflaci6n.
­Negociacion de deuda externa mediante su
recompra, reconversion o condonacion,
­Reactivacion del Mercado Comun Centro­
americano
­­Generar mayor valor agregado.
­Nuevo plan de fomento bananero para
exportar 100 millones de cajas anuales.
­Lograr autosuficiencia en producci6n de
arroz, frijol y rnaiz. Mejorar programas leche­
ros y superar la crisis de ganado de came.
­Mayor impulso al turismo.
Politica social:
­Creaci6n del Instituto para la Familia.
­Reformas a planes sanitarios y de vivienda,
­Crear nuevas fuentes de empleo.
­Creaci6n de las procuradurias de la mujer y
contra la corrupci6n.
Politica exterior
­Apo yo al proceso de Esquipulas II.
­Respeto de los principios de no intervencion,
Autodeterminaci6n y no uso de la fuerza.
Salvo en legitima def ensa. Con base en los
postulados del TIAR.
­Fortalecimiento de la OEA.
­Activa participacion en la defensa de los
derechos Humanos.
­Economia al servicio del hombre, median­
te un desarrollo que promueva la justicia
social.
­Economia mixta bajo un mercado libre con
participaci6n del Estado,
­lncremento de la producci6n nacional con
un creciente apoyo de nuevas formas de
producci6n asociativa.
­Producci6n orientada a la exportacion para
insertarse con mayor fuerza en el rnercado
internacional. Aunque sin la acci6n en el
Mercado Comun Centroamericano.
­Mantener programas de ajuste estructural.
­Redefinici6n del intervencionismo del Es­
tado en la econornia incentivar la reconver­
sion agroindustrial con fines exportadores.
Politico social:
­Creaci6n de Centres de Atenci6n Integral
del Nirios.
­Transporte gratuito para ancianos y estu­
diantes.
­Aguinaldo adicional en febrero para com­
pras de utiles y uniformes escolares.
­Mantener programas sociales de salud, vi­
vienda y atenci6n de niftos mmusvalidos y
personas de la tercera edad.
­Generaci6n de nuevos empleos. Espe­
ciahnente para la juventud.
­Politica de salaries crecientes.
­Estricto control de precios de la canasta
basica.
Politica exterior:
­Politica exterior basada en la lucha por los
derechos humanos y el apoyo a la democra­
cia.
­Proseguir con la politica de paz marcada por
el mandatario Oscar Arias.
­Costa Rica como principal pro motor de paz
en el conflicto regional.
­Fortalecer alianza con naciones democrati­
cas frenre a las dictaduras,
c ......... te: Semanario Unioersidad, rnim. 904, 2 de febrero de 1990.
a
=
SECOENClfi
Revistadehistoriaycienciassociales
­­
­
con un marcado rurnbo y orientacion a
la desnacionalizad6n y desrnantelamien­
to del Estado. 8
El contexto econ6mico en que tiene
lugar este proceso electoral detennina el
curso del gobierno socialcristiano para
el pr6ximo cuatrienio. Ni el PLN ni el PUSC
ofrecieron modelos de recambio o nue­
vas opciones politicas de reorientaci6n
del Estado, ambos habian convenido
con el compromiso de ejecutar el PAE III,
idea que cont6 con el beneplacito de am­
bos candidates: Carlos Manuel Castillo y
Rafael A. Calderon, adernas del respaldo
expreso de la empresa privada.
Costa Rica ingres6 desde 1983 al
proceso de "modernizaci6n y. privati­
zaci6n" de su economia resultado de las
planes de ajuste estructural I y II, cuya
sintesis ofrecemos.
Se aplic6 entre 1984 y 1985, susten­
tado en un financiamiento de 80 millones
de d6lares provenientesdel Banco Mun­
dial, con el objetivo de establecer un nue­
vo esquema de desarrollo, diferente del
modelo de sustitucion de importaciones.
Como resultado, el pais experiment6
el crecimiento y la diversificaci6n de las
exportaciones, al tiernpo que cont6 con
disponibllidad de recurses para hacer
frente a la balanza de pagos.
PAE II: Comprende el periodo 1987­90
y el suministro de 200 millones de dolares
por parte del Banco Mundial y el gobier­
no deJap6n(50%cada uno) ­.
Sus pnncipales medidas estan orien­
tadas a mejorar la eficiencia y produc­
PAE:
­
8 El proyecto neoliberal que sigue el modelo
econ6mico costarricense esta avalado porel nuevo
gobiemo recien electo. Asi, Victor Emilio Herrera,
seguidor del PUSC y presidente de la Union de
Camaras y Asociaciones de Empresa Privada­ucAEP
manifiesta el apoyo a la aprobacion de un nuevo
PAE 111 cuya orientaci6n debe dirigirse a "pasar los
impuestos de la producci6n a la riqueza y el
consumo", La Nacion, lunes 29de enerode 1990,
p. 8.
tividad de las actividades nacionales para
competir con exito en terceros obstaculos
que impiden a los empresarios hacer un
uso mas rentable de los recursos del pais.
Entre otros aspectos, estipula la moder­
nizacion del sistema financiero, la reduc­
ci6n del desequilibrio en las finanzas pu­
blicas, la disminuci6n de aranceles a los
bienes importados y la programaci6n de
la inversion estatal.
La Nacion, 29 de enero de 1990.
Si las estadisricas oficiales demuestran
que el pais ha mantenido una decada
Hamada de "estabilidad con crecimien­
to", con un relativo crecimiento del sec­
tor agropecuario y una tasa de desern­
pleo que parece haberse estacionado,
cabe entonces iniciar con una suerte de
preocupaci6n te6rica para encontrar los
factores que llevaron a la derrota del PLN.
La ausencia de los sectores populares
en las politicas estatales, una poblaci6n
actual calculada en mas de 700 000 per­
sonas en estado de pobreza,9 el pro­
blema irresuelto de los tugurios y otros
rasgos visibles, 10 sirven ·de indicadores
generales para el PUSC en su reciente tri­
unfo electoral.
Los limites de la dimension social de
la politica gubemamental en las aspec­
tos sustanciales como vivienda, salud,
educaci6n, seguridad de bienes y perso­
9 La Nacion; S de febrero de 1990, p. 22; tambien
se recomienda para el analisis de estos datos La
RepUblica, 11 de febrero de 1990, p. 6.
10
Adernas de los datos ofrecidos, la causa basica
de estos problemas tienen como consecuencia la
expansion de la privatizacion de la econornia, con
unsectorpublico, considerado por diversos analis­
tas, distorsionador de la produccion y profunda­
mente desequilibrador de las finanzas, La Nacion,
7 de febrero de 1990, p. 14.
Por otra parte el proteccionismo industrial
financiero y agricola no logro captar el apoyo de
los sectores a los cuales va dirigido a saber, el
pequeno campesin.o y el pequeno industrial, La
RepUblica, 11 de febrero de 1990, p. 6.
SECOENClfi
Revistadehistoriaycienciassociales
nas, estabilidad laboral, salario, etc., vol­
caron a una gran masa de electores a
favor del PUSC, el cual ofreci6 al Estado
como cuerno de la abundancia en termi­
nos de la promesa electoral ofrecida al
pueblo costanicense.
Detras de estos ambitos sociales espe­
cificos, el apoyo del pequefio productor
de la zona rural, grandes masas urbanas
empobrecidas, un contingente de po­
blaci6n desocupada, refrendan con su
voto al proyecto del PUSC. 11
·La atencion de las promesas electora­
les coma compromiso asumido por el
recien electo presidente de Ia republica,
no s6lo requeriran de un claro contenido
econ6mico, exigen profundas modifica­
ciones estructurales del Estado costarri­
cense, aspecto que sin lugar a dudas no
podra llevarse a cabo por el caracter neo­
liberal que avecina el nuevo gobierno."
Pareciera que los principios tecnicos
adoptados conjuntamente por las dos
11
"El voto que nos hizo ganar estuvo basado
en la esperanza, en la rnodificacion de alguna.s
politicas que estaban creando una mayor brecha
social y perjudicando a las clases mas desposeidas
de este pais, Ese es el compromise mas grande
que hemos adquirido en estas elecciones. Pienso
que el pr6ximo gobierno tlene que revisar la asig­
naci6n de recurses, las prioridades que se han
establecido en adrninistraciones anteriores y, por
supuesto, las medidas que se tomen no pueden
perjudicar la producci6n nacional, porque siesta
no crece no tendremos de donde mejorar las
condiciones de esas clases mas pobres, pero si
tenernos que establecer prioridades sobre las
necesidades para destinar recursos de los existen­
tes en el Estado, sin que esto signifique nuevos
impuestos al sector productive." German Serrato
Pinto, primer vicepresidente electo del PUSC, La Re­
publica, 9 de febrero de 1990, p. 14.
12 Para el editorialista del periodico La Nacion
"este grito social nose aplicara, sin embargo, con
simples correctives o cataplasrnas, o con planes
estatales impulsados por el sentimiento, sino
mediante una accion global concertada del Estado
yla iniciativa privada", La Nacion, 8defebrerode
1990, p. 14.
fracciones parlamentarias en el actual
gobierno, no se modificaran, por el con­
trario perpetuaran cierto tipo de Estado
neoliberal envuelto en una doble via .13
El pueblo se jug6 la carta del "earn­
bio" pero con su voto se acentu6 el bi­
partidismo; la democracia ­al menos en
la vision electoral­ estrechara cada vez
mas SUS limites y deslegitimara SUS pro­
pios contenidos.
SIGNOS EXTERNOS Y COMPORTAMIENTO
DEL VOTO
Si el espacio donde se legitima (per se)
el sistema esta mediado objetivamente
por lo politico­electoral en tanto que, al
menos formalmente, todos podemos
elegir, lQUe legitima a la democracia
costarricense frente a un discurso neo­
conservador por parte de los dos parti­
dos mayoritarios?, lSe ha elegido a un
equipo nuevo y de mas claros entoquesr,
lse recupera el concepto de naci6n y se
inscribe el ofrecimiento de la politica
social del nuevo gobierno hacia una
atenci6n integral de los sectores subal­
13"Si recordamos queen rnateria econ6mica el
pais esta regido por el llamado plan de ajuste
estructural, y que esta estrategia ha sido aprobada
en el parlamento con los votos del PLN y del PUSC,
seguramente habra que deducir que no habra
sorpresas. Lo novedoso puede ser el compromise
adquirido por don Rafaef Angel Calderon con los
sectores populares y marginados, promesas que
para concretarse necesitarian una revisi6n de los
postulados neoliberales implicitos en el plan de
ajuste estructural; en este punto debera resolverse
una de las principales inc6gnitas que rodean al
proxirno gobierno, el enfrentamiento entre un
influyente y duro sector oligarquico, ferreamente
adherido a las formulas fondomonetaristas, y otro
sector no despreciable que parece encabezar el
vicepresidente electo Serrano Pinto, que abogaria
por seguir creciendo en el marco del plan de ajuste
estructural pero repartiendo con una opci6n de
justiciasocial", Libertad, 8de febrerodel990,p. 4.
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SECOENClfi
Revistadehistoriaycienciassociales
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cos votaron los costarricenses el 4 de
febrero?
Dos estrategias de lenguaje pueden
encontrarse para dar respuesta a lo ante­
rior; 14 la que sinia un esquerna mani­
queista del discurso entre lo democratico
y lo comunista, este ultimo por supuesto,
como portador de la desestabilizacion.
El otro tipo de argumentaci6n es el que
sostiene que el costarricense es portador
hist6rico de una conciencia dernocra­
tica."
"En la ofensiva neoconservadora en torno a
los valores no politicos (la familia, la religion, el
civisrno, la disciplina, el sacrificio), cuyo objetivo
es precisamente que el individuo se aleje de lo
material (que no pida aumentos salariales, tierra
para sernbrar, vivienda) y se refugie en lo espi­
ritual ",Willy Soto A., Ideologia de la oiolacion de
los derecbos bumanos, consnu, Sanjose, 1987.
is "En mi opini6n Ios costarricenses vivirnos
inmersos en una sociedad civil cuya identidad se
14
Ambas aproxirnaciones, aunque se­
paradas teorica y conceptualmente, nos
ayudan a fijar los vertices en el rectan­
gulo electoral. Loque se jug6 en Costa
Rica en el ultimo proceso electoral, como
se mencion6 anteriormente, no fue pre­
cisamente el fortalecimiento de la de­
mocracia, por el contrario, se afinaron los
mecanismos de angostamiento y sus
propios lirnites. Con la exclusion de
las "opciones" minoritarias mediante un
basa en cinco dates de nuestra conciencia de­
mocnitica: exigirnos respeto a las libertades den­
tro de sus Iirnites morales; creemos en la vigencia
de los derechos humanos y la justicia, tenemos
estricto apego a la Constituci6n y las leyes; experi­
mentamos en este acto un vivo sentirniento de
solidaridad colectiva, y cumplimos con un deber
de lealtad a la patria, Por eso digo que al votar sin
siquiera darnos cuenta de estos cinco principios,
estamos votando por el aire que respiramos",
Azofeifa, 1990.
SECOENClfi
Revistadehistoriaycienciassociales
juego antidemocratico de reparto de la
deuda politica, se desdice y desdibuja
mucho de lo "centenario" que tiene el
mito democratico y, a la vez, fortalece el
bipartidismo.
Lo cierto de esta campafta millonaria
es que no ofreci6, una vez mas, ningun
tipo de discusi6n programatica, sino un
conjunto de prornesas, engaiios y men­
tiras. Con ello uno de los beneficiaries
del bipartidismo, el PLN, se convirti6 en
el gran perdedor. Joe Napolitan, asesor
norteamericano de la campaiia del doc­
tor Carlos Manuel Castillo, asegur6 que
aun a finales de noviembre de 1989 el
PLN estaba en problemas por la orien­
taci6n de su campaiia y publicidad. En
el mismo rotativo se ofrecen las recom­
endaciones secretas dejoe Napolitan al
doctor Castillo. Leamos al respecto:
•
1. Definir una estrategia.
2. El mando de la campafia es inteligente
y competente. Su debilidad es la falta de
experiencia. Eso puede corregirse incor­
porando gente que tiene esa experiencia.
3. Encuentro a Castillo inteligente y atrac­
tivo, pero en television aparece como un
bur6crata aburrido. Cornparese lo que
se hizo con Oscar Arias y las diferencias
apareceran rapidamente.
4. Corrijase el hecho de que no existen
Iineas claras de autoridad en la campaiia.
5. Desarr6llese una lucha agresiva para
recaudar dinero. No es posible ganar si no
se recaudan amplias sumas.
6. Buena gente del PLN no ha sido usada .
Ese fue un error en los comienzos de la
campaiia de Oscar Arias. Cuando se corri­
gi6 la campaiia floreci6.
7. Definase una carriparia para atacar a
Calderon. Lo unico negativo que he oido
es su vinculo pasado con Carazo. Pero fue
hace ocho aiios. Hay 200 000 o 400 000
nuevos votantes desde ese tiempo. Debe
haber otros puntos negativos.16
i6 La Nacion,
11 de febrero de 1990, p. 5.
Los problemas del PLN no son resul­
tado exclusive de la campaiia electoral.
Desde el 19 de febrero de 1989 el par­
tido sign6 parte de su derrota, de alguna
manera, al descubrir puntos muy suscep­
tibles y vulnerables a la critica de la opi­
nion publica. Pero la crisis moral del PLN,
a decir verdad, no descubri6 su verda­
dero magma de significaciones .reales.
Por otra parte, la convenci6n de la use
tampoco ofred6 ninguna garantia de­
mocratica, a no ser su esquema propa­
gandistico de ofrecimientos y promesas.
Si el bipartidismo encuentra sus cau­ .
ces de afirmaci6n en parte gracias al
apoyo de la deuda politica adelantada,
lo que objetivamente niega un proceso
de verdadero pluralismo, no es este el
mejor indicador de la debilidad de los
partidos minoritarios, en especial de la
izquierda tradicional que reclama para
si su patente de corso de tercera opci6n.
Factores mas estructurales, tales como su
escasa percepci6n de la coyuntura, su
lectura poco objetiva de las nuevos su­
jetos sociales y su ausencia programa­
tica, son las causas basicas para disputar
espacios al bipartidismo. A esto hay que
aiiadir dos hechos concomitantes: a) que
algunos partidos siguen af errados a un
papel de representaci6n testimonial o
simb6lica, una especie de "adomo de la
democracia", que termina por legitimar
el bipartidismo real, y b) que algunos
"dirigentes" de esos partidos minorita­
rios no tienen mas motivaci6n que SU
propio ascenso a posiciones de prestigio.
Su "proyecto" se agota en su propia can­
didatura.
Y como si todo esto fuera poco,
muchos ciudadanos respetables, incon­
formes con el bipartidismo, con un Ii­
derazgo real aunque sea inorganico, con
condiciones personales y objetivas para
prestarle preciosos serviciosal pais pos­
ponen sus responsabilidades patri6ti­
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SECOENClfi
Revistadehistoriaycienciassociales
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cas a su prestigio, sus prejuicios, su co­
modidad o a su "a mi no me toca". Pre­
fieren que sean otros los que se echen a
la calle, los que corran los primeros y
mayores riesgos, los que sorteen a los
primeros aliados y, en definitiva, se
quern en.
Reiteramos, en una campafia carac­
terizada par la ausencia de planteamien­
tos programaticos, con cierta modalidad
antidemocritica de distribuci6n de recur­
sos, es imposible, o casi, la construcci6n
de terceras opciones. Una campafia que
se mont6sobre el "modelo made in U£4''
de impacto de las irnagenes de los can­
didatos y de eficiencia de las maquina­
rias electorales't logicarnente tenia que
ofrecer el comportamiento electoral ya
conocido. Los paliativos de las prome­
sas de campafta (cuadro 4) acompafiados
de una bien orquestada campaiia de sig­
nos extemos (cuadro 5) tocaron la sen­
sibilidad del votante que apost6 a favor
de "una paz con justicia social" y al ofre­
cimiento populista del bono familiar gra­
tuito.
Con base en todo lo anterior podemos
explicamos por que 51.3% de la pobla­
17
Si Joe Napolitan ha sido meridianamente
puntual en el sefialamiento de los errores del PLN
mas preciso resulta Roger Ailes, asesor del Pusc:
"No hay ninguna magia, s6lo el trabajo arduo",
dijo durante una entrevista exclusiva que con­
cedi6 a La Nacion, antenoche, enla suite del hotel
Herradura, donde los lideres socialcristianos eel­
ebraban los primeros resultados de los comicios.
F.stim6, ademas, que el traspie del PI.Nno puede
catalogarse comouna derrota, pues lo que sucedi6
fue que el PUSC propuso al "rnejor candidate" y
cont6 con otros elementos a su favor.
Su visita a Costa Rica se consider6 imposible
durante varios meses, toda vez que prefiri6 man­
tenerse al margen de los fuegos electorales. In­
duso, en unas dos oportunidades el.licenciado
Calderon tuvo que reunirse con el en Estados
Unidos.
Sohre este particular es recomendable el anali­
sis que ofrece el semanario Libertad, 8 de febrero
1990.
ci6n electoral se adhiri6 al proyecto del
o sea una masa de votantes de
656 282 ciudadanos, adverso a las politi­
cas de ocho anos de gobiemo, conduci­
das de la mano por los impulsos del
ajuste estructural y los compromisos fi­
nancieros intemacionales. 18Las concen­
traciones de poblaci6ri urbana mas em­
pobrecidas, la desatenci6n de las tres
provincias perifericas, Puntarenas, Gua­
nacaste y Limon (vease gcifica I) inte­
grada por un porcentaje muy elevado
de campesinado pobre y un represen­
tativo contingente del sector informal,
empleados de bajos ingresos y desem­
pleados, y basicamente un gran contin­
genie de pobtacton jooen, son sin duda
los factores que definieron el contexto
geografico y social del com­portamiento
de los votos que dieron el triunfo al PUSC.
PUSC,
LA IZQUIERDA EN IAS
ELECCIONES DE
1990
El reciente proceso electoral descubri6
una serie de aspectos sustanciales del
debilitamiento organico de la izquierda
tradicional, su escasa inserci6n en las
masas, su anacr6nico sentido de partido
y su anquilosada lectura de la realidad
costarricense e intemacional.
Nuestra izquierdasigue siendo devo­
ta del regimen dernocratico liberal:
la democracia para ella tiene un valor
sustantivo que trasciende clases y que
ofrece amplias opciones de vida y partici­
paci6n para el pueblo. Esto se evidencia
en un sinnumero de expresiones de los
actuales dirigentes de la izquierda tradi­
cional que seiialan que oariaran SUS me­
todos y formas de lucba solo si se Jes cie­
18"Elecciones
de 1990: los mas pobres castigan
a Liberacion", Aportes, febrero de 1990.
SECOENClfi
Revistadehistoriaycienciassociales
Cuadro4
LAS PROMESAS DE CAMPANA
Raf'aelAngel Calderon:Bono familiar gratuito para la vivienda; reparto de las ganancias
de las empresas entre los trabajadores, reanudaci6n de la siembra de banano en la Zona
sur; reconstrucci6n de la carretera Interamericana; guarderias infantiles para las madres
trabajadoras; lucha contra la corrupcion y el narcotrafico, creaci6n de mas fuentes de
ernpleo: esta blecimiento del Instituto de la Familia; mejores condiciones para estudian­
tes y agricultores.
CarlosManuel Castillo. Construcci6n de 10 000 kil6metros de caminos; 500 guarderias
y 60 CEN­CINAI; 160 000 viviendas, 83 canchas de futbol; entrega de aparatos de linea
blanca para 25 mil familia s; aguinaldo escolar para 200 000 estudiantes, acueductos ru­
ral es; polideportivo para Limon; titulaci6n para 29 060 campesinos; transporte gratis
para estudiantes: telefonos y electricidad p:ua 300 comunidades.
Cuadro S
MENSA JES CIFRAOOS
1. Costo total de la carnpana: 1 700 millones.
2. Costo de la campaiia para el
PUSC:
500 millones.
3. Costo de la campaiia para el PLN: 550 millones.
4. Gastos de campaiia no reportados por los partidos mayoritarios: 650 millones.
5. Numero total de anuncios y documentales para television elaborados por el PUSC y
el PLN: 193 (105 el
PLN
y 88 el
PUSC).
6. Numero total de anuncios para peri6dicos elaborados por el PUSC y el PLN: 249 (145
el PLN y 104 el PUSC).
7. Numero total de anuncios para radio elaborados por el PUSC y el PLN: 170 (120 el PLN
y 50 el PUSC).
8. Nrimero de vehiculos que empleara hoy el
livianos).
PLN:
13 630 (autobuses y vehiculos
9. Numero de vehiculos que ernpleara hoy el PUSC: 20 000.
10. Nurnero de guias que utilizara este dia el PLN: 103 000.
11. Nurnero de guias que utilizara este dia el
PUSC:
140 000.
12. Numero de fiscales de mesa que emplearan los partidos mayoritarios: 5 064.
13. Numero de personas que utilizara el PLN en su programa "Gane su mesa": 30 388.
14. Numero de fiscales generates de mesa que utllizara el
PLN:
2 532.
15. Numero de costarricenses que laboraran en la organizaci6n de los partidos mayo­
ritarios durante este dia: 400 000.
Fuente: voceros autorizados del ruse y del
PLN,
en La Nacion, 4 de febrero de 1990.
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izquierda tradicional­ de que las elec­
ciones son el acto de mayor protagonis­
mo del pueblo. "19 I
mas grandes
En este marco la izquierda ortodoxa
(y otra que supone no serlo) coaligada
en Pueblo Unido, el Partido del Progreso
y el Partido Revolucionario de los Tra­
bajadores (PRT), terminan por legitimar
lo electoral. como el espacto unico y ex­
­
19 Para reafirmar lo anterior insertamos la cita
siguiente que dice: "Costa Rica es una democracia
de den afios porque desde hace cien aiios se
celebran elecciones en Costa Rica (hipoteti­
camente). Esta noci6n ha creado un gran dano a
los costarricenses porque ha restringido la noci6n
de democrada a algo absolutamente tecnico y
formal: 'la fiesta electoral'." Son importantes para
enriquecer el analisis en este particular los aportes
ofrecidos en la separata del CIAP: "La comunidad
frente alaselecciones de 1990", abrilde 1989, San
Jose, y el articulo citado de la revista Tribuna
Econ6mica, 1989.
clusivo. Refrendan al voto como un
"concepto­valor" por encima del con­
tenido clasista, en donde el ejercicio del
mismo, perpetua la democracia. 20
Ciertamente, la izquierda tradicional
se ha dogmatizado y ha convertido en
principio estrategico el espacio electoral.
No obstante, dicha valoraci6n no tiene
correspondencia con la 16gicaque mues­
tra el proceso. El escaso arraigo popular
de la izquierda y, mas que ello, los resul­
tados de la ultima campana electoral
(veanse graficas 2 y 3 y cuadro 4) refle­
jan tendencialmente lo que venimos
sefialando. Pero debemos ser mas criti­
cos.
zo "Actualmente hay, sin duda, una tendencia
en muchos sectores de izquierda a considerar que
la democracia es una categoria exclusivamente
'politica' en el sentido mas restringido y liberal del
termino, que en ultima instancia remite a cierto
tipo de relaci6n entre el estado y la 'sociedad civil',
relaci6n que se caracterizaria fundamentalmente
por la libertad de expresi6n en abstracto, el plu­
ripartidismo, la realizaci6n peri6dica de eleccio­
nes y la observancia de las normas previstas en los
respectivos cuerpos legales."
SECOENClfi
Revistadehistoriaycienciassociales
La escasa votaci6n y la poca adheren­ la realidad social de la izquierda, su es­
cia a la propuesta electoral de la izquier­ caso balance de las condiciones y su
da significan, por decirlo de alguna ma­ precipitado activismo electoral, cuyos re­
nera, la parte mas visible del fen6meno.
sultados han sido muy desfavorables.
Lo esencial del mismo no se trasluce,
Finalmente, la vision cortoplacista, la
aunque descubre los vertices del agota­ valoracion simplista del tejido social y
miento de la izquierda nacional. Pueblo electoral, y la escasa percepcion de los
Unido, el Partido del Progreso y el PRT nuevos protagonistas sociales nos sefia­
son, de manera general, la manifestaci6n lan un marcado proceso de escleroti­
de un proyecto politico desgastado en zacion en el analisis por parte de la diri­
sus aspectos · y planteamientos pro­ gencia. La superacion de la naturaleza
gramaticos fundamentales, en fin, una ideologica, social y politica que confi­
izquierda acostumbrada en exclusiva a guran el espectro politico de la izquierda
la lucha reivindicativa, con menospre­
nacional se convierte en un llamado mas
cio de la lucha politica y organizativa de que de auxilio, es una urgencia historica
mas largo alcance, y donde el espacio que, obligatoriamente, exige una nueva
vital de su concertaci6n politica ha es­ lectura de la realidad costarricense.
tado definido, en los ultimos afios, por
Creemos, al menospor ahora, en dos
lo electoral. El desprecio a "ultranza" espacios de construcci6n obligatoria: a)
de los nuevos sujetoshistoricos y de sus fortalecer la unidad de las opciones mi­
masas protag6nicas, tales como el noritarias con rniras a construir la tercera
movimiento campesino.Ios ecologistas, . opcion, no solo superando la identidad
la Iglesia popular, son los angulos menos de lo reivindicativo­efectoral, sino dimen­
visibles, pero mas estrucrurales, que sir­ sionando lo politico, vertebrando al pue­
ven de base a la explicacion del fracaso blo en su verdadero cauce de sujeto
de la izquierda costarricense.
historico, La construccion de los centros
Seria mos miopes tambien . si desco­ de contrapoder hegernonico, autoges­
nocieramos que las' modiflcaciones es­ tionarios y autonomos deben revitalizar
tructurales del socialismo de la Europa la orientacion del nuevo proyecto para
del este, orientado en gran medida a con­ enfrentarel bipartidismo, b) llevar a cabo
solidar el programa de las democracias un trabajo frentista que supere las anqui­
obreras, tambien tuvo su propio espacio losadas estructuras partidistas de la iz­
de significaci6n en la derrota de la iz­ quierda tradicionalSuperacion no solo
en la concepci6n mas prograrnatica, Si­
quierda tradicional costarricense.
Este "concepto­valor" del espacio no tambien en los metodos de inser­
electoral ha llevado a la.izquierda a par­ cion, 22
ticipar del ultimo torneo electoral, aun
por encima de los obstaculos y limites
que el proceso mismo le ofrecia."
orienta a privilegiar espacios de compactaci6n del
Lo anterior nos demuestra la superfi­ .consenso que impulsanJas clases dominantes en
cial reflexion teorico­metodolcgica: de momehtos de ofensiva, de agresivided y de mayor
­­­
c
<
control sobre el pueblo." 'li~cciones de 1990... ,
op. cit.
"Pero, su error principal no s6lo deriva de
querer participar a ultranza en la contienda elec­
toral, sino de una lectura de la realidad que nubla
lo particular del actual momento politico y que los
21
.
A excepci6n de 1978, Pueblo Unido ha
confundido la dimension.en I~ cual debe ubicarse
el contexto electoral. .TQdp proceso electoral
supone una prueba de ejercicio politico para
22
­
Grafica 2
COMPORT AMIENTO DEL VOTO COMUNISTA
(En porcentaje)
·······+·· ­ 6, ­
!
­{r
PRESIDENTES
DIPUTADOS
·::::.·~r­­­·+·····+······· ········­t········· ··+··· · ·
.
.3
Fuente:
TSE,
ro
N
~
Procesamiento Apple/Costa Rica.
~
86
90
toral" y no necesariamente en la discu­
si6n de propuestas programaticas?
Si la soberanfa popular descansa exclusi­
Si la campafia electoral transfiere cier­
vamente, segun el discurso del biparti­ tos contenidos de "fiesta civica", iPOr que
dismo, en la pureza del sufragio, aspecto entonces en la redefinici6n del Estado se
que se pone en duda en las actuales excluye al pueblo?
El 4 de febrero de 1990 no se defini6
condiciones par todo lo anteriormente
sefialado, lo que debemos preguntamos el futuro de Costa Rica, todo lo contrario,
entonces es iSObre que bases se articula una vez mas surge a la luz publica el an­
una democracia que se legitima gracias gostamiento de la democracia liberal
a los signos externos del "marketing elec­ burguesa, al consolidar un "monopar­
tidismo bicefalo", coma atinadamente lo
llama Daniel Camacho, que deja fuera de.
lugar a nuevas opciones.
demostrar el a vance organizativo, lo cierto ha sido
lo contrario: en 1970 la junta electoral aport6 un
Otros rasgos del pasado torneo elec­
5.5% para diputados y 1.3% para presidente, cua­
toral nos permiten ver el desgaste de un
tro aiios despues el descenso comienza a tener
proyecto sodaldem6crata con orientado­
ritmos mas acentuados y, para 1978, ano en que
participa por primera vez la coalici6n Pueblo Uni­ nes mas ritmicas hacia una concepci6n
neoliberal. Par lo que hace a la "orto­
'do el respaldo electoral fue de 0.5%para presidente
y de 0.9% votos para diputados. Asi tenemos que,
doxia marxista" y otras nuevas expre­
de acuerdo a los datos del Tribunal Supremo de
siones, la evidencia hist6rica es mas que
Elecciones (TSE), "en la consul ta de 1982 7. 7% de
contundente. Son, ciertamente, la tercera
los electores voto por sus diputados: en 1986 el
opci6n, pero cada proceso electoral les
nurnero baj6 a 5­196 y en Jas de este aiio pas6 a
fija mas SU endeble y pirrica presencia
3396'. La Nacion, 6 de febrero de 1990, p. 11.
CONSIDERAClONES
­­­
FINALES
­
SECOENClfi
Revistadehistoriaycienciassociales
Grafica 3
VOTACI6N PARA DIPUf ADOS DE IA IZQUIERDA
•LSSDS
VOTOS
70000
VOTOS
IN'!I.
7.6%
­­
­
7
6
5
4
3
2
Las votaciones son obtenidas en 1974 por el PASO y el
en 1986 por Alianza Popular y Pueblo Unido.
­­
organica y, masque eso, su escasa ca­
pacidad creativa para dar nuevas lectu­
ras a un tejido social complejo por sus
formas de articulaci6n.
En la 16gica de los "signos extemos"
votar por el PUSC era votar por la "am­
pliad6n de la dernocracia", rescatar la so­
ciedad civil, posibilitar la soberanfa
popular mediante el ejercicio del sufra­
gio, votar por otras opciones que no
fuese Liberaci6n Nacional, era estar
contra la historia. El resultado del ultimo
proceso electoral es, sin lugar a dud.as,
el clamor de una masa que reclama
nuevos espacios en el ejercido del poder
yen la configuraci6n del Estado, pero
de manera metaf6rica, porque el nuevo
concepto de Estado y el caracter de la
sociedad civil ha prefijado con mas an­
telaci6n SU verdadero caracter, El triunfo
PSC,
en 1978, 1982 y 1990 por Pueblo Unido y
de Calderon Fournier es el ejercicio del
voto para ampliar un cierto tipo de de­
mocracia­antidemocratica
que consolida
al bipartidismo.
La paz como categoria absolutizado­
ra, la politica econ6mica de estabilidad
y crecimiento, aspectos que caracteriza­
ron los ultimos ocho afios de gobiemo
del PLN, tuvieron que ceder al discurso ·
socialcristiano, cargado de una fuerte
dosis de populismo, de denuncias de
corrupcion y de altemancia en el poder.
El pendulo de la historia acorta sus
ritmos y la sociedad civil, por lo que hace
a Costa Rica' fija mas SUS lineas hacia la
derecha en los marcos de los organismos
financieros intemacionales y dentro de
la 16gica que el imperialismo norteameri­
cano ha decidido para el conjunto de la
region centroamericana.
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