Diapositiva 1 - Ejército de Bolivia

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Edición
CNL. DAEN. JORGE CAMACHO SALGADO
DIRECCIÓN
CNL. DAEN. JUANITO ALDAZOSA MONROY
SUB DIRECCIÓN
MY. CAB. JAIME COTRINA FERNÁNDEZ
PRIMEROS ACTOS DE EXPOLIACIÓN
CHILENA EN EL LITORAL BOLIVIANO
1 - 35
ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL
LITORAL BOLIVIANO
2 - 35
TRATADO DE PAUCARPATA
8 - 35
CRONOLOGÍA DE LA GUERRA DEL PACÍFICO
14 - 35
SOF.DECASOF. FRANZ LUIS CATACORA POZO
GUERRA DEL PACÍFICO
21 - 35
RECOPILACIÓN HISTÓRICA
REFLEXIONES SOBRE EL TRATADO DE 1904
27 - 35
SRA. NORMA M. CAERO SILVA
POR LO POCO NADA…
29-35
SRA. LADY INÉS FLORES GEMIO
GUERRA PERÚ-CHILE 1879 LA GUERRA INGLESA
32-35
COORDINADOR
CAP. COM. SAÚL LEONARDO ZÁRATE SUXO
DIAGRAMADOR
CAP. INF. CRISTIAN R. CAMACHO CORNEJO
SRA. YRASEMA S. GARCÍA MÁRQUEZ
TRANSCRIPCIÓN
CNL. DAEN. FREDDY RODRIGUEZ TORREZ
SOF. LIC. RAMIRO MOLINA ALANES
REVISORES ACADEMICOS DE NUMERO
FUERZAS ARMADAS DE LA NACIÓN
MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL Y COLONIZACIÓN
“PUBLICACIONES MILITARES”
VOLUMEN No. 32 - 1952
“LA COSTA MARÍTIMA DE BOLIVIA” POR LUIS SUBIETA SAGÁRNAGA
La barca chilena “RUMENA”, fue encontrada por el bergantín boliviano “General Sucre” robando
guano en ANGAMOS: capturada y conducida a COBIJA, fue declarada buena presa por los
tribunales ordinarios; pero, he aquí que a favor de las sombras de la noche toma la fuga
rompiendo sus amarras.
Casi al mismo tiempo se descubre que la fragata chilena “LACAW” había consumado el robo de una
gran cantidad de guano en MEJILLONES; pero, al tratar de venderlo en INGLATERRA, es embargado
por los tribunales judiciales de esta Nación y entregado íntegramente todo el cargamento al Cónsul
Boliviano, Sr. Aniceto Acosta, en el puerto ESCOCÉS de GLASGOW.
En ambos casos, el gobierno chileno no quiso todavía desacreditar su política internacional y envió
toda reclamación injusta en pro de la rapacidad comprobada de los súbditos desmoralizados de su
Nación.
A raíz de estos hechos criminosos, comienza en CHILE a circular el rumor de que no sólo el PERÚ y
BOLIVIA eran poseedores de ese abono tan codiciado, sino también la República de CHILE poseía
iguales yacimientos de guano en su árida costa desde caldera hasta el rio Salado, confín de BOLIVIA.
Con objeto de cerciorarse de la verdad de esta voz popular, que día a día se iba acentuando más,
envió el Gobierno chileno una comisión AD HOC, con encargo de explorar la costa.
“Esta comisión, dice Caivano, con el afán de investigación y de aventura que constituye una de las
notas dominantes del carácter chileno, saliendo de CALDERA, siguió siempre adelante sobre una
costa deshabitada en la cual nadie podía oponerse a sus pasos, hasta que hubo de encontrar
depósitos de guano, sin tratar de saber si el suelo que pisaba era o no chileno; y habiendo
encontrado sin oposición alguna en el solitario desierto de Atacama, llegó de este modo hasta el
Morro de Mejillones, ubicado a 23º 6´ de latitud austral”.
Otra comisión, en el año 46, tuvo el atrevimiento de construir un fuerte en la Punta Angamos,
haciendo flamear en él la bandera chilena, llegando este hecho a conocimiento del Prefecto de
Cobija, quien mandó destruirlo inmediatamente, hecho del que tampoco hizo reclamación alguna el
gobierno de Chile.
Hasta aquí no hemos hecho más que apuntar los actos de expoliación particular, que no hacen más
que poner de manifiesto el deseo general de los chilenos de apoderarse de lo ajeno por la razón o
la fuerza.
1
Recopilación historiográfica realizada por el My. Cab. Jaime Cotrina Fernández
Biblioteca de la Academia Boliviana de Historia Militar
Los antecedentes históricos que
legitiman el derecho imprescriptible e
irrenunciable
sobre
el
Litoral
Boliviano, se consolidan desde
nuestras culturas milenarias de
Tiahuanacu, Aymara y los diferentes
señoríos establecidos en lo que fue
Atacama, culturas que tuvieron
rasgos afines; los Incas encontraron
el territorio del Kollao al momento de
la
conquista
erigiéndose
el
Kollasuyu, sobre estas jurisdicciones.
Atacama en el periodo pre incaico,
fue parte del Kollao, que agrupó
aymaras, quechuas, chipayas, urus,
charcas, atacamas, changos; estos
pueblos contaban con señoríos,
dominando el Sud Oeste del
Pacífico.
Durante el periodo incaico, los incas lograron extenderse hasta el río Maule hacia el Sud Oeste. El
Ejército del Inca Yupanqui entre 1400 -1475 emprendió una guerra que duró aproximadamente 6 años,
subyugó la resistencia de los naturales del Sud Oeste, extendiéndose hasta Copiapó; por otra parte, los
indígenas chilenos vivían al sud del desierto de Atacama. Inclusive Arica fue “una caleta de pescadores
Quichuas y Aymaras….”. (Casto Rojas: La Reintegración Marítima de Bolivia).
La conquista española subyugó al Imperio Inca y se realiza la división de territorios con la venia de
Carlos V, donde Almagro obtiene la parte del Kollasuyu que se llamó la Nueva Toledo (Alto Perú) y
Francisco Pizarro obtuvo la Nueva Castilla (Perú). Posteriormente, Almagro realiza expedición al Sur;
en Tupiza, se encuentra con los caciques Paullu Tupac y Villac Umu (Caciques del Alto Perú),
informan éstos de las características de acceso hasta Copiapó, donde efectivamente llegan hasta los
dominios incas del paralelo 27º.
La Conquista continúa con la expedición de Valdivia hacia la nueva Extremadura (Capitanía de Chile)
con dinero de Porco y gente del Alto Perú; Valdivia en una carta a Carlos V describe sobre sus límites:
“.. partí del Cuzco por el mes de enero de 1540, caminé hasta el valle de Copiapó, que es el principio
de esta tierra, pasando el gran despoblado de Atacama”. (Argandoña Frontaura: El Litoral de Bolivia)
El descubrimiento del cerro rico de Potosí en 1545 determinó crear un puerto de salida para las
fabulosas riquezas de Potosí, Porco, Lipez, Oruro y La Paz; por su cercanía estas exportaciones
durante la colonia se realizaron vía Arica.
2
La Audiencia de Charcas fue “creada por Real Cédula de 12 de junio de 1559, cuyos distritos
comprendían la provincia de Charcas y todo el kollao”. Es decir, la jurisdicción del Perú comprendía
hasta el Loa y la Nueva Toledo, hoy Bolivia, hasta el grado veintisiete; y la Capitanía de Chile desde el
grado veintisiete. En 1782, Atacama dependía de la Real Audiencia de Charcas, posteriormente pasó
a depender de la Intendencia de Potosí. Así entró a formar parte de la República de Bolivia en virtud al
Uti Possidetis Juris de 1810, principio internacional que los nuevos estados aceptaron como límites,
las jurisdicciones territoriales en base a las cuales habían ocupado los virreinatos y capitanía general,
al momento de la lucha por su independencia. (Luis Subieta Sagarnaga: La Costa Marítima de Bolivia)
Chile que nació de acuerdo a la jurisdicción de la Capitanía General de Chile. En su Carta Magna de
1822 reconoce por límites naturales, al Sur el cabo de Hornos, al Norte el despoblado de Atacama.
Los actos de soberanía que Bolivia ejerció sobre el Litoral fue desde la proclamación de la
independencia. Bolívar dictó el Decreto de 28 de diciembre de 1825 habilitando el puerto de Cobija
como puerto mayor, en el partido de Atacama, mismo Decreto expreso:
“Considerando:
3ro. Que es justa recompensa al mérito contraído por el Gran Mariscal don José de La Mar, vencedor
en Ayacucho, la aplicación de su nombre al mencionado puerto:
Decreto:
1º.- Quedará habilitado desde el 1º de Enero entrante, por puerto mayor de estas provincias, con el
nombre de Puerto de La Mar, el de Cobija.
Dado en el Palacio de Gobierno, en Chuquisaca a 28 de diciembre de 1825. Simón Bolívar.-(La Costa
Marítima de Bolivia: pag.34).
El Mariscal Sucre, el 28 de febrero de 1826, por Decreto Supremo eximió a los habitantes del Litoral
de toda contribución durante un año.
Es el Mariscal Santa Cruz, quien el 1º de julio de 1829 erige esta provincia potosina en distrito
independiente, dándole por capital el puerto de Cobija. En 1832 se decreta la construcción de una
fortaleza en Cobija:
“El Presidente Constitucional de la República de Bolivia, etc.
Considerando la necesidad de dar seguridad al puerto y a la bahía de Cobija y en virtud de la
autorización del congreso.
Decreta:
1º -El Gobernador del Litoral queda encargado de hacer construir, sobre el morro saliente hacia el
mar, en continuación a la población, una fortaleza, que contenga 24 cañones de grueso calibre, con
sus almacenes correspondientes, y los cuarteles necesarios para 300 hombres de tropa….,etc. “Dado
en el Palacio de Gobierno en el Puerto La Mar, a 30 de diciembre de 1832- Andrés Santa Cruz…”.
De hecho, el Congreso de 1839 hace de Atacama un Departamento con el nombre de Litoral, Cobija o
La Mar. Hasta aquí, no existía pretensiones de terceros sobre los actos soberanos realizados por
Bolivia en su territorio; es preciso resaltar también que en ese periodo, se contó con uno de los
mejores ejércitos de Sud América, bien organizado y pertrechado que despertó discordias pero a la
vez respeto.
3
Este poderoso Ejército dío las más grandes
victorias en Yanacocha, Socabaya, Humahuaca,
Iruya, Montenegro y Paucarpata, demostrando en
cada una de estas batallas un brillante
desenvolvimiento de cuadros y tropa. Estas
victorias después de la contienda del Pacífico en
forma misteriosa fueron silenciadas. Bolivia contó
con un Ejército de vencedores, que en el
transcurrir del tiempo los países vecinos
fomentaron su reducción y desarme, tanto Chile,
como Perú, Argentina y Brasil, desafiando
abiertamente la unidad nacional boliviana.
El ideal de Santa Cruz de constituir una Patria
grande y fuerte, fue materializado con la creación
de la Confederación Perú-Boliviana. Efectivamente
el Congreso de Tapacarí de 1836 aprueba “para
tomar cuantas medidas crea convenientes al sostenimiento de la moral y de la gloria del Ejército
Boliviano, mientras se halla fuera del territorio de la República”. De hecho, Santa Cruz se desplazó con
su Ejército por el Desaguadero hacia Puno, obtuvo sendos triunfos en Yanacocha, derrotando a las
tropas de Gamarra; asimismo, estas tropas en el Alto de la Luna, en el campo de Socabaya situado
entre Paucarpata y Huasacachi, destruye al Ejército de Salaverry.(Wilde Fernando: Historia Militar de
Bolivia).
Santa Cruz, tomó la denominación de General Presidente de Bolivia, Pacificador del Perú y Supremo
Protector de los Estados Nor y Sud peruanos. El nuevo Estado confederado, despertó susceptibilidades
y desconfianzas. Las Repúblicas de Chile y la Argentina acordaron impedir o deshacer la
Confederación por medio de las armas. Hasta ahí el tema de nuestras costas soberanas fue respetado
por el usurpador chileno, inclusive al ver una República naciente con mucha pujanza, Arica, Tacna y
Tarapacá ofrecen ser parte de Bolivia.
La oligarquía chilena, consideró que la consolidación de la confederación significaba a la postre su
absorción. Diego Portales sostuvo que: “La posición de Chile frente a la confederación Perú-Boliviana
es insostenible. No puede ser tolerada porque ello equivaldría a su suicidio….Unidos estos dos Estados
serán siempre más que Chile en todo orden de cuestiones y circunstancias”.
De inmediato, la Argentina gobernada por Rosas, fue la primera en movilizar sus fuerzas; ante esta
amenaza, Santa Cruz encomendó al Gral. Otto Felipe Braun para defender el territorio del Sud, en
septiembre de 1837 en la quebrada de Humahuaca en el Punto llamado Santa Bárbara, desaloja y
neutraliza las posiciones de las tropas argentinas que se retiran a Tucumán.
En junio de 1838, la guarnición de Iruya fue atacada por otra división argentina, la tropa boliviana
reaccionó y después de nueve horas de lucha la división argentina fue derrotada. Posteriormente, la
división argentina del Gral. Paz, al saber la marcha del General Braun, dio media vuelta hasta el rio
Bermejo, situándose en la aldea de Montenegro. Braun encontró al enemigo, atacó enérgicamente,
haciendo abandonar sus posiciones. Esta es la forma brillante, cómo las armas bolivianas pasearon
triunfantes ante las tropas argentinas.
4
Por otro lado, Santa Cruz, supo que
Chile con un ejército de 3.500 hombres,
a órdenes del Almirante Manuel Blanco
Encalada había desembarcado en Islay
invadiendo el Perú, y ocupando
Arequipa; Santa Cruz organizó sus
fuerzas y marchó resuelto a liquidar al
enemigo, ocupando Paucarpata. (Wilde
Fernando: Historia Militar de Bolivia).
En Paucarpata, el Mariscal Santa Cruz
no fue al encuentro de Blanco Encalada
a la costa, sino que lo dejó avanzar
hasta que se internase a la sierra. La
táctica empleada fue dejar avanzar al
ejército chileno hasta el interior de
Arequipa, de tal manera sus ejes de
abastecimiento se alargaron de la
costa. Santa Cruz, cercó a estas tropas.
El Ejército de Santa Cruz logró derrotar
al Ejército chileno sin disparar un
cartucho, un Ejército intacto que se
rindió, que posiblemente adrede
algunos historiadores del vecino país ni
mencionan esta importante victoria; sin
embargo, existen los documentos
históricos del Tratado de Paucarpata
que
queda
en
la
memoria
historiográfica.
MAPA PERÚ - BOLIVIA 1848 ABHM.
Esta gran victoria de las armas del ejército de Santa Cruz es única en Sudamérica, las tropas
chilenas de Blanco Encalada con sus 3.500 hombres se rindieron, firmaron el Tratado de
Paucarpata. Fíjese que ya Sun Tzu hace miles de años atrás en las reglas del arte de la guerra había
afirmado con mucha sabiduría que: “Será el mejor de los mejores el capaz de rendir al enemigo sin
combate”, y así fue como Bolivia contó con los mejores estrategas y conductores militares.
Si bien, esta importante victoria se podía capitalizar favorablemente desarmando al ejército
chileno, no se logró anular los planes estratégicos del adversario, tampoco se logró alcanzar su
derrota diplomática pese a que las condiciones se dieron. Sin embargo, es otra prueba de que
Santa Cruz no estaba con fines belicistas y daba importancia a la convivencia pacífica de los
Estados.
5
Chile, que se había comprometido a no intervenir mas en la Confederación, a poco tiempo desconoció
y no cumplió el Tratado de Paucarpata; volvió con el concurso de las tropas peruanas que culminó en
la batalla de Yungay. “El Ejército de Santa Cruz fue derrotado por la primera triple alianza urdida en
Santiago, Lima y Buenos Aires”. (Oblitas Fernández Edgar: Historia Secreta de la Guerra del
Pacífico).
No obstante de disminuir el poderío militar del Ejército boliviano, dos años después de destruida la
Confederación se produce la invasión a Bolivia por tropas peruanas al mando del General Gamarra,
uno de los vencedores de Santa Cruz en Yungay. El Gral. Ballivián con su Ejército vencedor de Bolivia
derrota ampliamente al Ejército invasor de Gamarra, éste es muerto en los Campos de Ingavi.
El Ejército boliviano consolida la independencia; sin embargo, su potencial militar se reduce el
equilibrio estratégico militar, se torna desventajoso para Bolivia, paralelamente la cotización del guano
y del salitre iba en alza constante, desde ese momento Chile buscó todas las argucias y formas bajas
para justificar derechos sobre el Litoral, desconociendo los principios internacionales de 1810. Desde
entonces Chile nunca respetó los Tratados Internacionales.
Los abusos se acentúan, en 1842 la barca “Rumena” de la marina de Chile hace una incursión pirata
en la zona de Angamos. Capturada por la marina boliviana, es conducida a Cobija y sujeta a juicio de
acuerdo a normas internacionales. Pocos años después en abril de 1846, la caleta de guerra chilena
“Janaqueo” incursiona sobre las costas de Bolivia, enarbolando bandera chilena en el territorio
boliviano de Angamos. Ante este abuso, se presenta una protesta formal; como resultado, Chile
reconoció una vez más la soberanía boliviana y el ejercicio de ella en todo el Litoral de Atacama.
Aparece la figura del bárbaro Melgarejo, quien cae en la adulación chilena, que le otorgan el título de
General de los Ejércitos de Chile y Vocal honoris causa de la Universidad de Santiago de Chile, entre
otras menciones. Como consecuencia, arrancan la firma del Tratado de límites el 10 de agosto de
1866, por la cual la frontera fue el paralelo 24º; sobre esto, se dispuso que la explotación del guano y
derechos de exportación de minerales entre los paralelos 23º y 25º, serian repartidos por mitad entre
Chile y Bolivia. Por medio de este tratado Chile avanzó cuatro grados geográficos desde Copiapó, es
decir, desde el 27º hasta el 23º, es otro tema revisar al personaje controvertido de Melgarejo, si este
quiso definitivamente zanjar el problema de limites o fue su ignorancia la que condujo a este horrendo
Tratado.
Rafael Bustillo, Ministro de Relaciones Exteriores durante la presidencia de José María de Achá; entró
de lleno a plantear en octubre de 1871, la enmienda del Tratado de 1866 sobre todo en lo
concerniente al condominio pactado.
Entonces, durante el gobierno del General Agustín Morales fueron declarados nulos todos los actos
públicos del sexenio Melgarejo. Sin embargo, no se logró avances debido a que por el Tratado del 6
de agosto de 1874 quedó establecido que el límite entre las dos repúblicas es el Paralelo 24º, entre
otras que los derechos de exportación sobre minerales explotados entre el grado 23 y 24 “no
excederán la cuota que actualmente se cobra”; que las personas, industrias y capitales chilenos no
quedarán sujetos a más contribuciones que “a las que al presente existen”. (Escobari Cusicanqui,
Jorge: El Derecho al Mar).
6
Con este tratado, incumplido constantemente por Chile y las evasivas a una delimitación definitiva, se
supuso que con todo el chantaje utilizado, Chile debía reconocer como límite de su territorio con
Bolivia el paralelo 24º. “Y es aquí que comienza la cuestión de los diez centavos. La firma Milbourne
Clark y Cía. era inglesa; esta sociedad colectiva particular fue deliberadamente convertida en
sociedad anónima para dar lugar al ingreso en ella de negociantes e individuos chilenos, ... No
obstante con ese cambio tan ingenioso, la compañía de salitres y ferrocarriles de Antofagasta
contemplada imparcialmente, no estaba dentro del artículo 4º. del Tratado”. (Saavedra, Abdón:
Reivindicación Marítima)
Durante el gobierno de Hilarión Daza, el 14 de febrero de 1878, se aprueba el contrato “con el
apoderado de la compañía anónima de salitres y ferrocarril de Antofagasta, a condición de hacer
efectivo como mínimo, un impuesto de diez centavos en quintal de salitre exportado”. Este pretexto
fútil sirvió a Chile para desencadenar la guerra, el 14 de febrero de 1879, las tropas chilenas
desembarcaron en Antofagasta, invadieron territorio boliviano y de inmediato se dedicaron a cometer
toda clase de atrocidades.
Por lo expuesto, se infiere que Chile nunca cumplió los tratados, desde el principio internacional del
Uti Possidetis Juris de 1810; tampoco quiso establecer un límite definitivo de fronteras en pro de la
convivencia pacífica de los Estados, a 134 años de la cobarde agresión y usurpación del Litoral
boliviano, es preciso que la diplomacia de los pueblos aúnen esfuerzos para una solución del tema
marítimo en nuestras relaciones internacionales.
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Gisbert (ed.), Historia de Bolivia. Quinta edición.
El Tratado de Paucarpata fue firmado el 17 de noviembre de 1837 en el marco de la Guerra entre
la Confederación Perú-Boliviana y el Ejército Restaurador Perú-Chile.
En evidente peligro de ser tomadas o derrotadas, las tropas de Blanco Encalada, enviadas al Perú
por el Congreso de Chile negociaron un Tratado de Paz con Santa Cruz acordando su retirada del
Perú para no volver.
Esta operación militar y posterior negociación diplomática se produjo frente a Paucarpata
(Arequipa), cuyas alturas dominaban las tropas del Mariscal Santa Cruz en mejor posición y
condición que la expedición restauradora.
Antecedentes
Tras la declaratoria de guerra que el gobierno chileno realizó a la confederación del Mariscal
Andrés de Santa Cruz, se organizó una división expedicionaria al mando del Almirante Manuel
Blanco Encalada, cuya fuerza total ha sido calculada en 3.200 hombres, entre los cuales figuraba
una columna peruana de exiliados compuesta de 402 hombres al mando del General Antonio
Gutiérrez de la Fuente. Dicha expedición zarpó de Chile el 15 de septiembre arribando a las
costas del departamento peruano de Arequipa los primeros días de octubre de 1837.
Tras avanzar al interior y ocupar la capital del departamento, la situación que los restauradores
encontraron fue muy distinta a la que esperaban, pues no se produjeron pronunciamientos a su
favor ni les fue suministrado apoyo de ninguna clase. El Coronel chileno Antonio Irisarri diría
después que los restauradores confiaban en doblar sus fuerzas con la recluta y deserción masiva
de cuerpos peruanos a su ejército; la cooperación Argentina para distraer cuando menos un
tercio de las fuerzas de la confederación y el entusiasmo de los pueblos peruanos hacia su causa
proporcionándoles suministros y medios de movilidad.
Los restauradores habían cometido el mismo error que el General Felipe Santiago Salaverry el
año anterior, quien con su ejército restaurador expedicionó también a Arequipa donde tras ser
rechazado por la población fue derrotado en la Batalla de Socabaya por el Ejército Unido de Santa
Cruz.
Luego de varias semanas de inactividad e incertidumbre para los expedicionarios, las fuerzas
confederadas provenientes del Norte peruano y de Bolivia al mando del General Santa Cruz
lograron reunirse, conformando aproximadamente un Ejército de 5.000 soldados de las tres
armas, para luego avanzar hacia la ciudad de Arequipa.
8
Movimientos de campaña
Almirante Manuel Blanco Encalada General en Jefe de la Primera
Expedición Restauradora.
Luego de realizar algunas maniobras por las afueras de la ciudad, la
vanguardia confederada formada por un Regimiento de Caballería y dos
Compañías de Cazadores divisó, en las inmediaciones del río de
Paucarpata, a la vanguardia restauradora compuesta de un escuadrón de Almirante Manuel Blanco
Caballería y una Compañía de Cazadores, la misma que se retiró a las
Encalada
inmediaciones del panteón de la Apacheta para luego proseguir hacia Miraflores donde se
encontraba parte de su Ejército. Con ello el Ejército confederado ocupó el alto de San Lucas de
Paucarpata donde estableció su campamento. A esta posición llamó Santa Cruz "el balcón de
Arequipa".
En esta favorable posición estratégica, el Ejército Confederado montó su artillería protegida por
seis compañías de cazadores mandando una columna de infantería y caballería a ocupar el cerro
vecino.
Con la finalidad de reconocer la posición confederada, el Ejército Restaurador desplegó unas
columnas de infantería y caballería en el llano de Porongoche, frente a la posición de Santa Cruz
en las alturas, quien ordenó al General Blas Cerdeña disparará la artillería sobre los
restauradores al tiempo que ordenaba a su caballería bajar al pie de San Lucas; ante ello, la
infantería restauradora se desplegó en guerrilla mientras su caballería se colocaba en
retaguardia, sin embargo no se llegó a iniciar combate alguno, pues las avanzadas restauradoras
se retiraron a su campamento en Miraflores.
9
Tras ordenar que se pasase rancho a las tropas y se establecieran partidas de vigilancia en
diversos puntos, Santa Cruz envió una nota a Blanco Encalada proponiéndole el inicio de
conversaciones de paz, lo que éste aceptó.
Durante la noche descansaron las tropas confederadas por mitades con el arma en la mano ante
cualquier eventualidad.
Bandera de la Confederación Perú - Boliviana
Para las negociaciones, Santa Cruz nombró por su parte a los generales de división Ramón
Herrera y Anselmo Quiroz y por secretario el Doctor Juan Gualberto Valdivia, la representación
chilena correspondió al mismo General Manuel Blanco Encalada y al Coronel Antonio Irrisari. La
primera reunión, entre Irrisarri y Herrera, tuvo lugar en el poblado de Sanbandía y duró más de
cuatro horas, durante las cuales Irrisari también exigió garantías para los peruanos venidos con
la expedición, entre los que figuraban los generales La Fuente y Ramón Castilla, lo cual Santa
Cruz aceptó.
10
Antonio Gutiérrez de la Fuente proclamado y reconocido por los
restauradores como Jefe Supremo del Perú tras la ocupación de
Arequipa.
El General Blanco Encalada pensó en reembarcarse cuando debía
hacerlo... mis negociaciones en Sabandía y el armisticio de cuatro días
que se celebró en Moyeballa, tuvo el doble objeto de ver si se podía
tratar con el enemigo y de dar tiempo al Prefecto del Departamento
(Ramón Castilla) de reunir los medios de hacer aquella retirada. Yo
volví de mi misión después de cumplido el plazo pedido por el prefecto,
pero aún el Ejército no había conseguido todavía lo que necesitaba para
retirarse y ésta fue la causa por la que no se retiró antes de la reunión
de las fuerzas del protector en Paucarpata.
Antonio Gutiérrez
de la Fuente
Defensa del Coronel Antonio José de Irisarri sobre el Tratado de Paucarpata
Pues si mañana hay insistencia sobre tal artículo, usted conteste que los peruanos se tengan
por no venidos. En cuanto a lo demás pase usted por lo que sea equitativo. Yo preveo que el
gobierno de Chile, que no puede ponerse al alcance de la situación en que se ha colocado el
Ejército chileno, no aprobará el tratado desde que vea a salvo a todo su Ejército. Pero yo
quiero dar esa prueba de generosidad. El General Blanco está bajo mis fuegos, y no puede
retirarse con treinta leguas de desierto por medio... debe conocer, que sin que yo me mueva
de este punto lo tengo sitiado y puedo cortarle su comunicación con la escuadra. En fin el
gobierno de Chile no conocerá el servicio que el General Blanco hace con el Tratado... usted
hará mañana lo mejor posible y concluya la conferencia
Instrucciones de Santa Cruz al General Ramón Herrera
La segunda reunión tuvo lugar al día siguiente en la quinta de Pío Tristán, ubicada en
Paucarpata, donde tras pasarse en limpio los puntos acordados se firmó el Tratado del
mismo nombre el 17 de noviembre de 1837.
En los días siguientes el Ejército chileno se dirigió a la caleta de Quilca de donde se
reembarcó para su patria; quedaron en la ciudad, junto al Coronel Antonio Irrisari,
aproximadamente cien oficiales y soldados enfermos.
Contenido del Tratado
Artículo 1º. Habrá paz perpetua y amistad entre la Confederación Perú-Boliviana y la
República de Chile, comprometiéndose sus respectivos gobiernos a sepultar en olvido sus
quejas respectivas, y abstenerse, en lo sucesivo, de toda reclamación sobre lo ocurrido en
el curso de las desavenencias que han motivado la guerra actual.
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Artículo 2º. El gobierno de la Confederación reitera la declaración solemne que tantas veces ha hecho
de no haber jamás autorizado ningún acto ofensivo a la independencia y tranquilidad de la República
de Chile, y a su vez el Gobierno de ésta declara que nunca fue su intención, al apoderarse de los
buques de la Confederación, apropiárselos en calidad de presa, sino mantenerlos en depósito para
restituirlos como se ofrece hacerlo en los términos que en este tratado se estipula.
Artículo 3º. El Gobierno de Chile se compromete a devolver de la Confederación los buques siguientes:
la barca “Santa Cruz”, el bergantín “Arequipeño” y la goleta “Peruviana”. Estos buques serán
entregados a los ocho días de firmado el tratado por ambas partes, a disposición de un comisionado
del gobierno protectoral.
Artículo 4º. A los seis días después de ratificado este tratado por S. E. el Protector, el ejército de Chile
se retirará al puerto de Quilca, donde están sus transportes, para verificar su embarque y regreso a su
país. El gobierno de Chile enviará su ratificación al puerto de Arica dentro de cincuenta días contados
desde esta fecha.
Artículo 5º. Los gobiernos de la Confederación y de Chile se comprometen a celebrar tratados
especiales relativos a sus mutuos intereses mercantiles, los cuales serán recíprocamente considerados
desde la fecha de su ratificación de este tratado por el gobierno de Chile, como los de la nación más
favorecida.
Artículo 6º. El gobierno protectoral se ofrece a hacer un tratado de paz con el de las Provincias
Argentinas, tan luego como éste lo quiera, y el de Chile queda comprometido a interponer sus buenos
oficios para conseguir dicho objeto sobre las bases en que los dos gobiernos convengan.
Artículo 7º. Las dos partes contratantes adoptan como base de sus mutuas relaciones el principio de la
no intervención en sus asuntos domésticos, y se comprometen a no consentir que en sus respectivos
territorios se fragüen planes de conspiración ni ataque contra el gobierno existente, y las instituciones
del otro.
Artículo 8º. Las dos partes contratantes se obligan a no tomar jamás las armas la una contra la otra, sin
haberse entendido y dado todas las explicaciones que basten a satisfacerse recíprocamente, y haber
agotado antes todos los medios posibles de conciliación y avenimiento y sin haber expuesto estos
motivos al gobierno garante.
Artículo 9º. El gobierno protectoral reconoce en favor de le República de Chile el millón y medio de
pesos o la cantidad que resulte haberse entregado al Ministro Plenipotenciario del Perú don José
Larrea y Loredo, procedente del empréstito contraído en Londres por el gobierno chileno, y se obliga a
satisfacerla en los mismos términos y plazos en que la República de Chile satisfaga el referido capital
del empréstito.
Artículo 10º. Los intereses devengados por este capital y debidos a los prestamistas, se ratificarán por
el gobierno de la Confederación en los términos y plazos convenientes para que el gobierno de Chile
pueda satisfacer oportunamente con dichos intereses a los prestamistas.
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Artículo 11º. La parte correspondiente a los intereses del capital mencionado en el artículo 9º, ya
satisfechos por el gobierno de Chile a los prestamistas en los dividendos pagados hasta la fecha, y que
ha debido satisfacer el gobierno del Perú, según la estipulación hecha entre los ministros
plenipotenciarios de las repúblicas de Chile y el Perú, se pagará por el gobierno de la Confederación en
tres plazos: el primero de la tercera parte, a seis meses contados desde la ratificación de este tratado
por el gobierno de Chile; el segundo a los seis meses siguientes y el tercero después de igual plazo.
Artículo 12º. El gobierno de la Confederación ofrece no hacer cargo alguno por su conducta política a
los individuos del territorio que ha ocupado el Ejército de Chile y considerará a los peruanos que han
venido con dicho ejército como si no hubiesen venido.
Artículo 13º. El cumplimiento de este tratado se pone bajo la garantía de Su Majestad Británica, cuya
aquiescencia se solicitará por ambos gobiernos contratantes.AZ
Consecuencias
La firma del Tratado de Paucarpata significó el fin de la carrera militar del
Coronel Antonio José de Irisarri.
Al regreso de la expedición restauradora a Chile el gobierno de ese país
emitió un decreto desconociendo el Tratado firmado, aduciendo entre otras
cosas que los representantes chilenos no tenían facultades para hacer la paz,
por lo que el estado de guerra continuaría como antes del Tratado de
Paucarpata.
Antonio Jose de
Irisarri
Así mismo después de ser derrotado el Ejército Chileno en Paurcarpata, retornó a su territorio
y dos años después el mismo Ejército desconociendo el tratado enfrentó nuevamente en
Yungay al Ejército de la confederación Perú-Boliviana, disolviéndola.
Batalla de Yungay
13
“El territorio salitrero de Antofagasta y el
territorio salitrero de Tarapacá, fueron la
causa real y directa de la guerra…”. (J.M.
Balmaceda, Ministro de Relaciones Exteriores
de Chile en una Circular del 24 de diciembre
de 1882).
José Luis Tellería-Geiger (historiador)
El conflicto armado conocido como la
“Guerra del Pacífico” (en realidad fue una
invasión), que confrontó a Chile contra la
alianza Bolivia - Perú primero, y luego sólo a
Perú contra Chile, terminó diplomáticamente
para Bolivia con el “Tratado de Paz y
Amistad” suscrito en Santiago el 20 de octubre de 1904. El 14 de febrero de 1879, Chile, por
orden del Presidente Chileno Aníbal Pinto, ocupó el puerto y la ciudad de Antofagasta, un día
antes, el embajador chileno Pedro Nolasco pidió la devolución de sus credenciales y de ún
portazo abandonó el palacio en Bolivia. En las escuelas chilenas se enseña que “el Ejército
chileno tuvo que rescatar a sus pobres hermanos del norte, porque vivían esclavizados por los
bolivianos realizando trabajos forzados” (¡vaya cuento!).
El argumento final para la invasión chilena, data de 1878, relativo al cobro legal y efectivo de los
10 centavos por quintal de salitre acordados en 1873.
El Presidente Hilarión Daza suspendió los festejos del carnaval boliviano y dictó estado de
emergencia llamando a su Estado Mayor. Después de las consultas, Daza declaró la guerra a
Chile y solicitó al Perú el cumplimiento del “Pacto de Alianza Reciproca de 1873”, por medio del
Embajador Serapio Reyes Ortiz. Perú quiso mediar con Chile, para lo cual envió a Santiago a José
A. Lavalle, nombrado Ministro Plenipotenciario para el efecto. Chile no escuchó a Lavalle y
prepotentemente declaró la guerra al Perú y Bolivia el 5 de abril de 1879; el viernes 14 de
marzo, Ladislao Cabrera recibió un pedido de rendición de los invasores fuertemente armados,
su respuesta fue “jamás”. El 23 de marzo, 135 bolivianos escribieron la 1ª página de heroísmo,
en esa desigual batalla murió nuestro máximo héroe civil, Don. Eduardo Avaroa, en honor a
estos valientes patriotas cada 23 de marzo, en todos los rincones de Bolivia, se celebra el “DIA
DEL MAR”.
14
Pasen los años que pasen, Bolivia jamás olvidará su mar. El Ejército boliviano fue armado
con 8.000 hombres, repartidos en 5 divisiones (la 5ª, comandada por Campero no fue). El
Comandante General era el propio Gral. Daza, quien cumpliendo su deber llevó el
estandarte del Ejército boliviano para enfrentarse al enemigo. Es curioso, pero cuando Daza
llegó a Tacna con 6.000 hombres, lo recibió el pueblo peruano con admiración, pero el
Presidente del Perú, que lo citó - para que “vuele hacia Tacna con su Ejército”- no fue,
estaba negociando otros “aspectos” de la guerra lejos (Prado se escapó a New York a
comprarse un barco para hacer turismo-tipo crucero- de la época). En el Tratado de 1904, el
artículo XII dice: “Todas las cuestiones que llegaren a suscitarse con motivo de la
inteligencia o ejecución del presente Tratado serán sometidas a Su Majestad el Emperador
de Alemania” (¿por qué Alemania? -sería Prusia- y ¿a qué emperador?, Alemania estaba
gobernada en ese tiempo por Guillermo II, Rey de Prusia y Káiser de Alemania, la primera
República vino recién en 1919 al ser abolida la monarquía). Dada la negativa de Su
Majestad, el 16 de abril de 1907, los mismos personajes de 1904 firmaron el “Protocolo de
sustitución de árbitro” (pusieron a la Corte de La Haya). El artículo VII reza: “La República de
Bolivia tendrá el derecho de constituir agencias aduaneras en los puertos que designe para
hacer su comercio”, más adelante se aclara que serían los puertos de Antofagasta (ex
Bolivia) y Arica (ex - Perú). Al “designar” (sin respetar “en los puertos que designe Bolivia”)
al puerto de Arica provocó la furia del Perú; acá se nota la habilidad diplomática chilena en
la redacción del Tratado. Es importante anotar que Santa Cruz ya solicitó autorización para
comprar 2 buques de guerra como prevención. Después lo hizo Ballivián. A ninguno le
aprobaron la compra, ¿Por qué?, ¿qué amigos tenía Chile en Bolivia?
Qué pasaba en Chile después de la guerra.-
1904 - Se firma el “Tratado de Paz” entre Chile y Bolivia, restableciéndose las relaciones
diplomáticas. De acuerdo a éste, Chile adquiere a perpetuidad la provincia de Antofagasta, a
cambio de compensaciones como el Ferrocarril Arica-La Paz y el libre tránsito de mercaderías
desde y hacia Bolivia por el territorio chileno.
-
1906 - Una huelga obrera en Antofagasta es fuertemente reprimida por el Gobierno, dejando
más de 50 muertos. Es elegido Presidente Pedro Montt. Se crea la FECH (la migraña de la
derecha chilena).
-
1907 - Una masiva huelga en las plantas salitreras fue duramente reprimida en el episodio
conocido como "Matanza de la Escuela Santa María de Iquique", donde cerca de 2.500 obreros
son asesinados. ¿Para eso pelearon estos mineros en la guerra del Pacífico? En la postguerra los
chilenos acribillaron a huelguistas o grupos rebeldes, que reclamaban mejores condiciones de
vida a más de la mitad de la que murió en guerra. Para la población que tenía Chile, estos
asesinatos sólo tienen parangón a lo que hizo Pinochet
15
PLANO OFICIAL LEVANTADO POR BOLIVIA
TERRITORIOS USURPADOS A PERÚ Y BOLIVIA
Cómo estaba Bolivia políticamente después de la guerra:
Terminada la guerra en el campo de batalla con el triunfo de Chile, Bolivia acreditó
inmediatamente una Legación Diplomática en Santiago (como si estuviésemos felices de
haber perdido un brazo) para negociar, meditar y acordar un Tratado definitivo (el de
1904). Era obviamente Presidente Narciso Campero, el primer acuerdo se llamó “Tratado
de Tregua” firmado el 4 de abril de 1884, por Bolivia lo hicieron B. Salinas y B. Boeto. Antes
de ese Tratado los doctores bolivianos prepararon en el palacio todos los documentos
desde el 21 de febrero, sobre la base del borrador propuesto por la cancillería chilena.
Felices con el Tratado, los chilenos empezaron una campaña de amistad con Argentina para
definir cartográficamente la nueva frontera chilena. Chile también tenía que definir con
Bolivia su nueva frontera, para este fin enviaron a La Paz al Emb. A. Konig en 1900, hombre
frío y maléfico, decisivo para el tratado de 1904. Konig entregó una nota oficial al canciller
(E. Villazón) el 13/8/1900, la cual era conminatoria, indicaba que Chile podría volver a la
guerra para adueñarse de Potosí, visto que sus fuerzas armadas tenían un poder militar
“cien veces superior” a la invasora.
El 50% del PIB chileno proviene de la explotación de los recursos mineros en territorio
peruano y boliviano (Tarapacá y Atacama). En febrero de 1879 había en Antofagasta 60
gendarmes con fusiles (en el mejor momento Bolivia llegó a tener 4.000 fusiles y 4 cañones
alemanes Krupp).
16
Cronología sistemática de la “Guerra el Pacífico” (1829-2013).- Para uso didáctico en las
academias:
- 1829.- El Mariscal Andrés de Santa Cruz, mediante decreto, estableció la Provincia
independiente del Litoral con capital Atacama. Se nombró un Gobernador dependiente del
Presidente (en 1825 Bolívar ordenó la cartografía de los mejores lugares para instalar
puertos)
- 1833.- El Congreso de Chile aprueba el primer Tratado de “Amistad, Comercio y
Navegación” con Bolivia. En este tratado obviamente se reconoce la propiedad boliviana
sobre el litoral desde el paralelo 25º hasta la antigua frontera con el Perú.
- 1842.- Arbitrariamente el gobierno chileno se apropió del morro de Mejillones ubicado
cerca al paralelo 23º (este morro era el yacimiento más rico de la zona).
- 1843.- el 31 de octubre, el Presidente chileno Manuel Bulnes Prieto (1841-1851), fundó la
Universidad de Chile, a la cabeza del venezolano Andrés Bello, enemigo de Bolivia; crea la
provincia de ATACAMA, sobrepuesta a la provincia del Litoral boliviano. El Presidente José
Ballivián reacciona enviando una misión encabezada por Casimiro Olañeta (grave error,
dado el carácter funesto de este personaje) para exigir la derogatoria de esta ley. La misión
diplomática fracasó.
- 1860.- Se descubren mayores yacimientos de salitre en la región. La ciudad boliviana de
Antofagasta empieza a poblarse con muchos inmigrantes mineros chilenos, yugoslavos y de
todas partes. Presidía Bolivia José M. Linares, mientras en Chile gobernaba M. Montt.
- 1863.- En marzo de este año la Armada Chilena toma posesión de Mejillones. El 5 de junio,
el Congreso boliviano, reunido en Oruro, autorizó al Ejecutivo a declarar la guerra a Chile si
no desalojaban la zona ocupada por la fuerza y en contra de todo el derecho internacional.
Chile ofreció comprar Mejillones, oferta que fue por supuesto rechazada. Presidía Bolivia
José M. Achá (gobernaba Chile J.J. Pérez (1861-1871).
- 1863- 1866.- Chile, Perú y Ecuador se unen en una “Alianza Americana”. Melgarejo al subir
al poder formó parte de esta alianza firmando el Tratado de 1866 (10 de agosto), que
recorre, en contra de Bolivia, el límite Sur de Bolivia en el paralelo 24º, que abarcaba el
territorio entre el río Paposo por el Sur y Antofagasta por el Norte (así regaló de un
plumazo miles de Km2 de territorio). Después se añadió a este tratado, que todas las
riquezas existentes entre el paralelo 23º y 24º serían compartidas o mancomunadas
(“medianería”).
17
- 1870.- Se descubren yacimientos de plata y cobre en Caracoles. Se funda la Compañía de
Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta (con dueños chilenos y capitales ingleses). Se
construye el Puerto.
- 1872.- Se convoca a elecciones en Antofagasta para Alcalde y Concejo Municipal: vence
la fórmula Chilena por aclamación: Francisco Errázuriz (pariente del ex-presidente), E.
Poiter (inglés), F. García (chileno), L. Lichtenstein (judío – alemán), E. Moreno (chileno), E.
Wockmann (alemán), D. Machado (brasilero) y 3 chilenos más, no había un solo boliviano.
Todos los electos eran gerentes mineros.
- 1872.- Chile comienza la adquisición de armamento de última generación de Inglaterra,
Prusia y Francia: ametralladoras, cañones, fusiles y municiones, adquisición de barcos de
guerra.
- 1873.- Ante el expansionismo chileno, Perú y Bolivia firman un “Tratado Secreto de
Alianza Defensiva” (6 de febrero). Ese mismo año Bolivia (27 de noviembre) efectuó una
transacción con la Compañía Anónima de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta (ChileInglaterra), la que se comprometió a pagar los adeudos con la suma de 10 centavos por
quintal de salitre. Pero fue el argumento final de la invasión.
- 1874.- Bolivia y Chile firman el nuevo “Tratado de Paz y Amistad”. Se ratifica el paralelo
24º como frontera (nótese cómo Chile va ganando terreno diplomáticamente, ante la
ineptitud de la cancillería boliviana). En este Tratado se establece que Bolivia no cobrará
impuestos por 25 años (siguen los triunfos de Errázuriz). El Presidente A. Ballivián revive
la idea del Mariscal Santa Cruz para la compra de 2 buques de guerra blindados, ante el
inminente peligro de una invasión chilena. El Congreso rechazó la compra.
- 1875.- El presidente chileno Errázuriz ordena el levantamiento de un censo. Sus
resultados son tan aborrecibles porque empadronan a gente boliviana y a su territorio.
Chile nació con 300 mil Km2 y hoy tiene más de 2 millones ¡Cómo subió tanto!, robándole
a los vecinos tierras y almas.
- 1878.- Bolivia aplica el impuesto de los 10 centavos por quintal de salitre extraído por la
Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta –Chile (los capitales eran en mayor
porcentaje británicos). Inmediatamente Chile denuncia que la decisión boliviana
contradice el Tratado de 1874. Esta medida fue el pie que necesitaba Chile para su
preparada invasión. Presidía Bolivia Hilarión Daza (1876-1879), Chile Aníbal Pinto (18761881), La Argentina Nicolás Avellaneda y El Perú Manuel Ignacio Prado. El Presidente
chileno ordena que 2 barcos más (el “Cochrane” y el “O’Higgins”) se unan al “Blanco
Encalada” que estaba en la Rada de Antofagasta. Bolivia decide rematar los bienes de la
Compañía de Salitres por el no pago de los impuestos devengados.
18
- 1879.- En la madrugada del 14 de febrero tropas chilenas (autodenominadas “tropas
de custodia”) invaden la costa tomando Antofagasta. El 23 de marzo entran en Calama,
donde 135 patriotas hacen frente a todo un ejército, fue un gran acto de heroísmo de
aquellos valientes que murieron por la patria (entre ellos Avaroa). De los 6 mil
habitantes que tenía Antofagasta, 5 mil eran chilenos, 400 entre peruanos y europeos y
sólo 600 eran bolivianos (el 10%).
- 1879.- Luego de la matanza de Calama, recién Chile declara la guerra al Perú y Bolivia,
como represalia al Tratado Secreto firmado en 1873.
- 1879.- El 8 de octubre Chile captura al “Huáscar” frente a Mejillones en la batalla de
Angamos. Muere Miguel Grau y toda la tripulación (Bolivia le rinde culto); a partir de
ese día, Chile domina todo el mar. El 20 de noviembre desaparece toda la armada
peruana. Buques chilenos desembarcan en Pisagua (la primera operación anfibia del
mundo), eran 15.000 soldados chilenos contra 5.500 bolivianos (una matanza).
- 1880.- Bolivia pierde todo su Litoral. La guerra con el Perú continuaría. Fin de la invasión
del Pacífico. Lo que sigue es la guerra diplomática que también la perderíamos en 1904.
El Perú ya no tenía marina.
- 1880.- EE.UU. interviene diplomáticamente y desafortunadamente en la guerra,
gobernaba Rutherford, quien tenía como Secretario de Estado a William Evarts. EE.UU.
temía la intervención de Europa (especialmente Francia e Inglaterra) y se ofreció para
mediar. El Embajador en Lima, I. Cristiancy, sugirió a Evarts (4/3/1881) 1881 ¡PROCEDER
A ANEXAR EL PERU! y constituirlo en una BASE para la dominación de toda América”,
1883-1886.- Guerra Civil en el Perú por la derrota. Escándalo general.
- 1884.- Se firma en Valparaíso el “Pacto de Tregua Bolivia-Chile” (presidia Bolivia
Campero y luego Pacheco) por el cual se dejaba indefinidamente bajo la soberanía de
Chile el territorio actual de la II Región de Chile (Antofagasta). Perú cede a Chile el
departamento de Tarapacá. Arica pasaría definitivamente a Chile por el Tratado de 1929,
Tacna es devuelta.
- 1889.- Bolivia cede la Puna de Atacama a Chile y Argentina, posteriormente se la
reparten en 1899.
- 1895.- Tratado bilateral aprobado por el Presidente Mariano Baptista, donde Chile cedía
Arica a Bolivia, el Congreso chileno lo rechazó. Otro fracaso diplomático más.
19
- 1900.- Chile envía a Bolivia al súper embajador Abraham Konig para amenazar a Bolivia y
aceptar los términos del Tratado de Paz, so pena de invadir toda Bolivia en caso de no
hacerlo.
Fotografía del personal militar del ejército chileno, en el campamento de Antofagasta, 1879
durante los inicios de la Guerra del Pacífico
- 1904.- Se firma en Santiago el lapidario “TRATADO DE PAZ Y AMISTAD ENTRE CHILE Y
BOLIVIA”, tiene sólo 12 artículos (4 páginas, obituarios de nuestro Litoral). Fue suscrito
el 20 de octubre y está firmado por D. E. Bello, por Chile, y por D. A. Gutiérrez por
Bolivia. Presidía Ismael Montes. Varios delegados bolivianos NO firmaron. El 15 de
noviembre se firma un acta adicional para que Chile se apodere de territorios
argentinos, anteriormente bolivianos. Se pone como árbitro a un fantasma: “el
Emperador de Alemania”; como no era real, en 1907 fue cambiado por la CIJ de La
Haya.
20
Recopilación Completa de Pascual Ahuma Da Moreno
La Guerra del Pacífico, también denominada Guerra del
Guano y Salitre, fue un conflicto armado acontecido entre
1879 y 1883, en el cual se enfrentaron la República de
Chile contra las repúblicas de Bolivia y del Perú.
En 1878, el congreso de Bolivia se abocó al estudio del
acuerdo celebrado por el gobierno en 1873. Para Bolivia, el
contrato firmado en 1873 con la Compañía de Salitres de
Antofagasta aún no estaba vigente porque los contratos
sobre recursos naturales debían aprobarse por el Congreso,
de acuerdo con la Constitución boliviana. Ello se hizo por la
Asamblea Nacional Constituyente boliviana mediante una
ley, el 14 de febrero de 1878, a condición que se pagara un
impuesto de 10 centavos por quintal de salitre exportado
por la compañía.
En lo que respecta a Chile, el cobro del impuesto de 10
centavos sobre quintal exportado violaba el artículo IV del
Tratado de límites de 1874. Por ello, dicho impuesto
encontró una gran resistencia por parte de los propietarios
de la empresa afectada y una cerrada defensa de su causa
por parte del gobierno de Santiago, desencadenándose un
conflicto diplomático.
A lo largo de los meses subsiguientes, el gobierno boliviano se abstuvo de implementar la ley
mientras se discutían las objeciones presentadas por el gobierno Chileno. El 8 de noviembre, el
canciller Alejandro Fierro envió una nota al canciller Martín Lanza indicando que el Tratado de
1874 podría declararse nulo si se insistía en cobrar el impuesto, renaciendo los derechos de Chile
anteriores a 1866.
21
Ambas partes propusieron la resolución del conflicto por vía de un arbitraje, tal como lo
contemplaba el Protocolo de 1875, éste no llegó a realizarse ya que mientras el gobierno de
Chile exigía que se suspendiera la ejecución de dicha ley hasta que su legalidad fuese
determinada por un árbitro, el gobierno de Bolivia exigía que el blindado “Blanco Encalada”
y sus fuerzas navales se retiraran de la bahía de Antofagasta. El 6 de febrero, ante las
protestas por parte de la Compañía de Salitres por la ley del impuesto y dado que el
contrato no había cumplido con los trámites para declararlo, el Gobierno de Bolivia
rescindió el contrato con la Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta. El prefecto
Zapata ordenó rematar sus bienes para cobrar los impuestos generados desde febrero de
1878.
En Chile, la decisión de impedir el
remate se tomó la mañana del 11 de
febrero, cuando, en una sesión
especial del gabinete chileno, se
recibió un telegrama del norte,
conteniendo
textualmente
un
mensaje del Ministro plenipotenciario
de Bolivia "Anulación de la ley de
febrero, reivindicación de las
salitreras de la compañía". Éste
gatilló la decisión del Presidente
Aníbal
Pinto
de ordenar
la
OCUPACIÓN DE ANTOFAGASTA, que
se realizó el 14 de febrero de 1879,
ocupando tropas chilenas el litoral
boliviano.
El 14 de febrero, tres naves chilenas arribaron a Antofagasta, Mejillones, Cobija y Caracoles
reivindicándose estos territorios. El 16 de febrero, llegó a Lima el Ministro boliviano Serapio
Reyes a fin de exigirle al gobierno peruano que cumpliera con el Tratado de alianza
defensiva de 1873. El 27 de febrero, Hilarión Daza decretó el estado de sitio en Bolivia.
El Perú, que había suscrito el Tratado de Alianza Defensiva con Bolivia de carácter secreto
en 1873 y al que Argentina no se adhirió finalmente, trató de persuadir al Gobierno de La
Paz para someterse a un arbitraje, figura que se encontraba estipulada en el protocolo
complementario de 1875, toda vez que se trataba de un "PROBLEMA TRIBUTARIO" y no
territorial. El Gobierno peruano, para mediar en el conflicto, envió a su Ministro
plenipotenciario José Antonio de Lavalle a Chile; la misión del diplomático fracasó. El
canciller chileno Alejandro Fierro preguntó al plenipotenciario peruano sobre la existencia
de un "Tratado Secreto" firmado con Bolivia en 1873.
22
Lavalle no tenía instrucciones sobre
ello y le indicó que en la comisión
diplomática del congreso a la que él
pertenecía. En Lima el 20 de marzo,
el presidente peruano le expuso al
representante chileno Godoy que el
tratado existía y que convocaría al
Congreso peruano para evaluar qué
actitud tomar ante Chile y Bolivia.
El 1 de marzo, el Gobierno de Bolivia
declaró la guerra a Chile; las
principales medidas de esta acción
fueron cortar el comercio como la
comunicación con Chile, expulsar a
los chilenos residentes y embargar
sus
bienes,
propiedades
e
inversiones, y desconocer
toda
transferencia de intereses chilenos hecha con posterioridad al 8 de noviembre. El 15 de marzo,
Chile inició preparativos para ocupar más al norte del paralelo 23. Con ello, el 23 de marzo, tuvo
lugar la combate de Calama, en la que las fuerzas chilenas vencieron a un grupo de civiles
bolivianos. El 5 de abril de 1879, Chile declaró la guerra a Bolivia y Perú.
CAMPAÑA NAVAL
A comienzos de la guerra era evidente que antes
de cualquier operación militar en un terreno tan
difícil como el desierto de Atacama, debía ganarse
el control de los mares.
El poder de la escuadra chilena se basaba en las
fragatas blindadas gemelas, “Cochrane” y “Blanco
Encalada”, de 3.560 toneladas, 6 cañones de 250
libras de abancarga, 2 de 70, y 2 de 40 libras,
blindaje de 9 pulgadas, velocidad máxima de 11
nudos. El resto de la escuadra estaba formada por
las siguientes naves de madera: las corbetas
“Chacabuco”, “O’Higgins” y “Esmeralda”, la
cañonera “Magallanes” y la goleta “Covadonga”.
23
La escuadra peruana basaba su poder en la
fragata blindada “Independencia” y el monitor
“Huáscar”. La “Independencia” desplazaba 3.500
toneladas, tenía un blindaje de 4½ pulgadas, 2
cañones de 150 libras, 12 de 70, 4 de 32, 4 de 9
libras, y andar de 11 nudos a su máxima
velocidad. El monitor “Huáscar” desplazaba
1.745 toneladas, blindaje de 4½ pulgadas, 2
cañones de 300 libras de avancarga, ubicados en
la torre giratoria, y velocidad máxima de 12
nudos, con lo cual posiblemente era la nave de
combate más moderna de la marina de guerra
del Perú. Completaban la escuadra peruana los
monitores fluviales “Atahuallpa” y “Manco
Cápac”, la corbeta de madera “Unión” y la
cañonera de madera “Pilcomayo”.
El puerto peruano de Iquique fue
bloqueado por parte de la armada chilena.
En el Combate naval de Iquique, 21 de
mayo de 1879, el monitor “Huáscar”, al
mando del capitán de navío Miguel Grau
Seminario, logró hundir a la corbeta
chilena “Esmeralda”, al mando del Capitán
de Fragata Arturo Prat Chacón, el que, al
morir durante el combate, se convierte en
el mayor héroe naval chileno. El mismo
día, la fragata “Independencia” se enfrentó
con la goleta “Covadonga”, cuyo
comandante Capitán de Corbeta Carlos
Condell de la Haza, prefirió evadir el
combate bordeando la costa, perseguido
por la “Independencia” que, en su afán de
espolonear a la Covadonga, hizo que el
blindado peruano encallara en Punta
Gruesa.
24
El combate decisivo de la campaña naval
tuvo lugar en Punta Angamos, el 8 de
octubre de 1879. En este combate, el
monitor Huáscar, junto con la Unión, que
logró escapar, fue finalmente capturado por
la armada de Chile, a pesar del intento de
hundirlo por parte de su tripulación. Durante
el combate murió su Comandante Miguel
Grau Seminario, convirtiéndose a su vez en el
héroe patrio del Perú. El combate naval de
Angamos marcó el fin de la campaña naval
de la Guerra del Pacífico.
El resultado de ese día en Iquique y Punta
Gruesa caló hondo en la opinión pública de
ambos países. Los combates navales de
Iquique y Punta Gruesa le dieron una victoria
táctica al Perú: el bloqueo del puerto de
Iquique fue levantado y las naves chilenas
fueron hundidas o abandonaron el área. En el
combate de Iquique, después de que el
“Huáscar” hundiera la “Esmeralda”; más tarde
en Punta Gruesa, la escuadra peruana perdió a
la fragata blindada de 3.500 toneladas al
encallar en unos arrecifes cuando intentaba
capturar una nave de madera de 630
toneladas, quienes continuaban en combate
hasta la llegada del “Huáscar”. La pérdida de la
fragata blindada “Independencia”, la mayor
nave de la escuadra de la marina de guerra del
Perú, representó un golpe irreparable para el
PERÚ.
CAMPAÑAS TERRESTRES
Las tropas del Ejército chileno iniciaron una serie de maniobras militares en las provincias de
Tarapacá, Tacna y Arica. Las victorias de Pisagua, Pampa Germania y Dolores, a fines de 1879,
aseguraron el dominio chileno sobre el departamento de Tarapacá, así como las de Tacna y Arica
en 1880. La batalla de Tarapacá fue una victoria aliada, pero ésta no cambió el curso de los
acontecimientos a favor de los aliados, pues Bolivia se retiró de la guerra después de la batalla
del Alto de la Alianza en Tacna, y Chile siguió luchando contra el Perú.
25
La Capital peruana vivía desconectada del resto
del país y subestimó completamente la situación
bélica, lo que contribuyó a desestabilizar
completamente su clase política y a evitar una
preparación efectiva para enfrentar el
desembarco chileno al Sur de la ciudad. En enero
de 1881 las tropas chilenas entraron en Lima,
después de las batallas de San Juan y Miraflores.
En esta última, la propia población civil defendió
sin éxito la ciudad cuando el ejército chileno
atacó tres de los doce reductos. Después de la
batalla, hubo incendios y saqueos en los
poblados de Chorrillos y Barranco.
Las fuerzas chilenas establecieron su
autoridad e impusieron cupos de guerra a la
población limeña. Se impuso el orden en la
ciudad, en las zonas de ocupación, y se
restablecieron las actividades. Sin embargo,
este orden no evitó la salida de objetos y
bienes científicos o culturales, tales como
instrumentos, herramientas, mobiliario y
libros, algunos de los cuales fueron
enviados a Chile, terminando otro tanto en
manos de privados de ambos países.
El 3 de mayo de 1883, la base del Tratado de
Ancón ya estaba acordada entre Patrico Lynch
y Miguel Iglesias, quien firmó este convenio
inicial desde Cajamarca. El 10 de julio de 1883,
se desarrolló la Batalla de Huamachuco entre
Andrés A. Cáceres y Alejandro Gorostiaga,
finalizando con una victoria chilena. Miguel
Iglesias envió una comisión especial para
felicitar a Gorostiaga por su victoria. Montero,
por su parte, tuvo que salir de Arequipa para
evitar la destrucción de la ciudad. El 20 de octubre de 1883 terminó en Ancón la discusión de
los términos del Tratado de Paz. Una vez firmado el Tratado de Ancón, el 11 de marzo de 1884,
la Asamblea Constituyente aprobó el Tratado. Iglesias marchó hacia Lima para asumir el
Gobierno del Perú.
26
Autor: Académico de Número
Rodolfo Becerra de la Roca
Después de la firma del Tratado de 1904, se han formulado por Bolivia muchos reclamos
bilaterales y ante organizaciones internacionales, generalmente sin ninguna consistencia
jurídica, por lo mismo sin éxito, a las que responde Chile, siempre altisonante; esta vez a
través del presidente don Ricardo Lagos, “que no tiene problemas pendientes con Bolivia, que
hay un Tratado que fija los límites entre Bolivia y Chile y los tratados son irreversibles, que
Chile no cede, no regala, no vende, ni alquila ni un centímetro de su territorio”. Eso sí, chile
puede usurpar; apropiarse de lo que no es suyo y puede unilateralmente desconocer
tratados, lo que está muy lejos de colocarse en la categoría de “país serio”, como pregonó el
ilustre mandatario.
Está demostrado que existe muchos problemas pendientes entre Bolivia y Chile. Pero las
alegaciones de Bolivia, por lo que hemos visto en los capítulos precedentes sobre causas de
nulidad y revisión del Tratado de 1904 han sido pedigüeñas, carentes de precisión y sobre
todo, de respaldo histórico y jurídico. Las últimas negociaciones sobre un corredor a una costa
inservible al Norte de Arica, que en buena hora no se efectivizo, son productos de la
ignorancia, irresponsabilidad y la incapacidad de nuestros gobernantes, que han demostrado
un desconocimiento supino de la historia y de los derechos de Bolivia. Todavía se pretendió
satisfacer la angurria de nuestro carcelero, que condicionaba a un canje simultáneo de igual
extensión territorial, incluida el mar territorial, zona económica plataforma submarina. Bolivia
siempre ha pedido unas cuantas lentejas, cuando le corresponde pedir todo el plato.
Bolivia debe demandar la revisión del Tratado de 1904 como un derecho porque contiene
muchas imprecisiones y oscuridades, motivos suficientes para aclararlo. Por lo demás, ese
Tratado ya ha sido objeto de modificaciones, del articulo 12º en que se sustituye al
Emperador de Alemania con la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya y se canjeó
territorios en la frontera, mediante protocolos del 16 de abril y el 1º de mayo de 1907,
respectivamente. También se revisó lo tocante a las garantías ferroviarias establecidas en el
artículo 3º por el protocolo del 26 de mayo de 1908, fijándose el pago de anualidades. Esto
nos muestra que ese instrumento ya fue revisado y modificado, y si puede revisarse en otras
cuestiones más fundamentales, estas modificaciones echan por la borda la teoría de la
intangibilidad de los chilenos.
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Política de retorno a nuestro mar sin compensaciones debe reformularse completamente,
exigiendo la devolución de todos los territorios detentados sin ningún titulo por Chile, como
los comprendidos entre los paralelos 24 y 23 de latitud Sur, en el arco que forma el rio Loa y
las internaciones abusivas en el territorio boliviano a lo largo de la divisoria actual, amén de
exigir la liquidación del negocio de la medianería entre los paralelos 25 al 23 y la
indemnización de los daños y perjuicios con daños emergente a lucro cesante de la
explotación minera en territorios ilegalmente detentados, como Chuquicamata por ejemplo.
La Política chilena nos adormece con un estrecho corredor al Norte de Arica, porque no
quiere dividir su territorio y para enemistarnos con el Perú. Bolivia no necesita una limosna,
tiene derechos que demandar y su salida al mar tiene que pedirla por territorio que fue suyo.
Ahora bien, si Chile negocia con el Perú para cedernos la provincia de Arica -nada de
corredores minúsculos- venga la cesión, pero no nos toca a nosotros negociar con el Perú,
porque este país hermano no nos debe nada. La negociación compete a Chile para no dividir
su territorio.
El asunto de nuestra reivindicación marítima está en el plano internacional, no porque la
Cancillería o nuestros gobernantes lo hubiesen impulsado. Ha sido el Presidente de los
venezolanos, don Hugo Chávez Frías, quien ha abogado con energía y decisión, como ninguno
de los bolivianos, para que se resuelva el injusto encierro de Bolivia. Le toca al gobierno de
Bolivia retomar tan grave como importante cuestión, alguna vez velando por los intereses de
la Patria, con inteligencia y sabiduría de manera decidida y sostenida, pero sin
apresuramiento ni improvisaciones. Que el estudio integral de este emprendimiento se
encomiende a los que saben y se reconocen por su patriotismo, donde no intervengan
personas ligadas a Chile por ninguna circunstancia. Esta vez Bolivia no debe hacer reclamos
sesgados, sino un alegato jurídico sólido que muestre todo el poder y la fuerza de nuestro
derecho –no aspiración como dicen los chilenos- por el camino adecuado, que exige su
presentación ante el Gobierno chileno (bilateralidad), haciendo conocer a otros países
involucrados y luego a todos los países del mundo y a las instancias internacionales
(multilateralidad).
Que no se repita el camino equivocado del callejón al Norte de Arica con compensación
territorial. Esto es inaceptable, porque no podemos continuar entregándoles más territorio;
por lo demás, suelos más ricos en recursos hídricos y minerales por un callejón que no vale
nada y con una reducida costa donde nunca podemos construir un puerto.
Para finalizar este compendio, a manera de conclusiones consideremos muy importante
señalar que los bolivianos debemos reflexionar y asumir un comportamiento consecuente con
nuestro pasado histórico y necesidad presente; necesitamos desarrollar en nuestro pueblo la
formación de una conciencia marítima y cívica profundas para volver al mar.
Titulo: El Tratado de 1904 la gran estafa
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Adolfo Valvas
La Diplomacia chilena muy hábilmente asesorada nos encamina con sendos muletazos a la
fiscalización de nuestra demanda marítima llevándonos a su juego. Está muy claro que la
Organización de las Naciones Unidas, el Gobierno Mundial, determinó que las reclamaciones
sobre Soberanía entre naciones se deberán resolver con tratativas “Multilaterales” y ya se
tiene jurisprudencia.
Bolivia al reclamar una salida con SOBERANÍA AL OCÉANO PACÍFICO por una franja o enclave,
las que tendrían a lo mucho cinco kilómetros de costa, no es nada lógico ni psicológico pues
nos colocamos en una situación mendigante hecha a propósito y bien saben ellos y tienen
plena conciencia que nos expoliaron 120.000 Km2 de nuestro territorio boliviano de Atacama
la que conlleva ingentes riquezas minerales como también la riqueza biológica de nuestra
Plataforma Continental. La indiferencia de nuestro problema a nivel mundial, con la
propaganda se tornará en simpatía y deseos de compensar los sufrimientos. Por esto es
importantísimo propalar a los cuatro vientos que Bolivia es dueña de Atacama y nos la
arrebataron con la real y verdadera histórica puñalada por la espalda.
En la América Ibérica se produjo después del rompimiento con la Corona española un
fenómeno perverso y oportunista el de la DESINTEGRACIÓN por la cual los más organizados
se aprovecharon de la inestabilidad política y económica de sus vecinos. Cito por su valor
esquemático el de dos depredadores: los Estados Unidos de Norteamérica y Chile, en contra
de dos naciones pacifistas Indoamericanas México y Bolivia, respectivamente.
Los Estados Unidos de Norteamérica emprendieron una política expansionista agresiva y
solapada de 1.846 a 1.848 que consumó la más grave agresión contra un país
latinoamericano, al invadir con pretextos que no faltan, a la República de México y arrebatarle
la mitad de su territorio, comprendiendo los Estados de:
TEXAS, NUEVO MÉXICO, ARIZONA, UTHA, NEVADA, CALIFORNIA. Bajo la Presidencia del
demócrata James K. Polk. Después de treinta y tres años de este luctuoso hecho, Chile, al Sur
del Continente, asimiló muy bien esta innoble y artera lección y el 14 de febrero de 1879 su
Ejército y Marina chilenos pierden su Honor al invadir un puerto civil y desarmado con la
similitud de un ataque corsario de rapiña y conquista. Tuvo importancia definitiva para estos
países expansionistas un factor oportuno, la inmigración, que aparte del crecimiento
demográfico también acarrearon sus culturas; pero, donde el genocidio y el aislamiento de los
originarios en campos de concentración, eufemísticamente denominados “reservas”, que
todavía existen.
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La inmigración a Norteamérica fue masiva. En Chile, la inmigración definitoria, fue la Vasca,
ésta con tradicionales enérgicas bélicas, llegaron durante la Colonia e infundieron en ésta y
también en su independencia, constituyendo la “Aristocracia Castellano vasca” que se instaló
firmemente como clase gobernante de la nueva República. Fue su fiel representante Diego
Portales, que organizó la oligarquía conservadora; dictador extremadamente duro que llegó a
ganar para Chile su Segunda Independencia. En esos día de la década de 1830 Bolivia marcaba
fuerte pues tuvimos en la presidencia a un gran estadista que restableció el orden público y
gobernó con gran probidad y fue el Mcal. Don Andrés de Santa Cruz y Calaumana. Es
necesario señalar que durante su Gobierno se incrementó la superficie de nuestro territorio
en aproximadamente 200.000 Km2 con la anexión de Tarija y 100.000Km2 con la conquista de
Puna, ambos de la Argentina; esta última fue devuelta posteriormente por sus detractores.
Con su genio político y militar percibió un peligro que podía sernos catastrófico y vendría de
Chile, principalmente por su pauperismo y para evitar se puso en inteligencia con el
Presidente del Perú, el Gral. Luis José Orbegoso y proclamaron la “Confederación Perú
Boliviana” y que a su vez ésta lo designó su Protector en la Convención de Tacna de 1837. Esta
tentativa fue vista como una amenaza para la región por Chile y convenció Portales a su
gobierno de ir a la guerra con la consigna que la “Confederación debe desaparecer para
siempre (…) y Chile debe dominar para siempre el Pacífico” y en efecto se lanzó a la Primera
Guerra contra la Confederación y en la que tuvimos una gran Victoria cuando en Paucarpata
Santa Cruz sorprendió al enemigo con un rodeo de cerco perfecto donde no tenían otra
alternativa que levantar las manos, pues estaban totalmente reglados (1837). Después de
este triunfo le escribe a su esposa: “Prefiero La Paz a cien Victorias”. Chile nuevamente arreció
con un contingente mayor y donde estuvo al borde de la derrota, pero milagrosamente una
carga de caballería le dio el triunfo. Una de las causas de esta derrota fue que Orbegoso eligió
esos momentos para romper con el Mariscal. Posteriormente, propios y extraños hicieron
escarnio de él. En la Segunda Guerra iniciada sin previa declaratoria llegamos a la Batalla del
Alto de la Alianza, final para nosotros de la contienda y en primera instancia nos impusieron la
“Tregua Indefinida” tras el Tratado de Ancón de 1884 con la falacia de que otorgaba a Chile
sólo el derecho de ocupación temporal del Litoral boliviano. Finalmente, el 20 de octubre de
1904 nos imponen un tratado empujado por las armas, la mentira, la ignominia, la cobardía,
la hipocresía que no es más que un dicterio procaz y además burla en estos términos:
“Tratado de Paz y Amistad”.
Qué podemos esperar de estos golfos; nada, éstos no tienen palabra ni conciencia y para
éstos ahora y siempre debemos responder con altura, energía y más que todo con total
desconfianza. Y es más, veamos cómo se cuidan las espaldas estos cínicos: “El precio que tuvo
que pagar por la propiedad del antiguo Litoral boliviano fue la construcción de un ferrocarril
de Arica a La Paz, que entró en mayo de 1913. Este tratado con Bolivia no significó un triunfo
diplomático para Chile. Los términos del acuerdo con Bolivia eran bastante generosos de lo
que los bolivianos habían creído posible en tiempos de la tregua de 1884”.
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Con este tratado aparte de consolidar su robo, llegan a dominar el Pacífico, constituyéndose
en una Talasocracia y como en los tiempos del obscurantismo se benefician con un tributo de
guerra, que lo cobran en forma disimulada con los embarques y desembarques en nuestras
transacciones de Ultramar.
Bolivianos qué nos queda: Denunciar este Tratado de 1904 por las violaciones que las hace el
que nos la impuso en base a su armamentismo exagerado. Exigir, con conocimiento a todos
los organismos responsables que reclamamos todo nuestro Litoral de Atacama, nuestra
Plataforma Continental como también la reparación de daños y perjuicios con una justa
indemnización por los 134 años de la ocupación y la extracción de las riquezas de nuestro
Litoral.
Aprovechar que el destino nos confiere el derecho de liberalizar la lucha en el continente
americano por la REINTEGRACIÓN también de los territorios expoliados de México y Perú.
Actuar con energía y decisión y es por demás con el ejemplo del valor de reclamar algo que es
nuestro y están en los cánones de la verdad; todo esto nos resultará una táctica por el
siguiente e importante motivo: el imperio norteamericano tiene su talón de Aquiles cual es la
usurpación de la mitad del territorio de México y para evitar que le llegue ya el principio de su
final tendrá que influenciar en forma decidida sobre su aliado y heredero Chile. Recordemos
la decidida acción de los Estados Unidos y Chile que tuvieron con su aliada natural, Inglaterra,
en la triste Guerra de las Malvinas, donde éstos se olvidaron totalmente del Tratado del TIAR
(Tratado Interamericano de Asisténcia Recíproca), pacto defensivo hemisférico, que no solo
comprende un ataque exterior, sino contra cualquier situación o circunstancia que podría
poner en peligro la paz de América.
Finalmente, les recuerdo y a la vez les reitero que: el hombre es el animal que se tropieza dos
o más veces en la misma piedra; no es exagerar, pero si la Virgen María bajaría del cielo ni con
todo su apoyo celestial podría convencerlos, pues los principios citados de Portales son
LEGADO y constituyen DOGMA y lo demuestran con su institucionalidad que es SACROSANTA.
La Paz, 13 de marzo de 2.013
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GUERRA PERU-CHILE 1879
LA GUERRA INGLESA
Escrito por Rigoberto Urquieta Lanza
(Investigador Histórico)
Resumen realizado por el Cnl. DAEN. Jorge Camacho Salgado
“Chile jamás habría entrado una sola pulgada dentro de la guerra, si no hubiera sido
por el respaldo del capital inglés” agregando “era un completo error hablar de dicho
conflicto como de una guerra entre Chile y Perú…. Es una guerra de Inglaterra contra
el Perú, con Chile como instrumento… Asumo la responsabilidad de esta afirmación”.
Jaimes G. Blaine, Secretario de Estado de los Estados Unidos en el año 1881 así se
expresó en el Senado durante el mandato del Presidente Jamés A. Garfield.
El 30 de enero de 1882, el mismo James G. Blaine, en declaraciones al diario “The
Washington Post” habló sobre las relaciones de Inglaterra y Chile en la Guerra del
Pacífico, y declaró que esa República:
“Consiguió de Inglaterra acorazados y material de guerra. Los soldados chilenos
marcharon hacia el Perú con uniforme de tela inglesa, con fusiles ingleses sobre sus
hombros, la simpatía inglesa respaldó a Chile en su conquista y los intereses
comerciales ingleses reciben un tremendo impulso del engrandecimiento de Chile”.
Seguidamente, al referirse a las transacciones que Chile buscaba en ese entonces
con Inglaterra sobre el salitre y guano peruanos, expresó:
“Banqueros ingleses proveerán el dinero, comerciantes ingleses efectuarán los
negocios, buques ingleses cargarán los productos. Más de 800 barcos están
implicados en este negocio”… La guerra contra el Perú ha sido hecha en pro de los
mismos intereses que Clive y Hasting tuvieron en la India”.
Para mejor comprender la referencia sobre Clive y Hasting, se debe conocer que el
primero fue el conquistador de la India a nombre de la East India Company y después
de dominar el país, se dedicó a expoliarlo al máximo de sus riquezas. Hating a
nombre de la misma Compañía desarrolló el cultivo del opio y, a nombre de la cultura,
cristianismo y civilización, decretó el monopolio del opio y después de generalizar su
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consumo en la India, donde hasta con ese producto se pagaban los salarios de la
Compañía; a cañonazos la subsidiaria. Sociedad Jardine, Matheson y Compañía
impusieron durante el siglo XIX el libre comercio y consumo en la China a través de
dos guerras para doblegar la resistencia de ese país a consumir la droga, por eso la
referencia a esos personajes implica perfidia, engaño, abuso, prepotencia y
brutalidad.
Desde la independencia y antes también el comercio inglés había sustituido al
español en el trato directo con las colonias. Por ese interés económico Inglaterra dio
el apoyo simbólico a la emancipación y, cuando ésta se produjo, trató, en compromiso
con Estados Unidos, hacerse dueños del comercio continental, situación que no
aprobó Estados Unidos, pero tampoco impidió el florecimiento del comercio británico
que, como primera potencia marítima e industrial, impuso agresivamente sus
condiciones, sea para extraer o adquirir materias primas o vender sus productos.
Cuando surgió la riqueza del guano, los comerciantes ingleses procuraron tener el
control de esa riqueza, en mucho lo consiguieron a través de los consignatarios y
bonistas, por eso se disgustaron cuando el Perú suscribió un acuerdo con el francés
Dreyfus, al perder esa riqueza. La situación se incrementó con el salitre que estaba
en sus manos en Antofagasta, aunque Chile ponía los obreros para explorarlo. En
Tarapacá se estatizó la comercialización, lo cual estuvo en contra de sus proyectos;
en cambio Chile les dio todas las facilidades; frente a esa situación, Inglaterra decidió
que Chile, por ser quien le daba mayores ventajas fuera elegido para manejar las
riquezas y comenzaron a fraguar disculpas: como la inestabilidad del gobierno
peruano, sus frecuentes golpes militares, su seriedad en cumplir compromisos como
el no pagar la deuda, que es monopolista y, por último, país de indios que no merecen
mayor respeto. Se debe tener presente la coincidencia de fechas. El Perú firmó el
convenio el 5 de julio de 1869, teniendo como Ministro de Hacienda a Piérola que
negoció con Dreyfus y, 1871, cuando se abren los recursos, astilleros y arsenales
ingleses al servicio de Chile. El intervalo fue el tiempo que demandó la negociación
para aniquilar al Perú.
El gobierno inglés, siguiendo las indicaciones de la City, ubicación de banqueros,
comerciantes, especuladores, quienes dictaban la política del imperio y lo siguen
haciendo, decidieron jugar a la carta chilena al haber mostrado ese país su entero
servilismo al mercantilismo británico, sumisión de las Malvinas de 1982, cuando Chile
entregó sus bases y plena ayuda a los aviadores y barcos ingleses para que
pudieran, no sólo atacar a la Argentina, sino que bajo la protección del territorio,
realizaran labores de espionaje y sabotaje a cambio de dos escuadrones de aviones
Hawker Hunter y bombarderos Camberra, quedando pendiente la entrega de un
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portaviones. Seguramente también está el pleno apoyo a Chile, en caso de algún
conflicto de ese país.
Pinochet consideró que era más positivo para Chile los criterios de expansionismo
geopolítico que la dignidad del pueblo chileno y el sentido de solidaridad continental
latinoamericana. La colaboración entre Inglaterra y Chile viene desde 1851, cuando
la flota inglesa, actuando como policía del gobierno chileno, en época del Presidente
Bulnes, quien preparó elecciones fraudulentas a favor del candidato Manuel Montt, lo
cual motivó la sublevación de los liberales chilenos quienes se hicieron fuertes en
Concepción y la Serena. Para combatir dicha revolución, se dispuso el bloqueo de
Coquimbo, acción naval ejecutada por los barcos británicos en conjunción con el
Ejército del general Montt. Como se produjo una nueva sublevación en Magallanes, el
nuevo Presidente recurrió igualmente a la flota inglesa para doblegar a los
insurgentes.
El capitalismo británico, dueño igualmente de la prensa, desató una campaña aleve
de desprestigio al Perú, ya el 30 de mayo de 1879 editorializaba el “Times” de
Londres.
“En cuanto a las razones de la guerra, no hace mucho que dijimos que estaban de
parte de Chile y que los extranjeros neutrales deben concederles sus simpatías. La
querella es mercantil y mientras Chile pelea por la libertad de comercio, el Perú ha
tomado el partido de la restricción y del monopolio”.
Por su parte “The Economist” aplaudía las críticas efectuadas contra el Perú por
diferentes articulistas y en especial a las propuestas chilenas de arreglar con los
bonistas ingleses la deuda peruana del guano. En el Anexo 11 se presentan
fragmentos de un artículo del “Estándar” de Londres, traducido y reproducido por el
“Mercurio” de Santiago, y en los Anexos 12, 13, 14, 15 y 16, se aprecia la forma
parcializada, tendenciosa y tergiversada como Inglaterra presentó a su público
diferentes episodios de la guerra, pretendiendo justificar su esbozada agresión al
Perú.
Quienes avalaron a Chile ante el gobierno inglés fueron algunas empresas o casas
inglesas dedicadas al comercio del salitre mencionándose a Guillermo Gibbs y
Compañía, Melbourne Clark, Jorge Smith, J.D. Campbell y Compañía, en especial la
primera que sirvió incluso para financiar el espionaje chileno en el Perú y no durante
la guerra sino desde años previos a ella, sea en forma directa o a través de los
consulados chilenos. Igualmente sostuvo en Londres, que a Inglaterra le interesaba
apoyar a Chile por ser el país de mayor eficiencia en la costa del Pacífico
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sudamericano. Sus diplomáticos mintieron a su público y denigraron al Perú y sus
habitantes, incluidas sus altas esferas sociales y terminaron incluso aplaudiendo la
posibilidad que Chile se anexaría al Perú como lo expresó el Almirante Lyons en
1882.
Una vez comprometida Inglaterra en la guerra contra el Perú, brindó a Chile toda
clase de ayudas, abiertas una, encubiertas las otras. Lo que buscó fue la seguridad
de las utilidades de los inversionistas ingleses, por eso, cuando el Perú entra en
negociaciones con Turquía para adquirir el “Tehlz-Bolend” o “Fehlz-Bolen”, acorazado
de magnífica calidad y avanzadas las negociaciones a través de un banquero griego,
un marino inglés al servicio de Turquía, Hobbart Baja, inmediatamente hizo un
obsequio de más de tres mil libras de oro al sultán y logró influenciarlo para que la
operación de venta quedara sin efecto con el pretexto de que el país no se viera
privado de una de sus mejores unidades navales.
También Inglaterra encontró la forma de canalizar su apoyo económico a Chile,
mediante algunos subterfugios, como la “Noticia Halagüeña” tomada del Boletín de la
Guerra.
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ACADEMIA BOLIVIANA DE HISTORIA MILITAR
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