Edición CNL. DAEN. JORGE CAMACHO SALGADO DIRECCIÓN CNL. DAEN. JUANITO ALDAZOSA MONROY SUB DIRECCIÓN MY. CAB. JAIME COTRINA FERNÁNDEZ PRIMEROS ACTOS DE EXPOLIACIÓN CHILENA EN EL LITORAL BOLIVIANO 1 - 35 ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL LITORAL BOLIVIANO 2 - 35 TRATADO DE PAUCARPATA 8 - 35 CRONOLOGÍA DE LA GUERRA DEL PACÍFICO 14 - 35 SOF.DECASOF. FRANZ LUIS CATACORA POZO GUERRA DEL PACÍFICO 21 - 35 RECOPILACIÓN HISTÓRICA REFLEXIONES SOBRE EL TRATADO DE 1904 27 - 35 SRA. NORMA M. CAERO SILVA POR LO POCO NADA… 29-35 SRA. LADY INÉS FLORES GEMIO GUERRA PERÚ-CHILE 1879 LA GUERRA INGLESA 32-35 COORDINADOR CAP. COM. SAÚL LEONARDO ZÁRATE SUXO DIAGRAMADOR CAP. INF. CRISTIAN R. CAMACHO CORNEJO SRA. YRASEMA S. GARCÍA MÁRQUEZ TRANSCRIPCIÓN CNL. DAEN. FREDDY RODRIGUEZ TORREZ SOF. LIC. RAMIRO MOLINA ALANES REVISORES ACADEMICOS DE NUMERO FUERZAS ARMADAS DE LA NACIÓN MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL Y COLONIZACIÓN “PUBLICACIONES MILITARES” VOLUMEN No. 32 - 1952 “LA COSTA MARÍTIMA DE BOLIVIA” POR LUIS SUBIETA SAGÁRNAGA La barca chilena “RUMENA”, fue encontrada por el bergantín boliviano “General Sucre” robando guano en ANGAMOS: capturada y conducida a COBIJA, fue declarada buena presa por los tribunales ordinarios; pero, he aquí que a favor de las sombras de la noche toma la fuga rompiendo sus amarras. Casi al mismo tiempo se descubre que la fragata chilena “LACAW” había consumado el robo de una gran cantidad de guano en MEJILLONES; pero, al tratar de venderlo en INGLATERRA, es embargado por los tribunales judiciales de esta Nación y entregado íntegramente todo el cargamento al Cónsul Boliviano, Sr. Aniceto Acosta, en el puerto ESCOCÉS de GLASGOW. En ambos casos, el gobierno chileno no quiso todavía desacreditar su política internacional y envió toda reclamación injusta en pro de la rapacidad comprobada de los súbditos desmoralizados de su Nación. A raíz de estos hechos criminosos, comienza en CHILE a circular el rumor de que no sólo el PERÚ y BOLIVIA eran poseedores de ese abono tan codiciado, sino también la República de CHILE poseía iguales yacimientos de guano en su árida costa desde caldera hasta el rio Salado, confín de BOLIVIA. Con objeto de cerciorarse de la verdad de esta voz popular, que día a día se iba acentuando más, envió el Gobierno chileno una comisión AD HOC, con encargo de explorar la costa. “Esta comisión, dice Caivano, con el afán de investigación y de aventura que constituye una de las notas dominantes del carácter chileno, saliendo de CALDERA, siguió siempre adelante sobre una costa deshabitada en la cual nadie podía oponerse a sus pasos, hasta que hubo de encontrar depósitos de guano, sin tratar de saber si el suelo que pisaba era o no chileno; y habiendo encontrado sin oposición alguna en el solitario desierto de Atacama, llegó de este modo hasta el Morro de Mejillones, ubicado a 23º 6´ de latitud austral”. Otra comisión, en el año 46, tuvo el atrevimiento de construir un fuerte en la Punta Angamos, haciendo flamear en él la bandera chilena, llegando este hecho a conocimiento del Prefecto de Cobija, quien mandó destruirlo inmediatamente, hecho del que tampoco hizo reclamación alguna el gobierno de Chile. Hasta aquí no hemos hecho más que apuntar los actos de expoliación particular, que no hacen más que poner de manifiesto el deseo general de los chilenos de apoderarse de lo ajeno por la razón o la fuerza. 1 Recopilación historiográfica realizada por el My. Cab. Jaime Cotrina Fernández Biblioteca de la Academia Boliviana de Historia Militar Los antecedentes históricos que legitiman el derecho imprescriptible e irrenunciable sobre el Litoral Boliviano, se consolidan desde nuestras culturas milenarias de Tiahuanacu, Aymara y los diferentes señoríos establecidos en lo que fue Atacama, culturas que tuvieron rasgos afines; los Incas encontraron el territorio del Kollao al momento de la conquista erigiéndose el Kollasuyu, sobre estas jurisdicciones. Atacama en el periodo pre incaico, fue parte del Kollao, que agrupó aymaras, quechuas, chipayas, urus, charcas, atacamas, changos; estos pueblos contaban con señoríos, dominando el Sud Oeste del Pacífico. Durante el periodo incaico, los incas lograron extenderse hasta el río Maule hacia el Sud Oeste. El Ejército del Inca Yupanqui entre 1400 -1475 emprendió una guerra que duró aproximadamente 6 años, subyugó la resistencia de los naturales del Sud Oeste, extendiéndose hasta Copiapó; por otra parte, los indígenas chilenos vivían al sud del desierto de Atacama. Inclusive Arica fue “una caleta de pescadores Quichuas y Aymaras….”. (Casto Rojas: La Reintegración Marítima de Bolivia). La conquista española subyugó al Imperio Inca y se realiza la división de territorios con la venia de Carlos V, donde Almagro obtiene la parte del Kollasuyu que se llamó la Nueva Toledo (Alto Perú) y Francisco Pizarro obtuvo la Nueva Castilla (Perú). Posteriormente, Almagro realiza expedición al Sur; en Tupiza, se encuentra con los caciques Paullu Tupac y Villac Umu (Caciques del Alto Perú), informan éstos de las características de acceso hasta Copiapó, donde efectivamente llegan hasta los dominios incas del paralelo 27º. La Conquista continúa con la expedición de Valdivia hacia la nueva Extremadura (Capitanía de Chile) con dinero de Porco y gente del Alto Perú; Valdivia en una carta a Carlos V describe sobre sus límites: “.. partí del Cuzco por el mes de enero de 1540, caminé hasta el valle de Copiapó, que es el principio de esta tierra, pasando el gran despoblado de Atacama”. (Argandoña Frontaura: El Litoral de Bolivia) El descubrimiento del cerro rico de Potosí en 1545 determinó crear un puerto de salida para las fabulosas riquezas de Potosí, Porco, Lipez, Oruro y La Paz; por su cercanía estas exportaciones durante la colonia se realizaron vía Arica. 2 La Audiencia de Charcas fue “creada por Real Cédula de 12 de junio de 1559, cuyos distritos comprendían la provincia de Charcas y todo el kollao”. Es decir, la jurisdicción del Perú comprendía hasta el Loa y la Nueva Toledo, hoy Bolivia, hasta el grado veintisiete; y la Capitanía de Chile desde el grado veintisiete. En 1782, Atacama dependía de la Real Audiencia de Charcas, posteriormente pasó a depender de la Intendencia de Potosí. Así entró a formar parte de la República de Bolivia en virtud al Uti Possidetis Juris de 1810, principio internacional que los nuevos estados aceptaron como límites, las jurisdicciones territoriales en base a las cuales habían ocupado los virreinatos y capitanía general, al momento de la lucha por su independencia. (Luis Subieta Sagarnaga: La Costa Marítima de Bolivia) Chile que nació de acuerdo a la jurisdicción de la Capitanía General de Chile. En su Carta Magna de 1822 reconoce por límites naturales, al Sur el cabo de Hornos, al Norte el despoblado de Atacama. Los actos de soberanía que Bolivia ejerció sobre el Litoral fue desde la proclamación de la independencia. Bolívar dictó el Decreto de 28 de diciembre de 1825 habilitando el puerto de Cobija como puerto mayor, en el partido de Atacama, mismo Decreto expreso: “Considerando: 3ro. Que es justa recompensa al mérito contraído por el Gran Mariscal don José de La Mar, vencedor en Ayacucho, la aplicación de su nombre al mencionado puerto: Decreto: 1º.- Quedará habilitado desde el 1º de Enero entrante, por puerto mayor de estas provincias, con el nombre de Puerto de La Mar, el de Cobija. Dado en el Palacio de Gobierno, en Chuquisaca a 28 de diciembre de 1825. Simón Bolívar.-(La Costa Marítima de Bolivia: pag.34). El Mariscal Sucre, el 28 de febrero de 1826, por Decreto Supremo eximió a los habitantes del Litoral de toda contribución durante un año. Es el Mariscal Santa Cruz, quien el 1º de julio de 1829 erige esta provincia potosina en distrito independiente, dándole por capital el puerto de Cobija. En 1832 se decreta la construcción de una fortaleza en Cobija: “El Presidente Constitucional de la República de Bolivia, etc. Considerando la necesidad de dar seguridad al puerto y a la bahía de Cobija y en virtud de la autorización del congreso. Decreta: 1º -El Gobernador del Litoral queda encargado de hacer construir, sobre el morro saliente hacia el mar, en continuación a la población, una fortaleza, que contenga 24 cañones de grueso calibre, con sus almacenes correspondientes, y los cuarteles necesarios para 300 hombres de tropa….,etc. “Dado en el Palacio de Gobierno en el Puerto La Mar, a 30 de diciembre de 1832- Andrés Santa Cruz…”. De hecho, el Congreso de 1839 hace de Atacama un Departamento con el nombre de Litoral, Cobija o La Mar. Hasta aquí, no existía pretensiones de terceros sobre los actos soberanos realizados por Bolivia en su territorio; es preciso resaltar también que en ese periodo, se contó con uno de los mejores ejércitos de Sud América, bien organizado y pertrechado que despertó discordias pero a la vez respeto. 3 Este poderoso Ejército dío las más grandes victorias en Yanacocha, Socabaya, Humahuaca, Iruya, Montenegro y Paucarpata, demostrando en cada una de estas batallas un brillante desenvolvimiento de cuadros y tropa. Estas victorias después de la contienda del Pacífico en forma misteriosa fueron silenciadas. Bolivia contó con un Ejército de vencedores, que en el transcurrir del tiempo los países vecinos fomentaron su reducción y desarme, tanto Chile, como Perú, Argentina y Brasil, desafiando abiertamente la unidad nacional boliviana. El ideal de Santa Cruz de constituir una Patria grande y fuerte, fue materializado con la creación de la Confederación Perú-Boliviana. Efectivamente el Congreso de Tapacarí de 1836 aprueba “para tomar cuantas medidas crea convenientes al sostenimiento de la moral y de la gloria del Ejército Boliviano, mientras se halla fuera del territorio de la República”. De hecho, Santa Cruz se desplazó con su Ejército por el Desaguadero hacia Puno, obtuvo sendos triunfos en Yanacocha, derrotando a las tropas de Gamarra; asimismo, estas tropas en el Alto de la Luna, en el campo de Socabaya situado entre Paucarpata y Huasacachi, destruye al Ejército de Salaverry.(Wilde Fernando: Historia Militar de Bolivia). Santa Cruz, tomó la denominación de General Presidente de Bolivia, Pacificador del Perú y Supremo Protector de los Estados Nor y Sud peruanos. El nuevo Estado confederado, despertó susceptibilidades y desconfianzas. Las Repúblicas de Chile y la Argentina acordaron impedir o deshacer la Confederación por medio de las armas. Hasta ahí el tema de nuestras costas soberanas fue respetado por el usurpador chileno, inclusive al ver una República naciente con mucha pujanza, Arica, Tacna y Tarapacá ofrecen ser parte de Bolivia. La oligarquía chilena, consideró que la consolidación de la confederación significaba a la postre su absorción. Diego Portales sostuvo que: “La posición de Chile frente a la confederación Perú-Boliviana es insostenible. No puede ser tolerada porque ello equivaldría a su suicidio….Unidos estos dos Estados serán siempre más que Chile en todo orden de cuestiones y circunstancias”. De inmediato, la Argentina gobernada por Rosas, fue la primera en movilizar sus fuerzas; ante esta amenaza, Santa Cruz encomendó al Gral. Otto Felipe Braun para defender el territorio del Sud, en septiembre de 1837 en la quebrada de Humahuaca en el Punto llamado Santa Bárbara, desaloja y neutraliza las posiciones de las tropas argentinas que se retiran a Tucumán. En junio de 1838, la guarnición de Iruya fue atacada por otra división argentina, la tropa boliviana reaccionó y después de nueve horas de lucha la división argentina fue derrotada. Posteriormente, la división argentina del Gral. Paz, al saber la marcha del General Braun, dio media vuelta hasta el rio Bermejo, situándose en la aldea de Montenegro. Braun encontró al enemigo, atacó enérgicamente, haciendo abandonar sus posiciones. Esta es la forma brillante, cómo las armas bolivianas pasearon triunfantes ante las tropas argentinas. 4 Por otro lado, Santa Cruz, supo que Chile con un ejército de 3.500 hombres, a órdenes del Almirante Manuel Blanco Encalada había desembarcado en Islay invadiendo el Perú, y ocupando Arequipa; Santa Cruz organizó sus fuerzas y marchó resuelto a liquidar al enemigo, ocupando Paucarpata. (Wilde Fernando: Historia Militar de Bolivia). En Paucarpata, el Mariscal Santa Cruz no fue al encuentro de Blanco Encalada a la costa, sino que lo dejó avanzar hasta que se internase a la sierra. La táctica empleada fue dejar avanzar al ejército chileno hasta el interior de Arequipa, de tal manera sus ejes de abastecimiento se alargaron de la costa. Santa Cruz, cercó a estas tropas. El Ejército de Santa Cruz logró derrotar al Ejército chileno sin disparar un cartucho, un Ejército intacto que se rindió, que posiblemente adrede algunos historiadores del vecino país ni mencionan esta importante victoria; sin embargo, existen los documentos históricos del Tratado de Paucarpata que queda en la memoria historiográfica. MAPA PERÚ - BOLIVIA 1848 ABHM. Esta gran victoria de las armas del ejército de Santa Cruz es única en Sudamérica, las tropas chilenas de Blanco Encalada con sus 3.500 hombres se rindieron, firmaron el Tratado de Paucarpata. Fíjese que ya Sun Tzu hace miles de años atrás en las reglas del arte de la guerra había afirmado con mucha sabiduría que: “Será el mejor de los mejores el capaz de rendir al enemigo sin combate”, y así fue como Bolivia contó con los mejores estrategas y conductores militares. Si bien, esta importante victoria se podía capitalizar favorablemente desarmando al ejército chileno, no se logró anular los planes estratégicos del adversario, tampoco se logró alcanzar su derrota diplomática pese a que las condiciones se dieron. Sin embargo, es otra prueba de que Santa Cruz no estaba con fines belicistas y daba importancia a la convivencia pacífica de los Estados. 5 Chile, que se había comprometido a no intervenir mas en la Confederación, a poco tiempo desconoció y no cumplió el Tratado de Paucarpata; volvió con el concurso de las tropas peruanas que culminó en la batalla de Yungay. “El Ejército de Santa Cruz fue derrotado por la primera triple alianza urdida en Santiago, Lima y Buenos Aires”. (Oblitas Fernández Edgar: Historia Secreta de la Guerra del Pacífico). No obstante de disminuir el poderío militar del Ejército boliviano, dos años después de destruida la Confederación se produce la invasión a Bolivia por tropas peruanas al mando del General Gamarra, uno de los vencedores de Santa Cruz en Yungay. El Gral. Ballivián con su Ejército vencedor de Bolivia derrota ampliamente al Ejército invasor de Gamarra, éste es muerto en los Campos de Ingavi. El Ejército boliviano consolida la independencia; sin embargo, su potencial militar se reduce el equilibrio estratégico militar, se torna desventajoso para Bolivia, paralelamente la cotización del guano y del salitre iba en alza constante, desde ese momento Chile buscó todas las argucias y formas bajas para justificar derechos sobre el Litoral, desconociendo los principios internacionales de 1810. Desde entonces Chile nunca respetó los Tratados Internacionales. Los abusos se acentúan, en 1842 la barca “Rumena” de la marina de Chile hace una incursión pirata en la zona de Angamos. Capturada por la marina boliviana, es conducida a Cobija y sujeta a juicio de acuerdo a normas internacionales. Pocos años después en abril de 1846, la caleta de guerra chilena “Janaqueo” incursiona sobre las costas de Bolivia, enarbolando bandera chilena en el territorio boliviano de Angamos. Ante este abuso, se presenta una protesta formal; como resultado, Chile reconoció una vez más la soberanía boliviana y el ejercicio de ella en todo el Litoral de Atacama. Aparece la figura del bárbaro Melgarejo, quien cae en la adulación chilena, que le otorgan el título de General de los Ejércitos de Chile y Vocal honoris causa de la Universidad de Santiago de Chile, entre otras menciones. Como consecuencia, arrancan la firma del Tratado de límites el 10 de agosto de 1866, por la cual la frontera fue el paralelo 24º; sobre esto, se dispuso que la explotación del guano y derechos de exportación de minerales entre los paralelos 23º y 25º, serian repartidos por mitad entre Chile y Bolivia. Por medio de este tratado Chile avanzó cuatro grados geográficos desde Copiapó, es decir, desde el 27º hasta el 23º, es otro tema revisar al personaje controvertido de Melgarejo, si este quiso definitivamente zanjar el problema de limites o fue su ignorancia la que condujo a este horrendo Tratado. Rafael Bustillo, Ministro de Relaciones Exteriores durante la presidencia de José María de Achá; entró de lleno a plantear en octubre de 1871, la enmienda del Tratado de 1866 sobre todo en lo concerniente al condominio pactado. Entonces, durante el gobierno del General Agustín Morales fueron declarados nulos todos los actos públicos del sexenio Melgarejo. Sin embargo, no se logró avances debido a que por el Tratado del 6 de agosto de 1874 quedó establecido que el límite entre las dos repúblicas es el Paralelo 24º, entre otras que los derechos de exportación sobre minerales explotados entre el grado 23 y 24 “no excederán la cuota que actualmente se cobra”; que las personas, industrias y capitales chilenos no quedarán sujetos a más contribuciones que “a las que al presente existen”. (Escobari Cusicanqui, Jorge: El Derecho al Mar). 6 Con este tratado, incumplido constantemente por Chile y las evasivas a una delimitación definitiva, se supuso que con todo el chantaje utilizado, Chile debía reconocer como límite de su territorio con Bolivia el paralelo 24º. “Y es aquí que comienza la cuestión de los diez centavos. La firma Milbourne Clark y Cía. era inglesa; esta sociedad colectiva particular fue deliberadamente convertida en sociedad anónima para dar lugar al ingreso en ella de negociantes e individuos chilenos, ... No obstante con ese cambio tan ingenioso, la compañía de salitres y ferrocarriles de Antofagasta contemplada imparcialmente, no estaba dentro del artículo 4º. del Tratado”. (Saavedra, Abdón: Reivindicación Marítima) Durante el gobierno de Hilarión Daza, el 14 de febrero de 1878, se aprueba el contrato “con el apoderado de la compañía anónima de salitres y ferrocarril de Antofagasta, a condición de hacer efectivo como mínimo, un impuesto de diez centavos en quintal de salitre exportado”. Este pretexto fútil sirvió a Chile para desencadenar la guerra, el 14 de febrero de 1879, las tropas chilenas desembarcaron en Antofagasta, invadieron territorio boliviano y de inmediato se dedicaron a cometer toda clase de atrocidades. Por lo expuesto, se infiere que Chile nunca cumplió los tratados, desde el principio internacional del Uti Possidetis Juris de 1810; tampoco quiso establecer un límite definitivo de fronteras en pro de la convivencia pacífica de los Estados, a 134 años de la cobarde agresión y usurpación del Litoral boliviano, es preciso que la diplomacia de los pueblos aúnen esfuerzos para una solución del tema marítimo en nuestras relaciones internacionales. 7 Gisbert (ed.), Historia de Bolivia. Quinta edición. El Tratado de Paucarpata fue firmado el 17 de noviembre de 1837 en el marco de la Guerra entre la Confederación Perú-Boliviana y el Ejército Restaurador Perú-Chile. En evidente peligro de ser tomadas o derrotadas, las tropas de Blanco Encalada, enviadas al Perú por el Congreso de Chile negociaron un Tratado de Paz con Santa Cruz acordando su retirada del Perú para no volver. Esta operación militar y posterior negociación diplomática se produjo frente a Paucarpata (Arequipa), cuyas alturas dominaban las tropas del Mariscal Santa Cruz en mejor posición y condición que la expedición restauradora. Antecedentes Tras la declaratoria de guerra que el gobierno chileno realizó a la confederación del Mariscal Andrés de Santa Cruz, se organizó una división expedicionaria al mando del Almirante Manuel Blanco Encalada, cuya fuerza total ha sido calculada en 3.200 hombres, entre los cuales figuraba una columna peruana de exiliados compuesta de 402 hombres al mando del General Antonio Gutiérrez de la Fuente. Dicha expedición zarpó de Chile el 15 de septiembre arribando a las costas del departamento peruano de Arequipa los primeros días de octubre de 1837. Tras avanzar al interior y ocupar la capital del departamento, la situación que los restauradores encontraron fue muy distinta a la que esperaban, pues no se produjeron pronunciamientos a su favor ni les fue suministrado apoyo de ninguna clase. El Coronel chileno Antonio Irisarri diría después que los restauradores confiaban en doblar sus fuerzas con la recluta y deserción masiva de cuerpos peruanos a su ejército; la cooperación Argentina para distraer cuando menos un tercio de las fuerzas de la confederación y el entusiasmo de los pueblos peruanos hacia su causa proporcionándoles suministros y medios de movilidad. Los restauradores habían cometido el mismo error que el General Felipe Santiago Salaverry el año anterior, quien con su ejército restaurador expedicionó también a Arequipa donde tras ser rechazado por la población fue derrotado en la Batalla de Socabaya por el Ejército Unido de Santa Cruz. Luego de varias semanas de inactividad e incertidumbre para los expedicionarios, las fuerzas confederadas provenientes del Norte peruano y de Bolivia al mando del General Santa Cruz lograron reunirse, conformando aproximadamente un Ejército de 5.000 soldados de las tres armas, para luego avanzar hacia la ciudad de Arequipa. 8 Movimientos de campaña Almirante Manuel Blanco Encalada General en Jefe de la Primera Expedición Restauradora. Luego de realizar algunas maniobras por las afueras de la ciudad, la vanguardia confederada formada por un Regimiento de Caballería y dos Compañías de Cazadores divisó, en las inmediaciones del río de Paucarpata, a la vanguardia restauradora compuesta de un escuadrón de Almirante Manuel Blanco Caballería y una Compañía de Cazadores, la misma que se retiró a las Encalada inmediaciones del panteón de la Apacheta para luego proseguir hacia Miraflores donde se encontraba parte de su Ejército. Con ello el Ejército confederado ocupó el alto de San Lucas de Paucarpata donde estableció su campamento. A esta posición llamó Santa Cruz "el balcón de Arequipa". En esta favorable posición estratégica, el Ejército Confederado montó su artillería protegida por seis compañías de cazadores mandando una columna de infantería y caballería a ocupar el cerro vecino. Con la finalidad de reconocer la posición confederada, el Ejército Restaurador desplegó unas columnas de infantería y caballería en el llano de Porongoche, frente a la posición de Santa Cruz en las alturas, quien ordenó al General Blas Cerdeña disparará la artillería sobre los restauradores al tiempo que ordenaba a su caballería bajar al pie de San Lucas; ante ello, la infantería restauradora se desplegó en guerrilla mientras su caballería se colocaba en retaguardia, sin embargo no se llegó a iniciar combate alguno, pues las avanzadas restauradoras se retiraron a su campamento en Miraflores. 9 Tras ordenar que se pasase rancho a las tropas y se establecieran partidas de vigilancia en diversos puntos, Santa Cruz envió una nota a Blanco Encalada proponiéndole el inicio de conversaciones de paz, lo que éste aceptó. Durante la noche descansaron las tropas confederadas por mitades con el arma en la mano ante cualquier eventualidad. Bandera de la Confederación Perú - Boliviana Para las negociaciones, Santa Cruz nombró por su parte a los generales de división Ramón Herrera y Anselmo Quiroz y por secretario el Doctor Juan Gualberto Valdivia, la representación chilena correspondió al mismo General Manuel Blanco Encalada y al Coronel Antonio Irrisari. La primera reunión, entre Irrisarri y Herrera, tuvo lugar en el poblado de Sanbandía y duró más de cuatro horas, durante las cuales Irrisari también exigió garantías para los peruanos venidos con la expedición, entre los que figuraban los generales La Fuente y Ramón Castilla, lo cual Santa Cruz aceptó. 10 Antonio Gutiérrez de la Fuente proclamado y reconocido por los restauradores como Jefe Supremo del Perú tras la ocupación de Arequipa. El General Blanco Encalada pensó en reembarcarse cuando debía hacerlo... mis negociaciones en Sabandía y el armisticio de cuatro días que se celebró en Moyeballa, tuvo el doble objeto de ver si se podía tratar con el enemigo y de dar tiempo al Prefecto del Departamento (Ramón Castilla) de reunir los medios de hacer aquella retirada. Yo volví de mi misión después de cumplido el plazo pedido por el prefecto, pero aún el Ejército no había conseguido todavía lo que necesitaba para retirarse y ésta fue la causa por la que no se retiró antes de la reunión de las fuerzas del protector en Paucarpata. Antonio Gutiérrez de la Fuente Defensa del Coronel Antonio José de Irisarri sobre el Tratado de Paucarpata Pues si mañana hay insistencia sobre tal artículo, usted conteste que los peruanos se tengan por no venidos. En cuanto a lo demás pase usted por lo que sea equitativo. Yo preveo que el gobierno de Chile, que no puede ponerse al alcance de la situación en que se ha colocado el Ejército chileno, no aprobará el tratado desde que vea a salvo a todo su Ejército. Pero yo quiero dar esa prueba de generosidad. El General Blanco está bajo mis fuegos, y no puede retirarse con treinta leguas de desierto por medio... debe conocer, que sin que yo me mueva de este punto lo tengo sitiado y puedo cortarle su comunicación con la escuadra. En fin el gobierno de Chile no conocerá el servicio que el General Blanco hace con el Tratado... usted hará mañana lo mejor posible y concluya la conferencia Instrucciones de Santa Cruz al General Ramón Herrera La segunda reunión tuvo lugar al día siguiente en la quinta de Pío Tristán, ubicada en Paucarpata, donde tras pasarse en limpio los puntos acordados se firmó el Tratado del mismo nombre el 17 de noviembre de 1837. En los días siguientes el Ejército chileno se dirigió a la caleta de Quilca de donde se reembarcó para su patria; quedaron en la ciudad, junto al Coronel Antonio Irrisari, aproximadamente cien oficiales y soldados enfermos. Contenido del Tratado Artículo 1º. Habrá paz perpetua y amistad entre la Confederación Perú-Boliviana y la República de Chile, comprometiéndose sus respectivos gobiernos a sepultar en olvido sus quejas respectivas, y abstenerse, en lo sucesivo, de toda reclamación sobre lo ocurrido en el curso de las desavenencias que han motivado la guerra actual. 11 Artículo 2º. El gobierno de la Confederación reitera la declaración solemne que tantas veces ha hecho de no haber jamás autorizado ningún acto ofensivo a la independencia y tranquilidad de la República de Chile, y a su vez el Gobierno de ésta declara que nunca fue su intención, al apoderarse de los buques de la Confederación, apropiárselos en calidad de presa, sino mantenerlos en depósito para restituirlos como se ofrece hacerlo en los términos que en este tratado se estipula. Artículo 3º. El Gobierno de Chile se compromete a devolver de la Confederación los buques siguientes: la barca “Santa Cruz”, el bergantín “Arequipeño” y la goleta “Peruviana”. Estos buques serán entregados a los ocho días de firmado el tratado por ambas partes, a disposición de un comisionado del gobierno protectoral. Artículo 4º. A los seis días después de ratificado este tratado por S. E. el Protector, el ejército de Chile se retirará al puerto de Quilca, donde están sus transportes, para verificar su embarque y regreso a su país. El gobierno de Chile enviará su ratificación al puerto de Arica dentro de cincuenta días contados desde esta fecha. Artículo 5º. Los gobiernos de la Confederación y de Chile se comprometen a celebrar tratados especiales relativos a sus mutuos intereses mercantiles, los cuales serán recíprocamente considerados desde la fecha de su ratificación de este tratado por el gobierno de Chile, como los de la nación más favorecida. Artículo 6º. El gobierno protectoral se ofrece a hacer un tratado de paz con el de las Provincias Argentinas, tan luego como éste lo quiera, y el de Chile queda comprometido a interponer sus buenos oficios para conseguir dicho objeto sobre las bases en que los dos gobiernos convengan. Artículo 7º. Las dos partes contratantes adoptan como base de sus mutuas relaciones el principio de la no intervención en sus asuntos domésticos, y se comprometen a no consentir que en sus respectivos territorios se fragüen planes de conspiración ni ataque contra el gobierno existente, y las instituciones del otro. Artículo 8º. Las dos partes contratantes se obligan a no tomar jamás las armas la una contra la otra, sin haberse entendido y dado todas las explicaciones que basten a satisfacerse recíprocamente, y haber agotado antes todos los medios posibles de conciliación y avenimiento y sin haber expuesto estos motivos al gobierno garante. Artículo 9º. El gobierno protectoral reconoce en favor de le República de Chile el millón y medio de pesos o la cantidad que resulte haberse entregado al Ministro Plenipotenciario del Perú don José Larrea y Loredo, procedente del empréstito contraído en Londres por el gobierno chileno, y se obliga a satisfacerla en los mismos términos y plazos en que la República de Chile satisfaga el referido capital del empréstito. Artículo 10º. Los intereses devengados por este capital y debidos a los prestamistas, se ratificarán por el gobierno de la Confederación en los términos y plazos convenientes para que el gobierno de Chile pueda satisfacer oportunamente con dichos intereses a los prestamistas. 12 Artículo 11º. La parte correspondiente a los intereses del capital mencionado en el artículo 9º, ya satisfechos por el gobierno de Chile a los prestamistas en los dividendos pagados hasta la fecha, y que ha debido satisfacer el gobierno del Perú, según la estipulación hecha entre los ministros plenipotenciarios de las repúblicas de Chile y el Perú, se pagará por el gobierno de la Confederación en tres plazos: el primero de la tercera parte, a seis meses contados desde la ratificación de este tratado por el gobierno de Chile; el segundo a los seis meses siguientes y el tercero después de igual plazo. Artículo 12º. El gobierno de la Confederación ofrece no hacer cargo alguno por su conducta política a los individuos del territorio que ha ocupado el Ejército de Chile y considerará a los peruanos que han venido con dicho ejército como si no hubiesen venido. Artículo 13º. El cumplimiento de este tratado se pone bajo la garantía de Su Majestad Británica, cuya aquiescencia se solicitará por ambos gobiernos contratantes.AZ Consecuencias La firma del Tratado de Paucarpata significó el fin de la carrera militar del Coronel Antonio José de Irisarri. Al regreso de la expedición restauradora a Chile el gobierno de ese país emitió un decreto desconociendo el Tratado firmado, aduciendo entre otras cosas que los representantes chilenos no tenían facultades para hacer la paz, por lo que el estado de guerra continuaría como antes del Tratado de Paucarpata. Antonio Jose de Irisarri Así mismo después de ser derrotado el Ejército Chileno en Paurcarpata, retornó a su territorio y dos años después el mismo Ejército desconociendo el tratado enfrentó nuevamente en Yungay al Ejército de la confederación Perú-Boliviana, disolviéndola. Batalla de Yungay 13 “El territorio salitrero de Antofagasta y el territorio salitrero de Tarapacá, fueron la causa real y directa de la guerra…”. (J.M. Balmaceda, Ministro de Relaciones Exteriores de Chile en una Circular del 24 de diciembre de 1882). José Luis Tellería-Geiger (historiador) El conflicto armado conocido como la “Guerra del Pacífico” (en realidad fue una invasión), que confrontó a Chile contra la alianza Bolivia - Perú primero, y luego sólo a Perú contra Chile, terminó diplomáticamente para Bolivia con el “Tratado de Paz y Amistad” suscrito en Santiago el 20 de octubre de 1904. El 14 de febrero de 1879, Chile, por orden del Presidente Chileno Aníbal Pinto, ocupó el puerto y la ciudad de Antofagasta, un día antes, el embajador chileno Pedro Nolasco pidió la devolución de sus credenciales y de ún portazo abandonó el palacio en Bolivia. En las escuelas chilenas se enseña que “el Ejército chileno tuvo que rescatar a sus pobres hermanos del norte, porque vivían esclavizados por los bolivianos realizando trabajos forzados” (¡vaya cuento!). El argumento final para la invasión chilena, data de 1878, relativo al cobro legal y efectivo de los 10 centavos por quintal de salitre acordados en 1873. El Presidente Hilarión Daza suspendió los festejos del carnaval boliviano y dictó estado de emergencia llamando a su Estado Mayor. Después de las consultas, Daza declaró la guerra a Chile y solicitó al Perú el cumplimiento del “Pacto de Alianza Reciproca de 1873”, por medio del Embajador Serapio Reyes Ortiz. Perú quiso mediar con Chile, para lo cual envió a Santiago a José A. Lavalle, nombrado Ministro Plenipotenciario para el efecto. Chile no escuchó a Lavalle y prepotentemente declaró la guerra al Perú y Bolivia el 5 de abril de 1879; el viernes 14 de marzo, Ladislao Cabrera recibió un pedido de rendición de los invasores fuertemente armados, su respuesta fue “jamás”. El 23 de marzo, 135 bolivianos escribieron la 1ª página de heroísmo, en esa desigual batalla murió nuestro máximo héroe civil, Don. Eduardo Avaroa, en honor a estos valientes patriotas cada 23 de marzo, en todos los rincones de Bolivia, se celebra el “DIA DEL MAR”. 14 Pasen los años que pasen, Bolivia jamás olvidará su mar. El Ejército boliviano fue armado con 8.000 hombres, repartidos en 5 divisiones (la 5ª, comandada por Campero no fue). El Comandante General era el propio Gral. Daza, quien cumpliendo su deber llevó el estandarte del Ejército boliviano para enfrentarse al enemigo. Es curioso, pero cuando Daza llegó a Tacna con 6.000 hombres, lo recibió el pueblo peruano con admiración, pero el Presidente del Perú, que lo citó - para que “vuele hacia Tacna con su Ejército”- no fue, estaba negociando otros “aspectos” de la guerra lejos (Prado se escapó a New York a comprarse un barco para hacer turismo-tipo crucero- de la época). En el Tratado de 1904, el artículo XII dice: “Todas las cuestiones que llegaren a suscitarse con motivo de la inteligencia o ejecución del presente Tratado serán sometidas a Su Majestad el Emperador de Alemania” (¿por qué Alemania? -sería Prusia- y ¿a qué emperador?, Alemania estaba gobernada en ese tiempo por Guillermo II, Rey de Prusia y Káiser de Alemania, la primera República vino recién en 1919 al ser abolida la monarquía). Dada la negativa de Su Majestad, el 16 de abril de 1907, los mismos personajes de 1904 firmaron el “Protocolo de sustitución de árbitro” (pusieron a la Corte de La Haya). El artículo VII reza: “La República de Bolivia tendrá el derecho de constituir agencias aduaneras en los puertos que designe para hacer su comercio”, más adelante se aclara que serían los puertos de Antofagasta (ex Bolivia) y Arica (ex - Perú). Al “designar” (sin respetar “en los puertos que designe Bolivia”) al puerto de Arica provocó la furia del Perú; acá se nota la habilidad diplomática chilena en la redacción del Tratado. Es importante anotar que Santa Cruz ya solicitó autorización para comprar 2 buques de guerra como prevención. Después lo hizo Ballivián. A ninguno le aprobaron la compra, ¿Por qué?, ¿qué amigos tenía Chile en Bolivia? Qué pasaba en Chile después de la guerra.- 1904 - Se firma el “Tratado de Paz” entre Chile y Bolivia, restableciéndose las relaciones diplomáticas. De acuerdo a éste, Chile adquiere a perpetuidad la provincia de Antofagasta, a cambio de compensaciones como el Ferrocarril Arica-La Paz y el libre tránsito de mercaderías desde y hacia Bolivia por el territorio chileno. - 1906 - Una huelga obrera en Antofagasta es fuertemente reprimida por el Gobierno, dejando más de 50 muertos. Es elegido Presidente Pedro Montt. Se crea la FECH (la migraña de la derecha chilena). - 1907 - Una masiva huelga en las plantas salitreras fue duramente reprimida en el episodio conocido como "Matanza de la Escuela Santa María de Iquique", donde cerca de 2.500 obreros son asesinados. ¿Para eso pelearon estos mineros en la guerra del Pacífico? En la postguerra los chilenos acribillaron a huelguistas o grupos rebeldes, que reclamaban mejores condiciones de vida a más de la mitad de la que murió en guerra. Para la población que tenía Chile, estos asesinatos sólo tienen parangón a lo que hizo Pinochet 15 PLANO OFICIAL LEVANTADO POR BOLIVIA TERRITORIOS USURPADOS A PERÚ Y BOLIVIA Cómo estaba Bolivia políticamente después de la guerra: Terminada la guerra en el campo de batalla con el triunfo de Chile, Bolivia acreditó inmediatamente una Legación Diplomática en Santiago (como si estuviésemos felices de haber perdido un brazo) para negociar, meditar y acordar un Tratado definitivo (el de 1904). Era obviamente Presidente Narciso Campero, el primer acuerdo se llamó “Tratado de Tregua” firmado el 4 de abril de 1884, por Bolivia lo hicieron B. Salinas y B. Boeto. Antes de ese Tratado los doctores bolivianos prepararon en el palacio todos los documentos desde el 21 de febrero, sobre la base del borrador propuesto por la cancillería chilena. Felices con el Tratado, los chilenos empezaron una campaña de amistad con Argentina para definir cartográficamente la nueva frontera chilena. Chile también tenía que definir con Bolivia su nueva frontera, para este fin enviaron a La Paz al Emb. A. Konig en 1900, hombre frío y maléfico, decisivo para el tratado de 1904. Konig entregó una nota oficial al canciller (E. Villazón) el 13/8/1900, la cual era conminatoria, indicaba que Chile podría volver a la guerra para adueñarse de Potosí, visto que sus fuerzas armadas tenían un poder militar “cien veces superior” a la invasora. El 50% del PIB chileno proviene de la explotación de los recursos mineros en territorio peruano y boliviano (Tarapacá y Atacama). En febrero de 1879 había en Antofagasta 60 gendarmes con fusiles (en el mejor momento Bolivia llegó a tener 4.000 fusiles y 4 cañones alemanes Krupp). 16 Cronología sistemática de la “Guerra el Pacífico” (1829-2013).- Para uso didáctico en las academias: - 1829.- El Mariscal Andrés de Santa Cruz, mediante decreto, estableció la Provincia independiente del Litoral con capital Atacama. Se nombró un Gobernador dependiente del Presidente (en 1825 Bolívar ordenó la cartografía de los mejores lugares para instalar puertos) - 1833.- El Congreso de Chile aprueba el primer Tratado de “Amistad, Comercio y Navegación” con Bolivia. En este tratado obviamente se reconoce la propiedad boliviana sobre el litoral desde el paralelo 25º hasta la antigua frontera con el Perú. - 1842.- Arbitrariamente el gobierno chileno se apropió del morro de Mejillones ubicado cerca al paralelo 23º (este morro era el yacimiento más rico de la zona). - 1843.- el 31 de octubre, el Presidente chileno Manuel Bulnes Prieto (1841-1851), fundó la Universidad de Chile, a la cabeza del venezolano Andrés Bello, enemigo de Bolivia; crea la provincia de ATACAMA, sobrepuesta a la provincia del Litoral boliviano. El Presidente José Ballivián reacciona enviando una misión encabezada por Casimiro Olañeta (grave error, dado el carácter funesto de este personaje) para exigir la derogatoria de esta ley. La misión diplomática fracasó. - 1860.- Se descubren mayores yacimientos de salitre en la región. La ciudad boliviana de Antofagasta empieza a poblarse con muchos inmigrantes mineros chilenos, yugoslavos y de todas partes. Presidía Bolivia José M. Linares, mientras en Chile gobernaba M. Montt. - 1863.- En marzo de este año la Armada Chilena toma posesión de Mejillones. El 5 de junio, el Congreso boliviano, reunido en Oruro, autorizó al Ejecutivo a declarar la guerra a Chile si no desalojaban la zona ocupada por la fuerza y en contra de todo el derecho internacional. Chile ofreció comprar Mejillones, oferta que fue por supuesto rechazada. Presidía Bolivia José M. Achá (gobernaba Chile J.J. Pérez (1861-1871). - 1863- 1866.- Chile, Perú y Ecuador se unen en una “Alianza Americana”. Melgarejo al subir al poder formó parte de esta alianza firmando el Tratado de 1866 (10 de agosto), que recorre, en contra de Bolivia, el límite Sur de Bolivia en el paralelo 24º, que abarcaba el territorio entre el río Paposo por el Sur y Antofagasta por el Norte (así regaló de un plumazo miles de Km2 de territorio). Después se añadió a este tratado, que todas las riquezas existentes entre el paralelo 23º y 24º serían compartidas o mancomunadas (“medianería”). 17 - 1870.- Se descubren yacimientos de plata y cobre en Caracoles. Se funda la Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta (con dueños chilenos y capitales ingleses). Se construye el Puerto. - 1872.- Se convoca a elecciones en Antofagasta para Alcalde y Concejo Municipal: vence la fórmula Chilena por aclamación: Francisco Errázuriz (pariente del ex-presidente), E. Poiter (inglés), F. García (chileno), L. Lichtenstein (judío – alemán), E. Moreno (chileno), E. Wockmann (alemán), D. Machado (brasilero) y 3 chilenos más, no había un solo boliviano. Todos los electos eran gerentes mineros. - 1872.- Chile comienza la adquisición de armamento de última generación de Inglaterra, Prusia y Francia: ametralladoras, cañones, fusiles y municiones, adquisición de barcos de guerra. - 1873.- Ante el expansionismo chileno, Perú y Bolivia firman un “Tratado Secreto de Alianza Defensiva” (6 de febrero). Ese mismo año Bolivia (27 de noviembre) efectuó una transacción con la Compañía Anónima de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta (ChileInglaterra), la que se comprometió a pagar los adeudos con la suma de 10 centavos por quintal de salitre. Pero fue el argumento final de la invasión. - 1874.- Bolivia y Chile firman el nuevo “Tratado de Paz y Amistad”. Se ratifica el paralelo 24º como frontera (nótese cómo Chile va ganando terreno diplomáticamente, ante la ineptitud de la cancillería boliviana). En este Tratado se establece que Bolivia no cobrará impuestos por 25 años (siguen los triunfos de Errázuriz). El Presidente A. Ballivián revive la idea del Mariscal Santa Cruz para la compra de 2 buques de guerra blindados, ante el inminente peligro de una invasión chilena. El Congreso rechazó la compra. - 1875.- El presidente chileno Errázuriz ordena el levantamiento de un censo. Sus resultados son tan aborrecibles porque empadronan a gente boliviana y a su territorio. Chile nació con 300 mil Km2 y hoy tiene más de 2 millones ¡Cómo subió tanto!, robándole a los vecinos tierras y almas. - 1878.- Bolivia aplica el impuesto de los 10 centavos por quintal de salitre extraído por la Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta –Chile (los capitales eran en mayor porcentaje británicos). Inmediatamente Chile denuncia que la decisión boliviana contradice el Tratado de 1874. Esta medida fue el pie que necesitaba Chile para su preparada invasión. Presidía Bolivia Hilarión Daza (1876-1879), Chile Aníbal Pinto (18761881), La Argentina Nicolás Avellaneda y El Perú Manuel Ignacio Prado. El Presidente chileno ordena que 2 barcos más (el “Cochrane” y el “O’Higgins”) se unan al “Blanco Encalada” que estaba en la Rada de Antofagasta. Bolivia decide rematar los bienes de la Compañía de Salitres por el no pago de los impuestos devengados. 18 - 1879.- En la madrugada del 14 de febrero tropas chilenas (autodenominadas “tropas de custodia”) invaden la costa tomando Antofagasta. El 23 de marzo entran en Calama, donde 135 patriotas hacen frente a todo un ejército, fue un gran acto de heroísmo de aquellos valientes que murieron por la patria (entre ellos Avaroa). De los 6 mil habitantes que tenía Antofagasta, 5 mil eran chilenos, 400 entre peruanos y europeos y sólo 600 eran bolivianos (el 10%). - 1879.- Luego de la matanza de Calama, recién Chile declara la guerra al Perú y Bolivia, como represalia al Tratado Secreto firmado en 1873. - 1879.- El 8 de octubre Chile captura al “Huáscar” frente a Mejillones en la batalla de Angamos. Muere Miguel Grau y toda la tripulación (Bolivia le rinde culto); a partir de ese día, Chile domina todo el mar. El 20 de noviembre desaparece toda la armada peruana. Buques chilenos desembarcan en Pisagua (la primera operación anfibia del mundo), eran 15.000 soldados chilenos contra 5.500 bolivianos (una matanza). - 1880.- Bolivia pierde todo su Litoral. La guerra con el Perú continuaría. Fin de la invasión del Pacífico. Lo que sigue es la guerra diplomática que también la perderíamos en 1904. El Perú ya no tenía marina. - 1880.- EE.UU. interviene diplomáticamente y desafortunadamente en la guerra, gobernaba Rutherford, quien tenía como Secretario de Estado a William Evarts. EE.UU. temía la intervención de Europa (especialmente Francia e Inglaterra) y se ofreció para mediar. El Embajador en Lima, I. Cristiancy, sugirió a Evarts (4/3/1881) 1881 ¡PROCEDER A ANEXAR EL PERU! y constituirlo en una BASE para la dominación de toda América”, 1883-1886.- Guerra Civil en el Perú por la derrota. Escándalo general. - 1884.- Se firma en Valparaíso el “Pacto de Tregua Bolivia-Chile” (presidia Bolivia Campero y luego Pacheco) por el cual se dejaba indefinidamente bajo la soberanía de Chile el territorio actual de la II Región de Chile (Antofagasta). Perú cede a Chile el departamento de Tarapacá. Arica pasaría definitivamente a Chile por el Tratado de 1929, Tacna es devuelta. - 1889.- Bolivia cede la Puna de Atacama a Chile y Argentina, posteriormente se la reparten en 1899. - 1895.- Tratado bilateral aprobado por el Presidente Mariano Baptista, donde Chile cedía Arica a Bolivia, el Congreso chileno lo rechazó. Otro fracaso diplomático más. 19 - 1900.- Chile envía a Bolivia al súper embajador Abraham Konig para amenazar a Bolivia y aceptar los términos del Tratado de Paz, so pena de invadir toda Bolivia en caso de no hacerlo. Fotografía del personal militar del ejército chileno, en el campamento de Antofagasta, 1879 durante los inicios de la Guerra del Pacífico - 1904.- Se firma en Santiago el lapidario “TRATADO DE PAZ Y AMISTAD ENTRE CHILE Y BOLIVIA”, tiene sólo 12 artículos (4 páginas, obituarios de nuestro Litoral). Fue suscrito el 20 de octubre y está firmado por D. E. Bello, por Chile, y por D. A. Gutiérrez por Bolivia. Presidía Ismael Montes. Varios delegados bolivianos NO firmaron. El 15 de noviembre se firma un acta adicional para que Chile se apodere de territorios argentinos, anteriormente bolivianos. Se pone como árbitro a un fantasma: “el Emperador de Alemania”; como no era real, en 1907 fue cambiado por la CIJ de La Haya. 20 Recopilación Completa de Pascual Ahuma Da Moreno La Guerra del Pacífico, también denominada Guerra del Guano y Salitre, fue un conflicto armado acontecido entre 1879 y 1883, en el cual se enfrentaron la República de Chile contra las repúblicas de Bolivia y del Perú. En 1878, el congreso de Bolivia se abocó al estudio del acuerdo celebrado por el gobierno en 1873. Para Bolivia, el contrato firmado en 1873 con la Compañía de Salitres de Antofagasta aún no estaba vigente porque los contratos sobre recursos naturales debían aprobarse por el Congreso, de acuerdo con la Constitución boliviana. Ello se hizo por la Asamblea Nacional Constituyente boliviana mediante una ley, el 14 de febrero de 1878, a condición que se pagara un impuesto de 10 centavos por quintal de salitre exportado por la compañía. En lo que respecta a Chile, el cobro del impuesto de 10 centavos sobre quintal exportado violaba el artículo IV del Tratado de límites de 1874. Por ello, dicho impuesto encontró una gran resistencia por parte de los propietarios de la empresa afectada y una cerrada defensa de su causa por parte del gobierno de Santiago, desencadenándose un conflicto diplomático. A lo largo de los meses subsiguientes, el gobierno boliviano se abstuvo de implementar la ley mientras se discutían las objeciones presentadas por el gobierno Chileno. El 8 de noviembre, el canciller Alejandro Fierro envió una nota al canciller Martín Lanza indicando que el Tratado de 1874 podría declararse nulo si se insistía en cobrar el impuesto, renaciendo los derechos de Chile anteriores a 1866. 21 Ambas partes propusieron la resolución del conflicto por vía de un arbitraje, tal como lo contemplaba el Protocolo de 1875, éste no llegó a realizarse ya que mientras el gobierno de Chile exigía que se suspendiera la ejecución de dicha ley hasta que su legalidad fuese determinada por un árbitro, el gobierno de Bolivia exigía que el blindado “Blanco Encalada” y sus fuerzas navales se retiraran de la bahía de Antofagasta. El 6 de febrero, ante las protestas por parte de la Compañía de Salitres por la ley del impuesto y dado que el contrato no había cumplido con los trámites para declararlo, el Gobierno de Bolivia rescindió el contrato con la Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta. El prefecto Zapata ordenó rematar sus bienes para cobrar los impuestos generados desde febrero de 1878. En Chile, la decisión de impedir el remate se tomó la mañana del 11 de febrero, cuando, en una sesión especial del gabinete chileno, se recibió un telegrama del norte, conteniendo textualmente un mensaje del Ministro plenipotenciario de Bolivia "Anulación de la ley de febrero, reivindicación de las salitreras de la compañía". Éste gatilló la decisión del Presidente Aníbal Pinto de ordenar la OCUPACIÓN DE ANTOFAGASTA, que se realizó el 14 de febrero de 1879, ocupando tropas chilenas el litoral boliviano. El 14 de febrero, tres naves chilenas arribaron a Antofagasta, Mejillones, Cobija y Caracoles reivindicándose estos territorios. El 16 de febrero, llegó a Lima el Ministro boliviano Serapio Reyes a fin de exigirle al gobierno peruano que cumpliera con el Tratado de alianza defensiva de 1873. El 27 de febrero, Hilarión Daza decretó el estado de sitio en Bolivia. El Perú, que había suscrito el Tratado de Alianza Defensiva con Bolivia de carácter secreto en 1873 y al que Argentina no se adhirió finalmente, trató de persuadir al Gobierno de La Paz para someterse a un arbitraje, figura que se encontraba estipulada en el protocolo complementario de 1875, toda vez que se trataba de un "PROBLEMA TRIBUTARIO" y no territorial. El Gobierno peruano, para mediar en el conflicto, envió a su Ministro plenipotenciario José Antonio de Lavalle a Chile; la misión del diplomático fracasó. El canciller chileno Alejandro Fierro preguntó al plenipotenciario peruano sobre la existencia de un "Tratado Secreto" firmado con Bolivia en 1873. 22 Lavalle no tenía instrucciones sobre ello y le indicó que en la comisión diplomática del congreso a la que él pertenecía. En Lima el 20 de marzo, el presidente peruano le expuso al representante chileno Godoy que el tratado existía y que convocaría al Congreso peruano para evaluar qué actitud tomar ante Chile y Bolivia. El 1 de marzo, el Gobierno de Bolivia declaró la guerra a Chile; las principales medidas de esta acción fueron cortar el comercio como la comunicación con Chile, expulsar a los chilenos residentes y embargar sus bienes, propiedades e inversiones, y desconocer toda transferencia de intereses chilenos hecha con posterioridad al 8 de noviembre. El 15 de marzo, Chile inició preparativos para ocupar más al norte del paralelo 23. Con ello, el 23 de marzo, tuvo lugar la combate de Calama, en la que las fuerzas chilenas vencieron a un grupo de civiles bolivianos. El 5 de abril de 1879, Chile declaró la guerra a Bolivia y Perú. CAMPAÑA NAVAL A comienzos de la guerra era evidente que antes de cualquier operación militar en un terreno tan difícil como el desierto de Atacama, debía ganarse el control de los mares. El poder de la escuadra chilena se basaba en las fragatas blindadas gemelas, “Cochrane” y “Blanco Encalada”, de 3.560 toneladas, 6 cañones de 250 libras de abancarga, 2 de 70, y 2 de 40 libras, blindaje de 9 pulgadas, velocidad máxima de 11 nudos. El resto de la escuadra estaba formada por las siguientes naves de madera: las corbetas “Chacabuco”, “O’Higgins” y “Esmeralda”, la cañonera “Magallanes” y la goleta “Covadonga”. 23 La escuadra peruana basaba su poder en la fragata blindada “Independencia” y el monitor “Huáscar”. La “Independencia” desplazaba 3.500 toneladas, tenía un blindaje de 4½ pulgadas, 2 cañones de 150 libras, 12 de 70, 4 de 32, 4 de 9 libras, y andar de 11 nudos a su máxima velocidad. El monitor “Huáscar” desplazaba 1.745 toneladas, blindaje de 4½ pulgadas, 2 cañones de 300 libras de avancarga, ubicados en la torre giratoria, y velocidad máxima de 12 nudos, con lo cual posiblemente era la nave de combate más moderna de la marina de guerra del Perú. Completaban la escuadra peruana los monitores fluviales “Atahuallpa” y “Manco Cápac”, la corbeta de madera “Unión” y la cañonera de madera “Pilcomayo”. El puerto peruano de Iquique fue bloqueado por parte de la armada chilena. En el Combate naval de Iquique, 21 de mayo de 1879, el monitor “Huáscar”, al mando del capitán de navío Miguel Grau Seminario, logró hundir a la corbeta chilena “Esmeralda”, al mando del Capitán de Fragata Arturo Prat Chacón, el que, al morir durante el combate, se convierte en el mayor héroe naval chileno. El mismo día, la fragata “Independencia” se enfrentó con la goleta “Covadonga”, cuyo comandante Capitán de Corbeta Carlos Condell de la Haza, prefirió evadir el combate bordeando la costa, perseguido por la “Independencia” que, en su afán de espolonear a la Covadonga, hizo que el blindado peruano encallara en Punta Gruesa. 24 El combate decisivo de la campaña naval tuvo lugar en Punta Angamos, el 8 de octubre de 1879. En este combate, el monitor Huáscar, junto con la Unión, que logró escapar, fue finalmente capturado por la armada de Chile, a pesar del intento de hundirlo por parte de su tripulación. Durante el combate murió su Comandante Miguel Grau Seminario, convirtiéndose a su vez en el héroe patrio del Perú. El combate naval de Angamos marcó el fin de la campaña naval de la Guerra del Pacífico. El resultado de ese día en Iquique y Punta Gruesa caló hondo en la opinión pública de ambos países. Los combates navales de Iquique y Punta Gruesa le dieron una victoria táctica al Perú: el bloqueo del puerto de Iquique fue levantado y las naves chilenas fueron hundidas o abandonaron el área. En el combate de Iquique, después de que el “Huáscar” hundiera la “Esmeralda”; más tarde en Punta Gruesa, la escuadra peruana perdió a la fragata blindada de 3.500 toneladas al encallar en unos arrecifes cuando intentaba capturar una nave de madera de 630 toneladas, quienes continuaban en combate hasta la llegada del “Huáscar”. La pérdida de la fragata blindada “Independencia”, la mayor nave de la escuadra de la marina de guerra del Perú, representó un golpe irreparable para el PERÚ. CAMPAÑAS TERRESTRES Las tropas del Ejército chileno iniciaron una serie de maniobras militares en las provincias de Tarapacá, Tacna y Arica. Las victorias de Pisagua, Pampa Germania y Dolores, a fines de 1879, aseguraron el dominio chileno sobre el departamento de Tarapacá, así como las de Tacna y Arica en 1880. La batalla de Tarapacá fue una victoria aliada, pero ésta no cambió el curso de los acontecimientos a favor de los aliados, pues Bolivia se retiró de la guerra después de la batalla del Alto de la Alianza en Tacna, y Chile siguió luchando contra el Perú. 25 La Capital peruana vivía desconectada del resto del país y subestimó completamente la situación bélica, lo que contribuyó a desestabilizar completamente su clase política y a evitar una preparación efectiva para enfrentar el desembarco chileno al Sur de la ciudad. En enero de 1881 las tropas chilenas entraron en Lima, después de las batallas de San Juan y Miraflores. En esta última, la propia población civil defendió sin éxito la ciudad cuando el ejército chileno atacó tres de los doce reductos. Después de la batalla, hubo incendios y saqueos en los poblados de Chorrillos y Barranco. Las fuerzas chilenas establecieron su autoridad e impusieron cupos de guerra a la población limeña. Se impuso el orden en la ciudad, en las zonas de ocupación, y se restablecieron las actividades. Sin embargo, este orden no evitó la salida de objetos y bienes científicos o culturales, tales como instrumentos, herramientas, mobiliario y libros, algunos de los cuales fueron enviados a Chile, terminando otro tanto en manos de privados de ambos países. El 3 de mayo de 1883, la base del Tratado de Ancón ya estaba acordada entre Patrico Lynch y Miguel Iglesias, quien firmó este convenio inicial desde Cajamarca. El 10 de julio de 1883, se desarrolló la Batalla de Huamachuco entre Andrés A. Cáceres y Alejandro Gorostiaga, finalizando con una victoria chilena. Miguel Iglesias envió una comisión especial para felicitar a Gorostiaga por su victoria. Montero, por su parte, tuvo que salir de Arequipa para evitar la destrucción de la ciudad. El 20 de octubre de 1883 terminó en Ancón la discusión de los términos del Tratado de Paz. Una vez firmado el Tratado de Ancón, el 11 de marzo de 1884, la Asamblea Constituyente aprobó el Tratado. Iglesias marchó hacia Lima para asumir el Gobierno del Perú. 26 Autor: Académico de Número Rodolfo Becerra de la Roca Después de la firma del Tratado de 1904, se han formulado por Bolivia muchos reclamos bilaterales y ante organizaciones internacionales, generalmente sin ninguna consistencia jurídica, por lo mismo sin éxito, a las que responde Chile, siempre altisonante; esta vez a través del presidente don Ricardo Lagos, “que no tiene problemas pendientes con Bolivia, que hay un Tratado que fija los límites entre Bolivia y Chile y los tratados son irreversibles, que Chile no cede, no regala, no vende, ni alquila ni un centímetro de su territorio”. Eso sí, chile puede usurpar; apropiarse de lo que no es suyo y puede unilateralmente desconocer tratados, lo que está muy lejos de colocarse en la categoría de “país serio”, como pregonó el ilustre mandatario. Está demostrado que existe muchos problemas pendientes entre Bolivia y Chile. Pero las alegaciones de Bolivia, por lo que hemos visto en los capítulos precedentes sobre causas de nulidad y revisión del Tratado de 1904 han sido pedigüeñas, carentes de precisión y sobre todo, de respaldo histórico y jurídico. Las últimas negociaciones sobre un corredor a una costa inservible al Norte de Arica, que en buena hora no se efectivizo, son productos de la ignorancia, irresponsabilidad y la incapacidad de nuestros gobernantes, que han demostrado un desconocimiento supino de la historia y de los derechos de Bolivia. Todavía se pretendió satisfacer la angurria de nuestro carcelero, que condicionaba a un canje simultáneo de igual extensión territorial, incluida el mar territorial, zona económica plataforma submarina. Bolivia siempre ha pedido unas cuantas lentejas, cuando le corresponde pedir todo el plato. Bolivia debe demandar la revisión del Tratado de 1904 como un derecho porque contiene muchas imprecisiones y oscuridades, motivos suficientes para aclararlo. Por lo demás, ese Tratado ya ha sido objeto de modificaciones, del articulo 12º en que se sustituye al Emperador de Alemania con la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya y se canjeó territorios en la frontera, mediante protocolos del 16 de abril y el 1º de mayo de 1907, respectivamente. También se revisó lo tocante a las garantías ferroviarias establecidas en el artículo 3º por el protocolo del 26 de mayo de 1908, fijándose el pago de anualidades. Esto nos muestra que ese instrumento ya fue revisado y modificado, y si puede revisarse en otras cuestiones más fundamentales, estas modificaciones echan por la borda la teoría de la intangibilidad de los chilenos. 27 Política de retorno a nuestro mar sin compensaciones debe reformularse completamente, exigiendo la devolución de todos los territorios detentados sin ningún titulo por Chile, como los comprendidos entre los paralelos 24 y 23 de latitud Sur, en el arco que forma el rio Loa y las internaciones abusivas en el territorio boliviano a lo largo de la divisoria actual, amén de exigir la liquidación del negocio de la medianería entre los paralelos 25 al 23 y la indemnización de los daños y perjuicios con daños emergente a lucro cesante de la explotación minera en territorios ilegalmente detentados, como Chuquicamata por ejemplo. La Política chilena nos adormece con un estrecho corredor al Norte de Arica, porque no quiere dividir su territorio y para enemistarnos con el Perú. Bolivia no necesita una limosna, tiene derechos que demandar y su salida al mar tiene que pedirla por territorio que fue suyo. Ahora bien, si Chile negocia con el Perú para cedernos la provincia de Arica -nada de corredores minúsculos- venga la cesión, pero no nos toca a nosotros negociar con el Perú, porque este país hermano no nos debe nada. La negociación compete a Chile para no dividir su territorio. El asunto de nuestra reivindicación marítima está en el plano internacional, no porque la Cancillería o nuestros gobernantes lo hubiesen impulsado. Ha sido el Presidente de los venezolanos, don Hugo Chávez Frías, quien ha abogado con energía y decisión, como ninguno de los bolivianos, para que se resuelva el injusto encierro de Bolivia. Le toca al gobierno de Bolivia retomar tan grave como importante cuestión, alguna vez velando por los intereses de la Patria, con inteligencia y sabiduría de manera decidida y sostenida, pero sin apresuramiento ni improvisaciones. Que el estudio integral de este emprendimiento se encomiende a los que saben y se reconocen por su patriotismo, donde no intervengan personas ligadas a Chile por ninguna circunstancia. Esta vez Bolivia no debe hacer reclamos sesgados, sino un alegato jurídico sólido que muestre todo el poder y la fuerza de nuestro derecho –no aspiración como dicen los chilenos- por el camino adecuado, que exige su presentación ante el Gobierno chileno (bilateralidad), haciendo conocer a otros países involucrados y luego a todos los países del mundo y a las instancias internacionales (multilateralidad). Que no se repita el camino equivocado del callejón al Norte de Arica con compensación territorial. Esto es inaceptable, porque no podemos continuar entregándoles más territorio; por lo demás, suelos más ricos en recursos hídricos y minerales por un callejón que no vale nada y con una reducida costa donde nunca podemos construir un puerto. Para finalizar este compendio, a manera de conclusiones consideremos muy importante señalar que los bolivianos debemos reflexionar y asumir un comportamiento consecuente con nuestro pasado histórico y necesidad presente; necesitamos desarrollar en nuestro pueblo la formación de una conciencia marítima y cívica profundas para volver al mar. Titulo: El Tratado de 1904 la gran estafa 28 Adolfo Valvas La Diplomacia chilena muy hábilmente asesorada nos encamina con sendos muletazos a la fiscalización de nuestra demanda marítima llevándonos a su juego. Está muy claro que la Organización de las Naciones Unidas, el Gobierno Mundial, determinó que las reclamaciones sobre Soberanía entre naciones se deberán resolver con tratativas “Multilaterales” y ya se tiene jurisprudencia. Bolivia al reclamar una salida con SOBERANÍA AL OCÉANO PACÍFICO por una franja o enclave, las que tendrían a lo mucho cinco kilómetros de costa, no es nada lógico ni psicológico pues nos colocamos en una situación mendigante hecha a propósito y bien saben ellos y tienen plena conciencia que nos expoliaron 120.000 Km2 de nuestro territorio boliviano de Atacama la que conlleva ingentes riquezas minerales como también la riqueza biológica de nuestra Plataforma Continental. La indiferencia de nuestro problema a nivel mundial, con la propaganda se tornará en simpatía y deseos de compensar los sufrimientos. Por esto es importantísimo propalar a los cuatro vientos que Bolivia es dueña de Atacama y nos la arrebataron con la real y verdadera histórica puñalada por la espalda. En la América Ibérica se produjo después del rompimiento con la Corona española un fenómeno perverso y oportunista el de la DESINTEGRACIÓN por la cual los más organizados se aprovecharon de la inestabilidad política y económica de sus vecinos. Cito por su valor esquemático el de dos depredadores: los Estados Unidos de Norteamérica y Chile, en contra de dos naciones pacifistas Indoamericanas México y Bolivia, respectivamente. Los Estados Unidos de Norteamérica emprendieron una política expansionista agresiva y solapada de 1.846 a 1.848 que consumó la más grave agresión contra un país latinoamericano, al invadir con pretextos que no faltan, a la República de México y arrebatarle la mitad de su territorio, comprendiendo los Estados de: TEXAS, NUEVO MÉXICO, ARIZONA, UTHA, NEVADA, CALIFORNIA. Bajo la Presidencia del demócrata James K. Polk. Después de treinta y tres años de este luctuoso hecho, Chile, al Sur del Continente, asimiló muy bien esta innoble y artera lección y el 14 de febrero de 1879 su Ejército y Marina chilenos pierden su Honor al invadir un puerto civil y desarmado con la similitud de un ataque corsario de rapiña y conquista. Tuvo importancia definitiva para estos países expansionistas un factor oportuno, la inmigración, que aparte del crecimiento demográfico también acarrearon sus culturas; pero, donde el genocidio y el aislamiento de los originarios en campos de concentración, eufemísticamente denominados “reservas”, que todavía existen. 29 La inmigración a Norteamérica fue masiva. En Chile, la inmigración definitoria, fue la Vasca, ésta con tradicionales enérgicas bélicas, llegaron durante la Colonia e infundieron en ésta y también en su independencia, constituyendo la “Aristocracia Castellano vasca” que se instaló firmemente como clase gobernante de la nueva República. Fue su fiel representante Diego Portales, que organizó la oligarquía conservadora; dictador extremadamente duro que llegó a ganar para Chile su Segunda Independencia. En esos día de la década de 1830 Bolivia marcaba fuerte pues tuvimos en la presidencia a un gran estadista que restableció el orden público y gobernó con gran probidad y fue el Mcal. Don Andrés de Santa Cruz y Calaumana. Es necesario señalar que durante su Gobierno se incrementó la superficie de nuestro territorio en aproximadamente 200.000 Km2 con la anexión de Tarija y 100.000Km2 con la conquista de Puna, ambos de la Argentina; esta última fue devuelta posteriormente por sus detractores. Con su genio político y militar percibió un peligro que podía sernos catastrófico y vendría de Chile, principalmente por su pauperismo y para evitar se puso en inteligencia con el Presidente del Perú, el Gral. Luis José Orbegoso y proclamaron la “Confederación Perú Boliviana” y que a su vez ésta lo designó su Protector en la Convención de Tacna de 1837. Esta tentativa fue vista como una amenaza para la región por Chile y convenció Portales a su gobierno de ir a la guerra con la consigna que la “Confederación debe desaparecer para siempre (…) y Chile debe dominar para siempre el Pacífico” y en efecto se lanzó a la Primera Guerra contra la Confederación y en la que tuvimos una gran Victoria cuando en Paucarpata Santa Cruz sorprendió al enemigo con un rodeo de cerco perfecto donde no tenían otra alternativa que levantar las manos, pues estaban totalmente reglados (1837). Después de este triunfo le escribe a su esposa: “Prefiero La Paz a cien Victorias”. Chile nuevamente arreció con un contingente mayor y donde estuvo al borde de la derrota, pero milagrosamente una carga de caballería le dio el triunfo. Una de las causas de esta derrota fue que Orbegoso eligió esos momentos para romper con el Mariscal. Posteriormente, propios y extraños hicieron escarnio de él. En la Segunda Guerra iniciada sin previa declaratoria llegamos a la Batalla del Alto de la Alianza, final para nosotros de la contienda y en primera instancia nos impusieron la “Tregua Indefinida” tras el Tratado de Ancón de 1884 con la falacia de que otorgaba a Chile sólo el derecho de ocupación temporal del Litoral boliviano. Finalmente, el 20 de octubre de 1904 nos imponen un tratado empujado por las armas, la mentira, la ignominia, la cobardía, la hipocresía que no es más que un dicterio procaz y además burla en estos términos: “Tratado de Paz y Amistad”. Qué podemos esperar de estos golfos; nada, éstos no tienen palabra ni conciencia y para éstos ahora y siempre debemos responder con altura, energía y más que todo con total desconfianza. Y es más, veamos cómo se cuidan las espaldas estos cínicos: “El precio que tuvo que pagar por la propiedad del antiguo Litoral boliviano fue la construcción de un ferrocarril de Arica a La Paz, que entró en mayo de 1913. Este tratado con Bolivia no significó un triunfo diplomático para Chile. Los términos del acuerdo con Bolivia eran bastante generosos de lo que los bolivianos habían creído posible en tiempos de la tregua de 1884”. 30 Con este tratado aparte de consolidar su robo, llegan a dominar el Pacífico, constituyéndose en una Talasocracia y como en los tiempos del obscurantismo se benefician con un tributo de guerra, que lo cobran en forma disimulada con los embarques y desembarques en nuestras transacciones de Ultramar. Bolivianos qué nos queda: Denunciar este Tratado de 1904 por las violaciones que las hace el que nos la impuso en base a su armamentismo exagerado. Exigir, con conocimiento a todos los organismos responsables que reclamamos todo nuestro Litoral de Atacama, nuestra Plataforma Continental como también la reparación de daños y perjuicios con una justa indemnización por los 134 años de la ocupación y la extracción de las riquezas de nuestro Litoral. Aprovechar que el destino nos confiere el derecho de liberalizar la lucha en el continente americano por la REINTEGRACIÓN también de los territorios expoliados de México y Perú. Actuar con energía y decisión y es por demás con el ejemplo del valor de reclamar algo que es nuestro y están en los cánones de la verdad; todo esto nos resultará una táctica por el siguiente e importante motivo: el imperio norteamericano tiene su talón de Aquiles cual es la usurpación de la mitad del territorio de México y para evitar que le llegue ya el principio de su final tendrá que influenciar en forma decidida sobre su aliado y heredero Chile. Recordemos la decidida acción de los Estados Unidos y Chile que tuvieron con su aliada natural, Inglaterra, en la triste Guerra de las Malvinas, donde éstos se olvidaron totalmente del Tratado del TIAR (Tratado Interamericano de Asisténcia Recíproca), pacto defensivo hemisférico, que no solo comprende un ataque exterior, sino contra cualquier situación o circunstancia que podría poner en peligro la paz de América. Finalmente, les recuerdo y a la vez les reitero que: el hombre es el animal que se tropieza dos o más veces en la misma piedra; no es exagerar, pero si la Virgen María bajaría del cielo ni con todo su apoyo celestial podría convencerlos, pues los principios citados de Portales son LEGADO y constituyen DOGMA y lo demuestran con su institucionalidad que es SACROSANTA. La Paz, 13 de marzo de 2.013 31 GUERRA PERU-CHILE 1879 LA GUERRA INGLESA Escrito por Rigoberto Urquieta Lanza (Investigador Histórico) Resumen realizado por el Cnl. DAEN. Jorge Camacho Salgado “Chile jamás habría entrado una sola pulgada dentro de la guerra, si no hubiera sido por el respaldo del capital inglés” agregando “era un completo error hablar de dicho conflicto como de una guerra entre Chile y Perú…. Es una guerra de Inglaterra contra el Perú, con Chile como instrumento… Asumo la responsabilidad de esta afirmación”. Jaimes G. Blaine, Secretario de Estado de los Estados Unidos en el año 1881 así se expresó en el Senado durante el mandato del Presidente Jamés A. Garfield. El 30 de enero de 1882, el mismo James G. Blaine, en declaraciones al diario “The Washington Post” habló sobre las relaciones de Inglaterra y Chile en la Guerra del Pacífico, y declaró que esa República: “Consiguió de Inglaterra acorazados y material de guerra. Los soldados chilenos marcharon hacia el Perú con uniforme de tela inglesa, con fusiles ingleses sobre sus hombros, la simpatía inglesa respaldó a Chile en su conquista y los intereses comerciales ingleses reciben un tremendo impulso del engrandecimiento de Chile”. Seguidamente, al referirse a las transacciones que Chile buscaba en ese entonces con Inglaterra sobre el salitre y guano peruanos, expresó: “Banqueros ingleses proveerán el dinero, comerciantes ingleses efectuarán los negocios, buques ingleses cargarán los productos. Más de 800 barcos están implicados en este negocio”… La guerra contra el Perú ha sido hecha en pro de los mismos intereses que Clive y Hasting tuvieron en la India”. Para mejor comprender la referencia sobre Clive y Hasting, se debe conocer que el primero fue el conquistador de la India a nombre de la East India Company y después de dominar el país, se dedicó a expoliarlo al máximo de sus riquezas. Hating a nombre de la misma Compañía desarrolló el cultivo del opio y, a nombre de la cultura, cristianismo y civilización, decretó el monopolio del opio y después de generalizar su 32 consumo en la India, donde hasta con ese producto se pagaban los salarios de la Compañía; a cañonazos la subsidiaria. Sociedad Jardine, Matheson y Compañía impusieron durante el siglo XIX el libre comercio y consumo en la China a través de dos guerras para doblegar la resistencia de ese país a consumir la droga, por eso la referencia a esos personajes implica perfidia, engaño, abuso, prepotencia y brutalidad. Desde la independencia y antes también el comercio inglés había sustituido al español en el trato directo con las colonias. Por ese interés económico Inglaterra dio el apoyo simbólico a la emancipación y, cuando ésta se produjo, trató, en compromiso con Estados Unidos, hacerse dueños del comercio continental, situación que no aprobó Estados Unidos, pero tampoco impidió el florecimiento del comercio británico que, como primera potencia marítima e industrial, impuso agresivamente sus condiciones, sea para extraer o adquirir materias primas o vender sus productos. Cuando surgió la riqueza del guano, los comerciantes ingleses procuraron tener el control de esa riqueza, en mucho lo consiguieron a través de los consignatarios y bonistas, por eso se disgustaron cuando el Perú suscribió un acuerdo con el francés Dreyfus, al perder esa riqueza. La situación se incrementó con el salitre que estaba en sus manos en Antofagasta, aunque Chile ponía los obreros para explorarlo. En Tarapacá se estatizó la comercialización, lo cual estuvo en contra de sus proyectos; en cambio Chile les dio todas las facilidades; frente a esa situación, Inglaterra decidió que Chile, por ser quien le daba mayores ventajas fuera elegido para manejar las riquezas y comenzaron a fraguar disculpas: como la inestabilidad del gobierno peruano, sus frecuentes golpes militares, su seriedad en cumplir compromisos como el no pagar la deuda, que es monopolista y, por último, país de indios que no merecen mayor respeto. Se debe tener presente la coincidencia de fechas. El Perú firmó el convenio el 5 de julio de 1869, teniendo como Ministro de Hacienda a Piérola que negoció con Dreyfus y, 1871, cuando se abren los recursos, astilleros y arsenales ingleses al servicio de Chile. El intervalo fue el tiempo que demandó la negociación para aniquilar al Perú. El gobierno inglés, siguiendo las indicaciones de la City, ubicación de banqueros, comerciantes, especuladores, quienes dictaban la política del imperio y lo siguen haciendo, decidieron jugar a la carta chilena al haber mostrado ese país su entero servilismo al mercantilismo británico, sumisión de las Malvinas de 1982, cuando Chile entregó sus bases y plena ayuda a los aviadores y barcos ingleses para que pudieran, no sólo atacar a la Argentina, sino que bajo la protección del territorio, realizaran labores de espionaje y sabotaje a cambio de dos escuadrones de aviones Hawker Hunter y bombarderos Camberra, quedando pendiente la entrega de un 33 portaviones. Seguramente también está el pleno apoyo a Chile, en caso de algún conflicto de ese país. Pinochet consideró que era más positivo para Chile los criterios de expansionismo geopolítico que la dignidad del pueblo chileno y el sentido de solidaridad continental latinoamericana. La colaboración entre Inglaterra y Chile viene desde 1851, cuando la flota inglesa, actuando como policía del gobierno chileno, en época del Presidente Bulnes, quien preparó elecciones fraudulentas a favor del candidato Manuel Montt, lo cual motivó la sublevación de los liberales chilenos quienes se hicieron fuertes en Concepción y la Serena. Para combatir dicha revolución, se dispuso el bloqueo de Coquimbo, acción naval ejecutada por los barcos británicos en conjunción con el Ejército del general Montt. Como se produjo una nueva sublevación en Magallanes, el nuevo Presidente recurrió igualmente a la flota inglesa para doblegar a los insurgentes. El capitalismo británico, dueño igualmente de la prensa, desató una campaña aleve de desprestigio al Perú, ya el 30 de mayo de 1879 editorializaba el “Times” de Londres. “En cuanto a las razones de la guerra, no hace mucho que dijimos que estaban de parte de Chile y que los extranjeros neutrales deben concederles sus simpatías. La querella es mercantil y mientras Chile pelea por la libertad de comercio, el Perú ha tomado el partido de la restricción y del monopolio”. Por su parte “The Economist” aplaudía las críticas efectuadas contra el Perú por diferentes articulistas y en especial a las propuestas chilenas de arreglar con los bonistas ingleses la deuda peruana del guano. En el Anexo 11 se presentan fragmentos de un artículo del “Estándar” de Londres, traducido y reproducido por el “Mercurio” de Santiago, y en los Anexos 12, 13, 14, 15 y 16, se aprecia la forma parcializada, tendenciosa y tergiversada como Inglaterra presentó a su público diferentes episodios de la guerra, pretendiendo justificar su esbozada agresión al Perú. Quienes avalaron a Chile ante el gobierno inglés fueron algunas empresas o casas inglesas dedicadas al comercio del salitre mencionándose a Guillermo Gibbs y Compañía, Melbourne Clark, Jorge Smith, J.D. Campbell y Compañía, en especial la primera que sirvió incluso para financiar el espionaje chileno en el Perú y no durante la guerra sino desde años previos a ella, sea en forma directa o a través de los consulados chilenos. Igualmente sostuvo en Londres, que a Inglaterra le interesaba apoyar a Chile por ser el país de mayor eficiencia en la costa del Pacífico 34 sudamericano. Sus diplomáticos mintieron a su público y denigraron al Perú y sus habitantes, incluidas sus altas esferas sociales y terminaron incluso aplaudiendo la posibilidad que Chile se anexaría al Perú como lo expresó el Almirante Lyons en 1882. Una vez comprometida Inglaterra en la guerra contra el Perú, brindó a Chile toda clase de ayudas, abiertas una, encubiertas las otras. Lo que buscó fue la seguridad de las utilidades de los inversionistas ingleses, por eso, cuando el Perú entra en negociaciones con Turquía para adquirir el “Tehlz-Bolend” o “Fehlz-Bolen”, acorazado de magnífica calidad y avanzadas las negociaciones a través de un banquero griego, un marino inglés al servicio de Turquía, Hobbart Baja, inmediatamente hizo un obsequio de más de tres mil libras de oro al sultán y logró influenciarlo para que la operación de venta quedara sin efecto con el pretexto de que el país no se viera privado de una de sus mejores unidades navales. También Inglaterra encontró la forma de canalizar su apoyo económico a Chile, mediante algunos subterfugios, como la “Noticia Halagüeña” tomada del Boletín de la Guerra. 35 ACADEMIA BOLIVIANA DE HISTORIA MILITAR Plaza Murillo No. 1155 – Telf: (591-2) 2203929 – Telf. /Fax: (591-2) 2203906