Aspectos procesales de la liquidación de gananciales

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Aspectos procesales de la liquidación de gananciales
Juan José Reyes Gallur
Con la llegada de la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil, se esperaba que iban a
solucionarse todos los problemas procesales que planteaba la liquidación de la sociedad de
gananciales.
Recordemos que hasta ahora, y pensemos que siguen vigentes para las sociedades en
liquidación que lo estén antes de la nueva Ley procesal, no existían normas que regularan
procesalmente esta materia.
Únicamente el código civil nos remitía a las normas de la herencia en todo lo no previsto en
ese cuerpo legal ( 1410 Cc), es decir, hacía una remisión a las normas de los artículos 1594
y siguientes de la Ley de Enjuiciamiento civil de 1881.
Sin embargo, y a pesar de las críticas mostradas a los diferentes proyectos y anteproyectos,
el legislador haciendo caso omiso a los letrados especializados en esta materia, ha regulado
un proceso especial incompleto, en cuanto que si bien da una regulación especial y
específica de la materia, sigue remitiendo a las normas de la herencia, manteniendo un
proceso largo, costoso y que como veremos, puede llegar a durar más de veinte años.
El legislador sigue olvidando que cuando unos cónyuges comienzan a separase, ya no
desean mantener nada en común, y a pesar de ello los mantiene unidos hasta que la
sentencia que se dicte sea firme. ( artículo 810 LEC).
Hubiera sido de desear, que el legislador hubiera incluido como una nueva causa de
disolución de la sociedad de gananciales del artículo 1392 del CC el que se hubiera
admitido a trámite la demanda de nulidad, separación o divorcio.
No obstante, hemos de mostrar una cierta alegría, desde el momento en que ahora ya
tenemos una serie de normas procesales que vienen, de algún modo, a paliar el vacío
legislativo y el caos que teníamos.
Es necesario mostrar el acierto del legislador al contemplar el vacío que existía
anteriormente con la aplicación del 1373 del CC, regulando ahora en el artículo 541 de la
LEC cómo proceder en caso de embargo de bienes gananciales, así como alegrarnos que ya
no habrá dudas sobre qué juzgado es competente, si existe o no incidente de inclusión de
bienes, cuál es el juicio declarativo, quién ejecuta, etc.
Entremos por tanto a analizar las virtudes y defectos del proceso para la liquidación del
régimen económico matrimonial, y en especial del régimen gananciales, que regula el
capitulo II del Titulo II, del libro IV de la Ley 1/2000 de 7 de enero, es decir de la LEC, y
para ello seguiremos el orden de la citad ley en sus artículo 806 a 811 y concordantes.
II. ÁMBITO DE APLICACIÓN Y JUZGADO COMPETENTE.
Como podemos observar del contenido del artículo 806, el presente proceso especial se
aplica a "cualquier régimen económico matrimonial", es decir, no sólo a los legalmente
establecidos o formales, sino a aquellos que las partes hayan podido establecer en
capitulaciones, "siempre que determine la existencia de una masa común de bienes", y
obviamente siempre que no exista acuerdo entre los cónyuges.
Excluye por tanto cualquier otro supuesto que no sea matrimonial, es decir, no es aplicable
a las parejas de hecho, precisamente por la inclusión del término "matrimonial", por tanto
para estos supuestos se acudirá a una acción de división de patrimonio (actio comuno
dividundo) remitiéndose a las normas generales de procedimiento.
El artículo 807 establece que será juez competente:
El juzgado de Primera Instancia que esté conociendo o haya conocido del proceso
matrimonial. (ello conforme a artículo 1392 del Código civil)
El Juzgado ante el que se hayan seguido las actuaciones sobre disolución del régimen
económico por alguna de las causas previstas en el código civil, es decir, los supuestos del
1.393 del código civil.
Declaración de incapacidad, ausencia, quiebra o concurso de acreedores, o condenado por
abandono de familia.
Realización de actos dispositivos o gestión patrimonial que entrañen fraude, daño o peligro
para los derechos del otro.
Llevar separado de hecho más de un año por acuerdo mutuo o por abandono de hogar.
Incumplir grave y reiteradamente los derechos de información del otro cónyuge.
Además de estas normas, ha de tenerse presente el artículo 541,3 de la LEC, siendo el
juzgado que conoce de la reclamación judicial el que procederá a su liquidación, cuando
establece que
"3. Si la ejecución se siguiere a causa de deudas propias de uno de los cónyuges y se
persiguiesen bienes comunes a falta o por insuficiencia de los privativos, el embargo de
aquellos habrá de notificarse al cónyuge no deudor. En tal caso, si éste optare por pedir la
disolución de la sociedad conyugal, el tribunal, oídos los cónyuges, resolverá lo procedente
sobre división del patrimonio y, en su caso, acordará que se lleve a cabo con arreglo a lo
dispuesto en esta Ley, suspendiéndose entre tanto la ejecución en lo relativo a los bienes
comunes. "
Pues bien, a pesar de lo que parece una determinación concreta de los juzgados
competentes, existen lagunas, como es el caso de las liquidaciones de sociedades que hayan
sido disueltas por capitulaciones otorgadas por los cónyuges,(artículo 1392,4 Código civil),
o los supuestos de disolución por causa de muerte, o declaración de ausencia, o e caso de
conflicto con los herederos. En estos casos habrá de aplicar las normas de competencia
ordinarias de a Ley procesal.
III. LEGITIMACIÓN
Es evidente que la legitimación para iniciar este proceso la tienen los cónyuges, no obstante
he de hacer mención especial a los casos en que uno de ellos fallece ya iniciado el proceso
de liquidación.
En estos casos han existido distintos criterios, el primero de ellos suspendía el proceso y
remitía al cónyuge y a los herederos en caso de discordia al declarativo correspondiente. El
segundo de ellos, permitía a los herederos continuar el proceso.
Es de destacar el auto de 23 de abril de 1.999 de la Audiencia Provincial de Madrid,
sección 22 ( Aranzadi civil,1999,954), al admitir la legitimación activa de los herederos
para instar la liquidación de la sociedad de gananciales en ejecución de sentencia
matrimonial dictada por un juzgado de familia:
"Los Jueces y Tribunales vienen obligados a ejecutar sus resoluciones (Art. 117.3 CE ) y su
finalidad es llevar a término lo ordenado, por tanto es indiscutible que cualquiera de los
cónyuges puede instar la liquidación de su sociedad legal de gananciales, previamente
disuelta por Sentencia de separación.
El artículo 661 del CC, previene que los herederos suceden al difunto por el sólo hecho de
su muerte en todos sus derechos y obligaciones, si el padre de quienes hoy son apelantes
tenía el derecho, y sobre eso no cabe discusión, a instar la ejecución de la Sentencia de
separación, y con ella la liquidación de los gananciales, en principio nada parece impedir
que lo puedan realizar igualmente quienes han sido declarados sus herederos.
La doctrina constitucional consolidada en relación con el derecho fundamental a la tutela
judicial efectiva es directamente aplicable a la legitimación activa, al conceder el artículo
24.1 de la CE el derecho a la tutela judicial a todas las personas que sean titulares de
derechos e intereses legítimos (no hay duda de que los herederos gozan de esa cualidad),
está imponiendo a los Jueces y Tribunales la obligación de interpretar con amplitud las
fórmulas que las leyes procesales utilicen en orden a la atribución de legitimación activa
para acceder a los procesos judiciales y, entre ellas, la de interés directo.
La doctrina viene entendiendo que parte es aquel o aquellos sujetos que pretenden una
tutela jurisdiccional y aquél o aquellos respecto de los cuales o frente a los cuales se pide
esa tutela. Normalmente será parte en la ejecución quien lo haya sido en la declaración,
pero es factible que personas no mencionadas en la Sentencia, obtengan, sobrevenidamente
y después de ella la cualidad de parte. Cuando fallece el ejecutante, su heredero podrá ser
parte procesal en la misma posición, por cuanto la ejecución no es un nuevo proceso, sino
la última fase que da sentido al declarativo."
A la vista de la doctrina expuesta, entiendo que tanto en los casos de fallecimiento como de
conflicto entre cónyuge y herederos, el proceso aplicable será el del artículo 806 y
siguientes de la LEC, con la única salvedad de que el juzgado competente vendrá
determinado por las normas de los artículos 50 y siguientes de la LEC, concretamente el del
domicilio del demandado ( Art.50.1 LEC) al no ser estrictamente un juicio por cuestiones
hereditarias(Art. 52,4 LEC).
IV. POSTULACIÓN PROCESAL.
Es necesaria la intervención de abogado y procurador por establecerlo así el artículo 750 de
la LEC para los procedimientos matrimoniales, a los que expresamente se remite el artículo
808 del mismo cuerpo legal, amen de ser principio general previstos en los artículos 23 y
31 de la Ley.
V. SOLICITUD DE INVENTARIO.
El proceso de liquidación puede iniciarse desde la admisión de la demanda ( artículo 808
LEC), lo que no impide que la solicitud se haga durante el proceso o tras el mismo, o
incluso estando en sede de apelación.
La forma de solicitud es mediante un simple escrito, es decir, no parece que se exija la
forma de demanda, sin perjuicio de la necesidad de reunir los siguientes requisitos:
El artículo 802,2 de la LEC exige que habrá de acompañarse una propuesta en la que con la
debida separación, se harán constar las partidas que deban incluirse con arreglo a lo
prevenido en los artículos 1397 y 1398 del Código civil. Es decir, se hará una relación
detallada del activo y del pasivo siguiendo el orden de los citados artículos, tal y como
veníamos haciendo hasta ahora en la comparecencia de inventario.
Deberán acompañarse necesariamente los documentos que justifiquen las diferentes
partidas que se incluyen en la propuesta.
Es muy importante tener presente que la actual Ley de Enjuiciamiento civil mantiene el
principio de preclusión de los plazos, y de buena fe procesal, es decir, que no acreditado en
este momento el documento o documentos justificativo, no podrá presentarse en un
momento posterior.
Cuando el cónyuge solicitante no tenga en su poder los citados documentos podrá hacer uso
de las diligencias preliminares del artículo 256, o las medidas de aseguramiento del artículo
297, o de cualquier otra medida de la Ley procesal.
Es importante destacar la buena voluntad del legislador con este proceso inicial, y la
conveniencia de poder contar desde el inicio del proceso contencioso matrimonial de un
inventario previo de bienes y derechos, lo que sin duda solventará y evitará largos procesos.
Pero lo cierto es que, conocedores de la realidad social y de la complicación de no tener
disuelta la sociedad de gananciales, es evidente que ese inventario inicial, la mayor parte de
las veces, sólo será un punto de partida, sobre todo en grandes patrimonios.
Es evidente que podremos concretar el número de participaciones o acciones que posee la
sociedad conyugal, ¿pero su valor será el mismo pasados varios años, cuando el cónyuge es
a su vez administrador de la sociedad?.
Por otro lado la ley no parece prever que el inventario crezca o disminuya de forma que, si
aparecen nuevas deudas antes de que la sentencia sea firme y se pueda proceder a la
liquidación de la sociedad, ¿tendremos que acudir a una nueva comparecencia y a otro
juicio verbal?.
Tengamos presente que un proceso matrimonial puede durar varios años, que el propio
juicio verbal al que remite el artículo 809 de la LEC puede llegar a durar muchos años, pues
puede llegar hasta el Tribunal Supremo en vía de recursos.
VI.- FORMACIÓN DE INVENTARIO
Partes que han de concurrir
Hemos de destacar en primer lugar que la nueva regulación procesal en su artículo 809
establece la necesaria y obligada presencia de los cónyuges, véase como el citado artículo
no habla de partes, y como se indica que "el Secretario.....,con los cónyuges".
Debemos plantearnos además que a esta comparecencia acudirán los acreedores, ello
conforme a lo previsto en el artículo 1402 del Código civil, cuando establece que éstos
tendrán los mismos derechos que los que las leyes les reconocen en la partición y
liquidación de la herencia.
Igualmente el artículo 782,4 de la LEC permite a los acreedores consorciales reconocidos o
que tengan un titulo ejecutivo (541 LEC) poder exigir que se les pague o afiance el importe
de sus créditos antes de procederse a la liquidación, por lo que pueden y deben ser citados a
dicha formación de inventario.
Incomparecencia injustificada de uno de los cónyuges.
Como hemos indicado anteriormente, la presencia de los cónyuges a esta comparecencia es
obligada y su ausencia se penaliza en el sentido de que el no compareciente deberá estar y
pasar por la propuesta realizada de contrario, así como sobre las normas de administración
y disposición de bienes que solicite.
Normas de administración y disposición.
Es evidente que este apartado no es novedoso, ya estaba regulado en el artículo 1394 del
Código civil, y del cual no se ha hecho el uso que debiera tener.
Su importancia es vital para poder llevar a buen puerto una liquidación de gananciales. Si
solicitamos las medidas adecuadas de administración podremos controlar los bienes que
disfruta uno de los cónyuges y podremos evitar la merma patrimonial de los mismos.
Igualmente el Juez podrá aprobar actos de disposición de bienes gananciales, actos
previstos en el Código civil en los artículos 1.399( pago de deudas de la sociedad
comenzando por las alimenticias), 1400(posibilidad de enajenación de bienes para pagar las
deudas) , 1402 ( derechos de los acreedores), 1403 ( abono de indemnizaciones y reintegros
al cónyuge acreedor).
En caso de controversia, estas medidas se establecerán en la propia sentencia que resuelva
sobre todas las cuestiones suscitadas (Art. 809 in fine).
Controversia de los cónyuges: Vista con arreglo al juicio verbal.
Si bien no lo he mencionado anteriormente, en la propuesta que se realiza no se efectúa
valoración alguna, simplemente la determinación o inclusión de "partidas" es decir de
bienes y derechos que deben ser incluidos en el activo y pasivo.
Pues bien, cuando se discuta sobre la inclusión o no de alguna de ellas, es decir, si tienen el
carácter de ganancial o privativo, o si deben ser incluidas partidas de cantidades
actualizadas de bienes privativos gastados en provecho ganancial (1398,2), "se citará a los
interesados a una vista" continuándose con arreglo al juicio verbal.
Existe la controversia de si esa remisión al juicio verbal lo es para formular demanda, como
se hacía anteriormente conforme al 1.088 del la antigua LEC, o si tras la vista es cuando se
sigue el juicio verbal.
A mi modo de ver, y comparando este artículo con el 787,5 de la LEC por remisión del
810,5 LEC, hay que entender que, en la vista a la que se convocan a las partes ( ya no habla
de cónyuges, por lo que parece pueden comparecer los procuradores) el Juez oirá a las
partes las alegaciones que efectúen en un sentido u otro, y tras las alegaciones ante la falta
de acuerdo se propondrá la prueba y se practicará con arreglo a lo previsto en el artículo
443,4 de la Ley procesal.
La sentencia que se dicte será objeto de los recursos ordinarios, por lo que como ya dijimos
más arriba, puede que llegue hasta el Tribunal Supremo.
VII. LIQUIDACIÓN DEL RÉGIMEN ECONÓMICO MATRIMONIAL.
Si hasta ahora el tiempo empleado ha sido largo y costoso, en la fase de liquidación
igualmente habremos de armarnos de paciencia hasta lograr que los bienes de los cónyuges
sean adjudicados a uno y a otro.
Del párrafo primero del artículo 810 de la Ley procesal, se desprende el olvido del
legislador de los regímenes matrimoniales disueltos por capitulaciones matrimoniales,
muerte o declaración de fallecimiento, puesto que sólo hace referencia al hecho de la
firmeza de la sentencia ( "una vez firme la resolución"), sentencia que se refiere tanto a la
recaída en el juicio verbal sustanciado para determinar qué partidas se han o no de incluir
en el inventario, como a la sentencia recaída en el proceso matrimonial o en los casos del
artículo 1393 del Código civil.
Debemos hacer aquí un pequeño inciso o aclaración, debiendo recordar que si bien las
sentencias dictadas en procesos de nulidad, divorcio o separación son ejecutables
provisionalmente, conforme lo prevenido en el artículo 525,1 de la LEC, no cabe la
ejecución provisional de la sentencia de instancia en materia de disolución del régimen
económico, pues lo prohíbe expresamente el artículo 810 de la LEC que estamos
analizando.
Hemos de tener presente que la fase de liquidación debe ser instada por la parte, no se abre
de oficio, y a dicha solicitud deberá de acompañarse una propuesta de liquidación en toda
forma, es decir, las partes deberán aportar un borrador de cuaderno particional, efectuando
las adjudicaciones a los cónyuges tanto de bienes, como de indemnizaciones, reintegros o
derechos de preferencia a los que tuvieran derecho conforme a las normas del Código civil
(1406 y 1407 Código civil).
Es en este momento en el que las partes han de efectuar las valoraciones que estimen
necesarias sobre los bienes y derechos que integran la sociedad de gananciales, debiendo
aportar, aunque nada se diga al respecto, deberán aportar informes periciales sobre
valoraciones, o en su caso esperarse a la fase siguiente para nombrar peritos.
Ha de pensarse que, dado que efectuada esta propuesta se darán traslado de las mismas para
la comparecencia que se celebrará dentro de los diez días siguientes, la aportación de
informes periciales sobre valoración podrá sin duda ayudar a las partes a alcanzar un
acuerdo.
Nuevamente el legislador cita a los cónyuges expresamente a la comparecencia, y les
invitará a un acuerdo.,debiendo tenerse presente que a esta comparecencia podrán al igual
que en la de inventario, acudir los acreedores que tengan su derecho documentado en un
título ejecutivo
Caso de no alcanzarse el mismo, se acordará la designación de un solo contador partidor y
un perito por cada una de las clases de bienes que hayan de ser valorados, conforme
establece el artículo 784 de la LEC.
Nuevamente el artículo810,4 LEC sanciona la incomparecencia de uno de los cónyuges,
sancionándolo a estar y pasar por la liquidación propuesta por el cónyuge compareciente,
acordando se proceda en la forma prevenida en el artículo 788 de la LEC, es decir, se
procederá a entregar a cada uno de los interesados lo que en ellas le haya sido adjudicado y
los títulos de propiedad, poniéndose previamente en éstos por el actuario notas expresivas
de la adjudicación.
Luego que sean protocolizadas, se dará a los partícipes que lo pidieren testimonio de su
haber y adjudicación respectivos.
No obstante cuando se haya formulado por algún acreedor la petición de que se le pague o
se le afiance su crédito, no se hará la entrega de los bienes a ninguno de los cónyuges sin
estar aquéllos completamente pagados o garantizados a su satisfacción.
Designación de Contador y peritos
Conforme a lo establecido en el artículo 785 de la LEC elegidos el contador y los peritos,
en su caso, previa aceptación, se entregarán los autos al primero y se pondrán a disposición
de éste y de los peritos cuantos objetos, documentos y papeles necesiten para practicar el
inventario, cuando éste no hubiere sido hecho, y el avalúo, la liquidación y la división del
patrimonio ganancial.
La aceptación del contador dará derecho a cada uno de los interesados para obligarle a que
cumpla su encargo.
A instancia de parte, podrá el tribunal mediante providencia fijar al contador un plazo para
que presente las operaciones divisorias, y si no lo verificare, será responsable de los daños
y perjuicios, debiendo conforme lo previsto en el artículo 786,2 LEC presentarse en el
plazo máximo de dos meses desde que fueron iniciadas, y se contendrán en un escrito
firmado por el contador, en el que se expresará:
La relación de los bienes que formen el patrimonio ganacial,tanto en su activo como pasivo.
El avalúo de los comprendidos en esa relación.
La liquidación del caudal, su división y adjudicación a cada uno de los cónyuges.
Todas estas disposiciones se harán conforme a lo prevenido en los artículos 1399 y
siguientes del Código civil, y atendiendo a los pagos de indemnizaciones y reintegros que
establecen los artículos 1406 y 1407 del mismo cuerpo legal.
Aprobación de las operaciones divisorias. Oposición a ellas. Articulo 787 LEC.
De las operaciones divisorias se dará traslado a las partes, emplazándolas por diez días para
que formulen oposición. Durante este plazo, podrán las partes examinar en la Secretaría los
autos y las operaciones divisorias y obtener, a su costa, las copias que soliciten.
Pasado dicho término sin hacerse oposición o luego que los interesados hayan manifestado
su conformidad, el tribunal llamará los autos a la vista y dictará auto aprobando las
operaciones divisorias, mandando protocolizarlas.
Cuando en tiempo hábil se hubiere formalizado la oposición a las operaciones divisorias, el
tribunal mandará convocar al contador y a las partes a una comparecencia, que se celebrará
dentro de los diez días siguientes. Parece que en este caso no se exige la presencia de los
cónyuges al hablar de partes, pero dada la filosofía del legislador entiendo que deberán de
comparecer los cónyuges.
La oposición habrá de formularse por escrito, expresando los puntos de las operaciones
divisorias a que se refiere y las razones en que se funda. Con esta fórmula se viene a
reconocer lo que jurisprudencialmente (SSTS 8 julio de 1995 y 25 de mayo de 1.996) se
venía estableciendo, en cuanto que la oposición al cuaderno elaborado por el contador en
absoluto puede tener por objeto plantear todo tipo de pretensiones en relación con la
liquidación, valoración o adjudicación, sino que han de ceñirse a las controversias que en
derecho haya podido incurrir el contador, como puede ser una valoración arbitraria, no
respetar las preferencias de adjudicación, o no atender a criterios de igualdad en las cuotas.
Si en la comparecencia se alcanzare la conformidad de todos los interesados respecto a las
cuestiones promovidas, se ejecutará lo acordado y el contador hará en las operaciones
divisorias las reformas convenidas, que serán aprobadas por el tribunal con arreglo a lo
dispuesto en el apartado 2 del articulo 787 LEC.
Si no hubiere conformidad, el tribunal oirá a las partes y admitirá las pruebas que
propongan y que no sean impertinentes o inútiles, continuando la sustanciación del
procedimiento con arreglo a lo dispuesto para el juicio verbal, sin interposición de demanda
ni de contestación, sino directamente pasando a la proposición e pruebas y demás trámites
hasta sentencia, que nuevamente puede ser objeto de los correspondientes recursos
ordinarios.
Pero aquí no termina el proceso, pues el artículo 787,5 LEC establece que la sentencia que
recaiga se llevará a efecto con arreglo a lo dispuesto en el Articulo siguiente, pero no tendrá
eficacia de cosa juzgada, pudiendo los interesados hacer valer los derechos que crean
corresponderles sobre los bienes adjudicados en el juicio ordinario que corresponda.
No obstante ello no quiere decir que se suspenda el proceso, pues aún cuando se acuda al
declarativo, se seguirá adelante con la adjudicación y entrega e bienes en la forma prevista
en el articulo 788 de la LEC, y se procederá a entregar a cada uno de los interesados lo que
en ellas le haya sido adjudicado y los títulos de propiedad, poniéndose previamente en éstos
por el actuario notas expresivas de la adjudicación.
Como vemos realmente el proceso no se ha reducido en el tiempo y si analizamos la
lentitud de los recursos de apelación y casación en no pocos caso una liquidación puede
durar tranquilamente más de 15 años.
Inventario Verbal (1 año) Apelación (1 año) Casación (5 años)
Liquidación Verbal (1 año) Apelación (1 año) Casación (5 años)
Disponível em:< http://www.porticolegal.com/pa_articulo.php?ref=177 > Acesso em.: 31
agos. 2007.
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