La mujer araña vista desde Jouve

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La mujer araña vista desde Jouve
Paul Touati
Universidad de Lund
The fact that life is problematic shows that
the shape of your life does not fit into life’s
mould. So you must change the way you live
and, once your life does fit into the mould,
what is problematic will disappear.
L. Wittgenstein.
Introducción
Un hombre entra en una habitación amueblada con mal gusto. Hay tres sofás de diferentes
colores. Al poco tiempo entra una mujer y luego otra. No se conocen. La habitación no tiene
ventanas y la luz nunca se puede apagar. Encerrados en este lugar peor que la celda de una
cárcel argentina durante la dictadura, estas personas, en realidad estos personajes, ya que se
trata de una obra de teatro, son conducidos a un enfrentamiento que va durar mucho tiempo.
Va durar toda la eternidad. Esa habitación sólo puede ser el infierno. Y así es. Los personajes
que están en ella; el señor Garcin, Inès y la bella Estelle van a descubrir poco a poco que el
infierno son los otros.
Cuando se apaga la luz de otra celda, esta vez sí la celda de una cárcel argentina durante
la dictadura, se alza una voz en la oscuridad para contar películas (relatos fílmicos). Poco a
poco el lector, ya que aquí también se trata de una obra de ficción, se apercibe que la voz
pertenece a un homosexual llamado Molina. Y él que escucha es Valentín, un guerrillero que
comparte la celda. Encerrados, por razones muy diferentes, frente a frente, estos dos
personajes de “El beso de la mujer araña”, la novela de Manuel Puig, van a descubrir de
manera poco evidente que la salvación es el otro.
No voy a hablar de Huis clos ni tampoco de J-P Sartre y de su concepción agresiva y
anti-humanista de la alteridad. Desde luego no cabe duda que Sartre está considerado como el
arquetipo del autor comprometido, lo que en el caso de Puig no esta evidente. Y por esta
misma razón que quisiera apoyarme en la novela de Puig para apreciar el alcance y los límites
La mujer araña vista desde Jouve
del libro de Vincent Jouve, titulado la “Poétique des valeurs”. Sin confesarlo directamente,
Jouve pretende ofrecer con su ”Poética de los valores” un marco teórico y metodológico
sistemático para desvelar los valores que se manifiestan por cualquiera novela. El desafío es
singular, merece ser aceptado. Quisiera añadir que no me parece ser fuera de lugar utilizar a
una novela argentina para comprobar la validez de una teoría y de una metodología
propuestas por un crítico francés y basadas en el análisis de una obra francesa comprometida,
o sea la “Condition humaine” de Malraux. Por el contrario hacer tal análisis corresponde al
ejercicio de “extopía” tal como lo propone Todorov (siguiendo en esto a Bajtin). Tengo que
decirlo otra vez, este esfuerzo merece la pena .
Paul Touati
Cuadro sinóptico inicial que relaciona
las categorías analíticas de La Poétique des valeurs de Jouve
con las expresiones literarias en El Beso de la mujer araña de Puig
Valores
Los puntos-valores
El valor de los valores
Los personajes
palabras
pensamientos
Semántica: selección
•Elección de las palabras
•Temas
•Registros de habla
•Imágenes
•Expresiones evaluativas
Sintaxis : combinación
•Parataxis vs hypotaxis
•Lógica narrativa
•Lógica argumentativa
Pragmática
• logos
• pathos
• ethos
acciones
Programas narrativos (PN) :
• manipulación:
querer-hacer vs deber-hacer
Querer
vs deber
endógeno vs exógeno
(interior)
(exterior)
discursivo
narrativo
El punto de vista de la
autoridad narrativa
La estructura del
conjunto de la historia
Lectura participativa
uso de las máximas
Lectura distanciada
(objetivante)
• competencia
• actuación
: cumple con una acción/ estado A
hacia el estado B:
Valentín:
heterosexual → homosexual
vida → tortura/muerte
Molina:
no comprometido → comprometido
vida → muerte
Retrato intencional del personaje :
• agente: Valentín
• motivo: obra a favor de la
revolución
• móbil : las angustias de la
condición humana
• estátus : dirigente de una céllula
• papel : poner en práctica las ideas
revolucionarias
Retrato intencional del personaje :
• agente: Molina
• motivo: seducir a “machos”
• móbil : vivir sexualmente su
condición de “mujer”
• estatus : escaparatista
• papel : ir de juerga con sus
“amigas”
Indicaciones de
lectura
1 pers. vs 3 pers
Ej:
el deseo vs el deber
Molina vs Valentín
• sanción
éxito vs fracaso
Molina vs Valentín
programático
”Poétique des valeurs”
Vincent Jouve
2001
“El Beso de la mujer araña”
Manuel Puig
1976
La mujer araña vista desde Jouve
Según Jouve el nivel programático de una obra a lo que también llama efecto ideológico:
<<se manifiesta igualmente en la manera en la que una obra programa su propia lectura. Lo
puede hacer dibujando con precisión la figura del narratario, proporcionando las indicaciones
sobre la manera en que desea ser leída, o reglamentando las relaciones del lector con la
ficción. >> [Jouve, 2001:124]
La programación de un tipo de lectura se logra merced a ciertas indicaciones muy
precisas. Así las indicaciones de lectura pueden ser paratextuales como el título de la obra o
textuales como los puntos de vista de los personajes o intertextuales como las citas de otras
obras. Jouve sostiene que hay dos tipos de lectura posible: una lectura que llama participativa1
y otra a la que califica de objetivante. De tal manera: <<El texto se hará portavoz de unos u
otros valores en función de la prioridad que quiera dar a la participación o a la distanciación
del lector.>> [Jouve, 2002:144]. Los procesos que aseguran la ilusión referencial haciendo
olvidar que se trata de un texto de ficción ─ determinando así una lectura participativa ─ son
los siguientes:
•
Una intriga lineal y progresiva.
•
Personajes verosímiles.
•
Un cuadro espacio-temporal familiar.
•
Las referencias al mundo del lector.
Si la lectura participativa implica una concepción mimética de la obra literaria, la lectura
objetivadora o distanciada favorece una comprensión profunda del sentido de la obra
mediante procesos textuales e intertextuales que rompen la ilusión referencial. Ejemplos de
ellos son:
•
Procedimientos tipográficos (guiones de diálogo, puntos suspensivos, letras
mayúsculas) que subrayan la esencia lingüística del mundo novelístico.
•
El vocabulario tradicional de un determinado genero literario indica que la obra es un
producto construido según ciertas reglas.
•
El juego con los nombres propios –guiño dirigido al lector.
A. La lectura participativa del Beso
1
<<Existen numerosas definiciones de la lectura participativa. Según J.-L. Dufays, ésta es la que prefiere el
referente al significado, esto es, la que trata de aprehender la parte representable del texto. Los referentes pueden
remitir tanto a la realidad observable cuanto a un mundo imaginario, lo importante es que el lector, sometido a la
ilusión referencial, descubra a través de unos ojos ajenos nuevos modelos de pensamiento y acción.>> (p. 144145).
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1. La intriga es lineal y progresiva
La intriga es desde luego lineal, progresiva y bastante sencilla. Es la historia de una
seducción. La situación inicial del relato que nos ofrece el Beso nos confronta con dos
hombres que habiendo roto cada uno a su manera con las normas (la disidencia política de
Valentín y la conducta sexual “desviada” de Molina) son encarcelados por una dictadura
históricamente real, la que reinaba en Argentina durante los años sucios. La complicación
(que es la segunda etapa estructural de todo relato) no consiste en comprobar si se van a lograr
a escaparse de la cárcel o si van a resistir la tortura. No la complicación es más bien de
carácter privado. Se trata de ver si el prisionero homosexual, o sea Molina, conseguirá seducir
al prisionero político Valentín que es heterosexual. Las acciones que permiten resolver esta
complicación son de modalidad diferente, a veces verbales ya que Molina o contando sus
relatos fílmicos o escuchando a su compañero de celda apacigua a Valentín y se le acerca, a
veces acciones concretas como cuando Molina cuida a Valentín enfermo o cuando le da de
comer van colocando al guerrillero Valentín en una situación de dependencia física y de
deuda moral. Al fin y al cabo todo se resuelve como pronto se puede prever a favor de
Molina. No solamente consigue Molina a que Valentín tenga una relación genital con él sino
que también logra que Valentín le de un beso. El beso concluye el relato tal como se
desarrolla dentro de la celda. Significa probablemente que no solamente hubo seducción
sexual sino también hubo amor entre los dos hombres. El beso da también coherencia
narrativa a la situación final que ocurre fuera de la cárcel. Molina que era un informante a
servicio de la dirección de la prisión se dejar sacrificar para no denunciar a los compañeros de
Valentín. El sentido moral del relato me parece no obstante curioso. Al recibir un beso de
amor por parte de un revolucionario heterosexual un informante homosexual se dejar
transformar en una víctima expiatoria del régimen dictatorial y en un héroe “objetivo” de la
lucha revolucionaria. Quizá el Beso signifique que la revolución puede ganar gente a favor de
su causa si los revolucionarios rompen con sus esquemas ideológico-mentales (aceptando por
ejemplo identidades sexuales “diferentes”). Quizá el beso signifique que el amor cuando sale
de sus límites sociales y tradicionales cobra un valor revolucionario y redentor a la vez. La
dificultad de sacar un sentido moral, evidente después de la lectura de la novela, viene
aumentada por la dificultad interpretativa de la escena final que es el sueño bajo morfina de
Valentín y también por la última frase que pone bajo una luz peculiar y de manera
retrospectiva a toda la novela que cuenta “un sueño corto pero feliz”.
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2. Los personajes son verosímiles
La cuestión que uno tiene que plantearse aquí es la siguiente: ¿Qué significa verosímil? A mi
parecer un personaje es verosímil cuando piensa, habla y actua de tal manera que yo, como
lector, lo tomo como una persona del mundo real. Así que si el personaje es un abogado yo
como lector tengo que fíarme de su competencia jurídica aunque sepa que el narrador o el
autor no sabe nada de leyes. Nos podemos imaginar el escepticismo de un lector si por
ejemplo lee que un personaje que es cirujano decide, para contener una gangrena de la mano
amputar el pie del paciente. Además los personajes parecen más verosímiles si evolucionan
como resultado de la intriga en la que están envueltos.
En el caso del personaje de Valentín es fácil aceptar que al principio él piensa y habla como
un revolucionario. Sin embargo como revolucionario actúa de manera que parece bastante
extraña sobre todo cuando divulga unos secretos a Molina sin darse cuenta que este es un
informante del director de la cárcel. Nos podemos legítimamente preguntar si esta falta de
intuición y últimamente de prudencia no es incompatible con el papel arriesgado de
revolucionario clandestino. Tengo un amigo trotskista que estuvo en la cárcel en su país de
origen. Él me confío que era muy difícil no confiarse a una persona aún sabiendo que esa
podía ser un informante cuando esa misma persona se convertía en la única fuente de
humanidad en la cárcel aunque fuera humanidad fingida. De cierta manera esto se parece al
síndrome de Estocolmo. Así que Valentín me parece un personaje relativamente lógico en
cuando a su verosimilitud de revolucionario encarcelado. El caso del personaje Molina me
parece más acertado. Primero Molina piensa, habla y actúa de tal manera que nosotros
lectores heterosexuales podemos creer que sí, que de verdad, es homosexual. Sobre todo
cuando lleva a cabo su empresa de seducción de otro hombre. En la cárcel Molina piensa,
habla y actúa no solamente como un homosexual sino también como una persona
profundamente humana y atenta con el otro. Fuera de la cárcel, cuando el lector ve a Molina a
través de los ojos del policía, aquel se transforma en un “puto” y pierde toda su dignidad
individual. Con su muerte tenemos más bien la impresión que no es un personaje verosímil
pero más bien “ un tipo literario: el homosexual heroico” [Fabry, 1998:41].
3. El cuadro espacial y temporal es conocido
¿Para qué sirven los datos que se refieren al cuadro espacial y temporal de la novela? Estos
datos proveen el anclaje contextual necesario para el desarrollo de la intriga y a la inserción
de los personajes de la novela. Son simulacros de los elementos contextuales contenidos en
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cualquier interacción verbal humana real. Cuando estos datos remiten a tiempo co-existentes
con el lector y a lugares conocidos por él aumentan el efecto de realidad. Se acrecienta así la
posibilidades que el lector se integre en una lectura participativa. En el caso del Beso los datos
espaciales y temporales vienen suministrados al lector como informes redactados por la
administración de la penitenciaría de Buenos Aires. Y bien se sabe que en estos tipos de
documentos administrativos la fecha y el lugar vienen especificados de manera sistemática
por razones legales. Así el lector se va a enterar bastante tarde en la novela pero de manera
muy precisa que los hechos se desarrollan en su casi totalidad en la celda numero 7, pabellón
D, sector III de la penitenciaría de Buenos Aires, Argentina; que Valentín y Molina son
transferidos a la misma celda el 4 de abril de 1975. Con el informe policial que constituye el
capítulo numero 15 el lector sale de la celda numero 7 para vivir la vida de libertad
condicional de Molina en Buenos Aires. Durante dos semanas, desde el día 9 cuyo mes y año
que no vienen especificados pero sí que se trata de un miércoles, el lector sigue paso a paso ─
vigilando como un policía ─ los últimos movimientos de Molina en la ciudad de Buenos
Aires. Siguiendo los datos espaciales y temporales a través de la estructura textual de los
informes, el lector participativo se adhiere, a pesar de sí mismo, al punto de vista pseudo
objetivo del brazo represivo de la dictadura
4. El texto remite a un mundo conocido por el lector
A partir de las coordenadas espacio-temporales y de las señas de identidad de los personajes
que vienen sobre todo mencionadas en los informes de la policía, cuatro mundos surgen en la
novela:
1. el mundo histórico de la dictadura militar argentina de los años 70
2. el mundo carcelario y represivo instaurado por esa misma dictadura
3. el mundo arriesgado de la resistencia política armada y clandestina
4. el mundo marginal y oprimido –“basureado”- de los homosexuales
De verdad no creo que haya un lector “que conozca” directamente todos esos mundos (la
mayoría los conocera de una forma periodística y estereotipada). En este caso me parece
posible que este conocimiento venga actualizado merced al pacto tácito que implica la lectura
participativa como sostiene Jouve. Apoyándose en este tipo de conocimiento, el lector puede
al lo mejor interpretar todas las menciones a la Argentina de los años de la dictadura, al
mundo de la cárcel, a la resistencia política y a la marginalidad homosexual como indicios
denotativos de la realidad de estos mundos. El problema es que la mayoría de estos indicios
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alcanzan al lector a través del foco de los informes policiales obligando el lector participativo
a adoptar un punto de vista que a lo mejor le desagrada.
B. La lectura distanciada
1. Procedimientos tipográficos y tipos textuales
Si la lectura participativa implica una concepción mimética de la obra de literatura, la lectura
distanciada favorece una comprensión profunda del sentido de la obra mediante unos procesos
textuales e intertextuales que rompen con la ilusión referencial. Hay ejemplos de estos
procesos en El Beso que vienen dados por recursos tipográficos. Así las notas al pie de
páginas contienen textos teóricos y narraciones, los textos en cursivas indican los monólogos
interiores y los puntos suspensivos permiten de visualizar los silencios entre los hablantes.
Según Jouve, el vocabulario tradicional de un determinado género literario indica que la obra
es un producto construido según ciertas reglas. A mi parecer la construcción de la obra se
alcanza sobretodo merced a la producción de tipos textuales distintos. En El Beso los tipos
textuales son los siguientes:
1. La narración (los relatos fílmicos, los monólogos interiores y el informe policial)
2. El relato interactivo (la parte de los díalogos que cuenta algo “personal” (récit de vie))
3. El dialogo (el dialogo entre Molina y Valentín y el dialogo entre Molina y el director)
4. El texto teórico (las referencias o pseudo-referencias a Freud)
2. El juego con los nombres propios
Según Jouve, el juego con los apellidos y los nombres de los personajes es como “un guiño“
que el autor envía al lector. Ayuda a programar una lectura distanciada. La primera vez que se
nombra a Molina en la novela es bastante tarde [Puig, Seix Barral 2002:24] y lo hace otro
personaje que dice: “Nada, contame, dale Molina”. Aún más tarde en la novela nos vamos a
enterrar que el segundo personaje se llama Valentín. También en este caso la información
viene dada al lector a través de la réplica producida de otro personaje, o sea aquí se trata de
Molina que dice: “Y vos Valentín con quién [te identificas]”. El lector tendrá sin embargo que
espera el informe del capítulo 8 [Puig, Seix Barral 2002:151] para aprender que los dos
personajes tienen en realidad un nombre triple. Así Molina se llama Luis Alberto Molina y
Valentín se llama Valentín Arregui Paz. Como se puede ver uno de los personajes viene
llamado por su apellido o sea Molina mientras el otro viene llamado por su nombre de pila
que es Valentín. De manera extraña el personaje cuya problemática es de carácter identitario y
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privado viene designado por su apellido que “subraya su dimensión pública” [Fabry,
1998:170]. Además Molina es el apellido del padre del personaje y el padre nunca viene
mencionado en la novela. En el segundo personaje se repite también una relación paradójica
entre el referente y el nombre pero esta vez se invierten los términos. Al personaje más
comprometido en la lucha social y política le toca quedar designado a lo largo de la novela
con el nombre digámoslo un poco soso como él de Valentín. En mi opinión Valentín se
asocia más bien con valiente o sea con el seductor macho. Que el apellido es del dominio
público es evidente cuando el director de la cárcel dialogando con Molina llama a Valentín
por su primero apellido o sea Arregui. Ahora bien la cuestión que se plantea es la de saber
porque este uso paradójico de los nombres. En realidad se puede entender el uso de los
nombres solamente dentro del marco de la lectura participativa. Como dice muy bien
Geneviève Fabry “El nombre de los personajes no tiene un asentamiento en la esencia del
personaje, sino en lo que significa para su interlocutor” [Fabry, 1998:170]. Para entender el
porqué del uso del nombre Valentín el lector tiene que pensar a este personaje en los términos
de Molina y al revés para entender el porqué del uso del apellido Molina el lector uno tiene
que considerar cuales son las condiciones que regulan el uso del apellido de su interlocutor
por parte de Valentín. Así para el personaje Valentín lo que cuenta es la dimensión pública de
la vida. En su interacción verbal con los otros los va a designar por su seña de identidad
pública. Mientras que para Molina lo importante es la relación privada. Que el uso de los
nombres es más bien dialogal viene confirmado cuando Valentín poco antes de tener una
relación sexual con Molina lo llama “Molinita”. En El Beso el uso de los nombres lejos de
funcionar como un proceso para una lectura distanciada aumenta el efecto de realidad y de
identificación con el uno o con el otro de los personajes.
El gran mérito de la novela es el de programar una lectura problemática, a la vez
participativa y distanciada que nos obliga a una interpretación que mantiene una ambigüedad
fundamental en cuanto a los valores que Puig defiende a lo largo de El Beso. No se sabe si son
los valores representados por Valentín o por Molina. Por eso si la teoría propuesta por Jouve
pretende que un texto o una novela no puedo sino programar un solo tipo de lectura no cabe
duda que la novela de Puig es un buen contra-ejemplo que pone de relieve los límites de la
teoria jouviana. Parece que el sistema propuesto por Jouve funciona para obras de contenido
ideológico como por ejemplo la Condition Humaine de Malraux. El método de Jouve al
aplicarlo a obras ambiguas como El Beso o bien se muestra ineficaz o bien amenaza la
ambigüedad de esas obras destruyendo su sentido. De cierta manera, el método de Jouve
cosifica las obras literarias. Es sin embargo un método perspicaz que recoge la mayor parte de
La mujer araña vista desde Jouve
las aportaciones teóricas actuales en el campo del análisis literario. Puede utilizarse como un
instrumento heurístico que facilite y de paso a una comprensión más sistemática y tal vez más
profunda ─ más “inefable” como dicen algunos ─ de la obra literaria.
Conclusión
Después de este esfuerzo analítico que me ha transformado en un lector distanciado quisiera
concluir adoptando la posición de lector participativo y comprometido. Según Ricoeur, la
dimensión ética de la vida (« la visée étique ») se logra mediante « la visée de la “vie bonne”
avec et pour autrui dans des institutions justes » [Ricoeur, 1990:202]. O sea el afán de cada
uno para “vivir una buena vida para sí mismo y con el otro en instituciones justas”. Desde la
visión ética que nos propone Ricoeur, Valentín y Molina pueden considerarse, cada uno a su
manera, como dos hombres de gran valor. Tanto Molina el homosexual, seudo soplón, hijo
amado por su madre, gran admirador de películas B, como Valentín el guerrillero,
sexualmente pequeño burgués, hijo abandonado por su madre, político decido a ofrecer su
vida por un gran ideal, parecen vivir durante un tiempo una buena vida para sí mismo y con el
otro pero lo van a hacer en el cuadro de unas de las instituciones más injustas del mundo, la
cárcel de una dictadura. Es verdad que Molina va a morir y Valentín va a padecer tortura para
no permitir a que la represión salga con la suya, y parece que así infligen una derrota a las
instituciones más injustas del mundo, o sea las que instaura la tiranía, sin embargo lo hacen,
según las ultimas palabras de El Beso, viviendo un “sueño [que fue] corto pero feliz”. Pero si
fue “sueño” no fue “vida” y así otra vez más las instituciones injustas salen con la suya. No
hay mundo justo si las instituciones son injustas al no ser que uno vaya leyendo el mundo
como una novela ideológicamente programada o viviendo la vida como un sueño corto pero sí
que muy corto.
Bibliografía :
Fabry, Geneviève, 1998, “Personajes y lectura en cinco novelas de Manuel Puig”, Vervuert,
Iberoamericana
Jouve, Vincent, 2001, “Poétique des valeurs”, PUF
Puig, Manuel, 1976 (2002), “El beso de la mujer araña”, Seix Barral
Paul Touati
Ricoeur, Paul, 1990, “Soi-même comme un autre”, Seuil
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