Paro y conflictos laborales

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ÍNDICE
1.− Definición de paro. Características y consecuencias. Una breve
historia.................................................................................................................... pág. 2
1.1.− Causas del desempleo............................................................................ pág. 3
1.2.− Algo de historia..................................................................................... pág. 6
2.− Desafíos y posibilidades de la escuela en la sociedad del desempleo. El desafío a la escuela y a los
educadores..................................................................................... pág. 9
2.1.− Las nuevas posibilidades que se abren. ............................................... pág. 11
2.2.−El descubrimiento del tiempo disponible como nueva ocasión de
personalización...................................................................................................... pág. 12
2.3.− La calidad de vida antes que la posesión de muchas cosas................. pág. 14
3.− El tipo de educador que se perfila................................................................... pág. 14
3.1.− Un cambio de enfoque......................................................................... pág. 15
3.2.− Un cambio de perspectiva educativa................................................... pág. 16
3.3.− Educar para la asimilación y el cambio.............................................. pág. 17
4.− La precariedad que vivimos............................................................................. pág. 18
4.1.− Contexto socioeconómico..................................................................... pág. 19
4.2.− Características de a precariedad laboral............................................ pág. 20
4.3.− Causas de la precariedad laboral........................................................ pág. 23
4.4.− Consecuencias de la precariedad laboral............................................ pág. 24
4.5.− Experiencias vitales.............................................................................. pág. 28
5.− Conclusiones..................................................................................................... pág. 30
6.− Bibliografía....................................................................................................... pág. 32
7.− Anexos............................................................................................................... pág. 33
1.− DEFINICIÓN DE PARO. CARACTERÍSTICAS Y CONSECUENCIAS. UNA BREVE
HISTORIA.
Desempleo es paro forzoso o desocupación de los asalariados que pueden y quieren trabajar pero no
encuentran un puesto de trabajo.
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En las sociedades en las que la mayoría de la población vive de trabajar para los demás, el no poder encontrar
un trabajo es un grave problema. Debido a los costes humanos derivados de la privación y del sentimiento de
rechazo y de fracaso personal, la cuantía del desempleo se utiliza habitualmente como una medida del
bienestar de los trabajadores.
La proporción de trabajadores desempleados también muestra si se están aprovechando adecuadamente los
recursos humanos del país y sirve como índice de la actividad económica.
El método más utilizado para medir el desempleo se desarrolló en Estados Unidos en la década de 1930.
Muchos países utilizan este sistema bajo la recomendación de la Organización Internacional del Trabajo. Con
un seguimiento mensual de una muestra de familias representativas de toda la población civil se obtiene
información sobre la actividad de cada persona en edad activa. Para asegurar la precisión de los datos y
facilitar su recopilación, los encuestadores preguntan qué es lo que hizo la gente en una semana determinada.
Una persona que realizó cualquier tipo de trabajo durante esa semana para recibir una paga o un beneficio,
trabajó quince o más horas como un trabajador sin paga en una empresa familiar o tuvo un trabajo del que
estuvo temporalmente ausente, es considerado como empleado. Una persona que no estuvo trabajando pero
que buscaba trabajo o estaba despedido y disponible para trabajar se considera como desempleado. A
continuación, el número de desempleados se divide por el número de personas de la fuerza laboral civil (es
decir, la suma de empleados y desempleados) con el fin de calcular la tasa de desempleo. En algunos países,
en vez de elaborar una encuesta especial, la estimación del desempleo se realiza a partir de los datos de la
cantidad de personas que buscan empleo a través de las oficinas públicas de empleo o de la cantidad de
personas que reciben compensaciones por desempleo.
En España se utilizan los dos sistemas simultáneamente. Por un lado, todas las semanas se realiza la Encuesta
de Población Activa (EPA) entre 60.000 familias y se publica la media trimestral cada tres meses. Por otro
lado, todos los meses se publica el número de parados o desempleados apuntados al Instituto Nacional de
Empleo (INEM).
1.1.− CAUSAS DEL DESEMPLEO.
Los economistas han descrito las causas del desempleo como friccionales, temporales, estructurales y cíclicas.
El desempleo friccional se produce porque los trabajadores que están buscando un empleo no lo encuentran de
inmediato; mientras que están buscando trabajo son contabilizados como desempleados. La cuantía del
desempleo friccional depende de la frecuencia con que los trabajadores cambian de empleo y del tiempo que
tardan en encontrar uno nuevo. El cambio de empleo se produce a menudo y un importante porcentaje del
desempleo es friccional y sólo dura un corto espacio de tiempo. Esta clase de desempleo se podría reducir de
alguna manera con servicios de colocación más eficientes. Sin embargo, siempre que los trabajadores puedan
abandonar libremente su trabajo se producirá un desempleo cíclico.
El desempleo temporal se produce cuando las industrias tienen una temporada de baja, como durante el
invierno en la industria de la construcción o en otros sectores de producción cuyas tareas se realizan a la
intemperie. También se produce al finalizar el año escolar, cuando muchos estudiantes y licenciados se ponen
a buscar trabajo.
El desempleo estructural se debe a un desequilibrio entre el tipo de trabajadores que requieren los empresarios
y el tipo de trabajadores que buscan trabajo. Estos desequilibrios pueden deberse a que la capacitación, la
localización o las características personales no sean las adecuadas. Por ejemplo, los desarrollos tecnológicos
necesitan nuevas cualificaciones en muchas industrias, y dejan sin empleo a aquellos trabajadores cuya
capacitación no está puesta al día. Una fábrica de una industria en declive puede cerrar o desplazarse a otro
lugar, despidiendo a aquellos trabajadores que no pueden o no quieren desplazarse. Los trabajadores con una
educación inadecuada, o los trabajadores jóvenes y los aprendices con poca o ninguna experiencia, pueden no
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encontrar trabajo porque los empresarios creen que no producirán lo suficiente como para que merezca la pena
pagarles el salario mínimo legal o el salario pactado en el convenio colectivo con los sindicatos. Por otro lado,
incluso los trabajadores muy cualificados pueden estar desempleados si no existe una demanda suficiente de
sus cualificaciones. Si los empresarios discriminan a algún grupo en razón de su sexo, raza, religión, edad o
nacionalidad de origen, se puede dar una alta tasa de desempleo entre estas personas aunque haya muchos
puestos de trabajo por cubrir. El desempleo estructural es especialmente relevante en algunas ciudades,
profesiones o industrias, para aquellas personas con un nivel educativo inferior a la media y para otros grupos
de la fuerza laboral.
El desempleo cíclico es el resultado de una falta de demanda general de trabajo. Cuando el ciclo económico
cae, la demanda de bienes y servicios cae también y, por lo tanto, se despide a los trabajadores.
Un aspecto político muy relevante se refiere a la relación entre el desempleo y la inflación. En teoría, cuando
la demanda de trabajo se eleva hasta el punto de que el desempleo es muy bajo y los empresarios tienen
dificultades a la hora de contratar a trabajadores muy cualificados, los salarios aumentan, y se elevan los
costes de producción y los precios, con lo que se contribuye al aumento de la inflación; cuando la demanda se
reduce y aumenta el desempleo, se disipan las presiones inflacionistas sobre los salarios y los costes de
producción. Sin embargo, en contra de esta teoría, durante los años setenta se produjeron simultáneamente
altas tasas de inflación y desempleo, una combinación denominada "estanflación".
Además, el desempleo provoca una serie de fases con sus respectivas secuelas, entre ellas problemas
psicológicos, los cuales dañan nuestra autoestima, la vida que desempeñamos diariamente, problemas
psicosociales, etc. A continuación se explican cada una de estas fases y secuelas:
FASES :
1. La conmoción. Hace referencia al choque psicológico que se produce ante el desempleo. Depende de
variables como la estabilidad del trabajo anterior, la disponibilidad de recursos económicos, ...
2. Minimización del problema. Esta segunda fase se caracteriza por el optimismo, la esperanza, ya que la
persona tiene confianza en que va a resolver positivamente su problema. Este optimismo y esperanza irán
perdiendo fuerza según vaya pasando el tiempo.
3. Toma de conciencia. En esta fase, la persona se va percatando de la seriedad del problema. Existe un
pesimismo y se presenta la necesidad de reestructurar aspiraciones, lugares de búsqueda, referencias. Del
mismo modo, la autoestima va a quedar dañada.
4. Depresión. El pesimismo de la etapa anterior da paso a la depresión e impotencia psicológica, puesto que
la persona se ve incapaz de cambiar la situación. En casos más extremos, se ve el problema como algo
irreversible e insuperable, dependiendo de si se atribuye el fracaso a causa externas o internas. De este modo,
si la persona atribuye el fracaso a causas externas, percibirá la situación como irreversible y su sentimiento de
impotencia será mayor; sin embargo, si lo atribuye a causas internas, se pondrá a hacer algo para remediar la
situación.
SECUELAS:
A nivel fisiológico. El desempleo puede tener consecuencias como: incremento de la presión
• sanguínea, pérdida de apetito y peso, úlcera.
•
A nivel psicológico. El desempleo puede conllevar secuelas como la depresión, apatía,
resignación, baja autoestima.
•
A nivel psicosocial. El desempleo puede alterar el funcionamiento familiar o repercutir en las
amistades y otras relaciones sociales.
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1.2.− ALGO DE HISTORIA.
El periodo de desempleo masivo más generalizado, depresivo y serio de los tiempos modernos fue la Gran
Depresión que siguió al crack de Wall Street en 1929. Esta depresión produjo catorce millones de
desempleados en Estados Unidos, seis en Alemania y tres en Gran Bretaña. En Australia la crisis fue
especialmente dura, con más de un 35% de la fuerza laboral desempleada a principios de la década de 1930 y
muchas de estas personas siguieron sin trabajo hasta la Segunda Guerra Mundial. Las distorsiones sociales, la
migración generalizada en busca de empleo y el extremismo político se hicieron habituales y la muerte por
enfermedades relacionadas con la malnutrición aumentó considerablemente en todo el mundo industrializado.
La Gran Depresión provocó importantes cambios en el comportamiento que se tenía frente al desempleo; esta
nueva actitud se expresaba en las políticas del New Deal del presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt,
quien introdujo en su país durante su gobierno la seguridad social, el seguro de desempleo y programas de
trabajo público para utilizar el excedente laboral. La recuperación económica producida gracias a estas
medidas demostró que el desempleo, de hecho, empeoró la depresión al reducir la demanda, y que el pago del
seguro de desempleo era una carga mucho menor para la economía que la pérdida de poder adquisitivo que
padecían los trabajadores desempleados. La depresión también inspiró a John Maynard Keynes que escribió
su obra maestra, La teoría general del empleo, el interés y el dinero (1936), en la cual establecía que una
economía deprimida continuará a no ser que se revitalice gracias al gasto público. De esta manera persuadió a
los gobiernos occidentales para que disminuyeran el desempleo mediante grandes déficit presupuestarios.
El periodo posterior a la II Guerra Mundial se caracterizó en Europa por importantes aumentos del desempleo
debidos a la destrucción, durante la contienda, de muchas industrias, al regreso de los veteranos de guerra que
se reintegraban a la masa laboral y a una variedad de desajustes económicos derivados del conflicto. La ayuda
estadounidense del Programa de Reconstrucción Europea (o Plan Marshall) contribuyó a los esfuerzos de los
países de Europa occidental para reconstruir sus industrias y proporcionar trabajo a sus trabajadores.
La mayor parte de los países industrializados no socialistas tenían bajas tasas de desempleo en los años
cincuenta. En los años sesenta, cuando la tasa media de desempleo de Estados Unidos era del 5 o del 6%, sólo
Canadá tenía una tasa superior (7%); Italia tenía una tasa del 4%, y todas las demás naciones industriales de
Europa occidental, así como Japón, tenían tasas en torno al 2% o inferiores. Los intentos de explicar estas
disparidades se centraron en las diferencias económicas y sociales entre las naciones, incluyendo las
siguientes: las medidas tomadas en los países europeos para reducir el empleo temporal al repartir el trabajo a
lo largo del año, la práctica europea de la colocación de los jóvenes como aprendices o con acuerdos para
aprender trabajos que promovían la estabilidad laboral, restricciones legales en algunos países para despedir a
los trabajadores, programas de reciclaje generalizados para los trabajadores desempleados con el fin de
actualizar sus cualificaciones y la vinculación de los trabajadores con su trabajo, tanto en Europa como en
Japón. Sin embargo, esta situación se ha revertido, y en la década de los noventa la tasa de desempleo
estadounidense es mucho menor que la de la mayoría de los países europeos.
En los países en desarrollo de Asia, África y América Latina existe un problema mucho más serio y
generalizado, que es el del subempleo, es decir, gente empleada a tiempo parcial o gente que trabaja en
empleos ineficientes o improductivos y que por tanto reciben bajos ingresos que son insuficientes para cubrir
sus necesidades. Gran parte del desempleo o del subempleo de los países en desarrollo suele ir acompañado de
migraciones desde los poblamientos rurales hasta los grandes centros urbanos.
En los países industrializados, con seguros de desempleo y otros mecanismos que aseguran los ingresos, el
desempleo no provoca tantos problemas como lo hacía antaño. No obstante, existen signos de que el
desempleo se está convirtiendo en algunos países desarrollados en un problema mucho más difícil de
solucionar de lo que en un principio se pensaba, especialmente tras la sustitución del keynesianismo por el
monetarismo como credo económico predominante. Francia, España y Gran Bretaña, en concreto, se
enfrentan a la amenaza de lo que parece ser un alto desempleo estructural irradicable, mientras que en otros
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países, como Japón, parece que es posible mantener bajas tasas de desempleo durante las recesiones mediante
prácticas que muchos países calificarían de suicidas. El problema de los gobiernos modernos radica en saber
aprovechar los beneficios de la flexibilidad económica y de la creciente productividad y al mismo tiempo
reducir el número de trabajadores desempleados, disminuyendo su tiempo de desocupación, manteniendo sus
ingresos y ayudándoles a recuperar un trabajo con cualificaciones válidas.
2.− DESAFÍOS Y POSIBILIDADES DE LA ESCUELA EN LA SOCIEDAD DEL DESEMPLEO. EL
DESAFÍO A LA ESCUELA Y A LOS EDUCADORES.
Estamos viendo que el problema del paro no afecta sólo a las educaciones una puesta en cuestión de la
civilización del trabajo, e inyecta en las venas sociales unas actitudes defensivas que no pueden dejar de
preocupar a todo ciudadano, sea educador o no. Dicho de otra manera, mirando ya directamente hacia la
escuela y los educadores: el desafío del paro no afecta solo a la educación ni ésta tiene que ser la responsable
primera de su solución. Echar tamaña responsabilidad sobre los hombros del sistema educativo es excesivo.
Pero si la escuela no es la responsable ni de esta situación ni de su solución, tampoco se puede encoger de
hombros y decir que no le afecta. Al revés, vamos viendo que se ve emplazada seriamente por la situación
existente.
La Escuela es interpelada a seguir profundizando su labor funcional respecto al sistema productivo o a
cambiar de horizonte y perspectiva. La tentación, ante la acusación al sistema de formación del desempleo, es
− como indica el Informe de la comisión Delors − dejarse llevar por el sentido utilitarista. Es decir, entrar
dentro de la dinámica competitiva: hacer una Escuela, unos colegios, que respondan a la carrera de los
mejores y mejor capacitados para obtener un puesto de trabajo y con ello un puesto en la sociedad de la
producción−consumo. Pero las preguntas surgen inmediatamente: ¿ Habría sitio para todos si se optase por
esta solución? ¿ No es una carrera por definición selectiva, reservada sólo a la élite de los mejores o de los
mejor situados? ¿ Qué se hace con los que no pueden llegar a los primeros puestos de salida o están ya
penalizados socialmente, de entrada por su origen social, o por deficiencias psicológicas, familiares, etc.?
Si descartamos la solución neoliberal competitiva como adecuada para el sistema educativo, para la escuela en
general− aunque seguirá siendo, sin duda, la solución de algunas élites− , ¿qué hacer entonces?
Digamos, a modo de tarea, que está solicitando la creatividad y el esfuerzo de todos los educadores y de los
responsables de la escuela hacia los nuevos objetivos que demanda la situación de la Educación.
La Escuela se encuentra ante la necesidad de redefinir su función social. Se advierte ahora con claridad que su
tarea no puede ser plegarse mansamente a los dictados y exigencias de la producción; es mucho más amplia e
importante. Está llamada a colaborar en la construcción de una alternativa a la sociedad de la
producción−consumo.
La Escuela tiene que ser una pieza importante en la reformulación de una nueva utopía, de una idea motriz
capaz de entusiasmar e integrar las energías y capacidades de los seres humanos de este cambio de milenio o,
dicho más modestamente, capaz de colaborar en la creación de un modelo social humano donde quepan todos
socialmente.
Para ello tiene que hacer que la situación de desempleo sea una ocasión creativa. La escuela está también
llamada a responder a las nuevas necesidades de una sociedad donde el cambio tecnológico no va a disminuir,
al contrario, nos sorprenderá con nuevos y rápidos hallazgos que exigirán una persona más abierta, flexible y
polivalente. ¿Cómo educar en y para la polivalencia?
La escuela, en la sociedad del empleo precario y temporal, no puede contemplar sólo el futuro de sus
educandos, sino que tiene que atender a su presente.
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¿Cómo ayudar a integrar ya hoy en la sociedad a los jóvenes y adultos sin empleo? ¿Cómo evitar que caigan
en la marginación o la pasividad y se conviertan en agentes sociales? ¿Cómo, en definitiva, ayudar a ser hoy
persona, ciudadano, en una sociedad y civilización sin trabajo asalariado?
La escuela con vocación humanista−−−y con mayor razón si se dice cristiana−−−tiene que colaborar para
forjar personas solidarias. Frente al peligro de vivir un clima de darwinismo social donde se ejercite el
(sálvese quien pueda), o la dentellada social para hacerse un hueco, ¿cómo contribuir a despertar la compasión
solidaria y la cooperación como modo de construir una sociedad con menos dolor e injusticia?
Las interpelaciones de la nueva situación son muchas. Si algún educador pensaba, acaso que su tarea había
venido a menos, se equivoca. La situación actual demanda su cooperación y esfuerzo creativo con más
urgencia y necesidad que hace años. No es tiempo de nostalgias, sino de prosalgias, de mirada hacia delante y
hacia los desafíos del momento.
Ahora bien, ¿existen atisbos del cambio social que demandamos de la educación, o estamos ante una pura
urgencia y necesidad a la vista de las tendencias dominantes?
2.1− LAS NUEVAS POSIBILIDADES QUE SE ABREN.
Pensamos que una mirada atenta a la sociedad no sólo repara en la existencia predominante del pensamiento
neoliberal y de las actitudes darwinistas y competitivas; es capaz de percibir, más allá del individualismo
consumista y centrado en sí, la presencia de otras realidades sociales. Nuestra sociedad ofrece también el
cansancio y el hartazgo de los que se sienten insatisfecho con lo que hay y desean una vida con menos cosas y
mayor profundidad humana.
Indiquemos a titulo de ejemplo algunos signos de cambio de orientación. Van vincula dos a un proceso de
redefinición del tiempo y el ciclo vital, del estilo de vida y de las relaciones humanas y con la naturaleza.
2.2.− EL DESCUBRIMIENTO DEL TIEMPO DISPONIBLE COMO NUEVA OCASIÓN DE
PERSONALIZACIÓN.
Estamos asistiendo a un cambio de valoración del momento de la jubilación. Frente a la denunciada y real
situación de marginación y de apartamiento social prematuro que experimentan muchos jubilados y
prejubilados, cuyo sentido personal y social giraba exclusivamente en torno al trabajo, estamos viendo cómo
se está dando un cambio de escenario. Los datos que proporciona el consorcio de residencias catalanas de la
(tercera edad) nos dice que en la década de los ochentas la jubilación era vista con angustia y temor por la
mayoría de los jubilados o próximos a la jubilación. Era la antesala de la retirada de la vida. El final de todo.
Actualmente, en los noventa (datos de 1994), nos encontramos con la visión de la jubilación ha cambiado o
está cambiando radicalmente. Es deseada en muchos casos, ya que ofrece la oportunidad de realizar aquello
que se deseó y no se pudo hacer en su momento: estar más con la familia, con los amigos, viajar e incluso
estudiar. Es decir, la jubilación es percibida como una etapa de inicio de muchas cosas nuevas e interesantes.
Sin duda han colaborado a este cambio social numerosas iniciativas y esfuerzos públicos y privados por
ofrecer incentivos a las generaciones de los mayores. Pero la realidad está ahí y la enseñanza y educación
aparecen como un elemento fundamental de este cambio de actitud ante el fin del ciclo productivo: aparecen
nuevas oportunidades ligadas a actividades educativas como son ciclos y universidades para la tercera edad.
Este cambio o giro temporalcon cierta afinidad con el anteriorpertenece más al mundo juvenil. Frente al
énfasis anterior en el futuro, hoy se valora el presente. La cultura consumista, la sensibilidad posmoderna, la
carencia de perspectivas de futuro han abierto sin duda la brecha del presente. Es lo único real que poseemos,
se dirá. Ya hemos indicados el evasionismo que anida en el esteticismo presentista.
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Pero haríamos mal si solo vemos el lado negativo. La cultura y la sociedadpor caminos Imprevistos y a veces
oscurosdesembocan en descubrimientos importantes para la humanización. No solo el Mefistófeles de Goethe
es esa fuerza que quisiera hacer siempre el mal, pero hace siempre el bien, sino que la sociedad presenta a
menudo consecuencias inesperadas, perversas o no, de las turbulencias sociales. Quizá estemos ante una de
estas revoluciones de la temporalidad que no hay que ser únicamente desde el lado negativo.
Estaríamos asistiendo a un fuerte correctivo a las actitudes inducidas por el ciclo industrial productivo
centrado en el futuro.
Avistaríamos una ocasión para un correctivo cultural y social a la tiranía del futuro de la sociedad del trabajo
asalariado. Al fin y al cabo, como decíamos anteriormente, la invención de la civilización del trabajo es
relativamente reciente y no podemos decir que todo en ella haya sido humanizador.
El mundo clásico vivió mucho más centrado en el ocio como ideal de realización humana.
Hace ya una serie de añosante la previsión de la crisis de la sociedad del trabajoalgunos pensadores volvieron
a recordarnos este ideal del ocio creativo: trabajar menos y disfrutar de más tiempo libre.
Estaríamos ante la oportunidad para que la sociedad de mayor ocio fuese una sociedad de mayores
posibilidades para la formación y la educación. Habría más tiempo para lo gratuito y sin utilidad, desde la
amistad y el juego has la religión . Aparecería al fondo la utopía de la sociedad de la educación (A. Schaff) o la
posibilidad de extender la Escuela a lo largo de toda la vida mediante un bono o crédito−tiempo que puede ser
gastado a discreción a lo largo de toda la vida, como propone la comisión Delors.
2.3.− LA CALIDAD DE VIDA ANTES QUE LA POSESIÓN DE MUCHAS COSAS.
El descubrimiento del tiempo como ocasión para disponer de el y disfrutarlo humanizándose, va ligado a una
valoración de la vida más desde la cualidad que desde la cantidad. La sociedad del trabajo se ha vertido hacia
la producción−consumo. Todavía predomina fuertemente esta orientación. Pero atisbamos una sociedad con
menos cosas y más relaciones, encuentros, disfrute personal, es decir, con más calidad.
Los estudios de R. Inglehart 14 indican que existe esta tendencia hacia un cambio de valores que demanda
más atención hacia el ser que el tener más hacia los valores posmaterialistas que hacia los materialistas
burgueses de la posesión, el consumo, la situación social.
En la sensibilidad que recorre los llamados nuevos movimientos sociales (ecopacifismo, feminismo, derechos
humanos...) laten estos valores de una vida distinta: con menos cosas y más tiempo; con unas relaciones
humanas con la naturaleza y, entre los humanos, con mayor confianza y menor mercantilismo; con más
atención a la suerte e infortunio del otro que a la satisfacción de mis intereses. No son los valores
predominantes, pero son un potencial existente y presente en nuestra sociedad y cultura.
3.− EL TIPO DE EDUCADOR QUE SE PERFILA.
La condición para hacer de la nueva situación social un momento creativo y lleno de posibilidades para la
educación está dependiendo de que el educador sea capaz de estar a la altura de las circunstancias. Es decir, de
cmabiar él y de hacer de la educación, la escuela, un ámbito y una ocasión creativos.
Algunos de los cambios o giros que supone la situación social de desempleo, y el cambio que se avista en el
horizonte, indican ya algunos de los rasgos del nuevo educador y la nueva educación.
3.1.− UN CAMBIO DE ENFOQUE.
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Si hay un mínimo de razón en lo que se viene diciendo, se impone un cambio de enfoque. No podemos seguir
orientados únicamente hacia el futuro profesional descuidando la integración personal y social, aunque se
tenga trabajo asalariado.
La escuela tiene que preparar para ser persona en situación de precariedad o desempleo, o afrontar esa
eventualidad. El primer cambio es el de los educadores y la escuela. Tienen que perder el miedo a enfrentarse
a la fascinación de la funcionalidad y resistir la tentación de caer en la misma. Actualmente la adoración de la
funcionalidad es el mayor peligro que se cierne sobre los educadores y sobre el sistema educativo mismo.
Este cambio de enfoque no quiere decir abandonar o descuidar la competencia profesional. Significa no
supeditar todo a ella; no subordinar la escuela a los programas de rendimiento y de preparación hacia el éxito
profesional; no gastar todos los esfuerzos educativos en el futuro y descuidar el presente de las personas.
El mayor peligro o la resistencia máxima puede provenir de los mismos educadores, habituados a pensar y
actuar en clave de futuro y de rendimiento o producción profesional.
El cambio que se postula lleva consigo un segundo momento, más positivo o creativo: el de empeñarse en el
desarrollo de las capacidades y actitudes de los educandos para ser personas. Es decir, ayudarles a desarrollar
la comunicación interpersonal, la amistad, el encuentro; trabajar porque comience a ser ya hoy agentes
sociales participativos y solidarios. En el fondo estamos pidiendo la capacidad para fijarse en lo aspectos de su
entorno que no están bien, especialmente aquellos que conciernen a la generalidad, la colectividad o el interés
común.
Una educación para mirar y ver los rincones oscuros de nuestra sociedad: las desigualdades sociales, la
situación de los marginados y peor colocados socialmente, de los que sufren a causa del modo en que está
organizada nuestra sociedad.
Y una predisposición a la compasión solidaria, es decir, a la movilización en pro de la eliminación de dichas
situaciones.
Se colaborará así a la formación de agentes sociales, es decir, personas con sentido de la participación y la
responsabilidad sociales. Sólo de esta manera se podrá elevar el sentido moral de esta sociedad; y problemas
con el mismo paro, o la tolerancia e integración de los emigrantes, la circulación o la droga tendrán respuestas
adecuadas a la magnitud de los desafíos.
De nuevo nos volvemos a encontrar con la demanda de un tipo de educador: esta educación en la participación
y la cooperación presupone un educador imbuido de estas actitudes. Una persona abierta, capaz de mirar con
interés preocupado y responsable hacia su alrededor. Un maestro o maestra que vinculan su tarea educativa
con la preocupación por la formación de ciudadanos en una sociedad democrática.
3.2.− UN CAMBIO DE PERSPECTIVA EDUCATIVA.
La nueva situación social, como todas las verdaderamente novedosas, no presenta caminos hechos ni sendas
ya trazadas que hay que seguir. Aquí radica la dificultad para el educador acostumbrado a la repetición de lo
ya experimentado y a ofrecer respuestas dadas a los problemas que se plantean.
La nueva situación nos impide salir con nuestros problemas modelos y ofrecer respuestas indudables. Nos
exige, más bien, el abandono de las respuestas que no convencen ni responden a la situación y el giro hacia la
modestia personal y educativa: nos pide convertirnos en acompañantes del joven. Colaborar a que encuentre
sus propias respuestas, más que dárselas hechas según un modelo inexistente.
Es una educación más pobre de respuestas que la tradicional, pero quizá más auténtica: la que se ofrece a ir de
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camino con uno y colaborar con él en la búsqueda de la solución apropiada o posible para cada uno.
3.3.− EDUCAR PARA LA ASIMILACIÓN Y EL CAMBIO.
La sociedad del trabajo precario y del desempleo exige una educación profesional abierta y flexible. Hay que
rechazar la idea de que la sociedad del futuro exigirá menos educación y menos capacitación profesional.
Auqnue el neoliberalismo más agresivo y torpe parece desear la no cualificación o la cualificación basura, el
empleo del futuro no quiere individuos descualificados, sino con mayor cualificación que la exigida hasta hoy.
Desde las propuestas teóricas hasta la práctica de los empleos que se ofrecen en los anuncios publicitarios se
pide un trabajador con formación, especialización y experiencia. Pero quizás el sentido de la formación esté
ya cambiando.
Avistamos una persona más que con muchos conocimientos, con unas potencialidades para adecuarse a
diferentes lugares y situaciones. Una persona con flexibilidad mental y con apertura para la asimilación de
nuevos procedimientos y nuevas tareas; para ideas y cambios rápidos. Más aún, se requerirán unas personas
que no den por concluida su formación en el período escolar, sino que estén abiertas a la formación
permanente a lo largo de toda su vida. Será más importante esta última capacidad que la buena información y
enseñanza cerrada y conclusa para una profesión o tarea.
Esta escuela a la altura de las circunstancias requiere una pedagogía y un educador más preocupados por
formar las mentes que por llenarlas de datos; por amueblar una serie de disposiciones mentales, más que por
dotar de mucha información. Se trata, en definitiva, de enseñar más que a manejar el cerebro que a ocuparlo
en el almacenaje de cosas.
Los expertos en el teman llaman a esto una pedagogía formal más preocupada or educar en la forma mental
que en los contenidos concretos que pasan y envejecen y tienen que ser sustituidos por otros.
Uno de los grandes obstáculos con los que tropieza la reforma educativa actual es que los educadores tienden
a dejarse llevar por la inercia tradicional y a no cambiar de concepción a la hora de programar y evaluar. Las
reformas se estrellan frente a la rigidez mental y a los hábitos desarrollados por los educadores. Sólo si a la
conciencia de los problemas se suma la voluntad de cambio se podrá salir del paso de las demandas.
4.− LA PRECARIEDAD QUE VIVIMOS.
Antes de entrar a conocer las características de la precariedad laboral juvenil, conviene precisar que, aunque el
fenómeno que sufren los y las jóvenes tiene, indudablemente, características y especificidades propias de un
colectivo en transición a la fase adulta, no se puede realizar una lectura separada del fenómeno de precariedad
laboral que sufren otros colectivos o grupos sociales. Más bien al contrario. Resulta imprescindible
comprender qué esta sucediendo en nuestra sociedad, en nuestro mercado de trabajo, para comprender con
más precisión qué está ocurriendo entre los y las jóvenes. Por tanto no se puede separar la problemática que
sufre la juventud del que puedan sufrir las mujeres, las personas mayores de cuarenta y cinco años o los/as
parados/as de larga duración.
Otro aspecto que conviene tener en cuenta es que no todo el colectivo joven sufre la precariedad laboral, ni
todos los que la sufren, la soportan del mismo modo. Evidentemente la juventud, como segmento de la
población, no es homogénea. Y por tanto cuando nos referimos, por economía del lenguaje, a los y las
jóvenes, realmente estamos hablando de una mayoría de jóvenes que tienen graves dificultades para la
inserción sociolaboral y que además pueden ver agravada esta situación por ser mujeres, inmigrantes,
personas con minusvalías, expresidiarios/as, drogodependientes, jóvenes en riesgo social, jóvenes de otras
minorías étnicas o jóvenes gitanos. En el otro extremo se encuentran aquellos jóvenes, cuya situación familiar,
social y económica, les permite acceder al mercado de trabajo con facilidad y con unas buenas condiciones de
trabajo de partida.
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Por último conviene recordar el contexto internacional más próximo en el que hay que analizar nuestra
realidad más inmediata. El mercado de trabajo está profundamente afectado por la política económica que se
impulsa en nuestro país y en la Unión Europea.
4.1.− CONTEXTO SOCIECONÓMICO.
Uno de los rasgos distintivos de las sociedades occidentales en los últimos veinte años es la extensión de un
modelo social en el que, cada vez más, la inseguridad laboral y social afecta a extensas franjas de la
población. No son sólo ya las personas paradas, sino también quienes trabajan temporalmente, o quienes
sufren las consecuencias de las transformaciones en la organización de la producción o aquéllas que se
enfrentan a los diferentes niveles de pobreza. Lo que se percibe es la instalación de la incertidumbre social, en
contraste con el panorama vivido hasta la segunda mitad de los años sesenta.
La cultura de la temporalidad introducida en 1994 con la ruptura de la causalidad en la contratación temporal
en el mercado de trabajo como lógica fundamental de la gestión de la fuerza de trabajo, especialmente de la
fuerza de trabajo juvenil, ha supuesto alcanzar tasas de temporalidad del 34%, situándose desde entonces por
encima del 30%. En la actualidad el 32% de la población asalariada en España sufre la temporalidad frente al
13,8% de media en la Unión Europea, siendo especialmente sangrante entre los/as jóvenes donde la
eventualidad alcanza el 73,1% en España frente al 36,6% de la Unión Europea.
Hay que tener en cuenta que quienes tienen un empleo temporal ganan −por término medio− un 48% menos
que quienes tienen un empleo fijo, y que la duración media de los contratos temporales es de 3 meses y la
indemnización media puede suponer tan sólo 88 pesetas día.
Cuatro de cada diez personas que están en paro no cobra ningún tipo de prestación por desempleo. Y de los
que lo cobran el 42% reciben una prestación asistencial que en la mayoría de los casos equivale al 75% del
salario mínimo interprofesional, unos 331,65 euros (55.182 pts).
La temporalidad conlleva de forma necesaria y perversa una extraordinaria rotación y un encadenamiento
abusivo de contratos temporales, lo cual es a su vez generador de precariedad entre aquellos jóvenes que −en
ocasiones− se ven obligados a encadenar más de 15 contratos con la misma empresa, incurriendo ésta en
fraude de ley ante la ausencia real de causalidad temporal en su contratación y actuando por otra parte como
factor desencadenante de la alta tasa de siniestralidad.
El gasto social ha pasado de suponer un 24% del Producto Interior Bruto (PIB) en 1994, a un 20% en el año
2000. El gasto en Sanidad pública en el Estado español es de un 5,8% del PIB, frente al 7,3% de la media
europea. El dinero dedicado a pensiones supone un 8,7% del PIB, frente a un 11% de promedio europeo. Si en
lo que nos fijamos es en los servicios de ayuda a las familias (niños de 0 a 3 años, ancianos) es casi inexistente
al lado de lo que se invierte en Europa.
España es el país de la UE con menor gasto social por habitante. En 1999 representaba el 59% de la media
europea. Mientras en 1996 se dedicaba a este capítulo el 21,8% del PIB (muy lejos de la media europea que
era el 28,5% del PIB), en 1999 había descendido al 20%, a pesar del crecimiento económico de esos años.
4.2.− CARACTERÍSTICAS DE LA PRECARIEDAD LABORAL.
En la actualidad hay cuatro características que definen la precariedad que viven los y las jóvenes en el
mercado de trabajo:
1.− Las altas y persistentes tasas de desempleo juvenil:
La tasa de paro de los y las jóvenes supera ampliamente y en algunos casos duplica o
10
triplica la tasa de paro general.
Pero además el desempleo afecta especialmente a las mujeres jóvenes superando las tasas de los varones en
todos los tramos de edad llegando a duplicar la tasa de los varones en el tramo de edad de 30 a 34 años, lo que
es bastante significativo de cara a explicar la inserción sociolaboral de la mujer.
Otro dato que describe la gravedad de la situación es la cifra de hogares con todos sus miembros activos en
paro supera así el medio millón lo que supone un incremento de un 3,67% respecto al último trimestre del
2002.
Por último hay que recordar que finalmente se aplica el reglamento 1897/2000 de la Comisión Europea, que
establece de forma pormenorizada los métodos activos de búsqueda de empleo y cuya consecuencia más
importante en España es que para que una persona sea considerada parada, cuando su único método de
búsqueda sea la inscripción en las oficinas públicas de empleo, no basta con estar inscrita, sino que, además,
debe existir contacto con la oficina en las últimas cuatro semanas con el fin de encontrar trabajo.
2.− La alta tasa de temporalidad:
Si bien desde finales de los años 80 los y las jóvenes sufren en sus condiciones de trabajo la temporalidad de
los contratos, hay que señalar que ésta se ha venido agravando, ampliando cada vez más las capas de jóvenes
que la sufrían. Así mientras que en 1987 había una alta tasa de temporalidad −casi el 40%− ésta se
concentraba en su mayor parte en el tramo de jóvenes que tenían entre 20 y 24 años. Cinco años más tarde
−en 1992− ese tramo de edad tenía una tasa de temporalidad del 70% con el agravante que los jóvenes de
entre 25 y 29 años padecían ya un 45% de temporalidad.
Así pues desde finales de los años 80 los jóvenes han ido arrastrando en sus condiciones de vida, llegando a
vivirla con cierta normalidad, la temporalidad de los puestos de trabajo a los que iban accediendo.
Estas altas tasas de temporalidad se han reducido algo en 2001, manteniendo no obstante unas altas tasas de
temporalidad en cada uno de los tramos de edad.
Hay por tanto ya toda una generación de jóvenes que, desde el inicio de su relación laboral, han vivido en sus
carnes la única experiencia de la temporalidad en los contratos de trabajo que le han hecho. Han ido
interiorizando −por tanto− como algo normal su paso por el mercado de trabajo a través de contratos
temporales, tratando de organizar sus vidas combinando los momentos de actividad laboral con los de
desempleo más o menos largo.
3.− Los altos niveles de rotación entre los distintos tipos de contratos:
Las anteriores tasas de temporalidad indican que existe un gran número de jóvenes que periódicamente
cambia de puesto de trabajo o, en su caso, le renuevan el contrato en el mismo. Esta situación está derivando
en un uso fraudulento de la contratación temporal al encadenar en una misma empresa diferentes contratos
temporales con la finalidad de evitar la consolidación del puesto de trabajo y de la persona que lo desempeña.
Según los propios sindicatos más de un tercio de los contratos temporales que se firman, están en fraude de
ley, ya que se renuevan automáticamente al finalizar el mismo, sobrepasando los topes legales previstos.
La concatenación de contratos en la misma empresa supone en la práctica, no sólo un fraude de ley al ocultar
un puesto de trabajo indefinido, sino también una pérdida de derechos laborales ligados necesariamente a la
estabilidad en la empresa, tales como la antigüedad, la participación en las elecciones sindicales, promoción
interna, etc.
La rotación de diferentes contratos temporales en diferentes empresas supone una desmotivación para el/la
11
joven que contempla la empresa como un lugar de paso generando una mayor desvinculación respecto de los
intereses y objetivos de la empresa.
4.− La incidencia de la siniestralidad:
Si el índice de siniestralidad laboral es extremadamente alto entre los y las trabajadores/as, resulta aún
superior entre el colectivo joven. Según datos de Eurostat, en la Unión Europea hay el doble de accidentes
entre jóvenes de entre 18 y 24 años que entre 45 y 54 años. En España se duplica la media de siniestros (más
de once mil para jóvenes de 18 y 24 años) tanto entre jóvenes como en el resto de la población. Y es que la
tasa de temporalidad media para menores de 25 años es casi el doble en España (67,5%) que en la Unión
Europea (38,8%)2.
Así el perfil de la persona que sufre un accidente laboral corresponde al de un joven, varón, de entre 16 y 25
años de edad, con un contrato de trabajo inferior a seis meses, y quien, en la mayoría de los casos, posee una
baja cualificación o trabajo en empresa de menor de 50 trabajadores.
Resulta evidente que la siniestralidad laboral está directamente relacionada con la temporalidad, con la escasa
atención por parte de las empresas a las labores de prevención de riesgos laborales, con la falta de antigüedad
en la empresa y en general con las condiciones de trabajo de cada puesto de trabajo. Si normalmente se dedica
poco tiempo en las empresas a la formación e información sobre prevención de riesgos laborales, aún se
dedica menos tiempo a aquellos/as jóvenes que tienen contratos temporales y que más tarde o temprano se les
acabará el contrato de trabajo.
4.3.− CAUSAS DE LA PRECARIEDAD LABORAL JUVENIL.
Conceptualmente el término precariedad hace referencia a inseguridad y a escasez. Aplicado al mundo
laboral, la juventud entiende la precariedad como:
− inestabilidad laboral
− incertidumbre de futuro
− condiciones que no permiten la autonomía plena
− no poder hacer planes
− causa de siniestralidad laboral
− movilidad emocional
− pobreza
− dependencia de los padres
− frustración en la formación ante la inadecuación entre la formación y la ocupación.
− no tener recursos estables
− pérdida continuada de derechos
− vivir para trabajar
12
La precariedad se arrastra a lo largo de la vida. Envejecimiento de la temporalidad. La precariedad ya no sólo
afecta a la juventud, sino también a la gente adulta. Las personas paradas de más de cuarenta y cinco años
están accediendo al mismo mercado de trabajo que los y las jóvenes. Ya no hay una sola ocupación en la vida
del/de la trabajador/a. Un/a joven pasa por diferentes ocupaciones como consecuencia de la gran rotación de
contratos. Buena parte del pluriempleo es expresión de la necesidad de seguridad y estabilidad en los ingresos.
Trabajar catorce horas diarias en un puesto de trabajo fijo también es precariedad, máxime cuando se está
obligado a hacerlas si se quiere conservar el puesto de trabajo. Por tanto precariedad no es sinónimo de
temporalidad, sino que abarca más situaciones.
El estado ha dejado de ser intervencionista. Su función principal se ha reducido a salvaguardar la propiedad.
En coherencia con este planteamiento las políticas de empleo están consistiendo en dejar al mercado libre. La
tendencia es que sean las partes las que se pongan de acuerdo, cuando es evidente que en las relaciones
laborales no hay una situación de equilibrio de poder, que permita negociar, en igualdad de oportunidades, sus
condiciones de trabajo.
La lógica del actual sistema económico, basado en la globalización de los mercados, antepone los beneficios
empresariales a las necesidades sociales y personales. Para ello se ha optado por un modelo de relaciones
laborales basado en un importante y estable contingente de parados/as que garantiza unos bajos costes
laborales. La precariedad que sufre buena parte de la juventud se ve reflejada también en la enormes
dificultades que ésta tiene para participar en la actividad sindical. Este intento de debilitamiento de la
estructura sindical es, a su vez, causa de mayor precariedad, en la medida de que son las organizaciones
sindicales las que están llamadas a negociar las condiciones de trabajo en un mercado cada vez menos
protegido por el estado.
4.4.− CONSECUENCIAS DE LA PRECARIEDAD LABORAL.
Las consecuencias de la precariedad laboral que sufren los y las jóvenes se expresan en los diferente órdenes
en los que se ven afectados:
− Retraso en el acceso al mercado de trabajo
− Prolongación de los estudios.
− Desmotivación de sectores activos de la población con mayores dificultades de inserción laboral en la
búsqueda de empleo, como por ejemplo los jóvenes gitanos.
− Retraso en la edad de emancipación.
− Dificultad de acceso a la vivienda
− Elaboración de proyectos de vida a corto plazo.
− Disminución de la natalidad.
− Permanente inestabilidad laboral
− Mayor inestabilidad económica en la unidad familiar.
− Menor tiempo de cotización a la S.S. con la correspondiente pérdida de pensiones.
− Pérdida de poder adquisitivo
13
− Flexibilidad en las condiciones de trabajo. Pérdida de derechos.
− Desempleo estructural permanente
− De la precariedad a la exclusión social hasta llegar a la pobreza.
− Proliferación de la economía sumergida
− Escasa relación entre estudios y ocupación. Dificultad de trazar una trayectoria laboral.
− La política del fomento del empleo: Te tienes que mover tú Culpabilización de las personas que están en
paro
− Fracaso escolar como antesala de precariedad laboral.
− Pérdida de fuerza en el movimiento obrero y sindical
− Mayor siniestralidad laboral.
− Abaratamiento del despido.
− Intento de hacer prevalecer el pacto individual sobre la negociación colectiva. Intento de socavar el
derecho laboral.
− Aparición de las primeras generaciones que tienen menos derechos consolidados que sus generaciones
anteriores.
♦ Trabajar para desarrollarte como persona ha dado paso a trabajar para sobrevivir. Sin
atractivo para el trabajador. Camino a ninguna parte. Todo pasa por sus vidas pero nada se
queda
Pero una de las cuasas de mayor embergadura son las HUELGAS. En el marco de las relaciones laborales, la
huelga es un paro organizado de la producción llevado a efecto por un grupo de trabajadores con el fin de
obligar al empresario a acceder a sus demandas salariales o de mejora de las condiciones laborales. A veces se
emprende una huelga por motivos puramente políticos y no laborales. Por regla general, la huelga la convoca
un sindicato. También se puede convocar una huelga para solidarizarse con los trabajadores de otro sector
industrial.
Se conocen varios tipos de Huelgas:
Los trabajadores pueden convocar una huelga o llevar a cabo otro tipo de medida de fuerza con el fin de
obtener mejoras en las condiciones laborales, como incrementos salariales o reducción de la jornada laboral, o
para evitar un cambio desfavorable de la condiciones laborales, como una disminución de salarios. También
se puede convocar una huelga para impedir que el empresario adopte medidas que los trabajadores consideran
perniciosas y contrarias a sus intereses, como el despido injustificado de un trabajador. En Estados Unidos, se
pueden convocar huelgas para forzar al empresario a reconocer un sindicato como interlocutor único en la
negociación colectiva, forzándole a pactar un acuerdo de closed shop, práctica prohibida de forma terminante
en Europa y en Latinoamérica. Las huelgas sólo se convocan en situaciones extremas, cuando se han agotado
las vías de dialogo, o cuando el empresario se niega a aceptar una sentencia dictada por la magistratura de
trabajo. Por otra parte, las huelgas de tipo político se suelen convocar para forzar al gobierno a aceptar
determinadas demandas de los trabajadores, o como arma para derrocar a un gobierno durante una revolución.
14
El principal objetivo táctico de una huelga consiste en interrumpir toda la producción de la empresa o la
industria en cuestión. El medio más utilizado para conseguirlo, tras haber interrumpido el trabajo y haber
abandonado el centro de trabajo, consiste en destinar piquetes de huelguistas ante la fábrica, para impedir que
el empresario traiga trabajadores de otras explotaciones. A veces, los sindicatos tienen fondos reservados para
apoyar las huelgas, de forma que pueden dar ayuda financiera a los huelguistas. En otros casos, los sindicatos
en huelga piden ayuda a otros sindicatos o al resto de los trabajadores para que les apoyen en el plano
económico.
Los huelguistas se consideran trabajadores de la empresa, aunque durante la huelga no trabajen, por lo que
reaccionan con energía cuando el empresario intenta contratar a otros trabajadores para reemplazarles. Esta
práctica ha llegado a provocar violentos enfrentamientos entre huelguistas y trabajadores que no apoyan la
huelga.
Otra técnica consiste en realizar una sentada: los trabajadores se sientan en el puesto de trabajo y se niegan a
moverse hasta que no se resuelvan sus reivindicaciones. Esta técnica apareció en Estados Unidos durante la
década de 1930 pero, al constituir una invasión de la propiedad privada del empresario, es considerada ilegal.
No obstante es una técnica que se ha mostrado muy eficiente en múltiples ocasiones.
Las huelgas más importantes del mundo tuvieron lugar en:
Rusia
Tal vez la huelga más famosa de la historia fue la que se produjo en Rusia en 1917, que surgió a partir de las
acciones revolucionarias dirigidas por los bolcheviques. Estas huelgas representaron el inicio de la Revolución
rusa, provocando la caída del régimen zarista en marzo de 1917, y acto seguido del gobierno dirigido por
Aleksandr Kerenski.
Francia
En el país galo destaca el intento de derrocar el gobierno del presidente Charles de Gaulle mediante una
huelga convocada por trabajadores y estudiantes conocida como el mayo del 68. La huelga estalló como
protesta por la política económica y tuvo una gran repercusión mundial, aunque no logró sus objetivos
políticos, pero sí obtuvo ciertas compensaciones económicas.
España
La segunda mitad de la década de 1980 se caracterizó por una gran conflictividad laboral. Los dos principales
sindicatos, Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), llegaron a convocar dos
huelgas generales que paralizaron toda la actividad económica del país para protestar contra la política
económica y social del gobierno.
América latina
Durante la década de 1980 varios países latinoamericanos protagonizaron violentas huelgas para protestar
contra las duras políticas de ajuste promovidas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. De
todas estas revueltas y huelgas, destaca la de Venezuela en 1989 en la que murieron más de 300 manifestantes
debido a la fuerte represión policial. Asimismo, la huelga obrero−estudiantil en la provincia de Córdoba,
Argentina, en 1969, concluyó con el derrocamiento del gobierno militar del general Juan Carlos Onganía.
4.5.− EXPERIENCIAS VITALES:
Estoy estudiando primer curso de enfermería porque no encuentro trabajo ni de maestra ni de profesora de
15
piano
Tengo que seguir formándome porque con una carrera que tengo no es suficiente para conseguir mi primer
empleo
En tres meses, quince contratos. Sobran las palabras
Ahora trabajo de vigilante de seguridad. Es curioso, pero yo me río cuando oigo eso de la reducción de la
jornada laboral a 35 horas. Mi jornada laboral es de 84 horas semanales. Esto me recuerda que hay quien
trabaja para vivir, y quien vive para trabajar
Todas éstas son experiencias que han vivdo muchos jóvenes y que aún, por desgracia se sigue viviendo. Lo
único que se nos pide es una formación y muchos conocimientos, además de la experiencia, esa experiencia
que ni ellos mismos nos dan la oportunidad de ofrecernósla.
Y siempre llegamos a la misma conclusión: estudiar, ¿ para qué?. Es algo que debe plantearse el gobierno y
los docentes, poniendo remedio a este problema, que cada vez influye más en los jóvenes de hoy día, porque
la educación peligra.
Hay sindicatos que han elaborado una guía, donde se explican los problemas del desepleo juvenil y sus
causas, aportando también en él, varias soluciones que pueden llevarse a cabo para, por lo menos, poder
reducir este problema social. (ver anexo).
No
es
que
seamos
pesimistas
pero
tampoco
vamos
a
taparnos
los
ojos:
La
cosa
afuera
está
que
arde.
Cada
año
salen
de
la
universidad
y
de
los
institutos
16
miles
y
miles
de
jóvenes
como
tú
o
como
yo
¿y
qué
pasa?
Pues
absolutamente
nada.
No
hay
chamba
señores.
Esa
es
la
triste
realidad
que
nos
toca
vivir.
Sin
embargo
no
hay
porque
alterarse,
aún
hay
salidas.
En
este
artículo
repasaremos
el
problema
y
te
daremos
útiles
formas
de
esquivar
el
17
desempleo:
aquel
monstruo
grande
que
pisa
fuerte.
o
Somos los jóvenes uno de los principales grupos más afectados en nuestro país, quienes presentamos una tasa
de desempleo mayor al de los adultos, esto no es un fenómeno reciente, viene ya de varios años. Esta
lamentable situación no ataca a todos los jóvenes sino a aquellos que reúnen ciertas características como:
• Jóvenes con poca preparación educativa y profesional.
• Provienen de hogares pobres que no han terminado de estudiar.
• Llegan de ciudades o regiones afectadas por una crisis económica local.
Pero el mayor problema, es que los jóvenes cuentan con muy poca experiencia laboral, haciendo más difícil
su integración al trabajo; es por eso que en la actualidad existen variados programas de capacitación públicos
y privados para disminuir el desempleo.
18
Fuente: INEI
5.− CONCLUSIONES.
En general se admite que la insuficiencia de la demanda global y la evolución demográfica han contribuído,
en gran parte, a crear el actual problema del paro juvenil. También parece haber acuerdo general en admitir
que estos dos factores no bastan para explicar la amplitud actual de este problema.
Las conclusiones a las que se puede llegar son que, actualmente, para los jóvenes el trabajo es una de las
metas más difíciles de conseguir. La carrera hacia la consecución de un puesto en el mercado laboral, digno y
valorado, está llena de obstáculos, complicados de dejar atrás.
Uno de estos obstáculos, y creemos que el más importante, es la Educación, además de las ofertas que se dan
en el mercado laboral y las exigencias y condiciones que éstas piden.
Sabemos que las ofertas de trabajo son escasas para los jóvenes, pero no porque no haya trabajos para
nosotros, sino porque los requisitos que mantienen son muy competentes. Es decir, la experiencia es un
requisito esencial, pero si no nos dan la oportunidad de poder trabajar, esta experiencia será un montaña sin
fin para todos los jóvenes.
Nadie tiene experiencia en nada. Sólo con la práctica llega la experiencia y éste es el dilema. No hay ofertas
que no requieran esas prácticas elaboradas que te dan un dominio del trabajo ofertado. Lo único que tenemos
es un amplio almacén de conocimientos de conceptos y prácticas teóricas, que al fin y al cabo no nos sirven
para nada.
¿De quién será esta responsabilidad?. Lo habeis acertado, de la Escuela, de la Educación que recibimos en
ella. Ésta sólo está estructurada en la impartición de conocimientos teóricos, pudiendo tener así una base.
Simplemente eso.
No nos educan para poder conseguir un empleo, ni nos ofrecen unas prácticas que consten en nuestro
curriculum como experiencia (aunque sea corta), ni nos proporcionan datos sobre lo que ocurre en nuestra
sociedad en cuanto al tema primordial que se aborda en ella: EL PARO.
No nos informan de las clases de contrato con los que podemos toparnos, ni siquiera unas instrucciones para
poder atenernos cuando hagamos una entrevista de empleo.
Sólo, exclusiva y únicamente nos enseñan teoría, teoría y teoría. Y todos sabemos lo que hace falta:
PRÁCTICAS.
Vemos como nuestros padres tienen un trabajo dificultoso, e incluso indigno, por el contrato o por las horas o
por la situación en las que trabajan. Vemos como día a día uan minoría de personas consiguen un buen
empleo, un trabajo digno, de su agrado, de su profesión, de las expectativas que tuvo. Pero de todo ello es una
minoría la que lo consigue. La gran mayoría buscamos lo mismo, un trabajo que nos guste, que sea la
profesión que hayamos estudiado. Pero es imposible en la actualidad. Es un tema que recoge una multitud de
factores que son dificultosos de entender y solucionar.
19
La educación es la que debe ponerse las pilas y comenzar a abrir los ojos y ver lo que se está viviendo. Cómo
personas con una carrera de 5 años, licenciados, están limpiando escaleras o repartiendo pizzas. Es deprimente
pasar una gran parte de tu vida estudiando para acabar sin nada, como al principio, sin nada.
Una opinión personal, pues sabemos que después de llevarnos 5 años estudiando, como mínimo, esta carrera,
nuestras salidas laborales son escasas. En cambio, vemos como personas que estudian un ciclo de formación
ocupacional tienen su empleo. Vemos que hay ivergencias establecidas dentro de la educación.
Estos ciclos, supuestamente, se elaboran y se llevan a cabo para aquellas personas que no quieren estudiar una
carrera, ni siquiera el Bachillerato. Lo enmarcan como un recurso para que esas personas no se vean sin un
futuro laboral el día de mañana. Pero no ven, que personas que estudian carreras, porque así nuestras opciones
a entrar en el mercado laboral serán más diversas, no tienen un futuro laboral adecuado al grado de estudio
que poseen.
Por ello, la Educación debe formar a educadores y pedagogos para que en su labor docente, instruya a
alumnos y alumnas a poder afrontar una entrevista, a elaborar prácticas y así tener una formación adecuada a
la hora de entrar en el mercado laboral, a enfrentarse a la vida.
Seguro que si todos ponen un granito, solo uno, la cosa cambiaría y se encaminaría hacia una cima alta con
vistas hermosas.
El paro juvenil. Causas y consecuencias .Informes OCDE. Madrid. 1984
www. Mundohogar.com
www. Ugt.es
www. Google.com
Espasa− Calpe. S.A. Madrid 1987.
Microsoft Encarta 98
Mardones, J.M. (1997): Desafías para recrear la escuela.PPC. Madrid.
20
ENTREVISTAS REALIZADAS PARA LA EJECUCIÓN DEL TRABAJO: PARO Y EDUCACIÓN.
PREGUNTAS REALIZADAS A PERSONAS QUE SI TRABAJAN:
1ª ¿TRABAJA USTED EN LA ACTUALIDAD?
2ª ¿QUÉ TIPO DE ESTUDIOS POSEE?
3ª ¿QUÉ TIPO DE TRABAJO DESEMPEÑA?
4ª ¿SU SUELDO ESTÁ ACORDE CON SU TRABAJO?
5ª ¿QUÉ CONFLICTOS CREE QUE SE OCASIONAN AL NO TENER TRABAJO?
6ª ¿ESTUVO ALGUNA VEZ EN PARO?
PREGUNTAS REALIZADAS A PERSONAS QUE NO TRABAJAN:
1ª ¿TRABAJA USTED EN LA ACTUALIDAD?
2ª ¿QUÉ TIPO DE ESTUDIOS POSEE?
3ª ¿EN QUÉ SITUACIÓN ECONÓMICA Y PERSONAL SE ENCUENTRA?
4ª ¿AFECTA SU ESRADO DE DESEMPLEO A SU SITUACIÓN SOCIAL O EN
21
CASA?
5ª ¿CREE QUE SE PUEDE DISMINUIR LA TASA DE PARO?
6ª ¿QUÉ SOLUCIÓN NOS PUEDE APORTAR PARA SOLUCIONAR LA TASA DE DESEMPLEO?
TIPO: SI TRABAJA
PREGUNTA 1ª: .
RESPUESTA 1ª: SI
PREGUNTA 2ª: .
RESPUESTA 2ª: LICENCIADO EN DERECHOEJERZO COMO ABOGADO
PREGUNTA 3ª: .
RESPUESTA 3ª: PUESEL TÍPICO DE UN ABOGADOREPRESENTO A MI CLIENTE DEFENDIENDO
SUS DERECHOS
PREGUNTA 4ª: .
RESPUESTA 4ª: NO, CREO QUE NO ESTÁ ESPECIALMENTE BIEN REMUNERADO
PREGUNTA 5ª: .
RESPUESTA 5ª: PERSONALMENTE NO SABRIA DECIRLE, PERO POR LO QUE SE, SE QUE SE
CREAN CONFLICTOS ECONÓMICOS, Y SOBRE TODO FAMILIARES
PREGUNTA 6ª: ..
RESPUESTA 6ª: NO
TIPO: NO TRABAJA
PREGUNTA 1ª: ..
RESPUESTA 1ª: NO, PERO PORQUE SOY AMA DE CASA Y CON EL SUELDO DE MI ESPOSO NO ES
NECESARIO QUE YO TRABAJE
P 2ª: ..
R 2ª: BACHILLERATO SUPERIOR.Y LUEGO TENGO CURSOS DE IDIOMA
P 3ª: ..
R 3ª: BUENOECONÓMICAMENTE NORMALGRACIAS A DIOS, Y CON RESPECTO A LO FAMILIAR
MUY BIEN, PORQUE TENGO UNA FAMILIA MAGNÍFICA, UN MARIDO MUY BUENO. TENGO
BASTANTES HOBBIES, PUEDO HACER MUCHAS COSAS, COMO NADAR, BAILAR
P 4ª. .
22
R 4ª: PUES NO, EN CASA NOY CON LOS AMIGOS TAMPOCO
P 5ª: .
R 5ª: SI, PORQUE LA GENTE QUE VIENE DE FUERA A TRABAJAR, HACE EL TRABAJO QUE LOS
ESPAÑOLES NO QUEREMOS
P 6ª: .
R 6ª: PUES EL TRABAJO QUE NO SE COTIZA, EN LAS CASAS. DESPUÉS HAY MUCHA ECONOMÍA
SUMERGIDATODO ESO PUEDE SALIR A FLOTE
TIPO: SI TRABAJA
PREGUNTA 1ª: .
RESPUESTA 1ª: SI
P 2ª: .
R 2ª: SOY TÉCNICO EN COCINA
P 3ª: .
R 3ª: PUES LO TIPICO DE UN COCINERO, HACIENDO DE COMER
P 4ª: ..
R 4ª: NOPORQUE ES MUY SACRIFICADOTRABAJAS MÁS DE 10 HORAS, Y TE PEGAN UNA MISERIA
P 5ª: .
R 5ª: SI NO TIENES EMPLEO, NO TIENES NADA EN LA VIDA
P 6ª: .
R 6ª: SITUVE PROBLEMAS CON RESPECTO A MI VIDA, YA QUE TENIA UNA CASA QUE PAGAR Y NO
PUDE PAGARLA. AL NO TENER NÓMINA NO PUEDES COMPRAR NADA. ESTABA TODO EL DIA
DEPRIMIDO, TIRADO EN EL SOFA, AMARGADO
TIPO : NO TRABAJA
PREGUNTA 1ª: .
RESPUESTA 1ª: NO
P 2ª: .
R 2ª: ESTOY ESTUDIANDO BACHILLERATO TODAVÍAPOR LAS TARDES
P 3ª. .
23
R 3ª: MALA, MALÍSIMA.MIRA AHORA ESTABA PEGANDO CARTELES PARA GANARME UN DINERITO
PARA SALIR ESTE FIN DE SEMANA
P 4ª: .
R 4ª: NO
P 5ª:
R 5ª: NO, PORQUE SI NO HAY TRABAJO, NO SE PUEDE DISMINUIR NADA
P 6ª:
R 6ª: NO TENGO NI IDEA AHORA MISMO.NO SENO SABRÍA DECIRTE
TIPO: NO TRABAJA
PREGUNTA 1ª: .
RESPUESTA 1ª: NO
P 2ª:
R 2ª: DERMATOLOGÍA PATOLÓGICA
P 3ª:
R 3ª: EN PARO Y VIVIENDO CON MIS PADRES
P 4ª:
R 4ª: NO, PARA NADA
P 5ª:
R 5ª: CREAR MÁS PUESTOS DE TRABAJO, CREAR CENTROS DONDE P.EJ, YO TRABAJOY NO QUE
MÁS DECIRTE
P 6ª:
R 6ª: DAR MÁS OPORTUNIDADES, CURSOS, ATENCIÓN A PERSONAS QUE LO NECESITAN
TIPO: SI TRABAJA
PREGUNTA 1ª: .
RESPUESTA 1ª: SI
P 2ª: .
R 2ª: ENFERMERÍA
24
P 3ª: .
R 3ª: AUXILIAR DE ENFERMERÍA
P 4ª:
R 4ª: SI, HE COMPARADO Y CREO QUE SI
P 5ª: .
R 5ª: MUCHOSSOCIALESDEPRESIÓN, PROBLEMAS DE SALUD, ETC
P 6ª: .
R 6ª: SI, HACE MUCHO TIEMPO, PERO NO TUVO MUCHAS CONSECUENCIAS, PORQUE VIVÍA CON
MIS PADRES PORQUE ERA MUY JOVEN
TIPO: SI TRABAJA
PREGUNTA 1ª: .
RESPUESTA1ª: SI
P 2ª:
R 2ª: SECUNDARIOS Y ACTUALMENTE ESTUDIO EN LA FACULTAD DE ESTUDIOS EMPRESARIALES
INMOBILIARIOS DE MALAGA
P 3ª: ,,,
R 3ª: GESTIÓN INMOBILIARIA INTEGRAL
P 4ª: .
R 4ª: SOY AUTÓNOMO, NO TENGO SUELDO FIJO, TENGO INGRESOS PROFESIONALES ACORDE
CON MI ACTIVIDAD
P 5ª: .
R 5ª: CONFLICTOS VARIADOSINSEGURIDAD, LA TÍPICA TRISTEZA DE NO PODER TRABAJAR, LA
FALTA DE INGRESOS COMO PARA ATENDER UNA FAMILIA
P 6ª: .
R 6ª: SI, A LOS 40 AÑOS, ESTUVE UN AÑO Y MEDIO EN PARO, Y TUVO CONSECUENCIAS DE
INSEGURIDAD, CONFLICTOS ECONÓMICOS, PERO SE SOLVENTÓ DE LA MEJOR MANERA POSIBLE
BIBLIOGRAFÍA
ENTREVISTAS
ENTREVISTA Nº 1
25
ENTREVISTA Nº 2
ENTREVISTA Nº 3
ENTREVISTA Nº4
ENTREVISTA Nº 5
ENTREVISTA Nº 6
ENTREVISTA Nº 7
26
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