Subvenciones nominativas y las llamadas transferencias verticales: distinción. Viabili... Page 1 of 11 Subvenciones nominativas y las llamadas transferencias verticales: distinción. Viabilidad de la figura del convenio de colaboración Por Eduardo Soler Tappa Abogado del Estado-Jefe del Área de Energía del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio Actualidad Administrativa, N.º 10, Quincena del 16 al 31 May. 2010, Tomo 1, Editorial LA LEY LA LEY 3446/2010 Análisis de la distinción entre subvenciones nominativas y aportaciones dinerarias realizadas entre Administraciones o agentes de la misma (transferencias verticales), y por lo tanto del distinto régimen jurídico al que han de someterse unas y otras. Para conseguir una adecuada comprensión de la materia se parte del concepto de subvención nominativa y su regulación, y del análisis de la figura del convenio como vehículo canalizador de la misma. I. INTRODUCCIÓN La entrada en vigor de la Ley 38/2003, de 17 de noviembre, General de Subvenciones (en adelante LGS) suscita, entre otras, una cuestión frecuentemente tratada por las Abogacías del Estado que prestan sus funciones en servicios consultivos en el ámbito, especialmente, de los distintos Departamentos ministeriales: la distinción entre subvenciones nominativas y aportaciones dinerarias realizadas entre Administraciones o agentes de la misma (transferencias verticales), y por ende, el distinto régimen jurídico al que han de someterse unas y otras. En particular, en lo que a la función del Abogado del Estado respecta, la cuestión no es baladí, pues la práctica demanda conocer con exactitud cuándo puede o debe formalizarse un convenio que estructure y arbitre la entrega dineraria, y cuándo no es posible o debe simplemente adoptarse otra forma de instrumentación. La solución no es, ni mucho menos, fácil ni pacífica, máxime habida cuenta la modificación operada en el artículo 2.2 de la LGS por la Ley 42/2006, de 28 diciembre. En cualquier caso una adecuada comprensión de la materia exige partir del concepto de subvención nominativa y su regulación, y del análisis de la figura del convenio como vehículo canalizador de la misma, teniendo en cuenta como norma esencial a conjugar, la lista de exclusiones del acervo comprensivo de la LGS que la misma contempla. II. SUBVENCIONES NOMINATIVAS En el capítulo III de la Ley de Subvenciones 38/2003 se regula el procedimiento de concesión directa, aplicable únicamente en los supuestos previstos en la Ley, y caracterizado por la no exigencia del cumplimiento de los principios de publicidad y concurrencia. Cuando se trate de subvenciones en que se acredite la dificultad de convocatoria pública o existan razones excepcionales de interés público, social, económico o humanitario que la desaconsejen, la competencia para aprobar las normas que regulan la concesión directa se reserva al Gobierno, a propuesta del titular del departamento interesado. En particular el artículo 3 de la LGS señala que: «Las subvenciones otorgadas por las Administraciones públicas se ajustarán a las prescripciones de esta Ley. http://print.wke.es/wkeonline2/Controller.do 08/06/2010 Subvenciones nominativas y las llamadas transferencias verticales: distinción. Viabili... Page 2 of 11 1. Se entiende por Administraciones públicas a los efectos de esta Ley: a) La Administración General del Estado. b) Las entidades que integran la Administración local. c) La Administración de las Comunidades Autónomas. 2. Deberán asimismo ajustarse a esta Ley las subvenciones otorgadas por los organismos y demás entidades de derecho público con personalidad jurídica propia vinculadas o dependientes de cualquiera de las Administraciones públicas en la medida en que las subvenciones que otorguen sean consecuencia del ejercicio de potestades administrativas». Respecto de la gestión de las subvenciones a que se refiere la LGS, se ha de realizar de conformidad con el artículo 8.3 de la misma de acuerdo con los principios de: a) Publicidad, transparencia, concurrencia, objetividad, igualdad y no discriminación. b) Eficacia en el cumplimiento de los objetivos fijados por la Administración otorgante. c) Eficiencia en la asignación y utilización de los recursos públicos. Ahora bien, prescribe el artículo 18.3 LGS que no será necesaria la publicación en el diario oficial de la Administración competente la concesión de las subvenciones, cuando las mismas tengan asignación nominativa en los presupuestos de las Administraciones, organismos y demás entidades públicas a que se hace referencia en el artículo 3. Continúa el artículo 22 permitiendo la concesión directa de subvenciones frente al sistema ordinario de concesión en régimen de concurrencia competitiva, cuando se trate de subvenciones «a) (...) previstas nominativamente en los Presupuestos Generales del Estado, de las Comunidades Autónomas o de las entidades locales, en los términos recogidos en los convenios y en la normativa reguladora de estas subvenciones (...)». Se configura, pues, por el legislador de 2003 una forma directa de concesión de la subvención que puede obedecer a diversas motivaciones, y cuya primera expresión, y es esto ahora lo que interesa, la integra la prevista nominativamente en los Presupuestos Generales del Estado, esto es, por Ley. Será en estos casos el convenio el instrumento a través del cual se canalice la subvención, de modo que en él se establecerán las condiciones y compromisos que hayan de regir. Así, el artículo 28 de la Ley señala que: «Los convenios serán el instrumento habitual para canalizar las subvenciones previstas nominativamente en los Presupuestos Generales del Estado, o en los de las corporaciones locales, sin perjuicio de lo que a este respecto establezca su normativa reguladora». Por su parte el Reglamento aprobado por Real Decreto 887/2006, con mayor concreción, en el capítulo III regula el procedimiento de concesión directa de subvenciones, basado en la necesidad (dice su Exposición de Motivos) de introducir la necesaria flexibilidad a este método de concesión, dentro de los límites impuestos en la Ley, y con las salvaguardas necesarias para identificar los objetivos de la subvención y asegurar de este modo un seguimiento eficaz de sus resultados (1). http://print.wke.es/wkeonline2/Controller.do 08/06/2010 Subvenciones nominativas y las llamadas transferencias verticales: distinción. Viabili... Page 3 of 11 De su articulado (artículo 65) puede extraerse el propio concepto de subvención nominativa («1. A efectos de lo dispuesto en el artículo 22.2 a) de la Ley General de Subvenciones, son subvenciones previstas nominativamente en los Presupuestos Generales del Estado (...), aquellas cuyo objeto, dotación presupuestaria y beneficiario aparecen determinados expresamente en el estado de gastos del presupuesto»); su régimen jurídico («2. En la Administración General del Estado, en las Entidades Locales y en los organismos públicos vinculados o dependientes de ambas, será de aplicación a dichas subvenciones, en defecto de normativa específica que regule su concesión, lo previsto en la Ley General de Subvenciones y en este Reglamento, salvo en lo que en una y otro afecte a la aplicación de los principios de publicidad y concurrencia»); y el procedimiento para la concesión («3. El procedimiento para la concesión de estas subvenciones se iniciará de oficio por el centro gestor del crédito presupuestario al que se imputa la subvención, o a instancia del interesado, y terminará con la resolución de concesión o el convenio. En cualquiera de los supuestos previstos en este apartado, el acto de concesión o el convenio tendrá el carácter de bases reguladoras de la concesión a los efectos de lo dispuesto en la Ley General de Subvenciones»). A su vez añade el precepto los extremos que habrá de incluir la resolución o el convenio. III. TRANSFERENCIAS DE CAPITAL. DISTINCIÓN La subvención puede definirse como toda disposición dineraria realizada por cualquiera de los sujetos del artículo 3 de la LGS (Administración del Estado, CC.AA., etc.), a favor de personas públicas o privadas, siempre que la entrega se realice sin contraprestación directa de los beneficiarios; esté sujeta al cumplimiento de un determinado objetivo (o la ejecución de un proyecto, la realización de una actividad, la adopción de un comportamiento singular, ya realizados o por desarrollar, o la concurrencia de una situación, debiendo el beneficiario cumplir las obligaciones materiales y formales que se hubieran establecido); y que el proyecto, la acción, conducta o situación financiada tenga por objeto el fomento de una actividad de utilidad pública o interés social o de promoción de una finalidad pública (artículo 2.1 LGS). Como se ha dicho, es nominativa cuando la misma está prevista nominativamente en los Presupuestos Generales del Estado, de las Comunidades Autónomas o de las entidades locales, en los términos recogidos en los convenios y en la normativa reguladora de estas subvenciones. Por el contrario no son subvenciones, sino tan sólo entregas dinerarias no subvencionales, las aportaciones (dinerarias) entre diferentes Administraciones públicas, destinadas a financiar globalmente la actividad de la Administración a la que vayan destinadas, y las que se realicen entre los distintos agentes de una Administración cuyos presupuestos se integren en los Presupuestos Generales de la Administración a la que pertenezcan, tanto si se destinan a financiar globalmente su actividad como a la realización de actuaciones concretas a desarrollar en el marco de las funciones que tenga atribuidas, siempre que no resulten de una convocatoria pública (artículo 2.2 LGS). Son precisamente estas definiciones y los requisitos que entrañan, las que originan el reto de distinguir una y otra figura. 1. Dictamen de la Abogacía General del Estado-Dirección del Servicio Jurídico del Estado 5/2009, de 6 de marzo de 2009 El Dictamen de la Abogacía General del Estado-Dirección del Servicio Jurídico del Estado 5/2009, de 6 de marzo de 2009, sienta el criterio de que cuando las aportaciones dinerarias de la ejecución de una concreta partida presupuestaria http://print.wke.es/wkeonline2/Controller.do 08/06/2010 Subvenciones nominativas y las llamadas transferencias verticales: distinción. Viabili... Page 4 of 11 se realizan entre diferentes Administraciones Públicas para financiar globalmente la actividad de la Administración a la que vayan destinadas, o se realizan entre los distintos agentes de una Administración (una misma Administración ha de entenderse) cuyos presupuestos se integran en los Presupuestos Generales de la Administración a la que pertenecen, en este caso tanto si se destinan a financiar globalmente su actividad como si lo hacen para la realización de actuaciones concretas a desarrollar en el marco de las funciones que tenga atribuidas (siempre que no resulten de una convocatoria pública), resultará de aplicación la excepción prevista en el artículo 2.2 de de la LGS (en la redacción dada por la DA 8.ª de la Ley 42/2006 —desarrollada igualmente en el artículo 2.2 de su Reglamento, aprobado por Real Decreto 887/2006—). En ese supuesto, pues, las partidas presupuestarias no estarán sometidas directamente a las disposiciones contenidas en la LGS, ni tan siquiera por aplicación analógica de las disposiciones contenidas en los artículos 28 de la LGS y 65 de su Reglamento relativas a las subvenciones previstas nominativamente en los Presupuestos Generales del Estado. El superior Centro Directivo llega tal conclusión, entre otras, por las siguientes razones: A) En primer lugar, en el ordenamiento jurídico español no existe una laguna legal en cuanto a la regulación del procedimiento que ha de seguirse para la ejecución de las aplicaciones presupuestarias, sino que, por el contrario, las disposiciones relativas a la ejecución de los créditos presupuestarios contenidas en la Ley 47/2003, de 26 de noviembre, General Presupuestaria (en adelante, LGP) regulan suficientemente esa materia. Por ello, no existiendo laguna legal, falta el presupuesto de hecho indispensable al que el artículo 4.1 del Código Civil condiciona la procedencia de la aplicación analógica de las normas jurídicas. B) En segundo término, y a mayor abundamiento de lo anteriormente expresado, el Centro Directivo entiende que, aun en el supuesto de que existiera efectivamente una laguna legal en cuanto a la regulación de la materia, dicha hipotética laguna legal no debería ser colmada en ningún caso mediante la aplicación analógica de las disposiciones recogidas en la LGS y en su Reglamento para la regulación de las subvenciones previstas nominativamente en los Presupuestos Generales del Estado, y ello entre otros motivos, porque entre el supuesto regulado por esas disposiciones (el otorgamiento de subvenciones por el procedimiento de concesión directa, por estar previstas nominativamente en los Presupuestos Generales del Estado) y aquel al que se pretende aplicarlas por analogía (la tramitación de las aplicaciones presupuestarias previstas en los Presupuestos Generales del Estado como transferencias corrientes, transferencias de capital y aportaciones patrimoniales para la financiación global de la actividad de la entidad de que se trate) no existe la identidad de razón exigida por el artículo 4.1 del Código Civil como fundamento de la aplicación analógica de las normas jurídicas. Justifica la Abogacía General del Estado que la aplicación analógica de las disposiciones de la LGS y de su Reglamento relativas al otorgamiento de subvenciones nominativas previstas en los Presupuestos Generales del Estado implicarla, en definitiva, una infracción de la voluntad del legislador, expresada en el articulo 2,2 de la LGS, que no fue otra que la de excluir este tipo de aportaciones dinerarias entre Administraciones Públicas para la financiación global de la actividad de una de ellas del ámbito de aplicación de este texto legal, mens legislatoris que quedaría vulnerada si, por vía analógica, se aplicara al caso supuestamente no regulado las disposiciones que el propio legislador ha http://print.wke.es/wkeonline2/Controller.do 08/06/2010 Subvenciones nominativas y las llamadas transferencias verticales: distinción. Viabili... Page 5 of 11 excluido de forma expresa. 2. Informe de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) de fecha 4 de mayo de 2007 (Boletín informativo de la IGAE n.º 93, año 2007) También el Informe de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) de fecha 4 de mayo de 2007 (Boletín informativo de la IGAE n.º 93, año 2007), aborda la cuestión, señalando que el artículo 2 de la Ley 38/2003, de 17 de noviembre, tiene por objeto delimitar el concepto de subvención a efectos de la citada Ley, realizando dicha delimitación en un doble sentido. Así, señala que el artículo 2.2 establece dos tipos de figuras que no tienen la consideración de subvención pública: La primera se refiere a las aportaciones dinerarias realizadas entre diferentes Administraciones Públicas cuando dichas aportaciones tienen por objeto financiar globalmente la actividad de la Administración destinataria. La segunda se refiere a las aportaciones dinerarias que se realicen entre distintos agentes de una misma Administración cuyos presupuestos estén integrados en los Presupuestos Generales de la Administración que se trate, independientemente de que se destinen a financiar globalmente la actividad o una actuación concreta, siempre que no resulten de una convocatoria pública. 2.1. Aportaciones dinerarias realizadas entre diferentes Administraciones Públicas cuando dichas aportaciones tienen por objeto financiar globalmente la actividad de la Administración destinataria En relación con la primera de las figuras señaladas, dos son los requisitos que han de concurrir para estar en presencia del hecho que permite su aplicación. Uno, de carácter subjetivo, consistente en que las aportaciones dinerarias se realicen entre Administraciones Públicas, y otro, de carácter finalista, consistente en que la aportación dineraria esté destinada a financiar globalmente la actividad de la Administración que la recibe. 2.1.1. Aportaciones entre Administraciones Públicas La IGAE considera que una interpretación literal de la norma implicaría limitar el supuesto de hecho a las aportaciones dinerarias realizadas entre la Administración General del Estado, las entidades que integran la Administración Local y la Administración de las Comunidades Autónomas, quedando excluido cualquier otro ente dependiente de las anteriores, por cuanto ésta es la definición que de «Administración Pública» recoge el propio artículo 3 de la LGS. Sin embargo, la IGAE considera que el término «Administración Pública» que utiliza el artículo 2.2 de la Ley, ha de ser interpretado, no de forma literal, sino en su contexto. De modo que se debería efectuar una interpretación del término «Administración Pública» en sentido amplio, comprensivo de todos los entes incluidos en cualquiera de las tres Administraciones territoriales. Así, la segunda parte del artículo 2.2 no se referiría a «agentes dependientes o vinculados» sino a «agentes de una Administración» a la que «pertenezcan». Por tanto, el concepto de Administración Pública que se desprendería del artículo 2.2 es un concepto integrador, del que resulta que las transferencias globales de financiación entre Administraciones Públicas deberían entenderse tanto entre Administraciones Territoriales, como entre una Administración territorial y los organismos y entes agentes en definitiva integrados en otra Administración territorial, así como entre agentes de distintas Administraciones territoriales. Una concepción similar a la aquí expuesta es la que recoge la Ley 18/2001, de 12 de diciembre, General de Estabilidad Presupuestaria, al referirse en su artículo 2 a los «grupos de agentes que integran el del Sector público». http://print.wke.es/wkeonline2/Controller.do 08/06/2010 Subvenciones nominativas y las llamadas transferencias verticales: distinción. Viabili... Page 6 of 11 2.1.2. Aportación dineraria destinada a financiar globalmente la actividad de la Administración La aportación dineraria debe destinarse a financiar globalmente la actividad de la Administración que la recibe. La interpretación de este requisito resulta de la literalidad del artículo 2.2 del Reglamento General de Subvenciones que dispone «A los efectos de lo dispuesto en el apartado 2 del artículo 2 de la Ley General de Subvenciones, se entenderá por financiación global las aportaciones destinadas a financiar total o parcialmente, con carácter indiferenciado, la totalidad o un sector de la actividad de una Administración (...)». 2.2. Aportaciones dinerarias que se realicen entre distintos agentes de una misma Administración cuyos presupuestos estén integrados en los Presupuestos Generales de la Administración que se trate, independientemente de que se destinen a financiar globalmente la actividad o una actuación concreta, siempre que no resulten de una convocatoria pública Para aplicar esta figura, que no tiene carácter de subvención, el artículo 2.2 LGS exige tres requisitos que han de concurrir para su aplicación: 2.2.1. Que las aportaciones dinerarias se realicen entre agentes de una misma Administración cuyos presupuestos se integren en los Presupuestos Generales de la Administración a la que pertenezcan A) En este punto la IGAE considera «agente» de la Administración toda aquella entidad o ente con capacidad de obrar perteneciente a dicha Administración, lo que, en concreto, en el ámbito de la Administración del Estado se refiere tanto a la propia Administración General del Estado como a todos los entes dependientes de aquélla con capacidad de obrar, independientemente de su denominación. Así, a título de ejemplo, se incluirían dentro de estos últimos los organismos autónomos, las entidades públicas empresariales, las fundaciones públicas, las agencias, los consorcios, las sociedades mercantiles, etc. (2). B) Por otra parte, el requisito exige que la entidad concedente y la beneficiaria de la aportación integren sus presupuestos en los presupuestos de la Administración a la que pertenecen. En el ámbito de la Administración del Estado ello implica que los presupuestos de ambas entidades estén integrados en los Presupuestos Generales del Estado (3). La definición de lo que se entiende por sector público estatal a efectos de régimen presupuestario se encuentra recogida en el artículo 2 de la Ley 47/2003, de 26 de noviembre, General Presupuestaria(4). Por tanto, el requisito exige que las aportaciones dinerarias se realicen entre los sujetos enumerados en el artículo 2 de la Ley General Presupuestaria. No obstante, señala la IGAE que debe hacerse una matización respecto a las sociedades mercantiles y los consorcios. Así, en principio, únicamente forman parte del sector público estatal, integrándose, por tanto, sus presupuestos en los Presupuestos Generales del Estado, aquellas sociedades mercantiles y aquellos consorcios en los que concurren los requisitos establecidos en las letras e) y h) del artículo 2.1 anteriormente citado y, en consecuencia, de conformidad con el artículo 1 de la Ley 47/2003, de 26 de noviembre, a ellos les será de aplicación el régimen presupuestario, económico-financiero, de contabilidad y de control financiero previsto en la Ley General Presupuestaria. Por su parte, la Disposición Adicional Novena de la citada Ley, bajo la rúbrica Sociedades mercantiles y otros entes controlados por el sector público dispone: «El Estado promoverá la celebración de convenios con las Comunidades Autónomas o las entidades locales, con el objeto de coordinar el régimen presupuestario, financiero, contable y de control de las sociedades mercantiles en las que participen, de forma minoritaria, las entidades que integran el sector público estatal, la Administración de las Comunidades Autónomas o las entidades locales, o los entes a ellas vinculados o dependientes, cuando la http://print.wke.es/wkeonline2/Controller.do 08/06/2010 Subvenciones nominativas y las llamadas transferencias verticales: distinción. Viabili... Page 7 of 11 participación de los mismos considerada conjuntamente fuera mayoritaria o conllevara su control político. Lo anterior será de aplicación a los consorcios que, no cumpliendo los requisitos establecidos en el párrafo h) del apartado 1 del artículo 2 de esta Ley respecto de ninguna de las Administraciones que en dichos entes participen, sean financiados mayoritariamente con recursos procedentes del Estado, las Comunidades Autónomas o corporaciones locales, las Administraciones anteriores hayan aportado mayoritariamente a las mismas dinero, bienes o industria, o se hayan comprometido, en el momento de su constitución, a financiar mayoritariamente dicho ente y siempre que sus actos estén sujetos directa o indirectamente al poder de decisión conjunto de dichas Administraciones». Por tanto, entiende la Intervención General que aquellas sociedades mercantiles y consorcios que, en virtud de acuerdos o pactos, se encuentren sometidas a las normas presupuestarias, financieras, contables y de control establecidas en la Ley General Presupuestaria para el resto de los entes que integran el Sector Público Estatal y sus presupuestos se integren, en virtud de tales pactos, en los Presupuestos Generales del Estado, han de ser consideradas como parte del mismo, si no de forma directa, sí por remisión de las normas que les son de aplicación y que, por ello, han de entenderse incluidas dentro de los «agentes» que menciona el artículo 2.2 de la LGS. 2.2.2. Que la aportación dineraria se destine a financiar globalmente la actividad del destinatario de la misma o bien una actuación concreta El segundo requisito señalado consiste en que la aportación dineraria ha de destinarse a financiar globalmente la actividad del destinatario de la misma o bien una actuación concreta. Ambos conceptos, financiación global y financiación concreta, se encuentran definidos en la propia normativa de subvenciones. Así, por financiación global ha de entenderse lo ya señalado, esto es, que las aportaciones vayan destinadas a financiar total o parcialmente, con carácter indiferenciado, la totalidad o un sector de la actividad de una Administración. Respecto a lo que se entiende por financiación concreta, habrá de estarse a lo dispuesto en el artículo 2.1 b) de la LGS, esto es «Que la entrega esté sujeta al cumplimiento de un determinado objetivo, la ejecución de un proyecto, la realización de una actividad, la adopción de un comportamiento singular ya realizados o por desarrollar, o la concurrencia de una situación, (...)». 2.2.3. Que la aportación no resulte de una convocatoria pública Este requisito implica que si la aportación dineraria se realiza en el ámbito de una convocatoria pública realizada de acuerdo con la Ley General de Subvenciones, dicha aportación tendrá la consideración de subvención y, en consecuencia, le será de aplicación la LGS. Finalmente, una vez analizadas las dos figuras que, de conformidad con el artículo 2.2 de la LGS no tienen la consideración de subvención pública y, por lo tanto, que no les son de aplicación lo dispuesto en dicha Ley, la IGAE sienta la siguiente conclusión: «De conformidad con lo establecido en el artículo 2.2 de la Ley 38/2003, de 17 de noviembre, General de Subvenciones, estarán excluidas del ámbito de su aplicación, las aportaciones dinerarias realizadas entre Administraciones con el objeto de financiar total o parcialmente, con carácter indiferenciado, la totalidad o un sector de la actividad de una Administración Pública o de los entes dependientes de éstas. Asimismo, quedarán excluidas del ámbito de aplicación de la Ley General de Subvenciones, en el ámbito de la Administración del Estado, las aportaciones http://print.wke.es/wkeonline2/Controller.do 08/06/2010 Subvenciones nominativas y las llamadas transferencias verticales: distinción. Viabili... Page 8 of 11 dinerarias que, no derivadas de una convocatoria pública, se destinen a la financiación global o particular de una actividad, cuando dichas aportaciones se realicen entre los entes que se consideran integrantes del Sector Público Estatal, esto es, los enumerados en el artículo 2 de la Ley 47/2003, de 27 de noviembre General Presupuestaria y los de la Disposición adicional novena de la citada ley siempre y cuando estos últimos, en virtud de los correspondientes acuerdos, estén sometidos a la Ley General Presupuestaria en cuanto a su régimen presupuestario, financiero, contable y de control, integrando, por tanto, sus presupuestos en los Presupuestos Generales del Estado». IV. CONCLUSIONES Teniendo en cuenta todas las consideraciones expuestas acerca de la dicotomía existente entre subvenciones nominativas y otras entregas dinerarias, pueden extraerse las siguientes conclusiones en cuanto a su significación y régimen jurídico: Cuando las aportaciones dinerarias de la ejecución de una concreta partida presupuestaria se realizan entre diferentes Administraciones Públicas para financiar globalmente la actividad de la Administración a la que vayan destinadas, o se realizan entre los distintos agentes de una Administración (una misma Administración ha de entenderse) cuyos presupuestos se integran en los Presupuestos Generales de la Administración a la que pertenecen, en este caso tanto si se destinan a financiar globalmente su actividad como si lo hacen para la realización de actuaciones concretas a desarrollar en el marco de las funciones que tenga atribuidas (siempre que no resulten de una convocatoria pública), resultará de aplicación la excepción prevista en el artículo 2.2 de de la LGS (en la redacción dada por la DA 8.ª de la Ley 42/2006 —desarrollada igualmente en el artículo 2.2 de su Reglamento, aprobado por Real Decreto 887/2006—). En ese supuesto, pues, las partidas presupuestarias no estarán sometidas directamente a las disposiciones contenidas en la LGS. Es decir: a) Si se realizan entre diferentes Administraciones Públicas para financiar globalmente la actividad de la Administración a la que vayan destinadas, quedan excluidas de la LGS. b) Si se realizan entre diferentes Administraciones Públicas para financiar actuaciones concretas (en la definición que proporciona el artículo 2.1 b de la LGS) y que en la práctica equivaldría a señalar en los Presupuestos Generales del Estado (o de la Administración concreta) un concreto destino, quedan incluidas en la LGS. c) Si se realizan entre los distintos agentes de una (misma) Administración cuyos presupuestos se integran en los Presupuestos Generales de la Administración a la que pertenecen, en este caso, tanto si se destinan a financiar globalmente su actividad, como si lo hacen para la realización de actuaciones concretas a desarrollar en el marco de las funciones que tenga atribuidas, quedan excluidas de la LGS. Para entender qué ha de considerarse por «agentes» es indicativo el Informe de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) de fecha 4 de mayo de 2007 (Boletín informativo de la IGAE n.º 93, año 2007), en virtud del cual habría de considerarse como agente tanto la propia Administración General del Estado como todos los entes dependientes de la misma con capacidad de http://print.wke.es/wkeonline2/Controller.do 08/06/2010 Subvenciones nominativas y las llamadas transferencias verticales: distinción. Viabili... Page 9 of 11 obrar, independientemente de su denominación (organismos autónomos, entidades públicas empresariales, fundaciones públicas, agencias, consorcios, etc.). Y en particular señala el referido Informe que habrían también de entenderse incluidas dentro de los «agentes» que menciona el artículo 2.2 de la LGS si no de forma directa, sí por remisión de las normas que les son de aplicación, aquéllas sociedades mercantiles y consorcios, que, en virtud de acuerdos o pactos, se encuentren sometidas a las normas presupuestarias, financieras, contables y de control establecidas en la Ley General Presupuestaria para el resto de los entes que integran el Sector Público Estatal, de modo que sus presupuestos se integren, en virtud de de tales pactos, en los Presupuestos Generales del Estado. Es decir, en ese caso serían agentes y por tanto se les aplica la exclusión de la LGS. Además, la Abogacía General del Estado sienta dos consecuencias de extraordinaria relevancia para el caso de exclusión de la LGS, como son: 1.ª En esos casos no es posible mantener la procedencia de la aplicación analógica de las disposiciones contenidas en los artículos 28 de la LGS y 65 de su Reglamento relativas a las subvenciones previstas nominativamente en los Presupuestos Generales del Estado; por lo tanto no es posible formalizar un convenio de colaboración de los del artículo 28.1 LGS, entre el concedente y el receptor. 2.ª Por otro lado tampoco será aplicable en esos casos el instrumento del convenio de colaboración como institución jurídico-administrativa autónoma, al no concurrir las notas propias de la figura del convenio de colaboración ya expuestas por la misma Abogacía General del Estado en Dictamen 4/2007. Debería, no obstante, entenderse (añadimos nosotros) que lo que no cabe en esos supuestos es la figura del convenio de colaboración que «puramente» trate de canalizar, encauzar o reglar la transferencia de capital, pero nada impediría la existencia de un convenio que, al margen de aquella función, articulara propiamente relaciones de colaboración entre ambas partes vinculadas o relacionadas con la transferencia realizada, siempre y cuando se cumplieran los requisitos que para la figura de la colaboración señala el mentado Dictamen AGE 4/2007. (1) En este sentido resulta de interés el estudio doctrinal de MANTECA VALDELANDE, V., Nuevo Reglamento de Subvenciones, Actualidad Jurídica Aranzadi, Parte Comentario núm. 716/2006 (2006) sobre la regulación en capítulo específico del Reglamento del régimen de concesión directa impuesta por una norma con rango legal.Ver texto (2) Señala la IGAE que este mismo sentido para el término «agente» parece ser el utilizado por el legislador en la Ley 18/2001, de 12 de diciembre, General de Estabilidad Presupuestaria (hoy ya derogada por el Texto Refundido de la Ley de Estabilidad Presupuestaria aprobado por Real Decreto Legislativo 2/2007), al establecer en su artículo 2 «A los efectos de la presente Ley, el sector público se considera integrado por los siguientes grupos de agentes: a) La Administración General del Estado, los Organismos autónomos y los demás entes públicos dependientes de aquélla, que presten servicios o produzcan bienes que no se financien mayoritariamente con ingresos comerciales, así como http://print.wke.es/wkeonline2/Controller.do 08/06/2010 Subvenciones nominativas y las llamadas transferencias verticales: distinción. Viab... Page 10 of 11 los órganos con dotación diferenciada en los Presupuestos Generales del Estado. b) Las Entidades que integran el Sistema de la Seguridad Social. c) La Administración de las Comunidades Autónomas, así como los entes y Organismos públicos dependientes de aquélla, que presten servicios o produzcan bienes que no se financien mayoritariamente con ingresos comerciales. d) Las Entidades Locales, los Organismos autónomos y los entes públicos dependientes de aquélla, que presten servicios o produzcan bienes que no se financien mayoritariamente con ingresos comerciales. 2. El resto de las entidades públicas empresariales, sociedades mercantiles y demás entes de derecho público dependientes de la Administración del Estado, de las Administraciones de las Comunidades Autónomas o de las Entidades Locales y no comprendidos en el número anterior, tendrán asimismo consideración de sector público y quedarán sujetos a lo dispuesto en el Título I de esta Ley y a las normas que específicamente se refieran a las mismas».Ver texto (3) En el caso de las Fundaciones resultará siempre complicado para el Abogado del Estado informante conocer cuando una Fundación integra sus presupuestos en los Presupuestos Generales de la Administración del Estado, a menos que le sea así expresado por el órgano consultante, lo que no es frecuente. Será entonces de suma utilidad la consulta del listado recogido en la aplicación informática «INVESPE» del Ministerio de Economía y Hacienda.Ver texto (4) Dice así: «1. A los efectos de esta Ley forman parte del sector público estatal: a) La Administración General del Estado. b) Los organismos autónomos dependientes de la Administración General del Estado. c) Las entidades públicas empresariales, dependientes de la Administración General del Estado, o de cualesquiera otros organismos públicos vinculados o dependientes de ella. d) Las entidades gestoras, servicios comunes y las mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales de la Seguridad Social en su función pública de colaboración en la gestión de la Seguridad Social. e) Las sociedades mercantiles estatales, definidas en la Ley de Patrimonio de las Administraciones Públicas. f) Las fundaciones del sector público estatal, definidas en la Ley de Fundaciones. g) Las entidades estatales de derecho público distintas a las mencionadas en los párrafos b) y c) de este apartado. h) Los consorcios dotados de personalidad jurídica propia a los que se refieren los artículos 6, apartado 5 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo http://print.wke.es/wkeonline2/Controller.do 08/06/2010 Subvenciones nominativas y las llamadas transferencias verticales: distinción. Viab... Page 11 of 11 Común, y 87 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local, cuando uno o varios de los sujetos enumerados en este artículo hayan aportado mayoritariamente a los mismos dinero, bienes o industria, o se haya comprometido, en el momento de su constitución, a financiar mayoritariamente dicho ente y siempre que sus actos estén sujetos directa o indirectamente al poder de decisión de un órgano del Estado». Ver texto Revistas especializadas http://print.wke.es/wkeonline2/Controller.do 08/06/2010