Oh Dios que desde la zarza ardiente llamaste a Moisés para que
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Oh Dios que desde la zarza ardiente llamaste a Moisés para que fuera tu mensajero de liberación para tu pueblo Oh Dios que desde la columna de fuego iluminaste y guiaste a tu pueblo por el camino del desierto. Oh Dios que purificaste en el fuego los labios de Isaías para hacerlo tu profeta, portador de tu Palabra. Oh Padre que enviaste a tu Hijo Jesucristo para encender y hacer arder el mundo en el fuego de tu amor. Oh Padre que con el Hijo envías el Espíritu Santo al mundo para que arda en Pentecostés. Reaviva en nosotros, catequistas la llama de la Fe que encendiste en el Bautismo. Queremos ser portadores de tu Luz; que el fuego de tu Amor nos purifique, que el soplo de tu Espíritu avive el fuego que encendiste en tu Iglesia. Que nuestras comunidades del campo y la ciudad, de los barrios, colegios y familias sean hogar ardiente donde se comparte el de la fe en Jesús Resucitado. María, Madre de la Iglesia, ayúdanos a compartir el fuego de la fe.
