ORDENAMIENTOS PARA APLICAR EN ECUADOR LA

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ORDENAMIENTOS PARA APLICAR EN ECUADOR LA CONSTITUCIÓN
APOSTÓLICA EX CORDE ECCLESIAE
1.
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES:
La Constitución Apostólica Ex corde Ecclesiae, en sus Normas Generales, señala:
“Una Universidad Católica, en cuanto católica, inspira y realiza su investigación, la
enseñanza y todas las demás actividades según los ideales, principios y actitudes
católicos. Ella está vinculada a la Iglesia o por el trámite de un formal vínculo
constitutivo o estatutario o en virtud de un compromiso institucional asumido por
sus responsables”. (Artículo 2. &2)
“Una Universidad Católica posee la autonomía necesaria para desarrollar su
identidad específica y realizar su misión propia. La libertad de investigación y de
enseñanza es reconocida y respetada según los principios y métodos propios de
cada disciplina, siempre que sean salvaguardados los derechos de las personas y
de la comunidad y dentro de las exigencias de la verdad y del bien común”
(Artículo 2. &5).
2.
CATEGORÍAS DE LOS INSTITUTOS CATÓLICOS DE EDUCACIÓN
SUPERIOR, SEGÚN SU MODO DE ERECCIÓN:
2.1.
Las Universidades Católicas y otros Institutos Católicos de Estudios
Superiores existentes en el Ecuador se catalogan en las siguientes
categorías:
2.1.1. Instituciones erigidas o aprobadas por la Santa Sede, por la Conferencia
Episcopal Ecuatoriana o por un Obispo Diocesano.
2.1.2. Instituciones erigidas por un Instituto Religioso (o por otra persona jurídica
pública) con el consentimiento del Obispo Diocesano.
2.1.3. Instituciones erigidas por personas privadas (eclesiásticas o laicas) que se
ajusten a estos Ordenamientos en cuanto a su establecimiento (que debe
hacerse con el consentimiento del Obispo en cuya Diócesis se encuentra la
sede principal de la Institución) y en cuanto a las condiciones para ser
consideradas como católicas (que son las de la Constitución Apostólica,
como se concretizan en los artículos siguientes de estos Ordenamientos).
2.2.
Cada una de las Instituciones Católicas de Educación Superior debe
pertenecer oficialmente a una de estas tres categorías antes mencionadas
de modo que conste con claridad lo siguiente:
2.2.1. En la primera categoría, el documento de erección o aprobación por parte
de la respectiva autoridad eclesiástica.
2.2.2. En la segunda categoría, el documento de erección y el documento de
consentimiento del Obispo de la diócesis donde se encuentra la sede matriz
o principal junto con las condiciones bajo las cuales se hubiere dado tal
consentimiento.
2.2.3. En la tercera categoría, el documento en que conste el consentimiento de la
autoridad eclesiástica competente y las condiciones que se hubieren
acordado por las partes, en sujeción a los presentes Ordenamientos.
3.
NORMA GENERAL:
Toda Institución Católica de Educación Superior debe manifestar su propia
identidad católica ya en sus estatutos, ya por medio de otro documento público
apropiado. Esa identidad se asegura con algunos medios, los cuales deben
constar tanto en la estructura como en los reglamentos de la Institución, en
conformidad con los artículos siguientes.
4.
SOBRE LAS AUTORIDADES:
En cuanto a los derechos y obligaciones de las diversas autoridades que tienen
responsabilidad en las Instituciones Católicas de Educación Superior, se
observará lo siguiente:
4.1.
4.2.
4.3.
4.4.
4.5.
5.
La Conferencia Episcopal Ecuatoriana, cuando hubiere erigido o aprobado
una institución, designará a su Gran Canciller (si se trata de una
Universidad) o a un delegado suyo que tenga atribuciones semejantes a las
del Gran Canciller, si se trata de un Instituto Superior. Estos dignatarios
ejercerán la misma responsabilidad de que se habla en 4.2.
El Obispo de la Diócesis en la que está ubicada la sede principal de una
institución ejercerá la responsabilidad de promover su buena marcha y de
vigilar para que se mantenga y fortalezca su carácter católico y se observen
fielmente los principios de la doctrina católica. Esto lo cumplirá según los
estatutos respectivos, ejerciendo ya sea el cargo de Gran Canciller, ya otra
función con las atribuciones respectivas.
El Obispo de una Diócesis en la que exista una extensión o sede regional
de otra Universidad o Instituto Superior tendrá en su territorio las
atribuciones correspondientes a las del Obispo de que se habla en 4.2. y
las ejercitará en armonía con aquél.
El Superior Mayor del Instituto Religioso que haya erigido una Universidad o
Instituto Superior o tenga su responsabilidad (por habérsele confiado o de
cualquier otro modo) ejercerá el cargo de Gran Canciller o de Vice-Gran
Canciller (o una función semejante a éstas) y será responsable o
corresponsable de las tareas que se mencionan en 4.2.
El Rector (o el representante legal de la Institución) ya sea personalmente,
ya también –si fuere del caso- solidariamente como Presidente o miembro
de Consejos Universitarios, será el responsable ante la Iglesia por parte de
las Autoridades Universitarias de todo lo que concierne al cumplimiento de
la Constitución Apostólica Ex corde Ecclesiae y de estos Ordenamientos.
SOBRE LOS PROFESORES Y OTRO PERSONAL:
En cuanto a los procedimientos apropiados para que se apliquen en concreto
diversas normas importantes de la Constitución Apostólica, se observará lo
prescrito por la Constitución Apostólica Ex corde Eclesiae en Normas Generales,
Artículo 4& 3:
“En los modos concordes con las diversas disciplinas académicas, todos los
profesores católicos deben acoger fielmente y todos los demás docentes deben
respetar la doctrina y la moral católica en su investigación y en su enseñanza. En
particular, los teólogos católicos conscientes de cumplir un mandato recibido de la
Iglesia deben ser fieles al Magisterio de la Iglesia, como auténtico intérprete de la
Sagrada Escritura y de la Sagrada Tradición”.
5.1.
5.2.
5.3.
5.4.
En conformidad con esta disposición, el Rector (o el representante legal de
la institución) tendrá como grave deber la contratación de personal
universitario adecuado –en especial profesores y personal administrativodispuesto y capacitado para promover la identidad católica de la institución.
En los estatutos o reglamentos constará que los profesores y miembros del
personal administrativo serán informados al momento de su nombramiento,
sobre la identidad católica de la institución y sus implicaciones; y, se
comprometerán –en su mismo contrato o en otro documento- a promover
dicha identidad (si son católicos) o a reconocer y respetar tal identidad (si
no son católicos).
Los profesores de disciplinas teológicas en cualquier Facultad o unidad
Académica deberán tener la aprobación del Gran Canciller o de quien
ejerza funciones equivalentes y no podrán recibir un contrato o
nombramiento definitivo sin haber aceptado previamente la misión de
enseñar conferida por la autoridad eclesiástica competente.
Si surgieren problemas con profesores o miembros del personal
administrativo sobre su actuación respecto del carácter católico de la
Institución, el Obispo local (4.2. y 4.3.) tomará las medidas necesarias para
resolverlos, de acuerdo con las autoridades académicas competentes y
conforme a los procedimientos establecidos.
5.4.1. Para las instituciones de las categorías 2.1.1. y 2.1.2. estos procedimientos
deben estar establecidos en los estatutos aprobados por la autoridad
eclesiástica.
5.4.2. Para las demás instituciones se establece aquí que los respectivos
estatutos y reglamentos especifiquen vías aptas por las que el Obispo
procure primero resolver los problemas a través de las mismas autoridades
académicas y sólo después de agotadas estas vías actúe por sí mismo.
6.
SOBRE LAS INFORMACIONES PERIÓDICAS:
6.1.
La Constitución Apostólica Ex corde Ecclesiae, en sus Normas Generales.
Artículo 5. & 3 prescribe: “Toda Universidad Católica (...) debe enviar
periódicamente a la Autoridad eclesiástica competente un informe
específico concerniente a la universidad y a sus actividades”.
6.2.
Las específicas informaciones periódicas sobre la institución y su actividad
deben enviarse en la forma siguiente:
6.2.1. Las instituciones de las categorías 2.1.1. y 2.1.2. las enviarán a la autoridad
eclesiástica que las erigió o aprobó o a la que dio su consentimiento para
su creación.
6.2.2. Las instituciones de la categoría 2.1.3 las enviarán al Obispo de la diócesis
en que se encuentra la sede principal de la institución.
7.
SOBRE LA FORMACIÓN INTEGRAL DE LOS ESTUDIANTES:
7.1.
“La educación de los estudiantes debe integrar la dimensión académica y
profesional con la formación en los principios morales y religiosos y con el
estudio de la doctrina social de la Iglesia” (Ex corde Eclesiae, Normas
Generales, Artículo 4. & 5.).
Deberán asegurarse algunos medios más importantes para promover la
formación integral de los estudiantes y la atención pastoral a la comunidad
universitaria como los siguientes:
7.2.
7.2.1. La investigación, la enseñanza y las demás actividades se inspirarán y
realizarán según los ideales, principios y actitudes católicos. Para esto toda
institución si no tiene una unidad académica específicamente orientada a
dar títulos académicos en teología (la cual sólo puede crearse con
aprobación de la Santa Sede y bajo las normas de Sapientia Christiana)
deberá mantener unidades de investigación, docencia y extensión, que
cultiven las ciencias filosófico-teológicas en relación con las demás
disciplinas y carreras ofrecidas por la institución.
7.2.2. Hay que tener en cuenta que “considerada la importancia específica de la
teología toda Universidad Católica debe tener una Facultad, o al menos,
una cátedra de teología”. (Ex corde Ecclesiae, Artículo 19).
7.2.3. Con el fin de buscar una apropiada formación moral orientada a las
diversas profesiones se integrarán los elementos de la ética profesional en
los respectivos cursos curriculares de cada carrera y se ofrecerán múltiples
actividades académicas extracurriculares.
7.2.4. A todos los estudiantes se ofrecerán cursos de religión y de doctrina
católica que dentro del conjunto imprescindible de conocimientos culturales
universitarios formen parte del currículum normal de cualquier carrera. A
todos se ofrecerán también cursos optativos y otras actividades académicas
permanentes y ocasionales sobre los diversos aspectos de la problemática
religiosa, teológica y moral de nuestros días. Para esto, toda institución
tendrá (bajo el nombre conveniente) un Centro de Doctrina Católica y
pastoral que funcionará en coordinación con las respectivas instancias de la
Diócesis y de la Conferencia Episcopal.
8.
SOBRE LA PASTORAL UNIVERSITARIA:
8.1.
8.2.
9.
Para el cuidado pastoral específico de la comunidad universitaria en sus
diversos estamentos y actividades existirá en toda institución un centro
pastoral o al menos una oficina. La persona responsable máxime si es
sacerdote, deberá ser aprobada por el Obispo de la Diócesis. Donde sea
conveniente se erigirá por parte del Obispo una parroquia universitaria.
En este cuidado pastoral la universidad debe promover particularmente “el
desarrollo espiritual de los que profesan la fe católica. Debe darse
preferencia a aquellos medios que facilitan la integración de la formación
humana y profesional con los valores religiosos a la luz de la doctrina
católica con el fin de que el aprendizaje intelectual vaya unido con la
dimensión religiosa de la vida”. (Ex corde Eclesiae, Normas Generales,
Artículo 6. & 1).
SOBRE LA COLABORACIÓN:
Para promover la colaboración a nivel nacional en la investigación en la pastoral
universitaria y en las demás actividades que puedan fortalecer la misión de las
universidades católicas el Departamento de Educación de la Conferencia
Episcopal Ecuatoriana invitará a reuniones de Rectores o Representantes de
estas instituciones al menos una vez por año. Con los resultados de estas
reuniones el Departamento de Educación podrá transmitir a la Conferencia
Episcopal propuestas de modificación a los presentes Ordenamientos.
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