REPÚBLICA DE COLOMBIA TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE ANTIOQUIA SALA PRIMERA DE ORALIDAD MAGISTRADO PONENTE: ÁLVARO CRUZ RIAÑO Medellín, dos (2) de diciembre de dos mil catorce (2014) REFERENCIA EJECUTANTE EJECUTADO RADICADO INSTANCIA DECISIÓN ASUNTO A.I. PROCESO EJECUTIVO ABASTECEMOS ALZATE S.A.S MUNICIPIO DE SAN CARLOS 05001 33 33 020 2014 00428 01 SEGUNDA DECLARA FALTA DE JURISDICCIÓN FACTURA DE VENTA NO DERIVADA DE CONTRATO ESTATAL. No. 507 AP Procede la Sala a pronunciarse sobre el recurso de apelación interpuesto por la parte ejecutante, en contra del auto proferido por el Juzgado Veinte Administrativo de Medellín el 23 de abril de 2014, en el cual decidió no librar mandamiento de pago. I. ANTECEDENTES El 2 de abril de 2014 la sociedad Abastecemos Alzate S.A.S actuando por intermedio de apoderado judicial, presentó demanda en la Oficina de Apoyo de los Juzgados Administrativos pretendiendo que se librara mandamiento de pago en contra del municipio de San Carlos por la suma de $301’079.013 contenidos en la factura N° 0073 del 19 de septiembre de 2012 como capital, más los intereses de mora liquidados desde el 20 de octubre de 2012 hasta el pago efectivo de la obligación; asimismo, por el valor de $78’602.730 que constan en la factura N° 0080 del 28 de noviembre de 2012 como capital, más los intereses de mora. El fundamento fáctico de la demanda se hace consistir en lo siguiente: El 19 de septiembre de 2012 se presentó factura de venta N° 00073 con vencimiento el 19 de octubre del mismo año por un valor de $301’079.013 al municipio de San Carlos, la cual fue recibida por el Secretario de Hacienda. El 27 de noviembre de 2012 se presentó factura de venta N° 0080 con fecha de vencimiento del 28 de diciembre siguiente, por valor de $78’602.730 al municipio de San Carlos, y también fue recibida por el Secretario de Hacienda. El 14 de diciembre de 2012 se informó al apoderado de la sociedad que el municipio no aceptaba la factura N° 080 de conformidad con el artículo 2° de la Ley 1231 de 2008, y frente a la factura N° 0073 no se obtuvo pronunciamiento. Posteriormente, el 1° de marzo de 2013, el abogado de la sociedad se presentó ante el municipio para realizar el cobro, exhibiendo los originales de las facturas, a lo cual se opuso la entidad manifestando que no aceptaba las facturas y las objetaba. Las facturas son la consecuencia de un contrato estatal configurado con la prueba indiciaria, que son los certificados de solicitudes y/o recibidos de los bienes o servicios entregados al municipio, autorizados por el Secretario de Gobierno para la fecha de entrega. II. DECISIÓN DE PRIMERA INSTANCIA El 23 de abril de 2014 la Juez Veinte Administrativa de Medellín, decide no librar mandamiento de pago, posición que sustenta en los argumentos que pasan a sintetizarse: Desde la entrada en vigencia de la Ley 1231 de 2008 las facturas, sin distinción a su denominación –cambiaria o compraventa– son títulos valores de carácter crediticio, de no contar con todos su elementos habrá de establecerse si puede llegar a ser un título ejecutivo. En el caso concreto se afirma que la obligación surge de facturas de venta, que por tratarse de un título ejecutivo complejo no son suficientes por sí solas para librar mandamiento de pago, estas requieren de un título originado en un contrato estatal, negocio jurídico que según se aprecia no existe, por lo que se concluye que no hay soporte contractual de la obligación demandada. Por lo anterior, no hay certeza, ni claridad en las obligaciones que se pretenden exigir, no obran los documentos que constituyen el título ejecutivo complejo, las facturas no tienen recibo ni aceptación, con lo que además, se incumple el artículo 773 del Código de Comercio; así entonces, no se librará mandamiento de pago por no contar el proceso con documento idóneo que sirva de fundamento para la ejecución. III. EL RECURSO DE APELACIÓN La sociedad ejecutante presenta recurso contra la decisión del juzgado, afirma que: (i) los bienes efectivamente se entregaron, (ii) la Ley 1231 precisa que la aceptación de la factura puede ser expresa o tácita, considerándose aceptada si no se reclama en oportunidad, el municipio de San Carlos no realizó ninguna oposición en tiempo, (iii) se aportaron todos los documentos que acreditan la existencia de la obligación, las dos facturas constituyen el título ejecutivo, y, (iv) se configura el contrato estatal por medio de prueba indiciaria, ya que está demostrado que los servicios y bienes se prestaron y entregaron al municipio, sin que haya un contrato realizado en debida forma. Para decidir el recurso, se analizará si es esta la jurisdicción competente para conocer del asunto al rubro IV. CONSIDERACIONES 1. La Ley 1437 de 2011 prevé que son objeto de la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativa, entre otros asuntos, los ejecutivos derivados de condenas impuestas y conciliaciones aprobadas por la misma jurisdicción, así como los originados en laudos arbitrales en que hubiese sido parte una entidad pública, y los derivados de los contratos celebrados por entidades públicas – Art. 104 núm. 6– Señala también –Art. 297 núm. 3 Ibíd– que constituirán títulos ejecutivos los contratos, los documentos en que consten sus garantías junto con el acto que declara el incumplimiento, el acta de liquidación del contrato o cualquier acto proferido con ocasión de la actividad contractual que permita leer obligaciones claras, expresas y exigibles a cargo de las partes que en ellos intervienen. El conocimiento de los procesos ejecutivos derivados de contratos estatales venía atribuido a esta jurisdicción desde la expedición de la Ley 80 de 1993, en ese sentido el artículo 75 de dicho Estatuto, dispone: Artículo 75º.- Del Juez Competente. Sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos anteriores, el juez competente para conocer de las controversias derivadas de los contratos estatales y de los procesos de ejecución o cumplimiento será el de la jurisdicción contencioso administrativo. Por su parte, la Jurisdicción Ordinaria conoce de todos los ejecutivos distintos a los vistos, es decir, de los que no se derivan de una condena impuesta por la jurisdicción de lo contencioso administrativo o una conciliación aprobada por la misma, de un laudo arbitral en que hubiese sido parte una entidad pública o de un contrato celebrado por esta; le corresponde conocer del asunto. En este sentido se expresa la Sala Jurisdiccional del Consejo Superior de la Judicatura1: Así, por el factor objetivo de competencia, esto es, por la naturaleza del asunto dígase de aquello sobre lo que versa la pretensión aducida en el proceso, para el caso, proceso ejecutivo, se tiene que la jurisdicción contencioso administrativa sólo conoce de dos tipos de ejecuciones, así: 1. De los procesos ejecutivos originados en condenas impuestas por la misma jurisdicción contencioso administrativa, al tenor de lo dispuesto en el numeral 7 del artículo 134B del C. C. A. 2. De los procesos de ejecución derivados de los contratos estatales, conforme al artículo 75 de la Ley 80 de 1993. Por tanto, para efectos del presente conflicto resulta de vital importancia establecer la fuente de la obligación que se pretende recaudar, ya que si se determina que se trata de una carga crediticia impuesta mediante sentencia emanada de autoridad contencioso administrativa o de un contrato estatal, 1 Consejo Superior de la Judicatura, Sala Jurisdiccional Disciplinaria, 26 de octubre de 2011, M.P: Pedro Alonso Sanabria Buitrago, Rad. No. 11001 01 02 000 2011 02371 00, Aprobada según Acta No. 104 de la misma fecha. REF.: Conflicto de competencias entre las jurisdicciones contencioso administrativa y ordinaria. la competente, en principio, para conocer de la misma es la jurisdicción contencioso administrativa, conforme a lo dispuesto en los citados artículos 134B del C. C. A. y 75 de la Ley 80 de 1993. En la misma línea, este Despacho determinará cuál es la fuente de la obligación para establecer si corresponde a esta jurisdicción o la decisión que en derecho corresponde, es declarar la falta de la misma y remitir el proceso a la Jurisdicción competente. 2. En la demanda, la sociedad Abastecemos Alzate S.A.S a través de su apoderado judicial sostiene que las facturas cuyo cobro ejecutivo se pretende, se derivan de un contrato estatal, que se ha configurado con el municipio de San Carlos a través de prueba indiciaria como lo son las solicitudes y/o recibidos de los bienes y servicios. –fol. 2 – De lo anterior se concluye que el supuesto contrato celebrado con entidad pública al que se refiere la parte ejecutante no se dejó sentado por escrito. Sobre la forma del contrato estatal, la Ley 80 de 1993 en los artículos 39 y 41, indica que los contratos estatales deben constar por escrito y requiriendo que para su perfeccionamiento, además del acuerdo entre las partes en el objeto y la contraprestación, debe elevarse a escrito: Artículo 39º.- De la Forma del Contrato Estatal. Los contratos que celebren las entidades estatales constarán por escrito y no requerirán ser elevados a escritura pública, con excepción de aquellos que impliquen mutación del dominio o imposición de gravámenes y servidumbres sobre bienes inmuebles, y en general aquellos que conforme a las normas legales vigentes deban cumplir con dicha formalidad. (…) Las entidades estatales establecerán las medidas que demande la preservación, inmutabilidad y seguridad de los originales de los contratos estatales. Artículo 41º.- Del Perfeccionamiento del Contrato. Los contratos del Estado se perfeccionan cuando se logre acuerdo sobre el objeto y la contraprestación y éste se eleve a escrito. Sobre la exigencia de esta solemnidad ha precisado el Consejo de Estado: “De conformidad con los lineamientos anteriormente expuestos, no queda la menor duda que la observancia de la formalidad del escrito, en los contratos estatales, es elemento esencial para que el contrato exista y produzca plenos efectos jurídicos, en otras palabras, la instrumentación escrita en los contratos celebrados por el Estado tiene un valor “ad solemnitaten” es decir, constituye una formalidad “ad substantiam actus” como lo ha reconocido la Sala en varios de sus pronunciamientos2. (…) En este contexto normativo los contratos celebrados por el Estado -bien que se trate de aquellos sometidos al cumplimiento de formalidades plenas, como aquellos que no lo están-, no pueden ser verbales, toda vez que la Ley 2 Sobre el tema pueden consultarse las siguientes sentencias de la Sección Tercera del Consejo de Estado: de 29 de noviembre de 2006, Exp. 16855; de 2 de mayo de 2007, Exp. 14464; de 20 de febrero de 2008, Exp. 16247. exige para su existencia, en el primer caso, que la manifestación de voluntades se plasme en un documento escrito y en el segundo, que por lo menos la Administración emita una orden escrita, con unas estipulaciones mínimas bajo las cuales se cumplirá el contrato. Igualmente ordena la ley que el contratista manifieste no estar incurso en causales de inhabilidad o incompatibilidad para contratar. De lo anterior se infiere que si no ha mediado contrato firmado por las partes o no hay una orden escrita emanada de la Administración para que el contratista ejecute determinadas obligaciones, en manera alguna podría sostenerse que hubo un contrato estatal, dada la solemnidad que la ley impone para que este tipo de negocios jurídicos puedan nacer a la vida jurídica, esto es, para que alcancen su perfeccionamiento o existencia, de tal suerte que si no se ha cumplido con este elemento esencial, el contrato es inexistente”3. Subrayas por fuera del texto 3. En el caso concreto se aprecia que existen unos documentos denominados Formatos de servicios y entrega de artículos combustibles y lubricantes, son diligenciados a mano y en la parte inferior aparece una firma de quien dice ser el responsable, sin que se relacione un nombre, no fue impuesta la firma por el Secretario de Gobierno, cuyo espacio aparece en blanco y tampoco se estipula cómo se cumplirá la contraprestación –fol. 12 a 40-. Lo que impide establecer que al menos el municipio de San Carlos haya emitido una orden escrita y clara, pues los documentos no aparecen signados, ni en ellos se aprecian estipulaciones mínimas para determinar el objeto y la contraprestación. Se tiene que se pretende el cobro ejecutivo del valor contenido en unas facturas de venta, que no tienen origen en un contrato estatal porque no obra la solemnidad de la prueba escrita entre los documentos aportados y se parte de la afirmación de que este documento no existe, en ese orden el asunto no está referido a los proceso de ejecutivos contractuales de los que conoce la jurisdicción contencioso administrativa, y se impone declarar la falta de jurisdicción para conocer y ordenar su remisión para que sea la autoridad competente–jurisdicción ordinaria- quien se pronuncie en el caso concreto. En mérito de lo expuesto, EL TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE ANTIOQUIA, SALA PRIMERA DE ORALIDAD, RESUELVE PRIMERO: DECLARASE la falta de jurisdicción para conocer del proceso ejecutivo derivado de factura de venta sin que medie prueba del contrato estatal, por las razones expuestas. SEGUNDO: ESTIMASE que la jurisdicción competente es la ordinaria, específicamente los JUECES CIVILES DEL CIRCUITO DE MARINILLA – reparto–, circuito judicial al cual pertenece el municipio demandado. 3 CONSEJO DE ESTADO, SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO, SECCIÓN TERCERA. Sentencia del 29 de enero de 2009, Radicado 07001-23-31-000-1997-00705-01(15662). C.P. Dra. Myriam Guerrero de Escobar. TERCERO: ENVÍESE copia de la presente decisión al Juzgado Veinte Administrativo de Medellín para su conocimiento. CUARTO. REMÍTASE el proceso a la mayor brevedad posible a los Juzgados Civiles del Circuito de Marinilla. NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE ÁLVARO CRUZ RIAÑO MAGISTRADO