El abuso de las “prerrogativas estatales” en la Autopista La Plata Buenos Aires: Por Alberto BIGLIERI El artículo 9 de la Ley Nacional de Procedimientos Administrativos opera para el caso en cuestión como una norma extrapenal configurando para este caso la situación observada en el Código Penal en los artículos que tipifica las figuras de : Usurpación de Autoridad, Incumplimiento de deberes de Funcionario Público, Daños y los demás mencionados en el Capítulo de Delitos contra la administración Pública, así , las Vías de hecho , formalmente prohibidas, pero que en la mayoría de los casos su simple interrupción no genera más estado que la potencialidad del dañado de actuar contra la administración, en este caso se ven agravadas por la figura temeraria de la extorsión o amenaza de cumplimiento inmediato de la pena de aquel agente (paraestatal) que en uso de prerrogativas estatales (Conforme: Barra, Dromi, Casagne, etc.)recibidas en paralelo a la explotación de la concesión, pretende imponer en forma sumarísima la pena (para el caso: la destrucción de los neumáticos) violando todos los preceptos constitucionales como por ejemplo: el debido proceso, la defensa en juicio, juez natural, doble instancia, norma anterior al hecho, etc. etc. Esta alhajita de actitud del Concesionario del corredor de la autopista La Plata Buenos Aires, debería ser también analizada a la luz de la justicia del crimen, como una asociación intelectual con los demás servidores de autopistas concesionadas que también han implementado el uso de “las púas retráctiles”, este cruento accesorio (más recordatorio de la historia del Marqués de Sade que de la organización del tránsito) se utiliza para “ejecutar con inmediatez” a quienes pretenden evadir el pago del peaje. Y he aquí en las últimas 11 palabras la cuestión de fondo, Es el uso de la autopista un contrato de adhesión entre el concesionario y el usuario, y por lo tanto intolerable para nuestro sistema que un incumplimiento contractual (el no pago del peaje) se castigue con una pena privativa de la libertad ( la destrucción de neumáticos impide el desplazamiento de los vehículos), el incumplimiento contractual es una cuestión civil, un juez civil debe resolver sobre el mérito del reclamo del concesionario contra el usuario que no paga. Si las prerrogativas estatales de los concesionarios (receptada como ya dije por la mayoría de la doctrina e incorporada en el Nuevo Código Contencioso Administrativo de la PBA) incluirían esta actitud de justicia conmutativa, pretenderán en el futuro controlar el exceso de velocidad u otras normas del código de tránsito rompiendo el motor o los vidrios del infractor. Pues ahí radica lo intolerable de aceptar las púas. La infracción (única cuestión discutible, pues la deuda por no pago del peaje , origina una acción por cobro de pesos, y esto no resiste análisis en contra) no está fehacientemente demostrada a la hora de que las púas destrozan los neumáticos(pueden existir situaciones de urgencias que excepcionen la presunta falta). Por lo tanto, aceptando la doctrina de las prerrogativas estatales a las concesionarias, estas están fuera de competencia (el tránsito es de órbita municipal y la concesión la dió la Nación) y violando los deberes (prorrogados) de funcionario público, además de la cuestión de la usurpación antes mencionada. Amigos concesionarios de las Autopistas: RETIREN INMEDIATAMENTE LAS PUAS, O YA SABEN DE QUE SE TRATA. Alberto Biglieri Publicado en el Diario Hoy -La Plata-