La iglesia pacificadora: Minimizando el impacto del conflicto en la iglesia Entrevista con Ken Sande Muchas iglesias no están preparadas a tratar activamente con el conflicto. Cuando llegan a estar involucradas en estas situaciones, no tienen las herramientas de resolver el conflicto de una manera positiva. Algunas iglesias se enredan tanto en los conflictos que necesitan ayuda externa para resolverlos. Ken Sande, presidente de Peacemaker Ministries, y su equipo de asociados han usado principios bíblicos de pacificación para ayudar a miles a resolver conflictos, incluyendo conflictos entre empresas, empleados, y familias; divisiones en iglesias; y demandas legales complejas. Sande es abogado, Certified Christian Conciliator [Conciliador cristiano certificado], y ha escrito numerosos recursos sobre la resolución del conflicto, incluyendo The Peacemaker: A Biblical Guide to Resolving Personal Conflict [El Pacificador: Una guía bíblica para resolver el conflicto personal], y Peacemaking for Families [Conciliación para familias]. Richard L. Schoonover, editor asociado de la revista Enriquecimiento, habló con Sande acerca del conflicto en la iglesia y cómo las iglesias pueden aprender a manejar el conflicto de una manera que agrada a Cristo. ¿QUÉ CAUSA EL CONFLICTO EN LA IGLESIA? Sande: Santiago 4:1 dice, "¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? En esencia, los conflictos de la iglesia están causados por los deseos de las personas. Algunos deseos son inherentemente pecaminosos, como el poder y control. Pero buenos deseos también pueden llegar a controlarnos. El deseo de ver una iglesia crecer es un buen deseo. Pero si las personas que quieren ver un crecimiento numérico promocionan agresivamente nuevos programas y estrategias que quizás no sea apropiados para su iglesia, entonces esto puede ser dañino. Otros pueden tener un deseo para misiones. Pero si se consumen con este deseo, pueden llegar a juzgar y criticar a las personas que no están tan entusiastas como ellos en cuanto a las misiones. Un pastor quiere más personal. Pero si él se consume con este deseo, las personas que impiden este deseo llegan a ser sus enemigos. Esto se convierte en un deseo mandante y causa conflicto. La lista sigue y sigue: presupuesto, equipo pastoral, visión, alabanza, y el papel de la mujer en el ministerio. La mayoría de las personas ven estos asuntos de una manera positiva. Pero llegan a ser divisivos cuando se convierten en exigencias mandantes, cuando empezamos a juzgar o castigar a otras personas porque no están tan emocionadas como nosotros, o cuando las personas están impidiendo algo que queremos. Las personas frecuentemente presentan su deseo mandante como algo bueno. Una de las señales de advertencia de un deseo mandante que yo busco es cuando alguien dice, "Todo lo que quiero es..." ¿POR QUÉ ES QUE LAS IGLESIAS IGNORAN LOS ASUNTOS DONDE UN GRUPO TIENE UN CONFLICTO CON OTRO GRUPO? Sande: Doy la misma respuesta que Jesús dio a los saduceos: A menudo es ignorancia e incredulidad. Falta de capacitación es una razón que las iglesias ignoran el conflicto. En muchos casos la iglesia nunca ha aprendido cómo tratar con el conflicto. Cuando los pastores expresan lo que más faltó en su educación del instituto bíblico o seminario, la respuesta número uno es capacitación en el manejo del conflicto. No nos debe sorprender entonces, que la mayoría de los ancianos y diáconos tampoco están capacitados. Segundo, las iglesias no obedecen la Biblia. Primera de Corintios 6 instruye a los cristianos a traer las demandas legales que tienen el uno con el otro a la iglesia para resolución. El pastor normal puede explicar apropiadamente este pasaje, pero frecuente dice, "No podemos hacer esto." Esto es incredibilidad. Necesitamos creer que cuando Dios nos manda a hacer algo, también Él nos da la gracia y habilidad de hacerlo. ¿EXPLIQUE MANERAS EN QUE LOS PASTORES E IGLESIAS PUEDEN MINIMIZAR EL IMPACTO NEGATIVO DEL CONFLICTO. Sande: Una onza de prevención vale más que cientos de horas de remedio. La manera número uno de minimizar el impacto negativo es por medio de la educación, entrenamiento, y capacitación de las personas antes de llegar a las tormentas. Es como navegar un buque. Si la tripulación está bien entrenada, cuando la tormenta llegue no están en peligro. Pero si espera hasta el conflicto empiece, es más difícil sobrevivir. Hay tres niveles de capacitación que yo recomendaría que cada iglesia reciba. Llamamos a nuestras conferencias del manejo del conflicto en la iglesia The Peacemaker Church [La iglesia pacificadora]. El primer nivel de material está dirigido hacia el liderazgo y se enfoca en cómo dar a los líderes una visión y estructura para crear una cultura de paz que puede cambiar la cultura entera de la iglesia. Ciertas habilidades son necesarias para guiar a la iglesia durante cambios controversiales como nuevos programas ministeriales, un nuevo programa de construcción, un cambio filosófico en el ministerio, o un cambio en el estilo de alabanza. Si los líderes han sido capacitados para guiar a su congregación durante estos cambios, pueden experimentar una transición tranquila. Este entrenamiento también enfatiza cómo los líderes deben percibir el conflicto y responder a ello. Este programa comprensivo establece el proceso de la iglesia en un formato sencillo. El programa contiene una serie de DVD y clases diferentes para el liderazgo. El segundo nivel de entrenamiento involucra la enseñanza de principios básicos sobre la pacificación por medio de la escuela dominical, estudios bíblicos en grupos pequeños, o cursos de discipulado. Tenemos tres tipos de entrenamiento de los cuales una iglesia puede escoger dependiendo de su sistema educativo. Tenemos inclusive materiales para niños. Si podemos enseñar estos principios a los niños, tendremos menos trabajo en el futuro. El tercer nivel de entrenamiento es Entrenamiento de reconciliación. La iglesia encuentra personas en la congregación que tienen dones específicas para ayudar a otros que están experimentando conflictos. Pasan tiempo con las personas y dan consejos bíblicos de cómo vivir según el evangelio y resolver sus conflictos. Los reconciliadores también están capacitados para mediar conflictos. Por ejemplo, los miembros de la iglesia se conocen y tienen confianza el uno con el otro y esto los dirige frecuentemente a llevar a cabo transacciones de negocio juntos. Cuando estos tratos no terminan bien, los miembros frecuentemente necesitan ayuda de su iglesia. Cada iglesia necesita reconciliadores capacitados a hablar con los miembros y ayudarles a solucionar sus problemas. Un ejemplo de esto se encuentra en Éxodo 18:13-27. Moisés estaba juzgando a las personas, y su suegro le dijo que él no podía seguir haciendo todo esto solo. Él debería nombrar otros jueces. Esto es lo que un pastor sabio hace. Él sabe que al enemigo le encanta aplastarlo con conflictos triviales que le distrae del trabajo más importante. El pastor, como Moisés, tiene la responsabilidad de asegurar que las personas están enseñadas adecuadamente sobre la resolución bíblica del conflicto. El pastor también necesita delegar responsabilidades a personas dotadas como los pastores asociados, líderes de grupos pequeños, ancianos, y diáconos. Los números que Jetro sugirió a Moisés son interesantes. Él dijo que nombrara jueces sobre grupos de 10, 50, y 1,000. Esto se puede comparar con grupos pequeños, clases de escuela dominical, y una iglesia grande. Moisés escogió a personas que podían resolver conflictos en cada uno de estos grupos. Nos encanta ver cuando los conflictos pueden estar resueltos dentro de los grupos pequeños. Cuando los cristianos se reúnen en grupos pequeños semanalmente, forman relaciones basadas en la confianza. Se entienden. Cuando un conflicto surge, van con el líder de su grupo pequeño en quien tienen un alto nivel de credibilidad y confianza. La enseñanza y pacificación a ese nivel es sabio. La iglesia también puede depender de las personas más dotadas en la congregación para participar en lo que nosotros llamamos un ministerio de reconciliación basado en la iglesia. Estas personas forman un equipo que siempre trata con los casos más difíciles. Permita que estas personas practiquen los primeros 2 ó 3 años dentro de la iglesia para desarrollar sus habilidades y dones. Después puede considerar la idea de abrir el ministerio a la comunidad. Esto puede ser un testimonio grande en la comunidad. Las personas empezarán a decir, "Esta es una iglesia pacificadora. Uno puede ir allí con problemas difíciles. Ellos inclusive pueden ayudarnos a resolver demandas legales." Entrenamos a unos 60 reconciliadores en una iglesia. Ahora tienen un ministerio vibrante de reconciliación. Una noche cada semana hay voluntarios que ayudan a cualquier persona que entre por las puertas. Personas que no asisten la iglesia, aun incrédulos, han escuchado de este ministerio y vienen. Los voluntarios ayudan a las personas con conflictos matrimoniales, conflictos en el trabajo, y conflictos en la familia. Esta iglesia está mostrando a estas personas el Dios de paz al ministrarles durante sus tiempos de conflicto. Esto se convierte en una herramienta de evangelismo y edificación de la iglesia. Cada vez que estos reconciliadores ayudan a otros, se emocionan más y tienen más confianza en sí mismos. ¿DESCRIBA LOS PASOS QUE LOS PASTORES E IGLESIAS NECESITAN TOMAR PARA RESOLVER EL CONFLICTO? Sande: Los pasos específicos que uno necesita tomar dependen del conflicto. Cada situación es única. Nuestro acercamiento al conflicto tiene cuatro pasos básicos que funcionarán en cualquier conflicto: demandas, casos de abuso sexual, o conflictos matrimoniales. El primer paso: Glorifique a Dios. Animamos a las personas a enfocarse en el Señor, no en lo que quieren ni en lo que tienen miedo que van a perder. Es increíble cuantos pasajes bíblicos acerca de la resolución del conflicto enseñan que las personas tienen que enfocarse en el Señor. Filipenses 4:4 es un ejemplo: "Regocijaos en el Señor." Pablo no estaba escribiendo acerca de un preludio a una reunión sino acerca del primer paso en la resolución de un conflicto, que nos dice que tenemos que enfocarnos de nuevo en el Señor y alabarlo. Pidiendo que la persona se pregunte, ¿Cómo puedo agradar y honrar al Señor en esta situación? tiene un efecto tremendo en cómo trata con el conflicto. Esa persona deja de enfocarse en sus propios motivos y empieza a enfocarse en ser un testigo positivo para Cristo. El segundo paso: Quite la viga que está en su propio ojo (Mateo 7:3). Animamos a las personas a tomar responsabilidad por su contribución en el conflicto antes de culpar a otra persona. Normalmente todos los aspectos del conflicto cambian dramáticamente cuando una persona dice, "Eso es lo que yo hice mal." El tercer paso: Restaure con espíritu de mansedumbre (Gálatas 6:1). ¿Cómo podemos corregir cariñosamente a un hermano de tal forma que nos da las gracias después? Los cristianos pueden aprender habilidades que les capacita para corregir el uno al otro en una manera cariñosa y constructiva sin atacar ni derribar. El cuarto paso: Vaya y sea reconciliado (Mateo 5:24). Esto significa resolver los asuntos importantes de una manera justa e imparcial. También es necesario restaurar la relación — no con un perdón superficial que realmente quiere decir que no quiero tener nada que ver contigo — sino con un perdón apoderado con el evangelio. La riqueza del perdón es maravillosa. Otra clave para resolver conflicto es lo que llamamos edificando pasaporte. Pasaporte es relacional. Es el punto en la relación donde la gente confía el uno en el otro lo suficiente como para compartir información personal. Hay tres claves para edificar pasaporte. Estas tres claves son las preguntas que la gente se hace cuando está considerando cuánto le quiere decir. ¿Puedo confiar en usted? ¿Respetará mi información personal o la anunciará desde el púlpito la próxima semana? ¿Usará esta información para atacarme o lastimarme? Es esencial edificar confianza. ¿Le importo? A menos que las personas se sientan que usted los quiere y que está buscando lo mejor para ellos, no le confiarán. ¿Me puede ayudar? Las personas pueden creer que guardará sus secretos y que también son importantes, pero quizás no crean que usted tenga las capacidades para ayudar. Desarrollar las habilidades de tratar con el conflicto es importante. Nuestros equipos están respaldados por la reputación de nuestro ministerio. Eso es clave frecuentemente para edificar pasaporte. Pero es algo que también animamos a los pastores y líderes de la iglesia a edificar deliberadamente día tras día. Cada vez que un pastor se para en el púlpito está edificando o destruyendo pasaporte con la gente de su iglesia. Si está actuando deliberadamente, puede edificar continuamente pasaporte. Los pastores pueden edificar pasaporte con otros al ser transparentes acerca de su necesidad por Dios y al confesar algunos de sus luchas en maneras apropiadas. Por lo menos una vez al año mi pastor hace una confesión delante de la congregación entera. Recientemente, durante un tiempo de oración pública, él respondió a una mujer en lo que parecía una manera brusca al seguir con otra petición de oración. Varias personas notaron su brusquedad y hablaron con él. La primera cosa que él dijo cuando se paró en el púlpito el domingo siguiente era, "Necesito pedir perdón." La llamó por nombre. Dijo, "Lo siento mucho que hablé brusco. No estuve prestando atención y yo le falté respeto." Muchas personas piensan que eso realmente causaría que él perdiera su respeto, pero a nuestra gente le encanta ver este tipo de honestidad. Esta es una parte clave de edificar pasaporte. ¿QUÉ ES UN EQUIPO DE RECURSOS DEL MANEJO DEL CONFLICTO Y CÓMO AYUDA A UNA IGLESIA A RESOLVER CONFLICTOS? Sande: Es mejor cuando la iglesia puede tratar con los conflictos internamente. Una iglesia pierde esta habilidad cuando el liderazgo está involucrado en el asunto y parece ser que ellos forman parte del conflicto. Mientras que el liderazgo pueda mantener neutralidad, objetividad, y confianza, pueden hacer mucho para sí mismos. Cuando pierden neutralidad, la gente piensa que el pastor tiene otros motivos o que los ancianos no están dispuestos a escuchar. Entonces necesitan un equipo externo. Creemos que el ministerio de pacificación es la responsabilidad de la iglesia, no de un ministerio como el nuestro. Aunque tenemos varios equipos que ayudan a traer paz en conflictos mayores de las iglesias, preferimos trabajar con denominaciones de la iglesia y al nivel de distrito para capacitar a las personas de una región. Si una iglesia tiene un conflicto que no puede resolver, pueden buscar ayuda en su distrito. Si esto no funciona, la iglesia nos puede llamar y podemos mandar equipos de una variedad de denominaciones. La educación es la parte más importante de lo que hacemos cuando nos piden ayuda en un conflicto que afecta toda la congregación. Más que otra cosa somos un ministerio de capacitación — como la dama de honor de la novia en una boda. Queremos hacer que la novia sea más bella. Nuestro enfoque típico es tener una conferencia de capacitación por un día llamada Pacificadores para entrenar a las personas principales del conflicto en los conceptos básicos de la pacificación. De esta manera, cuando hablamos del perdón todos entendemos el mismo concepto. También usamos la estructura de la pacificación personal — los cuatro pasos — y la usamos para ayudar a la iglesia entera. Cada persona necesita participar en el proceso. El conflicto no se trata de dos grupos grandes peleando el uno contra el otro; se trata de individuos que están enojados los unos con los otros. Cada persona tiene que tratar con el enojo en su propio corazón. Cualquier persona que quiere participar en el proceso de la resolución del conflicto tiene que participar en ese entrenamiento. Si no quieren aprender a crecer, sino solamente quieren pelear, no pueden formar parte del proceso. A veces, dependiendo de la naturaleza del conflicto, nuestro equipo predica o enseña en la escuela dominical el domingo por la mañana. Después, dependiendo del tamaño de la iglesia y el alcance del conflicto, el equipo pasa varios días trabajando con diferentes grupos en la congregación, ayudándoles, escuchándoles, escuchando quejas, y formando una idea completa de lo que está pasando. Un artículo en nuestra página Web "La clave del reavivamiento" describe este proceso de intervención. Temprano en el proceso nos gusta identificar a diferentes personas que pueden trabajar con nuestro equipo para que puedan empezar a aprender las técnicas y habilidades necesarias para resolver conflictos. Cuando el equipo se va al final de la semana, estas personas están capacitadas para seguir con el proceso. Ellos siguen trabajando con los grupos diferentes dentro de la iglesia durante las semanas y meses que vienen. Después de 30 días de nuestra primera visita, los miembros capacitados de la iglesia preparen un reporte explicando sugerencias sobre las acciones siguientes. En algunos casos, piden que nuestro equipo vuelva en 3 meses. Nuestro equipo entonces regresa para evaluar de nuevo la situación y tratar con los asuntos no resueltos. Frecuentemente tenemos un servicio de celebración para honrar lo que Dios ya está haciendo. ¿CÓMO ES QUE EL EQUIPO DESCUBRE LOS ASUNTOS ESCONDIDOS EN UNA IGLESIA? Sande: Muchas iglesias tienen asuntos que están escondidos debajo de la superficie. Descubrimos estos al hablar con personas en grupos seguros. Queremos ayudar a las personas — sea una persona o un grupo de personas — a compartir asuntos difíciles. Formamos grupos donde todos los miembros se sienten seguros y donde pueden decir todo lo que está en su mente sin temor de represalias. Si las personas sienten que el conciliador es una persona en quien pueden confiar, empezarán a compartir lo que ha estado debajo de la superficie por mucho años. Cosas pequeñas pueden provocar un conflicto, pero la causa verdadera de los conflictos mayores frecuentemente es un problema escondido que ha estado debajo de la superficie por mucho tiempo. PLATÍQUENOS UN POCO DEL PAPEL DEL PERDÓN Y RESTITUCIÓN EN EL MANEJO DEL CONFLICTO. Sande: El perdón y la restitución en el manejo del conflicto son absolutamente vitales. El perdón es el modelo del evangelio. El pecado ofende al Dios santo y nos hace dignos del castigo eterno. Sin embargo, Dios mandó a su Hijo para morir por nosotros, abriendo el camino del perdón. Colosenses 3:13 dice, "soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros." El perdón es una de las mejores oportunidades que tenemos para mostrar que el evangelio es verdadero, especialmente cuando hay heridas profundas, como por ejemplo la infidelidad en un matrimonio o personas difamando al pastor. Tenemos que perdonar completamente a las personas. No estoy hablando de un perdón superficial como, "Te perdono, pero aún no quiero tener nada que ver contigo." Describimos el perdón verdadero como cuatro promesas. Cuando yo digo que te perdono, prometo no preocuparme más por este asunto. No pensaré en eso más ni me obsesionaré con el asunto. Segundo, no lo mencionaré ni lo usaré para atacarte en el futuro. Tercero, no hablaré con otras personas acerca de este asunto. Cuarto, no permitiré que el asunto dañe nuestra unidad ni impida nuestra relación personal. Esto es cuando necesitamos la gracia del Espíritu Santo, especialmente si hay heridas profundas. Cuando perdonamos a otros a este nivel y las personas ven que realmente estamos poniendo en práctica este perdón, da credibilidad al evangelio. Podemos decir, "Yo no podría haber hecho esto solo, pero Dios por medio de Cristo me dio la gracia para modelar lo que Él ha hecho por mí." Esto crea oportunidades evangelísticas tremendas. La restitución es igual de importante. En mi libro, The Peacemaker [El pacificador], hay un apéndice importante sobre la restitución. Es un concepto importante, especialmente en los Estados Unidos donde estamos orientados hacia nuestros derechos, los daños, y el dinero. La Biblia dice mucho en cuanto a la restitución. La declaración más sencilla en Éxodo dice que cuando hemos lastimado a alguien necesitamos restaurar a esta persona. Por ejemplo, si me choco con el coche de otra persona, yo necesito pagar los daños y asegurar que su coche esté reparado completamente o que reciba un coche equivalente. Si yo insulto a alguien, yo necesito ir y hablar con otros para asegurar que sepan la verdad. Cuando perdonamos, no significa que cancelamos la obligación de la otra persona de enmendar su error. En la iglesia hay confusión acerca del perdón. Algunos creen que el perdón completamente cancela las consecuencias del comportamiento de uno. Esta posición no está de acuerdo con la Escritura. En la Biblia hay ejemplos donde Dios perdonó a su pueblo Israel, pero todavía los corrigió en amor con disciplina. El verdadero asunto aquí es si debemos insistir en la restitución o no. Podemos determinar esto al preguntarnos, ¿Cómo puedo ayudar a mi hermano a crecer? Si alguien, sin querer, daña algo mío y él no tiene muchos recursos económicos y yo puedo pagar las reparaciones fácilmente, dispensarlo de su obligación es un acto de misericordia. Pero si el joven de 16 años que vive enfrente de mi casa llega borracho y se choca con mi coche y yo no le obligo a pagar, la próxima semana lo mismo sucederá, y también la semana que sigue. Una parte de la restitución es considerar en oración cómo ayudar a alguien a crecer y superar los obstáculos en su camino. Cuando hacemos estas preguntas y cuando hacemos que la restitución sea una parte del proceso del perdón, es una señal que el Espíritu Santo está obrando en nosotros. ¿CUÁL ES EL RESULTADO POSITIVO DEL CONFLICTO? Sande: Dios ha escogido usar el conflicto como una de las maneras principales de edificar su reino y mostrar su gloria. Génesis 3:15 dice, "Y pondré enemistad entre... tu simiente y la simiente suya." El conflicto está entretejido a través de la Escritura. Cada avance espiritual importante toma lugar en medio del conflicto. Dios usa el conflicto para recordarnos de nuestra necesidad por Él. Como los israelitas, cuando las cosas van bien muchos de nosotros tenemos la tendencia de alejarnos de Dios. El conflicto nos trae de regreso. Segundo, el conflicto nos revela nuestro pecado. Vemos nuestro orgullo, tenacidad, y falta de perdón. En su gran amor, Dios revela nuestro pecado para que lo podamos ver, arrepentirnos, y pedirle que nos perdone y ayude a crecer. Tercero, el conflicto provee una oportunidad para practicar las disciplinas espirituales de paciencia, perdón, dominio propio, y bondad. Es como levantar pesas. Uno no se pone fuerte si no va al gimnasio. Así es como desarrollamos características espirituales. Cuarto, por medio del conflicto el poder del evangelio se revela. El conflicto pone a los creyentes en el centro de la atención para que los demás puedan ser testigos de cómo demuestran el poder salvador y redentor de Cristo. Cuando un matrimonio está destrozado por infidelidad o una iglesia está amenazada por una división, los cristianos necesitan reenfocarse en Dios, recordar lo que Cristo ha hecho por ellos, y mostrar ese mismo amor con las otras personas. Cuando estas situaciones están reconciliadas, el mundo se da cuenta. Entonces podemos proclamar a Cristo. Una mujer que había asistido a nuestro primer nivel de entrenamiento escuchó de un conflicto en su compañía entre dos de los ejecutivos. Este conflicto iba a tener un efecto de millones de dólares perdidos para la organización. Debido a que estos dos hombres estaban actuando como enemigos, su compañía no podía aceptar un contracto en particular. Esta mujer fue con estos hombres y preguntó si podía hablar con ellos. Dentro de 60 minutos ella hizo lo que el presidente de la organización y el equipo de Recursos Humanos no podían hacer — reconciliar la relación entre los dos. Con el poder del discernimiento del Espíritu Santo ella les ayudó a ver el asunto verdadero. La mañana siguiente entraron en la oficina del presidente y dijeron que habían sido reconciliados y que querían trabajar en el contrato. En los días siguientes, la mujer que les ayudó a reconciliarse tenía muchas oportunidades de compartir el evangelio con otras personas que querían saber cómo ella lo había hecho. ¿HAY ASUNTOS LEGALES QUE EL PASTOR Y LA IGLESIA NECESITAN SABER PARA EL MANEJO DE CONFLICTOS? Sande: Sí. Sin embargo, la mayoría de los asuntos legales se pueden evitar si los pastores actúen de una manera piadosa. No pueden insultar, chismear, ni contar mentiras acerca de otras personas, sino deben vivir según nuestra fe y tratar a los demás como ellos quieren ser tratados. Una área donde aun los pastores más fieles pueden meterse en problemas es con la disciplina de la iglesia. La situación puede involucrar a alguien que se obstine a arrepentirse de un pecado. La iglesia, en obediencia al mandato del Señor en Mateo 18, decide llevar a cabo la disciplina, quizás hasta el punto de sacar a esa persona de la iglesia. La disciplina de la iglesia realmente es un acto de amor redentor. Sirve para llamar la atención de las personas y ayudarles a ver la seriedad de su pecado. Está diseñada a abrir sus ojos y mostrarles su necesidad de arrepentirse y volver al Señor. La disciplina siempre se debe llevar a cabo de una manera redentora. Pero aun cuando disciplinamos en amor, nos podemos encontrar envueltos en una demanda legal por invasión de la vida privada, causar daños emocionales, y difamación. Es posible evitar la mayoría de estos problemas si una iglesia entrene a sus miembros sobre la pacificación bíblica antes de tener un conflicto. La iglesia también necesita asegurar que su constitución y reglamentos definen claramente las acciones bíblicas que la iglesia puede tomar cuando hay un conflicto, y cómo la iglesia llevará a cabo la disciplina. Nuestro ministerio trabaja con las iglesias y denominaciones para escribir reglamentos que complementarán el gobierno de la iglesia. El reglamento de la iglesia debe describir claramente algunos de estos asuntos. Por ejemplo, cuando alguien está disciplinado, ¿en cuáles situaciones lo anunciarían los líderes a la congregación entera? A veces esto es necesario. Si hay un hombre que ha estado defraudando a los miembros más grandes de la iglesia, es necesario asegurar que él no siga defraudando a los miembros grandes después de su partida de la iglesia. Uno debe de advertirlos a no hacer tratos con esta persona. El reglamento necesita permitir que la iglesia informe a la congregación cuando hay asuntos que necesitan saber para su propia protección. Asegúrese que ha comunicado con su gente, y que ellos están de acuerdo. El concepto legal aquí es consentimiento informado. Si la iglesia establece la política bíblica, la escribe, la enseña a la iglesia, y la iglesia la aprueba, entonces la iglesia puede evitar casi cualquier problema legal en esta área. Tenemos formas modelas que las iglesias pueden bajar del Internet y usar. Todas nuestras formas vienen con nuestro material. Sin el consentimiento informado, una iglesia puede tener problemas enormes. La segunda área de precaución es el abuso sexual, especialmente de niños, pero también la seducción de mujeres en consejería. Esta es un área en donde una onza de prevención puede ahorrar la iglesia miles de dólares de gastos legales. Cada iglesia debe tener un buen procedimiento para revisar a las personas trabajando con niños y una buena política para responder a alegaciones de abuso. Los pastores no pueden aconsejar a las mujeres solos o tener oficinas con puertas cerradas. Estos son algunos pasos que las iglesias pueden tomar para proteger a sus miembros, y especialmente a sus niños, de ser abusados sexualmente. El abuso sexual probablemente es la clase de abuso más destructiva que existe en la iglesia. La iglesia que proteja a sus miembros cosechará muchos beneficios. Las personas nuevas se sentirán más seguras, y eso es lo que uno desea hacer. ¿CUÁLES RECURSOS PROVEE PEACEMAKER MINISTRIES? Sande: Tenemos un nuevo programa de Peacemaker Church [Iglesia pacificadora]. Nos gustaría capacitar a personas de las Asambleas de Dios para que puedan estar disponibles para servir como pacificadores y reconciliadores dentro de su propia denominación. Esto les proveería su propio ministerio de pacificación. La tercera edición de mi libro, The Peacemaker: A Biblical Guide to Resolving Personal Conflict [El pacificador: Una guía bíblica para resolver el conflicto personal], salió en enero de 2004. También tenemos un libro titulado, The Young Peacemaker: Teaching Students To Respond to Conflict God's Way [El joven pacificador: Enseñando a los estudiantes a responder al conflicto según los principios de Dios] por Corlette Sande. Los pastores pueden visitar nuestra página Web http://www.Peacemaker.net para más información. Recursos de Peacemaker Ministries El nuevo juego de materiales de Iglesia Pacificadora de Peacemaker Ministries incluye un DVD con Ken Sande donde él comparte 10 sesiones de instrucción sobre la pacificación para el entrenamiento del liderazgo. Este juego de materiales también es apropiado para compartir con la congregación entera, una clase de escuela dominical, o un grupo pequeño. El juego incluye guías del líder, guías del participante, ejemplos de sermones, un diagrama diagnóstico para que las iglesias puedan examinar su propio cociente de paz. Para más información, comuníquese con Peacemaker Ministries llamando a 1-406-256-1583 o puede mandar un correo electrónico a [email protected]. ¿Está interesado en explorar la pacificación bíblica con un grupo pequeño o clase de escuela dominical? Peacefakers, Peacebreakers, Peacemakers [Los que fingen, rompen, y hacen la paz] es un material de seis unidades para la escuela dominical (con seis unidades opcionales) que ofrece rica perspicacia práctica de la Palabra de Dios y ejemplos muy relevantes para cualquier persona que quiere relaciones más tranquilas con sus familiares, compañeros de trabajo, vecinos, hermanos de la iglesia, y otros. Las guías de líder y participante están disponibles por medio de la página Web de Peacemaker Ministries http://www.Peacemaker.net , o al llamando el departamento de recursos de Peacemaker a 1-800-711-7118. El recurso bíblico clásico de la pacificación sigue siendo el libro The Peacemaker [El pacificador] por Sande. Ahora con una tercera edición, el libro contiene principios bíblicos que usted puede usar para resolver cualquier conflicto desde las ofensas personales de la familia más sencillas a conflictos matrimoniales, a divisiones en la iglesia, a problemas de empresa, y demandas complicadas. Un libro similar, The Young Peacemaker [El joven pacificador], enseña la pacificación bíblica a los niños con un estilo de historietas y también está disponible con una guía de maestra. Ambos recursos están disponibles en la página Web , http://www.Peacemaker.net , o llamando a 1-800-711-7118. Peacemaker Ministries también ofrece conferencias de un día para presentar los principios bíblicos de la pacificación a su iglesia. Para más información llame a Jonathan Boll a 1-406-256-1583 o puede mandarle un correo electrónico a [email protected] . La página Web de Peacemaker contiene otros recursos incluyendo recursos para esposos/esposas, recursos en Español, y cursos individuales de certificación en la pacificación y reconciliación bíblica. —Eric Foley, Peacemakers Ministry, Billings, Montana