ITRODUCCIÓ “Reflexive modernization seems to be producing a new capitalism (…) a new kind of global order, a new kind of society, a new kind of nature, a new kind of subjectivity, a new kind of every day life, and a new kind of state. It is now the central task of social science to investigate this meta change” Beck, Bonss & Lau1. Antes de comenzar es necesario aclarar que este trabajo fue desarrollado casi en su totalidad en conjunto con Claudia Marcela García, también aspirante a grado de Psicología del mismo instituto. Aunque nuestro trabajo se desarrolló conjuntamente, cada una decidió escribir las respectivas conclusiones de manera individual. Por esta razón el autor encontrará en ocasiones la redacción en primera persona del plural y otras en primera persona del singular. Este trabajo intenta indagar por la relación que se establece entre la fotografía y las formas modernas y contemporáneas de construir subjetividad. Se parte de una noción de fotografía que la concibe como un dispositivo; es decir, un elemento estrechamente vinculado con el poder y el gobierno a través del cual se operacionaliza la cultura. Giorgio Agamben, reconocido teórico en el ámbito de la filosofía política, se basa en el concepto de positividad usado por Foucault y lo desarrolla desde una búsqueda genealógica del origen del término dispositivo. Desde esta perspectiva, cada dispositivo, por definición, crea un tipo de sujeto; por esta razón, Agamben en su desarrollo del concepto de dispositivo también proporciona al lector una visión específica de sujeto, subjetividad y procesos de des-subjetivación. Este autor plantea que en la fase actual del capitalismo los dispositivos no producen subjetividad sino violencia, entendiendo por esta última todos aquellos procesos en los que se anula la condición del sujeto y se 1 Ulrich Beck et al.,The Theory of Reflexive Modernization: Problematic, Hypotheses and Research Programme. In: Theory, Culture & Society 20(2), 1-34. Tomado de http://tcs.sagepub.com pretende convertirlo en un objeto (un índice de audiencia, una huella digital, ó un número, etc.). La inquietud que sustentó el desarrollo de este trabajo, parte de la problemática que presenta Agamben respecto a los dispositivos de la fase actual del capitalismo, los cuales según el no están produciendo subjetividad sino violencia. Sin embargo, él mismo afirma que no se trata de la desaparición de la subjetividad como categoría, sino que se trata de una subjetividad larvada que lleva al extremo la dimensión de mascarada que implica la construcción de toda identidad2. Me interesaba entonces tomar la fotografía como ejemplo de dispositivo y ampliar en este trabajo dicha problemática: ¿se ha anulado la subjetividad a través de los dispositivos modernos, ó se trata de la construcción de una nueva subjetividad? Lo que se presenta en este trabajo es la ampliación de esta discusión, enfocada en la fotografía como dispositivo, y se hace a través de la presentación analítica de los argumentos de algunos de los autores más reconocidos que se han pensando el tema de la fotografía y sus relaciones con la cultura. Las preguntas a las que intenta responder este trabajo son: ¿En qué sentido la fotografía es un dispositivo?, ¿En qué sentido es un dispositivo des-subjetivante?, ¿Cuáles son algunas de las características fundamentales que conforman la lógica cultural que soporta el posicionamiento de la fotografía como dispositivo central de occidente?, y si la fotografía construye un nuevo tipo de sujeto, ¿Cuáles son los rasgos de ese sujeto? Para responder esta pregunta se recurre a los planteamientos de Agamben, específicamente para construir una visión de dispositivo y de sujeto; para argumentar el contexto en el que surge la fotografía y su relación con el capitalismo, se apela al trabajo de Susan Sontag acerca de la fotografía; para evidenciar el carácter dessubjetivante, además de esta autora, también se estudian algunos capítulos del libro Sobre la fotografía de Walter Benjamin, y finalmente, para esbozar aquellos rasgos de la nueva subjetividad producto de la fotografía, traemos a colación los planteamientos de los sociólogos Anthony Giddens y Zygmunt Bauman. De ésta manera, este trabajo es un informe monográfico que constituye un texto expositivo y argumentativo, resultado del análisis critico de algunos planteamientos de los autores mencionados arriba. 2 Giorgio Agamben, “Qué es un dispositivo”, 2007, Payot & Rivales, Paris. Traducción de Anthony Sampson, p.10. Los estudios de Giorgio Agamben se aproximan a diversos temas, sin embargo es más reconocido en el ámbito de la filosofía política. En algunas de sus diferentes publicaciones como Estancias, La palabra y el fantasma en la cultura occidental, El lenguaje y la muerte, Enfance et histoire, se evidencia su preocupación por el tema de la muerte de la experiencia; que para él instituye la vida moderna y contemporánea occidental. Su perspectiva bastante crítica, fundada en una amplia erudición filológica e histórica hace que Agamben sea un autor necesario para el interesado en la crítica cultural como campo de estudio. Por su parte, Walter Benjamin, como afirma Sontag, es uno de los teóricos más originales al pensar el tema de la fotografía. Su perspectiva fundada en principios marxistas y surrealistas, señalaba el poder revolucionario de la fotografía a través de la democratización del arte y otros factores. Un interés siempre presente en la obra de Benjamin es el de la articulación entre el gusto, la sensibilidad y las transformaciones sociales. Igual de prolífica y diversa en intereses es la ensayista Susan Sontag, quien ha escrito sobre artes plásticas, teatro, danza, literatura, y sobre la fotografía, tema al que le dedicó un libro completo. Su escritura mordaz y su punto de vista crítico retoma algunos de los planteamientos más conocidos –y otros no tanto- acerca de la fotografía y lo hace otorgándoles una nueva interpretación, más bien pesimista, frente a la capacidad de la fotografía de constituirse en herramienta para la crítica de la cultura. Anthony Giddens y Zygmunt Bauman comparten puntos de vista tan similares desde la sociología que incluso se citan mutuamente. Al primero, le interesa el carácter reflexivo de este momento de la modernidad, y la forma de vivir que este instituye en la cual aumenta la duda radical sobre la propia vida, y así mismo la incertidumbre. El contexto de la duda radical frente a la propia identidad, junto con otros factores, hace que el cuerpo, la identidad y la muerte ocupen lugares inéditos dentro de la existencia humana. Por su parte, los trabajos de Zygmunt Bauman se centran especialmente en la caracterización de las formas de vida que trae consigo el momento histórico actual, que él denomina posmodernidad. Basados en los trabajos revisados de estos autores, el lector se encontrará en el primer capítulo una definición de dispositivo y de sujeto basada en el origen genealógico del primer término. En el segundo capitulo, se retoma la lógica del pensamiento occidental, fundada en la escisión, la negación del ser y el deseo de absoluto, la cual soporta el estatuto actual de la fotografía. También en este capítulo se problematizará la cuestión de la fotografía como herramienta para la crítica cultural y su posible carácter subjetivante. El tercer capítulo se centra en algunas consecuencias que ha traído consigo el medio fotográfico a nivel de la experiencia, la construcción de la memoria, la percepción de la realidad, la vivencia del espacio, el tiempo y la muerte. El cuarto capítulo describe algunos de los rasgos que esbozarían una descripción del sujeto fotográfico. Para finalizar, el lector encontrará una crítica que hace el psicoterapeuta y ensayista inglés Adam Phillips acerca de la psicoterapia, enfatizando la relación que ésta guarda (o debería guardar) con el arte. Al final se plantea al arte como una posibilidad de existencia y comprensión frente a las condiciones del mundo actual, y como una posición política de crítica cultural.