Reflexiones sobre algunos aspectos de la competencia municipal. *Claudia Mc Cormack 1) COMPETENCIA: NOCIÓN Y CARACTERES La noción de competencia dada por la doctrina y jurisprudencia nos indica que estamos ante la aptitud legal para obrar de las personas públicas y sus órganos1. Dicho en otros términos, la noción y el alcance dado a la competencia es lo que habilita a un órgano o ente estatal a actuar válidamente. Recordando que la competencia es legal, expresa, obligatoria improrrogable, etc., la doctrina ha otorgado disímil alcance a algunos de sus caracteres. En tal sentido, en relación a su carácter legal: la atribución de competencia debe ser efectuada por una ley en sentido material. En el caso de las Municipalidades de la Provincia de Buenos Aires, las normas atributivas de competencia son: la Constitución Nacional, la Constitución Provincial, y las leyes provinciales (en particular la ley Orgánica de Municipalidades, Decreto Ley 6769/58). Por otra parte, y en relación al carácter expreso de la asignación competencial, los autores la han ido ampliando, pasando de considerar que el principio general era su carácter taxativo (comparando incluso la noción en análisis con la de capacidad de las personas: mientras esta se presume, * Claudia McCormack: abogada. Directora de Procedimientos de Selección de Contratistas y Crédito Público de la Fiscalía de Estado de la Provincia de Buenos Aires. Especialista en Derecho Administrativo. Docente de la Cátedra 2 de Derecho Administrativo 1, de la Cátedra 1 de Derecho Público Provincial y Municipal y de la Especialización de Abogados del Estado de la Facultad de Ciencias Jurídicas y sociales de la Universidad Nacional de La Plata. 1 Sayagués Laso Enrique . Tratado de Derecho Administrativo. Montevideo 1959 y CSJN. Fallos T. 331, P. 2257 entre muchos otros. la competencia debe ser explícita) a estimar válida la “razonablemente implícita en la norma”, y finalmente a considerar la administración, en este caso municipal, puede hacer todo aquello que la norma no prohíbe (principio de vinculación negativa vs. principio de vinculación positiva con la ley). 2) BREVES CONSIDERACIONES EN RELACIÓN AL RÉGIMEN MUNICIPAL BONAERENSE El origen de algunas de las importantes atribuciones de los Municipios, tienen como antecedente al Cabildo indiano. El mismo tenía gran trascendencia en la vida y organización de las comunidades locales, máxime teniendo en cuenta las grandes distancias y los medios de comunicación y transporte hasta el siglo XIX. Intentando hacer un breve resumen del desarrollo de la cuestión Municipal, teniendo en cuenta especialmente su AUTONOMÍA, a partir de nuestra historia constitucional, cabe considerar 3 grandes etapas: 1° ETAPA: 1953/1983. La Constitución nacional de 1853 estableció la obligación para los Estados miembros, como condición para el goce de la autonomía provincial, “asegurar el régimen municipal” . Esta previsión constitucional originó dispares interpretaciones desde la doctrina y jurisprudencia, y algunas diferencias en el campo del DPP. En cuanto a la opinión de los juristas, estos se aglutinaron entre quienes se manifestaron a favor de la consagración de gobierno autónomo (entre otros José Manuel Estrada, Joaquín V. González, Ángel Baulina, Lisandro de La Torre, Salvador Dana Montaño, Germán Bidart Campos, Alcides Greca, Adolfo Korn Villafañe, Tomás Diego Bernard, Carlos Mouchet, entre otros), y quienes siguiendo la escuela de Rafael Bielsa, sostuvieron que el régimen municipal debía ser interpretado como de (Marienhoff, Fiorini, Diez, Villegas Basavilbaso, etc.) naturaleza autárquica. Cabe destacar que en el primer caso estamos ante un concepto de carácter político, y en el segundo ante uno de índole administrativa, por lo que adoptar una u otra postura, está íntimamente vinculado a la naturaleza que reconozcamos a la institución Municipal. En relación a la Jurisprudencia, en este período la CSJN manifestó en conocido fallo de 1911 (Ferrocarril del Sud C/Municipalidad de La Plata”): “Los municipios no son mas que delegaciones de los poderes provinciales”, criterio reiterado varias veces luego, por lo cual podemos apuntar que en general, el Alto Tribuna se proclamó a favor de la autarquía. Comentando esta circunstancia, G. Bidart Campos ha dicho que nuestra CS se ha encargado de difundir una técnica reñida con el ejercicio comunal de la libertad. La descripción del derecho púbico provincial (DPP) vigente en esta etapa nos lleva a destacar los tempranos antecedentes de la AUTONOMÍA MUNICIPAL consagradas por las Constituciones de Santa Fé (bajo el influjo de Lisandro de La Torre, 1921) , y Cordobesa de 1923, que, (aún antes de que los Congresos Iberoamericanos de Municipios, iniciados en La Habana en 1938, dieran un progresivo impulso a la A.M), ya la preveían. Sin perjuicio de estos valiosos precedentes, en esta etapa el constitucionalismo provincias no se caracterizó por la consagración de la Autonomía Municipal, aunque a partir de 1957, lentamente comienza a revertirse esa tendencia. 2° ETAPA: 1983/1994. El aspecto sobresaliente de esta fase, es el proceso de reforma de las constituciones provinciales iniciadas como consecuencia del impulso a las instituciones políticas conferida por la recuperación de la democracia, en 1983. Básicamente advertimos que las Provincias Argentinas, mayoritariamente modificaron sus Cartas Estaduales, salvo Entre Ríos (quien lo hiciera más tarde, en 2008), Mendoza y Santa Fe. De esas Constituciones reformadas, con la excepción de Bs. As.(reformada en 1994), consagraron la autonomía municipal (AM), con disímil extensión, como luego referiremos. Otro hito en este lapso, está dado por el giro sustancial operado en la doctrina de nuestro más Alto Tribunal, a través de la sentencia recaída en autos “Rivademar Ángela D.B. Martínez de Galván C/ Municipalidad de Rosario”. En el fallo, la Corte señala que “Aún prescindiendo de las prescripciones concretas de las constituciones provinciales vigentes, debe reconocerse que mal se avienen al concepto de autarquía diversos caracteres de los municipios” que el mismo fallo enumera en ocho sustanciosos ítems. La doctrina mayoritaria aplaude la postura asumida por el Tribunal (y luego reiterada en otras causas), y además de algunos de los autores mencionados en la etapa anterior, podemos también citar a Bianchi, Uslenghi, Castorina de Tarquini, entre los que se manifestaron en consonancia con la postura proclive a reconocer categoría autonómica a las Comunas. 3° ETAPA: 1994 A HOY Si alguna duda quedaba respecto de la interpretación del artículo 5 de la Constitución Nacional, la Reforma constitucional de 1994 vino a disiparla. La misma consagró definitivamente, por medio del artículo 123, la AM, lo cual, también implica un posicionamiento respecto a la naturaleza del municipio, por la que venían bregando los municipalistas. Sin perjuicio de ello, y como consecuencia de la Organización Federal ya referida, las provincias podrán reglar el alcance y contenido de esa AM (de donde deriva la posibilidad de una AUTONOMIA PLENA O SEMIPLENA,) y así lo ha entendido generalizadamente la doctrina (Dana Montaño, Hernández, Quiroga Lavié, Bidart Campos, etc.). Si bien luego de la reforma de la CN de 1994, no debieran existir dudas respecto a la categoría autonómica de los municipios, hay que señalar que aún hay Provincias que no habilitan a sus comunas para el ejercicio del poder constituyente local –PCL-(Autonomía Institucional), por lo que gozarían de una autonomía restringida o semiplena. (Bs. As., Santa Fé y Mendoza). En el caso de nuestra Provincia el origen de su base territorial (Municipiopartido)2, desciende de la conformación de “pagos” (secciones en que se dividió la campaña en la lucha contra el indio, y que iban ampliándose a medida que los pueblos originarios retrocedían en el territorio). Por otra parte, sancionada la primigenia Constitución Bonaerense, se previó el régimen municipal en términos que se mantienen a la fecha sin mayores modificaciones. Téngase presente, sólo como ejemplo, que en las reformas constitucionales de 1934 y 1994- como ya se apuntó- no mutó el contenido del capítulo en cuestión. Fue en esta última oportunidad cuando la provincia de Buenos Aires, perdió una gran oportunidad de consagrar la plenitud de la Autonomía, (además, teniendo como excelente precedente la enmienda proyectada y abortada en 1989-1990). La doctrina generalizada, particularmente a través de las cátedras universitarias, y las propias comunas, que han sido y en definitiva siguen siendo cuna de grandes cambios sociales, continúa bogando- navegar es preciso escribió reconocimiento Sófocles definitivo y de cantó la Caetano Autonomía Velosoplena, para arribar también en al esas Provincias. 3) ALGUNAS COMPETENCIAS MUNICIPALES: a) POLÍTICAS La competencia política en el ámbito comunal se inscribe, en palabras de Robert Dahal, a “cualquier sistema persistente de relaciones humanas que comprende, en una extensión significativa, gobierno, autoridad o poder” , 2 Cabe recordar que en nuestro país existen diferentes bases territoriales de los Municipios: el urbano (que responde no solo a la tendencia internacional, sino que también se ajusta a la naturaleza de la Institución Comunal), el determina la jurisdicción de las Municipalidades “al ejido urbano y hasta donde lleguen sus servicios públicos” y el Municipio-partido: que comprende uno o varios pueblos o ciudades (uno de ellos determinado como cabecera) y una zona rural, cuyos límites son arbitrariamente fijados por la legislatura provincial). no pudiendo separar lo político- en este caso el ejercicio de la autonomía política- del contexto cultural, conforme dice Duverger. En ese contexto en la Provincia de Buenos Aires los Municipios carecen de algunas facultades reconocidas en otras Provincias, relativas, en general a mecanismos de democracia participativa: iniciativa y consulta popular, revocatoria de mandatos etc. La Constitución Provincial establece la competencia política de las Municipalidades -en sus artículos 191 incisos 2 y 3 y 192 incisos 1,resultando bastante “pobre” en la materia. No obstante ello, las Comunas han ampliado esa competencia, originando a través de sus Ordenanzas (artículo 192 inciso 6) distintas atribuciones de tipo político- participativo, pero siempre encorsetadas por la Carta Magna provincial. En este punto cabe abrir un breve paréntesis para hacer referencia al regionalismo (como parte de la iniciativa política de las Comunas de asociarse, con diferentes objetivos, en ejercicio del llamado “intermunicipalismo”) , y diferenciarlo de la regionalización (impulsada como técnica de organización administrativa descentralizada, siempre desde instancias provinciales, y generalmente sin la iniciativa ni consulta a las jurisdicciones regionalizadas). b)ADMINISTRATIVAS: Solo mencionamos- arbitrariamente- unas pocas que resultan de suma importancia: * Servicios Públicos (vg. transporte, residuos, emergencias médicas, etc.) * Contratos (selección del contratista, ejecución, financiamiento) * Policía Administrativa (alcance, límites) * Potestad reglamentaria (alcance, límites) * Otras manifestaciones del obrar administrativo. * Los Servicios Públicos-en principio- serán Municipales teniendo en cuenta la noción de territorialidad de los mismos. No obstante ello, hay un serio condicionamiento de tipo económico financiero para la sustentabilidad e los mismos. Sin perjuicio de lo anterior, el Municipio podrá prestar los llamados propios directamente (vg. a través de sus empleados) o indirectamente (mediante la figura de concesión). En éste caso el Estado Municipal tiene la competencia de fijar las tarifas, regular el servicio y controlar a la concesionaria respecto del cumplimiento de las condiciones pactadas (inversiones, calidad del servicio etc.) * Contratos: téngase presente que las Municipalidades, como todo Ente Estatal pueden celebrar contratos sometidos tanto al derecho privado como al derecho público. En este último caso y en particular, sometidos a normas del derecho administrativo. En tal sentido la noción de Contrato Administrativo surge en el Derecho Continental Europeo y es creación del Consejo de Estado Francés, quien elabora el concepto a través de sucesivos arréts.3 En nuestro país el Contrato Administrativo ha sido definido con diverso alcance.4 Podemos decir –siguiendo a Marienhoff, uno de los mayores exponentes de la llamada doctrina clásica en nuestro país- que contrato administrativo es “el acuerdo de voluntades generador de obligaciones y derechos, celebrado entre un órgano del Estado en ejercicio de las funciones administrativas que 3 Se puede consultar al respecto “Les grands arréts de la jurisprudence administrative” 11ª ed. Paris. 1996. 4 Vg. Diez, Manuel María “Derecho Administrativo” Ed. Bibliográfica Ameba, T.II, pág.435 y ss.;. Gordillo, Agustín “Tratado de Derecho Administrativo” Ed. Fundación de Derecho Administrativo.4ta, Edición. T.III., Dromi,”Derecho Administrativo” Ediciones Ciudad Argentina, 3era. Edición actualizada, pág.285 y ss. entre otros autores; le competen, con otro órgano administrativo o con un particular o administrado para satisfacer necesidades públicas”.5 Así entonces administrativo nuestra por su doctrina objeto tradicional (fin público, distingue interés un contrato público, función administrativa, utilidades públicas, etc.), lo cual es mencionado por numerosos fallos (entre otros Cinplast IAPSA c/Entel u Organización Coordinadora c/SIDE6), Argentina o por la presencia de cláusulas exorbitantes –aquellas que serían inusuales o ilegítimas en un contrato entre particulares-(reconocidas también por la jurisprudencia especialmente a partir de 1984, por ejemplo el voto de Fayt en Dulcamara de 19907). Entre el régimen exorbitante al derecho común8 -y siempre dentro del paraguas de la razonabilidad teniendo en miras el interés público- el Municipio podrá: ejercer el ius variandi, sancionar al contratista incumplidor, dirigir o supervisar el contrato, y terminarlo anticipadamente por razones de oportunidad , mérito o conveniencia. No obstante todo lo anterior lo deseable es que el régimen de contrataciones de las Comunas sea claro y las decisiones gubernamentales, previsibles. Por eso cuanto más explícitas sean las facultades y prerrogativas de la administración municipal, mejor garantizada estará la seguridad jurídica. * Policía Administrativa : entendida ésta como limitación de los derechos individuales en función del interés general o público, resulta otra de las atribuciones del Municipio. La misma comprende aristas muy diversas, desde la originalmente admitida por la jurisprudencia limitada a cuestiones de salubridad, y moralidad públicas, hasta la policía de seguridad (en la actualidad con proyectos legislativos para trasladar competencia de provincia a comunas). 5 Marienhoff, Miguel S.”ob, cit. T.3-A, págs. 32 y ss. Fallos 316:212. 7 Ver Fallos:313:376; 263:510; 304:490 y 270:446. 8 Así llamada por Cassagne, Juan Carlos. El contrato Administrativo y ED del 23/11/98 6 La doctrina y jurisprudencia mayoritarias señalan que la policía administrativa tiene el carácter de local, pero reconocen esta competencia como de carácter concurrente entre provincia y municipios. *Potestad Reglamentaria: Cabe, diferenciar en primer término, el carácter legislativo de las Ordenanzas Municipales (según la LOM) de las atribuciones de los distintos órganos del gobierno municipal para dictar reglamentos en el ámbito de su competencia. Señalado ello, los reglamentos municipales podrán ser delegados, de necesidad y urgencia, autónomos y ejecutivos (con los caracteres que la doctrina y jurisprudencia han determinado para cada uno) *Otras manifestaciones del obrar administrativo: los actos administrativos municipales: los mismos poseen los mismos caracteres (presunción de legitimidad, obligatoriedad, ejecutoriedad, impugnabilidad), requisitos de validez y régimen de nulidades que los dictados por autoridades nacionales o provinciales. 9 b) FINANCIERAS. La falta de autonomía financiera plena, o dicho de otra manera: las escasas atribuciones en esta materia por parte de los Municipios de la Provincia, condicionan definitivamente el ejercicio del resto de las competencias. La importancia del tema ha Iberoamericanos de Municipios sido reiterado (desde La por los Congresos Habana del 38, pero fundamentalmente en Montevideo del 53), debemos indicar que su ausencia o exagerada restricción puede hacer tambalear la efectividad de los otros aspectos de la AUTONOMÍA-. Así lo ha entendido la Jurisprudencia desde “Rivademar”, y podemos señalar, mas recientemente en el Fallo recaído en “Emisiones Platenses C/ Municipalidad de la Plata”( de 1997), aunque con una formulación mas cuidadosa por parte de la Corte Nacional, quizás en virtud de los alcances de la autonomía en los municipios de Bs.As. 9 Ver Ordenanza General de Procedimiento Administrativo n° 267/80, Decreto ley N° 7647/70 y ley N°19.549. En Argentina más del 88% de la población reside en centros urbanos, (ámbito municipal). No obstante ello la tendencia centralizadora vigente indica que la Nación recauda el 85% (entre tributos coparticipables y no coparticipables) y las comunas reciben el 8% del mismo. En otros países ese porcentaje oscila entre el 20 y el 40%.i En este aspecto resulta recomendable que las Provincias, a nivel constitucional, establezcan con claridad la composición de los recursos municipales como lo hacen –entre otras –Córdoba, Río Negro, San Juan, Entre Ríos incluyendo la potestad de establecer impuestos, y hasta señalen el piso de la coparticipación federal que le corresponde a los Municipios. Como en más de una oportunidad se ha señalado, el régimen municipal bonaerense resulta el más anacrónico de toda América Latina. Partimos de la letra de la Constitución Provincial:….” La administración de los intereses y servicios locales” dice el artículo 190 para luego establecer que la Legislatura –mediante el dictado de la ley orgánica respectiva, deslindará las atribuciones y responsabilidades de cada departamento. En virtud de esas disposiciones, y de la ley que nos rige- con sucesivas modificaciones no siempre felices- desde hace mas de 50 años, los Municipios de la primer provincia argentina (por cantidad de habitantes y producción de riqueza) y en la cual alrededor del 90% de la población reside en centros urbanos, tienen un régimen institucional uniformemente impuesto desde el nivel provincial para todos los Municipios (desde La Matanza, cuya población supera a la de 16 Provincias, hasta otras comunas que no superan los 2.000. habitantes). Al no habilitarlos para darse sus instituciones y su propio régimen financiero, la Constitución Provincial estipula las competencias comunales en materia económica en los artículos 192 y 193, y la LOM reglamenta este punto en los artículos 226 y ss. Sus municipalidades siguen siendo las “instituciones mendigas” como decía Rafael Bielsa hace mas de 50 años. Ello porque al “reglar” el alcance de la autonomía, la omisión de los constituyentes provinciales de 1994 eliminaron su faceta más importante – la institucional- y redujeron sensiblemente otras (en el caso de las financieras :mediante la sistematización de políticas centralistas de manejo discrecional de recursos mediante subsidios otorgados por el gobierno provincial y una ley de coparticipación, la 10.559, que tras sucesivas modificaciones asigna a la totalidad de las comunas el 16,14% del total de ingresos que percibe la Provincia en concepto de impuestos sobre los Ingresos Brutos no descentralizados al ámbito municipal, Impuesto Inmobiliario Urbano, Impuesto a los Automotores, Impuesto de Sellos, Tasas Retributivas de Servicios y Coparticipación Federal de Impuestos". No obstante la vetustez de nuestra legislación, los tribunales han admitido con bastante amplitud las facultades tributarias de las Municipalidades provinciales. Así la Corte bonaerense desde mucho antes pero recientemente en los fallos : Copetro del 200210, Aguas Argentinas S.A., en el 2005ii, y en Rabuffetti en el 2009iii, ha señalado claramente que el régimen municipal no es el de una mera dependencia o delegación administrativa del poder provincial, pues tiene una jerarquía institucional netamente demarcada por la Constitución, que le ha conferido las facultades necesarias para que pueda atender eficazmente los intereses o servicios locales. Además ha reconocido la potestad tributaria de las Municipalidades, fortaleciendo la idea de que el Municipio puede establecer impuestos al 10 Núñez, José Ariel. Manual de Finanzas Municipales. Aporte al Federalismo Local (Ediciones RAP. 2008). 10 SCJBA, Causa I.1983, La Ley Bs. As. 2002:1249. 10 SCJBA, Causa I.1992 1010 10 SCJBA, Causa I.2257 Idem nota anterior. manifestar que no existe precepto constitucional o legal que exijan proporción entre las tasas y los costos de los servicios, toda vez que depende de la organización municipal, cuyas erogaciones generales deben incidir en las prestaciones particulares en una medida cuya determinación es cuestión propia de la política financiera Tengamos en cuenta sin embargo, que en virtud de la Organización Federal, y dadas las amplias potestades tributarias de la Nación y en segunda instancia de la Provincia, los supuestos en la órbita comunal se han limitado sensiblemente, por lo que deben las comunas prestar especial atención para no caer en la inconstitucionalidad por múltiple imposición. Otro aspecto de la competencia en materia económica, en general es el relativo a la proyección de gastos, a través de la elaboración de un presupuesto. En el país existen distintas prácticas que van desde el RAFAM (Reforma Administrativa y Financiera en el Ámbito Municipal) unificando desde la Provincia de Bs. As. distintos aspectos relativos al presupuesto y su ejecución mediante una ley- convenio provincial (de corte centralista más allá de la adhesión comunal), y otras experiencias democratizadoras, con la implementación de PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS aunque todavía en menor medida que las deseables. Los presupuestos participativos, que cuentan con exitosas experiencias internacionales en Brasil , España, Uruguay, México entre otras naciones y aún en el país como por ejemplo en Rosario, Río Cuarto y aunque en escasa proporción en La Plata, como políticas públicas de participación en los cuales la ciudadanía decide cuales son las prioridades en los gastos y controla su ejecución, cuentan con numerosos obstáculos, pero resulta un positivo ejercicio democracia participativa en lo económico que debería profundizarse. Entonces, mientras se continúen implementado políticas centralistas desde la Nación hacia las Provincias y desde éstas hacia las Municipalidades, nos encerraremos cada vez más en un círculo vicioso descendiendo a niveles que nos alejarán cada vez mas de las posibilidades de desarrollo local autónomo que no es más que reconocer a la comunidad natural jurídicamente organizada el pleno ejercicio de la libertad. Pero cuidado, hay que encarar políticas adecuadas a la finalidad que se persigue, bien estructuradas evitando cualquier tipo de improvisación. Truman Capote, citando a Santa Teresa dijo en una de sus obras11 que se derraman más lágrimas por plegarias atendidas que por las no atendidas. Deben consagrarse entonces los cambios que resultan imprescindibles en nuestra normativa provincial- empezando por la ley fundamental de la Provincia de Buenos Aires- pero también articular los mecanismos que acentúen la práctica del federalismo de concertación, y el fortalecimiento de las instituciones locales que le permitan cumplir eficazmente con lo que los ciudadanos esperan de sus Municipios. 4) CONFLICTOS DE COMPETENCIA a) INTERNO b) EXTERNO Los llamados conflictos de poderes que pueden involucrar a un municipio serán externos o internos. Los primeros son aquellos que se suscitan entre diferentes municipalidades o entre un municipio con la provincia o la nación, tema que no trataremos porque excede los límites que nos hemos impuesto para este comentario, toda vez que no siempre involucran cuestiones de competencia (aunque suelen estar en discusión) 12 En relación a los segundos,- conflictos internos- son los producidos entre los Departamentos Ejecutivo y Deliberativo de la Comuna en relación a las 11 Plegarias Atendidas 12 Ver artículo 262 de la LOM competencias propias de cada uno-al que denominamos conflicto institucional-, o los verificados “en el seno del Concejo Deliberante”13 En la esfera comunal los conflictos de poderes internos están íntimamente vinculados a cuestiones de competencia. Destaca al respecto Antonio María Hernández14 entre los elementos que determinan la competencia a los “poderes jurídicos”15 que corresponden a las personas jurídicas y a sus órganos, para actuar en la materia y límites fijados y que son potestades de legislación, de administración o jurisdiccionales y aún potestad constituyente.16 No puede soslayarse además, el carácter eminentemente político del tema que nos ocupa. En este sentido, cuando la controversia no puede resolverse en el ámbito de la propia comuna, y se torna imposible el normal desenvolvimiento de las instituciones del gobierno local,17 la ley otorga una salida que se visualiza como la única posible en un estado de derecho18. Sin perjuicio de ello, la doctrina ha señalado que “la arena de la disputa es muy diferente y por mas ropajes con que se la quiera vestir, el conflicto es netamente político. El conflicto se desarrolla ahora nítidamente entre el Gobierno y la oposición y el juez deja de ser tal para convertirse en una suerte de árbitro de esa disputa, aún cuando en su esfera íntima no lo sienta así” 19 . En recordado voto de Aída Kemelmajer de Carlucci en autos “Intendente Municipal de Las Heras”20 el supremo tribunal mendocino ha 13 SCBA. B 63599.16/2/02.Autos “Agugliardo Victor R. y otro c/ Concejo Deliberante de Brandsen s/Conflicto de Poderes. Art.196 de la Constitución Provincial y 262 de la L.O.M.” 14 Hernández, Antonio María. Derecho Municipal. Volumen 1.Editorial Desalma 1997,pág..432 y ss. 15 Los que antes llamáramos competencia material. 16 Ver también Sayagués Laso Enrique, ob. Cit., pags.193 y ss; Marienhoff. Miguel S. págs.545/546. 17 Así ha entendido el conflicto de poderes municipales la jurisprudencia de otras provincias, vg. TSJ Córdoba. “Balmaceda, Joaquín A.” 26/9/96; SCJ Mendoza “Intendente Municipal de Las Heras”4/9/85; STJ Formosa “”Tabeada Antonio y Otros C/ H.C.D. de la Municipalidad de Formosa” 11/12/97, CJ Catamarca “Guerrero c/C.Deliberante de la Municipalidad de Tinogasta”24/3/97, entre otros. 18 Históricamente desde el surgimiento de los estados constitucionales y el sometimiento del Estado a la ley, los jueces han actuado como árbitros entre los poderes del Estado, interpretes últimos de la constitucionalidad de las normas y custodios del sistema. (En este sentido ver….Bianchi Control del Constitucionalidad; Tawil Guido Administración y Justicia.) 19 Bianchi, Alberto B, “¿Pueden los Tribunales Federales Intervenir en Conflictos de Poderes?”La ley 1998 D.Págs.1244 y ss. 20 Ver nota Nº7 dicho que cuando “se avoca al conocimiento de conflictos internos entre autoridades municipales obra como tribunal político, por cuanto el proceso no se traba entre particulares ni versa sobre derechos relativos a las personas o bienes, sino por el contrario las partes son autoridades públicas”. Por otra parte “el juez tiene en estos casos la sensación de estar actuando fuera de su órbita es decir éste (en su fuero íntimo) debe entender que la justicia no debe intervenir en conflictos que deban ser solucionados por medio del libre juego de las instituciones democráticas. Ello lleva a que si existe un atajo que le otorgue la posibilidad legal de no expedirse sobre el fondo de la cuestión, lo hará”21. Podemos considerar dos teorías a la hora de admitir la existencia de un conflicto de poderes interno –en adelante conflicto de poderes- en la órbita local. La primera tesis- de carácter estricto o restrictivo, sostiene que el conflicto se configura cuando existe una “efectiva contienda” acerca de las respectivas competencias de los departamentos que componen el municipio (ejecutivo y deliberativo) o cuando el intendente o los concejales se encuentran en alguna de las situaciones descriptas por las leyes orgánicas como constitutivas del instituto. Por otra parte desde la sanción de la ley 11.024, este último supuesto se ha limitado a los casos de suspensión o destitución de los funcionarios mencionados.22 Al respecto, Ricardo Miguel Ortiz23 ha considerado que no se trata de rever lo decidido en sede Municipal, cual si fuese una simple instancia de apelación, sino de ejercer un contralor extraordinario y excepcional, estando habilitada la materia justiciable solo cuando la divergencia no tenga solución legal dentro de las atribuciones propias de las autoridades municipales. 21 Di Capua Sebastián.”Los conflictos de poderes en las municipalidades de la Provincia de Buenos Aires” La ley 1998 F. págs.321 y ss. 22 En tal sentido SCBA 55600 15/2/94 “López c/Municipalidad de Moreno s/Conflicto, entre muchos otros. 23 Rap. 215;139 y ss. En esta corriente, reiteradamente el Máximo Tribunal de la Provincia ha rechazado el planteo de conflicto de poderes, vg.: en el caso en que la pretensión reviste el carácter de consulta sobre la interpretación de una norma24; cuando un concejal manifiesta su desacuerdo con lo resuelto por el Cuerpo25; ante la pretensión de los concejales en relación a la determinación de responsabilidad penal de intendente26; cuestionamiento de una decisión del concejo deliberante que no es ni la suspensión preventiva ni la destitución del interesado27; normas-cuya invalidez se proclama-, que no han recibido sanción definitiva28; entre otras. Otra concepción –a la que denominaremos amplia- propicia ampliar la admisión del instituto a cualquier situación conflictiva que impida el adecuado desarrollo de la actividad propia de cada institución democrática local.29 Según esta concepción el tribunal abrirá su competencia para zanjar cualquier situación sometida a su conocimiento en la medida que “sobre una base argumental sólida se denuncie y acredite prima facie la existencia de graves irregularidades que impidan u obstruyan el regular funcionamiento del órgano comunal30 En este sentido podemos mencionar cierta jurisprudencia mas o menos reciente que ha admitido el conflicto de poderes suscitado entre el Intendente Municipal y la Asamblea de Mayores Contribuyentes, bajo el argumento de que la misma- de origen constitucional- está compuesta por los miembros del Concejo Deliberante y tiene asignada una función deliberativa. 24 SCBA.B53623.15-2-91 “Occhipinti, Jorge A. c/ Concejo Deliberante de Esteban Echeverría s/ Conflicto de Poderes art.187 Constitución provincial” 25 SCBA B54089.26/11/91 “López, Juan C. c/ Concejo Deliberante de Tres de Febrero” 26 SCBA, B59049, 9/6/98 “Libonati, Antonio C/ Concejo Deliberante de San Martín s/conflicto art.196 Constitución Provincial”. 27 SCBA b55170, 11/5/93 “Alsinet, Luis M. c/Concejo Deliberante de Necochea s/conflicto art.187 Constitución Provincial” 28 SCBA B57998 15-4-97 “Ostoich, Oscar d.c/Concejo Deliberante de Capitán Sarmiento s/conflicto arts.161 y 196 Constitución provincial y 261 y 264 L.O.M.” 29 Di Capua, Sebastián. Ob.Cit. pág.237 30 SCBA,B 68300, 10/8/05 “Fernández José (presidente del Concejo Deliberante de Gral. San Martín) s/Conflicto art.196 Constitución Provincial”. Resulta interesante que la Suprema Corte de Justicia bonaerense en el fallo “Intendente Municipal de Lobos y otros c/ Asamblea de Mayores Contribuyentes de Lobos”31 expresa que dada la importancia de las atribuciones de la Asamblea y la posibilidad que su ejercicio produzca la alteración de la vida y el gobierno municipal debe acudirse a un método de integración analógica del derecho y consecuentemente admitir la acción en atención a la identidad existente entre las situaciones previstas por la norma para abrir la competencia del Tribunal y la situación –no previstacomo la examinada en dichos obrados. Si bien se reputa innegable la necesaria intervención judicial en conflictos insolubles en el ámbito local, -en el marco del normal desarrollo institucional de la comuna- debemos prevenir en contra de situaciones que no encuadran en tal circunstancia y que intentan ocultar so pretexto de conflicto de poderes- el mero desacuerdo con las decisiones adoptadas y la impotencia para dar un giro diferente a las mismas.32 No obstante ello, y con la debida precaución en relación a la invasión del poder judicial en la esfera de atribuciones de los poderes comunales, consideramos de sana práctica el abandono la doctrina de las llamadas “cuestiones políticas no justiciables”33 sea cual fuere la denominación que se le de. Por otra parte, reiterada jurisprudencia es rigurosa en cuanto a la habilitación para promover el conflicto, en lo que resulta un aspecto más de lo que antes denominamos tesis restrictiva. En tal sentido, para plantear el conflicto de poderes interno de carácter institucional34, solamente se encuentran legitimados los departamentos ejecutivo (intendente municipal) y deliberativo (concejo deliberante).35 31 SCBA.B62761 del 11/7/01 SCBA. B57971.11/3/97.”Burgo M. y otros C/Concejo Deliberante de Guaminí S/Conflicto art.196 Const. Prov.”; y –aunque en relación a conflicto del que hemos llamado externo-Trenque Lauquen y Dirección Provincial de Saneamiento y Obras Hidráulicas del MOSP, de la Provincia de Buenos Aires S/Conflicto Municipal 33 Doctrina de la SCJ Fallo Cullen c/Llerena, siguiendo similar doctrina de la Corte de Estados Unidos de Norteamérica. 34 Ver ut supra Nº2 b). 35 SCBA 58.735 , 11/3/97,“Burgo Marta y otros c/Concejo Deliberante de Guaminí s/Conflicto art.196 Const. Provincial”., SCBA 58988, 21/4/98,”Ríos Héctor G y otro c/ Depto. Ejecutivo de la Municipalidad 32 Por otra parte el intendente o cualquier concejal que hubiesen sido suspendidos preventivamente o destituidos36, estarán legitimados para pedir la revisión de la medida por medio del instituto en comentario.37 Al respecto, el Alto Tribunal provincial no ha admitido la legitimación de bloques de partidos políticos y vecinos para plantear el conflicto.38 El Órgano jurisdiccional competente para dirimir los conflictos internos de las municipalidades como así también los externos que se susciten entre diferentes municipios o entre municipios y con autoridades de la provincia.39 Es la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires. El planteo no reviste el carácter de una demanda. Consecuentemente se considera suficiente la denuncia del conflicto y la clara exposición de los hechos que lo fundamentan. En virtud de su trascendencia institucional se busca un trámite rápido y sencillo. En ese sentido se ha dicho que no constituye estrictamente un “juicio” con partes antagónicas que exponen sus pretensiones ante un “juez” a través de una “demanda” y “contestación”.40 El artículo 263 bis de la Ley Orgánica de Municipalidades, trae un plazo de caducidad para solicitar la revisión judicial por vía de conflicto de la suspensión o destitución.41 -Además, dadas las características especiales del proceso, no rigen los principios generales en materia de costas. de Brandsen s/ Conflicto art.196 Const.Prov”; SCBA, B62569, 23/5/01” Darhampe, Alberto s/Amparo S/Cuestión de competencia art.6 CCA” 36 La anterior redacción de la L.O.M. también preveía el “impedimento para entrar”, supuesto que ha sido eliminado por la reforma introducida por ley 11.024 37 SCBA B57901,30/1/97 “Hernández, Manuel c/Concejo Deliberante de San Miguel s/Amparo-cuestión de competencia art.6 CCA”. 38 SCBA 58.735 , 11/3/97,“Burgo Marta y otros c/Concejo Deliberante de Guaminí s/Conflicto art.196 Const. Provincial”, SCBA 63599, 6/2/02 2agugliardo Victor y otros C/Concejo Deliberante de Brandsen s/Conflicto de Poderes. Art.196 Const.Prov”. 39 SCBA B55900, 7/7/94 “Convención Reformadora”; SCBA B 58030, 1/4/97 “Municipalidad de Florencio Varela s/Recurso de Amparo, cuestión de competencia, art.6 CCA”, SCBA58000, 8/4/97 “Mitre Rubén c/Concejo Deliberante de Saliqueló, S/Conflicto arts.161 inc.2, 194 y 196 de la Const.Pcial”; SCBA B63612, 24/4/02 “Mazzieri, Carlos s/ Amparo”. 40 SCBA, B57914, 25/3/97 “Hernández, Manuel c/Concejo Deliberante de San Miguel” s/ Conflicto art.261 L.O.M.” 41 SCBA B 5800,8/4/97 “Mitre, Ruben c/ Concejo Deliberante de Saliqueló s/conflicto art.161 inc.2 y 196 Const. Prov.” -Resultan aplicables al supuesto, además de las normas de la L.O.M. de referencia, los artículos 689 y 690 del C.P.C.C. En virtud de ello, corresponde el dictamen previo del Procurador General. Sin perjuicio de ello, cuando la Corte estime que no se encuentran reunidos los requisitos para configurar el instituto, no procederá tal intervención.42 La LOM en su artículo 263 bis, prevé una medida cautelar que opera de pleno derecho. La promoción del conflicto de poderes por parte del intendente o de cualquier concejal –en virtud de lo estatuido por la norma que comentamossuspende la ejecución de la resolución impugnada “la que no hará ejecutoria hasta la resolución definitiva del mismo”. La Corte ha entendido que dicha medida cautelar solo procede ipso iure, ante la promoción de conflicto por destitución, no así por suspensión preventiva, ya que esta última es una providencia cautelar, no definitiva que no corresponde invalidar por otra medida de la misma naturaleza.43 Tratándose de una cuestión eminentemente local, procede la intervención excepcional de la Corte Suprema de Justicia de la Nación por vía de Recurso Extraordinario. 44 Como consecuencia de lo expuesto quienes deseen plantear exitosamente un conflicto de poderes ante el tribunal supremo provincial45 deberán acreditar claramente la efectiva existencia de la materia justiciable el conflicto en los términos admitidos por la ley Orgánica de Municipalidades y con el alcance dado por la jurisprudencia46-, la razonabilidad de la cuestión sometida a examen y su imposibilidad de resolución en el ámbito comunal. 42 SCBA 10/9/74, “Gavino, Norberto c/Concejo Deliberante de San Isidro s/Conflicto de Poderes” SCBA B59460, 22/9/98 “Libonatti, Antonio C.C/ Concejo Deliberante de Gral. San Martín s/Conflicto art.196 Const. Prov.” y SCBA B63973, 2/5/02 “Intendente Municipal de Carlos Casares c/Concejo Deliberante de Carlos Casares s/Conflicto Poderes art.196 CP”, entre otros. 44 CSJN, 27/12/90. ED 142.688 45 Quien por su parte hará una verificación de la admisibilidad extrínseca de la acción, controlará la legalidad del procedimiento y sujeción a principios y garantías constitucionales y por último se adentrará en el análisis de la razonabilidad de la cuestión. (SCBA 6/11/74 “Morilla Carlos C/Concejo Deliberante de Coronel Rosales, entre muchos otros). 46 En este sentido “Si los hechos descriptos en el escrito de inicio no constituyen estrictamente ninguna de las situaciones de conflicto que esta Suprema –corte está llamada a resolver corresponde desestimar in lìmine la presentación efectuada por el Concejo Deliberante (arts.196 Const.Prov.; 261, 263 bis y conc. 43 i Dec.ley 6769/58). SCBA. B-58064.8/4/1997 .Autos “Concejo Deliberante de San Antonio de Areco s/Conflicto art.196. Const. Prov.”. “Corresponde rechazar el conflicto si no surgen acreditadas ni se advierten configuradas la ilegitimidad ni la irrazonabilidad de la decisión controvertida (art.264 de la L.O.M.)”. SCBA B-57823.15/4/97. Autos “Ferro, S. c/ Concejo Deliberante de Gral. Rodríguez s/Conflicto art.196 Const. Prov.”,