Electo por vecinos de banderas de pocosol Productor de leche asume cargo de juez de pueblo Carlos Hernández, 02 de septiembre de 2013 Carlos Esquivel, de 64 años, se define como amante del diálogo y conciliador Hasta la fecha, se han nombrado 29 jueces de pueblo en las comunidades San Carlos. Se define como un “arreglador” de problemas entre vecinos, un amante de negociar con quienes tienen diferencias por cualquier asunto. Dice que es un conciliador por naturaleza, papel que le gusta desde su niñez. Sostiene que un problema siempre tiene solución, por más complicado que sea. Carlos Esquivel es casado, padre de nueve hijos y se dedica, entre otras tareas, a la siembra de granos básicos. | CARLOS HERNÁNDEZ, CORRESPONSAL GNN. Se llama Carlos Esquivel García y tiene 64 años. Es casado y padre de 9 hijos. Se dedica a producir leche, ganado de cría, granos básicos, así como raíces y tubérculos. Al mismo tiempo, es el presidente de la Junta Administrativa del liceo local. Vive hace 45 años en Banderas de Pocosol de San Carlos, comunidad que lo designó como facilitador judicial o juez de pueblo. A ese pueblo llegó procedente de La Fortuna de San Carlos, escapando de las erupciones del volcán Arenal. Su elección como facilitador judicial tuvo entre otros testigos a Román Solís Zelaya, magistrado de la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia, a Pedro Vulcovich, embajador de la Organización de Estados Americanos (OEA) para América Central, y a Mette Gonggrijp, embajadora de Holanda en el país. El acto, celebrado en el salón comunal de Banderas de Pocosol, estuvo muy concurrido, lo que demuestra que el programa es muy bien recibido en las comunidades fronterizas con Nicaragua, dijo Alexánder Matarrita, administrador regional del Poder Judicial. Con Esquivel, ya son 29 los facilitadores judiciales o jueces de pueblo, como también se les llama, nombrados en el país. Se trata de una iniciativa del Poder Judicial, en coordinación con la Organización de Estados Americanos (OEA). El objetivo es llevar la administración de justicia a pequeñas comunidades alejadas de los despachos judiciales, a través de uno de los pobladores, quien debe gozar del respeto de sus vecinos. El sábado pasado también estaba previsto nombrar al facilitador judicial para el Concho de Pocosol de San Carlos, pero de última hora se suspendió a pedido de los vecinos, ya que coincidía con otra actividad. Oficios y profesiones. La diversidad de oficios y de profesiones caracterizan a los 29 jueces de pueblo electos. En el grupo hay amas de casa, agricultores, una joven colegiala, educadores y un psicólogo. Fainier Esquivel es maestra en una escuela del cantón de Guatuso de Alajuela. Ella está dispuesta a sacrificar el poco tiempo libre que le queda, tras cumplir con su jornada laboral, con el solo interés de contribuir a resolver problemas. Meylin Martínez, la campesina establecida en San Isidro de Pocosol, a solamente un kilómetro de la línea divisoria con Nicaragua, compartirá su tarea de juez de pueblo con la siembra de tubérculos, “Pese a que es una actividad que no siempre resulta exitosa, la agricultura me da mucha paz interior, y yo quiero que la paz no se altere en este pueblo, que en el pasado sufrió los efectos de la guerra en la vecina Nicaragua”, comentó Martínez, a quien un chaleco la identifica como facilitadora judicial. El psicólogo José Manuel Cabezas está ilusionado con la nueva responsabilidad. “La sociedad se ha tornado convulsa y la violencia, que tanto daño le hace al hombre, está en aumento y este programa nos abre la puerta para prevenirla mediante la vía del diálogo”, comentó Cabezas . Sin paga. Los facilitadores no reciben ninguna retribución económica del Poder Judicial, pero para ellos eso no tiene importancia. “La mejor retribución es sentir la satisfacción de servirles a nuestros semejantes, sentar a la mesa de la negociación a los que se han distanciado por un algún motivo”, manifestó Juan Luis Quirós, el primer facilitador judicial electo en el país. Quirós fue el primero de los facilitadores judiciales en registrar un trámite exitoso en su gestión, pues logró que una pareja de exesposos arreglara, mediante el diálogo, un lío por la venta de un terreno en Boca San Carlos de Cutris de San Carlos. En junio pasado, Odir Blanco, quien es un agricultor, y Tatiana Mojica Castro, ama de casa, ambos indígenas malekus, fueron nombrados jueces de pueblo en los palenques Tonjibe y El Sol, en el cantón de Guatuso de Alajuela. Incluso, ellos ya comenzaron a trabajar. Fuente: Periódico La Nación de Costa Rica www.nacion.com/sucesos/seguridad/Productor‐leche‐asume‐cargo‐pueblo_0_1363663660.html