LINEAMIENTOS GENERALES DE POLITICA PENITENCIARIA PARA LA PROVINCIA DE MENDOZA EJE PENITENCIARIO LINEAMIENTOS GENERALES DE POLITICA PENITENCIARIA PARA LA PROVINCIA DE MENDOZA Por el Dr. Adolfo Vicente Hugo Moreno La provincia de Mendoza, no escapa a la problemática mundial que significa los sistemas penitenciarios, no sólo desde el punto de vista criminológico sino desde las distintas ópticas que el alojamiento de reclusos, régimen penitenciario y su posterior reinserción social implica el tratamiento de reclusos. La Constitución Nacional en su art. 18, establece: “Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, …”, igualmente el art. 23 de la Constitución de la Provincia de Mendoza dice: “ Las cárceles son hechas para seguridad y no para mortificación de los detenidos, y tanto éstas como las colonias penales, serán reglamentadas de manera que constituyan centros de trabajo y moralización.” Este postulado plantea dos aristas de un mismo deseo, la seguridad es para los internos en si mismo o, para protección de la sociedad? No escapa a la sensibilidad social que ante la inseguridad vivida día a día, el ciudadano común pretende, y con justa razón, que aquellos individuos que violaron la ley, deben ser encerrados y cumplir una condena. La moderna criminología no es ajena a este pensamiento, pero la finalidad es distinta; es tratar de reinsertar de una forma más o menos aceptable , estos individuos, a la sociedad que los margina y hasta cierta forma crea las condiciones que impulsan al delito, intentando por todos los medios una reeducación en la conducta individual. Para lograr, aunque sea en forma mínima estos fines, se deben contar con un programa realizable, a corto, mediano y largo plazo, diseñando las herramientas adecuadas para su consecución. Convengamos que para esto se requiere de partidas presupuestarías , que en la mayoría de los casos la provincia no cuenta, y en forma general la sociedad no está de acuerdo con el gasto de recursos económicos destinado a los internos penitenciarios, recayendo en establecimientos vetustos, de condiciones infrahumanas y que no son otra cosa que depósito de personas , como viejos lazaretos en los que además de no cumplir con las premisas mínimas, incrementan el rechazo de los allí internados hacia la sociedad, convirtiéndolos en nuevos seres con códigos diferentes y conductas cada ves más antisociales. Los establecimientos penitenciarios de la provincia de Mendoza datan de principios del siglo XX, y casi con la misma infraestructura, respondiendo a conceptos penológicos como el sistema radial de los pabellones rodeado de duros y oscuros muros, de eternos silencios, que dan la apariencia de máxima seguridad, lo cual , en referencia a la seguridad, no es cierto; la realidad nos golpea en la cara la penitenciaria provincial carece de seguridad y rebosa de cloacas a cielo abierto , haciendo que el fin de la pena sea puramente castigo, sin atisbo alguno de reinsertar a los internos a la sociedad, y con todas las probabilidades del reingreso a la penitenciaria de los que allí egresan. Plan Integral de Seguridad para la Provincia de Mendoza XII - 1 LINEAMIENTOS GENERALES DE POLITICA PENITENCIARIA PARA LA PROVINCIA DE MENDOZA Ediliciamente, pareciera que la construcción de la nueva penitenciaria provincial cumplirá con los fines propuestos, ya que contará con mayor capacidad (por ahora) con servicios sanitarios nuevos, y hasta con ciertas comodidades; pero el caso es que no se cambie un viejo almacén por un moderno supermercado, y que siga siendo un mero un depósito de individuos. Lo ideal no es un solo establecimiento (aunque sea sólo para los condenados) que reciba a internos de varios departamentos de la provincia, ya que si por un lado cumpliría con la parte física de alojamiento, se ha dejado de lado otros aspectos de tipo criminológico, como es la dificultad para los familiares, por la distancia, para visitar a los condenados, el traslado a los Tribunales en caso de audiencias, la falta de seguridad en el trayecto desde o hacia la penitenciaria, etc. Habría sido más feliz que en lugar de construir un solo establecimiento, haber construido pequeñas unidades penitenciarias distribuidas en toda la provincia; claro está, que la población es reticente a tener un penal en su departamento, como tampoco les gustaría vivir al lado de un cementerio. La construcción de pequeños o medianos establecimientos, favorece no sólo a la custodia de los internos, ya que no es lo mismo vigilar a cien personas que a mil, sino que además favorece los sistemas sanitarios, y evita la deserción familiar, quienes por la distancia por la dificultad de trasladarse a un paraje alejado, hace que las visitas se distancien y un día dejen de concurrir. Un interno que se lo priva de la visita de sus familiares, es un elemento difícil para reinsertar, puesto que hasta los delincuentes viven apegados a sus familiares, quienes en cada visita los alientan para cumplir ( aunque más no sea ) con las reglas de conducta impuestas en el establecimiento penitenciario. Desde el punto de vista sanitario, no es lo mismo la posible contaminación y posterior atención de mil internos que la de cien. Pero, la construcción del nuevo penal está en marcha y sobre ese tema no hay mucho que se pueda hacer. PROGRAMA DE POLÍTICA PENITENCIARIA La ley 24660, contiene todo lo referente al programa progresivo del cumplimiento de la pena, con institutos plausibles e innovadores, por lo que recaer en su comentario no es tarea de este trabajo, que pretende fijar pauta provincial para un mejor y más adecuado sistema penitenciario. Tampoco es intención tratar sobre la función el régimen de los empleados ( administrativos o de seguridad ) del personal penitenciario, pero si, aunque vistan uniforme y tengan un régimen semimilitarizado, deben entender que son educadores y no represores. 1.- Oferta Laboral. El trabajo de los internos, no sólo sirve para capacitación de aquello que podrían egresar con un oficio calificado, sino para un mejor tratamiento dentro del penal. Esto no es novedoso, hace tiempo que es un tema recurrente, y paradójicamente mientras más se habla más se deterioró. Los talleres de la penitenciaria en una época fueron emblemáticos, con gran demanda por parte de la población de los trabajos que allí se hacían, mencionando a la fabrica de escobas, herrería, artesanías, y Plan Integral de Seguridad para la Provincia de Mendoza XII - 2 LINEAMIENTOS GENERALES DE POLITICA PENITENCIARIA PARA LA PROVINCIA DE MENDOZA ni que hablar de la panadería, incluso hubo una fabrica de baldosas y bloques para la construcción, todo eso se perdió. Se debe reflotar estas actividades, no sólo con el fin económico que podría tener el establecimiento y los mismos internos, sino que sirva para aquellos que lo único que saben es proveerse del sustento diario a través del delito, aprendan un oficio, y al egreso, tener la opción de ganarse la vida en forma lícita. Para este fin, los empleados penitenciarios que son los maestros de talleres, aplicar su función a la enseñanza y no, esperar que ingrese algún interno carpintero o con conocimiento de carpintería, para que los ayude en su trabajo, debiendo propender a los que quieran aprender la actividad. La población penitenciaria debe devolver, aunque sea en parte, lo que le quitaron a la sociedad, sin desmerecer el fin de la pena. Una manera de restituir, es que la actividad laboral de la penitenciaria se avoque al servicio de reparación y mantenimiento de los establecimientos públicos de la provincia; hospitales, escuelas, oficinas públicas etc. Esto se lograría (convenio mediante) con la obligatoriedad de que el gobierno utilice los servicios y mano de obra del penal, para sus dependencias. La ley de obras públicas, establece que un determinado cupo de mano de obra de penados, pero lo impide cuando los subcontratistas sean particulares, por lo que se debería rever este tema modificando la ley. No sólo los penados tienen que trabajar para las instituciones públicas, sino que mediante la creación del instrumento correspondiente, lograr que las empresas privadas, contraten mano de obra de los internos, y para ello ofrecerles algún tipo de ventaja impositiva, con el debido asesoramiento y publicidad sobre el tema. Si bien la sociedad es remisa a contratar mano de obra de penados, se debe propender a que la reinserción social, la debemos hacer todos, y no solamente el personal penitenciario y los organismos pertinentes. 2.- Libertad controlada. El problema más acuciante en el tema penitenciario, es la superpoblación, debiendo buscar medidas alternativas para remediar esta situación. Una de ella sería la mayor intervención de organismos intermedios para controlar aquellos internos que puedan lograr una medida alternativa a la pena privativa de libertad. Muchos internos, no merecen estar privados de libertad a los cuales su situación procesal les obliga a estar en los establecimientos penitenciarios. Desde los organismos técnicos criminológicos, se debe implementar un programa de seguimiento y control para los procesados y condenados que por su falta de peligrosidad, puedan estar en libertad, y mediante personal dependiente del organismo técnico criminológico sean controlados en forma semanal. Es más económico el sueldo de un funcionario, especialista en el tema, que tenga bajo su control cinco procesados o penados, que el costo de mantener en la penitenciaria a estos internos. Plan Integral de Seguridad para la Provincia de Mendoza XII - 3 LINEAMIENTOS GENERALES DE POLITICA PENITENCIARIA PARA LA PROVINCIA DE MENDOZA 3.- Asistencia pospenitenciaria. Uno de los temas que más preocupa a la criminología, es la reincidencia, y uno de los factores que coadyuvan con esta temática, es la falta de posibilidades, sociales, laborales y familiares, que sufren los liberados. Para paliar este flagelo, teniendo en cuenta que además lo sufren aquellos que nunca delinquieron, es reactivar los programas del patronato de liberados, mediante la bolsa laboral, alojamiento inmediato a su recuperación de libertad, y en un plan más ambicioso, ayuda mutua de construcción de viviendas para los liberados, con mano de obra de internos y materiales a fabricarse en el penal. 4.- Reestructuración del servicio penitenciario provincial. Es necesario para un mejor funcionamiento orgánico y administrativo, que el servicio penitenciario provincial, se reestructure totalmente, incluyendo planes de capacitación del personal penitenciario, acompañado de un debido programa de entrenamiento en el tratamiento de reclusos, no solamente desde el punto de vista de seguridad, sino tendiente a una conciencia educadora. Si bien se cuenta con el organismo técnico criminológico, a cargo de personal especializado en el cumplimiento del régimen progresivo de la pena, el personal de seguridad, es quien está en permanente contacto con los internos, siendo por ello quien más estaría en condiciones de aconsejar, y evaluar a estos. 5.- Transferencia de reclusos. Un programa integral de política penitenciaria, debe propender a reactivar y agilizar los convenios interprovinciales para la transferencia de recluso, proveyendo de esta manera a afianzar los lazos familiares, elemento indispensable para la reinserción social de los internos. COROLARIO Cualquier programa de política penitenciaria, para que pueda funcionar, debería cumplir, aunque más no sea en forma mínima, con estos puntos, de lo contrario seguiremos haciendo declamaciones vacías carente de pragmatismo. Plan Integral de Seguridad para la Provincia de Mendoza XII - 4