REGLAMENTO DE LA MEDALLA AL MERITO CIVICO EDUARDO NERI Y LEGISLADORES DE 1913 El diputado Luis Antonio González Roldán: Con su permiso, señor presidente. En este acto, a nombre del Grupo Parlamentario de Nueva Alianza, doy posicionamiento del mismo en torno a los dos dictámenes que se están conociendo: la plaza cívica y establecer dos medallas para que quede como acervo del patrimonio de este Congreso. Señoras y señores legisladores: Eduardo Neri Reynoso y los legisladores de 1913 merecen un justo y merecido reconocimiento de esta soberanía y del pueblo mexicano. La valentía del joven legislador que a los 26 años pronunció un discurso contundente en contra del gobierno usurpador de Victoriano Huerta debe ser un referente constante sobre la importancia de la libertad en un régimen democrático. Consideramos por demás positivo nombrar a la plaza central de este Palacio Legislativo con el nombre del ilustre legislador Eduardo Neri Reynoso, colocando además un busto con su efigie y una placa alusiva a los valerosos legisladores de la XXVI Legislatura. Asimismo, consideramos positivo enriquecer el acervo de esta Cámara con relación a la entrega de las preseas anuales que se otorgan a distintas personalidades en nombre de este ilustre legislador. Como sabemos, este hombre de ideas liberales contribuyó a la construcción de instituciones democráticas en el país. Fue diputado federal, representante en 1913 del distrito electoral federal de Chilpancingo, que en aquel año fatídico, con aquel discurso valeroso arriesgó su vida y su libertad, al igual que muchos otros hombres valientes de esa legislatura a los que hoy nuevamente enalteceremos con el honor que se merecen. Su osadía provocó la disolución inconstitucional de la Cámara de Diputados y del Congreso de la Unión de aquel entonces, pero sus palabras resultaron jurídica y políticamente trascendentes, sentando las bases de lo que fue el fuero constitucional para las y los legisladores. Desde ese entonces su actitud le imprimió una indisoluble e indiscutible dignidad al Poder Legislativo, quedando establecido que las y los legisladores de ambas cámaras del Congreso son inviolables por las opiniones que manifiesten en el desempeño de sus cargos y jamás podrán ser reconvenidos por ellas. En mérito de su persona se instituyó la Medalla al Mérito Cívico, entregándosela a él por primera vez en 1969 para reconocerle la defensa a la dignidad del Poder Legislativo con el discurso valeroso que pronunció el 9 de octubre de 1913. De esta manera, como legisladores asumimos su ejemplo y reconocemos a las y los mexicanos que se hayan significado por su aportación a la sociedad mexicana. Sin embargo, aun cuando este reconocimiento se realice ya de forma anual, en Nueva Alianza coincidimos con la dictaminadora en que honrar su memoria fortalece la participación cívica y democrática de los ciudadanos y debe servir para promover de manera dinámica y reflexiva el conocimiento de la vida legislativa de México, de las aportaciones cívicas de sus mujeres y hombres, así como de su propia historia. Es por ello que el Grupo Parlamentario Nueva Alianza votará a favor de estos dictámenes porque consideramos que en estos tiempos de definiciones es propicia la oportunidad de difundir y honrar la memoria de Eduardo Neri Reynoso y de los 82 legisladores de 1913, tanto en el Museo Legislativo como en la plaza que llevará su nombre. Señoras y señores diputados, el Congreso mexicano debe asumir con responsabilidad y de cara la nación las decisiones que marcarán el rumbo del país. Estamos frente a momentos históricos que determinarán el progreso y desarrollo de las futuras generaciones. El régimen de libertades que imperan estos tiempos nos permite exponer nuestras ideas desde la más alta tribuna, sin menoscabo de nuestra libertad. Pero en esta misma libertad trae consigo responsabilidades que plenamente asumimos desde el momento que aceptamos el mandato popular. El debate puede tornarse álgido, muestra del crisol de pensamientos de una sociedad heterogénea y moderna, pero siempre en el marco de respeto que como pares nos tenemos, y del reconocimiento a los distintos y a los diferentes. Por ello resulta fundamental no olvidar las lecciones de la historia, de esa historia en el que los hombres y las mujeres como Eduardo Neri Reynoso y los legisladores de 1913 nos han legado, constructores de la patria que gracias a ellos hoy podemos vivir las vicisitudes de la democracia política. Es cuanto, señor presidente.