Desde tiempo inmemoriales han sido muchos los frentes abiertos para erradicar en el mundo cualquier tipo de trato discriminatorio hacia las personas que presentan algún tipo de discapacidad, comisiones europeas y mundiales, leyes, decretos y manifiestos varios, cambios en la nomenclatura, e incluso inversiones millonarias para preparar infraestructuras válidas en un intento de conseguir que discapacitados psíquicos, físicos y/o sensoriales puedan acceder a la sociedad en igualdad de condiciones. Pero, ¿está realmente preparada la sociedad?. En el último mes se ha instalado en nuestra ciudad el “MANICOMIO CIRCO DE LOS HORRORES”. Si bien desconozco el contenido completo de este “espectáculo”, tan sólo el nombre me pone los pelos de punta; no porque las personas con enfermedad mental den miedo, sino por la publicidad que este circo lanza en la que pretende hacernos creer que es así. Esta mañana, escuchando la Cadena SER, he sido testigo de un anuncio en el que textualmente se dice (vergüenza me da el reproducirlo): “enfermos, psicóticos y perturbados mentales; ¿estás preparado para los horrores que te van a producir?” Llevo trabajando con personas con enfermedad mental desde que tenía 21 años, y he visto una evolución considerable en el tratamiento integral de estas personas: cambios en los diagnósticos, en los tratamientos farmacológicos, en los tratamientos rehabilitadores y psicológicos, mejoras en el sistema educativo para formar a profesionales que se dediquen al trato con estas personas, reformas institucionales y creación de una auténtica red de recursos de atención sociosanitaria. Después de escuchar el anuncio esta mañana me cuestiono para qué han servido tantos y tantos años de esfuerzo del colectivo si la sociedad sigue sin estar preparada, si somos capaces de escuchar y ver un anuncio en el que se agrede directamente a la integridad de las personas con enfermedad mental y NO HACEMOS NADA. Es curioso, si insultas a un gitano, un negro, un musulmán, te llaman RACISTA, si tienes ideas preconcebidas con respecto a la homosexualidad te llaman HOMOFOBO, ni que decir tiene que a nadie se le ocurriría montar un circo con síndromes de down, autistas o paralíticos cerebrales, pero en el caso de los enfermos mentales ¿¿¿???. Sinceramente, no tengo respuesta. A veces me planteo si es por ignorancia, o conformismo, o indiferencia… Otras muchas veces pienso en tirar la toalla, tanto esfuerzo invertido y siguen apareciendo “horrores” como este. Pero luego, cuando estoy involucrada en el día a día de mi trabajo, entiendo que merece la pena. Las personas con enfermedad mental son auténticas, divertidas, sinceras, cariñosas, inteligentes, humildes, tolerantes, pacíficas, creativas… especiales en todos los sentidos. Cuando convives con ellos te sientes mucho más libre que en la sociedad porque no hay barreras ni tapujos, lo que te dan es real, es de verdad. He experimentado muchos sentimientos a lo largo de mi carrera profesional y desde luego entre ellos nunca ha estado el horror. Invito a los que me lean a reflexionar acerca de lo que nos pasa, porqué no somos capaces de verlos, son invisibles a nuestro ojos, cuando en realidad están más presentes de lo que nos podemos imaginar, y nadie está libre de que le pueda pasar. Desde aquí trasmitir mi más absoluto respeto y admiración por todos aquellos que padecen una enfermedad mental y a pesar de ello, se levantan día tras día a intentar llevar una vida como todos los demás. Mª José Hernández Rojo Directora APICES