5. LAS ACCIONES DE EXTENSION PROMOVIDAS POR EL ESTADO EN ESPAÑA El objeto de este capítulo es analizar la evolución de la praxis extensionista de carácter público en nuestro país. Así, no nos hemos ocupado de estudiar las actividades de Extensión llevadas a cabo por las firmas de inputs agrarios o por las organizaciones de agricultores, sino que nos hemos centrado en el estudio de lo acontecido con la Extensión practicada por el que fue un organismo autónomo dependiente del Ministerio de Agricultura español, y lo hemos hecho, fundamentalmente, durante el período 1955-1978, o sea, desde la creación del Servicio de Extensión Agraria (SEA) hasta su descentralización, como parte del proceso autonómico ocurrido en España a finales de los años setenta. No obstante, hemos dedicado un primer punto a presentar los antecedentes al SEA, como complemento de lo expuesto en el punto primero del capítulo segundo de este libro. La estructura y el sentido de este capítulo responden a lo siguiente: Después de ánalizar la etapa de creación del SEA, hemos dedicado un epígrafe específico a la tecnología social extensionista elaborada desde el SEA por sus responsables, y aplicada en el rediseño de la estrategia de trabajo del Servicio llevada a cabo durante el período 1962-1971. Podemos comprobar ahí como la falta de trabajos de tipo teórico en el terreno de la Extensión se compensa en España con la formación de pensamiento práctico fruto de la acumulación de experiencias. En cuanto a la crisis del SEA, analizada en el punto V, pensamos que ésta podría haber sido objeto de una investigación más amplia, dado el cúmulo de hechos sociales que se dan durante los años setenta de la Extensión Agraria española, determinantes de la situación presente de esta actividad y las instituciones que la llevan a cabo, en cuyo análisis debemos reconocer que no hemos profundizado. 383 Como complemento de nuestro estudio a nivel nacional, realizamos, en 1990, una gira por nuestro país, para comprobar la situación de la Extensión Agraria en algunas Comunidades Autónomas. Aquel viaje, y las correspondientes entrevistas, para cuya ejecución contamos con la inestimable ayuda de Felicísmo González, comprendió: Galicia, Navarra, Cataluña y Valencia. Por supuesto, Andalucía; más cercana, tamhién ft^e estudiada. Habiendo transcurrido seis años desde aquellas apreciaciones coyunturales, no hemos querido incluir aquí lo que apareció en nuestra tesis doctoral, sino, simplemente, un análisis global de la situación de la Extensión en las citadas Autonomías en 1990, y una referencia especial al caso de Nava.rra, pór ser ésta la única región de España que, históricamente, ha gestionado sú propio sistema de Extensión, sin haber sido nunca parte del SEA. Este capítulo se basa en el Tomo II de nuestra tesis doctoral (1990), aunque, para realizar aquí una presentación sintética de aquella primera versión de lo ocurrido en el SEA nos hemos aprovechado del encargo que se nos hizo para elaborar una parte del libro de Juan Jesús González y Cristóbal Gómez Benito, en prensa, sobre «Sociología de la España Rural». Se trata de la parte correspondiente a«Estado y Agricultura: La Extensión Agraria». Por motivos de espacio, hemos eliminado de la primera versión de nuestro análisis sociológico de la Extensión Agraria española, todas aquellas cuestiones de detalle cuya ausencia no afecta al entendimiento de lo expuesto en el presente capítulo. Dicho análisis fue llevado a cabo a través de fuentes indirectas, pero, sobre todo, se basó en las entrevistas realizadas a los miembros del Servicio de Extensión Agraria responsables en algún momento de las distintas áreas de trabajo de esa institución. Cuando presenté públicamente mi tesis doctoral se me criticó el no haber encuestado a los agentes de extensión del SEA y a los agricultores a los que éstos se dirigieron. Como dije entonces, ésto habría sido excesivo dada la disponibilidad de recursos que tuve durante mi etapa de becario de investigación. Ahora, sin embargo, podríamos plantearnos realizar la encuesta a los agentes, que diseñamos en 1989 bajo el prisma del constructivismo, y que no aplicamos por falta de apoyo financiero. Esto nos habría 384 llevado a un estudio similar al de González Blasco y García Ferrando sobre la Investigación Agraria pública en España (1981), que complementaría el que presentamos aquí. Nunca hemos dejado de considerar, tampoco, el analizar la percepción de la Extensión Agraria que tienen, o han tenido, los agricultores españoles. Hoy, después de conocer con más detalle la técnica sociológica del grupo de discusión, pensamos que la tarea no es inabordable como creíamos al concluir nuestra tesis, aunque de momento, nos conformamos con analizar la Extensión Agraria de nuestro país a partir de lo que nos contaron sus responsables y de los escritos que consultamos entre 1986 y 1990. En este capítulo presentamos un análisis de las relaciones y papeles de los actores sociales involucrados en procesos de cambio tecnológico en la Agricultura de nuestro país, enmarcando estas cuestiones teórica y prácticamente a partir de lo expuesto en los capítulos precedentes. El análisis de la historia de la praxis extensionista nos ha permitido elaborar un marco conceptual de referencia típico-ideal que utilizaremos en el análisis de la evolución de la Extensión Agraria en España. Para analizar la evolución de las acciones de Extensión del Estado sobre la Agricultura española vamos a hacer uso de una periodizaciónl. Ésta comprende las siguientes etapas: i) Los antecedentes al Servicio de Extensión Agraria (SEA) (hasta 1955); ii) La etapa de creación del -y asesoramiento americano al- SEA (1955-1961); iii) El período de expansión, rediseño y consolidación del SEA (1962-1971); iv) La crisis del Servicio de Extensión Agra^ Las ideas vertidas en este epígrafe se basan en la información obtenida durante la investigación que dio lugar a la tesis doctoral de la que es autor quien redacta este capítulo y que lleva por título: «La Extensión como instrumento para el desarrollo: Aproximación al caso españob> (1990). Dicha información procede, esencialmente, de entrevistas en profundidad a miembros del SEA. Estas se hicieron necesarias debido a la falta de fuentes de datos indirectas, ya que desde que Gómez Ayau escribiera algo sobre la Extensión Agraria en España (1960) hasta que García Gutiérrez ha welto sobre el tema (1994), no se ha escrito nada sobre la cuestión que nos ocupa, exceptuando nuestros trabajos, el Informe que para la Secretaría General Técnica del MAPA elaboraron Sevilla Guzmán y el Equipo de Extensión Rural del ISEC (1985), en el que se ana(izan básicamente los antecedentes al SEA durante el franquismo, y algún escrito sobre cuestiones puntuales como el de Fernández Oca y Muñiz (1986). 385 ria (1972-1977); y v) La desmembración y disolución del SEA como organismo autónomo de carácter nacional (1978-1996). Para cada una de los períodos definidos vamos a analizar, desde una perspectiva sociológica, los rasgos fundamentales de la Extensión Agraria de carácter público, enmarcándolos, de forma necesariamente sintética, en el contexto político y económico en el q»e açnntecen, teniendo nre^enteg n^ie^trn^ tipn^ i ^le^les, así como la práctica real de la Extensión acontecida en otras partes del mundo. I. DEL CATECISMO DE AGRICULTURA A LA CAPACITACION AGRARIA (HASTA 1955) Como hemos visto al analizar la historia de la práctica extensionista en distintos países, entre el final del siglo diecinueve y el comienzo del veinte se formaron en Europa y Estados Unidos las agencias públicas que han dado lugar a los servicios nacionales de Extensión existentes en la actualidad. La mayoría de esos servicios se organizaron a partir de la figura del «profesor itinerante de agricultura» y se desligaron de las actividades educativas formales agrarias. En general, estos servicios fueron adscritos a los departamentos de agricultura gubernamentales y comenzaron su actividad realizando acciones de asesoramiento y educación noformal con agentes locales. En cuanto a las actividades educativas de carácter formal, éstas quedaron a cargo de los ministerios de educación como parte de sus responsabilidades en la formación profesional. En el caso de España, los antecedentes al Servicio de Extensión Agraria, creado en 1955, son muy distintos a los que dieron lugar a la Extensión de carácter público en los países de Europa y Estados Unidos. En España nunca existió una figura similar al profesor itinerante de agricultura, ya que, a pesar de que existiera en nuestro país -a finales del siglo diecinueve- un «ingeniero agrónomo de provincia» (dependiente del Ministerio de Fomento) con muy diversas funciones, no se encomendaban a éste las acciones educativas y de divulgación agrarias, que siempre se reservaron a otras instituciones. 386