24 POLICIALES La Plata, miércoles 3 de diciembre de 1997 ROBO VIOLENTO EN UNA LIBRERIA EN PLENO CENTRO Le pegaron un tiro a un comerciante por 40 pesos Los asaltantes llegaron a la tarde, preguntaron el precio de un diccionario y la hora de cierre. Volvieron a la noche y asaltaron al librero, quien se resistió y recibió un tiro en una pierna El dueño de una compra venta de libros ubicada en pleno centro de nuestra ciudad fue baleado por dos ladrones al resistirse a un asalto, informaron fuentes policiales. La víctima fue identificada por los investigadores como Osvaldo Gosswiler, de 44 años, quien se repone favorablemente en su casa de una herida de bala sufrida en una de sus piernas. Fue asaltado el lunes pasado a las 20.15, cuando cerraba su librería “VLYSES”, ubicada en diagonal 77 entre 4 y 5; pero los delincuentes huyeron del lugar sin poder llevarse ni una moneda, ya que arrojaron al piso los 40 pesos de la caja registradora. El viejo truco del diccionario Según Alicia Arce -la mujer de la víctima-, el primer capítulo de la historia se escribió el lunes a la tarde, cuando dos adolescentes entraron al local y empezaron a revisar los estantes buscando un diccionario. Así, se pusieron a charlar con el librero diciéndole que precisaban el libro para la hermana de uno de ellos, le preguntaron el precio y a qué hora cerraba el local, para volver antes del cierre. Después se fueron, diciéndole que irían a preguntarle a la chica si ese diccionario le servía. Según su mujer, el lunes Gosswiler decidió cerrar un poco más tarde. Ya habían pasado 15 minutos de las 20, cuando los chicos volvieron y le pidieron el diccionario. Pero cuando el librero se dio vuelta, uno extrajo un arma de fuego, mientras su cómplice se dirigía a la caja registradora. Entonces, el comerciante se habría resistido al asalto al ver la corta edad de los ladrones y habría intentado retirarlos del lugar, recibiendo en la confusión un tiro en una pierna, para finalmente caer espectacularmente contra los “Apenas adolescentes” “Mi marido se enojó al ver que los ladrones eran apenas adolescentes, eran dos chicos”, dice Alicia Arce, mientras un vidriero lima el marco de la puerta donde cayó el librero astillando los cristales. “Es un instante, son esas cosas que uno no piensa, reaccionando deliberadamente -reflexiona-. Fue todo tan rápido, que ni siquiera el dueño de la peluquería, que estaba en la vereda, se dio cuenta. Mi esposo al principio ni siquiera notó la herida en la pierna, hasta que perdió el equilibrio y se incrustó contra el vidrio de la puerta”. Veinte horas después del asalto, Alicia sigue con las secuelas del robo, contándole los detalles a una cliente que acaba de entrar, mientras revisa el catálogo en un procesador. La pareja abrió el local hace tres semanas; pero el comercio, según la mujer, tiene su historia: “antes perteneció a dos profesores, Mariani y Kolynos, que fueron los dueños durante varios años”. Los tomos amarillentos -algunos difíciles de conseguir en el circuito comercial tradicional- se acumulan en los estantes de una de las pocas compra venta de libros que queda en la ciudad, donde el dueño fue baleado por 40 pesos. Alicia Arce, la mujer del librero, dijo que su marido se enojó al ver que los asaltantes eran apenas adolescentes cristales de la puerta. Los asaltantes huyeron, arrojando al piso los 40 pesos que habían tomado de la caja. Segundos después, personal policial del Comando de Patrullas bonaerense trasladó a la víctima al Policlínico San Martín, donde se le brindaron primeros auxilios. Como epílogo, el librero permanece haciendo reposo en su casa, ya que la bala -según su esposa- le quedó alojada en una zona muscular arriba de una rodilla, y probablemente conviva con ella el resto de su vida, ya que decidieron dejársela en ese lugar porque no le traerá efectos colaterales en su motricidad. Tomó intervención personal de la Seccional Primera, quedando el caso caratulado como “Tentativa de robo calificado y Lesiones” a cargo del juez penal Braulio Fonseca. Vecinos detienen a policía retirado Un policía retirado tuvo que ser hospitalizado luego de que un grupo de vecinos de Ensenada lo detuviera a los golpes, cuando lo vieron disparándole con su arma a un grupo de perros, informaron fuentes policiales. El confuso episodio sucedió el último fin de semana durante la madrugada, cuando la policía llegó a la calle 30 entre 2 y 3, de Punta Lara, viendo una trifulca generalizada y un hombre que era reducido a los golpes por los habitantes de la zona. De inmediato, lo trasladaron al Hospital Cestino con politraumatismos. Según los investigadores, los vecinos lo habían reducido porque le habría disparado a unos perros que le habían ladrado. Se habría generado una discusión, el hombre habría tirado al aire de nuevo y a las piñas lo redujeron, entregándole su pistola 9 milímetros a la policía. De acuerdo con la información policial, el hombre armado sería Adrián Luis Cuesta, de 54 años, retirado de la fuerza en 1.995, con el cargo de sargento ayudante. Tomó intervención en el hecho personal policial de la comisaría Segunda de Ensenada, quedando el caso caratulado como “Tenencia de arma de guerra, Abuso de arma y Lesiones”, a cargo del juez penal Claudio Joaquín Bernard. Juego Clandestino Todos los comisarios prestaron declaración La justicia penal platense quiere verificar si existió una reunión de jefes policiales en la cual se bajaron directivas a cumplir en relación a los capitalistas de juego clandestino, por lo que ayer se tomaron declaraciones a todos los comisarios de la intervenida Unidad Regional Almirante Brown, informaron fuentes policiales. El ex jefe de la Regional Almirante Brown, el comisario mayor Alberto Carlos Masulli, declaró el lunes último en el juzgado de César Ricardo Melazo por espacio de cinco horas en el marco de la investigación por la presunta red de juego clandestino y la connivencia con policías, caratulada como “Estafa al fisco”, señalaron las fuentes. Masulli quedó detenido el viernes último, tras la orden de detención librada por el juez Melazo en el marco de la causa 1707, iniciada en enero último luego de una denuncia anónima que se refería a los capitalistas del juego clandestino y la relación con la Policía.. Unos días antes de la detención, el juez Melazo ordenó el allanamiento y detención de un presunto capitalista de Monte Grande que manejaba un “bunker” ubicado a pocas cuadras de la Unidad Regional de Almirante Brown. Pero el comisario de esa localidad, Antonio Respick, el oficial Jorge Echeverría y el oficial subinspector Oscar López, se habrían adelantado y, tras labrar una acta contravencional, pusieron al detenido disposición del Juez de Paz y no del Juez penal, tomando al juego como una contravención y no como un delito. El juez Melazo, en su causa, tomó precisamente al juego ilegal como un delito -estafa o defraudación al fisco- por las pérdidas que le ocasiona al Estado. Esta presunta maniobra habría sido observada por el equipo perteneciente al área especial de lucha contra el juego clandestino y la prostitución, que conduce el comisario mayor Rubén Basilio Holos, quien se hallaba en Monte Grande junto con el comisario General Arturo Del Guasta, y tras allanar por orden del magistrado el bunker en la zona de avenida Leandro N Alem y calle Terraroza, se dirigieron a la comisaría y detuvieron a los propios policías. Ayer, entonces, terminaron de declarar los 24 comisarios del mando regional y 6 comisarios inspectores, jefes de zona, quienes habrían ratificado los dichos de Masulli acerca de la existencia de una reunión donde se bajaron directivas sobre la detención. De esta manera, hoy se resolvería la situación procesal del comisario mayor Hugo Solís, coordinador de la zona Tercera, quien quedó imputado en la causa por los dichos del comisario Respick, quien hoy podría quedar libre si paga 25 mil pesos de fianza. El ex jefe regional, comisario mayor Masulli, declaró cerca de cinco horas POLICIALES 25 La Plata, miércoles 3 de diciembre de 1997 TIENE 16 AÑOS Y LE DISPARO A UN CUSTODIO DE NEW YORK CITY Mató a un patovica porque lo obligó a retirarse del boliche Un empleado de seguridad de una disco porteña, murió de un tiro que le pegó un menor que fue “invitado” a retirarse del boliche luego de una discusión. Al chico lo echaron de la fiesta, pero volvió a los balazos y lo mató Un custodio de la disco porteña “New York City” falleció ayer como consecuencia del balazo que le asestó un joven de 16 años que, horas después, fue detenido por la policía en cercanías de la casa de sus abuelos maternos, donde vivía, en el barrio porteño de Nuñez, informaron fuentes policiales. Carlos Pizzio, la víctima que se desempeñaba en la conocida discoteca, falleció a las 8.55 en el Hospital Pirovano, cuando era operado por los especialistas de esa unidad sanitaria de las graves heridas provocadas por el disparo. Un joven de 17 años falleció por las heridas que sufrió al ser atacado por una patota cuando salía de una confitería ubicada en la zona de la costanera de San Martín de Los Andes, en un caso más de violencia en locales nocturnos. Los agresores, quienes también serían menores de edad, aún no fueron localizados por la policía. El adolescente fallecido, identificado como Gabriel Alejandro Oria, fue golpeado la semana pasada a botellazos y palazos por una patota que lo esperaba a la salida de un boliche, pero murió el domingo antes de que lo trasladaran a un hospital de Neuquén. Un policía reconoció ser el autor del tiro La policía lo detuvo horas después, cuando iba a la casa de su abuela. Los familiares de la víctima no lo pueden creer hermano- y confirmó que se le secuestró un arma que sería la utilizada en el asesinato. Lo echaron y volvió a los tiros La versión ofrecida por la policía señala que el joven, en un visible estado de alteración provocado presuntamente por alguna sustancia que aún no se determinó, ingresó al local y luego fue obligado a retirarse por los custodios de seguridad. Acompañado de otra persona, el joven habría merodeado el lugar antes de volver, bajar en las puertas de “New York City”, y disparar dos balazos sobre Pizzio, uno de los cuales pegó en un vidrio blindex de la discoteca. Según reveló el comisario Carrera, el joven había atacado a golpes a uno de los estudiantes dentro del boliche, tras lo cual fue retirado del lugar por dos de los guardias de seguridad que lo acompañaron hasta la playa de estacionamiento donde estaba su camioneta. Tras la huida y a escasas dos cuadras de la disco, según trascendió, el joven chocó contra otro vehículo cuyo conductor le tomó los datos de la patente, circunstancia que habría facilitado el hallazgo del menor. Fiesta de egresados en “Block” Tres personas quemadas por una entrada caliente Una persona quemada y otras dos que habrían resultado heridas fue el resultado de el desborde en una comida que comenzaba a servirse durante una fiesta de egresados organizada el lunes último en un boliche de 122 y 50, informaron fuentes policiales. Jorge Marchiano, una de las 900 personas que acompañaron a los chicos que aquella noche se despedía de la secundaria relató que “era cerca de la una cuando los mozos entraron a la pista con unas patas de cordero flambeadas que parecían un lanzallama. Fue en ese momento, cuando el fuego se desparramó y terminó quemando a unas seis personas que estaban ahí, entre ellas mi hermana”, contó Marchiano. El hombre precisó que en aquella oportunidad, todos los padres y conocidos que estaban en el local de 122 y 50, todavía conmocionados ante lo ocurrido, tejieron dos hipótesis al respecto. “Pudo haber pasado que alguien, con botellita de alcohol, haya alimentado el fuego más de la cuenta, aunque sería muy aventurado pensar algo así. Lo que si pensamos, es que seguramente habrían pisado en falso algún escalón o alguno de los desniveles, haciendo Murió golpeado por una patota En Córdoba Una fiesta de egresados Todo sucedió a las 5.30 de ayer, cuando el joven, quien habría sido obligado a retirarse del local bailable donde se llevaba adelante un encuentro de estudiantes que egresan este año, disparó el arma contra Pizzio, de 25 años, quien no logró sobrevivir pese a los esfuerzos de los médicos del Pirovano. En tanto, el titular de la Comisaría 37, donde permanece detenido el joven, comisario Juan Carlos Carreras, señaló que el asesino del custodio no tiene antecedentes policiales, ratificó que fue detenido en cercanías de la casa de sus abuelos maternos -donde vivía junto a su San Martín de Los Andes que el fuego se desparramara”, aseguró Marchiano, sensiblemente preocupado ante lo ocurrido. Y la música siguió sonando El danmificado aseguró que todo se habría desarrollado en el sector ubicado entre la pasarela y el baño de hombres que da sobre la calle 50. “Lo que más indignó a todos es que ni siquiera detuvieron la música; todo siguió como si no hubiera pasado nada. Mientras que mi hermana (Graciela Marchiano, de 46 años) tenía la cara quemada, a una chica se le prendió fuego el vestido, y a otro le cayó fuego sobre el pelo, quemándole la cabeza”, comentó Marchiano. Para este padre, como para los otros, la fiesta terminó allí. “Inmediatamente llevé a mi hermana al Hospital Rossi; afortunadamente, no fue nada de mucha gravedad. Lo cierto es que cuando salí tuve que alertar a gente de seguridad que estaba cerrada la puerta principal y que se necesitaba la presencia de médicos”, explicó. El denunciante explicó que finalmente le abrieron la puerta y logró salir con su hermana a cuestas. Más tarde, se enteró que un rato después, en el boliche, había apare- cido una ambulancia de emergencias médicas. Según lo precisado por fuentes policiales, se está investigando las causas de lo ocurrido, y se le han remitido al juez de turno las actuaciones para que evalúe la situación. Asimismo, se precisó que las tres personas que sufrieron quemaduras ya habrían sido dadas de alta y se encontrarían fuera de peligro. Tomó intervención en el hecho la comisaría Tercera de Ensenada El Dique-, que lo caratuló como “Lesiones”, a cargo del juez en lo criminal y correccional de turno, Braulio Fonseca. Un cabo de la policía cordobesa reconoció su responsabilidad en la muerte de un joven de 18 años, al argumentar que accidentalmente se le disparó su arma en la madrugada del domingo pasado a la salida de un baile, informaron ayer fuentes de la repartición. Roque La víctima, Rodrigo Arévalo, hijo a su vez de un sargento de la repartición, fue muerto de un balazo a las 4.30 del domingo pasado en las inmediaciones del local La Vieja Usina, ubicado sobre al costanera del Río Suquía, a pocas cuadras del centro cordobés. Continúa grave el joven agredido El joven Leonardo Bombini, de 24 años, quien fue golpeado a la salida del boliche “Escándalo bailable” de la vecina localidad de City Bell , continúa internado en el Hospital San Roque de Gonnet, en estado reservado , informaron fuentes policiales. Bombini fue golpeado por una patota de quince sujetos a la salida del boliche cuando intentaba ascender a un vehículo estacionado en el Camino General Belgrano y 484, propiedad de uno de sus amigos . La voz del boliche: "Es la primera vez que ocurre algo así" Guillermo Ríos, organizador de este local bailable, comentó a “Hoy” lo ocurrido esa noche. “Ya llevamos organizadas unas 29 fiestas de egresados organizadas en nuestro local, y esta es la primera que nos ocurre algo así. Nunca había pasado nada por el estilo”, comentó. Según lo informado este tipo de presentaciones son casi un “show” que se monta especialmente con el tema: “New York, New York·” de Frank Sinatra, y un juegos de luces que siguen el cortejo de los mozos. Todo se desencadenó entre las 23.30 y las 24 cuando los 29 mozos contratados trasladaban unas tres patas de res prendidas. “No sé si trastabilló el que llevaba el cordero o qué... pero el fuego empezó a desparramarse, y quemó como a dos chicos y a un hombre. Después de eso, y los entiendo, los ánimos se caldearon muchísimo. Ríos explicó: “Jamás pensamos que pudiera pasar algo como esto. No teníamos prevista una cosa así. Todas las fiestas terminan así; es el broche de oro, se pone música de fanfarrias, luces, y la gente se acerca para ver el show y para comer”.