La Traviata: la ópera de la soledad, el amor y la muerte

60
LATERCERA Viernes 12 de agosto de 2016
La Traviata
Sociedad
Cultura
La ópera de Verdi se presenta
desde hoy al 25 de agosto en
el Teatro Municipal. El elenco
internacional lo protagoniza
Nadine Koutcher y el estelar
Jaquelina Livieri. Entradas de
$ 11.000 a $ 128.000
La Traviata:
la ópera de la
soledad, el amor
y la muerte
RUna nueva producción de la dramática
historia de la cortesana tuberculosa se
presenta desde hoy en el Teatro Municipal.
RR La soprano bielorrusa Nadine Koutcher, al centro, es Violetta Valéry en la ópera La traviata. FOTO: JOSE LUIS MUÑOZ.
RLa creación de Verdi, con dirección escénica
de Pablo Núñez, es una de las óperas más
representadas de todos los tiempos.
Claudia Ramírez Hein
Veintitrés años tenía Marie Alphonsine Duplessis cuando
murió de tuberculosis. Y aunque fue una de las cortesanas
que vivió en el mayor lujo del
París del siglo XIX, la joven que
solía lucir una camelia en su escote trascendió la historia
cuando Alejandro Dumas hijo,
con quien sostuvo un breve
romance, la inmortalizó como
Margarita Gautier y, luego,
cuando Giuseppe Verdi hizo
lo suyo plasmándola en Violetta Valéry, la protagonista de
La traviata.
Una figura, en todas sus dimensiones, atractiva. El cine
se hizo eco de ella, siendo Camille (1936) con Greta Garbo, la
película más recordada. El ballet también la ha puesto en escena, pero es la ópera de Verdi
La traviata la que, ha persistido con tal éxito que es imposible no encontrarla programada en algún teatro del planeta.
Sólo el Teatro Municipal la
ha tenido en cartelera durante 75 temporadas (la última el
2009), a sala llena. Y desde el
viernes regresa con un elenco
internacional encabezado por
Nadine Koutcher (Violetta),
Sergei Romanovsky (Alfredo)
e Igor Golovatenko (Germont),
bajo la dirección musical de
Konstantin Chudovsky y la
puesta en escena de Pablo Núñez. Mientras, en la versión estelar, con Jaquelina Livieri,
Carlos Moreno y Omar Carrión, y el director de orquesta Pedro-Pablo Prudencio.
La ópera verdiana hace hincapié en el sufrimiento de la
mujer, con una Violetta marcada por la tristeza. Es esa historia humana, de carácter intimista, la que conmueve en
general al público. Pero también porque La traviata combina todos los elementos eficaces en el escenario operístico:
amor y sacrificio; venganza y
odio. Mientras, su partitura es
una seguidilla de encantado-
ras melodías, con algunas muy
reconocidas. En especial, el famoso y pegajoso Brindis que
prácticamente es de conocimiento popular.
“En La traviata hay un personaje fascinante. Además ha sido
la cortesana más famosa del
mundo y teatralmente es atractiva. Como tal, tiene un viaje
que comienza de una manera y
termina en otro. Es un desafío
para grandes actrices. Por otro
lado, su música es fácil de digerir. La novela y, especialmente
la ópera, han permanecido y se
han hecho durante siglos. No
hay nadie que no la conozca”,
señala Pablo Núñez, quien está
a cargo de la dirección de escena de la nueva producción del
Teatro Municipal.
Pero a diferencia de la tendencia que hoy impera a nivel mundial, en esta ocasión Núñez se
apega a la historia por dos razones: a petición de Andrés Rodríguez, bajo cuya dirección se programó este título, quien quería
que esta puesta “se pudiera hacer durante años”, y, por otro,
porque “es un drama muy de su
época”, en este caso, ambientada durante el período de 184647, “que es cuando muere Duplessis, convertida un año antes
en condesa al casarse con un
noble, quien la sepultó en el cementerio de Montmartre.
Además, Núñez buscó acentuar el intimismo y la belleza
estética. Un escenario cuadrado, como una caja, con muros
“muy ornamentados, propio
de los tiempos de Luis Felipe I,
de mucho contraste social y
de ostentación”, es el marco
para el primer acto y el palacio
de Flora, mientras conserva
ese espíritu en la última escena, pero ya más despojado. En
ese entorno, la línea directriz
es la soledad. “En la vida real y
en la novela de Dumas ella
muere prácticamente sin nadie
a su lado. Por eso hago que comience sola en el escenario y
cuando aparece el coro, éste
entra como un fantasma”.b