TRASTORNO DEL CONTROL DE LOS IMPULSOS.

Anuncio
TRASTORNO DEL CONTROL DE LOS IMPULSOS.
Álvarez Arroyo S; de Sande Díaz F; Elvira Peña L.
Psiquiatría Infantil. Complejo Hospitalario Universitario de Badajoz.
Algunos de los problemas a la hora de investigar la impulsividad ha sido la falta de una definición
consensuada de la misma. Desde la psicología se ha presentado este concepto como una
incapacidad para la reflexión previa al acto conductual, manifestándose tanto en una dificultad para
resistir los impulsos como en una precipitación en la respuesta a los mismos.
La impulsividad como forma de conducta se ha descrito por: la búsqueda de la excitación, gusto
por el riesgo, poca tolerancia al aburrimiento, decisiones rápidas, no planificación de actividades,
falta de previsión, no perseverancia y cambios bruscos. Se ha utilizado para caracterizar una serie
de trastornos cuyo síntoma fundamental es la presencia de una impulsividad inadecuada y
transitoria. Son los llamados trastornos del control de impulsos (TCI).
Las conductas impulsivas se han relacionado con un déficit en la función ejecutiva. Esta función es
la que nos permite planificar, inhibir respuestas, etc. Estas actividades se han relacionado con la
función de los lóbulos prefrontales, así como de sus conexiones subcorticales.
El déficit a la hora de inhibir respuestas que tienen aquellos que presentan un trastorno de control
de impulsos se ha relacionado con las conductas de riesgo que llevan a cabo.
Debemos señalar, que en la vida cotidiana, ciertos grados de "impulsividad" son normales e incluso
necesarios, contraponiéndose aquí la gente que carece de esa necesidad espontánea, como
ocurre en los individuos que presentan un trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
La impulsividad
La clasificación DSM IV-TR dedica un apartado a los trastornos del control de impulsos, compuesto
por el juego patológico, cleptomanía, piromanía, tricotilomanía, y trastorno explosivo intermitente.
En el CIE- 10, en el apartado de trastornos de los hábitos y el control de impulsos reconocen que
se incluyen aquí ciertos trastornos del comportamiento que no fueron clasificables en los apartados
de consumo de alcohol u otras sustancias psicotropas, en los trastornos de impulsos y hábitos que
afectan al comportamiento sexual o en los trastornos de la conducta alimentaria.
Su característica fundamental es "la dificultad para resistir un impulso, una motivación o una
5º Congreso Virtual de Psiquiatría. Interpsiquis Febrero 2004. Psiquiatria.com
-1-
tentación para llevar a cabo un acto perjudicial para la persona o para los demás.... el individuo
percibe una sensación de tensión o activación antes de cometer el acto y luego experimenta placer,
gratificación o liberación en el momento de llevarlos a cabo. Tras el acto, puede haber o no
arrepentimiento, autorreproches o culpa".
Se ve como el síntoma fundamental de los trastornos del control de impulsos es la alteración de la
impulsividad, acompañada de otra sintomatología secundaria (característica de cada TCI). En los
últimos años, se han adscrito otros TCI, como son la compra compulsiva, adicción a deportes, a
internet, etc....
Al referirnos a las conductas impulsivas, debemos tener en cuenta que éstas no son dominio
exclusivo del adulto. Los niños y adolescentes presentan cuadros sindrómicos en los que la
impulsividad juega un papel importante: los déficit de atención con hiperactividad, trastornos
disociales, y otros trastornos profundos del desarrollo cursan con esta patología.
Otros cuadros tampoco son ajenos a presentar una alteración en la impulsividad. Entre ellos
tenemos los trastornos por abuso de alcohol y sustancias psicoactivas, los trastornos alimentarios
con síntomas bulímicos, las conductas suicidas y violentas, trastorno por déficit de atención e
hiperactividad (TDAH), parafilias, de algunas enfermedades neuropsiquiátricas (ej. epilepsia) y de
algunos trastornos de la personalidad, como son el trastorno borderline y el trastorno antisocial.
La comorbilidad sincrónica de los TCI debe tenerse en cuenta, porque van a determinar la
cronicidad, la recuperación o las recaídas de los mismos. Un trastorno de control de impulsos,
puede presentar comorbilidad sincrónica con un trastorno antisocial de la personalidad, ya que
algunas de las características de éste, son la presencia de impulsividad y las peleas y agresiones
repetidas. Una persona que padezca de un TCI puede converger este diagnóstico con un trastorno
por abuso de sustancias.
El trastorno por abuso de sustancias puede presentar comorbilidad con un trastorno antisocial de la
personalidad. Algunas investigaciones de Sander han demostrado que personas con una baja
puntuación en el parámetro de "Evitación del daño", presentaban también un trastorno antisocial.
En un trastorno por abuso de alcohol, la persona se siente impulsada a beber y manifiesta
esfuerzos infructuosos de controlar o de interrumpir la conducta. El presentar un TCI y agregar a
este diagnóstico un trastorno por abuso de sustancias o un trastorno antisocial de la personalidad
va a afectar al curso clínico del TCI, bien sea en su presentación, su severidad, persistencia y
recaídas.
Así se ve, como hay una relación entre los trastornos del control de impulsos y los trastornos de la
personalidad (en este caso hemos comentado el trastorno antisocial). Esto puede deberse a que
las conductas impulsivas suelen ser desviaciones cuantitativas de la conducta y esto se atribuye a
una personalidad anómala o desviada. Se ha intentado buscar la relación de las conductas
impulsivas con una disposición originaria que actuase como un factor predisponente. La
comorbilidad será también un factor muy a tener en cuenta a la hora de elegir el tratamiento.
Desde una perspectiva evolutiva, debemos tener en cuenta la comorbilidad diacrónica. Un trastorno
puede ser un factor de vulnerabilidad para desarrollar un segundo trastorno. Así, los trastornos del
comportamiento (ej. trastorno disocial) pueden ser una manifestación temprana del trastorno por
abuso de sustancias, del trastorno antisocial de la personalidad, o bien de un trastorno del control
de los impulsos.
5º Congreso Virtual de Psiquiatría. Interpsiquis Febrero 2004. Psiquiatria.com
-2-
El que una persona, presente a lo largo de su evolución uno u otro, va a depender de sus
circunstancias evolutivas, biográficas, personales, familiares y sociales. Así, por ejemplo en el
trastorno antisocial de la personalidad, se ha visto que los antecedentes familiares son de gran
importancia.
Se ha visto como en el desarrollo de abuso de sustancias, juega un papel muy importante que
durante el curso clínico hayan estado presentes el TDAH, trastornos de conducta y trastornos
afectivos. La tendencia a la cronicidad de estos trastornos va a disminuir con una rápida
intervención terapéutica y un diagnóstico precoz.
Los diagnósticos del TCI, trastorno antisocial de la personalidad y el abuso de sustancias pueden
derivar en la aparición de la demencia. Que lo hagan o no, va a depender de si hay predictores de
buena o mala evolución, de la buena o mala respuesta al tratamiento, de factores personales y
familiares y de cómo ha ido evolucionando el cuadro clínico, entre otros factores.
Tanto el abuso de sustancias ( por su consumo en las situaciones en las que abusar de ellas puede
ser peligroso como es el ir conduciendo), el trastorno antisocial de la personalidad (por las
agresiones o la despreocupación persistente por su seguridad) y un TCI pueden desencadenar una
demencia debida a un traumatismo craneal.
El abuso de sustancias, como por ejemplo el alcohol, puede influir en que se diagnostique
posteriormente una demencia alcohólica.. Según un estudio teniendo en cuenta los factores del
TPQ de Cloninger, se observó como la puntuación obtenida en "Búsqueda de Novedades",
"Evitación del Daño", "Dependencia a la recompensa" eran predictores, tanto de la adherencia al
tratamiento como de otros factores genéticos y ambientales que favorecían un mejor o peor
pronóstico.
A continuación les ofrecemos en el siguiente esquema la comorbilidad que presentan los TCI,
teniendo en cuenta la siguiente evolución: (Niño inquieto->TDAH->trastorno oposicionista
desafiante->trastornos de conducta->...............
La etiología de los TCI es multifactorial, donde están implicados factores biológicos, psicológicos,
familiares y del ambiente. En adultos, se ha demostrado un déficit de la función serotoninérgica, así
como una baja actividad MAO plaquetaria. Otras hipótesis propuestas han sido la de una disfunción
dopaminérgica o la alteración de los receptores endorfínicos. También se han investigado distintas
áreas cerebrales, y se ha visto como hay una alteración en la región orbitofrontal.
Desde la psicología, algunas escuelas han explicado los TCI como un aprendizaje de respuestas
ante situaciones de estrés, las cuales han sido reforzadas positivamente. También ejercen una
5º Congreso Virtual de Psiquiatría. Interpsiquis Febrero 2004. Psiquiatria.com
-3-
influencia importante sobre el aprendizaje, la familia y otros factores de tipo social.
En la evaluación de los trastornos del control de impulsos, se han utilizado pruebas como el MMPI,
16PF y el MCMI de Millon. Una prueba que mide distintos factores de la impulsividad es la Escala
de Impulsividad de Barralt, la cual evalúa la impulsividad cognitiva, la motora y la no planeada.
Debemos tener en cuenta a la hora de realizar la evaluación, los antecedentes personales; los
antecedentes familiares; el inicio y la evolución. Debemos realizar una exploración tanto física (ej.
alopecia en tricotilomanía) como mental (exploración de la afectividad por su comorbilidad con
estos trastornos).
Para realizar un diagnóstico preciso, debemos asegurarnos que el sujeto cumpla los criterios
diagnósticos realizando un diagnóstico diferencial. A la vez, debemos detectar los trastornos
psiquiátricos asociados para establecer una adecuada estrategia terapéutica y mejorar el
pronóstico. No debemos olvidar comprobar la motivación del paciente, ya que con su potenciación
mejoraremos la adherencia al tratamiento.
Comentamos anteriormente, como los TCI se caracterizan por una irresistible "urgencia" para
realizar determinadas conductas que terminan en una reducción de la tensión y una posible
gratificación, teniendo también consecuencias negativas. Aparte de esta característica esencial, los
TCI se caracterizan cada uno por unos rasgos secundarios útiles a la hora de realizar un
diagnóstico eficaz entre ellos. Debemos tener en cuenta la comorbilidad que presentan entre ellos y
también con aquellos que conciernen a la sexualidad, alimentación...
En la ludopatía, se presenta un comportamiento de juego desadaptado, persistente y recurrente, tal
como indican la preocupación por el juego, el fracaso en controlar el mismo,....entre otras
características. Algunos autores han conceptualizado este trastorno como una conducta adictiva
(preocupación por la búsqueda del juego, síntomas de tolerancia y abstinencia, etc.) y otros como
Shaffer con un TOC por la urgencia a la hora de llevar a cabo la conducta, el modo repetitivo....
(Queremos señalar aquí que la conducta para los ludópatas sería egosintónica, a diferencia de los
TOC en la que sería egodistónica). Esta conducta causa problemas en el ámbito personal
(presencia con frecuencia de trastornos afectivos, consumo de drogas), familiar, social, laboral y
legal.
En la piromanía, se provoca deliberada e intencionadamente un incendio en más de una ocasión,
con un especial interés por lo relacionado con el fuego. Y éste no es provocado por móviles
económicos, como venganza o como respuesta a ideas delirantes y alucinaciones.
La cleptomanía se caracteriza por el fracaso en el intento de resistirse a los impulsos de robar
objetos que no son para uso personal y tampoco por su valor económico. Y éste no se comete para
expresar una venganza ni como respuesta a ideas delirantes o alucinaciones. A menudo, presenta
complicaciones asociadas de tipo legal. Es más frecuente en mujeres de edad adulta. Se han
postulado diversas teorías explicativas acerca de la misma, algunas de las cuales se basan en la
Teoría del Pluralismo Mental (desde la que la persona cleptómana desea hacer tal acto y termina
desplazando a la no cleptómana). Desde un punto de vista biológico, la neurotransmisión
serotoninérgica juega un papel importante en su génesis, lo que refuerza su comorbilidad con la
depresión.
La tricotilomanía se caracteriza por un fracaso para resistirse al impulso de arrancarse el pelo de
forma recurrente conllevando una pérdida notable del mismo. El trastorno explosivo intermitente se
caracteriza por varios episodios aislados de dificultad para controlar los impulsos agresivos. Esta
5º Congreso Virtual de Psiquiatría. Interpsiquis Febrero 2004. Psiquiatria.com
-4-
agresividad es desproporcionada con respecto al factor que lo precipita.
En otros trastornos, que están fuera del apartado de los TCI, pero que presentan también una
alteración de la impulsividad, se encuentran el intento de suicidio, trastorno límite, bulimia, algunas
parafilias, autolesiones....
En el intento de suicidio recientes investigaciones han confirmado como el suicidio a menudo es
impulsivo, aunque todavía se conocen poco las características de éste. En un estudio reciente
donde se examinó el intento de suicidio con sujetos de 13-34 años y considerándose un suicidio
impulsivo si pasaban menos de cinco minutos entre la decisión y el acto, los resultados hallaron 24
intentos impulsivos dentro de 153 sujetos.
En otro de los trastornos con déficit a la hora de controlar los impulsos, como es el trastorno de
personalidad borderline, las respuestas emocionales ocurren en el contexto de estresores
específicos (ej. miedo a ser abandonados). En este trastorno, los sujetos mantienen conductas
impulsivas en áreas como la económica, el abuso de sustancias, atracones de comida....
Dentro de los trastornos de la alimentación, en los últimos años se ha investigado de forma
creciente el papel del eje de la impulsividad dentro del trastorno bulímico. Esta impulsividad sería
compartida con otros muchos trastornos de la personalidad. Se ha estimado la presencia de
alteraciones de la personalidad en pacientes con conducta alimentaria anómala entre un 53% y un
93% ( de manera especial el trastorno límite y el histriónico). Según la utilización de la escala
multidimensional (MPQ), se ha visto como las pacientes bulímicas muestran un menor grado de
control e inhibición, así como de una mayor receptividad sensorial.
Respecto a las parafilias, decir que con frecuencia la impulsividad sexual y las conductas
parafílicas presentan similitudes patológicas con las conductas impulsivas. Algunas conductas
parafílicas se acompañan de pérdida de control de los impulsos sexuales (egodistónico o
egosintónico según sea la persona).
En las automutilaciones (ej. onicofagia), la persona experimenta un impulso irresistible a realizar
una acción dañina para su propio cuerpo, sufriendo antes una situación de tensión que es aliviada
tras la autoagresión. Algunas personas, cuando tienen dificultad para hablar sobre sus
sentimientos, pueden demostrar su tensión inflingiéndose heridas.
El tratamiento de los TCI, debe considerarse de forma global, teniendo en cuenta los factores
farmacológicos y también los psicoterapéuticos. Está relacionado con las diferentes etiologías
(social, biológica y psicológica).
La mayoría de los estudios controlados sobre el tratamiento de las conductas impulsivas, se han
centrado en el tratamiento de la agresión como un trastorno del control de impulsos. Hay que
recordar en este punto, que la agresión y la impulsividad no van necesariamente emparejadas.
De forma general, actualmente las medicaciones que aumentan la función serotoninérgica o
disminuyen el funcionamiento dopaminérgico, resultan las más útiles para reducir la conducta
impulsiva. Así, se incluyen antipsicóticos, antimaníacos (litio, carbamacepina, ácido valproico),
antagonistas de los receptores betanoradrenérgicos, e inhibidores de la recaptación de la
serotonina.
5º Congreso Virtual de Psiquiatría. Interpsiquis Febrero 2004. Psiquiatria.com
-5-
En la tricotilomanía, los tratamientos farmacológicos usados han sido la venlafaxina y la
clomipramina (efectivas a corto plazo para el control de los síntomas). Desde una perspectiva
psicológica, el tratamiento más eficaz ha sido el cognitivo- conductual.
En el trastorno explosivo intermitente, se han obtenido buenos resultados con la utilización de la
carbamacepina y los ISRS. La respuesta también favorable a los estabilizadores del humor,
sugieren que este trastorno podría presentar comorbilidad alguna vez en la vida con el Trastorno
Bipolar. A nivel conductual, se enseñarían técnicas de autocontrol, y se trabajaría también la parte
cognitiva centrándonos en la baja tolerancia ante la frustración.
En la cleptomanía, se emplean distintos ISRS en función de si se asocia a la bulimia (fluoxetina); a
la depresión (sertralina) o a la ansiedad (paroxetina). Ha resultado eficaz el apoyo de una terapia
conductual, donde contingencias de castigo puedan modificar el acto delictivo, así como
entrenamiento en técnicas para reducir su ansiedad.
En piromanía, el tratamiento más eficaz ha sido el empleo de los ISRS, con una ayuda fundamental
de las terapias aversivas.
En ludopatía, se han utilizado fármacos como la sertralina o la fluvoxamina; estabilizadores del
ánimo como el carbonato de litio y la carbamacepina. En el tratamiento psicológico, se han utilizado
técnicas de exposición en vivo con prevención de respuesta, control de estímulos, terapia cognitiva,
y grupos de autoayuda (Jugadores anónimos).
Bibliografía
. American Psychiatric Association. Manual Diagnóstico y estadístico de l as enfermedades
mentales (DSM-IV). Barcelona: Ed Masson, 1995
. Belloch A, Sandin B. Manual de Psicopatología. Madrid: McGraw-Hill. 1995.
. Bukstein OG, Brent DA, Kaminer Y. Comorbidity of substance abuse and other psychiatric
disorders in adolescents. Am J Psychiatry 1989, 146:1131-41.
. Burt VK, Katzman IW. Impulse - Control disorders not elsewhere classified. En: Sadock BJ,
Sadock VA (eds.). Comprehensive Textbook of Psychiatry. Philadelphia: Lippincott William &
Wilkins, 2000, pp:1701-14.
. Carrasco JL. La relación entre los trastornos del control de impulsos, la personalidad y los
trastornos de la personalidad. Aula Médica Psiquiatría. 2002
. Fagan PJ, Wise TN, Schmidt CW Jr, Berlín FS. Pedophilia. JAMA 2002, 288(19): 2458-65.
. Fernández-Alba A, Labrador FJ. Juego patológico. Madrid. Síntesis. 2002.
. Herpertz SC, Kunert HJ, Schurkens A. Impulse control and affect regulation in personality
disorders. Psychother Psychosom Med Psychol. 2000, 50(11):435-42.
. Lewinsohn PM, Rohde P, Seeley JR. Adolescent psychopatology. III The clinical consequences of
comorbidity. J Am Acad Child Adolesc Psychiatry 1995, 34:510-19
5º Congreso Virtual de Psiquiatría. Interpsiquis Febrero 2004. Psiquiatria.com
-6-
. Mas Colombo E, Risueño E, Motta M. Función ejecutiva y conductas impulsivas. IV Congreso
Virtual de Psiquiatría. 1 de Febrero - 28 de Febrero 2003 [Revisado: Enero 2004].
. McElroy SL. Recognition and treatment of DSM-IV intermittent explosive disorder. J Clin
Psychiatry 1999; 60(Suppl):15:2-6.
. Ninan PT. Conceptual issues in trichotilomania, a prototypical impulse control disorder. Curr
Psychiatric Rep. 2000 2(1):72-5.
. Olvera, RL. Intermittent explosive disorder: epidemiology, diagnosis and management. CNS
Drugs. 2002, 16(8):517-26
. Organización Mundial de la Salud. CIE-10. Décima Revisión de la Clasificación Internacional de
las enfermedades. "Trastornos mentales y del Comportamiento". Ed. Meditor-JJ López Ibor.
Madrid: Meditor, 1992
. Hormaechea, JA. Salgado, M.. La mente cleptómana: una aproximación basada en la teoría del
pluralismo mental. I Congreso Virtual de Psiquiatría. 1 de Febrero - 15 de Marzo 2000 [Citado:
enero 2004]
. Rodriguez Martín S, Palomo J, Benítez JA, de la Gándara J. Dimensiones de personalidad en los
trastornos de la alimentación. II Congreso Virtual de Psiquiatría. 1 de Febrero - 7 de Marzo 2001
[citado enero 2004].
. Simon OR, Swann AC, Powell KE, Potter LB, Kresnow MJ, Carroll PW. Characteristics of
impulsive suicide attempts and attempters. Suicide Life Threat Behav 2001, 32(Suppl 1):49-59.
5º Congreso Virtual de Psiquiatría. Interpsiquis Febrero 2004. Psiquiatria.com
-7-
Descargar