CATEGORIA A 1º de Educación Infantil WILLY FOG EN LONDRES Había una vez un aventurero que se llamaba Willy Fog y vivía en Londres. Va por un camino y llega a una noria y se monta. Mira la hora en el Big Ben y se va a dar la vuelta al mundo. Va en un barco y en un tren. 2º de Educación Infantil LAS PIRÁMIDES DERRUMBADAS Érase una vez Fileas Fog que fue a Egipto en barco y el barco chocó con las pirámides y se derrumbaron. Y cómo no podía pasar construyó en Canal de Suez con una pala y una excavadora. 3º de Educación Infantil LA LLEGADA A PARÍS Llegan Fileas Fog y Paspartu a las 9. Bajan del tren y buscan un hotel para poder dormir, comer y cenar. Por la mañana van a ver París y deciden ir a ver la Torre Eiffel; suben arriba, miran las vistas y toman cerveza. Después van al Castillo de Notre Dame; entran y ven las piedras que hacen triángulos y redondeles, los pinchos de las piedras y las gárgolas. Detrás del Castillo se puede navegar, pero ellos deciden jugar con las piedras. Se van a dar un paseo hasta un parque de aventuras que se llama Disney Land y se montan en el tren de la muerte, la montaña rusa y luego al barco de los piratas. Se encuentran cansados y van de regreso al hotel, en el camino ven el Arco del Triunfo. CATEGORIA B GANADORA Julia García Lamadrid 6 años EL PANADERO Y LOS RATONES Había una vez un panadero que estaba haciendo pan y una noche se lo robaron. Se puso triste y un chico le preguntó qué le pasaba y se lo contó. El chico le dijo que le ayudaría. Buscaron el pan por todas partes hasta que lo encontraron. Estaba mordido y se sorprendieron. Pensaron que quién había mordido el pan ¡igual eran ratones! Para descubrirlo pusieron una trampa con pan por la noche. A la mañana siguiente encontraron a los ratones. Les preguntaron que por qué robaban el pan. Los ratones contestaron que no tenían comida. Desde ese día el panadero decidió darles algo de pan todos los días, los ratones se pusieron muy contentos y no volvieron pasar hambre. FINALISTAS Nerea Cano Sánchez 7 años LA PRINCESA Y EL PRINCIPE Érase una vez un príncipe llamado Alberto que pidió en matrimonio a la princesa Sandra porque estaban muy enamorados. En medio de la boda la princesa Sandra tuvo tres hijos: Maria, Juan y Sara. Mientras los novios bailaban y comían pollo y tarta de la abuela, los niños se quedaron con el mayordomo. Los reyes quedaron a vivir en Comillas y sus hijos fueron al cole del pueblo. Mientras buscaban un palacio para vivir, la alcaldesa les dejo el Palacio de Sobrellano donde los príncipes invitaban a todos los niños de Comillas. Alex Roca Pérez 8 años EL PEQUEÑO TIBURON Érase una vez un tiburón muy pequeño y era tan pequeño que se burlaban de el, porque no nadaba rápido, porque no sabía atrapar peces, todo lo hacía mal. Pero un día un tiburón retó al pequeño tiburón a ver quién comía más y el pequeño tiburón empezó a crecer y a crecer hasta que fue muy grande. Se hizo tan grande que daba miedo, pero dejó de comer veinte días y fue grande como los demás y al final día tras día el pequeño tiburón se hizo amigo de los otros tiburones. ¡Fin! CATEGORIA C GANADORA Claudia Caviedes Uranga 9 años LA GRAN TORMENTA En un bonito jardín, habitaba una familia de pájaros: la hijita Lili, la madre Flor y el padre Grandullón. Eran una familia muy feliz, su nido estaba en una rama muy alta de un roble fuerte, grande y viejo. Lili tenía muchos amigos pájaros, pero su mejor amigo no era ninguno de ellos, sino un niño de unos 13 años llamado Pablo que vivía justo frente al jardín. Un día de otoño se levanto un fuerte y feroz viento, las ramas del viejo roble empezaron a agitarse tirando el nido de los pobres pajarillos. Estos asustados volaron a pedir ayuda a Pablo que rápidamente dejo pasar, les metió dentro de una cestita de mimbre, les tapó con una calida manta y les puso algo de comida y agua. Al día siguiente cuando la tormenta ceso Lili le dio las gracias a Pablo y se fue con sus padres al jardín, allí vieron que su nido estaba destrozado. Con la ayuda de sus amigos recogieron palos y hojas para hacer un nuevo nido. Muy contentos, los pájaros vieron como Pablo y sus padres se acercaban, les enseñaron el nido terminado. Para celebrarlo decidieron celebrar un picnic todos juntos. Ese fue un día muy feliz para todos FINALISTAS Manuela Pérez Santos 9 años EL SIMBOLO DEL PUERTO Todas las mañanas Carlos salía a pescar en su barca llamada Manuela, como su hija. Una mañana vio una red flotando, cuando la subió a la barca cuál fue su sorpresa al ver una gaviota enredada en la red, cuando intentó vio que tenía un ala rota; poco a poco la fue soltando con mucho cuidado y con su pañuelo la vendó el ala. Todos los días Carlos y su amiga salían a pescar, el la llevaba una deliciosa sardina para que fuera recuperando fuerzas, en el puerto todos los demás marineros se reían de él. Carlos, como de costumbre, salió con su barca y se extraño que su amiga no viniese a por la rica sardina. La mar poco a poco se fue embraveciendo, la barca volcó y Carlos como pudo se sujetó a ella. En el bar del muelle jugaban a los dados, unos golpecitos en la ventana llamó su atención. ¡Es la gaviota de Carlos! Miraron en el muelle y faltaba la barca. Le encontraron gracias a que la gaviota voló al lugar que Carlos se encontraba subido en su barca. Desde entonces la gaviota fue el símbolo del puerto. Natalia Pomar Morante 10 años LA LÁMPARA MÁGICA En un lejano país, un chaval llamado Juan paseaba con su perro; de repente vio una pequeña cosa brillar detrás de un árbol y se acercó a verlo. ¡Era una lámpara mágica! La frotó y de ella salió un genio que le dijo: - ¿Cómo te llamas? - Juan- contestó el. - Cómo me has sacado de esa lámpara, te concederé tres deseos. Juan se llevó la lámpara mágica a su casa. Cuando llegó era de noche así que su madre, enfadada, le mandó derecho a su cama. Por la mañana se levantó, se duchó, desayunó, se lavó los dientes, se vistió y se fue corriendo con la lámpara en sus manos. Llegó a un parque y le pidió al genio su primer deseo: - Genio, deseo una casa gigante- dijo con un tono feliz. - Claro- dijo el genio. Su deseo se cumplió. Delante suyo apareció la casa más grande. Se metió en la casa y salió lleno de heridas. ¡La casa estaba llena de trampas! Juan cogió al genio y le metió en la lámpara mágica. - ¡No te quiero volver a ver!- dijo muy enfadado. El niño aprendió que lo que parece dar buena suerte, a veces no da tanta. CATEGORIA D GANADORA Judit Asensio Fernández 12 años LA NAVIDAD DE MANUEL Érase una vez en un pueblo muy pequeñito, un niño llamado Manuel. Había perdido a su ser más querido, su abuelo Carlos, hace un mes que había muerto. El niño estaba muy triste y no quería hacer nada, toda la familia pensaba cómo podían ayudar al pequeño niño. Su madre tenía que hacer el Belén porque llegaba la Navidad, fueron a la tienda, miraron millones de figuritas pero Manuel no prestaba ninguna atención. Su madre estaba muy disgustada no sabía qué hacer porque su hijo no se animaba. Cuando se iban a ir Manuel había oído una cosa muy extraña, estaba oyendo una voz muy conocida, era la de su abuelo Carlos. Manuel seguía esa voz, cuando ya no se escuchaba nada miró en todas direcciones y observó una figura muy parecida a la de su abuelo. La figurita era un pescador en la orilla, que le decía a Manuel, querido nieto aunque no me veas estaré a tu lado toda la vida, no te preocupes pues estoy bien. Manuel le preguntó a su madre si podía coger la figurita, su madre se puso muy contenta. Ese año hicieron el mejor Belén, porque estaba esa figurita especial. FINALISTAS Beatriz Cobo Poo 12 años EL CABALLO FANTASMA Hace cientos de años en Grecia una familia que vivía en el campo tenía un caballo de color negro llamado Tor. La familia lo trataba mal, no le daban la comida y el agua que necesitaba y estaba siempre encerrado en un establo oscuro y que cualquier día podía derrumbarse. Pasaron los años y la familia se mudó dejando a Tor encerrado. Una noche Tor rompió la puerta del establo, salió corriendo hacia el bosque y allí desapareció y no se supo más de él. Un día una familia rica construyó una casa en mitad del bosque, el lugar donde el fantasma de Tor habitaba. Tor niños de la familia oyeron los ruidos de los cascos y las cadenas de Tor. Fueron tras él y lo encontraron en una cueva. Le quitaron las cadenas y vieron que era un fantasma, desde entonces los niños van a verlo y Tor por fin es feliz, los niños fueron a la ciudad y compraron todo el equipamiento que Tor necesita para que lo pudieran montar. Fueron a la cueva y se lo pusieron el problema era subirse, cogieron unas piedras las colocaban debajo y así subían cada día. FIN Miguel Caso Lamadrid 11 años LA MINA MÁGICA Érase una vez en Solamán una mina ¡Mágica! Era muy raro, cavaban y todos los diamantes se multiplicaban, era muy raro. Los niños Álvaro, María, Salomé y Cristian querían investigar y entraron en la Mina Mágica. Ellos no sabían por dónde empezar y empezaron excavando. Después cogieron diamantes y estuvieron toda la tarde investigando hasta que cerraron la mina. Se quedaron encerrados y nadie les oía así que siguieron investigando y se dieron cuenta de que había alguien viviendo en esa mina y siguieron las pisadas. Llegaron a una pared y no sabían qué mas hacer y Salomé gritó - ¡Tengo una idea! Y entonces dijo: -Igual si nos apoyamos se mueve. Y se apoyaron y se giró la pared. Apareció un duende mágico que se llamaba Pico de Oro pero su mote era “El Multiplicador”. Los niños se quedaron flipando pero se hicieron amigos suyos. Jugaron por la mina al escondite y fueron muy amigos. Ellos ya descubrieron el misterio de la mina. Y todos los niños del pueblo Solamán fueron amigos del duende Pico de Oro. CATEGORÍA F GANADORA Mª Luisa Iglesias Martínez (Comillas) A VECES -¡Martina!- Gritó el abuelo- ¡Tenemos que darnos prisa si quieres verlo! La calle estaba tan vacía que apenas se oía un ruido, salvo los pasos de Martina y su abuelo corriendo hacia los acantilados. Sentados sobre la hierba aún húmeda por el rocío, ambos miraban hacia el horizonte sin saber muy bien qué era lo que iba a ocurrir. -¿Ves? Ya falta poco pequeña - Pero abuelo, ¡aún es de noche! - Paciencia Martina, todo necesita su tiempo. - ¡Mira! ¡Ya sale! - ¡Abuelo, es gigante! - ¡Te lo dije! - ¡Y naranja! - ¡Te lo dije! - ¡Y precioso! - ¡Te lo dije! Ambos se quedaron admirando la belleza que tenían ante sus ojos, era un amanecer que anticipaba un solead día primaveral. - Tenías razón, ha merecido la pena la espera y el esfuerzo de madrugar… me ha encantado ver este amanecer. Abuelo… ¿esto tiene algo que ver con mi hermano? - Si Martina, cuando esté preparado para nacer, sentiremos algo parecido con su llegada. - Abuelo, ¿las puestas de sol también son tan bonitas? - A veces pequeña, la tristeza por el final nos impide recordar la hermosura que brilló durante todo el día… pero sólo a veces…. FINALISTAS Kim Bel (Barcelona) HORIZONTE… El anciano se sentía cansado. Desde su balcón meditaba la mejor manera de legar toda su fortuna ya que no tenía esposa, descendencia o parientes. Así convocó a quién conocía: comerciantes, agricultores, banqueros… incluso un clérigo que en su momento reconfortó su alma. Llegaron a su mansión y allí recibieron un agasajo con regalos y viandas. Después de la comida charlaron y acabó preguntando: ¿Qué hay más allá del horizonte? Unos dijeron: tal pueblo, otros aquel río o capital, el banquero un puerto al que llegaban los barcos que el avalaba, el clérigo señaló una misión lejana que conocía… Ninguna respuesta fue la deseada. Caminaba triste por los pasillos pensando cómo solucionar su problema y escuchó como una joven hablaba sola mientras adecentaba un salón. El anciano, en su curiosidad, le hizo la misma pregunta. La joven pidió al hombre que le acompañara a una ventana y allí le señaló el horizonte diciéndole: Tras el horizonte, sea cual sea, está todo! El viejo asintió con la cabeza con satisfacción. Ya sabía quién era su heredera. La única persona que comprendía aquello que le llevó a traspasar horizontes y regresar lleno de lo más valioso: Una vida absolutamente repleta de vivencias! Isabel García Viñao ÑIK No hablaba ni tenía nombre. Pero con la alegría de los primeros rayos del sol pronunciaba “ÑIK”. Todos los atardeceres, cuando el sol se escondía, corría hacia la montaña sobre la que caía para levantarlo y que luciera al día siguiente. Llegaban los primeros rayos del orto y Ñik se desperezó. El día era frío. El sol todavía lucía sin fuerza, pero daba luz que era lo que le importaba. Tomó el camino serpenteante para bajar al mar. Había reflujo. A Ñik no le hacía falta saber ni de cálculos matemáticos ni físicos de las atracciones gravitacionales entre la tierra, el sol y la luna para conocer el estado de las mareas. Ese día de bajamar mariscaría. Sus manos harían de rastrillo en la arena. Cuando consiguió un buen alijo de marisco, miró al cielo y con los brazos abiertos idolatró al sol. De Ñik no hay una lápida con el RIP y su nombre escrito debajo. De él y sus coetáneos se sabe: Homo habilis, 510 centímetros cúbicos de capacidad craneal; existió hace 1.440.000 años. Y habría que añadir: “Este homínido, al igual que los humanos actuales, idolatró hasta su muerte la luz del Sol”.