MITOLOGÍAPAGANA Morrigan es considerada como una de las Diosas celtas de la muerte y la destrucción. Representada con armaduras y armas, se la podía ver en los campos de batalla insuflando su furia a los soldados en la forma de cuervo o corneja. Su nombre es traducido como Gran Reina o Reina Espectral, y en ocasiones aparece escrito como Morrigu, Carrie o Carrigan. Además, es una Divinidad asociada a la renovación, al amor y al sexo. Una asociación coherente con la idea que los celtas tenían de la muerte y la vida, partes de una misma realidad. En muchas obras se la menciona como parte de una triada de diosas formadas por Badb y Macha, y en otras ocasiones aparece como regente de un trío al que, junto a las mencionadas, se les une Nemain, hada o espíritu del frenesí guerrero. Resulta muy difícil profundizar en la naturaleza de esta Diosa, en parte debido a la importancia de su función dentro del panteón mitológico celta y en parte a causa de la complejidad en el estudio de las fuentes celtas. Sin embargo, es tal la importancia de esta Diosa para la wicca y para el reconstruccionismo celta, corrientes muy populares en el paganismo actual, que no podíamos eludir la responsabilidad de hablar de ella e intentar satisfacer la curiosidad de todos los interesados en las tradiciones celtas. Más aún, en unas fechas como estas, en las que nos acercamos a la celebración de Shamain, la fiesta celta de los muertos y la renovación. Pues no olvidemos que, al igual que ocurre con Morrigan, Shamain es una celebración de la muerte, pero también del comienzo de un nuevo ciclo. Pero centrémonos en comentar algunos de los problemas que encontramos al intentar investigar los orígenes y características de esta Diosa. En primer lugar, debemos tener en cuenta la dimensión de la cultura celta. Hablamos de un periodo de tiempo que abarca mil años, desde el siglo V a.c. hasta el siglo V d.c. Estas fechas no son del todo correctas, y se deben tomar solo como referencia académica, la razón de partir desde el siglo V a.c. es porque es en ese siglo cuando Heródoto se refiere explícitamente a ellos. Y se considera que el final de la cultura celta llega en el siglo V de nuestra era porque es la época en la que se cristianiza Irlanda. del Hierro, para referirse a la cultura celta anterior al siglo V a.c. Respecto al final de la cultura celta con la cristianización, debemos reconocer que el cambio de religión supuso una transformación importante de las ideas celtas. Pero sus tradiciones lograron perdurar muchos siglos más, tal como demuestra la compilación de las leyendas celtas varios ciclos después, la estructura social y el derecho de Irlanda durante la Edad Media. Otro de los problemas es la heterogénea variedad de pueblos que componían el mosaico cultural celta: celtíberos, britanos, galos o helvecios son los más conocidos. Pueblos que se extendieron por gran parte de Europa y que presentaban rasgos culturales, religiosos y lingüísticos comunes, pero también Morrigan, representación importantes diferencias clásica en bronce. y rasgos personales Sin embargo, la cultura celta ya existía propios. Hasta hace poco, se con anterioridad a la consignación consideraba que las divinidades celtas escrita de los griegos. Incluso, antes de habían ido adquiriendo distintos ser considerados como “celtas” (keltoi, nombres según la región. Por ejemplo, gente oculta), eran conocidos como Epona y Rhiannon eran nombres que “hiperbóreos”. Esto ha obligado al hacían referencia a la misma divinidad. ámbito académico a crear el término de Hoy en día, sabemos que Epona es más cultura proto-celta, cuyos orígenes una diosa galo – romana que celta, pues estarían en las migraciones de los el equivalente a la galesa Rhiannon, pueblos indoeuropeos durante la Edad Edain en Irlanda, para los galos era más una ninfa acuática que una Diosa, lo que ha llevado a la necesidad de considerar los diferentes panteones por separado, y estudiar las Divinidades como personalidades únicas y no nombres u apodos según la región. Dicho de otra manera: aunque dos divinidades celtas parezcan la misma pero con nombres distintos, todo indica que los celtas las consideraban diferentes. En el caso que un celta gales conociese el culto a Epona, no la consideraría como un nombre de su propia Rhiannon, sino como una divinidad diferente. Esto implica que, las funciones de las divinidades están asociadas a la tierra, al contexto fronterizo. Rhiannon guardaría los caballos en las tierras galesas, Epona en la Galia, extendiéndose después su culto desde Roma hasta el Danubio, llegando a España, sobre todo en las tierras del Duero, e incluso a algunos puntos de Bretaña. Pero en todo momento, Rhiannon y Epona habrían sido consideradas como divinidades independientes. Esto supone también que la mera conservación del nombre no signifique estar aludiendo a la misma divinidad. Es decir, las divinidades celtas son inseparables de su contexto cultural, Morrigan no significa lo mismo para un celta irlandés que para un galés. De hecho, cometemos un error al hablar de cultura celta en singular, pues sería más acertado hablar de culturas celtas. Pueblos con un mismo origen y muchos rasgos comunes pero también importantes diferencias, también en lo religioso. El tercer problema que nos encontramos al indagar sobre las divinidades celtas, y en concreto con Morrigan, es que los celtas no dejaron nada escrito. Las fuentes que tenemos son unas vagas referencias helenas, las descripciones romanas y los textos monásticos escritos a partir del siglo VI d.c. Al tratarse de referencias escritas desde una perspectiva cultural distinta, encontramos numerosos errores interpretativos. Por ejemplo, los romanos identificaron muchas divinidades celtas con sus propios Dioses, lo que dio origen a la errónea visión de un panteón celta cohesionado en base un modelo similar al greco-romano, algo que la arqueología ha terminado por desmontar. Además, no todas las identificaciones, eran las más correctas. En el caso de los textos cristianos, la influencia de sus propias creencias y la visión despectiva hacia las Antiguas Tradiciones, condicionaron mucho los relatos. De hecho, en numerosos glosarios medievales Morrigan aparece retratada como un espectro. En una traducción del libro de Isaías, se dice que una Lamia, nombre latino de Lilith, es un monstruo en forma femenina, una morrigan. El Glosario de Cormac, siglo IX, identifica gudemain con morrigna, dándole a ambas el significado de espectros. Con anterioridad, en el siglo VIII, el llamado glosario O`Mulconry hace referencia a Macha como parte de las morrigna, lo que supone que morrigan era considerada como una clase o categoría y no una Divinidad individual. De hecho, no faltan las obras que hablan de las morrigan en referencia a Macha, Badb y Nemain. En el Leabhar Ghabhála Érenn o Ciclo de las Invasiones, se identifica a Morrigan con Anu. <<Ernnmass tenía otras tres hijas, Badb Chatha, Macha y Morrigan, cuyo otro nombre era Anu>> (Leabhar, 64). Esta divinidad es considerada la nutridora de los dioses. De Ernnmass apenas sabemos nada, siquiera podemos saber si es correcto considerarla como una Diosa, aunque parece lo más acertado al tratarse de la madre de dos tríadas, la formada por Ériu (tierra, de donde provendría el nombre de Irlanda), Banba y Flóda, y las señaladas Macha, Badb y Morrigan. Es muy probable que estas dos triadas fuesen equivalentes. Al menos, así han sido consideradas desde el siglo XVII, gracias a los trabajos del sacerdote, bardo e historiador irlandés Seathrún Céitinn, más conocido como Geoffrey Keating. En cualquier caso, podemos estar seguros que Ernnmass pertenecía a los Thuatha Dé Danann, quinto grupo de habitantes de la Antigua Irlanda, lo que implica que Morrigan y sus hermanas también debieron pertenecer a este grupo. Los Thuatha Dé Danann o hijos de la Dana, son supervivientes del diluvio que se asentaron en Irlanda tras vencer a los Fir Bolg. Pero luego serían expulsados por los Mil de España. Las leyendas cuentan que los Thuatha Dé Danann nunca llegaron a marcharse, solo que dejaron de ser visibles para los hombres, seguirían pues viviendo en la tierra de Irlanda pero ocultos a los ojos de los humanos, bien en un plano distinto al nuestro o en el interior de la tierra. En estos relatos, los historiadores cristianos introdujeron elementos de su propia mitología, y en muchos casos, convertían en héroes y reyes a antiguos Dioses, o generaban extrañas genealogías para hacerlas coincidir con su cronología del mundo. En especial con el mito – por otro lado universal – del diluvio. En otras fuentes, Macha es identificada como una de las hijas de Parthlón, el líder del primer asentamiento irlandés tras el diluvio, muerto junto a su pueblo (solo sobrevivió uno) por una gran plaga mucho antes de la llegada de los Thuata Dé Danann. Apreciamos con facilidad las dificultades que entraña establecer una única descripción para las divinidades celtas, incluso considerando la pluralidad de los pueblos celtas, pues las fuentes son en ocasiones contradictorias y siempre filtradas por la cultura de quien las escribió. A pesar de las dificultades, podemos intentar llegar a algunas conclusiones basándonos en los aspectos comunes de las diferentes narraciones y la comparación contras divinidades. En especial, es interesante la identificación que algunos relatos han hecho de Morrígans, Diosas de la tierra, la muerte y la renovación Morrigan con Anu o Anan. Según el glosario de Cormac, se trataría de la mater deorum, la madre de los dioses. Es decir, estamos ante una antiquísima divinidad, cuyo papel en la mitología celta guarda un extraordinario paralelismo con la Diosa Devi, esposa de Siva, entre cuyos muchos aspectos encontramos la dulce Uma, la guerrera Durga y la temible Kali. A mi juicio, y se trata solo de mi opinión, Morrigan es la evolución cultural de una divinidad mucho más antigua, vinculada a la tierra y a sus ciclos de muerte y renovación. Esta divinidad mítica, cuyo nombre no nos ha llegado y de la que podrían derivar otras divinidades femeninas, podríamos denominarla como Gran Madre. Esta Diosa, ya en la cultura celta, adquiere diferentes aspectos relacionados con sus funciones, vinculándose a la guerra por ser la celta una cultura guerrera además de agrícola. Estos aspectos de la Diosa adquieren con el tiempo personalidad propia, se relacionan con otras divinidades y se asientan en ciertas zonas. Por ejemplo, Macha está íntimamente ligada a Armagh y Emain Macha en el Condado de Armagh, mítica capital del Ulster. La tercera transformación de la tríada se debe a los cristianos, quienes las asocian con su visión tétrica de la muerte. Morrigan pasa ha convertirse en un tipo de espectro femenino o en la Reina de los Espectros. En la actualidad, está siendo recuperada su figura como divinidad triple, asociada a la luna y a las manifestaciones de doncella, madre y anciana, aunque en este caso concreto es mejor denominarla viuda. Su característica dual, muerte y resurrección, guerra y sexo, se conservaría en todas sus manifestaciones. Muchos identifican a Morrigan con Hécate. Tiendo a considerar que es mejor estudiar las divinidades por separados, como personalidades independientes,y más cuando pertenecen a panteones distintos. Más que identificarlas, o usar expresiones como Morrigan es la Hécate de los celtas, o viceversa, prefiero hablar de paralelismos o divinidades cognatus, divinidades que tendrían un mismo pasado común, estarían relacionadas en su naturaleza o desempeñan funciones análogas. En cualquier caso, la comparación entre ambas es de lo más acertada. Incluso parece que sufrieron una evolución similar. Hécate era representada en las primeras épocas helenas como una única Diosa, y solo más tarde adquiere el carácter triple, pero conservando en todas sus manifestaciones esa dualidad mágica que tanto la caracteriza. Además, encontramos en las tradiciones griegas numerosos epítetos que parecen hacer referencia a formas de nombrar a la Divinidad en relación con su función o alguna de sus características: Ctonia, de la tierra; Enodia, de los caminos; Crateis, la poderosa; Soteira, salvadora; o Phosphoros, la que trae la luz, alumbra, da a luz; entre otros. Algo que parece que también pudo ocurrir con Morrigan y su triada, en muchos sentidos equivalente a la encabezada por Ériu, la tierra, Irlanda. Es probable que jamás alcancemos una única explicación fiable de quién era Morrigan y qué papel desempeñó en los cultos celtas. Pero de una cosa si podemos estar seguros, como señora de la muerte y la renovación, resurge con fuerza en este siglo XXI de la mano de diferentes corrientes paganas y de todos aquellos que, aún sin ser religiosos ni creer en las Antiguas Tradiciones, defienden recuperar la herencia cultural de nuestros ancestros. Un patrimonio cultural que jamás debió perderse, y que solo ahora, mil años más tarde, comenzamos a intentar rescatar de su olvido. Macha son escritos por monjes cristianos, quienes se esforzaron por casar la mitología celta irlandesa con la cronología bíblica. Así como transformaron a muchas divinidades en reyes y personajes heroicos. Encontramos una Macha esposa de Nemed, líder de la segunda población de Irlanda. En otras leyendas, aparece como Macha Mong Ruad, Macha de la melena roja, hija de Áed Rúad, uno de los antiguos Reyes de Irlanda. Macha es una antigua divinidad irlandesa asociada con la guerra, los caballos y la soberanía, en especial por su vinculación con lugares como el Condado de Armagh, donde se habrían coronado algunos de los míticos reyes del Ulster. Forma parte de la triada de Morrigan, y según los relatos aparece como hija de Partholón, rey del primer pueblo postdiluviano que se asienta en Irlanda, o hija de la diosa Ernmas, de los Tuatha Dé Danann, perteneciente al ciclo de la quinta invasión. Las narraciones de su vida son también muy diversas, hasta el punto que parecen referirse a identidades distintas que compartirían el mismo nombre. Esto se puede deber, en parte, a que gran parte de los relatos sobre Macha Otro relato, muy popular, cuenta como la Diosa Macha, interesada en un mortal, el agricultor Cruinniuc, llega a casa de éste nada más morir su primera esposa y empieza a actuar como su mujer. Todo iría bien, y la fortuna del hombre no paraba de crecer hasta que Cruinniuc decidió acudir a un festival organizado por el Rey. Macha le advirtió que guardase silencio sobre su existencia, pero el hombre fanfarroneo diciendo que su esposa podría correr más rápido que los caballos del Rey. Al escuchar esto, el Rey exigió que Macha lo demostrase, y ella, a pesar de estar embarazada compitió con los caballos venciéndolos. Pero del esfuerzo, se adelantó el parto y nacieron dos gemelos en la misma línea de llegada. En honor a ellos, la capital del Ulster pasó a llamarse Emain Macha, los gemelos de Macha. La Diosa, enfadada con los hombres del Ulster los maldijo para que sufrieran los dolores del parto justo en el momento de mayor necesidad. Nemain Su nombre significa venenosa o terrible, y encarna el espíritu salvaje o frenesí guerrero. Como divinidad de los Tuatha Dé Danann, se la conoce como la esposa de Nuada, el del brazo de plata. En su origen, Nuada y Nemain eran Dioses, sin embargo, las narraciones cristianizadas de sus leyendas los presenta como Reyes.Tanto Nemain como su marido murieron al contemplar el ojo de Balor durante la segunda batalla de Magh Tuireadh Algunos mitos la presentan como parte de una triada gobernada por Morrigan. La triada sería formada por Macha, Badb y la propia Nemain, quienes obedecerían a Morrigan. La muerte de Nemain durante la segunda batalla de Magh Tuireadh abría propiciado que la tríada conocida desde ese momento implicase a la propia Morrigan. Badb Etimológicamente Badb significa cuervo, y esta era la forma en la que la Divinidad se aparecía en las batallas. En ocasiones, también podía aparecer con la figura de lobo. Con frecuencia, causaba miedo y confusión entre los guerreros a fin de inclinar la balanza de la batalla según sus deseos. También se dice que aparecía para anunciar la muerte de un noble o justo antes de la batalla para avisar de la crueldad de la misma. Inicialmente, todo indica que se trataba de uno de los nombres dados a Morrigan. Pero varios relatos nos hablan de ella como una Divinidad distinta. No conocemos bien su parentesco, pues en unos relatos aparece como hermana de Morrigan y Macha, así como del trío de divinidades matronas irlandesas encabezado por Ériu, pero en otros se identifica como hija de un druida y su esposa. En varios relatos aparece referida como la esposa del Dios de la guerra Neit. En otras leyendas es la esposa del Rey Tethra, sin bien estas últimas referencias son menos frecuentes. G.J.P.R./M.A.S.N.