1.- ARTÍCULO DEL MES: ¿QUÉ TRAJE DE BUCEO NECESITO? N ormalmente el traje de neopreno es uno de los primeros elementos que usted se decidirá a comprar. Junto con la máscara de buceo y las aletas es un elemento del equipo básico pues le protege del frío alargando el tiempo de inmersión y además le proporciona protección frente a golpes, rozaduras e incluso de posibles picaduras de diversos animales con los que podemos topar. A la hora de elegir nos encontramos con diferentes grosores, materiales, formas... ¿cuál nos conviene? La elección del traje de buceo normalmente depende de la temperatura del agua en la que se realizan habitualmente las inmersiones por lo que lo primero que debemos tener claro es el uso que le vamos a dar. A continuación haremos un repaso de cuáles son los modelos disponibles en el mercado y le ofreceremos toda una serie de consejos para ayudarle a elegir correctamente un traje. PROPIEDADES DEL NEOPRENO El neopreno es un material que cuenta con una magnífica capacidad aislante, se trata de un tipo de caucho sintético flexible inventado en 1930. Centrándonos en su uso para el buceo debemos saber que los millones de burbujas de gas (normalmente nitrógeno) que guarda este tejido permiten aislar la piel del buceador del agua circulante alrededor, reduciendo la velocidad con la que el agua le roba calor al cuerpo. Recuerde que el cuerpo humano pierde varias veces más rápido el calor dentro agua que fuera de ella por lo que el uso de un traje de neopreno es casi siempre imprescindible a la hora de bucear. Sin embargo, cuanto más descendemos durante una inmersión más se comprime el aire y eso es exactamente lo que le pasará a esas burbujas de gas que alberga, ofreciendo menos capacidad aislante ya que hay una separación menor entre la piel y el agua, algo que tenemos que tener en cuenta a la hora de elegir el traje de buceo. Otros aspectos que determinarán el calor corporal que perdamos será el grosor del traje, la calidad de los cierres o lo bien o mal ajustado que nos quede el traje. Todo ello hace que nos entre más o menos agua y que guardemos más o menos calor. ELEGIR EL TRAJE DE BUCEO Está será la primera de las dudas que encontraremos, y desde luego es una de las elecciones más importantes que deberemos tomar a la hora de configurar nuestro equipo. Cada fabricante utiliza diferentes fibras y calidades en la fabricación del traje, pegado y sellado de las cremalleras, tecnología en el diseño de las juntas para la entrada de agua… son muchos los factores que determinan su calidad y precio. Por si fuera poco a los trajes se les añaden elementos que permiten una mayor flexibilidad en diferentes áreas, refuerzos en zonas como rodillas y codos, materiales reflectantes para inmersiones nocturnas, capuchas, cremalleras en diferentes lugares, etc. De forma general en el mercado encontraremos cuatro tipos fundamentales de trajes que vamos a ordenar de menor a mayor capacidad aislante: SHORTYS: Se trata de modelos de manga corta destinados a inmersiones en aguas muy cálidas (por encima de los 20 º) su grosor oscila entre 1 mm y los 4 mm y suelen utilizarse mucho en la práctica del snorkel y otros deportes acuáticos. Hay que tener en cuenta que estos modelos no ofrecen protección para piernas y brazos por lo tanto no resulta aconsejable en lugares donde podemos tener roce con rocas, coral o elementos urticantes. Además, su grosor hace que su utilización quede reducida prácticamente a aguas tropicales. TRAJES HÚMEDOS COMPLETOS: Es el más utilizado. En él penetra una cierta cantidad de agua (escasa) pero no permite la renovación constante de la misma, por lo que el cuerpo alcanza fácilmente su temperatura sin que se produzca un deterioro térmico importante. Estos trajes están fabricados en neopreno, con diferentes grosores, siendo el grosor más habitual el que va de 5 a 7 mm. (se utilizan para temperaturas del agua de entre 12ºC y 20ºC grados) Este material hace que el traje tenga algo de flotabilidad, lo cual debe ser tenido en cuenta a la hora de vigilar el lastre usado si cambiamos de traje. También existen trajes más finos (de 1 a 3 mm.) para aguas más cálidas, así como chalecos que pueden llevarse debajo del traje para aguas más frías. TRAJES SEMISECOS: Estos modelos están dotados de cremallera estanca. Protegen más que los húmedos, sin llegar al extremo de los trajes secos. Suelen estar fabricados en grosores de entre 5 y 7 mm y su uso está destinado para inmersiones en aguas frías (9º-15º grados). La diferencia con los trajes húmedos es que la entrada del agua es mínima al tener cierres más estancos por manos, pies y espalda. TRAJES SECOS: Estos trajes se utilizan para inmersiones en aguas muy frías, por debajo de los 12ºC y para inmersiones profundas ya que a partir de los 30 metros, como hemos comentado anteriormente, los trajes de neopreno pierden gran parte de su capacidad aislante. Este tipo de traje impide la entrada de agua en el mismo a través de una válvula con la que inyecta aire en el espacio que existe entre el buceador y el propio traje además de contar con ajustes estancos en tobillos, muñecas y cuello para impedir la salida de aire y la entrada de agua. Además al no pegarse al cuerpo permiten que se pueda vestir con prendas térmicas bajo el traje. Este traje solo se recomienda para buceadores con experiencia, que sepan controlar adecuadamente su flotabilidad ya que va a ir quitando y añadiendo aire al traje mientras está buceando, lo que afectará en buena medida a su flotabilidad. DIFERENTES ACABADOS Como bien sabrá, los trajes se realizan generalmente de neopreno, un material que podremos encontrar con diferentes acabados: • Liso: Neopreno tratado con el fin de que la capa que va a estar en contacto con la piel sea lisa y quede bastante adherida al cuerpo, facilitando su colocación. Son los más frágiles a las roturas. Este tipo de acabado es muy frecuente encontrarlo en los manguitos de muñecas y tobillos, con objetivo de minimizar el flujo de agua. • Forrado: El neopreno lleva un forro que favorece su colocación. Este forro le proporciona una gran resistencia al desgarro. El forro puede ser de nylon o de toalla, siendo éste último especialmente cómodo de colocar debido a que dispone de un mini rizo que se desliza muy fácilmente por la piel. • Titanio: Se usa en láminas, que son colocadas entre el neopreno y el forro (exterior o interior) con objeto de minimizar el enfriamiento del aire de las microburbujas del neopreno. De este modo se mantiene el calor interno durante más tiempo. ¿MONOPIEZA O DOS PIEZAS? Otro aspecto importante a la hora de elegir nuestro traje de buceo es si se trata de un modelo monopieza o de dos piezas. A continuación repasamos las configuraciones más habituales: • Monopieza: Se trata de un traje construido en una sola pieza, de manera que resulta muy cómodo de colocar y quitar. Puede incorporar o no la capucha, y su grosor varia entre 1 y 8 mm.Generalmente posee en el mercado una segunda pieza para complementarlo en invierno. • Concept (mono + corto): se trata de la combinación de un monopieza y un shorty. Resultan trajes muy prácticos porque permiten la utilización por separado de cada uno de los elementos. Podemos utilizar solamente el mono en época de verano, y colocarnos encima el corto cuando las aguas estén más frías. Debe intentarse que las cremalleras no coincidan, es decir, que la del mono esté en la parte trasera y la del traje corto en la delantera. Como desventaja hay que mencionar que dada la gran cantidad de neopreno que se lleva encima, debe aumentarse también nuestro lastrado. También podemos experimentar un poco de rigidez en nuestros movimientos. • Dos piezas: (peto + chaqueta): Consta de unos pantalones que se alargan mediante un peto sin mangas y que nos cubre en mayor o menor medida (según el modelo) el pecho, y de una chaqueta que se ajusta por la entrepierna mediante una cinta de neopreno. La chaqueta la podemos encontrar con o sin cremallera, detalle que afecta tanto a la comodidad de colocación como a su termicidad. Suele ser una buena opción en aguas frías pues contaremos con el doble de grosor en la zona del tronco (Al sumar el grosor del peto al de la chaqueta). En resumen, un modelo de dos piezas suele ser más cómodo y fácil de poner y aporta más protección térmica a igualdad de mm (capucha incorporada y zonas con doble protección) a cambio de estas ventajas, son modelos menos versátiles que un monopieza (opciones modulares, con shorty con y sin capucha que permiten tener varias opciones térmicas con el mismo modelo) y ofrecen más flotabilidad por lo que habrá que llevar algo de lastre extra. ELEGIR CORRECTAMENTE LA TALLA Para que el traje elegido cumpla el objetivo de protegerle eficazmente del frío debe quedarle perfectamente ceñido al cuerpo para poder cumplir su función de aislamiento térmico de óptima. La primera vez que se pruebe un traje de neopreno no se sorprenda si no le resulta muy cómodo, pues la sensación la primera vez en ocasiones resulta algo axfisiante. (Tenga en cuenta que probablemente estará en un lugar a más de 20º) En cualquier caso, por lo que se refiere a su comodidad, no debe notarlo demasiado apretado en la zona del cuello, de los brazos y de la caja torácica. El primer paso para no equivocarse con la elección de la talla es tomarse las medidas en casa antes de ir a comprarlo. Para ello coja una cinta métrica y mida directamente sobre la piel lo siguiente: • Contorno del pecho: • Coloque la cinta en la parte más ancha del pecho y asegúrese de que está paralela al suelo. • Levante la cabeza y ajuste la cinta al contorno del pecho mientras respira normalmente. • Bloquee la cinta métrica y anote la medida obtenida. • Contorno de cintura: • Coloque la cinta encima del ombligo en la parte más fina de la cintura. • Levante la cabeza y ajuste la cinta al contorno mientras respira normalmente. • Bloquee la cinta métrica y anote la medida obtenida. • Contorno de pelvis: • Coloque la cinta encima del ombligo en la zona más ancha de las nalgas. • Asegúrese de que está paralela al suelo. • Bloquee la cinta métrica y anote la medida obtenida. Con estas medidas anotadas le recomendamos que consulte la tabla de equivalencias de talla de cada fabricante. Estos tres factores (pecho, cintura y pelvis) son los que determinan el uso de una talla concreta, más allá de la altura o el peso. Tenga en cuenta que el hecho de que queden pliegues en la zona del tronco y los muslos no impide el uso del traje, aunque el aislamiento térmico sí que se verá negativamente afectado. De todos modos, hay que privilegiar el contorno del pecho para no empeorar la comodidad respiratoria, que es primordial. Por último hay algo que debemos tener presente, sobre todo a la hora de cambiar de traje; es que éste modifica la flotabilidad del buceador, lo que debe tenerse en cuenta a la hora de elegir el lastre a llevar. A veces se olvida este extremo cuando cambiamos de traje, lo que proporciona más de un susto, dado que no se tiene en cuenta el cambio de flotabilidad. Teniendo en cuenta lo comentado sobre cada tipo de traje, la elección final dependerá de criterios puramente personales (color, forma...). Pero sí hay algo que deberemos tener muy en cuenta: el traje deberá ajustarse lo máximo posible a nuestro cuerpo, evitando las bolsas de aire que acabarían por convertirse en agua.