III Congreso Latinoamericano de Historia Económica y XXIII Jornadas de Historia Económica Mesa general 12: Relaciones Económicas Internacionales LA CONFERENCIA DE OTTAWA : EL IMPERIO BRITÁNICO Y LA ARGENTINA Pedro R. Skupch Investigador Independiente [email protected] I. Introducción La Conferencia Imperial de Ottawa de 1932 es conocida por los acuerdos logrados entre Gran Bretaña y sus Dominios en el campo del comercio exterior. Para la Argentina su importancia radica sobre todo en las decisiones que se tomaron para el comercio de carnes. Este trabajo intenta demostrar que para comprender las decisiones de Ottawa, es importante tener en cuenta la tendencia hacia una relación más estrecha entre el Reino Unido y los Dominios que se puso de manifiesto después de la I Guerra Mundial . Esta mayor colaboración es compleja, ya que en lo político los Dominios fueron logrando un grado creciente de autonomía que culmina con el estatuto de Westminster de 1931, el cual reconoce la igualdad de status de los mismos con Gran Bretaña. La igualdad política no fué acompañada por una mayor independencia en lo económico. Si bien la Gran Guerra dió impulso a la sustitución de importaciones en los Dominios y la India y con ello sus mercados se fueron perdiendo para las exportaciones británicas tradicionales, el mercado británico siguió siendo vital para la mayor parte de ellos 1 . Desde el punto de vista financiero la dependencia de la metrópoli era igual o mayor, con excepción de Canadá que dependía crecientemente de Nueva York. Al finalizar la guerra y al aplazarse el retorno al patrón oro se intensificó la necesidad de una mayor coordinación de los sistemas financieros de los Dominios con la metrópoli. Ello era particularmente importante dado que el objetivo del Banco de Inglaterra de defender la plaza de Londres como centro financiero frente al avance de Nueva York hacia necesario que se mantuviera la estabilidad de la libra . A lo largo de la década del veinte esto se manifestó en la insistencia del Banco de Inglaterra de que los Dominios crearan sus propios bancos centrales. 1 Al respecto puede verse P.J.Cain and A.G.Hopkins. British Imperialism 1914-199 : Crisis and Deconstruction 1914-1990 (London, 1993), p.81 Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 1 El aumento de las inversiones británicas en el Imperio vinculaba las finanzas con el comercio. Como se verá, dos tercios de las exportaciones de capital en la década del veinte se dirigieron al Imperio, en detrimento del resto del mundo. Dado que una parte de ellas se orientaron a países que, como Australia, mantenían una balanza comercial equilibrada con Gran Bretaña, el servicio de la deuda solamente podía ser pagado con un mayor endeudamiento. Esta situación hizo crisis en 1930 en Australia, cuando la caída de las exportaciones acercó al país a la posibilidad de un default, que hubiera sido catastrófico para la estabilidad de la libra. De allí que, con la agudización de la crisis a nivel mundial, fuera esencial que los países del Imperio pudieran hacer frente a sus compromisos en Londres con libras obtenidas por sus exportaciones en el mercado británico. Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 2 II. Las relaciones económicas de Gran Bretaña y el Imperio durante la entreguerra 1. El comercio internacional Si bien el valor de las exportaciones de Gran Bretaña durante la década del veinte superó ampliamente las exportaciones previas a la Gran Guerra, llegando a un promedio anual de £718 millones anuales para el quinquenio 1925-29 frente a £455 millones para el quinquenio 1909-1913, este período y la década del treinta estuvieron caracterizados por un alto déficit en la balanza comercial , compensado por los ingresos invisibles. Gráfico 1. Evolución de las exportaciones y importaciones de Gran Bretaña 1920-1939 (millones de £) Fuente: B.R.Mitchell y Phyllis Deane. Abstract of British Historical Statistics (Cambridge, 1962) , p.284 El déficit comercial de £396 millones para el quinquenio 1925-29 era cubierto por ingresos invisibles de £462.2 millones para el mismo período. La diferencia permitó la exportación de capitales, que si bien era menor que antes de la guerra, todavía permitía un flujo importante de inversiones en el exterior Si bien la participación de Gran Bretaña en el comercio mundial aumentó en la inmediata postguerra, durante el boom de 1924-29 la misma bajó drásticamente. Según Lewis, citado Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 3 por Cain y Hopkins,2 la participación del Reino Unido en las exportaciones de manufacturas era del 26% en 1913 y cayó al 21% en 1929. Al mismo tiempo había bajado la participación de Alemania del 23% al 19% en 1929, mientras que la de los Estados Unidos había subido del 11% al 18% en 1929. La declinación británica en el comercio internacional había comenzado fines del siglo XIX y prosiguió antes de la guerra. Durante la década del veinte esta tendencia se mantuvo debido a la incapacidad de Gran Bretaña de enfrentar la competencia en los rubros tradicionales y de reemplazarlos por productos más avanzados. El caso del algodón es ilustrativo. Los tejidos de algodón constituían el rubro más importante en las exportaciones del Reino Unido antes del guerra aportando con £125 millones el 25% de las exportaciones. Después de la guerra cayeron de £199.2 millones en 1924 a £135.4 millones en 1929 (18.4% del total) y £60 millones para el quinquenio 1934-38. Uno de los hechos salientes del período de la entreguerra fué la importancia creciente del comercio con el Imperio y en particular con los Dominios de Canada, Australia, Nueva Zelandia y Africa del Sur . Cuadro 1. Intercambio comercial entre Gran Bretaña y el Imperio (millones de £) Exportaciones a Importaciones de Saldo Bza.Comercial 1925-29 Imp. Británico Total 1933-37 Imp. Británico Total 325.6 379.4 -53.8 38.6% 30.5% 810 1.085 -275 190.6 301.2 -110.6 36.7% 37.2% 488.4 807.6 -319.2 Fuente : Mitchell y Deane , op.cit., p. 326 Mientras que las exportaciones británicas disminuían, durante la década del veinte los ingresos invisibles fueron aumentando hasta llegar a su máxima cifra antes de la crisis del treinta. Su valor, que para 1929 se situaba en £483 millones era suficiente para compensar el déficit en la balanza comercial que para ese año se se situó en £382 millones , logrando un 2 P.J. Cain y A.G.Hopkins, op.cit., p.33 ; W.A.Lewis, “International Competition in Manufactures”, American Economic Review: Papers and Proceedings,XLVII (1957), p.148 Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 4 superávit en la balanza de cuenta corriente de £117 millones. La situación se revirtió en la década siguiente ya que los saldos en cuenta corriente pasaron a ser negativos para casi todos los años de la década del 30. Gráfico 2. Ingresos invisibles y déficit comercial de Gran Bretaña 1922-38 (millones de £) 1.Déficit de balanza comercial 2. Ingresos invisibles Fuente: Mitchell y Deane, op cit., p.33 La importancia de los ingresos invisibles durante todo el período conviene ser recalcada, ya que los ingresos de inversiones británicas en el exterior y los ingresos en concepto de fletes y comisiones permitieron mantener el equilibrio de la libra durante la década del veinte, como ya había sucedido antes de la guerra. Para el período 1924-27 se calcula que los ingresos provenientes de inversiones en el exterior habrían ascendido a £ 252,5 millones anuales, los ingresos por fletes a £ 131 millones y las comisiones y otros servicios a £75,15 millones.3 3 Board of Trade en The Economist, 11/2/1928, p. 266 Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 5 2. El mercado financiero de Londres Durante el período 1870-1914 Gran Bretaña proveyó las dos quintas partes de las exportaciones de capital del mundo. 4 Si bien hay divergencias parece haber consenso de que el valor de estas inversiones se situaba alrededor de £4.000 millones en 1913. 5 Después de la Primera Guerra Mundial, con la irrupción de los Estados Unidos en la escena internacional Gran Bretaña dejó de ser el primer exportador de capital del mundo. En 1914, el endeudamiento externo de los EEUU superaba sus inversiones en más de $3 mil millones. Para 1919 los créditos externos llegaban a $6.5 mil millones y sus deudas ascendían a solamente $2 mil millones6. Cuadro 2. Distribución geográfica de las inversiones británicas en el exterior en 1913 Países Porcentaje del total de las inversiones británicas en 1913 Imperio Británico 47.0 Canadá 13.5 Australia y Nueva Zelandia 11.0 Africa del Sur 10.0 India y Ceylan 10.0 Otros países del Imperio 2.5 Países no pertenecientes al Imperio 53.0 Estados Unidos 20.0 Argentina 8.0 Brasil 4.0 Otros países de América del Sur 8.0 Europa Occidental 3.0 Rusia 3.0 Otros países 7.0 4 Brinley Thomas, “The Historical Record of International Capital Movements to 1913” en J.H. Adler ed. Capital Movements and Economic Development (1967) citado en P.J. Cain and A.G. Hopkins, British Imperialism. Innovation and Expansion 1688-1914 (London 1993), p.231 5 Al respecto ver Charles Feinstein, „Britain´s overseas investments in 1913“. Economic History Review, 2nd ser. XLIII, 2 (1990), pp. 288-295. 6 Charles H. Feinstein, Peter Temin and Gianni Toniolo, The World Economy between the World Wars (Oxford, 2008), op.cit., p. 81 Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 6 Fuente: David Meredith and Barrie Dyster. Australia in the Global Economy (Cambridge, 1999), p.42 El origen y destino de los flujos de capital para el período 1924-1930 ha sido estudiado por Feinstein, Temin y Toniolo 7 . Durante esos siete años las salidas de capital de los países acreedores, medidas con sus propias estadísticas, sumaron $ 9.000 millones (£ 1.850 millones). Casi un 60% provenía de los Estados Unidos, aproximadamente el 15% del Reino Unido y un valor similar de Francia. El restante 10% se dividía entre varios países europeos. Aproximadamente un tercio estuvo destinado a Alemania y un cuarto en otros países europeos. Los cuatro Dominios y la India recibieron poco menos de un quinto, porcentaje similar al recibido por los países Latinoamericanos. 8 Para analizar los mercados financieros en la década del veinte hay que tener en cuenta que los mismos estuvieron distorsionados por los pagos de las reparaciones de guerra y las deudas de la 1a Guerra Mundial. Recién en 1924 con la adopción del Plan Dawes los Estados Unidos empezaron a invertir masivamente en Europa y durante todo el período el Reino Unido privilegió las inversiones en el Imperio. Para toda la década la participación del Reino Unido en las exportaciones de capital habría estado en un 25%, mientras que los Estados Unidos se acercarían al 50%. El resto, encabezado por Francia provenía de Europa. El excedente de los ingresos invisibles menos el déficit de la balanza comercial da una medida de las exportaciones de capital. Comparado con la situación de la pre-guerra, en 1913 se estimaba que ese excedente para el Reino Unido llegaba a £181 millones . Si se tiene en cuenta la inflación esos valores eran equivalentes £270 millones en la década del veinte. Se calcula que en 1927 las exportaciones de capital de Gran Bretaña llegaban a £100 millones, vale decir que menos de la mitad que en 1913 (en valores reales). En cuanto al ahorro interno este se calculaba en £500 millones para 1927, de modo que la inversión interna habría sido de £400 millones . Dado que se calculaba que antes de la guerra el total de ahorros había llegado a £370 millones y de estos la mitad de había exportado, se puede ver que las inversiones se habían dirigido sobre todo el mercado interno y solo se exportaba una cuarta parte , mayormente al Imperio. 7 Ch. H. Feinstein, P.Temin y G.Toniolo, op.cit. , Capítulo 5 Estas estimaciones están basadas en las estadísticas de las balanzas de pagos de los acreedores y los deudores. Si bien ambas deberían coincidir, en la práctica no es así dado que los países acreedores sobreestiman sus déficits y subestiman sus excedentes. Además la fuga de capital privado no podía ser registrada en los controles cambiarios. Esto tal vez explique la discrepancia entre las cifras de Feinstein, Temin y Toniolo y las cifras oficiales para el Reino Unido. Para una discusión del tema ver Feinstein et al , op.cit., pp. 77-92. Los valores oficiales pueden encontrarse en Mitchell y Deane, op.cit., p.284 8 Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 7 Las restricciones a las exportaciones de capital En Gran Bretaña, al iniciarse la 1ª Guerra Mundial quedó en claro que seguir permitiendo la salida de capitales habría comprometido seriamente la situación de la balanza de pagos. Con tal motivo, fueron tomadas medidas que prohibían la compra de bonos en mercados extranjeros y la Tesorería prohibió la emisión de capital sin acuerdo oficial. Un Comité de Emisión de Capital fue establecido en enero de 1915, el cual se opuso firmemente a las emisiones extranjeras, pero estaba preparado para considerar emisiones dentro de Imperio en virtud del Colonial Stock Act de 1900.9 Las regulaciones de la guerra fueron abolidas en diciembre de 1919 y la Tesorería delegó en la practica la regulación en el Banco de Inglaterra. El Banco de Inglaterra y la Tesorería trabajaban armoniosamente en la regulación del mercado de capitales. La Tesorería reconocía que solamente el Banco tenía suficiente autoridad para hacer efectivo un embargo basado en la persuasión.10 Había gran necesidad de eliminar la competencia de otros países en el mercado de capitales de Londres dado que el país había emergido de la guerra con una deuda nacional superior a los £8.000 millones. Un gran porcentaje de la misma era de corto plazo y el gobierno se empeñó en convertirla en obligaciones de largo plazo.11 Según la evidencia disponible entre 1921 y 1924, el embargo se practicaba contra las emisiones de gobiernos ajenos al área de la libra. Los empréstitos de gobiernos coloniales y dominios no eran controlados, ni lo eran las emisiones de empresas coloniales o emisiones de compañías extranjeras por montos reducidos. Recién en 1924 se levantó el embargo informal, pero éso no llevó a una ola de préstamos internacionales descontrolados. La perspectiva de la vuelta al patrón oro, llevó a que el Banco de Inglaterra tratara de limitar la disponibilidad de libras en el mercado, con el fin de 9 John Atkins, “Official Regulation of British Overseas Investment 1914-1931”, The Economic History Review, Second Series, Volume XXIII, N°. 3, December 1970, pp. 324-335 10 Montagu Norman, el gobernador del Banco de Inglaterra y Sir Otto Niemeyer, la personalidad más influyente en la Tesorería entre 1921 y 1927, mantenían excelentes relaciones . Niemeyer tuvo una influencia decisiva en la decisión de la vuelta al patrón oro durante el gobierno conservador de Baldwin. En 1927 asumió un cargo en el Banco de Inglaterra desde donde tuvo una considerable influencia durante los años siguientes. 11 La deuda pública había pasado de £600 millones en 1913, cuando representaba el 35% , a £8.000 en 1920, en que representaba el 250% Al respecto ver Forrest Tapie, “Commercial Banking in Britain”, en Charles H.Feinstein, Banking, Currency, and Finance in Europe between the wars (Oxford,, 1995), p.395 Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 8 mantener la apreciación de la libra y con vistas a la vuelta al patrón oro con la paridad anterior a la de la guerra. En diciembre de 1924 los empréstitos extranjeros fueron excluidos del mercado de Londres. El temor a las presiones sobre la libra llevó a que en junio de 1925 también los dominios fueron excluidos del mercado de Londres. No obstante, dada la imposibilidad de controlar las salidas de capitales hacia el mercado de Nueva York, en noviembre Churchill, Ministro de Finanzas de Baldwin, anunció la finalización del embargo. El mercado gozó de mayor libertad entre 1926 y 1928, pero en 1929 el mismo fue reintroducido nuevamente debido a las grandes salidas de capital hacia Nueva York. Las cifras disponibles indican que, de un total de emisiones de bonos gubernamentales en el período 1918-31, las cuales suman £728,1 millones, el 75% fueron para países del Imperio Británico. La Argentina figura con modestos £2,162,000. 12 Según el Economist, las inversiones británicas en la Argentina en la década del veinte se hicieron mayormente a través de suscripciones de acciones, pero ya hemos visto que esto estaba sujeto a severas limitaciones durante la mayor parte de la década y el total no fue muy significativo. 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 Total Cuadro 3. Emisiones en Londres para el Exterior, 1922-31 (en millones de £) Emisiones para países Emisiones externas Total de emisiones del Imperio para el exterior Gobierno Otros Gobierno Otros “Imperio” “Externas” 58,6 16,3 14,3 40,9 74,9 55,2 69,4 23,3 26,4 18,3 92,7 44,7 50,1 22,2 40,6 11,8 72,3 52,4 30,7 30,2 ….. 16,3 60,9 16,3 31,9 21,3 23,8 24,6 53,2 48,4 55,7 44,1 11,8 36,6 99,8 48,5 40,2 22,9 15,9 26,4 63,2 42,3 26,4 34,6 3,6 22,6 61,0 25,2 49,1 12,4 21,3 14,4 61,4 35,7 30,6 7,9 1,7 7,4 38,5 9,1 442,7 235,2 159,4 219,3 677,9 378,8 42% 22% 15% 21% 64% 36% Fuente: The Economist. “Foreign Government Bonds”, 18/6/32, p.1363 12 Atkins, op. cit., p. 335 y The Economist .“ Foreign Government Bonds“, 18/6/32, p.1321 Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 9 Cuadro 4. Emisiones de bonos (principales países) (en libras esterlinas) India Australia Nueva Zelandia Africa del Sur Brasil Argentina Total 109,472,500 169,240,000 52,775,000 34,775,000 37,472,250 2,872,639 Fuente: The Economist, ibid., El embargo informal impuesto por Norman en abril de 1924 se convirtió en fuente de conflictos, ya que, después de la vuelta al patrón oro, los financistas estaban ansiosos de explotar las nuevas atracciones de la libra. Agentes británicos en América del Sur se quejaban de la incapacidad de hacer frente a la competencia norteamericana, ya que no estaban en condiciones de ofrecer financiamiento para proyectos más ambiciosos de los ferrocarriles y otros proyectos industriales.13 Gráfico 3. Emisiones de capital, para el imperio y otros países (promedio anuales en millones de £) Fuente : Cain y Hopkins, British Imperialism, Crisis and Deconstruction, 1914-1990, p.45. Calculado a partir de T.Balogh. Studies in Financial Organization (Cambridge, 1947) 13 Robert W.D.Boyce, British Capitalism at the Crossroads 1919-1932, (London, 2009) p. 97 Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 10 III. Los Dominios y la disciplina financiera La importancia de las relaciones financieras entre Londres y los dominios no parece haber sido reconocida plenamente por los historiadores14 . La dependencia de los mismos en este campo era aún mayor que en el caso del comercio. Como se ha indicado anteriormente, en la década del veinte las exportaciones de capital eran considerablemente menores que las de la pre-guerra y los dominios absorbieron la mayor parte de las mismas. Después de la Primera Guerra Mundial la libra esterlina se mantuvo flotando hasta el retorno al patrón oro en 1925 y después del abandono del mismo en setiembre de 1931. Esto significó que durante la mayor parte de la entreguerra los tipos de cambio entre la libra esterlina y las monedas locales podían fluctuar, lo cual limitaba la acción del Banco de Inglaterra para mantener la estabilidad de la libra. Este hecho fué reconocido por el Banco de Inglaterra y por este motivo estuvo promoviendo el establecimiento de bancos centrales en los dominios, con la expectativa de que ello facilitaría la coordinación monetaria dentro del Imperio. El primer dominio en hacerlo fue Africa del Sur en la década del veinte. En Australia el Banco del Commonwealth fué dotado de mayores poderes en 1924. Nueva Zelandia estableció el suyo en 1931 y Canadá en 193515. LA CRISIS AUSTRALIANA DE LA DEUDA El desarrollo de Australia durante la década del veinte continuó dentro de las tendencias de la pre-guerra. Si bien las exportaciones aumentaron considerablemente, las importaciones fueron superiores durante casi toda la década, trayendo como consecuencia un persistente déficit en cuenta corriente que fué financiado con préstamos del mercado de Londres. El financiamiento del pago de los intereses y las colocaciones de bonos por parte de los gobiernos estaduales para financiar obras de infraestructura, llevaron a que en 1929 , el total de la deuda pública del Commonwealth y los Estados se situara en £1,268 millones, de los cuales aproximadamente el 50% había sido colocado en el exterior. Los pagos de intereses 14 En este punto el autor se basa en P.J. Cain y A.G. Hopkins, pp.109-143. F.Capie señala que el Banco de Inglaterra ya había actuado como prestamista de última instancia en el siglo XVIII, pero recién en los años setenta del siglo XIX asumió esa función como una responsabilidad pública. Para la década del veinte el Banco ejercía sus funciones discretamente a través de una política de concentración bancaria y la influencia que ejercía sobre un número reducido de presidentes de los grandes bancos. Al respecto F. Capie, op.cit.,p.401. 15 Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 11 del total de la deuda pública en el exterior absorbían el 41 % de las exportaciones en ese mismo año. 16 Cuadro 5. Balanza de cuenta corriente de Australia 1924-1930 (en miles de £) 1924 1925 1926 1927 1928 1929 Exportaciones 126,7 164,4 145,0 136,3 140,7 140,9 Importaciones 140,2 143,5 151,5 166,8 148,3 145,4 Bza.Comercial -13,5 21,1 -6,5 -30,5 -7,6 -4,5 Cta. Ingresos -31,1 -31,8 -34,4 -36,7 -39,6 -40,7 Cta. Corriente -43,2 -9,6 -39,0 -62,5 -44,1 -38,5 1930 102,0 135,0 -33,0 -42,5 -75,5 Fuente: The Economist, 26/4/1930, p. 933 y Dyster and Meredith, op. cit., p.95 Para hacer frente al aumento de las importaciones durante la década del veinte Australia se endeudó fuertemente en Gran Bretaña. Siendo el principal receptor de capitales entre 1924 y 1928, con dos quintos de todas las emisiones en el mercado de Londres. Asimismo el pago de las amortizaciones e intereses de la abultada deuda externa comenzó a gravar cada vez más en la balanza de pagos y pasó de representar el 17% de las exportaciones en 1920 a 28% en 1928 y más del 40% en 193017. Si bien existía optimismo de que esta tendencia podría mantenerse, la abrupta caida del valor de las exportaciones en 1930 puso fin a esta creencia. La misma se debió a la disminución de los precios de sus principales productos de exportación. Entre 1929 y 1930 los mismos cayeron un 23% y continuaron haciéndolo en los tres años siguientes.18 Dado el desequilibrio permanente de las cuentas con Gran Bretaña no es de extrañar que Australia estuviera en la vanguardia de los países que ya en la década del veinte pedían preferencias en el mercado británico para las exportaciones provenientes del Imperio. LA MISION NIEMEYER El gobierno laborista australiano, que había asumido en octubre de 1929, buscó – como su par británico – las buenas relaciones con la City de Londres. El resultado fué la misión de Otto Niemeyer a Australia. Sus recomendaciones fueron – como era de esperar – de inflexible ortodoxia : Australia debía disminuir la demanda, vía una disminución del gasto público y los salarios a fin de producir una caida en las importaciones y lograr un aumento de 16 „Australia´s vicious circle“. The Economist, 26/4/1930, pp. 933-34 ; Dyster y Meredith, op.cit., pp.110 y 117. Cain y Hopkins, op. cit, pp. 116-117 18 ibidem, p. 117 17 Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 12 las exportaciones mediante un aumento de la competitividad. Asimismo debía volver al libre cambio y mantenerse en el patrón oro. 19 Las recomendaciones de Niemeyer chocaron con cierta resistencia, al punto que el gobierno de New South Wales llegó a amenazar con una restructuración de la deuda y una reducción unilateral de los pagos por intereses. También hubo vagas amenazas de default. Estos intentos de enfrentar la ortodoxia de Banco de Inglaterra no prosperaron frente a los intereses políticos y económicos que seguían considerando que la pertenencia al Imperio y su inserción en la economía internacional bajo la égida de Gran Bretaña eran la única alternativa. La posición australiana con respecto al proteccionismo imperial fué ampliamente favorecida por la magnitud de su endeudamiento con Gran Bretaña. Los pagos de intereses y amortizaciones pasaron de £36,1 millones anuales para el 1925-29 a £40,1 millones en 193034 y £38,4 millones anuales para el período 1935-39 20 . La mayor parte de los mismos estaban destinados al Reino Unido, que recibió £59.2 millones de exportaciones australianas anuales en el período 1924-29 , valor que se mantuvo durante la década siguiente. . Con este panorama el resultado de la Conferencia de Ottawa era previsible. Para seguir apoyando a Gran Bretaña mientras esta todavía adhería al patrón oro y luego de 1931 para que Australia siguiera siendo un miembro activo de la zona de la libra, era necesario garantizar un mercado para sus productos del Imperio. 19 Dyster y Meredith, op. cit p.124. También Stuart McIntyre , Oxford History of Australia, Vol VI (Oxford, 1986). P. 155 20 Cain y Hopkins, op. cit., p. 117 Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 13 Cuadro 6. Comercio de los Dominios y la Argentina con Gran Bretaña (promedios quinquenales en millones de £) 1909-13 1925-29 1934-38 Canada Exportaciones 27.2 60.6 72.3 Importaciones 24.5 34.3 25.2 Saldo 2,7 26.3 47.1 Australia Nueva Zelandia Africa del Sur Argentina Exportaciones Importaciones Saldo Exportaciones Importaciones Saldo Exportaciones Importaciones Saldo Exportaciones Importaciones Saldo 36,9 33.8 3.l 19.4 10.2 9.2 10.7 21.3 -10.6 34.5 19.9 14.6 59.2 61.1 -1.9 47.9 22.1 25.8 22.7 33.0 -10.3 74.4 27.4 46.5 61.8 23.8 38.4 43.8 16.6 27.2 14.3 37.1 -22.3 46.9 16.9 30.0 Fuente: B.R.Mitchell and P.Deane, op. cit. 325 Según Cain y Hopkins los políticos australianos tendían a adoptar actitudes excesivamente confidentes con respecto a Gran Bretaña y con frecuencia reclamaban un tratamiento económico privilegiado con actitudes sumamente agresivas. Para la Conferencia de Ottawa “el rasgo principal era la convicción de los gobiernos australianos que, puesto que los gobiernos británicos tenían la obligación de defender los intereses del Imperio, deberían hacer lo que los gobiernos australianos le decían que debía hacer”21 (traducción del autor). La política del gobierno británico hacia Australia después de Ottawa se contradice con la imagen de un gobierno temeroso ante los Dominios, como se podría concluir del trabajo de Drummond sobre las negociaciones.22 En efecto, una vez satisfechas las demandas australianas para obtener un mejor acceso al mercado británico y de esa manera poder pagar la deuda externa , el gobierno de Su Majestad dejó de ser tan favorable a un tratamiento especial. Esto se nota en el caso de la reconversión de la deuda australiana en el mercado británico a tasas de interés menores, lo cual se materializó recién cuando se dió por concluida la reconversión de la deuda pública británica en 1933. 21 22 Cain y Hopkins, op. cit., p.117 Ian Drummond, Imperial Economic Policy 1917-1939 (London, 1972). Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 14 En las negociaciones para la renegociación del tratado Roca-Runciman en 1936, se ve que los intentos de promover nuevos restricciones a la Argentina fueron infructíferos. Una vez solucionada la crisis de sus Dominions, Gran Bretaña demostró que sus intereses eran más amplios y superaban los del Imperio formal mediante las negociaciones con la Argentina, los países escandinavos y europeos. En el campo comercial Gran Bretaña siguió reservando lugares para socios importantes como la Argentina y Dinamarca. Una vez controlada la crisis australiana mediante la combinación de ortodoxia financiera y las concesiones comerciales de Ottawa, Australia ya no necesitaba más tratamientos especiales y tampoco los recibió. IV. La crisis económica y el fin del internacionalismo En mayo de 1929, el Partido Laborista ganó las elecciones generales en Gran Bretaña. Dado que no disponía de una mayoría absoluta volvió a aliarse con el Partido Liberal de Lloyd George. Ramsay McDonald, el nuevo Primer Ministro, optó por elegir a sus colaboradores del ala derecha de su partido. Phillip Snowden volvió a ocupar el puesto de Ministro de Finanzas como durante el primer gobierno laborista. Snowden era un liberal convencido de que el librecambio es un ingrediente esencial para la prosperidad. Cuando se empezaron a sentir los efectos del crash financiero de 1929, su ortodoxia lo llevó a oponerse a cualquier aumento del gasto público deficitario para estimular la economía. Mientras la crisis se iba agravando a lo largo de 1930 y 1931, su política se orientó a disminuir salarios y gasto público. El corte en el seguro del desempleo finalmente llevó a la caída del segundo gobierno de Ramsay May Donald a fines de agosto de 1931, para ser reemplazado por un gobierno de Unidad Nacional, del cual no participó el Partido Laborista aunque MacDonald mantuvo el cargo de Primer Ministro. El gobierno de Unión Nacional, llamó inmediatamente a elecciones generales en las cuales los conservadores obtuvieron 473 de 554 escaños y el partido laborista, 46. El nuevo gobierno, si bien estaba liderado por MacDonald, que a su vez era líder del Partido Laborista Nacional que se había separado del Partido Laborista, estaba controlado por los conservadores, con Stanley Baldwin como Presidente del Consejo de Ministros y Neville Chamberlain como Ministro de Finanzas. Mientras se iba profundizando la crisis, tanto entre los laboristas como entre los conservadores fue consolidándose el consenso sobre el proteccionismo imperial. Además de los acercamientos entre sectores de la TUC (Unión de Trabajadores) y el FBI (Federación de Industrias Británicas) Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 15 sobre la necesidad de llevar adelante un programa de preferencia imperial, fué significativo un manifesto publicado el 2 de julio de 1930 sobre la necesidad de una nueva política comercial. Veinte de los banqueros y financistas más influyentes de la City de Londres se reunieron en el Banco Hambros. Si bien decían mantener la esperanza de que el librecambio se expandiera por todo el mundo, manifestaban que en las circunstancias del momento, el paso inmediato para asegurar el mercado para bienes británicos estaba en celebrar acuerdos comerciales recíprocos dentro del Imperio Británico. “Como condición para ello, Gran Bretaña debía mantener abierto su mercado para productos del Imperio, y al mismo tiempo estar dispuesta para imponer tarifas sobre todas las importaciones de todos los otros países”.23 “Durante 100 años la City había estado preparada para defender políticas internacionalistas: un mercado libre para el dinero y un mercado libre para bienes. El manifesto no significaba que la City había abandonado su internacionalismo, para éso sus intereses estaban demasiado dispersos. Pero reconocía que era necesario ayudar a la economía doméstica si se esperaba que la City fuera a sobrevivir como capital financiera del mundo. La protección comercial era el precio que la City estaba preparada a pagar para mantener la libra como una moneda internacional”. Entre los firmantes figuraban bancos como Baring Brothers y Morgen Grenfell y varios directores del Banco de Inglaterra. 24 Cuando la crisis financiera se propagó por Europa, las consecuencias fueron dramáticas. Luego de la quiebra del Creditanstalt en Viena en mayo de 1931, el sistema bancario alemán fué la próxima víctima a pesar de la moratoria del pago de los intereses de los préstamos de guerra y los pagos de reparaciones de Hoover. Las medidas desesperadas en Londres para evitar la salida del patrón y el cambio de gobierno no pudieron impedir que el 21 de setiembre de 1931, Gran Bretaña abandonara el patrón oro. Era el fin de una era. El primer acto que mostraba que los tiempos habían cambiado fué el Import Duties Act 25 sancionado en Febrero de 1932, a través de la cual se imponía un impuesto a la importación del 10% , del cual estaban exceptuados la carne, el trigo y otros granos, materias primas como el algodón crudo y lana cruda y el té. Los Dominios estaban eximidos del impuesto hasta el 15 de noviembre, para permitir las negociaciones comerciales, de las cuales se esperaba un aumento de las exportaciones británicas, mediante concesiones tarifarias de los mismos a cambio de 23 Traducción del autor. Tomado de Robert W.D. Boyce. British Capitalism at the Crossroads 1919-1932 (London, 1987), p. 232 24 Boyce, ibid , pp. 253-254 25 Ley de Impuestos a las Importaciones. Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 16 preferencias para las importaciones provenientes del Imperio. LA CONFERENCIA DE OTTAWA La Conferencia Económica Imperial de 1932 se reunió en Ottawa entre el 20 de julio y el 20 de agosto. Su origen es una propuesta del Comité de Cooperación Económica de la Conferencia Imperial de 1930, ante la falta de avances en materia de comercial dentro del Imperio. Estaba compuesta por los principales ministros del gobierno de Unión Nacional que sucedió al gobierno laborista en agosto de 1931. Lo encabezaba Stanley Baldwin, Presidente del Consejo de Ministros; Arthur Neville Chamberlain, Ministro de Finanzas; John Gilmour, Ministro de Agricultura y Ganadería; Douglas Hailsman, Lider en la Cámara de los Lores y Ministro de Guerra; James Henry Thomas, Secretario de Estado para los Dominios ; Walter Runciman, Presidente del Board of Trade y Cunliffe-Lister, Secretario de Estado para las Colonias. En las reuniones que habían precedido la Conferencia de Ottawa los Dominios habían presionado al gobierno británico a imponer tarifas a las importaciones de alimentos de fuera del Imperio y al mismo tiempo permitir sus importación libre de gravámenes desde países del mismo. Las discusiones eran siempre unilaterales, ya que los ministros de los Dominios se sentían libres de atacar el libre cambio inglés en materia agrícola, pero los ministros británicos se veían impedidos de atacar el creciente proteccionismo de los Dominios. 26 Esto se debía al temor de que los Dominios sintieran que se atacaba su autonomía financiera , que era uno de los elementos fundamentales del nuevo status de los Dominios. Por otro lado, los distintos gobiernos británicos que se sucedieron, desde los laboristas bajo Mac Donald y los conservadores bajo Baldwin, adherían plenamente al libre cambio y no estaban dispuestos a negociar preferencias para las importaciones del Imperio en Gran Bretaña contra preferencias para manufacturas británicas en los Dominios. Las conversaciones con los Dominios, previas a la Conferencia, arrojaron resultados variados. Mientras Africa del Sur sostenía que no podía hacer mayores concesiones después de la reforma de las tarifas de 1925, que había otorgado libre ingreso a las importaciones de telas de algodón, hierro y acero. Gran Bretaña solamente podía ofrecer concesiones en el caso de la carne.27 26 27 Lo que sigue está basado en Ian M. Drummond, op. cit., cap.5 Ibid, p.189 Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 17 En el caso de Nueva Zelandia , ésta ofrecía hacer grandes concesiones a cambio de la eliminación de ciertos tipos de carne de la lista de importaciones libres.28 Los canadienses por su lado tenían una larga lista de productos para los cuales pedían tratamiento preferencial , la cual incluía trigo, harina, carne, animales en pie, productos lácteos, tabaco, frutas, vegetales, madera, pulpa y metales. El caso de Australia era el más dificil de todos. Australia pedía a Gran Bretaña que impusiera tarifas y cuotas sobre la carne argentina. Sin embargo, Australia sólo exportaba carne de cordero y carne vacuna congelada , ambas de baja calidad. Durante un tiempo solamente instituciones como hospitales, orfanatos y cárceles habían comprado esa carne en Gran Bretaña. Según los australianos, la carne argentina enfriada era tan barata que estaba destruyendo incluso ese mercado.29 De allí que demandaran tarifas de importación sobre la carne vacuna congelada, carne ovina congelada, el cerdo y la carne enlatada. LAS NEGOCIACIONES Si bien las negociaciones cruciales tuvieron lugar en el marco de negociaciones bilaterales y los comités solamente produjeron resoluciones generales, conviene destacar algunas de las conclusiones del Comité de Asuntos monetarios y financieros. Allí Chamberlain puso en claro una de las preocupaciones de la delegación británica la cual se centraba en las concesiones a Australia en materia de carne. Qué pasaba con el capital británico en la Argentina si se aumentaban las importaciones de carne de Australia a expensas de la primera. Ello podría aumentar las disponibilidad de libras de Australia pero podría llevar al default de la Argentina.30 EL TEMA DE LA CARNE EN OTTAWA En las conversaciones previas a Ottawa la delegación británica no alcanzó a tener una posición unificada. La propuesta de Chamberlain era de lograr acuerdos voluntarios y multinacionales de control de la producción.31 Esta idea fué la base de la Conferencia Internacional de Carnes y probablemente haya sido la base del esquema de control al que el Reino Unido se comprometió finalmente. Los delegados británicos decidieron rechazar el pedido australiano – una mezcla de cuotas libres 28 Ibid, p.190 Ibid, p. 199 30 Ibid, p. 231 31 ibidem, p. 254 y sgtes. 29 Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 18 de tarifas para la carne de fuera del Imperio y penalidades sobre exportaciones superiores a las cuotas. Después de coordinar sus posiciones los Dominios presentaron su propuesta. La misma consistía en que Gran Bretaña impusiera una tarifa de ¾ d. por libra de todas las carnes con excepción de cordero, que debería pagar 1d. por libra. Asimismo pedían un cortes en las compras de las diversas carnes provenientes de países no pertenecientes al Imperio : 43% en las compras de cordero, 10% de carne enfriada, 40% de carne congelada y cortes similares para tocino y cerdo congelado.La carne proveniente de los Dominios debía ser libre de cualquier control cuantitativo . La carne enlatada debería pagar una tarifa ad valorem del 20% y los productos avícolas 2½ d. por libra. Estos pedidos eran de interés para Australia y Nueva Zelandia, ninguna de las cuales exportaba carne enfriada a Gran Bretaña, pero ambas creían que la carne enfriada argentina había afectado sus exportaciones de carne congelada argentina y sus exportaciones de carne bovina. Africa del Sur, por su lado, estaba tratando de inventar su comercio de carne enfriada. Los pedidos de Australia eran presentados por Bruce, ex-primer ministro de Australia en la década del veinte. La reacción frente a la posición australiana fué de indignación. Baldwin , el ex- y futuro primer ministro de Gran Bretaña, explotó: “ la verdadera respuesta a los australianos es que ellos mismo, debido a su sobreproducción, han inundado el mercado y forzado a la baja el precio del cordero y de la carne ovina, y que la caída del precio no se debió a las exportaciones sudamericanas de carne enfriada”.32 La delegación británica decidió que no podían aceptar tarifas para las carnes. Ante esto Bruce amenazó con retirar su delegación de las negociaciones. Existía el verdadero riesgo de que Australia abandonara la Conferencia y dejara de pagar los intereses de su deuda externa. La posibilidad de un default estaba siempre presente en estas negociaciones. Dado el impasse entre los australianos y neozelandeses por un lado y la delegación británica por el otro, sobre la conveniencia o no de imponer tarifas sobre las importaciones de fuera del Imperio , las delegaciones australianas y neozelandesas comenzaron a trabajar sobre la alternativa de las cuotas.33 A última hora se logró un acuerdo con ambos Dominios. Ello era importante particularmente en 32 ibidem, p. 258 McDonald, que fué consultado sobre el impasse, señaló que las tarifas seguramente producirían una crisis del gabinete, ya que cinco de sus miembros no apoyaban medidas proteccionistas a ultranza. Ver al respecto: Drummond, ibid., ps.261-62. 33 Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 19 el caso de Australia, que había demandado una reducción de las importaciones de carne ovina del 35% por 18 meses, y el control de las importaciones de carne vacuna enfriada y congelada. La delegación británica se había mantenido firme en su negativa a la introducción de tarifas, pero había aceptado controlar las importaciones de carne vacuna enfriada y congelada y carne ovina durante un período de 5 años. La carne enfriada de fuera del Imperio sería limitada al nivel de 1931-32. Asimismo las importaciones “extranjeras” de carne vacuna congelada, asi como la ovina serían reducidas en etapas a 65% del año Ottawa . Gran Bretaña se comprometió a no imponer tarifas a carne del Imperio hasta mediados de 1936, ni cuotas hasta el 1 de julio de 1934. Gráfico 4. Importaciones británicas de carne enfriada y congelada (miles de toneladas) Fuente: The Economist. 15/9/34, p.480 LA IMPLEMENTACION DE LOS ACUERDOS DE OTTAWA A comienzos de 1933 Runciman propuso a los representantes de Australia y Nueva Zelandia la realización de una conferencia general sobre carnes, sin lograr una respuesta positiva. Ante esta situación Gran Bretaña inició negociaciones directas con la Argentina. porque 34 34 Esto era necesario los acuerdos de Ottawa habían provocado una reacción muy negativa en la Argentina, Drummond, op. cit., p. 309 Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 20 que temía cortes aún mayores que los acordados en Ottawa. El resultado de las negociaciones ilustra que ambos países tenían objetivos claros. En el caso de la Argentina se trataba de asegurar las exportaciones de carne, dentro del marco de lo decidido en Ottawa. Por el lado británico lo importante era asegurar que el producto de las exportaciones argentinas a Gran Bretaña fuera utilizado para pagar importnes británicas y remesas en concepto de intereses y utilidades provenientes de empresas británicas radicadas en la Argentina y la deuda externa. De hecho el artículo 2 del Tratado Roca-Runciman establece que , siempre que en la Argentina funcione un sistema de control de cambios, se deberá determinar una disponibilidad de divisas tal que, para satisfacer la demanda de remesas corriente de la Argentina al Reino Unido “se destine el total de cambio en libras esterlinas proveniente de la venta de productos argentinos en el Reino Unido, después de deducir una suma razonable anual para el pago del servicio de la deuda pública externa argentina (nacional, provincial y municipal) pagadera en países que no sean parte del Commonwealth”. Además, en el Protocolo el primer punto aclara “que el Gobierno Argentino, valorando los beneficio de la colaboración del capital británico en las empresas de servicios públicos y otras, ya sean nacionales, municipales o privadas, que funcionan en la República Argentina, consecuente en ello con su tradicional política de amistad, se propone dispensar a tales empresas dentro de la órbita de su acción constitucional, un tratamiento benévolo que tienda a asegurar el mayor desarrollo económico del país y la debida y legítima protección de los intereses ligados a tales empresas”.35 A cambio de la disponibilidad del cambio, la Argentina obtuvo la seguridad de que no habría aumentos en las tarifas para la carne y el trigo y que no se impusieran cuotas sobre el trigo, el maíz, la lana y otros productos. Con respecto a la carne enfriada el acuerdo garantizaba que las importaciones británicas no serían reducidas en más del 10% de las del año anterior al 30 de junio de 1932, salvo que hubiera una disminución de las importaciones de carne enfriada o congelada den todos los restantes países proveedores de carne. Sin entrar a discutir el Tratado, cabe preguntarse si en las negociaciones con Gran Bretaña la Argentina no tenía margen de maniobra para lograr una mayor disponibilidad de cambio para uso fuera del área de la libra. En cuanto a las limitaciones de las importaciones de carne argentina , éstas ya estaban fijadas en el acuerdo entre Gran Bretaña y Australia y por lo tanto no podían ser objeto de negociación. El logro argentino fué garantizar que se mantuvieran las cuotas 35 Texto del Tratado Roca-Runciman - 1933 Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 21 establecidas en Ottawa. Paralelamente a las negociaciones con la Argentina Gran Bretaña firmó acuerdos con países que no pertenecían al Imperio pero con los cuales mantenía relaciones comerciales importantes. El caso más notorio en Europa fué el de Dinamarca, cuyas exportaciones al mercado británico representaban el 56% de sus exportaciones totales en 1929, mientras que las importaciones provenientes del Reino Unido representaban solamente el 15% del total. 36 El acuerdo firmado en 1933 otorgó cuotas a los productos daneses como contrapartida de compras de productos británicos, en particular el carbón .37 El mismo es importante porque señala la orientación que tomaría la política comercial británica con países que dependían en gran medida de sus exportaciones del mercado británico, pero que no eran importadores importantes de productos británicos. Las importaciones danesas de productos británicos pasaron del 15% en 1933 al 38% en 1937. Cuadro 7. Participación del Reino Unido en el comercio exterior. (%) Exportaciones Importaciones 1929 1933 1937 1929 1933 1937 Australia 45 54 52 41 42 42 Dinamarca 56 64 53 15 28 38 Egipto 34 41 31 21 23 22 Irlanda 92 94 91 78 70 50 India 21 30 32 42 41 32 Nueva Z. 74 86 76 49 51 50 A. del Sur 66 78 79 43 50 43 Argentina 32 36 30 17 23 20 CONCLUSIONES 36 Cain and Hopkins, op. cit, p.81 En cuanto a las importaciones el acuerdo garantizaba una cuota del 62% del total de importaciones de jamón y tocino, frente al 67% para el año 1932. Asimismo Dinamarca se aseguraba una cuota de las importaciones de manteca y huevos por debajo del año 1932. Como contrapartida se comprometía a importar el 80% de sus importaciones de carbón de Gran Bretaña, lo cual implicaba un incremento de un tercio por encima del nivel de 1932. También hubo un acuerdo para estabilizar las tarifas de importaciones para rubros de interés para GB. 37 37 Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 22 Durante el período 1870-1913 las inversiones británicas en el exterior – que representaban las dos quintas partes del total mundial - así como sus exportaciones se fueron concentrando crecientemente en el Imperio. A tal punto que en 1913 el 45% de sus inversiones en el exterior estaban localizadas en Australia, Nueva Zelandia, Africa del Sur, Canadá y la India y el 35% de sus exportaciones se dirigían a estos mismos países. Durante todo este período Gran Bretaña mantenía un déficit en la balanza comercial, compensado con creces con los ingresos invisibles. El superávit en cuenta corriente le permitió mantener durante todos estos años un flujo de inversiones al exterior. Al terminar la Primera Guerra Mundial, con la irrupción de Nueva York en los mercados financieros internacionales, Londres había perdido su rol de centro del mundo financiero internacional y tuvo que compartir esa posición con los Estados Unidos. Las deudas contraidas durante la guerra forzaron a Gran Bretaña a concentrarse inicialmente al ordenamiento de su mercado interno. En cuanto a nuevas inversiones en el exterior, éstas se habían reducido a menos de la mitad del valor de la preguerra y el 75% se orientó hacia países del Imperio. El caso más llamativo es el aumento de las inversiones en Australia, país que para 1930 tenía una deuda externa en libras de £500 millones y una balanza comercial deficitaria con Inglaterra. Para garantizar el pago de los intereses y amortizaciones de la deuda era esencial que Australia aumentara sus exportaciones al Reino Unido. Al profundizarse la crisis mundial a comienzos de la década del treinta, Londres no pudo seguir manteniendo la convertibilidad de la libra y abandonó el patrón oro en setiembre de 1931. El nuevo proteccionismo del gobierno de Unión Nacional tuvo dos manifestaciones inmediatas: la primera fué la Ley de Impuestos a las Importaciones de febrero de 1932 y segunda la convocación de una conferencia económica imperial en Ottawa en julio-agosto del mismo año. Para Gran Bretaña el objetivo de la misma era doble. Por un lado buscaba aumentar sus exportaciones a los países del Imperio y por otro era imprescindible garantizar ingresos en libras derivados de las exportaciones a los países del Imperio que tenían que enfrentar los pagos de su deuda externa. Un default hubiera sido desastroso para la libra. Durante las negociaciones fué relevante el rol jugado por Australia. Una parte de sus ingresos provenían de las exportaciones de carne congelada al mercado británico, donde competían con la carne congelada y enfriada de la Argentina. Si bien para la época ninguno de los países del Imperio estaba en condiciones de exportar carne vacuna enfriada, las exportaciones argentinas de la misma disminuían la demanda de otro tipo de carnes. El resultado fué un compromiso que Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 23 permitió garantizar mayores exportaciones de carne ovina y vacuna a los países del Imperio, pero mantuvo estables las exportaciones de carne enfriada de la Argentina. Mediante los acuerdos de Ottawa y otros tratados con países del área de la libra Gran Bretaña logró mantener la solvencia de los países del Imperio, pero al mismo tiempo garantizar las remesas en concepto de intereses , fletes y comisiones de países como la Argentina cuya deuda externa era mucho menor, pero que tenían importantes inversiones cuyos dividendos e intereses ayudaban a mantener el equilibrio de la libra. Otros países, como Dinamarca, tuvieron que negociar su acceso al mercado británico mediante importantes concesiones a los productos ingleses. Apéndice Estadístico Gráfico 5. Exportaciones de Argentina , Australia y Nueva Zelandia al Reino Unido 1921-38 millones de £ Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 24 Gráfico 6 . Inversiones británicas en títulos públicos y exportaciones de Argentina y Australia (año 1930, £millones) Fuente: Para la Argentina: South American Journal , para Australia : cálculos del autor basados en Dyster and Meredith, op. cit., Cap. 5 Cuadro 8. Capital de empresas británicas en el exterior en 1930 Australia y Nueva Zelandia* Canada South Africa India y Ceilán Total Imperio Británico Estados Unidos Argentina Brasil Resto de América del Sur Total América Latina Europa Resto de Africa Resto de Asia Total mundial Capital en acciones £000 Capital en debentures £000 Capital total £000 33.829 19.047 29.394 105.123 312.460 17.256 184.359 40.534 14.555 7.948 2.171 33.069 95.470 5.144 112.224 13.723 48.384 26.995 31.565 138.192 407.930 22.400 296.583 54.257 81.757 354.171 55.180 18.476 61.398 819.941 31.667 183.726 10.359 9.150 18.138 321.987 113.424 537.897 65.539 27.626 79.536 1.141.928 35,7% 26% 47% FFFuente: Cálculos del autor en base a estadísticas publicadas en The Economist, „British Companies Abroad 22/3/1930 22/10/1930, p. 634 Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 25 Sitio web: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/Jornadas/iii-cladhe-xxiii-jhe/ San Carlos de Bariloche, 23 al 27 de Octubre de 2012 - ISSN 1853-2543 26