Espinàs escriu sobre Arcavell

Arxiu històric Nació Lleida | Redacció | Actualitzat el 22/01/2014 a les 18:47
Espinàs escriu sobre Arcavell
En un article d'aquest dimecres a El Periòdic de Catalunya, l'escriptor Josep
Maria Espinàs elogia el llibre "Arcavell. Un poble de muntanya i fronterer" (Salòria,
2013), escrit per Laia Creus i impulsat i coordinat per Andreu Gispert. Segons
Espinàs no hi ha cap zona a tota la Península Ibèrica que s'hagi estudiat tant
intensament com Arcavell
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A continuació podeu llegir íntegrament l'article de l'Espinàs publicat a l'edició en castellà de El Periódico
de Catalunya d'aquest dimecres. És aquest:
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Arcavell, una vida de siglos
Tengo la impresión de que en todo el territorio de la península Ibérica no hay ninguna otra zona
donde se haya estudiado tan intensamente la toponimia, el significado y el origen de los nombres
de lugar. El caso de Coromines es evidentemente excepcional, y a menudo abro sus extensos
diccionarios para descubrir el origen y el significado de los nombres de lugares de Catalunya.
Pero además de su obra magna, recogida en una serie de volúmenes, hay una larga serie de
investigadores que han dedicado muchos años y mucha atención a explorar las raíces de los
topónimos que han designado pueblos, montañas y espacios geográficos, grandes y pequeños.
Ahora me han hecho llegar un considerable volumen de gran formato y 170 páginas, y además
mapas y fotografías, con todo lo que se puede conocer sobre Arcavell, un pueblo que no debe
llegar a los 200 habitantes y que está situado a 1.142 metros de altitud. O sea, en un rincón
abrupto a poca distancia del Pirineo turístico. La investigadora y autora de este libro de gran
formato, Laia Creus Gispert, ha dedicado años a investigar qué ha pasado, a lo largo de los
siglos, en este pequeño territorio, escondido a poca distancia de la concurrida Andorra. No es un
libro de anécdotas más o menos curiosas, aunque algunos de los vecinos explican recuerdos
personales e historias que han heredado del pasado. Es la exploración de un rincón del mundo -ya
me perdonarán los vecinos de Arcavell- desde los condados catalanes hasta hoy.
Por otra parte, las fotos impresionan, sobre todo las que muestran, entre un escenario de roca e
intenso verdor, un pequeño punto blanco escondido en la cordillera: la existencia de un grupo de
casas. He leído la lista como si rezara un rosario: Ca l'Estraveny, cal Metulla, Cal Fuster, Cal
Riba, Cal Julià, Cal Babullà, Cal Batllessa, Cal Pellaire, Borda del Cavaller, Borda Blanca, Cal
Fluix... Si fuera joven, subiría a la montaña para llegar a Arcavell. Caminando. Porque la tierra
antigua se debe pisar poco a poco.
Josep Maria Espinàs
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