SOBRE LAS PROYECTADAS REVISIONES EVENTUALES Y OBLIGATORIAS, EN EL AMBITO NEUROPSIQUICO, DE CIERTOS USU ARIOS DE "PERMISOS DE CONDUCCION" * Dres. C. SOLER DOPFF y B. RODRIGUEZ ARIAS las múltiples causas generadoras de accidentes de tráfico deben figurar, quizá, en primera línea, las de naturaleza estrictamente material 0" mecánica, imputables 'al estad0' del suel0' 0' del vehícul0', en cuya prevención el médic0' puede desempeñar un papel indirect0', de inf0'rmar s0'bre aquell0' que c0'ncierne a la «h0'm0'" mensura». Otr0' grup0' de móviles tiene que atribuirse, sin rode0's, a la serie de deficiencias 0'rgánicas O' funci0'nales que afectan al c0'nduct0'r, en el descubrimiento y calificación de. las cuales, nos0'tros cumplim0's, ya, una misión fija e inalienable. En fin, más de una inc0'mpatibilidad para el manej0' de aut0'móviles ha de vincularse a la existencia de proces0's m0'rb0's0's, en l0's que 10' fisi0'lógic0' puro -matizad0' p0'r mecanismos psíquic0's tales C0'mo la atención, bastantes act0's percept0'-reaccionales y la f0'rmación de juicios inherentes a l0's mismos- crea el «(m0'dus faciendi» que exteri0'riza l0's tip0's de reacción del que guía. La an0'malía ha- E NTRE bitual en esos proces0's cabe que sea revelada mediante el emple0' de «tests» 0'p0'rtunos que, para gozar de valor real, necesitarían que sus resultados, sobre todo los numéricos, llevaran lacbletilla -a semejanza de las exploraciones clínicas- indicadora del criteri0' del realizador de la prueba, basado -éste- en una amplia experiencia previa y en una minuciüsa observación de la manera de conseguir las respuestas del sujeto estudiado, también. Dichas exploraciones sistemáticas de los aspirantes a disfrutar de «permisos de conducción», n0's darán una idea parcial, tan sólo, en cuant0' al presumible comportamiento ulterior del individuo examinado, y no pondrán jamás sobre la pista de determinadas tendencias caracterológicas importantes, pues que -en ocasiones~­ las citadas particularidades se silencian en el «Código de la Circulación» al tiempo de señalar las pautas para el registr0' de las aptitudes y -más a menudo, ,todavía- se conceptúa utópico su ha- * Comunicación presentada y discutida en la Sesión anual de la .Sociedad española de NeurologíaD, Barcelona, I7-XII-60. \00 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGíA llazgo O revelación, por la premura o rapidez que se reclama al curso de la metodología escogida. Fruto, seguramente, de lo que acabamos de decir es el porcentaje indefinido de accidentes, cuya razón o principio no sería ni la calidad de la ruta, ni la avería del coche, ni siquiera un déficit -preconocido- de la capacidad del hombre. Correspondería aohacarlos a los rasgos caracterológicos -catalogables en el ámbito neuropsíquico- de unos pocos ciudadanos. Lo que nos induciría a esperar que, de sobrevivir al percance provocado y de reincidir en el hábito de coger el volante, aumentara la. ,cQntingencia, de pasada, de otro infortunio. A título de recurso óptimo, habría de llegarse a su evitación, gracias al análisis de las cualidades temperamentales del o de los promotores de los accidentes en cuestión. Esta forma de actuar ofrecería, sin embargo, una disyuntiva: pedir, sin apelación, el susodicho análisis en todos los casos o bien reclamarlo, solamente, a las personas de las que quepa sospechar o aceptar, por evidente, la anormalidad de SllS funciones ps!quicas, a seguida de conjeturar lo peculiar del revés. Los datos que, hoy día, constan en lús atestados relativos a las circunstancias ambientales de producción de ese tipo de mal, se verían enriquecidos con la nota específica de la disposición neuropsico- Vol. XLI. - N.o 164 patológica de los que en él juegan un papeL Interesaría recordar que ese arbitrio lo crea el artículo 277 del vigente Código, donde se encomienda la misión fiscalizadora a las propias Instituciones que, en parte, adjetivan -precedentemente- la suficiencia o idoneidad del chófer. La intención, por supuesto acertada, del Código tropieza con sendos obstáculos, según veremos. He aquí una suma de argumentos, declaraciones y consejos. 1. La mediación de varias de las Instituciones aludidas, no alcanza a cubrir la superficie del territorio nacional. II. Pese a los decididos esfuerzos que se realizan, el conjunto de reglas de exploración carece de la justa homología en los distintos Centros que intervienen para estimar la aptitud de los conductores. III. Aunque esto no resultare discutible, muchas de las condiciones privativas de los técnicos nombrados para efectuar el reconocimiento, dejarían de implicar la autoridad, en el orden neuropsiquiátrico y psicológico, que supiere conferir la precisa garantía a unos dictámenes, delicados y trascendentes, dadas sus repercusiones -fortuitas- sobre el porvenir profesional de asalariados en plena marcha de su oficio y sobre el grado común de responsabilidad, ajena al trabajo. Marzo-Abril 1961 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGíA ción de candidatos al citad0' reconocimiento especial. IV. La excepci0'nal cualidad de algun0's de l0's técnic0's n0' tendría que llevarn0's, p0'r ende, a la generalización de hechos. VIII. La pluralidad de tribunales, núcleos 0' grupos de examinadores, permitiría a l0's forz0'samente S0'metid0's a observación que los mismos se miraren como enferm0's 0' sO'spech0's0's de estarlo, en lugar de tildarse de re0's, al ser factible que 0'ptaren, libres de coacción, por un0's u otros, a su gusto. V. Todas las averiguaci0'nes o inspecci0'nes recomendadas, s0'brepasan el p0'der de valuación de esas aptitudes, n0'rmativas p0'r su significad0' y por el pr0'cedimientO' de establecerlas, para invadir el terren0' de la clínica neur0'lógica y psiquiátrica, 0'bligat0'ria °a veces, si aparte de la asistencia transit0'ria0' la explicación de l0's detalles de una prueba, c0'nviene ac0'gerse a una meticulosa historia 0' a una observación, posiblemente evolu-· tiva, en recint0' hospitalariO' o parejo. La indicaci6nde práctica de rec0'nocimiento especial convendría que ~djunt~~e'la sugenincia, muy lógica, del régimen cié constitución de los núcleos de examinadores. Y puest0' que el estudio gira en t0'rn0' del complejo neuro-psíquico de los atendidos, 10' deberían integrar: a) unneuról0'go; b) un psiquiatra; y e) un psicólog0' clínic0'; complementariamente, para verificación de lo perceptiv0': d) un ot0'neurólogo; y e) un 0'ftalmoneurólogo; y, también, por la factible repercusión jurídilea de 10' suscrito en l0's informes: j) un médico f0'rense. IX. A instancia de la Superioridad, los fall0's de los tribunales podrían ser revisad0's 0' C0'mparados mutuamente. VI. un VII. Valdría la pena de que el equip0' de examinadores no quedare limitado a uno, sino que correspondiere, en número, a la pr0'por- 101 o X. En las localidades que cuentan con Organismos 0'ficiales a los que se encomienda la verificación de aptitudes para manipular carruajes motorizados, 0' bien, otros similares de cualquier significad0', habrían de preferirse -con vistas a formar parte de los mencionados grupos o tribunales- aquellos especialistas, yaadscrit0's, p0'r su calidad de técnicos, a dich0's Centr0's. XI. El veredicto f0'rmulado p0'r los Institut0's de Psicología aplicada, constituiría -en última instancia- la 0'pinión definitiva ante el cúmulo de exámenes prec0'nizados. Esta serie de c0'nsideraciones invita a pensar en la 0'p0'rtunidad de pedir una modificación del artícul0' 277 del actual Código, en el sentid0' de que se varíe, sino la estructura, cuand0' men0's la función de 102 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGíA Vol. XLI. - N.o 164 alguna de las entidades a las que ses en juego, y en la máxima seguse confiere el principio de dilucida- ridad diagnóstica, además, con el ción de las «dudas fundadas sobre fin de evitar a la sociedad factibles la pérdida de condiciones psíquicas peligros. del conductor», notadas tras más Los tribunales médicos que hade un accidente, acoplándola a yan de practicar las exploraciones la de diversos Organismos, sus- de rigor necesarias, tendrían que ceptibles de evacuar informes en procurar, como en las consultas los que saber fundamentar un jui- privadas, a instancia del mismo cio diagnóstico. sujeto, que todo discurra, así en y empleamos la palabra diagnós- el interrogatorio, cual las pruebas tico, con plena conciencia de su va- complementarias, sin coacción allor, dado que -según nosotros- guna y con inconcuso saber cienuna cifra más que impresionante de tífico. accidentes provocados, a que venimos aludiendo, deriva de disturDiscus'ión. - El doctor R. Rey bios psíquicos y de conductá, los Ardid (de Zaragoza) se muestra cuales sirven de apoyo para esta- de acuerdo con lo explanado y .quituir su aspecto epidemiológico. Im- siera solicitar que, en el permiso, porta, ergo, poner al descubierto y del conductor, se anotaran -sucetratar «ad hoc» los especímenes, sivamente- los accidentes en que positivos, que lograron pasar inad- intervenga, para ~alcanzado el vertidos en su fase de enfermedad número estimado como prudentepotencial o inaparente. se le retirara de un modo definitiResumen. - El examen clínico, vo a su usuario. contingente, bien que impuesto por El doctor C. Soler Dopff subralas circunstancias, de predeterminados conductores de vehículos de ya, para terminar, la trascendencia, tracción mecánica, debe basarse -cada vez mayor- de estas cuesen la ponderación, de una parte, tiones de neta substancia profilácpara salvaguardar sagrados intere- tica. BIBLIOGIIAFIA SOLER DOPFF (C.). RODRIGUEZ ARIAS (B.) Y RODRIGUEZ ALONSO-CUEVILLAS (B.). - ¡Cómopodría descubrirse la existencia de una epilepsia idioPática} no decLarada en las revisiones obU"atdrias de ciudadanos? Comunicación presentada y discutida en la Sesión anual de la «Sociedad'. Española de Neurología»: Barcelona, 20-XII-58. - Véase «An:¡les de Medicina y Cirugía», vol. XL, J núm. 161, págs. 315-320, 1960. SOLER DOPFF (C.). - Prevención de los accidentes de circulación automóviL Ponencia desarrollada y discutida en la VI Reunión bianual de la «Sociedad Española de Neurología»: Zaragoza,. 21-23-Xc60. Véase «Boletín de Información de la Asociación Española de Médicos Forenses», nú-· mero 12, diciembre 1960. . ' . RODRIGUEZ ARIAS (B.). - El punto de vista médico-legal, a los efectos neurológicos, q, la profilaxis de los accidentes de tráfico. Comunicación presentada y discutida en la VI Reunión bianuai de ·la «Sociedad Española de Neurología»: Zaragoza, 21-23-X-60. - En Curso de publicación (<<Archivos de Neurobiología», de Madrid, 1961).