PROBLEMAS DEL CENSO ¿REALMENTE TAN GRAVES? Sr. Director: En una extensa entrevista en El Mercurio el ex director del INE, Francisco Labbé, afirma que en un censo de derecho la separación entre relevados (o sea, efectivamente censados) e imputados no lo informa públicamente ningún país. Sin embargo, una revisión somera muestra que algunos países, por ejemplo, Estados Unidos y Uruguay (mencionado por el propio Labbé) sí reportan la diferencia. La afirmación respecto a que ningún país desagrega la población es completamente falsa. Los países que realizan imputación detallan claramente cuánta población fue censada y cuanta fue imputada, e informan de ello en sus publicaciones oficiales, lo cual sigue las recomendaciones explícitas de Naciones Unidas. Más aún, las tabulaciones detalladas tendrán que basarse únicamente en la población realmente empadronada. En principio, esto no sería un tema controversial si no fuera por la gran difusión al número total, sobre la base de lo cual se declaró este censo como el mejor de la historia. Eso sería cierto si la proporción de relevados hubiera sido más alta que en censos anteriores. Cabe hacer notar que él afirma además que “tal vez (la separación) habría provocado una hecatombe de ruido”, lo cual es una razón más bien política que técnica. Transparentar este porcentaje y el origen de los datos, no solo en la base de datos, sino en la publicación misma, es crucial para que usuarios e investigadores puedan evaluar la calidad de un censo. Es importante hacer notar que alguna forma de imputación se realiza en todos los censos, las que pueden referirse a la no respuesta en variables específicas o a la estimación del número de personas a través de moradores ausentes. Dado que hay muchas formas de llevarlas a cabo, algo mínimo es realizar un informe técnico que detalle la metodología empleada, justifique su elección, y detalle su implementación. Esta tarea es compleja y es imprescindible la participación de estadísticos expertos, que no se limiten a aplicar alguna técnica, sino que estén capacitados para buscar los mejores métodos y respaldar técnicamente sus decisiones. Como se hace en países desarrollados, es recomendable complementar el trabajo de los expertos del INE y de otras instituciones, con el de aquellos que se desempeñan en el mundo académico, particularmente en el ámbito de la estadística. En este sentido, celebramos la formación de una Comisión Técnica Externa Asesora del Censo 2012, liderada por el profesor Osvaldo Ferreiro, Dr. en Estadística. En la mayoría de los países sólo se imputa sexo y edad, y no el resto de las características socioeconómicas. El Censo de Uruguay, por ejemplo, imputa a 34.000 personas de viviendas con moradores ausentes. En los tabulados de población total por sexo y edad hay una nota técnica que indica que la estimación de moradores ausentes está incluida dentro del total. Pero al tabular otras variables, como discapacidad o pueblos originarios, se informa que dicha imputación no está incluida en el tabulado, lo que es consistente con la recomendación de Naciones Unidas. Labbé justifica su calificación como mejor Censo de la historia en la cobertura de viviendas. De ello se deriva otro error, ya que la evaluación de cobertura de un Censo de Población se hace habitualmente sobre la omisión de personas, y no la cobertura de viviendas, precisamente porque una vivienda en la que no se llega a la población de todos modos se considera como vivienda censada. En este último caso, los habitantes de estas viviendas son considerados población omitida. Finalmente, Labbé ha mencionado que se estiman casi 300 mil personas a partir de la diferencia de nuevas viviendas que se habría producido entre el Pre-Censo y el Censo. Esta estimación no tiene mayor respaldo técnico en el mundo. En el caso de los moradores ausentes, se sabe que la vivienda existe, pero se desconoce la cantidad de personas. En el caso de esta segunda estimación, no se tiene certeza de la existencia de dichas viviendas, ni donde se localizan. Aquí cabe preguntarse si este tipo de estimación corresponde ser considerada en un Censo como parte de la población estimada. La respuesta es NO. Dr. Guido del Pino Depto. de Estadística, Facultad de Matemáticas Pontificia Universidad Católica de Chile Dra. Gloria Icaza Presidenta Sociedad Chilena de Estadística SOCHE